📝HISTORIA EN BREVE
- Las tasas mundiales de obesidad han aumentado, y se espera que más de 3 800 millones de adultos tengan sobrepeso u obesidad en 2050, lo que convierte esta crisis en una problema que empeora y que ningún país ha logrado revertir
- Las personas suben de peso a edades más tempranas, lo que aumenta su exposición a lo largo de su vida a enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer
- La epidemia de obesidad ya no se limita a los países más ricos, los países de bajos ingresos y en desarrollo están experimentando algunas de las tasas de obesidad de más rápido crecimiento debido a los alimentos ultraprocesados
- La carga económica de la obesidad ha paralizado los sistemas de atención sanitaria, y se espera que los costos globales de la atención sanitaria que se relacionan con la obesidad alcancen los 4 billones de dólares para 2035
- Para solucionar los problemas de obesidad es necesario tratar las causas fundamentales incluyendo eliminar los aceites de semillas nocivos, reducir la exposición a los estrógenos sintéticos y los campos electromagnéticos y sanar el intestino para restablecer la función mitocondrial
🩺Por el Dr. Mercola
Las tasas mundiales de obesidad aumentan a un ritmo alarmante: en 2021, más de 1 000 millones de hombres y 1 110 millones de mujeres estaban clasificados como con sobrepeso u obesidad. China, India y Estados Unidos siguen representando la mayor parte de la población mundial con sobrepeso, y cada uno de ellos alberga a cientos de millones de personas afectadas.
La obesidad es mucho más que un problema estético. Es una de las principales causas de enfermedades metabólicas, incluyendo la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer que se relacionan con la obesidad. Las últimas investigaciones revelan por qué los estilos de vida modernos contribuyen a esta epidemia y, lo que es más importante, qué se debe hacer para detenerla.
Las estrategias actuales de salud han fracasado
Las estrategias de salud no han logrado frenar esta crisis. Si no se produce un cambio en la forma en que entendemos las verdaderas causas de la disfunción metabólica, la obesidad seguirá creciendo sin control.
• Las tasas de obesidad mundial han aumentado en las últimas tres décadas: de acuerdo con un estudio publicado en The Lancet, entre 1990 y 2021, la prevalencia de la obesidad en los hombres aumentó un 155 %, mientras que las mujeres experimentaron un aumento del 105 %. La tendencia sigue en aumento. Se estima que para 2050, 3 800 millones de adultos (más de la mitad de la población adulta mundial) tendrán sobrepeso u obesidad.1
• La obesidad aumenta más rápido que nunca en las regiones en desarrollo: la obesidad ha sido el problema más frecuente en países de altos ingresos como Estados Unidos, pero los aumentos más notables ahora ocurren en África y Asia. El estudio descubrió que se espera que África subsahariana experimente un aumento del 254.8 % en personas con sobrepeso y obesidad para 2050, y se pronostica que en Nigeria habrá 141 millones de adultos afectados.
• En algunas regiones ya se observan tasas de obesidad que superan el 80 % de la población: los países de Oceanía, el norte de África y Oriente Medio registran las tasas más altas; algunos superan el 80 % de prevalencia de obesidad entre los adultos. Esto sugiere que en estas regiones el sobrepeso está dejando de ser una excepción para convertirse en lo habitual.
