📝HISTORIA EN BREVE
- Un estudio a gran escala descubrió que las personas con demencia que tomaron antidepresivos perdieron la función cognitiva a un ritmo casi dos veces mayor que el esperado
- Los pacientes con demencia que recibieron dosis más altas de antidepresivos experimentaron un deterioro mental más rápido, mayores tasas de hospitalización, fracturas e incluso mayores riesgos de mortalidad que los que recibieron dosis más bajas
- Un metaanálisis independiente descubrió que las personas que toman inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) tienen una probabilidad 75 % más alta de desarrollar demencia, y quienes toman antidepresivos tricíclicos tienen el doble de riesgo
- Las investigaciones sugieren que, en comparación con las mujeres, los hombres que toman antidepresivos tienen un riesgo aún mayor de desarrollar demencia antes y a un ritmo más rápido
- Los antidepresivos alteran el equilibrio de los neurotransmisores, interfieren con la capacidad del cerebro para eliminar proteínas tóxicas y aceleran el daño de las células del cerebro, lo que conduce a la pérdida de memoria y al deterioro cognitivo
🩺Por el Dr. Mercola
Los antidepresivos se promocionan como una solución para mejorar la salud mental de las personas y aliviar la depresión y la ansiedad. Pero estas pastillas “convenientes” son más dañinas de lo que cree, pues alteran la química del cerebro, lo cual empeora la condición.
Investigaciones recientes hablan del lado oscuro de estos medicamentos tan comunes y demuestran que las personas con demencia que tomaron antidepresivos tuvieron un deterioro cognitivo más rápido.
Se ha asumido que el manejo de los trastornos del estado de ánimo en pacientes con demencia mejoraría su condición general. Pero en lugar de ofrecer alivio, resulta que los antidepresivos aceleran el mismo deterioro que tendrían que aliviar.
Los antidepresivos aceleran la demencia más de lo esperado
Un estudio observacional que se publicó hace poco en BMC Medicine1 examinó cómo los antidepresivos contribuyen al deterioro cognitivo en pacientes con demencia. Los investigadores utilizaron datos del Registro de Demencia de Suecia, y se enfocaron en pacientes con demencia a los que se les recetaron inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Los datos incluyeron 18 740 pacientes, de los cuales el 23 % recibió antidepresivos. El sesenta y cinco por ciento de estas prescripciones fueron ISRS, como citalopram y escitalopram.2
- El deterioro cognitivo progresó más rápido: los hallazgos fueron alarmantes pues, según los investigadores, los pacientes con demencia que tomaron antidepresivos perdieron la función cognitiva a casi el doble de la tasa esperada en comparación con los que no tomaron estos medicamentos. Los pacientes que tomaron estos medicamentos experimentaron un deterioro acelerado de la memoria, del razonamiento y de la capacidad cognitiva general.
- El deterioro fue más pronunciado en pacientes con demencia moderada a grave: en lugar de un deterioro gradual a lo largo de varios años, las capacidades cognitivas de los pacientes con demencia más avanzada se vieron afectadas en menos tiempo cuando tomaron ISRS.
- Las dosis más altas causaron efectos más perjudiciales: el estudio encontró una relación dependiente de la dosis, lo que significa que cuanto mayor sea la dosis de antidepresivos, más rápido será el deterioro cognitivo. Es más, los pacientes que recibieron dosis más altas tuvieron mayores riesgos de hospitalización, fracturas e incluso muerte.
- El riesgo fue más alto para ciertos grupos: los pacientes de edad avanzada con fragilidad o enfermedades crónicas enfrentan mayores riesgos de hospitalización y mortalidad cuando se les prescriben antidepresivos, lo que genera inquietud sobre el uso rutinario de estos medicamentos en residencias de ancianos.3
La explicación biológica detrás de estos hallazgos apunta a cómo los ISRS afectan la función del cerebro. Estos medicamentos aumentan los niveles de serotonina, pero también interfieren con otros neurotransmisores y procesos esenciales del cerebro. En los pacientes con demencia, cuyos cerebros ya están luchando contra la neurodegeneración, esta interferencia acelera el daño en lugar de retrasarlo.
