📝HISTORIA EN BREVE

  • La curcumina ataca las células madre del cáncer de colon, desactiva sus señales de crecimiento y las reprograma para que funcionen con normalidad
  • En modelos animales y humanos, la curcumina redujo en más del 80 % el número de células madre cancerosas agresivas con dosis alcanzables mediante suplementos
  • Los curcuminoides alteran las vías de las que dependen las células cancerosas para sobrevivir, cortan el suministro de sangre a los tumores y protegen el tejido sano
  • Cuando se absorbe de forma adecuada, la curcumina se une a una proteína que controla los genes que promueven los tumores y apaga su capacidad de alimentar el cáncer de adentro hacia afuera
  • El uso preventivo de la curcumina, junto con la reparación intestinal, comidas ricas en nutrientes y buenos hábitos como evitar los aceites vegetales, exponerse a la luz solar por la mañana y dormir bien, es una forma poderosa de prevenir el cáncer colorrectal

🩺Por el Dr. Mercola

Si es como la mayoría de las personas, tal vez piense que la cúrcuma es solo una especia con buen sabor. Pero detrás de su color dorado se encuentra la curcumina, que es un poderoso compuesto que está atrayendo la atención de los investigadores del cáncer. Lo que está claro es que la curcumina no solo ayuda a controlar los síntomas. Parece funcionar a un nivel mucho más profundo, ya que modifica el comportamiento de las células antes de que la enfermedad se desarrolle por completo.

El cáncer colorrectal sigue siendo una de las formas de cáncer más agresivas y comunes en todo el mundo. El verdadero peligro reside en que comienza en poco tiempo y progresa en silencio. Si bien muchos tratamientos atacan los tumores después de que aparecen, la verdadera oportunidad reside en interrumpir el proceso del cáncer antes de que comience, cuando ciertas células anormales están sentando las bases para la formación, la resistencia y la recaída del tumor, aunque no sea muy evidente.

La evidencia emergente demuestra que la curcumina hace más que reducir la inflamación o actuar como antioxidante. Llega a la raíz del problema, influye en la actividad genética y en las vías de señalización que determinan si una célula se vuelve peligrosa o permanece inofensiva.

Los investigadores están descifrando cómo funciona y los resultados son prometedores. Uno de los hallazgos más sorprendentes tiene que ver con cómo la curcumina interactúa con las células que contribuyen a que el cáncer se desarrolle. Es fundamental comprender esta conexión si desea interrumpir la enfermedad antes de que aparezca en una exploración.

La curcumina ayuda a detener el cáncer de colon en su etapa más temprana

Un estudio publicado en Cancer Letters analizó cómo la curcumina afecta a un tipo específico de célula peligrosa que se encuentra en el cáncer de colon.1 Estas células raras actúan como el motor detrás del crecimiento del cáncer, pues hacen que los tumores sean más difíciles de tratar y más propensos a formarse de nuevo. Los investigadores probaron si la curcumina podía cambiar el comportamiento de estas células, sobre todo su capacidad de multiplicarse y resistir el tratamiento.

• La curcumina eliminó la mayoría de las células madre cancerosas: en modelos humanos y en ratones, la curcumina redujo en más del 80 % la cantidad de estas células agresivas. Estas células estaban marcadas por proteínas específicas (ALDH y NANOG) que las hacen muy peligrosas. Incluso cantidades pequeñas de curcumina, similares a las que se obtienen de un suplemento, fueron suficientes para eliminarlas.

• En lugar de matar todas las células, la curcumina hizo que las peligrosas volvieran a la normalidad: la curcumina no solo destruyó las células cancerosas, sino que las impulsó a comportarse más como células normales al desencadenar un proceso natural llamado diferenciación. Esto significa que las células madre perdieron su capacidad de multiplicarse sin parar y formar nuevos tumores. A diferencia de la quimioterapia, que mata tanto las células sanas como las enfermas, la curcumina no afecta a las normales.

• Los ratones tratados con curcumina tuvieron un crecimiento tumoral más lento y vivieron más tiempo: cuando se utilizó curcumina al inicio de la enfermedad, los tumores tardaron más en formarse y, en algunos casos, desaparecieron por completo. Los ratones vivieron por más tiempo y se mantuvieron más saludables. Esto demuestra que la curcumina no solo es beneficiosa después de que aparece el cáncer; sino que podría ser una herramienta poderosa para detenerlo antes de que se agrave.

• Las personas con tumores menos agresivos obtuvieron los mejores resultados: en pruebas de laboratorio con tejido de pacientes reales, aquellos con una menor cantidad de células madre cancerosas de rápido crecimiento respondieron mejor a la curcumina. Estos individuos también tuvieron mejores resultados y períodos más largos sin progresión del cáncer, lo que sugiere que la curcumina funciona mejor cuando la enfermedad se detecta en una etapa temprana o no se ha vuelto agresiva.