Las consecuencias sanitarias y económicas de la obesidad son terribles
En 2021, la obesidad provocó 3.71 millones de muertes y fue responsable de 129 millones de años de vida ajustados por discapacidad, una medida de pérdida de salud y productividad debido a la enfermedad. Esto coloca a la obesidad entre las principales amenazas para la salud a nivel mundial, junto con el tabaquismo y la hipertensión arterial. El estudio de The Lancet predice que si las tendencias de obesidad continúan, más de 1 310 millones de personas en todo el mundo desarrollarán diabetes en 2050.2
• Se espera que los tipos de cáncer que se relacionan con la obesidad aumenten: el estudio estima que para 2070, más de 2 millones de nuevos casos de cáncer por año estarán relacionados con la obesidad, lo que representa alrededor del 7% de todos los tipos de cáncer a nivel mundial. Esto confirma la importancia de tratar la obesidad no sólo como un problema metabólico, sino como un factor para prevenir el cáncer.3
• La obesidad es una crisis multimillonaria: en 2019, los costos de atención médica que se relacionan con la obesidad variaron entre los 3 190 millones de dólares en los países de bajos ingresos y 1.33 billones de dólares en los de altos ingresos. Se estima que para 2035 la carga económica mundial de la obesidad alcanzará los 4 billones de dólares, lo que representa una reducción del 2.9 % del producto interno bruto mundial.
La obesidad infantil también está en aumento, lo que conlleva riesgos de por vida
Un estudio independiente publicado en The Lancet descubrió que las tasas de obesidad entre niños y adolescentes también han aumentado muy rápido, lo que los prepara para tener una vida con problemas crónicos.4
• Las enfermedades que se relacionan con la obesidad afectarán a las generaciones futuras: mientras más temprano aparece la obesidad, más prolongada es la exposición del cuerpo a la disfunción metabólica, la inflamación y los desequilibrios hormonales. Esta exposición prolongada aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades como diabetes tipo 2, presión arterial alta e incluso diferentes tipos de cáncer que se relacionan con la obesidad a edades más tempranas que nunca.
• La obesidad reduce la esperanza de vida en todo el mundo: el estudio descubrió que la obesidad es uno de los principales factores de riesgo de muerte prematura, incluso en la edad adulta joven. La combinación de disfunción metabólica, inflamación sistémica y tensión orgánica causada por el exceso de grasa corporal aumenta el riesgo de morir por enfermedades como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y complicaciones que se relacionan con la diabetes.
• Los esfuerzos de salud pública no han logrado detener la obesidad infantil: tras décadas de campañas educativas y programas escolares de nutrición, la obesidad infantil no deja de crecer. El estudio sugiere que las intervenciones actuales no tratan las causas fundamentales, es decir, los alimentos ultraprocesados y una creciente dependencia de entretenimiento basado en pantallas que desalienta la actividad física.
El papel de la industria alimenticia en la epidemia mundial de obesidad
La investigación destaca cómo las empresas alimenticias multinacionales han comercializado los alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y bocadillos preparados con aceite de semillas a poblaciones de todo el mundo. Estos productos, que son más baratos y convenientes que los alimentos enteros, se han convertido en alimentos básicos, lo que fomenta la crisis de obesidad.5
• Las estrategias de mercadotecnia agresivas se dirigen a las poblaciones vulnerables: muchas de estas empresas se dirigen solo a los niños, las comunidades de bajos ingresos y los países en desarrollo. Esto ha provocado un cambio cultural en el que los alimentos ultraprocesados no sólo son comunes sino que se han normalizado como alimentos básicos de la alimentación diaria, a pesar de sus riesgos documentados.
• Las políticas gubernamentales no han logrado regular la comercialización de alimentos no saludables: aunque algunos países han implementado impuestos a las bebidas azucaradas y etiquetas de advertencia en el frente de los paquetes, el estudio descubrió que estos esfuerzos han sido ineficaces para revertir las tendencias de obesidad. Sin regulaciones más estrictas sobre la comercialización de alimentos, en particular dirigida a los niños, es probable que las tasas de obesidad sigan en aumento.
Cómo recuperar su salud metabólica: una guía para evitar las cuatro E
Si padece problemas de aumento de peso o problemas metabólicos, es hora de mirar más allá del consejo habitual de comer menos y hacer más ejercicio. La epidemia de obesidad no es una cuestión de fuerza de voluntad, es una cuestión de biología. Sus células no producen energía de manera eficiente y eso es lo que provoca el almacenamiento de grasa, los antojos y la fatiga.
