📝HISTORIA EN BREVE
- La curcumina, que es el compuesto activo de la cúrcuma, combate la inflamación en su origen, ya que interactúa con los sistemas biológicos que regulan la inflamación, el metabolismo y el estrés celular
- Las investigaciones demuestran que dosis de curcumina superiores a 1500 miligramos al día reducen en gran medida el índice de masa corporal y la masa grasa, y a su vez favorecen la salud intestinal y reducen la inflamación sistémica
- La curcumina restablece la comunicación entre el intestino y el cerebro, ya que aumenta las bacterias intestinales beneficiosas que producen ácidos grasos de cadena corta, lo que favorece la salud del colon y regula el apetito
- Los métodos de administración avanzados, como los nanotransportadores o un sistema de administración liposomal, permiten que la curcumina cruce la barrera hematoencefálica y que combata las enfermedades neurodegenerativas, ya que reduce la inflamación cerebral y favorece la reparación de las neuronas
- La curcumina previene la agregación de proteínas en las células del cerebro, que es una característica de la enfermedad de Alzheimer y de Parkinson. También es una alternativa segura y asequible a los tratamientos convencionales con numerosos efectos secundarios
🩺Por el Dr. Mercola
Durante siglos, la cúrcuma ha hecho mucho más que dar sabor a los alimentos, ya que ha sido un remedio indispensable en los sistemas de medicina tradicional de la India y China. Esta especia dorada no solo obtiene su poder de su color. Lo obtiene de la curcumina, que es un compuesto que la ciencia ahora reconoce como una molécula multitarea capaz de influir en el peso, el estado de ánimo, el sistema inmunológico y la función del cerebro, todo a la vez.
La curcumina se destaca por su efecto amplio y profundo. No solo oculta los síntomas, aborda el origen del problema debido a que interactúa con los sistemas biológicos que regulan la inflamación, el metabolismo y el estrés celular. Esto es importante si lidia con problemas como fatiga, resistencia a la insulina, inflamación, confusión mental o aumento de peso persistente. No son problemas aislados, son señales de que su intestino, su sistema inmunológico y su cerebro no están sincronizados.
El problema es que la mayoría de los productos de curcumina no se absorben bien, además, la mayoría de las personas no se dan cuenta de que las bacterias intestinales tienen que transformarla antes de que pueda funcionar. Esto significa que sus resultados dependen de la forma de curcumina que consuma y de la salud de su microbioma. A continuación, analizaremos tres estudios que le permitirán descubrir cómo usar la curcumina de manera efectiva.
Cada estudio explora una forma diferente en la que este compuesto favorece la salud intestinal, reduce la inflamación y protege contra enfermedades relacionadas con la edad, todo ello mientras trabaja con su cuerpo, no contra él.
La curcumina restablece la comunicación entre el intestino y el cerebro para combatir la obesidad y la inflamación
Un análisis publicado en la revista Nutrients investigó cómo la curcumina favorece la salud metabólica, ya que combate la inflamación, el estrés oxidativo y las alteraciones en la señalización intestino-cerebro.1 El artículo examinó las vías biológicas a través de las cuales la curcumina influye en la composición corporal y la salud del cerebro, en particular en las personas con obesidad y sus complicaciones.
Los investigadores se centraron en cómo los metabolitos de la curcumina (que se producen en el hígado y en el intestino) brindan más beneficios antiinflamatorios y antioxidantes de lo que el compuesto original logra por sí solo.
• La curcumina demostró beneficios para las personas con exceso de peso y condiciones inflamatorias: el documento destacó que la curcumina reduce el índice de masa corporal (IMC) y mejora los marcadores inflamatorios, en especial cuando se combina con cambios en el estilo de vida, como una mejor alimentación o rutinas de movimiento.
La curcumina aborda la remodelación disfuncional del tejido graso que causa problemas metabólicos y cognitivos. Esto resulta en un mejor equilibrio del microbioma intestinal y menor estrés oxidativo. Es importante destacar que estos efectos son más pronunciados en las personas con trastornos metabólicos, no solo en los voluntarios sanos.
• Las dosis superiores a 1500 miligramos (mg) fueron mucho más efectivas que las dosis más bajas: según los hallazgos, las dosis de curcumina inferiores a 1000 mg al día tuvieron efectos limitados, mientras que las cantidades iguales o superiores a 1500 mg por día redujeron de forma significativa el IMC y la masa grasa durante un mes o más. Además de estos cambios, mejoró la salud intestinal y disminuyó la inflamación sistémica.
