HISTORIA EN BREVE

· Por primera vez, un ensayo controlado aleatorizado demostró que los suplementos probióticos en dosis altas son beneficiosos para las personas con depresión

· Se descubrió que el estado de ánimo mejoró en todos los pacientes, pero los que consumieron probióticos tuvieron mejores resultados, junto con una mayor cantidad de Lactobacillus beneficiosos en su intestino

· De hecho, también se observó un aumento en el volumen de materia gris, junto con cambios en la actividad cerebral

· Enfocarse en el eje microbiota-intestino-cerebro (MGB, por sus siglas en inglés), el cuál desempeña un papel importante en las funciones fisiológicas y conductuales que a menudo se ven afectadas por la depresión, podría ser un punto clave para erradicarla

Por el Dr. Mercola

La depresión se encuentra entre las afecciones de salud mental más comunes en los Estados Unidos, ya que alrededor de 21 millones de personas en Estados Unidos o el 8.4 % de los adultos, experimentaron al menos un episodio de depresión mayor en 2020.1Los medicamentos antidepresivos son el tratamiento de primera línea,2 a pesar de que dos tercios de los pacientes no responden bien a ellos. 3

Estados Unidos enfrenta una crisis de salud mental, ya que existen muchas personas que luchan contra la depresión y la ansiedad y por desgracia no existen suficientes psiquiatras para tratar estos problemas. Para tratar a todas las personas afectadas, cada uno de los 33 000 psiquiatras que existen en los Estados Unidos tendría que atender a casi 3 000 pacientes al año, algo que es imposible. 4

Cada vez es más obvio que se necesitan muchas cosas para resolver esta afección tan compleja, incluyendo la idea de enfocarse en el eje microbiota-intestino-cerebro (MGB), el cuál desempeña un papel importante en las funciones fisiológicas y conductuales que a menudo se ven afectadas por la depresión. Se sabe, por ejemplo, que su microbiota intestinal influye en la función cerebral y el comportamiento depresivo, mientras que se descubrió que las personas con depresión tienen una microbiota intestinal diferente. 5

Por primera vez, un ensayo controlado aleatorizado demostró que los suplementos con probióticos en dosis altas son beneficiosos para las personas con depresión,6 lo que destaca aún más la importancia de cuidar su intestino para poder gozar de una salud mental óptima.

Los probióticos benefician a las personas con depresión

En un estudio de cuatro semanas, 21 personas que recibieron atención médica para tratar la depresión recibieron probióticos junto con antidepresivos, mientras que 26 recibieron un placebo que contenía maltosa junto con un antidepresivo. El suplemento probiótico contenía ocho cepas diferentes, lo que equivale a una dosis diaria muy alta de 900 mil millones de unidades formadoras de colonias (UFC).

“Como aún no se sabe qué bacterias mejoran los síntomas depresivos”, explicaron, “decidimos administrar un suplemento probiótico que se podía encontrar en las farmacias y, por lo tanto, se podía implementar de manera muy fácil en la práctica clínica”.7

Se utilizaron muestras de heces, imágenes del cerebro y evaluaciones de depresión para evaluar a los pacientes antes, durante y después de los probióticos o el placebo. Se descubrió que el estado de ánimo mejoró en todos los pacientes, pero los que consumieron probióticos tuvieron mejores resultados, junto con una mayor cantidad de Lactobacillus beneficiosos en su intestino. 8

Estudios anteriores descubrieron que los suplementos con Lactobacillus rhamnosus provocaron puntuaciones más bajas de depresión y ansiedad en las mujeres antes y después de un parto. 9También se descubrió que el Lactobacillus produce el neurotransmisor llamado ácido gamma aminobutírico (GABA), que inhibe la activación neuronal exagerada, lo que ayuda a inducir un estado natural de calma10en estudios con animales,11 y al mismo tiempo reduce el comportamiento relacionado con la depresión. 12

El estudio presentado también reveló que las personas que tomaron probióticos tenían un aumento en el volumen de materia gris junto con cambios en la actividad cerebral. Mientras que las personas con depresión tendían a percibir las fotos de caras neutras como negativas, era más probable que las que tomaban probióticos las vieran como neutras. 13De acuerdo con el estudio:14

“Nuestros datos implican que un tratamiento probiótico complementario mejora los síntomas depresivos (HAM-D) junto con cambios en la microbiota intestinal y el cerebro, lo que destaca el papel del eje MGB en MDD y enfatiza el potencial de los enfoques de tratamiento relacionados con la microbiota como terapias accesibles, pragmáticas y no estigmatizantes en MDD”.

