📝HISTORIA EN BREVE
- El acetaminofén es la causa principal de insuficiencia hepática aguda en los países desarrollados, y las investigaciones demuestran que incluso en dosis normales daña el hígado de adultos sanos
- El medicamento Tylenol PM combina acetaminofén con difenhidramina, lo que no solo representa una amenaza para el hígado, sino también para la memoria
- El uso crónico de acetaminofén en personas de edad avanzada se relaciona con efectos secundarios como sangrado gastrointestinal, úlceras, hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica
- Este medicamento agota los niveles de glutatión, que se conoce como el antioxidante maestro, además altera los sistemas que protegen su estómago, corazón y riñones
- Las estrategias más seguras para aliviar el dolor incluyen opciones naturales como la curcumina, el magnesio y otros factores de estilo de vida, además de incrementar los niveles de glutatión a través de los alimentos y, en emergencias, tomar N-acetilcisteína (NAC)
🩺Por el Dr. Mercola
El acetaminofén es uno de los analgésicos más populares en todo el mundo; se encuentra en el botiquín de casi todos los hogares y suele tomarse para todo, desde dolores de cabeza hasta artritis. Y dado que no requiere prescripción, las personas asumen que es seguro. Sin embargo, detrás de esa popularidad se esconde una terrible realidad, este medicamento es la causa principal de insuficiencia hepática aguda en los países desarrollados y está detrás de miles admisiones a las salas de emergencia cada año.1
Lo que hace que la situación sea más alarmante es que nadie considera estos riesgos. Muchas personas no saben que el acetaminofén no solo se encuentra en el Tylenol, sino también en docenas de productos farmacéuticos para el resfriado, la gripe y el sueño. Esto hace que sea fácil exceder la dosis recomendada sin darse cuenta. En el caso de las personas de edad avanzada, que suelen tomarlo para el dolor crónico, los riesgos son aún mayores, ya que no solo daña el hígado sino también el corazón, los riñones y el sistema digestivo.
Aquí el verdadero problema es que un producto que se promociona como seguro para el alivio diario cause daños tan profundos. Desde estrés hepático y pérdida de memoria hasta úlceras sangrantes e hipertensión, la evidencia demuestra que el acetaminofén es todo, menos seguro. Comprender estos peligros es el primer paso para protegerse y buscar alternativas más seguras que aborden el dolor sin dañar su salud a largo plazo.
Los efectos ocultos del acetaminofén en el hígado
Un informe de la revista LiverTox de la Biblioteca Nacional de Medicina explica que este medicamento de venta libre, que durante mucho tiempo se promocionó como seguro cuando se toma como se indica, en realidad es "una causa bien establecida de daño hepático", y las dosis elevadas o crónicas se relacionan con casos graves.2
• Los adultos sanos que tomaban 4 gramos de acetaminofén al día incrementaron sus niveles de enzimas hepáticas en solo una semana: estas enzimas son marcadores de daño en el hígado. Otros casos involucraban a personas que experimentaban desnutrición, bebían alcohol o que vivían con una enfermedad hepática crónica, lo que reduce la capacidad del cuerpo para defenderse de las toxinas. Los niños también sufrieron efectos secundarios cuando los cuidadores calcularon mal las dosis o utilizaron pastillas para adultos, lo que demuestra que ningún grupo se salva del daño de este medicamento.
• Más de tres cuartas partes de los participantes experimentaron síntomas de daño hepático: en un ensayo clínico que citó la revista LiverTox, el 76 % de los participantes que tomaron dosis terapéuticas altas de acetaminofén incrementaron sus niveles de enzimas hepáticas.
Dentro de este grupo, el 39 % presentó niveles de más del triple del límite normal, mientras que el 25 % tuvo niveles cinco veces por encima del límite superior. Estos resultados son sorprendentes porque los participantes eran adultos sanos y no personas con enfermedades preexistentes. Las cifras son claras: incluso las dosis “seguras” pueden dañar el hígado en cuestión de días.
• La toxicidad del acetaminofén se produce en un plazo predecible: entre 24 y 72 horas después de tomar dosis elevadas se disparan los niveles de enzimas, y en ocasiones, superan las 2000 unidades por litro, cuando el valor normal es de menos de 40. A las 48 y 96 horas, los pacientes experimentan ictericia, confusión e incluso signos de insuficiencia hepática aguda.
