📝HISTORIA EN BREVE
- La osteonecrosis de la mandíbula relacionada con medicamentos (MRONJ, por sus siglas en inglés) es una enfermedad grave y sin cura en la que muere el hueso maxilar, y se relaciona con el uso de medicamentos comunes para los huesos como los bifosfonatos y el denosumab
- Un estudio que se realizó en Finlandia descubrió que las personas que tomaban denosumab tenían un riesgo cinco veces mayor de desarrollar MRONJ que los participantes que tomaban bifosfonatos, mientras que los pacientes con cáncer y los usuarios a largo plazo tuvieron el mayor riesgo
- Añadir corticosteroides a los medicamentos para los huesos empeoró bastante los resultados, ya que en algunos usuarios, incrementó hasta seis veces el riesgo de enfermedad de la mandíbula
- Por lo general, la MRONJ comienza después de procedimientos dentales como extracciones, pero también se desarrolla en personas con enfermedad de las encías o dentaduras postizas, incluso sin someterse a una intervención dental
- El cuidado dental preventivo, una alimentación nutritiva y los hábitos de vida que estimulen la reparación ósea natural son su mejor defensa contra esta terrible enfermedad
🩺Por el Dr. Mercola
Si el dolor de mandíbula no desaparece, tiene los dientes flojos o se ven sus huesos de la boca, entonces es una señal de que el problema va más allá de lo dental, y se trata de una enfermedad grave que afecta la forma en que se cura el cuerpo. La osteonecrosis de mandíbula relacionada con medicamentos o MRONJ es una complicación devastadora del uso de ciertos medicamentos que suelen prescribirse de forma regular para la osteoporosis y la pérdida ósea a causa del cáncer. Y una vez que comienza la enfermedad, es muy difícil revertir el daño.
Pero, lo peor de todo es que, estos medicamentos se prescriben al por mayor, sin advertir a las personas sobre sus riesgos a largo plazo. Aunque están diseñados para detener el deterioro óseo, también inhiben la capacidad natural del cuerpo para repararse a sí mismo, lo que incrementa el riesgo de infecciones, fracturas y pérdida permanente del tejido mandibular.
Si toma algún medicamento para los huesos, como denosumab o un bifosfonato, esta información le interesa. No solo se trata de evitar los efectos secundarios, sino de proteger su salud a largo plazo, así como la capacidad natural de su cuerpo para curarse.
Los medicamentos para los huesos y los esteroides pueden dañar su mandíbula
Un estudio que se realizó en Finlandia y se publicó en Scientific Reports siguió a 58 367 adultos a quienes entre 2013 y 2015, se les prescribieron los medicamentos antirresortivos, bifosfonatos o denosumab1.
Los medicamentos antirresortivos están diseñados para retardar la pérdida ósea, un efecto que se produce cuando inhiben la actividad de las células que descomponen el tejido óseo; el problema es que, se relacionan con una serie de efectos secundarios graves. Los investigadores se propusieron a determinar la frecuencia con la que estos medicamentos causaban MRONJ, una enfermedad en la que la mandíbula expuesta no se cura, lo que causa dolor crónico, infección e incluso fracturas.
• La mayoría de los participantes eran mujeres de edad avanzada que tomaban medicamentos para la osteoporosis, pero los pacientes con cáncer experimentaron el mayor riesgo: la edad promedio fue de 72 años y el 82 % de los participantes eran mujeres. La mayoría de los participantes recibieron un tratamiento para osteoporosis, pero alrededor del 13 % tenía un diagnóstico de cáncer. El riesgo de MRONJ fue mucho mayor entre los participantes que tomaban medicamentos para controlar la pérdida ósea relacionada con el cáncer, sobre todo cuando los medicamentos se administraron en dosis altas.
• Las tasas de MRONJ fueron cinco veces mayores en los usuarios de denosumab: entre los usuarios de dosis bajas, el riesgo de MRONJ se quintuplicó cuando recibieron denosumab en lugar de bifosfonatos. Mientras que, en los usuarios de dosis altas, esa diferencia se mantuvo estable: el denosumab se relacionó con una tasa cinco veces mayor a los bifosfonatos.
