📝HISTORIA EN BREVE

  • La adenomiosis suele confundirse con un dolor menstrual intenso o endometriosis, pero implica el crecimiento del tejido dentro del músculo uterino, lo que causa inflamación, sangrado abundante y calambres punzantes
  • Muchas mujeres sufren durante años sin un diagnóstico porque los médicos malinterpretan los síntomas o se basan en suposiciones erróneas de que la afección solo afecta a las mujeres mayores
  • Las investigaciones demuestran que la adenomiosis provoca complicaciones graves como infertilidad, aborto espontáneo, preeclampsia y niveles de hemoglobina muy bajos que requieren transfusiones de emergencia
  • La sobrecarga de estrógeno es la causa principal de la adenomiosis, y se agrava por los anticonceptivos, los plásticos, los aceites vegetales y las sustancias químicas que alteran las hormonas presentes en los productos cotidianos
  • Puede comenzar a revertir el dominio de estrógeno de forma natural si elimina las hormonas sintéticas, evita los xenoestrógenos, restaura el metabolismo con los carbohidratos adecuados y utiliza progesterona natural

🩺Por el Dr. Mercola

Si el dolor menstrual es insoportable (como un dolor punzante y profundo o calambres punzantes que la dejan sin aliento), no es algo que deba ignorar. Sentir un dolor tan intenso no es normal. Para millones de mujeres, es la señal de advertencia del cuerpo de una afección que a menudo se malinterpreta o se pasa por alto.

Quizá le hayan dicho que el sangrado abundante, la presión pélvica y la fatiga son solo parte de ser mujer. Pero ¿qué pasa si esos síntomas indican una enfermedad que afecta su útero e inflama su cuerpo? Esa es la realidad de muchas mujeres que han sido ignoradas, mal diagnosticadas o que permanecen en la incertidumbre durante años, a veces décadas. Esta condición, que se conoce como adenomiosis, no siempre aparece de forma clara en una exploración.

La adenomiosis no se enseña bien en las facultades de medicina. Y no se suele mencionar cuando se habla sobre la salud de las mujeres. Pero está ahí, y transforma vidas sin que las mujeres se den cuenta, mes tras mes. Descubra aquí lo que demuestran las investigaciones más recientes, por qué sucede, quién está en riesgo y cuáles son sus opciones. La ciencia evoluciona con rapidez y los datos demuestran que no es necesario vivir así. Echemos un vistazo a los patrones pasados por alto y los descubrimientos más recientes sobre esta enfermedad poco diagnosticada.

A la mayoría de las mujeres se les indica de forma errónea que el dolor es normal

Un artículo que se publicó en The Hearty Soul demuestra cómo la adenomiosis es una enfermedad muy común pero poco conocida, desde las mujeres que sufren fuertes dolores menstruales hasta los médicos que solo la diagnostican como "una menstruación muy intensa".1 La adenomiosis se presenta de manera diferente a la endometriosis y es devastadora para la vida social de la mujer, su bienestar mental y su habilidad para funcionar día a día.

• Los síntomas a menudo imitan los de otras afecciones, lo que hace que muchas mujeres no reciban un diagnóstico: a diferencia de la endometriosis, la adenomiosis hace que la pared uterina se engrose y se expanda, y a veces duplica o triplica su tamaño. Las mujeres describen el dolor como calambres agudos que se producen durante la menstruación, junto con relaciones sexuales dolorosas, inflamación, presión pélvica y sangrado severo que altera la calidad de vida.

Estos síntomas se han normalizado, pero que el dolor menstrual sea común no significa que sea normal.

• Los médicos a menudo descartan o malinterpretan estos síntomas, lo que retrasa aún más el diagnóstico: de acuerdo con la ginecóloga Dra. Shamitha Kathurusinghe, quien señala que muchos médicos están mal informados: "hay mucha desinformación debido a los malentendidos que provienen de los mensajes que reciben los médicos". Eso significa que no solo se ignora a las mujeres, sino que se les engaña para que piensen que sus síntomas no ameritan una investigación.

• La falta de concienciación crea un ciclo de aislamiento y sufrimiento: muchas mujeres faltan al trabajo, cancelan planes y pierden relaciones debido a la imprevisibilidad y la gravedad de sus síntomas. Sin embargo, a menudo no piden ayuda por vergüenza o por miedo a que se les considere “dramáticas”.

• La adenomiosis no siempre presenta síntomas, lo que hace más difícil detectarla a tiempo: la afección suele permanecer asintomática durante años y solo aparece después de que surgen otras complicaciones reproductivas. Sin embargo, cuando la adenomiosis causa síntomas, imita la endometriosis o los fibromas, lo que complica el diagnóstico y el tratamiento.