Estudios previos ya vinculan los antidepresivos con un riesgo mayor de demencia
Un metaanálisis anterior que se publicó en la revista Behavioural Neurology4 también examinó si el uso de antidepresivos aumenta la probabilidad de desarrollar demencia. Los investigadores revisaron datos de 53 955 participantes en múltiples estudios observacionales, lo que lo convierte en una de las investigaciones más completas sobre los efectos a largo plazo del uso de antidepresivos.
Los resultados fueron claros: las personas que tomaron antidepresivos tuvieron un riesgo mucho mayor de desarrollar demencia en comparación con aquellos que nunca usaron estos medicamentos.
- Las personas que tomaron ISRS tuvieron una probabilidad 75 % más alta de desarrollar demencia: los investigadores descubrieron que, si una persona está tomando un ISRS a largo plazo, su probabilidad de experimentar un deterioro cognitivo es mucho mayor que la de alguien que no toma estos medicamentos.
- Los ISRS no son los únicos medicamentos que causan problemas: otras categorías de antidepresivos también conllevan riesgos graves. Los investigadores indican que los antidepresivos tricíclicos (ATC) aumentaron más del doble el riesgo de padecer demencia, lo que significa que son mucho peores en términos de progresión. Otra categoría de antidepresivos, los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), presentaron un aumento aún más pronunciado: los usuarios experimentaron casi tres veces más riesgo de demencia.
Aunque hoy en día los IMAO no se recetan con tanta frecuencia, tienen un gran impacto en la función del cerebro, lo que sugiere que todos los tipos de antidepresivos conllevan peligros reales cuando se trata de la salud cognitiva.
- El uso prolongado de antidepresivos empeoró el riesgo: el estudio reveló que las personas que habían tomado antidepresivos durante más de un año tenían tasas de demencia más altas en comparación con aquellos que los habían tomado solo durante unos cuantos meses. Cuanto más tiempo estuvo expuesta una persona a estos medicamentos, más aumentó su riesgo.
- Los hombres tienen un riesgo aún mayor que las mujeres: la investigación sugirió que los hombres que tomaban estos medicamentos tenían una mayor probabilidad de desarrollar demencia antes y a un ritmo más rápido que las mujeres. Esto plantea preocupaciones serias sobre cómo los antidepresivos interactúan con la química del cerebro, las hormonas y el metabolismo de los hombres.5
¿Cómo los antidepresivos pueden ponerlo en riesgo de padecer demencia?
Los investigadores también brindaron información sobre cómo los antidepresivos alteran la química del cerebro. Por ejemplo, los ISRS aumentan los niveles de serotonina de manera artificial mientras reducen otros neurotransmisores que son fundamentales para la memoria y el aprendizaje.6
- Los antidepresivos provocan un desequilibrio en las vías del cerebro: cuando las vías del cerebro permanecen desequilibradas durante muchos años, esto afecta su funcionamiento y provoca daños a largo plazo. De acuerdo con los investigadores, “el uso de antidepresivos podría provocar el desequilibrio de varias vías neurobiológicas. Por lo tanto, podría ayudar a elevar el estrés oxidativo y de nitrosamina, así como la inflamación”.7
- Los antidepresivos aumentan la inflamación del cerebro: la inflamación interviene en las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y otras formas de demencia.8 La inflamación a largo plazo daña las células del cerebro, altera las conexiones neuronales y contribuye a que se acumulen proteínas dañinas que aceleran el deterioro cognitivo.
- Los antidepresivos interfieren con el metabolismo y la desintoxicación del cerebro: el cerebro depende de un delicado equilibrio de procesos metabólicos para eliminar productos de desecho dañinos, como las proteínas beta-amiloides, que intervienen en la enfermedad de Alzheimer. Cuando los antidepresivos interfieren con estos procesos, las toxinas se acumulan en menos tiempo, lo que conduce a un deterioro cognitivo más rápido.
La forma en que funcionan los antidepresivos se basa en la hipótesis de la serotonina, que postula que los niveles bajos en el cerebro son responsables de los síntomas de la depresión. Sin embargo, el problema es que varios estudios ya desacreditaron esta hipótesis, tal como una revisión general de 2022 en Molecular Psychiatry.9
De hecho, el estudio indica que un nivel bajo de serotonina se asocia con el uso de antidepresivos a largo plazo, lo cual es el efecto inverso que se esperaría si la teoría de la serotonina fuera cierta.
