📝HISTORIA EN BREVE

  • Investigadores de la Universidad de Helsinki señalaron que una cepa de la bacteria Desulfovibrio podría provocar Parkinson, lo cual podría ayudar a detectar, retrasar la progresión o prevenir la enfermedad de Parkinson
  • Cerca de 1 millón de personas en los Estados Unidos tiene Parkinson, y cada año se diagnostican 90 000 nuevos casos; nuevos estudios respaldan investigaciones que demuestran una relación entre el intestino y el cerebro con la enfermedad de Parkinson
  • Los investigadores también creen que la autofagia, que es el proceso de eliminación de células dañadas y muertas para fomentar el crecimiento de células sanas, podría ayudar a tratar esta enfermedad neurodegenerativa
  • La enfermedad de Alzheimer es otra enfermedad neurodegenerativa asociada con bacterias intestinales específicas, incluyendo ácidos grasos de cadena corta y los lipopolisacáridos, las paredes celulares de las bacterias muertas
  • Existen varias medidas que podrían ayudar a mejorar su microbioma intestinal, incluyendo los alimentos fermentados de forma tradicional, para proveer su intestino con bacterias saludables, y alimentarlas con fibra prebiótica soluble e insoluble. Evite el jabón antibacteriano y los productos con triclosán, los alimentos procesados, la carne de animales criados de forma convencional y los antibióticos, a menos que sea necesario

🩺Por el Dr. Mercola

En mayo de 2023, investigadores de la Universidad de Helsinki señalaron que una cepa de la bacteria Desulfovibrio podría provocar Parkinson. 1 Los investigadores esperan que este descubrimiento pueda ayudar a detectar y eliminar las bacterias del intestino, lo que podría ayudar a prevenir dicha enfermedad. 2

La enfermedad de Parkinson provoca movimientos involuntarios que no se pueden controlar, los cuales son ocasionados por un daño cerebral, cuyo mecanismo aún se desconoce. Los síntomas comienzan de forma gradual, y después empeoran con el tiempo. Estos movimientos se producen porque las células que generan dopamina,3 un neuroquímico que ayuda a coordinar los movimientos, dejan de funcionar o mueren.

Aunque se le conoce como un trastorno del movimiento, y los síntomas principales son lentitud y rigidez para caminar y mantener el equilibrio, también podría provocar depresión, problemas de memoria y estreñimiento. A pesar de que esta enfermedad no tiene cura, existen algunas opciones de tratamiento que podrían brindar alivio. 4

Los tratamientos deben ser personalizados, ya que los síntomas podrían variar de una persona a otra. El uso de medicamentos es el más común, pero un implante cerebral, que suministra una corriente eléctrica ligera, también ha funcionado para disminuir los síntomas de algunos pacientes. A esta técnica se le conoce como estimulación cerebral profunda. Los trasplantes de células madre, tratamientos de reparación de neuronas y las terapias génicas o tratamientos dirigidos a genes, son otros tratamientos experimentales. 5

Las bacterias dañinas también podrían provocar Parkinson

Los resultados del estudio demostraron que, con las pruebas y la eliminación de las bacterias dañinas, los médicos podrían prevenir o detener la progresión, de la enfermedad de Parkinson. El conjunto de la proteína neuronal alfa-sinucleína es el factor esencial en patología. 6Las investigaciones demostraron que este conjunto podría ser generado en el intestino por microbios patógenos, que tienen una relación con la enfermedad de Parkinson.

Los investigadores utilizaron muestras fecales de 10 pacientes con Parkinson, y de sus cónyuges sanos, para buscar especies de bacterias Desulfovibrio. Se administraron nematodos a las cepas aisladas para fusionar la alfa-sinucleína con una proteína fluorescente amarilla. Después, se utilizaron en un modelo animal, y se compararon con una cepa bacteriana del grupo de control.

El objetivo era analizar cómo las diferentes cepas de bacterias, favorecieron la progresión de la enfermedad de Parkinson. Los investigadores descubrieron que las cepas de bacterias aisladas de pacientes con Parkinson, provocaron el agrupamiento de la proteína relacionada con el Parkinson.

También señalaron que múltiples cepas de la misma bacteria de personas sanas, no provocaron ningún agrupamiento en el mismo nivel. Per Saris, profesor del departamento de microbiología de la Universidad de Helsinki comento lo siguiente sobre el estudio:7

"Los resultados de nuestro estudio podrían ayudar a detectar a los portadores de estas dañinas bacterias Desulfovibrio. Y de esta manera, podrían ser tratadas para eliminar estas cepas del intestino, lo que podría aliviar y disminuir los síntomas de los pacientes con Parkinson.
Una vez que se eliminan las bacterias Desulfovibrio del intestino, ya no se forman agregados de α-sinucleína en las células intestinales, desde donde viajarían hacia el cerebro a través del nervio vago como proteínas priónicas".