Las mujeres más jóvenes están en riesgo y los médicos no lo detectan

Una revisión que se publicó en el Journal of Clinical Medicine demostró con qué frecuencia la adenomiosis se pasa por alto o se malinterpreta en los entornos clínicos.2 El artículo recopiló datos de numerosos estudios de alta calidad para explorar cómo la adenomiosis afecta todo, desde la fertilidad hasta el riesgo de aborto espontáneo. La revisión se centró en las mujeres en edad reproductiva y demostró que los enfoques actuales de diagnóstico y tratamiento aún no son consistentes, incluso entre los especialistas.

• La adenomiosis ahora se detecta en mujeres mucho más jóvenes de lo que se creía: la opinión convencional ha sido que esta afección afecta en su mayoría a las mujeres de entre 40 y 50 años, en especial a aquellas que ya han tenido hijos.

Pero el artículo destacó que las formas focales de adenomiosis (en las cuales las lesiones están aisladas en lugar de diseminadas por todo el músculo uterino) ahora se diagnostican cada vez más en las mujeres de 30 años e incluso más jóvenes. Estas mujeres a menudo presentan problemas de fertilidad o sangrado anormal, pero sus síntomas se descartan o atribuyen de manera errónea a otra causa.

• Existe una relación estrecha entre la adenomiosis y las complicaciones del embarazo: las mujeres con adenomiosis tienen un riesgo mucho mayor de sufrir aborto espontáneo, parto prematuro, preeclampsia (presión arterial demasiado elevada durante el embarazo) y dar a luz a bebés más pequeños de lo normal para su edad gestacional.

Estos riesgos son mucho mayores cuando la adenomiosis es difusa, lo que significa que se extiende por un área más amplia del útero y no a un solo lugar. Este tipo de crecimiento de tejido interfiere con la habilidad de la placenta para adherirse y desarrollarse con normalidad.

• Aunque existen herramientas de diagnóstico, las pautas globales aún no están unificadas, por lo que el consejo de su médico podría depender de dónde viva: si bien algunos países adoptan sistemas de clasificación avanzados que se basan en criterios de imágenes, otros aún no tienen un sistema formal para definir o calificar la gravedad de la adenomiosis. Esto significa que dos mujeres con los mismos síntomas a menudo reciben diagnósticos y tratamientos diferentes según la clínica o el país que visiten.

• La explicación biológica radica en cómo el tejido invade el músculo uterino y altera su estructura: los investigadores consideran que el tejido del revestimiento uterino se adhiere en la pared muscular ya sea por una lesión mecánica (como una cirugía) o por una mala unión entre el endometrio y el miometrio (las capas interna y externa del útero).

Este tejido se engrosa y se inflama con cada ciclo menstrual una vez que está dentro del músculo, lo que causa inflamación, cicatrices y deterioro de la función uterina.

• Varias teorías explican cómo comienza la adenomiosis, pero la mayoría señala una falla en la estructura del útero: una teoría, llamada lesión y reparación de tejidos, sugiere que el daño repetido al revestimiento uterino causa respuestas de curación anormales, lo que provoca que las células del revestimiento uterino invadan el músculo.

Otra teoría propone que las células madre del útero fallan y se transforman en el tipo de tejido equivocado, por lo que se adhieren donde no deberían. El resultado es el mismo en ambos casos, y es un útero que está siempre inflamado, con problemas estructurales y que no funciona bien a nivel metabólico.

La adenomiosis no solo es dolorosa, también causa visitas a urgencias

Una descripción general de Johns Hopkins Medicine destaca cómo la adenomiosis se convierte en un problema médico peligroso, y no solo en una molestia o incomodidad.3 Si bien, la afección suele desestimarse como un período abundante, el artículo demuestra que algunas mujeres sangran tanto que terminan con anemia severa y requieren transfusiones de sangre solo para restablecer la función básica.

La Dra. Mildred Chernofsky, oncóloga ginecológica, explica que la adenomiosis implica tejido que se desarrolla en la pared muscular del útero y sangra cada mes como el revestimiento uterino normal. Pero debido a que queda atrapado en el músculo, causa inflamación y pérdida masiva de sangre.

• Los casos más graves implican que los niveles de hemoglobina caen a niveles que podrían ser mortales: de acuerdo con la Dra. Mildred, "a veces atiendo a pacientes que sangran hasta tener un nivel de hemoglobina de 7 gramos por decilitro y están muy anémicas". Los niveles normales de hemoglobina para las mujeres varían de 12 a 16 g/dL. Las mujeres a menudo experimentan fatiga, mareos, desmayos, dificultad para respirar y aturdimiento cuando los niveles sanguíneos disminuyen demasiado.

