📝HISTORIA EN BREVE
- Cada año, 4.95 millones de muertes en todo el mundo se relacionan con la resistencia a los antimicrobianos, lo que convierte a las infecciones resistentes a los medicamentos en una de las mayores amenazas para la salud
- Las investigaciones demuestran que tomar analgésicos comunes como ibuprofeno o paracetamol mientras se toman antibióticos acelera las mutaciones bacterianas que hacen que las infecciones sean más difíciles de tratar
- La resistencia a la E. coli aumentó hasta 64 veces cuando se expuso tanto a antibióticos como a analgésicos de venta libre, y esta resistencia se propagó a diferentes tipos de antibióticos
- Los adultos mayores que viven en residencias de cuidado prolongado enfrentan el mayor riesgo, pues con frecuencia toman muchos medicamentos a diario, lo cual crea el escenario perfecto para que prosperen las bacterias resistentes
- Optar por alternativas naturales para aliviar el dolor y limitar el uso innecesario de antibióticos son pasos sencillos para protegerse y evitar alimentar la proliferación de superbacterias peligrosas
🩺Por el Dr. Mercola
Cada año, 4.95 millones de muertes en todo el mundo se relacionan con la resistencia a los antimicrobianos. 1 Esa cifra no solo resulta impactante: convierte a las infecciones resistentes a los medicamentos en una de las principales amenazas para la supervivencia humana hoy en día. El uso excesivo de antibióticos es el culpable evidente, pero una investigación de la Universidad de Australia del Sur revela un nuevo peligro, hasta ahora ignorado, que se oculta a plena vista: los analgésicos comunes de venta libre, como el ibuprofeno y el paracetamol, potencian la capacidad de las bacterias para resistir los antibióticos.
En lugar de ser erradicadas, las bacterias se adaptan y se fortalecen, lo que contribuye al riesgo de que infecciones comunes persistan por más tiempo, se repitan con mayor frecuencia o requieran tratamientos más agresivos. El peligro es mayor en personas que consumen muchos medicamentos de manera simultánea, como los adultos mayores en residencias de cuidado prolongado o aquellos que enfrentan enfermedades crónicas. Cada medicamento adicional crea una nueva oportunidad para que las bacterias evolucionen hacia cepas que resistan incluso a los antibióticos más potentes.
Esta creciente crisis resalta la importancia de considerar factores más allá del uso excesivo de antibióticos. Comprender los riesgos ocultos de combinar medicamentos comunes es esencial para proteger su salud y tomar decisiones más informadas la próxima vez que deba tomar una pastilla.
Los analgésicos de venta libre favorecen la resistencia a los antibióticos
Un artículo publicado en npj Antimicrobials and Resistance analizó cómo nueve medicamentos que no son antibióticos, incluyendo paracetamol, ibuprofeno, diclofenaco, tramadol, metformina, entre otros, afectan a las bacterias cuando se administran junto con antibióticos.2 Estos medicamentos son muy comunes, incluso en asilos y hospitales donde las personas a menudo padecen muchas enfermedades crónicas. Los investigadores quisieron descubrir si algunos medicamentos de uso común podían facilitar que las bacterias se volvieran resistentes a los antibióticos. Los resultados no fueron alentadores.
• Los analgésicos ayudaron a las bacterias a adaptarse más rápido: el estudio se centró en la bacteria E. coli, que por lo general causa infecciones del tracto urinario. Cuando la E. coli estuvo en contacto con ciprofloxacino, un antibiótico de uso frecuente, junto con medicamentos como paracetamol o ibuprofeno, las bacterias no solo lograron sobrevivir, sino que también se adaptaron y se multiplicaron. Esto significa que si toma un analgésico mientras recibe tratamiento con antibióticos, la infección podría ser más difícil de controlar, lo que aumentaría el riesgo de que la enfermedad dure más tiempo o reaparezca.
• Los niveles de resistencia aumentaron de forma significativa: los datos mostraron un aumento de hasta 32 veces en la resistencia en algunas cepas y, en ciertas combinaciones, la resistencia llegó a ser 64 veces mayor. Estas cifras reflejan un avance enorme en la rapidez con que las bacterias aprenden a evadir los efectos de los medicamentos. Esto se traduce en infecciones que pueden persistir a pesar del tratamiento, lo que obliga a recurrir a antibióticos más fuertes o durante más tiempo, con un impacto negativo en el cuerpo y en la salud intestinal.