La relación del intestino y cerebro con la enfermedad de Parkinson

De acuerdo con la Fundación de Parkinson,8 cerca de 1 millón de personas en los Estados Unidos padece esta enfermedad, cada año se diagnostican 90 000 nuevos casos y la incidencia de la enfermedad aumenta con la edad. Un estudio de 20189 publicado en el Journal of Parkinson's disease, demostró que el microbioma intestinal podría tener una relación con la enfermedad de Parkinson.

Este estudio se centró en la patología de la alfa-sinucleína y, al igual que otros estudios, descubrió que podría tener una función en el desarrollo de casos familiares y esporádicos de Parkinson. Es muy complicado minimizar la progresión de la enfermedad, debido a que los síntomas se presentan después de que las células cerebrales ya fueron afectadas.

Los investigadores han estado buscando maneras para poder detectar la enfermedad más rápido, y los resultados de este estudio podrían ayudar a la prevención y tratamiento. La alfa-sinucleína es una proteína presináptica relacionada de forma genética y neuropatológica con la enfermedad de Parkinson. 10

Aunque podrían favorecer los síntomas, estas células son tóxicas para la homeostasis celular, y provocan la muerte neuronal, lo que afecta la función sináptica. La alfa-sinucleína secretada, también podría tener efectos negativos en las células vecinas, lo que genera agregación y favorece su progreso. Los científicos quieren encontrar las vías que están involucradas en la transferencia de proteínas del cerebro al intestino, que es donde se encuentran en las personas con Parkinson.

La importancia de la autofagia en la enfermedad de Parkinson

Una de las características11de la enfermedad, incluye la supresión del sistema de autofagia autosómico-lisosómico, que es una degradación sistemática de los componentes funcionales de su cuerpo debido a la destrucción celular, y que se caracteriza por la pérdida de neuronas transmisoras de dopamina en el cerebro medio. Al inducir la autofagia, podría comenzar a reparar el mecanismo disfuncional.

Los investigadores señalan que la autofagia podría ayudar a tratar las enfermedades neurodegenerativas. El término autofagia quiere decir "autocomerse", y describe el proceso de eliminar las células dañadas al ser digeridas. En pocas palabras, ayuda a eliminar las células viejas y dañadas, y promueve el crecimiento de nuevas células sanas, lo cual es esencial para la renovar las células y favorecer la longevidad.

En un articulo12publicado en Nature Reviews Drug Discovery, los investigadores señalaron que esta vía tiene una función en una variedad de enfermedades, incluyendo los trastornos metabólicos, enfermedades neurodegenerativas, cáncer y enfermedades infecciosas. En 2012,13los investigadores observaron una disminución de la autofagia en el cerebro de pacientes con Parkinson, al igual que en los modelos animales.

Los científicos también encontraron que la autofagia podría ayudar a mantener la salud neurológica. La deficiencia de la autofagia, que permite que la alfa-sinucleína se acumule, y la degeneración de las neuronas dopaminérgicas, son dos características principales14 de la enfermedad de Parkinson.

Varios estudios analizaron la importancia de medir los biomarcadores de autofagia para la detección temprana de la enfermedad. Un artículo de 201915 en Current Medicinal Chemistry, sugiere que las deficiencias en las vías de autofagia, microautofagia, macroautofagia y autofagia mediada por chaperonas, podrían generar la acumulación de agregados de proteínas.

Estas son características comunes en varias enfermedades neurodegenerativas, incluyendo la enfermedad de Huntington, Parkinson y Alzheimer. Los científicos llegaron a la conclusión de que es necesario investigar más a fondo las deficiencias de autofagia en la enfermedad de Parkinson y también tomar en cuenta la naturaleza multifactorial del desarrollo de la enfermedad.

El intestino podría tener una relación con la enfermedad de Alzheimer

De acuerdo con la Asociación de Alzheimer, esta enfermedad es una de las principales causas de muerte en los Estados Unidos,16 1 de cada 3 adultos mayores muere con Alzheimer o algún otro tipo de demencia y, según los CDC,17 es la séptima causa principal de muerte.