¿Cuáles son las consecuencias del uso prolongado de antidepresivos?
Algunos podrían asumir que la depresión es la responsable de aumentar el riesgo de demencia, en lugar de los antidepresivos. No obstante, como se indica en el artículo de Behavioural Neurology, los investigadores consideraron esto comparando a los usuarios de antidepresivos con personas que tenían depresión, pero no tomaban medicamentos. Descubrieron que quienes no tomaban estos medicamentos aún tenían un riesgo mucho menor de padecer demencia.10
Un estudio anterior también informó hallazgos similares. Se publicó en la revista Alzheimer's Disease and Associated Disorders,11y en él, los investigadores indagaron si el uso de antidepresivos a largo plazo en adultos mayores sin demencia aumentaba su riesgo de desarrollar la enfermedad.
- El estudio de 18 años hizo un seguimiento de personas mayores sin demencia: los investigadores analizaron datos de 3 688 personas de 60 años o más, las cuales no tenían demencia al comienzo del estudio. Se les monitoreó durante un período de 18 años, y sus registros médicos registraron tanto su uso de antidepresivos como cualquier diagnóstico posterior de demencia.
- El uso de ISRS aumentó el riesgo de demencia de manera significativa: al igual que en los estudios anteriores, quienes tomaron antidepresivos como el ISRS, tuvieron un riesgo mucho mayor de desarrollar demencia.
- Los medicamentos en sí mismos parecen impulsar el deterioro cognitivo: si la depresión por sí sola fuera la responsable, entonces ambos grupos (los que tomaron medicamentos y los que no) deberían haber tenido tasas de demencia similares. La diferencia tan marcada en los resultados indica que los antidepresivos son un factor importante que contribuye a la neurodegeneración.
- Las dosis más altas durante períodos prolongados también empeoraron el problema: esto refuerza la idea de que estos medicamentos no son solo un riesgo a corto plazo sino una amenaza constante para la salud del cerebro. Si usted o un ser querido ha tomado antidepresivos durante varios años, sería prudente reevaluar si en verdad son necesarios.12
El GABA es una mejor opción para su salud mental
Por lo general, la depresión se trata con ISRS bajo la creencia de que está causada por una deficiencia de serotonina, que se conoce de forma errónea como la "hormona de la felicidad". Sin embargo, un nivel bajo de esta hormona no es responsable de la depresión; más bien, los niveles excesivos de serotonina pueden ser el problema.
- Tener niveles excesivos de serotonina destruye la empatía, el amor y la sabiduría: también perjudica la función tiroidea, reduce el metabolismo y contribuye al envejecimiento prematuro al aumentar el estrés reductivo.
- Aborde la deficiencia de GABA: un problema mucho más común en la depresión es la deficiencia de ácido gamma-aminobutírico (GABA). Es por esto que aumentar los niveles de GABA es una solución más efectiva para afecciones que suelen tratarse con ISRS, sin los efectos adversos que se asocian con niveles elevados de serotonina.
- La dosis que recomiendo de GABA: recomiendo una dosis diaria de 500 a 2000 miligramos (2 gramos). Se sabe que esta dosis podría ayudar a aliviar la ansiedad y el insomnio en personas que ya toman ISRS.
- El GABA favorece la función de las mitocondrias: si toma una gran cantidad de GABA, parte de él se convertirá en ácido succínico, que es un intermediario del ciclo de Krebs. Esto significa que en dosis altas, el GABA también ayuda a estimular la función de las mitocondrias, por lo que es una opción muy segura en términos de toxicidad.
Para obtener más información acerca de las ventajas del GABA sobre los antidepresivos, lea "Tomar estos medicamentos contribuye al aumento de peso".