Este problema no se limita a las sobredosis intencionales, también ocurre con los llamados accidentes terapéuticos, que es cuando las personas, sin saberlo, toman varios productos que contienen acetaminofén.
• El peligro proviene de un producto de descomposición tóxico: por lo general, su hígado lo elimina rápido con ayuda del glutatión, que es el antioxidante maestro de su cuerpo. Sin embargo, cuando no tienen suficiente glutatión (ya sea por una mala alimentación, consumo de alcohol, enfermedad o demasiado acetaminofén), el compuesto tóxico se acumula.
Cuando eso sucede, el producto de degradación se une a proteínas importantes dentro de las células del hígado, lo que causa muerte celular a través de las vías de la apoptosis. Esto explica por qué la lesión por acetaminofén es tan grave y repentina.
Los peligros del Tylenol PM
Un informe del diario Daily Mail presentó las opiniones del Dr. Ethan Melillo, un especialista en el uso de medicamentos de Rhode Island, quien se refirió al Tylenol PM como uno de los medicamentos que “más odia” debido a los riesgos a largo plazo que se relacionan con sus ingredientes.3
Dijo que este analgésico nocturno de venta libre, que produce ganancias de casi mil millones de dólares al año, se utiliza de forma incorrecta y se relaciona con efectos secundarios como daño hepático, demencia y otras complicaciones. A diferencia de los medicamentos de prescripción que tienen mayor control, este producto se comercializa como seguro para los dolores cotidianos, por lo que es más probable que se tome sin precaución.
• El mal uso se produce porque las personas consideran que el Tylenol PM es inofensivo: sin embargo, combina acetaminofén con difenhidramina, que son dos ingredientes que pueden causar daños importantes. El acetaminofén daña el hígado, mientras que la difenhidramina, que es el mismo ingrediente que se encuentra en el medicamento Benadryl, bloquea la acetilcolina, que es una sustancia química del cerebro que participa en la memoria. En sus palabras, el uso regular de este medicamento "podría causar pérdida de memoria" y contribuir al deterior cognitivo a largo plazo.
• Más información sobre los riesgos para el hígado: si toma más de 4000 mg de acetaminofén al día, lo que equivale a ocho pastillas de Tylenol PM, su hígado se sobrecarga. Cuando eso sucede, un subproducto tóxico se acumula y se une a las proteínas de las células del hígado, lo que causa un daño directo e incrementa el riesgo de insuficiencia orgánica. El Dr. Ethan Melillo también dijo que muchas personas no saben que muchos productos contienen acetaminofén, por lo que tomar varios medicamentos a la vez incrementa el riesgo.
• Los daños en el cerebro: la difenhidramina se relaciona con sus propios efectos negativos. Debido a que bloquea las señales en el cerebro que se requieren para la memoria, la concentración y el aprendizaje, interfiere con la acetilcolina, que es la sustancia química que utiliza el cerebro para realizar esas funciones.
Cuando se bloquea esta vía, se produce una sensación de somnolencia a corto plazo, por lo que muchas personas lo toman para dormir. No obstante, su uso regular tiene consecuencias más graves, incluyendo el deterioro de la memoria y un mayor riesgo de demencia. Un estudio que se citó en el informe descubrió que tomar anticolinérgicos todos los días, durante el equivalente a tres años, se relacionó con un riesgo 54 % mayor de demencia.4
• Cambios de comportamiento y percepción de riesgos: otro hallazgo sorprendente sobre el acetaminofén es su efecto en la toma de decisiones. En un estudio, los participantes que tomaron 1000 mg consideraron las actividades riesgosas como saltar del bungee y aventarse en paracaídas como menos peligrosas que las personas que tomaron un placebo.
Los investigadores de la Universidad Estatal de Ohio concluyeron que el acetaminofén reduce tanto las respuestas emocionales como la conciencia del riesgo, ya que crea un cambio sutil pero importante en la forma en que las personas consideran algo como peligroso. 5 Esto significa que este analgésico nocturno no solo daña su hígado y su cerebro, sino que también cambia la forma en que percibe los riesgos cotidianos.