A pesar de que no existe una cura, los investigadores encontraron una relación entre el microbioma intestinal y la salud del cerebro, lo que sugiere que las bacterias en los intestinos podrían influir en la función cerebral e incluso favorecer la neurodegeneración. 18

En un estudio19con 89 personas de entre 65 y 85 años, los investigadores utilizaron imágenes PET para medir los depósitos de amiloide en el cerebro, así como los lipopolisacáridos y los ácidos grasos de cadena corta. Los lipopolisacáridos (LPS) son bacterias muertas, en específico, las paredes celulares de las bacterias muertas.

Debido a que el sistema inmunológico percibe los LPSs como bacterias vivas, genera una defensa inmunológica y aumenta el perfil inflamatorio. Se encontraron LPSs en placas amiloides en el cerebro de pacientes con Alzheimer. El estudio demostró que los niveles elevados de LPSs y los ácidos grasos de cadena corta acetato y valerato, también podrían tener una relación con los depósitos de amiloide en el cerebro.

El butirato, otro ácido graso de cadena corta, podría ayudar a proteger, ya que los niveles altos se relacionaron con menos amiloide. Este estudio, al igual que en el estudio que se mencionó, donde se demostró que algunas cepas específicas de bacterias intestinales están relacionadas con el desarrollo de la enfermedad de Parkinson, demostró que los productos bacterianos en la microbiota intestinal podrían alterar la cantidad de placas amiloides en el cerebro.

Moira Marizzoni, autora del estudio del Centro Fatebenefratelli en Brescia, Italia explico lo siguiente: "nuestros resultados son contundentes, algunos productos bacterianos de la microbiota intestinal tienen una correlación con la cantidad de placas amiloides en el cerebro". 20

Otro estudio21 publicado en marzo de 2023, encontró 10 tipos de bacterias que se relacionaron con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores esperan que estos resultados, al igual que con las bacterias dañinas que podrían aumentar el riesgo de enfermedad de Parkinson, promuevan nuevos tratamientos que ayuden a reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad, e incluso, retrasar su progresión.

Mejore su microbioma intestinal

En el estudio de Parkinson, los investigadores demostraron que las cepas Desulfovibrio dañinas, podrían tener una relación con el desarrollo de dicha enfermedad y, en el estudio de Alzheimer, el equipo encontró que los pacientes tenían una menor diversidad microbiana, así como un excedente de 10 bacterias y deficiencia de otros microbios.

Debido a que los investigadores siguen encontrando relaciones entre la microbiota intestinal y la salud neurológica, lo ideal esmejorar sus bacterias intestinales, para ayudar a protegerlo de estas y otras enfermedades. Al volver a repoblar su intestino con bacterias beneficiosas, ayuda a mantener en orden las poblaciones de microbios y hongos patógenos para evitar que tomen el control.

Consumir alimentos fermentados y encurtidos de forma tradicional, es una de las maneras más fáciles para mejorar su salud intestinal. Esta es sin duda, la mejor forma y menos costosa, de mejorar su microbioma intestinal. Las opciones más saludables son los productos lácteos orgánicos de vacas alimentadas con pastura, como kéfir y el yogur, así como el natto y todo tipo de vegetales fermentados.

A pesar de que yo no recomiendo tomar muchos suplementos, ya que considero que la mayoría de los nutrientes deben provenir de los alimentos, si no consume alimentos fermentados con regularidad, los probióticos son su mejor opción.  Si está tomando antibióticos, los probióticos a base de esporas, o esporebióticos, podrían ser una buena opción, además de ser un excelente complemento para los probióticos regulares.

Los antibióticos matan tanto a las bacterias intestinales buenas como a las malas. 22 Por esta razón, dos de los principales efectos secundarios de los antibióticos, son las infecciones secundarias y la mala función inmunológica. 23La exposición constante, a dosis bajas de antibióticos a través de los alimentos, también podría afectar su microbioma intestinal, lo que podría provocar una enfermedad crónica y un mayor riesgo de resistencia a los medicamentos.

Además de poblar su intestino con bacterias benéficas y proporcionales fibra prebiótica, también es esencial evitar cosas que alteren o maten su microbioma. Las cuales incluyen:

  • Antibióticos, a menos que sea necesario
  • Granos transgénicos o tratados con glifosato, así como carnes y productos de origen animal criados de forma convencional, ya que por lo general reciben dosis bajas de antibióticos
  • Alimentos procesados (ya que el exceso de azúcar favorece las bacterias patogénicas)
  • Agua con cloro y fluoruro
  • Jabones y productos antibacteriales que contienen triclosán