• Algunas combinaciones de medicamentos provocaron el efecto más fuerte: el ibuprofeno y el paracetamol, dos de los analgésicos de venta libre más comunes, se identificaron como peligrosos cuando se toman junto con ciprofloxacino.
De hecho, las bacterias expuestas a estas combinaciones no solo desarrollaron resistencia a un medicamento, sino que también se hicieron resistentes a otros antibióticos, como levofloxacino y ceftazidima. Eso se conoce como “resistencia cruzada” y significa que un error al combinar medicamentos hoy podría reducir sus opciones de tratamiento en el futuro.
• Los adultos mayores enfrentan el mayor riesgo: la investigación señaló que las personas en centros de atención residencial para personas mayores son más vulnerables. Muchas personas toman varios medicamentos al día, una situación llamada polifarmacia. Si añadimos antibióticos para las infecciones comunes, tenemos el entorno perfecto para que prosperen las bacterias resistentes. Si cuida a un familiar mayor, esto destaca la importancia de prestar especial atención a las combinaciones de medicamentos.
Combinar antibióticos con analgésicos de venta libre ayudó a las bacterias a sobrevivir
Cuando las bacterias estuvieron expuestas tanto a antibióticos como a analgésicos, activaron mecanismos de supervivencia que funcionaron como pequeños sistemas de expulsión de medicamentos dentro de sus paredes celulares. En términos simples, los microbios expulsaron a los antibióticos antes de que los medicamentos tuvieran la oportunidad de hacer daño. Una vez que estos sistemas se activaron, las bacterias no sólo sobrevivieron, sino que se hicieron más resistentes y se multiplicaron incluso en presencia de medicamentos fuertes.
• Las mutaciones crearon resistencia: los investigadores también encontraron mutaciones en genes bacterianos clave que consolidaron la resistencia. Podría compararse con que las bacterias reescriben su manual de instrucciones, asegurándose de que las generaciones futuras hereden este mecanismo de supervivencia. Una vez que eso sucede, los antibióticos pierden su eficacia y sus opciones de tratamiento disminuyen.
• Varios antibióticos perdieron eficacia: una vez que la resistencia se estableció, se extendió a diferentes clases de medicamentos. La resistencia no se limitó sólo a la ciprofloxacina sino que también incluyó medicamentos como la amoxicilina. Esto es importante, ya que significa que una infección resistente hoy podría influir en sus opciones de tener infecciones diferentes en el futuro.
• Mensaje clave para su salud: esta investigación deja claro que tomar analgésicos de venta libre al mismo tiempo que antibióticos no es inofensivo. En realidad, este hábito impulsa la evolución de las bacterias, lo que genera cepas resistentes que representan una amenaza no solo para usted, sino también para su familia, su comunidad e incluso para los hospitales. Esto significa que cada decisión sobre los medicamentos cuenta, y evitar combinaciones riesgosas le permite proteger su salud.
Cómo protegerse de combinaciones peligrosas de medicamentos
Si alguna vez tomó un analgésico mientras estaba bajo tratamiento con antibióticos, tal vez no pensó que fuera tan malo. Pero la verdad es que esas decisiones, aunque sean mínimas, se acumulan. Combinar ciertos medicamentos no solo reduce la eficacia de su tratamiento, sino que también favorece la proliferación de bacterias resistentes que permanecen, se propagan y dificultan el tratamiento de futuras infecciones. La buena noticia es que no está desprotegido. Al seguir algunos pasos sencillos, retoma el control y reduce el riesgo de promover la resistencia a los medicamentos.
1. Use antibióticos solo cuando sea necesario: si tiene la tentación de tomar antibióticos para cada tos, resfriado o dolor de garganta, deténgase un momento y piense. Muchas de estas enfermedades son causadas por virus y los antibióticos sólo funcionan contra las bacterias. Usarlos cuando no los necesita no lo ayuda a sanar más rápido, solo entrena a las bacterias para luchar con más fuerza la próxima vez. Pregúntese: “¿en realidad necesito este ciclo de antibióticos, o mi cuerpo puede recuperarse por sí mismo?”
2. Evite carnes que contengan residuos de antibióticos: si consume carne convencional de supermercados o cadenas de comida rápida, también consume pequeñas dosis de antibióticos que se administran a los animales de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO). Esta exposición de bajo nivel fomenta la resistencia en las bacterias intestinales. Optar por carnes de animales alimentados con pastura o de origen orgánico protege su microbioma de esa exposición constante a residuos de medicamentos y disminuye su carga de antibióticos.
