HISTORIA EN BREVE

  • Alrededor del mundo, la osteoporosis afecta a 1 de cada 10 mujeres de 60 años, 2 de cada 10 mujeres de 70 años, 4 de cada 10 mujeres de 80 años y a dos tercios de las mujeres de 90 años de edad. En Europa, la tasa de prevalencia en los hombres oscila entre el 6.7 % y el 6.9 %
  • Se estima que 34 millones de personas en los Estados Unidos también han desarrollado una menor densidad ósea, conocida como osteopenia, la cual aumenta el riesgo de fracturas y que puede progresar a osteoporosis
  • Se ha demostrado que los medicamentos con bifosfonatos debilitan los huesos y causan microgrietas que aumentan el riesgo de desarrollar fracturas óseas atípicas
  • Los nutrientes principales para mejorar el crecimiento y la fortaleza ósea incluyen: vitamina D, vitaminas K1 y K2, calcio, magnesio, colágeno, boro y estroncio
  • La mayoría de los ejercicios de carga no producen la suficiente carga osteogénica como para desencadenar un crecimiento óseo. La investigación explica que la carga necesaria para desencadenar este crecimiento óseo es de 4.2 veces el peso corporal. La restricción del flujo sanguíneo durante el entrenamiento es una alternativa que tiene un efecto beneficioso sobre la salud ósea; también es viable para los ancianos y aquellos incapaces de levantar peso

Por el Dr. Mercola

Según la Fundación Internacional de Osteoporosis, esta enfermedad afecta a 1 de cada 10 mujeres de 60 años, 2 de cada 10 mujeres de 70 años, 4 de cada 10 mujeres de 80 años y a dos tercios de las mujeres de 90 años de edad.1 La prevalencia en todos los grupos etarios es mucho mayor en mujeres que en hombres. En Europa, la tasa de prevalencia de los hombres oscila entre el 6.7 % y el 6.9 %.

Con la osteoporosis (fragilidad ósea) existe el riesgo de sufrir fracturas óseas por las caídas, mientras que las fracturas de cadera son más notorias ya que aumentan el riesgo de muerte de las personas mayores.2

Se estima que 34 millones de personas en los Estados Unidos también desarrollan una menor densidad ósea, conocida como osteopenia, la cual aumenta el riesgo de fracturas y que puede progresar a osteoporosis. Tal como se señaló en un artículo de StatPearls sobre la osteopenia:3

"En los Estados Unidos, el 54 % de las mujeres posmenopáusicas sufren de osteopenia, mientras que un 30 % adicional ya se considera osteoporótico. A los 80 años de edad, esta tendencia cambia a favor de la osteoporosis, ya que el 27 % de las mujeres sufren de osteopenia y el 70 % son osteoporóticas.
Las fracturas causadas por fragilidad comprometen significativamente la calidad de vida de la persona y perjudican financieramente el sistema de salud. Cerca de 2 millones de fracturas causadas por fragilidad ocurren cada año en los Estados Unidos, mientras que para el 2025 se espera que este número aumente a más de 3 millones.
Es sorprendente el impacto general de las fracturas por fragilidad en el sistema de salud. En el 2005, los costos de atención médica relacionados con las fracturas por fragilidad únicamente sumaron 19 000 millones de dólares, y se espera que los costos directos e indirectos superen los 25 000 millones de dólares para el 2025.
Además, las fracturas por fragilidad disminuyen significativamente la calidad de vida, mientras que las fracturas de cadera se encuentran relacionadas con una tasa de mortalidad anual de más del 20 %".

Las mejores estrategias para prevenir la osteoporosis

La Dra. Deborah M. Kado, directora del programa de osteoporosis de la Universidad de California, señala que existen factores de riesgo modificables y no modificables para las fracturas óseas.