Sin embargo, no todas son malas noticias. Puede recuperar el control al tratar las causas de la disfunción metabólica. En la base de la crisis de obesidad existen cuatro disruptores energéticos celulares primarios que afectan su capacidad de quemar energía de manera eficiente: las Cuatro E:
•Exceso de ácido linoleico (AL), que se encuentra en aceites vegetales
•Estrógenos y sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC)
•Exposición a campos electromagnéticos (EMF)
•Endotoxinas (producidas por bacterias intestinales patógenas)
Estos factores se unen para envenenar sus mitocondrias, que son las fuentes de energía de sus células. Esto afecta la producción de energía celular, lo que afecta su salud intestinal. Como se detalla en mi libro, "Los secretos de la salud celular: guía para alcanzar la longevidad y la felicidad", solucione estos problemas y su cuerpo comenzará a funcionar de manera correcta. Se realiza de la siguiente manera:
1. Eliminar los aceites de semillas para reducir el consumo de ácido linoleico: los aceites de semillas están en todas partes: en comidas de restaurantes, bocadillos procesados, aderezos para ensaladas e incluso en productos orgánicos “saludables”. Estos aceites, ricos en AL, dañan sus mitocondrias. Si sus mitocondrias no funcionan de manera correcta, el cuerpo no quema grasa de manera eficiente, lo que almacena más grasa. Para reducir su consumo de AL:
• Elimine los aceites de semillas industriales de su alimentación. Esto significa eliminar los aceites de canola, soya, girasol, cártamo, maíz y semilla de uva.
• Reemplácelos con ghee, sebo y mantequilla de animales alimentados con pastura para tener una mejor función metabólica.
• Evite el pollo y el cerdo, ya que tienen un alto contenido de AL.
• Cocine en casa tanto como sea posible: los restaurantes casi siempre utilizan aceites de semillas, incluso en comidas caras.
• Lea las etiquetas de los ingredientes. Incluso los alimentos “saludables” como la mantequilla de almendras, el hummus y las papas fritas orgánicas a menudo contienen aceites de semillas ocultos.
2. Minimizar la exposición al estrógeno y a los disruptores endocrinos: el exceso de estrógeno no es sólo un problema de las mujeres, ya que también afecta a los hombres. El predominio de estrógeno es casi tan peligroso como el consumo excesivo de AL cuando se trata de destruir la función mitocondrial. Los EDC como los xenoestrógenos imitan al estrógeno y están ocultos en los plásticos, agua de la llave, productos de cuidado personal e incluso tickets de compras. Para minimizar su exposición:
• Elimine el plástico: guarde los alimentos en recipientes de vidrio, no caliente alimentos en plástico y utilice botellas de agua de acero inoxidable o de vidrio.
• Minimice la exposición a los estrógenos sintéticos: esto incluye los que se encuentran en la terapia de reemplazo de estrógenos (incluyendo el estrógeno bioidéntico) y los anticonceptivos orales.
• Optimice los niveles de progesterona: la progesterona natural equilibra el estrógeno y ayuda a mantener el metabolismo y la salud de la tiroides.
3. Reducir la exposición a los campos electromagnéticos para proteger la energía celular: los campos electromagnéticos del Wi-Fi y de los teléfonos móviles alteran la función mitocondrial al aumentar los niveles de calcio intracelular. Esto crea estrés oxidativo, lo que con el paso del tiempo ralentiza el metabolismo y daña las células. Para reducir su exposición:
• Mantenga su teléfono en modo avión cuando no esté en uso, en especial durante la noche.
• Apague el Wi-Fi mientras duerme y mantenga los dispositivos electrónicos fuera de su habitación. Su cuerpo realiza la mayor parte de su recuperación durante el sueño y los campos electromagnéticos interfieren con ese proceso.
• Utilice Internet por cable en lugar de Wi-Fi cuando sea posible y evite dispositivos Bluetooth como auriculares inalámbricos, ya que emiten campos electromagnéticos cerca del cerebro.