Cinco pasos para proteger su cerebro y reducir el riesgo de demencia
La buena noticia es que existen formas sencillas de proteger el cerebro, mejorar la salud mental y reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Lo importante es abordar las causas tanto de la depresión como de la neurodegeneración. Eso significa mejorar el metabolismo del cerebro, apoyar el equilibrio de los neurotransmisores de forma natural y evitar medicamentos que aceleren el problema. Estos son cinco pasos que puede seguir ahora mismo:
1. Corrija el suministro de energía de su cerebro: su cerebro necesita un suministro constante de energía para funcionar de forma correcta. Muchas personas que sufren depresión y deterioro cognitivo tienen disfunción metabólica en el cerebro, lo que significa que sus células tienen dificultades para producir suficiente energía.
• Aumente su consumo de carbohidratos de manera estratégica: si ha estado siguiendo una alimentación baja en carbohidratos, es hora de cambiar eso. El cerebro requiere glucosa, y privarlo de ese combustible solo empeora los problemas cognitivos. Intente consumir cerca de 250 gramos de carbohidratos de alta calidad cada día, que provengan de frutas enteras, tubérculos y granos preparados de forma adecuada.
• Evite el ayuno o la restricción extrema de calorías: los períodos prolongados sin alimento provocan estrés en el cerebro, lo que aumenta el daño oxidativo y empeora la función mental.
• Consuma grasas saturadas en lugar de aceites de semillas procesados: el cerebro se compone en gran parte de grasa, pero el tipo que consuma es de gran importancia. Evite los aceites vegetales como el de soya y el de canola, y utilice sebo, mantequilla o ghee para favorecer la función celular. El exceso de ácidos grasos omega-6 de los aceites de semillas provoca inflamación y desequilibrios en los neurotransmisores. Eliminarlos reduce la carga en el cerebro.
• Consuma proteínas de alta calidad y colágeno rico en glicina: su cerebro necesita aminoácidos para construir neurotransmisores. Incluya al menos 0.8 gramos de proteína por libra de masa corporal magra y asegúrese de que un tercio de su proteína provenga de fuentes ricas en colágeno, como caldo de huesos o gelatina.
2. Expóngase a la luz solar natural todos los días: la luz solar ayuda a optimizar los niveles de vitamina D y regula el estado de ánimo. De hecho, la exposición regular al sol interviene en la prevención de un tipo de depresión conocida como Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Pase tiempo al aire libre al menos 30 minutos por día, de preferencia por la mañana.
Sin embargo, debe asegurarse de evitar la exposición excesiva a los rayos UV si ha estado consumiendo aceites de semillas. La luz del sol favorece a las mitocondrias, pero si su alimentación es rica en aceites de semillas, el ácido linoleico (AL) de esos aceites aumenta el estrés oxidativo. Ajuste su alimentación antes de aumentar su exposición al sol. Puede leer más al respecto en este artículo.
3. Mejore su salud intestinal para fortalecer su cerebro: el microbioma intestinal ejerce un rol importante en la salud del cerebro. Si su intestino está dañado, su cerebro sufre. Muchas personas que toman antidepresivos tienen problemas intestinales subyacentes que empeoran los desequilibrios de los neurotransmisores.
• Comience con carbohidratos fáciles de digerir, como arroz blanco y frutas enteras: si su intestino está comprometido, evite los alimentos ricos en fibra por un tiempo.
• Reconstruya su intestino con Akkermansia muciniphila: esta especie de bacteria en particular protege el revestimiento del intestino y reduce la inflamación. Apóyelo con almidones resistentes y alimentos ricos en polifenoles.
• Evite los antibióticos y otros medicamentos innecesarios que dañan las bacterias intestinales: muchos antidepresivos y medicamentos comunes alteran el microbioma intestinal. Si los ha tomado durante un tiempo prolongado, es fundamental centrarse en reparar el intestino.
4. Si ya está tomando antidepresivos, déjelos de forma segura y busque formas alternativas de controlar su estado de ánimo: trabaje con su médico para reducir su dosis poco a poco, ya que la abstinencia repentina puede causar efectos secundarios graves. Mientras deja de tomar los medicamentos, comience a implementar otras estrategias que apoyen el cerebro.
• Considere estabilizadores naturales del estado de ánimo como la progesterona: la progesterona protege el cerebro y ayuda a regular la serotonina de forma natural. Muchas personas que luchan contra la depresión tienen niveles bajos de progesterona y se benefician de tomar suplementos de progesterona bioidéntica.