Las bacterias beneficiosas podrían ayudar en la depresión

El estudio reveló varios mecanismos por los cuales las bacterias beneficiosas podrían ser efectivas para tratar la depresión, incluyendo un cambio en la microbiota intestinal con un aumento favorable de Lactobacillus. Se descubrió que ciertas cepas de Lactobacillus producen ácidos grasos de cadena corta, incluyendo acetato, butirato y propionato, los cuáles benefician la salud y son importantes para construir la barrera intestinal, lo que la hace menos permeable a los microorganismos que causan enfermedades.  15

El aumento de los niveles de Lactobacillus también podría reducir los síntomas de ansiedad. 16Si se tienen en cuenta los hallazgos de que los probióticos ayudaron a cambiar la reacción emocional a rostros neutrales, los investigadores también sugirieron que los probióticos "modifican el sesgo de negatividad en el procesamiento de rostros emocionales y cumplen con el requisito principal de un tratamiento exitoso para la depresión al alterar los sesgos afectivos negativos".17

La principal vía de información entre el intestino y el cerebro es el nervio vago, que conecta los dos órganos. El intestino también se comunica con su cerebro a través del sistema endocrino en la vía del estrés (el hipotálamo, la hipófisis y el eje suprarrenal) al producir neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, como la serotonina, dopamina y el GABA,18 lo que ayuda a explicar por qué su salud intestinal contribuye a su salud mental.

La comida chatarra se relaciona con la depresión en niños y adolescentes

La otra pista importante de la importancia de la salud intestinal para la salud mental es la función de la comida en la depresión.  Los adolescentes que consumen muchos alimentos procesados con alto contenido de sal y poco potasio, como las comidas rápidas, tienen una probabilidad mayor de desarrollar síntomas de depresión. 19

Es probable que el consumo de alimentos con un alto contenido de sodio y bajo contenido de potasio pueda desarrollar síntomas de depresión al influir negativamente en los neurotransmisores y la función neuronal durante un período vulnerable.

“Dado el desarrollo sustancial del cerebro que ocurre durante la adolescencia, las personas en este período pueden ser vulnerables a los efectos que la alimentación tiene sobre los mecanismos neuronales que regulan las emociones y la depresión”, escribieron investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham.  Asimismo, una mala alimentación influye en el desarrollo de la depresión al alterar el microbioma intestinal, lo que podría afectar aún más la función del cerebro. 20

Estudios anteriores también han confirmado la relación que existe entre la alimentación y la depresión en los niños y adolescentes. Cuando los investigadores revisaron de manera sistemática 12 estudios que involucraban niños y adolescentes, se reveló una relación entre una alimentación poco saludable con una mala salud mental, así como una alimentación de buena calidad con una buena salud mental. 21

El consumo de comida chatarra también se ha relacionado con enfermedades mentales y comportamientos violentos en niños y adolescentes, los cuales incluyen preocupación, depresión, confusión, insomnio, ansiedad, agresión y falta de autoestima, así como enfrentamientos físicos, victimización y acoso escolar. 22

Sus hábitos alimenticios desempeñan un papel importante en la depresión

Los adultos también tienen una probabilidad mayor de deprimirse si consumen alimentos poco saludables. La investigación descubrió que las personas mayores que siguieron la dieta DASH, que es baja en azúcar y alta en frutas y vegetales frescos, tenían una probabilidad 11 % menor de desarrollar depresión durante los siguientes seis años, mientras que las que seguían una dieta occidental estándar tenían las tasas más altas de depresión. 23

Del mismo modo, en el 2018, una revisión sistemática y un metaanálisis con un total de 101 950 participantes también encontraron una relación entre una alimentación proinflamatoria y un mayor riesgo de desarrollar depresión. 24 Las personas que consumían una alimentación proinflamatoria tenían una probabilidad 1.4 veces mayor de sufrir depresión. 25“Por lo tanto, implementar una alimentación antiinflamatoria podría ser una intervención efectiva o un medio preventivo para reducir el riesgo y los síntomas de depresión”, según el estudio. 26

El consumo de azúcar, un alimento inflamatorio, también se relaciona con los trastornos mentales comunes y la depresión. La investigación publicada en 2002 también descubrió una “correlación muy evidente entre el consumo de azúcar y la tasa anual de depresión”.27

Mientras tanto, si su alimentación se enfoca en alimentos ultraprocesados, es probable que le falten nutrientes que son esenciales para la salud mental, incluyendo la vitamina B12. Investigadores de la Universidad de Ordu en Turquía revelaron que los niveles bajos de vitamina B12 y vitamina D, junto con el aumento de homocisteína, podrían desempeñar un papel muy importante en la depresión en niños y adolescentes. 28

En el estudio participaron niños y adolescentes con depresión, junto con 43 sujetos sin depresión para servir como controles, y el 11 23 % de los que tenían depresión también tenían niveles bajos de folato.