Los factores de riesgo no modificables incluyen: edad, sexo, etnia, antecedentes familiares, antecedentes de fracturas previas y menopausia (entre las mujeres). Los factores de riesgo modificables incluyen: alimentación, deficiencia de vitamina D, equilibrio y opciones del estilo de vida, como fumar, falta de ejercicio y consumo excesivo de alcohol.4 Como se señaló en el documento de StatPearl sobre la osteopenia, los factores médicos también influyen en dicho riesgo.5

Las afecciones médicas que aumentan el riesgo de osteopenia y osteoporosis incluyen: "hiperparatiroidismo, anorexia, síndromes de malabsorción, hipertiroidismo, insuficiencia renal crónica, hipogonadismo, amenorrea/oligomenorrea, menopausia temprana y afecciones crónicas que resultan en deficiencias de calcio o vitamina D".

Los medicamentos que pueden desencadenar o empeorar la pérdida ósea incluyen: "exceso de glucocorticoides/uso prolongado de esteroides, ácido valproico, inhibidores de la bomba de protones, antiepilépticos y agentes de quimioterapia".

También se ha demostrado que el triclosán aumenta el riesgo de desarrollar osteoporosis.

Asimismo, la Dra. Kado explica el tratamiento primario de la medicina convencional, el cual involucra el uso de medicamentos bifosfonatos como el Fosamax.6Aunque no aconseja o desaconseja su consumo, sí señala que ofrece su propio conjunto de peligros.

Estos incluyen un mayor riesgo de desarrollar fracturas de fémur, una situación que se trata de evitar. De hecho, desde el 2011, la etiqueta del Fosamax advierte sobre las fracturas atípicas de fémur.7

Los bisfosfonatos también se han relacionado con la osteonecrosis de la mandíbula (caries), inflamación ocular, daño hepático, mayor riesgo de fibrilación auricular, cáncer de esófago, toxicidad renal e hipocalcemia (menor nivel de calcio en la sangre).8,9,10,11,12,13

En mi opinión, es necesario evitar estos medicamentos, ya que no abordan el problema subyacente. Mientras que los bifosfonatos causan el engrosamiento óseo, al mismo tiempo generan una mayor debilidad.

Los medicamentos con bifosfonato hacen que los huesos sean más propensos a las fracturas

Durante un estudio del 2017, se utilizó un acelerador de partículas para generar imágenes excepcionalmente detalladas de la estructura interna de las muestras de hueso de 10 pacientes con fractura de cadera y tratados con bifosfonatos (PA), así como 14 muestras de fracturas simples (fracturas que no fueron tratadas con medicamentos), y 6 controles sin fracturas.14,15

Los resultados demostraron lo siguiente:

"El hueso tratado con BP mostraba una resistencia 28 % menor que el hueso con fractura de cadera no tratada, así como una fuerza 48 % menor que el hueso de control libre de fracturas. El hueso tratado con BP mostraba un 24 % más de microgrietas que el hueso fracturado sin tratamiento previo y un 51 % más que el grupo de control sin fracturas.
La terapia con BP no generó ningún beneficio mecánico detectable en las muestras examinadas. En cambio, su uso se relacionó con una menor resistencia ósea.
Esta menor resistencia se debe a una mayor acumulación de microgrietas y a la falta de una mejora perceptible en el volumen óseo o microarquitectura. Este estudio preliminar sugiere la importancia del impacto clínico de la acumulación de microgrietas inducida por los BP".

Otro artículo publicado ese mismo año en la revista Scientific Reports, sugirió que "los bifosfonatos pueden suprimir excesivamente la remodelación que genera la acumulación de microgrietas".16 Los autores añadieron lo siguiente:17