Las personas de edad avanzada son las más vulnerables
Una investigación que se publicó en la revista Arthritis Care & Research analizó los efectos a largo plazo del uso de acetaminofén en personas de edad avanzada.6 Los investigadores se enfocaron en personas de 65 años en adelante y analizaron sus resultados de salud cuando el medicamento se utilizó de forma regular durante un periodo prolongado de tiempo. A diferencia de los ensayos de seguridad a corto plazo, este estudio analizó el uso crónico, que refleja cuántos adultos mayores toman acetaminofén para controlar la artritis, el dolor de espalda y otros problemas de salud que se relacionan con la edad.
• El uso crónico de acetaminofén se relacionó con una serie de complicaciones graves: incluyendo el sangrado gastrointestinal y las úlceras, mayor riesgo de insuficiencia cardíaca e hipertensión, y una mayor incidencia de enfermedad renal crónica. Para los pacientes, esto significa que el mismo medicamento que se recomienda como una alternativa “más segura” a los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) produjo una carga casi idéntica de riesgos sistémicos.
• El estudio descubrió daño gastrointestinal grave: los participantes que tomaron acetaminofén a largo plazo experimentaron tasas mucho mayores de sangrado estomacal e intestinal, úlceras e incluso perforaciones, que son desgarres en el revestimiento del estómago. Antes se creía que estas complicaciones solo se relacionaban con los AINE, como el ibuprofeno, pero este estudio demuestra que el uso crónico de acetaminofén en personas de edad avanzada produce peligros similares.
• Los daños en el corazón: las personas que tomaban este medicamento de forma regular, tuvieron un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca e hipertensión. La insuficiencia cardíaca es cuando el corazón no puede bombear sangre de forma correcta, mientras que la hipertensión ejerce una presión constante sobre los vasos sanguíneos.
• La enfermedad renal crónica también surgió como un riesgo grave del uso crónico de este medicamento: los riñones se encargan de filtrar los productos de desecho de la sangre, y el estudio demuestra que el uso crónico de acetaminofén acelera su deterioro. En las personas de edad avanzada que ya tenían un deterioro renal, tomar este medicamento empeoró el problema e incrementó su riesgo de progresar a una enfermedad renal avanzada.
• El mecanismo de daño detrás del acetaminofén: los investigadores descubrieron que el acetaminofén altera los sistemas de protección del cuerpo. Reduce la cantidad de sustancias químicas naturales que mantienen el flujo de sangre hacia los riñones, ayudan a controlar la presión arterial y protegen el revestimiento del estómago. Cuando no tiene niveles suficientes de prostaglandinas, el estómago, el corazón y los riñones pierden esa protección. Con el tiempo, esto hace que estos órganos sean más propensos a sufrir daños, lo que coincide con los problemas que se observan en el estudio.
Aprenda a controlar el dolor de forma segura sin depender de medicamentos peligrosos
No recomiendo que tome acetaminofén para dolores y molestias menores. Mejor, pruebe una de las muchas opciones naturales que pueden ayudar a aliviar el dolor sin dañar el hígado, el corazón, los riñones o el cerebro. Los riesgos que se relacionan con este medicamento son demasiado grandes como para ignorarlos, sobre todo cuando existen soluciones más seguras e incluso efectivas. Aquí cinco estrategias prácticas para protegerse y encontrar mejores alternativas.
1. Evite el acetaminofén siempre que sea posible: lo mejor es que evite el acetaminofén a menos que sea su única opción. Si tiene un dolor de cabeza leve, dolor muscular por ejercicio o rigidez en las articulaciones, evite los medicamentos como el Tylenol o Tylenol PM.
La ciencia demuestra que, aunque las dosis sean bajas, también dañan el hígado. Cambiar su mentalidad y ver el acetaminofén como un último recurso, en lugar de una primera opción, es una de las mejores cosas que puede hacer por su salud.
2. Busque alternativas naturales para aliviar el dolor: existen muchas opciones seguras que ayudan con el dolor y la inflamación sin dañar sus órganos. Considere la cúrcuma o curcumina para el dolor en las articulaciones, el magnesio para la relajación y los calambres musculares, o remedios herbales para el dolor crónico.