• La curcumina bloquea la proteína principal que impulsa el crecimiento del cáncer: los científicos descubrieron que la curcumina se une de forma directa a una proteína llamada NANOG, que actúa como un interruptor maestro que le dice a las células madre del cáncer que sigan creciendo. Al unirse a la NANOG, la curcumina desactivó sus mensajes promotores de tumores y le impidió activar otros genes relacionados con el cáncer.

Cuando la curcumina silenció a la NANOG, permitió que se reiniciaran las vías de curación normales. Esto ayudó a que las células sanas se recuperaran y dificultó que el cáncer volviera a tomar el control. En términos simples, la curcumina no solo bloqueó el cáncer: ayudó al cuerpo a repararse desde la fuente.

Los compuestos de la curcumina combaten el cáncer sin dañar las células sanas

Un estudio de 2024 que se publicó en Frontiers in Nutrition examinó cómo los curcuminoides (los compuestos activos de la cúrcuma) afectan el cáncer, la inflamación, el envejecimiento y la salud del cerebro.2 Los investigadores se enfocaron en la curcumina, la demetoxicurcumina (DMC) y la bisdemetoxicurcumina (BDMC), y analizaron cómo influyen en los procesos relacionados con las enfermedades a nivel molecular. También revisaron métodos innovadores de administración diseñados para mejorar la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar estos compuestos curativos.

• Los curcuminoides desactivan los interruptores de supervivencia de los que depende el cáncer: los tumores se desarrollan al activar ciertas señales genéticas que les permiten multiplicarse y resistir el tratamiento. Los curcuminoides interrumpen esas señales cuando bloquean los desencadenantes inflamatorios y suprimen las enzimas que alimentan la inflamación y el crecimiento de tumores. Estas acciones hacen que sea mucho más difícil que las células cancerosas sobrevivan y se propaguen.

• Los curcuminoides bloquean el suministro de sangre a los tumores y retardan la propagación del cáncer: el cáncer no puede crecer sin su propio suministro de sangre. Los curcuminoides interfieren con este proceso porque reducen los niveles de una proteína que le dice al cuerpo que construya nuevos vasos sanguíneos y bloquea las enzimas que ayudan a los tumores a invadir el tejido cercano. Al alterar estos mecanismos, los curcuminoides ayudan a privar a los tumores de oxígeno y nutrientes, al tiempo que reducen el riesgo de metástasis.

• Protegen las células sanas durante la radiación y hacen que las células cancerosas sean más vulnerables: el estudio también destacó cómo los curcuminoides ofrecen beneficios duales poco comunes en la radioterapia. En el tejido sano, reducen el daño oxidativo y mejoran las defensas antioxidantes, con lo que ayudan a protegerlo de los efectos secundarios del tratamiento. En las células cancerosas, la curcumina hace que los tumores sean más sensibles a la radiación al debilitar su capacidad de reparar el daño del ADN.

• Los curcuminoides reducen la inflamación y el estrés oxidativo en el cerebro: si bien la revisión se centró en el cáncer, la curcumina también ofrece grandes beneficios para el cerebro. Los curcuminoides reducen el estrés oxidativo y la inflamación en el cerebro, los cuales son dos de los principales impulsores del deterioro cognitivo. Reducen compuestos nocivos como las especies reactivas de oxígeno y calman las señales inflamatorias que dañan las neuronas.

• Ayudan a prevenir y controlar enfermedades crónicas relacionadas con la edad: los curcuminoides no solo se centran en una vía, sino que influyen en docenas de sistemas al mismo tiempo. Esto los hace aún más poderosos para prevenir y tratar enfermedades como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer y los trastornos metabólicos. Sus efectos de amplio alcance incluyen mejorar la función mitocondrial, calmar las respuestas inmunes hiperactivas y reducir la inflamación crónica vinculada al envejecimiento, que también se conoce como "inflammaging".

Cómo detener el cáncer desde la raíz antes de que se desarrolle

Para reducir el riesgo de cáncer colorrectal, o evitar que regrese, la estrategia más poderosa es actuar lo antes posible. No se trata solo de eliminar las células malignas después de que se conviertan en tumores. Lo que queremos es detener las señales que permiten que esas células se multipliquen y se propaguen en primer lugar. La curcumina puede ayudar con esto.

Las investigaciones demuestran que funciona mejor cuando se usa de forma preventiva y constante, sobre todo cuando el intestino y el sistema inmunológico trabajan con ella y no en su contra. Ya sea que le hayan extirpado un pólipo sospechoso, tenga antecedentes familiares o quiera evitar estar en esa situación, aquí es donde debe comenzar:

1. Comience a tomar un suplemento terapéutico de curcumina que en verdad se absorba: la mayoría de las cápsulas de cúrcuma que se venden en el mercado no surtirán efecto porque su cuerpo no las absorbe. Necesitaría tragar cucharadas al día para ver resultados, e incluso así, la mayor parte se descompone en el hígado. Elija un suplemento de curcumina con biodisponibilidad mejorada, como uno combinado con piperina (extracto de pimienta negra) o uno en forma liposomal.