"El hueso tratado con bifosfonato en personas con fracturas, mostraba una mayor densidad y volumen de microgrietas, en comparación con aquellas personas con fracturas sin tratar y en personas que envejecían de manera saludable.
En consecuencia, las muestras tratadas con bifosfonato redujeron su resistencia a la tracción máxima en comparación con los grupos de control.
Nuestros resultados, por lo tanto, sugieren que la reducción de la resistencia ósea en el grupo de bifosfonatos se debe a la acumulación de microgrietas. En este subgrupo de personas tratadas con bifosfonato, la acumulación de microfisuras después del tratamiento con bifosfonatos puede haber comprometido la microestructura trabecular.
Como resultado, puede existir un debilitamiento óseo y, en consecuencia, un mayor riesgo de sufrir fracturas.
Los huesos tratados con bifosfonato también demostraron una menor densidad y volumen de perforaciones en comparación con los huesos osteoporóticos, lo que refleja los efectos protectores de los bifosfonatos para limitar el desarrollo de perforaciones a través de la inhibición osteoclástica.
Sin embargo, es la supresión excesiva de la remodelación la que desarrolla efectos perjudiciales, ya que esto predispone la acumulación y propagación de microgrietas".

Importancia de la nutrición para la salud ósea

El hueso es un tejido vivo que experimenta constantemente la adición de células óseas nuevas y la eliminación de las viejas. El hueso nuevo se agrega más rápido de lo que el hueso viejo se extrae, esto ocurre hasta finales de los 20.18

La "masa ósea máxima" es un término utilizado para describir qué tan grandes y fuertes pueden ser nuestros huesos. Por lo general, la masa ósea máxima ocurre entre los 25 y 30 años de edad, seguida de una mayor reabsorción que sobrepasa la formación ósea.19

Por lo tanto, la salud metabólica es muy importante para mantener una buena salud ósea. La alimentación es un factor muy importante, ya que se requieren ciertos nutrientes para la salud ósea.

Como se señala en el documento titulado "Naturopathic Approaches to Preventing and Treating Osteoporosis", publicado en el Natural Medicine Journal, "El mejor enfoque para obtener los nutrientes suficientes para construir y mantener la fortaleza ósea es a través del consumo constante de alimentos saludables".20

Los nutrientes más importantes son los siguientes:21

Vitamina D. La vitamina D desempeña un papel regulador en la absorción de calcio y fósforo, los cuales son importantes para la salud de los huesos. Como se explica en el Natural Medicine Journal:22

"Si existen menores niveles de vitamina D, la hormona paratiroidea (PTH) aumenta y desencadena osteoclastos para liberar calcio en la sangre a través de la absorción ósea. Si este proceso continúa con el tiempo, causa una debilidad ósea y conduce a la osteoporosis.

Esta deficiencia puede crear hiperparatiroidismo secundario, lo que lleva a una pérdida de colágeno y minerales, y aumenta el riesgo de osteoporosis y fracturas. Los menores niveles de vitamina D pueden causar una mala remodelación ósea debido a una mayor actividad osteoclástica y osteoblástica".

Vitamina K1. La vitamina K1, filoquinona, se encuentra disponible en las plantas y vegetales verdes. Además de ser importante para la coagulación sanguínea, la investigación demuestra que también es crucial para la salud ósea.

La osteocalcina es una proteína producida por los osteoblastos (células responsables de la formación de huesos), y se utiliza dentro del hueso como parte integral del proceso de formación ósea.

Sin embargo, la osteocalcina necesita la "carboxilación" antes de ser efectiva. La vitamina K1 es el cofactor de la enzima que cataliza la carboxilación de la osteocalcina.23 Como se señaló en un artículo del 2017 en la revista Metabolism, "promueve la transición de los osteoblastos a los osteocitos y limita el proceso de osteoclastogénesis".24

Vitamina K2. La vitamina K2, menoquinona, la cual se sintetiza por las bacterias intestinales, trabaja de manera sinérgica con el calcio, el magnesio y la vitamina D para desarrollar huesos fuertes y saludables.

La vitamina K2 transporta el calcio a los huesos y evita que se deposite en los tejidos blandos, órganos y espacios articulares. Asimismo, activa la hormona proteica conocida como osteocalcina, la cual es producida por los osteoblastos y que es necesaria para unir el calcio en la matriz del hueso.