La duración del uso fue importante, ya que los resultados tuvieron más impacto en las personas que mantuvieron un consumo constante durante cuatro semanas o más.
• El estudio descubrió cambios en bacterias específicas relacionadas con el metabolismo de las grasas y la inflamación: un resultado clave involucró la influencia de la curcumina en el microbioma, que es la variedad de bacterias que viven en su intestino. La curcumina aumentó la abundancia de grupos de bacterias beneficiosas conocidas por producir ácidos grasos de cadena corta (AGCC).
Estos compuestos son importantes porque alimentan las células que recubren el colon, reducen la inflamación y regulan el apetito y la sensibilidad a la insulina. El estudio también descubrió que la curcumina redujo las especies bacterianas que se asocian con la obesidad.
• La curcumina activa sistemas celulares importantes que controlan la inflamación y el estrés oxidativo: los investigadores descubrieron que la curcumina afecta dos sistemas importantes en el cuerpo, uno que activa la inflamación y otro que combate el daño. El primer sistema actúa como un interruptor que inflama las células grasas e inmunitarias. La curcumina desactiva este interruptor, lo que reduce las sustancias nocivas que inflaman.
El segundo sistema funciona como la alarma de defensa de su cuerpo, ya que les indica a sus células que se protejan del estrés y del daño. La curcumina activa este sistema, lo que ayuda al cuerpo a producir más antioxidantes y a proteger el revestimiento intestinal contra daños.
• Las bacterias intestinales ayudan a convertir la curcumina en metabolitos más potentes: la curcumina no solo beneficia su microbioma, sino que también ayuda a activarlo. Las bacterias específicas del colon, incluyendo las cepas que pueden descomponer la curcumina en derivados, tienen una gran influencia en este proceso. Se ha demostrado que estas formas pasan al torrente sanguíneo y reducen el estrés oxidativo, protegen las células del cerebro e incluso promueven la actividad anticancerígena.
La administración dirigida hace que la curcumina sea una mejor terapia para los trastornos del cerebro y del envejecimiento
En un estudio relacionado que se publicó en la revista Biotechnology Advances, los investigadores exploraron cómo solucionar la mala absorción de la curcumina y su focalización limitada en los tejidos con estrategias de administración avanzadas.2
Estas estrategias incluyeron los nanotransportadores, que son estructuras microscópicas que actúan como vehículos que transportan curcumina a partes específicas del cuerpo, en especial el cerebro. El objetivo fue descubrir formas de aumentar el potencial terapéutico de la curcumina en las enfermedades neurodegenerativas e inflamatorias, las cuales los tratamientos convencionales, a menudo, no solucionan.
• El estudio se centró en enfermedades relacionadas con la edad y trastornos cerebrales que provocan la inflamación: los investigadores se centraron en algunas afecciones como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y el envejecimiento general del cerebro, en las cuales la inflamación, el estrés oxidativo y la mala señalización celular promueven el deterioro cognitivo. Un aspecto interesante es que no solo estudiaron la curcumina sin procesar.
Los investigadores analizaron formulaciones de bioingeniería, aplicaciones nasales y dérmicas e incluso andamios para la administración a tejidos locales.
• Los nanotransportadores llevaron la curcumina directo al cerebro, donde más importa: el mayor avance fue el uso de nanotransportadores dirigidos al cerebro. Son estructuras moleculares diseñadas para atravesar la barrera hematoencefálica, que es un filtro protector que impide que muchos compuestos lleguen al cerebro.
La curcumina redujo la inflamación, disminuyó los marcadores de envejecimiento de las células del cerebro y favoreció la señalización de la dopamina, que es fundamental para el movimiento, la motivación y la regulación del estado de ánimo, dentro del cerebro. Esto esquiva uno de los principales obstáculos que hacen que la curcumina estándar sea casi inútil para tratar las enfermedades relacionadas con el cerebro.
• El metabolito de la curcumina demostró mayores efectos antiinflamatorios: otro gran hallazgo fue la importancia del producto de descomposición natural de la curcumina, que se conoce como tetrahidrocurcumina. Los investigadores observaron su habilidad para reducir las señales inflamatorias en el cerebro y favorecer la reparación de las neuronas. Esto es muy relevante en enfermedades como el alzhéimer, en la cual la inflamación y el desgaste celular causan la pérdida progresiva de la memoria.