• Los corticosteroides empeoraron el problema: para los pacientes que tomaban dosis bajas de medicamentos antirresortivos, agregar corticosteroides incrementó en más de seis veces el riesgo de enfermedad de la mandíbula. Mientras que en los participantes que tomaban dosis altas, el uso adicional de esteroides duplicó el riesgo. Al parecer, esta combinación es aún más peligrosa para las personas que utilizan medicamentos para los huesos de manera preventiva.
• Los hombres, sobre todo si tenían cáncer, tuvieron los peores resultados: los hombres que recibieron dosis altas tuvieron mayor riesgo de desarrollar MRONJ que las mujeres. Los investigadores observaron que los hombres con cáncer de próstata fueron los más vulnerables. Las diferencias en la higiene bucal y el estilo de vida podrían ayudar a explicar esta diferencia entre géneros, ya que los hombres tienden a cepillarse menos los dientes y tener una peor salud dental en general.
El incremento en el riesgo también dependió mucho de la frecuencia de uso
Mientras más tiempo tomaban medicamentos para los huesos, mayor fue su riesgo de desarrollar necrosis de la mandíbula. Los usuarios de dosis altas experimentaron un incremento significativo en su riesgo de MRONJ después de cinco años de uso contino.2 Este dato es muy preocupante, y más si consideramos que muchas personas toman estos medicamentos de forma indefinida.
• El denosumab detiene la reparación ósea de una forma muy agresiva: este medicamento suprime una enzima clave que señala la presencia de osteoclastos, que son las células que utiliza el cuerpo para descomponer el hueso viejo o dañado. Dado que elimina casi por completo la actividad de esta enzima, el denosumab impide que la mandíbula se cure de heridas o infecciones menores. Esta supresión extrema del recambio óseo que causa el denosumab podría ser la razón por la que incrementa más el riesgo de MRONJ que los bifosfonatos, que se acumulan poco a poco en el hueso.
• El método de administración del medicamento también influye: administrar el medicamento por vía intravenosa o subcutánea resultó en un riesgo mucho mayor que la dosificación oral. La forma en que un medicamento entra al cuerpo influye en la agresividad con la que interfiere en la remodelación ósea.
• El riesgo también incrementó bastante cuando los pacientes cambiaron de un medicamento a otro: las personas que primero utilizaban bifosfonatos y luego recibieron denosumab tuvieron mayor riesgo de MRONJ que los participantes que solo tomaron un medicamento. En usuarios de dosis bajas, este cambio duplicó el riesgo, y el estudio sugiere que combinar estos medicamentos es un gran error.
La prevención es su mejor defensa
Un artículo que se publicó en Journal of International Society of Preventive & Community Dentistry habla sobre cómo prevenir y tratar la MRONJ, sobre todo en personas que reciben medicamentos antirresortivos o antiangiogénicos, que son medicamentos que impiden que el cuerpo produzca vasos sanguíneos nuevos, y que suelen utilizarse para tratar el cáncer.3 Los investigadores elaboraron un marco paso a paso para identificar los factores de riesgo e intervenir antes de que sea demasiado tarde.
• Los pacientes con cáncer que reciben tratamiento por vía intravenosa están entre los grupos de mayor riesgo: el documento separa a los pacientes en dos: con osteoporosis y con cáncer, y afirma que los pacientes con cáncer que reciben tratamiento antirresortivo o antiangiogénico por vía intravenosa necesitan un examen oral completo antes de comenzar la terapia. Si forma parte de esta categoría, significa que tiene un riesgo elevado de complicaciones, en especial si no tiene mucho que se sometió a un trabajo dental, tiene mala higiene bucal o utiliza dentaduras postizas removibles.
• Más de la mitad de los casos de MRONJ comienzan después de una extracción dental: según los hallazgos, entre el 52 % y el 61 % de los diagnósticos de MRONJ se relacionaron con cirugías dentales, sobre todo extracciones de dientes. El artículo hace un llamado a los dentistas y oncólogos a primero estabilizar cualquier problema dental, como infecciones o enfermedades avanzadas de las encías, y luego prescribir cualquiera de estos medicamentos.