La evidencia proveniente de siete ensayos japoneses, los cuales evalúan la capacidad de la vitamina K2 (menoquinona-4) para prevenir las tasas de fracturas, encontró lo siguiente:25

"Cuando evaluamos las diferencias absolutas en las tasas de fracturas, se encontró una tasa significativamente menor en todas las fracturas, con hasta un 6% menos de fracturas de cadera, 13 % menos de fracturas vertebrales y 9 % de todas las fracturas no vertebrales".

Calcio. El calcio funciona de forma sinérgica con la vitamina K2, el magnesio y la vitamina D, por lo que necesita que los tres funcionen adecuadamente.

La vitamina D ayuda a la absorción de calcio, mientras que la vitamina K2 asegura que el calcio llegue a los huesos y no a las arterias. Consumir dosis elevadas de calcio cuando existen deficiencias de vitamina K2, puede causar endurecimiento en las arterias. El Natural Medicine Journal informa lo siguiente:26

"Para mantener una buena salud ósea, la Academia Nacional de Ciencias recomienda un consumo de 1000 a 1500 mg/día de calcio de fuentes alimenticias y suplementos (los niveles varían dependiendo la edad, peso, sexo, etc.).

Es importante consumir cantidades suficientes de calcio para prevenir la osteoporosis, ya que una menor reserva de calcio puede filtrar el calcio a los huesos, lo que puede conducir a una disminución de la masa ósea y al inicio o empeoramiento de la osteoporosis".

Según las investigaciones, el yogur sin pasteurizar a base de leche de vacas alimentadas con pastura es una excelente fuente de calcio que puede reducir la pérdida ósea. Para mayor información consulte: "Consuma más yogur y evite la osteoporosis".

Magnesio. El magnesio funciona junto con el calcio, la vitamina K2 y la vitamina D, y ayuda a la absorción de calcio. Según el Natural Medicine Journal:27

"Los bajos niveles de magnesio en la sangre se relacionan con una baja densidad ósea, por lo que numerosos estudios han respaldado el uso de suplementos de magnesio para aumentar la densidad ósea. Incluso se ha documentado que una deficiencia moderada de magnesio causa pérdida ósea en ratas.

La deficiencia de magnesio puede afectar la producción de la hormona paratiroidea y de 1,25-dihidroxivitamina D, lo que afecta negativamente a la mineralización ósea. Se recomienda consumir de 250 a 400 mg de magnesio al día".

Colágeno. Se ha demostrado que el colágeno fortalece los huesos y mejora la osteoporosis.28,29,30

Boro. Las concentraciones más elevadas de boro se encuentran en los huesos y el esmalte dental.

Según el Natural Medicine Journal, el boro "es indispensable para una mejor función ósea", ya que reduce la eliminación de calcio, magnesio y fósforo.31 Asimismo, pueden existir otros mecanismos poco conocidos que benefician la construcción ósea.

Estroncio. Este es un oligoelemento que tiene algunas similitudes con el calcio, además es importante para la formación y la resistencia ósea. En la actualidad, las únicas dos formas de estroncio respaldadas científicamente por su uso son el ranelato de estroncio no radiactivo (no disponible en forma de suplemento) y el citrato de estroncio.32

Un estudio publicado en el 2017 encontró que las mujeres posmenopáusicas con osteopenia, que consumieron una combinación de 5 mg de melatonina, 450 mg de citrato de estroncio, 60 microgramos de vitamina K2 y 2000 UI de vitamina D al día, durante un periodo de un año, aumentaron hasta en un 43 % su densidad ósea en la columna lumbar, en comparación con el placebo. La densidad ósea en el cuello femoral aumentó hasta un 2.2 %.