Si tiene problemas para dormir, las infusiones de hierbas calmantes como la manzanilla y optimizar la higiene del sueño mejorarán su descanso sin los riesgos en el cerebro que se relacionan con la difenhidramina. Estas opciones no sólo alivian los síntomas, sino que también refuerzan la salud.
3. Fortalezca sus defensas naturales a través de su alimentación: dado que el acetaminofén agota sus niveles de glutatión, lo que daña su hígado, para protegerse mantenga niveles óptimos de este antioxidante. Coma alimentos con alto contenido de azufre como ajo, cebolla y brócoli, que estimulan la producción de glutatión.
Si sufre dolores con frecuencia, enfocarse en la nutrición fortalecerá su hígado, mientras combate las causas subyacentes del dolor, como la inflamación crónica o el estrés oxidativo. La N-acetilcisteína (NAC) también estimula la producción de glutatión.
4. Aprenda a utilizar la NAC para emergencias: la NAC es el antídoto de emergencia que utilizan en los hospitales para tratar la sobredosis de acetaminofén porque repone muy rápido los niveles de glutatión. Si por accidente, toma demasiado acetaminofén, la NAC puede salvarle la vida. Sin embargo, la NAC no puede tomarse a la ligera, y por esa razón, es importante que entienda cómo funciona. La NAC incrementa los niveles de glutatión, lo que ayuda a neutralizar los subproductos tóxicos del acetaminofén y evita una insuficiencia hepática catastrófica.
5. Implemente estrategias de estilo de vida que reduzcan su necesidad de analgésicos: hábitos como caminar todos los días, tener rutinas de estiramiento, controlar el estrés y dormir bien, reducen su dependencia a las pastillas. Si es una persona de edad avanzada con artritis o dolor crónico, las prácticas de movimientos suaves como el yoga o el Tai chi pueden ser muy beneficiosas.
Estas estrategias diarias reducen la inflamación, mejoran la circulación y le ayudan a sentirse más cómodo sin tener que recurrir al acetaminofén. Desarrollar estos hábitos le ayuda a tomar control de su dolor en lugar de depender de un medicamento que causa más daños que beneficios.
Preguntas frecuentes sobre los peligros del acetaminofén
P: ¿Por qué se considera peligroso el acetaminofén si no requiere prescripción médica?
R: El acetaminofén es uno de los medicamentos más populares, pero también es la causa principal de insuficiencia hepática aguda en los países desarrollados. Incluso las dosis estándar elevan los niveles de enzimas hepáticas en adultos sanos, que es un signo de daño hepático, mientras que el uso crónico incrementa el riesgo de problemas cardíacos, renales y digestivos.
P: ¿Por qué el Tylenol PM es tan peligroso?
R: El Tylenol PM combina acetaminofén con difenhidramina, que es un medicamento que interfiere con las sustancias químicas del cerebro que se requieren para la memoria, la concentración y el aprendizaje. Estos dos ingredientes dañan tanto el hígado como el cerebro, y su uso crónico se relaciona con un mayor riesgo de demencia.
P: ¿Es verdad que las personas de edad avanzada son las más vulnerables al daño de este medicamento?
R: Sí, las investigaciones demuestran que las personas de edad avanzada que toman acetaminofén a largo plazo tienen mayor riesgo de sangrado gastrointestinal, úlceras, hipertensión, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica. Para este grupo, el acetaminofén es igual de peligroso que los AINE.
P: ¿Cómo daña el acetaminofén mi cuerpo?
R: Este medicamento crea un subproducto tóxico que, cuando no tiene suficiente glutatión, daña su hígado. También altera los sistemas de protección que protegen el estómago, el corazón y los riñones, y eso los hace más vulnerables al daño.
P: ¿Qué alternativas más seguras existen para aliviar el dolor?
R: En lugar de acetaminofén para dolores leves, pruebe remedios naturales como la curcumina, las hierbas o el magnesio, junto con prácticas de estilo de vida, como caminar, estirarse o practicar yoga. Para dormir, utilice tés calmantes o mantenga una buena higiene del sueño. Estimular la producción de glutatión a través de la alimentación (y recuerde que la NAC se utiliza como remedio de emergencia en caso de sobredosis) también es muy beneficioso.