• La mayoría de las mujeres ni siquiera se da cuenta de que su útero se ha agrandado hasta que los síntomas están avanzados: el útero se vuelve de consistencia esponjosa, pesado y con forma de globo. Esta inflamación se siente como una presión constante en el abdomen inferior o una sensación de estar llena que no desaparece. Sin embargo, durante los exámenes físicos, los médicos a menudo no reconocen los signos de advertencia a menos que palpen el útero y verifiquen si hay irregularidades en el tamaño, la forma y la densidad.

• El diagnóstico de la adenomiosis aún depende en gran medida de las imágenes, y la resonancia magnética es la herramienta más precisa: aunque una ecografía suele ser el primer paso, no siempre tiene la sensibilidad suficiente como para detectar invasiones más profundas en los tejidos. “La resonancia magnética proporciona imágenes de una resolución muy elevada y nos demuestra el grosor de la unión endometrio-miometrial”, afirma la Dra. Mildred. Esa unión (el límite donde el revestimiento uterino se une al músculo) suele ser donde comienza la enfermedad.

• La adenomiosis a menudo se confunde con otras dos afecciones, y son la endometriosis y los fibromas, pero los tratamientos son diferentes: si bien las tres causan dolor pélvico y sangrado abundante, se originan en diferentes tejidos y requieren enfoques distintos. La endometriosis afecta el tejido fuera del útero. Los fibromas son tumores benignos. Por otro lado, la adenomiosis es un crecimiento difuso de tejido dentro de la pared uterina y no solo se puede “cortar” como a veces se hace con los fibromas.

• La cirugía a menudo se utiliza como último tratamiento: a diferencia de los fibromas, el tejido de la adenomiosis se extiende por todo el útero y a menudo tiene proyecciones en forma de dedos que invaden el músculo. Esto hace que sea difícil retirarlo por partes. Por lo tanto, la extirpación del útero es la solución permanente que más utiliza la medicina convencional para tratar a las mujeres con síntomas graves e implacables.

Cómo dejar de promover la causa subyacente de la adenomiosis

Si tiene síntomas como sangrado abundante, calambres intensos o un abdomen inflamado de manera constante, y sospecha o sabe que tiene adenomiosis, entonces es hora de concentrarse en la causa subyacente del problema, y es el exceso de estrógeno. El predominio de estrógenos promueve esta enfermedad. 4 Eso incluye tanto el estrógeno que produce su cuerpo como los estrógenos sintéticos o basados en alimentos a los que está expuesto sin darse cuenta.

No es un caso perdido. Puede empezar a tomar el control hoy mismo. El objetivo es inhibir la causa de esta enfermedad mientras reconstruye su energía y restablece el equilibrio. Si desea evitar tratamientos hormonales como las píldoras anticonceptivas o busca alternativas a la cirugía, estos cinco pasos la ayudarán a progresar.

1. Interrumpa su fuente de estrógeno: si toma anticonceptivos o terapia de reemplazo hormonal y tiene síntomas de adenomiosis, es probable que esos medicamentos los empeoren. Los estrógenos sintéticos aumentan el crecimiento de tejido dentro del útero.5

También evite los plásticos, los productos de limpieza convencionales y los productos de belleza llenos de sustancias químicas, ya que todos ellos contienen xenoestrógenos, que imitan el estrógeno en su cuerpo. Opte por los envases de vidrio y utilice opciones de cuidado personal y limpieza naturales o caseras.

2. Utilice progesterona natural para bloquear el daño: la progesterona natural es su antiestrógeno. No solo alivia los síntomas, en realidad inhibe los efectos del estrógeno y del cortisol. Ésta es una combinación poderosa, sin embargo, no se precipite. Si su alimentación le impide producir energía a nivel celular, la progesterona no tendrá su efecto completo. Primero reconstruya una buena base metabólica.

Una vez que su alimentación favorezca la producción de energía mitocondrial, introducir progesterona natural hace una gran diferencia, como se describe a continuación.

3. Corrija su metabolismo con los carbohidratos adecuados, no con menos: evite la dieta cetogénica o una alimentación baja en carbohidratos. Aumente su consumo de carbohidratos a 250 gramos al día, o más si es una persona activa. Esto es lo que sus células necesitan para producir trifosfato de adenosina (ATP), que es la fuente de energía que impulsa todo, desde la función del cerebro hasta el equilibrio hormonal.