Si bien los procedimientos dentales, como las extracciones, pueden causar MRONJ, también puede ocurrir sin ninguna intervención dental. Su riesgo incrementa bastante si toma medicamentos antirresortivos durante más de dos años, tiene dentaduras postizas o una enfermedad de las encías, como periodontitis.4
• La mandíbula es la más vulnerable debido a su deficiente suministro de sangre y su constante exposición a los microbios: a diferencia de otros huesos de su cuerpo, su mandíbula es delgada, compacta y puede lesionarse muy fácil cuando mastica, se cepilla los dientes o se realiza procedimientos dentales. El artículo explica que la suma de falta de flujo sanguíneo, la carga elevada de bacterias que hay en la boca y el deterioro crea una tormenta perfecta. Una vez que el hueso queda expuesto, es muy difícil que sane bajo los efectos de estos medicamentos.
• La deficiencia de vitamina D, la infección local y un sistema inmunológico débil son factores que empeoran los resultados: se mencionan varios factores que incrementan el riesgo, que incluyen los niveles bajos de vitamina D, la inflamación crónica en la boca y la disfunción inmunológica inducida por la quimioterapia. Estos factores reducen la capacidad del cuerpo para regenerar los huesos y combatir infecciones, lo que hace que sea mucho más difícil revertir la MRONJ.
• El cuidado dental preventivo reduce su riesgo: el artículo enfatizó que la higiene dental y los chequeos cada cuatro a seis meses ayudan a detectar problemas de mandíbula antes de que progresen. En etapas posteriores, los procedimientos se vuelven mucho más invasivos, e incluyen la extracción parcial de la mandíbula.
Sustituya estos medicamentos con alternativas seguras
Si le han dicho que tiene huesos débiles u osteoporosis, el miedo podría llevarlo a recurrir a medicamentos peligrosos como los bifosfonatos o el denosumab. Pero, estos medicamentos no sólo retardan la pérdida ósea, sino que también desactivan el sistema de reparación natural de su cuerpo. Y si suma esteroides a esta ecuación, el riesgo de daños permanentes en la mandíbula se va por los cielos.
Por suerte, existen mejores formas de fortalecer sus huesos sin exponerse a riesgos como la MRONJ. Ya sea que tome estos medicamentos o esté considerando esta opción, nunca es demasiado tarde para cambiar de opinión. Para proteger su mandíbula, mantener sus huesos fuertes y evitar complicaciones a largo plazo, le recomiendo:
1. Evitar los medicamentos para los huesos que inhiben la reparación natural: si le prescriben bifosfonatos o denosumab, ignore esta recomendación. Estos medicamentos crean microfisuras en los huesos porque detienen proceso natural de descomposición y reconstrucción. 5 Con el tiempo, esto hace que los huesos se vuelvan más frágiles, no más fuertes. El denosumab, en particular, reduce la actividad de los osteoclastos casi por completo.
2. Someterse a exploraciones óseas precisas sin el riesgo de radiación: si le prescriben una exploración DEXA para verificar su densidad ósea, tampoco haga caso. Aunque la DEXA o absorciometría de rayos X de energía dual, es el estándar de la medicina convencional, tiene muchos inconvenientes. Estas exploraciones arrojan resultados poco precisos que llevan a más pruebas poco precisas que no mejoran los resultados. Es importante mencionar que la popularidad de la DEXA coincidió con el lanzamiento de medicamentos para los huesos, lo que es una señal de alerta.
Mejor le recomiendo un enfoque más seguro y preciso: la tecnología de multiespectrometría ecográfica por radiofrecuencia (REMS). Este método analiza señales de ultrasonido sin procesar para evaluar la resistencia ósea, lo que muestra un panorama más completo de su riesgo de fractura sin exponer su cuerpo a la radiación ionizante.
Según un estudio que se publicó en Diagnostics, la REMS superó a DEXA en varios aspectos, la que lo convierte en una opción más inteligente si desea realizar un seguimiento de la salud ósea o evaluar los efectos de los cambios en el estilo de vida.6 Es una mejor herramienta en la que puede basarse para tomar decisiones, sobre todo si está tratando de evitar medicamentos innecesarios.
3. Fortalecer sus huesos de adentro hacia afuera con nutrientes específicos: sus huesos no solo necesitan calcio, sino un espectro completo de nutrientes para crecer fuertes y mantenerse resistentes. Recomiendo que optimice su producción de vitamina D y su consumo de nutrientes como las vitaminas K1 y K2, el magnesio, el calcio y el colágeno.
Todos estos nutrientes trabajan juntos para estimular la formación de huesos saludables mientras mantienen el equilibrio mineral. El colágeno es muy importante: constituye la estructura flexible sobre la que se construyen los minerales.