• Concéntrese en tener un buen sueño, reducir el estrés y mantenerse en movimiento: la falta de sueño y el estrés crónico empeoran la depresión. Priorice dormir de ocho a nueve horas cada noche, incorpore movimientos ligeros todos los días como caminar y evite la sobreestimulación de las pantallas durante la noche. Para conocer más consejos que le permitan optimizar su sueño, lea: “Si desea un impulso instantáneo de energía, haga esto después de despertarse.”
5. Reduzca su exposición a los campos electromagnéticos (EMF): los campos electromagnéticos (EMF) alteran los canales de calcio del cerebro, lo que genera estrés en las neuronas. Reduzca su exposición a dispositivos inalámbricos durante la noche, evite llevar el teléfono en el bolsillo y apague el Wi-Fi mientras duerme.
Realizar estos cambios le ayudará a proteger su cerebro, mejorar su estado de ánimo de forma natural y reducir su riesgo de desarrollar demencia. No tiene que depender de medicamentos que solo empeoran las cosas: su cerebro tiene la capacidad de curarse por sí mismo cuando se le brinda un entorno adecuado.
Preguntas frecuentes sobre los antidepresivos y la demencia
P: ¿Cómo los antidepresivos aumentan el riesgo de demencia?
R: Los antidepresivos alteran la química del cerebro, pues interfieren con neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y la noradrenalina. Con el tiempo, este desequilibrio altera la función del cerebro, aumenta la inflamación y acelera la neurodegeneración. Algunos antidepresivos también afectan la capacidad del cerebro para eliminar proteínas tóxicas, como la beta-amiloide, que se relaciona con la enfermedad de Alzheimer.
P: ¿El tiempo durante el cual se toman antidepresivos afecta el riesgo de demencia?
R: Así es. Cuanto más tiempo tome antidepresivos, mayor será su riesgo de desarrollar demencia. Las investigaciones demuestran que las personas que usaron estos medicamentos durante más de un año tuvieron tasas mucho más altas de demencia en comparación con aquellos que los tomaron a corto plazo. Las dosis altas durante períodos prolongados fueron más dañinas, y aumentaron la probabilidad de hospitalización, fracturas e incluso la muerte.
P: ¿Algunos antidepresivos son peores que otros en términos de deterioro cognitivo?
R: Así es. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como el citalopram y el escitalopram, se relacionaron con un deterioro cognitivo muy rápido en pacientes con demencia. Los antidepresivos tricíclicos (ATC) duplicaron el riesgo de demencia, y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) casi lo triplicaron, lo que los convierte en enemigos importantes de la salud del cerebro.
P: ¿Qué es lo que aumenta el riesgo de demencia, la depresión o los antidepresivos?
R: Los estudios demuestran que los antidepresivos, y no la depresión en sí, son los que aumentan el riesgo de demencia. Cuando los investigadores compararon a personas con depresión que tomaban antidepresivos con aquellos que no lo hacían, descubrieron que solo los primeros tuvieron un mayor riesgo de desarrollar demencia.
P: ¿Qué puedo hacer para proteger mi cerebro si estoy tomando antidepresivos?
R: Si está tomando antidepresivos, evalúe si en verdad los necesita y considere reducir la dosis de manera segura. Concéntrese en estrategias naturales para favorecer la salud del cerebro, como comer alimentos beneficiosos, exponerse a la luz solar todos los días, evitar los aceites de semillas, mejorar la salud de su intestino y explorar alternativas como la progesterona bioidéntica, que apoya el funcionamiento del cerebro sin efectos secundarios dañinos.
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🔍Fuentes y Referencias
- 1, 3 MMC Medicine, vol. 23, article 82, 2025
- 2 News-Medical.Net, February 25, 2025
- 4, 5, 6, 7, 10 Behavioural Neurology, vol. 2018, article ID 5315098
- 8 Alzheimers Dement (N Y). 2018 Sep 6;4:575-590
- 9 Molecular Psychiatry July 20, 2022
- 11, 12 Alzheimer Disease & Associated Disorders, vol. 30, no. 2, 2016, pp. 99-104