Razones por las que los entrenamientos de resistencia no son suficientes

Aunque existe evidencia que respalda que el entrenamiento de resistencia, de moderado a alto, beneficia la salud ósea, es posible que el levantamiento de pesas no sea adecuado para las personas mayores y las personas con osteoporosis.34

Se ha demostrado que el entrenamiento de resistencia de bajo impacto, los ejercicios aeróbicos y las caminatas tienen poco o ningún efecto sobre la pérdida ósea.35

El problema con los ejercicios de pesas es que la mayoría simplemente no produce suficiente carga osteogénica. La investigación explica que la carga necesaria para desencadenar un crecimiento óseo en la cadera es de 4.2 veces el peso corporal.36El entrenamiento de fuerza convencional no es suficiente.

Pensémoslo por un momento. Una persona que pesa 150 libras tendría que cargar más de 600 libras. No muchas personas que pesan 150 libras pueden hacer peso muerto con la mitad de ese peso.

La carga osteogénica es la clave para el fortalecimiento óseo

Sin embargo, existe un sistema conocido como Osteostrong, el cual ofrece posiciones específicas que permiten alcanzar este nivel de fuerza sin riesgo a lesionarse y que ha demostrado aumentar constantemente la densidad ósea durante un año.

Al Osteostrong también se le conoce como terapia de carga osteogénica.37,38,39 Se necesita tener acceso a un centro de capacitación o clínica para realizarlo. Esta tecnología está diseñada para mejorar la densidad ósea.40

En un estudio del 2015, publicado en el Journal of Osteoporosis & Physical Activity, las mujeres diagnosticadas con osteopenia y osteoporosis (ninguna de las cuales tomaba medicamentos para tratarlas) que realizaron entrenamiento de resistencia de carga osteogénica experimentaron un aumento del 14.9 % de su densidad ósea de la cadera y un aumento del 16.6 % de la densidad de la columna después de un periodo de 24 semanas.41

El entrenamiento de restricción de flujo sanguíneo puede beneficiar los huesos

El entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo (BFR, por sus siglas en inglés) es una alternativa que no solo tiene un efecto beneficioso sobre la salud ósea, sino que también es viable para los ancianos y aquellos que no pueden levantar cosas pesadas.

El BFR es un tipo de 'biohack' que ofrece ejercicios de fuerza con solo del 20 % al 30 % del peso máximo que normalmente podría levantar una vez, al mismo tiempo que obtiene los mejores beneficios.

Implica realizar ejercicios de fuerza mientras restringe el flujo sanguíneo venoso del corazón (pero no al flujo arterial) a la extremidad que se está trabajando. Esto se logra al envolver la extremidad con un brazalete o banda que restringe ligeramente el flujo sanguíneo.

Al obligar a la sangre a permanecer dentro de la extremidad, mientras hace ejercicio con pesas ligeras, se estimulan los cambios metabólicos del músculo que mejoran la fuerza sin riesgo a lesionarse.

Aunque son escasos, algunos estudios también sugieren que ofrece un efecto en el metabolismo óseo. Como se señaló en una revisión sistemática del 2018, que incluía 170 artículos que analizaban el impacto del BFR en el metabolismo óseo:42

"Únicamente cuatro estudios demostraron que el entrenamiento con BFR aumenta la expresión de marcadores de formación ósea (como fosfatasa alcalina específica del hueso) y disminuye los marcadores de resorción ósea (como los telopéptidos amino terminales del colágeno tipo I) en diferentes poblaciones".

Un estudio del 2012, titulado "Blood Flow Restriction: Rationale for Improving Bone", ofreció la siguiente hipótesis:43

"Los estudios realizados hasta ahora respaldan la hipótesis de que el entrenamiento con restricción del flujo sanguíneo puede ofrecer no solo una nueva modalidad para inducir la adaptación en el músculo sino también en el hueso, que anteriormente se pensaba que solo ocurría con ejercicios de mayor intensidad o impacto.
Hipotetizamos que el principal mecanismo detrás de las respuestas óseas observadas hasta ahora es a través del aumento de la presión intramedular y del flujo de líquido intersticial dentro del hueso causado por la oclusión venosa".

Para mayor información sobre cómo implementar sobre el entrenamiento de restricción de flujo sanguíneo (BFR, por sus siglas en inglés).