Estos métodos de administración llevan la curcumina al torrente sanguíneo, donde se une a las proteínas dañinas y reprograma las células propensas al cáncer.

2. Tómela con grasas saludables y su comida más abundante: la curcumina es liposoluble, por lo que funciona mejor cuando la toma con una fuente de grasas saturadas buenas. Piense en el ghee, sebo o la mantequilla de animales alimentados con pastura, no en aceites vegetales. No es necesario consumir una comida pesada, sino solo asegurarse de que contenga un poco de grasa de alta calidad. Una de las formas más sencillas de aumentar la absorción es tomar el suplemento de curcumina con la comida más abundante del día.

3. Resuelva su problema intestinal: si sufre de inflamación, heces blandas, intolerancias alimenticias u otros signos de desequilibrio intestinal, comience por ahí. Una barrera intestinal alterada y las bacterias dañinas crean el entorno perfecto para que el cáncer colorrectal se afiance. La curcumina favorece la curación intestinal, pero solo si usted elimina los obstáculos. Evite los aceites vegetales, ricos en ácido linoleico (AL), y los alimentos ultraprocesados, que envenenan las mitocondrias y alimentan la inflamación crónica.

4. Prepare comidas que favorezcan la reparación celular, no las enfermedades: procure que sus comidas se basen en alimentos enteros: carne de animales alimentados con pastura, pescado salvaje, huevos de gallinas camperas, productos orgánicos y grasas saturadas de fuentes limpias. Estos alimentos nutren las mitocondrias, equilibran el nivel de azúcar en la sangre y crean un entorno en el que las células madre cancerosas no pueden desarrollarse. También apoyan las funciones anticancerígenas del microbioma: lo cual es esencial para reducir la inflamación y aumentar la vigilancia inmunológica.

5. Incorpore hábitos que ayuden a la curcumina a dar mejores resultados: la curcumina no hace todo por sí sola, sino que amplifica lo que su cuerpo ya está intentando hacer. Por ello, es fundamental que le brinde apoyo. Salga por la mañana para disfrutar de la luz solar. Mueva su cuerpo a lo largo del día. Duerma bien por la noche. Estos son los hábitos que reducen el estrés oxidativo, aumentan la producción de energía y activan los sistemas de reparación naturales del cuerpo. Cuando el terreno es el adecuado, la curcumina tiene muchas más posibilidades de detener el cáncer antes de que se presente.

Preguntas frecuentes sobre la curcumina y el cáncer

P: ¿Qué hace que la curcumina sea diferente de otros compuestos naturales en la prevención del cáncer?

R: La curcumina destaca porque no solo reduce la inflamación o actúa como antioxidante, sino que interfiere de forma directa con los mecanismos que originan el cáncer. Se une y bloquea a la NANOG, que es una proteína reguladora maestra que alimenta las células madre cancerosas, con lo cual ayuda a reprogramar estas células para que pierdan su capacidad de propagarse o resistir el tratamiento.

P: ¿Cómo afecta la curcumina al cáncer colorrectal?

R: Los estudios demuestran que la curcumina reduce en más del 80 % las células madre del cáncer colorrectal, retarda el crecimiento del tumor y mejora la supervivencia en modelos animales. En muestras de tejido humano, funcionó mejor cuando las células cancerosas se detectaron a tiempo y no se habían vuelto agresivas, lo que demuestra que la curcumina es más poderosa como medida preventiva.

P: ¿Qué hace que la curcumina sea diferente de las terapias convencionales contra el cáncer?

R: La curcumina trabaja con su cuerpo, no en su contra. A diferencia de los tratamientos convencionales que matan tanto las células sanas como las cancerosas, la curcumina apoya los sistemas de reparación naturales del cuerpo y ataca solo las células anormales, lo que ayuda a mantener el equilibrio celular a largo plazo sin efectos secundarios severos.

P: ¿Cuál es la mejor manera de tomar curcumina?

R: Para que sea efectiva, la curcumina debe absorberse bien. Busque suplementos que incluyan piperina (de pimienta negra) o que utilicen sistemas de administración liposomal. Tómela con una fuente de grasa saludable, como mantequilla de animales alimentados con pastura o ghee, y programe su consumo con su comida más abundante para una mejor absorción.

P: ¿Cómo influyen su alimentación y su estilo de vida en la eficacia de la curcumina?

R: La curcumina funciona mejor cuando el ambiente interno es saludable. Evite los alimentos procesados y los aceites vegetales ricos en AL que dañan su intestino y sus mitocondrias. Prepare comidas con alimentos enteros que sean antiinflamatorios y adopte hábitos diarios como exponerse al sol por la mañana, mantenerse activo y dormir bien para apoyar los sistemas de reparación naturales de su cuerpo y ayudar a la curcumina a hacer su trabajo.