• Los científicos exploran los parches cutáneos cargados de curcumina para brindar un tratamiento más seguro: el artículo examinó sistemas de administración basados en la piel, como parches dérmicos o cremas infundidas con curcumina, en lugar de solo suplementos orales.
Este enfoque evita por completo el tracto digestivo y administra el compuesto en el sitio necesario, lo que lo hace ideal para algunas afecciones, como la inflamación de las articulaciones o el daño nervioso localizado. Estos dispositivos también evitan que la curcumina se descomponga rápido, lo cual ocurre cuando se toma por vía oral.
• Algunos datos recientes sugieren que la curcumina interactúa con vías importantes del envejecimiento en el cerebro: a nivel celular, se descubrió que la curcumina afecta los marcadores de senescencia, que son genes y proteínas vinculados al envejecimiento y la "jubilación" celular. También pareció influir en los microARN, que son reguladores pequeños que controlan el comportamiento de los genes.
Esto hace que la curcumina no solo reduzca los síntomas, sino que también module el proceso de envejecimiento en sí, lo que la convierte en una herramienta útil para cualquier persona que intente mantener la agudeza cognitiva a medida que envejece.
La curcumina estabiliza las proteínas del cerebro que se descomponen al envejecer
Una revisión publicada en la revista Biofactors analizó cómo la curcumina afecta las enfermedades neurodegenerativas y se centró en su habilidad para retardar o detener el daño celular que causa el envejecimiento.3 Estas enfermedades, como la enfermedad de Alzheimer y de Parkinson, se caracterizan por la acumulación de proteínas en el cerebro. Con el tiempo, estos ovillos de proteínas perjudican las células nerviosas, lo que provoca pérdida de memoria, temblores y confusión.
El estudio examinó la habilidad de la curcumina para prevenir estas consecuencias debido a que preserva el equilibrio proteico, conocido como homeostasis proteica.
• La investigación enfatizó que la curcumina tiene un bajo nivel de toxicidad y es asequible: los investigadores enfatizaron que una de las razones por las que la curcumina es una buena opción para controlar la neurodegeneración es su perfil de seguridad. La curcumina es inocua y económica, a diferencia de los medicamentos convencionales que suelen causar efectos secundarios desagradables o peligrosos. Esto la hace accesible y fácil de administrar tanto en adultos mayores como en las personas jóvenes que desean proteger la función de su cerebro a largo plazo.
• La curcumina ayudó a prevenir la aglomeración de proteínas dañadas en las células nerviosas: los investigadores explicaron que una de las formas en que funciona la curcumina es previniendo los cambios en las proteínas celulares que ocurren con el envejecimiento. Estos cambios suelen hacer que las proteínas pierdan su forma, se peguen entre sí y formen agregados tóxicos. Ése es un factor importante en el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer. La curcumina favoreció la estabilidad de las proteínas y retrasó la perdida de la función proteica.
• Los efectos se probaron en una variedad de modelos animales: la curcumina se ha probado en modelos vertebrados e invertebrados, específicamente en animales como ratones y el gusano redondo Caenorhabditis elegans. El modelo de gusano es muy útil en la investigación del envejecimiento porque su corta vida útil permite que los científicos rastreen los cambios a lo largo de una vida completa en solo unas pocas semanas.
La curcumina prolongó la vida útil de estos organismos, que es el número de años que se vivieron con buena salud.
Cómo usar la curcumina de forma adecuada para proteger el cerebro y el metabolismo
Si tiene problemas de inflamación, confusión mental, aumento de peso o síntomas de envejecimiento cognitivo, no está solo. Es probable que sea una señal de que sus sistemas de energía celular no están del todo bien.
El verdadero problema no son solo los síntomas, sino la mala producción de energía y la comunicación entre el intestino y el cerebro que los subyace. Debe abordar estas causas fundamentales para que su cuerpo pueda recuperarse de verdad, y no solo ocultar los síntomas. A continuación, descubrirá cómo utilizar la curcumina de forma adecuada y segura para aliviar la presión sobre las células y restaurar su funcionamiento:
1. Elija un suplemento de curcumina que se absorba bien: la mayoría de las personas no se dan cuenta de que los polvos de cúrcuma estándar no tienen efecto, a menos que tome dosis grandes. Tendría que tragar cucharadas de cúrcuma todos los días para ver un cambio, e incluso así su cuerpo no lo absorberá bien. Lo ideal es que busque un polvo con mejor biodisponibilidad, ya sea combinado con piperina (extracto de pimienta negra) o un sistema de administración liposomal.