Tanto la vitamina B12 como el folato se han descrito como nutrientes antidepresivos. 29 El folato, que se encuentra en los vegetales de hojas verdes oscuras como las espinacas, aguacates, entre otros, está involucrado en la producción de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo. En un estudio, las personas que consumieron mayores cantidades de folato tenían un menor riesgo de desarrollar depresión que las que consumieron menos. 30

Se sabe que las personas con deficiencia de vitamina B12 tienen un riesgo mayor de desarrollar depresión,31lo que podría ser consecuencia de los cambios en el nivel de metilación del ADN en el cerebro, lo que provoca un deterioro neurológico. 32

La vitamina B12 también podría ayudar a regular los niveles de homocisteína, y el incremento en dichos niveles puede estar relacionado con la deficiencia de B12, así como depresión.  En un estudio, los adultos mayores con niveles bajos de vitamina B12 tenían un riesgo 51 % mayor de desarrollar depresión. 33

Comer sano reduce el riesgo de desarrollar depresión

Aunque la comida chatarra puede afectar su estado de ánimo, consumir alimentos enteros saludables puede mejorarlo. Investigadores de la Universidad de Macquarie, Australia, estudiaron a 76 estudiantes entre las edades de 17 y 35 años que tenían una mala alimentación mala y niveles de depresión moderados a altos. 34,35

A un grupo de participantes se le pidió mejorar su alimentación al reducir los carbohidratos refinados, azúcar, carnes procesadas y sodas, además de consumir más vegetales, frutas, productos lácteos, semillas y frutos secos, grasas saludables y especias antiinflamatorias como la cúrcuma y la canela. 36

Después de solo tres semanas de alimentación saludable, los del grupo saludable tuvieron mejoras en el estado de ánimo y sus niveles de depresión se mantuvieron en el rango normal. Del mismo modo, los investigadores señalaron que “varias revisiones sistemáticas y metaanálisis demostraron una relación entre la calidad de la alimentación y la depresión.

Un metaanálisis demostró que una alimentación saludable independientemente del patrón (por ejemplo, mediterránea, vegetariana, toscana) se relacionó con una incidencia menor de depresión”.37

Los alimentos fermentados, que contienen muchos probióticos, también se deben consumir de manera regular para apoyar la salud intestinal y mental. Con base en la evidencia actual, los investigadores incluso reunieron una lista de cinco recomendaciones alimenticias para prevenir la depresión.  La premisa básica es consumir alimentos reales. Las cinco estrategias incluyen:38

1.       Seguir patrones alimenticios "tradicionales"

2.       Aumentar el consumo de frutas, vegetales, frutos secos y semillas.

3.       Consumir muchos alimentos ricos en grasas omega-3

4.       Reemplazar los alimentos poco saludables con alimentos nutritivos y saludables.

5.       Limitar el consumo de alimentos procesados, comida rápida, repostería y golosinas comerciales.

Si tiene depresión debe considerar la deficiencia de magnesio

Casi el 50 % de los adultos en Estados Unidos no obtienen el requerimiento promedio estimado de magnesio (alrededor de 400 miligramos por día). 39 La deficiencia subclínica de magnesio es común y provoca muchos problemas de salud mental, mientras que los síntomas de deficiencia podrían incluir depresión, confusión y agitación. 40

También se sabe que las personas con depresión tienen niveles más bajos de magnesio en la sangre,41cerebro42 y líquido cefalorraquídeo. 43Solo el Treonato de magnesio, a diferencia del cloruro de magnesio o el gluconato de magnesio, aumenta los niveles de magnesio en el líquido cefalorraquídeo y mejora la cognición en modelos animales44mientras que un ensayo aleatorizado equivalente descubrió que los suplementos orales con magnesio eran tan efectivos como un antidepresivo en términos de mejorar el estado de ánimo. 45

Esto sugiere que aumentar los niveles de magnesio, en especial con el uso de Treonato de magnesio, podría tener muchos beneficios en el estado de ánimo.  Además de cuidar su salud intestinal por medio de una alimentación saludable con alimentos enteros y fermentados, y tal vez un suplemento probiótico, las personas con depresión también podrían considerar la posibilidad de complementar con Treonato de magnesio, en una cantidad diaria de 150 a 200 mg.


Fuentes y Referencias