3. Limite el uso de analgésicos de venta libre y considere primero opciones naturales: si le recetaron un antibiótico, evite combinarlo con ibuprofeno, paracetamol u otros analgésicos similares, salvo que sea necesario. Estos medicamentos no solo aceleran la resistencia a los antibióticos, sino que también presentan riesgos propios: el paracetamol afecta el hígado, mientras que el ibuprofeno puede irritar el estómago y los riñones.
Para aliviar el dolor, primero pruebe enfoques más seguros y naturales como masajes, acupuntura, ejercicio suave, cúrcuma o curcumina para el dolor en las articulaciones, magnesio para los calambres musculares o remedios herbales para el malestar crónico. Estas estrategias alivian el dolor sin reducir la eficacia de sus antibióticos ni sobrecargar su organismo.
4. Recurra a remedios antibacterianos naturales cuando sea apropiado: si busca alternativas que no fomenten la resistencia, algunos remedios naturales pueden ayudar. Por ejemplo, la miel medicinal se ha utilizado durante siglos para matar bacterias dañinas, y el aceite de orégano también tiene fuertes propiedades antibacterianas. Si enfrenta una infección leve o desea apoyar a su cuerpo entre tratamientos, estos remedios le ofrecen opciones seguras que no enseñan a las bacterias a evadir los antibióticos.
5. Reconsidere sus hábitos de medicación a largo plazo: si toma varios medicamentos recetados o de venta libre a diario, deténgase un momento y observe la situación. Cuantos más medicamentos consuma, mayores serán las probabilidades de que se produzcan interacciones inesperadas, se debilite la salud intestinal y aparezcan bacterias resistentes. Simplificar su rutina y apoyarse en prácticas de estilo de vida, como mejorar el sueño, controlar el estrés, mover el cuerpo, evitar las toxinas y comer alimentos reales, reduce su dependencia de las pastillas.
Este cambio ayuda a que su cuerpo sane de forma natural, reduce el riesgo de resistencia y mantiene abiertas sus opciones de tratamiento si alguna vez enfrenta una infección grave. Al tomar estas decisiones, no solo se protege a sí mismo, sino que también protege a sus seres queridos y a su comunidad de la propagación de infecciones resistentes. Cada paso inteligente contribuye a un futuro más seguro y saludable.
Preguntas frecuentes sobre los riesgos de los analgésicos de venta libre que se toman con antibióticos
P: ¿Por qué es riesgoso tomar analgésicos de venta libre mientras se toman antibióticos?
R: Mezclar analgésicos comunes como ibuprofeno o paracetamol con antibióticos como ciprofloxacino fomenta la resistencia bacteriana. Las investigaciones demuestran que las bacterias se adaptan más rápido, sobreviven más tiempo e incluso transmiten resistencia a las generaciones futuras cuando se exponen a esta combinación de medicamentos.
P: ¿Qué tipos de resistencia encontró el estudio?
R: El estudio reveló que la resistencia aumenta hasta 32 veces y, en algunos casos, 64 veces cuando se combinan antibióticos y analgésicos. Esto no sólo afectó a un medicamento: se extendió a varias clases de antibióticos, entre ellos levofloxacino, minociclina y amoxicilina.
P: ¿Quiénes corren un riesgo mayor debido a estas interacciones de medicamentos?
R: Aunque cualquier persona puede verse afectada, los adultos mayores en centros de atención a largo plazo son los más vulnerables. Muchas personas toman una gran cantidad de medicamentos diario, incluyendo antibióticos, lo que crea el cultivo perfecto para que las bacterias resistentes se propaguen.
P: ¿Cómo se hacen resistentes las bacterias en esta situación?
R: El estudio descubrió que las bacterias activan sistemas internos que expulsan los antibióticos de sus células antes de que los medicamentos causen daño. También mutan genes clave, lo que crea resistencia en futuras generaciones de bacterias.
P: ¿Qué puedo hacer para no promover la resistencia?
R: Puede reducir su riesgo al:
• Utilizar antibióticos sólo cuando sea necesario.
• Evitar carnes de CAFO que contengan residuos de antibióticos.
• Limitar los analgésicos de venta libre y utilizar primero enfoques naturales (masajes, cúrcuma, magnesio, acupuntura).
• Considerar remedios antibacterianos naturales como la miel medicinal y el aceite de orégano.
• Evaluar los hábitos diarios de medicación y centrarse en estrategias de estilo de vida para fortalecer su salud.