Comience con arroz blanco y fruta entera, luego, agregue vegetales de raíz bien cocidos. Evite consumir vegetales crudos, granos enteros y legumbres hasta que su intestino esté sano, es decir, sus hábitos intestinales, su inflamación y su bienestar general estén bajo control.

4. Elimine las toxinas, en especial los aceites vegetales: el ácido linoleico (AL), que es la grasa dominante en los aceites vegetales, imita al estrógeno, lo que promueve el predominio del estrógeno. Esto provoca que el AL altere el equilibrio hormonal junto con la función de las mitocondrias. Elimine todas las formas de aceites vegetales, incluyendo los de alimentos procesados, alimentos de restaurantes e incluso frutos secos y semillas. En su lugar, utilice sebo, ghee o mantequilla de animales alimentados con pastura.

5. Evalúe su nivel de prolactina: muchas personas creen que tienen niveles bajos de estrógeno debido a los análisis de sangre, cuando en realidad tienen niveles elevados en sus órganos. Esto se debe a que los niveles séricos de estrógeno no son indicadores del estrógeno que se almacena en los tejidos. Los niveles de estrógeno podrían ser bajos en plasma, pero elevados en los tejidos. Los niveles de prolactina sirven como un indicador confiable de la actividad del estrógeno, ya que el estrógeno estimula la glándula pituitaria para producir prolactina.

Cuando los niveles de prolactina están elevados, esto indica que también hay una mayor activación del receptor de estrógeno, ya sea por la producción de estrógeno del cuerpo o la exposición ambiental a sustancias químicas disruptoras endocrinas de fuentes como los microplásticos y otros contaminantes. Esta relación es muy importante cuando va de la mano de una mala función de la tiroides, lo que hace que la prolactina sea un marcador crítico para identificar el desequilibrio hormonal.

Preguntas frecuentes sobre la adenomiosis

P: ¿Qué es la adenomiosis y en qué se diferencia de otras afecciones como la endometriosis o los fibromas?

R: La adenomiosis es una afección en la que el tejido que suele recubrir el útero crece dentro de la pared muscular del útero. Esto hace que el útero se inflame y produzca calambres intensos, sangrado abundante y dolor pélvico crónico. A diferencia de la endometriosis (en la cual el tejido crece fuera del útero) o los fibromas (tumores benignos), la adenomiosis se propaga a través del músculo uterino y no se puede extirpar con cirugía de la misma manera.

P: ¿Por qué no se diagnostican a tantas mujeres con adenomiosis?

R: Los médicos suelen malinterpretar los síntomas de la adenomiosis o los atribuyen a otras afecciones. Algunos síntomas como períodos dolorosos, inflamación y fatiga a menudo se descartan como “normales”, sobre todo en las mujeres más jóvenes. Además, las herramientas de diagnóstico por imágenes como la ecografía no siempre detectan la enfermedad. La resonancia magnética es más precisa, pero se utiliza con menos frecuencia, por lo que muchas mujeres no son diagnosticadas o reciben un diagnóstico erróneo durante años.

P: ¿Cuáles son los riesgos a largo plazo de la adenomiosis no tratada?

R: Si no se trata, la adenomiosis suele causar anemia grave debido a pérdida crónica de sangre, lo que requiere atención de emergencia o transfusiones de sangre. También aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo, incluyendo aborto espontáneo, preeclampsia y parto prematuro. Con el tiempo, la inflamación continua y el daño uterino reducen la fertilidad y disminuyen de forma significativa la calidad de vida.

P: ¿Cuál es la causa subyacente de la adenomiosis y cómo puedo abordarla?

R: La causa subyacente de la adenomiosis es el exceso de estrógeno, incluyendo tanto el estrógeno natural como los estrógenos ambientales de fuentes como los plásticos, sustancias químicas y hormonas sintéticas. Para reducir su carga de estrógeno, elimine los aceites vegetales y los alimentos procesados, reduzca la exposición a sustancias químicas y las píldoras anticonceptivas, utilice progesterona natural y favorezca su metabolismo mediante cambios estratégicos a su alimentación y repare sus mitocondrias.

P: ¿Qué medidas puedo tomar hoy para empezar a sentirme mejor?

R: Primero elimine los disruptores hormonales, como los anticonceptivos sintéticos y los productos cargados de sustancias químicas. Opte por una alimentación rica en carbohidratos y alimentos enteros para reconstruir la función de sus mitocondrias. Utilice progesterona natural y controle los niveles de prolactina para obtener una imagen más precisa de su carga de estrógeno y equilibrio hormonal.