Estas opciones hacen que los ingredientes activos pasen por el hígado y lleguen al torrente sanguíneo, en el cual sí funcionan.
2. Tome la curcumina con grasa para aumentar la absorción: la curcumina es soluble en grasa, lo que significa que el cuerpo la absorbe mejor cuando la toma con grasa. Esto no significa que necesita una comida grasosa, solo debe combinarla con una fuente de grasas saturadas saludables, como sebo o ghee de animales alimentados con pastura. La curcumina no podrá funcionar bien si lleva una alimentación muy baja en grasas o si a veces no come. Una forma sencilla de asegurarse que funcione es programar su dosis para que coincida con su comida más grande del día.
3. Utilice la curcumina para favorecer la salud intestinal primero, y después para perder peso: su prioridad debe ser recuperar su salud intestinal si su barrera intestinal ya está comprometida o exhibe señales de un microbioma intestinal desequilibrado, como inflamación, heces blandas o intolerancias alimentarias.
La curcumina puede ayudar con esto, ya que calma la inflamación intestinal, favorece las bacterias beneficiosas y refuerza las uniones entre las células intestinales. Si desea perder peso o controlar la resistencia a la insulina, su metabolismo puede responder de forma adecuada otra vez si arregla primero su intestino (a través de cambios saludables en el estilo de vida, como evitar los aceites vegetales en los alimentos procesados y consumir carbohidratos saludables).
4. Sea paciente y constante, ya que la curcumina funciona mejor con el tiempo: la mayoría de los beneficios, como mejores marcadores metabólicos, mejor salud intestinal y una cognición más clara, tardan algunas semanas en aparecer a través de un uso constante. Si ha probado la curcumina en el pasado y no ha notado un efecto, quizás se deba a que la dosis era demasiado baja o la forma no era absorbible.
Opte por una versión de biodisponibilidad elevada y consúmala durante cuatro a seis semanas. Ese es el periodo de tiempo en el cual la mayoría de los beneficios comienzan a acumularse.
Preguntas frecuentes sobre los beneficios de la curcumina para la salud
P: ¿Qué es la curcumina y por qué es importante para la salud?
R: La curcumina es un compuesto bioactivo que se encuentra en la cúrcuma y que reduce la inflamación, favorece la salud del cerebro y mejora el metabolismo. Actúa como un antioxidante poderoso e influye en la estabilización de las proteínas, apoya al revestimiento intestinal y regula la relación intestino-cerebro, que es muy importante si tiene problemas de peso, deterioro cognitivo o inflamación crónica.
P: ¿Por qué el polvo de cúrcuma estándar no funciona tan bien como las personas piensan?
R: La mayoría de los polvos y suplementos de cúrcuma no se absorben bien. Su cuerpo descompone rápido la curcumina y la elimina antes de que pueda tener un gran efecto. Muy poca curcumina llega al torrente sanguíneo, a menos que se combine con extracto de pimienta negra (piperina) o un sistema de administración liposomal. Por eso, le recomiendo utilizar una forma muy absorbible si quiere obtener resultados.
P: ¿Cómo ayuda la curcumina con la obesidad y los problemas metabólicos?
R: La curcumina favorece al metabolismo debido a que calma la inflamación crónica en el tejido graso, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce el estrés oxidativo. También promueve las bacterias intestinales beneficiosas y fortalece la barrera intestinal, lo que ayuda a regular el peso, el azúcar en la sangre y los niveles de energía a lo largo del tiempo.
P: ¿La curcumina puede proteger el cerebro del envejecimiento y las enfermedades?
R: Sí. Las investigaciones demuestran que la curcumina evita que las proteínas dañinas se agrupen en el cerebro, lo cual es una característica de la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. La curcumina también reduce la neuroinflamación y favorece la estabilidad de las células del cerebro a medida que el cuerpo envejece, lo cual es fundamental para mantener la memoria y la función cognitiva.
P: ¿Cuál es la mejor manera de tomar curcumina para obtener todos los beneficios?
R: Para obtener los mejores resultados, tome todos los días un suplemento de curcumina de biodisponibilidad elevada junto con una comida que contenga grasas saturadas, como ghee o mantequilla de animales alimentados con pastura. Haga esto al menos de cuatro a seis semanas. Si ha tomado curcumina antes y no obtuvo resultados, es probable que la dosis era demasiado baja o el suplemento no era absorbible.