4. Fortalecer sus huesos de forma segura con ejercicios de restricción del flujo sanguíneo: si es una persona de edad avanzada o no puede levantar mucho peso, el entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo (BFR) es una gran alternativa. Este entrenamiento limita de forma breve el flujo sanguíneo a las extremidades durante el ejercicio ligero, lo que produce una respuesta de crecimiento en los músculos y los huesos. Puede obtener los beneficios del entrenamiento de fuerza sin tanto esfuerzo. Se sabe que el BFR produce efectos positivos en la densidad ósea,7 y es seguro incluso para las personas con fragilidad o en recuperación.
5. Mantener una rutina de movimiento diaria y una alimentación con alto contenido de minerales: sus hábitos diarios influyen mucho en la salud de sus huesos. Caminar todos los días, exponerse de forma regular al sol para estimular la producción de vitamina D. Pero, si ha llevado una alimentación rica en ácido linoleico (AL), expóngase al sol temprano por la mañana o al final de la tarde, y evite las horas más intensas de luz solar (10 a.m. a 4 p.m.) para evitar daños en la piel.
Coma alimentos con alto contenido de magnesio y calcio, como vegetales de hoja verde, productos lácteos de animales alimentados con pastura y caldo de huesos cocinado a fuego lento. Evite los alimentos procesados, los refrescos y los aceites vegetales, que causan inflamación y alteran la absorción de minerales. Enfocarse en la nutrición, el movimiento y la prevención, le da a su cuerpo las herramientas que necesita para reconstruir el hueso de forma segura, sin poner en riesgo su mandíbula.
Preguntas frecuentes sobre medicamentos para los huesos y la MRONJ
P: ¿Qué es la MRONJ?
R: La MRONJ es una enfermedad grave en la que partes de la mandíbula mueren y ya no sanan, lo que suele causar dolor, infección o exposición visible del hueso. Se relaciona con el uso de medicamentos para los huesos como los bifosfonatos y el denosumab, que se prescriben mucho para problemas como la osteoporosis y la pérdida ósea relacionada con el cáncer.
P: ¿Quién tiene mayor riesgo de desarrollar MRONJ?
R: Las personas que toman denosumab, en especial cuando se utiliza en dosis altas o para tratar el cáncer. El riesgo es aún mayor cuando estos medicamentos se combinan con corticosteroides. El uso crónico (más de cinco años), el sexo masculino y problemas dentales como enfermedades de las encías o extracciones también incrementan el riesgo.
P: ¿Cómo dañan la mandíbula estos medicamentos?
R: Estos medicamentos suprimen el recambio óseo natural del cuerpo, sobre todo en la mandíbula, donde la curación ya es difícil debido al bajo flujo sanguíneo, las bacterias y el estrés constante por masticar. El denosumab, en particular, detiene de forma muy agresiva la remodelación ósea, lo que hace que la mandíbula pierda su capacidad para curarse de lesiones o infecciones menores.
P: ¿Debo preocuparme si me prescribieron bifosfonatos o denosumab?
R: Sí, estos medicamentos interfieren con el proceso natural de remodelación ósea, lo que causa grietas microscópicas que se acumulan con el tiempo. En lugar de fortalecer los huesos, los hacen más frágiles. El denosumab es muy agresivo y suprime la actividad de los osteoclastos casi por completo, lo que detiene tanto la degradación como la reconstrucción del hueso.
P: ¿Cuáles son alternativas más seguras a estos medicamentos?
R: Algunas estrategias incluyen obtener exploraciones óseas REMS en lugar de DEXA, optimizar nutrientes como la vitamina D, K2, magnesio y colágeno, utilizar formas más seguras de fortalecer los huesos como el entrenamiento BFR y priorizar el movimiento diario y los alimentos enteros con propiedades antiinflamatorias. Estos métodos fortalecen los huesos sin desactivar los mecanismos naturales de reparación.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1 Scientific Reports May 19, 2025
- 2, 7 Front Physiol. 2023 Aug 9;14:1212927
- 3 Journal of International Society of Preventive & Community Dentistry 2016 Mar-Apr;6(2):97–104
- 4 American Dental Association, Osteoporosis Medications and MRONJ
- 5 Journal of Orthopaedic Research 2023 May;41(5):1033-1039
- 6 Diagnostics (Basel). 2023 May; 13(10): 1666