• Pase tiempo en contacto con la naturaleza. Caminar descalzo sobre superficies naturales como césped, arena o tierra ayuda a equilibrar la carga eléctrica del cuerpo y reduce el estrés oxidativo.
4. Sanar el intestino para reducir la exposición a las endotoxinas: Su microbioma intestinal desempeña un papel importante en su salud metabólica. Cuando existe un desequilibrio en el intestino, el exceso de bacterias que causan enfermedades produce endotoxinas, que son compuestos dañinos que alteran la función mitocondrial. Para restaurar la salud intestinal:
• Si tiene problemas intestinales, evite los alimentos ricos en fibra. Si su intestino no está sano, la fibra alimentará a las bacterias dañinas y producirá endotoxinas.
• En su lugar, concéntrese en carbohidratos fáciles de digerir, como frutas enteras y arroz blanco.
• Una vez que su intestino se sienta mejor, agregue vegetales, granos enteros y almidones. Estos alimentan a los microbios intestinales beneficiosos, lo que les permite producir ácidos grasos de cadena corta como el butirato que fortalecen su barrera intestinal.
Conclusión
No necesita otro plan alimenticio ni de ejercicios, lo único que necesita es arreglar lo que altera su producción de energía celular. Cuando sus mitocondrias funcionan de manera correcta, la pérdida de peso es más sencilla, los antojos desaparecen y su cuerpo comienza a funcionar tal como fue diseñado.
Al eliminar las cuatro E, le da a su cuerpo las herramientas necesarias para restablecer el equilibrio y recuperar el control de su metabolismo. Comience paso a paso y recuerde que no se trata de soluciones a corto plazo. Se trata de recuperar su salud a largo plazo.
Preguntas frecuentes sobre la obesidad
P: ¿Por qué las tasas de obesidad aumentan tan rápido en todo el mundo?
R: Las tasas de obesidad han aumentado debido a una combinación de factores, incluyendo el consumo de alimentos ultraprocesados y aceites de semillas, la disminución de la actividad física y la creciente exposición a toxinas ambientales como los xenoestrógenos y los campos electromagnéticos. Las personas también suben de peso a una edad más temprana, lo que significa que están expuestas a los riesgos que conlleva la obesidad durante un período más prolongado.
P: ¿Cómo afecta la obesidad a la salud además del aumento de peso?
R: La obesidad aumenta el riesgo de padecer enfermedades metabólicas graves, incluyendo diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y diferentes tipos de cáncer que se relacionan con la obesidad. También contribuye a la inflamación sistémica y a los desequilibrios hormonales, lo que dificulta la pérdida de peso y conduce a enfermedades crónicas que reducen la esperanza de vida.
P: ¿Qué papel desempeñan los aceites de semillas y los alimentos procesados en la crisis de la obesidad?
R: Los aceites de semillas industriales, como los de canola, soya y girasol, son ricos en ácido linoleico, que daña las mitocondrias y altera la energía de las células. Si se combina con la exposición a toxinas ambientales, provoca disfunción metabólica y aumento de peso.
P: ¿Cómo afecta la obesidad a la economía y a los sistemas de salud?
R: Las enfermedades que se relacionan con la obesidad son una de las mayores cargas financieras para los sistemas de atención de la salud, y se proyecta que los costos globales alcancen los 4 billones de dólares para 2035. La obesidad también provoca mayores tasas de discapacidad, pérdida de productividad y mayores tasas de muerte prematura, lo que la convierte en una crisis económica a nivel mundial.
P: ¿Qué se puede hacer para restablecer la salud metabólica y prevenir la obesidad?
R: Es muy importante abordar las causas de la obesidad. Eliminar los aceites de semillas, reducir la exposición a los estrógenos sintéticos y los campos electromagnéticos y cuidar la salud intestinal para disminuir la exposición a las endotoxinas ayudan a restablecer la función mitocondrial y el equilibrio metabólico adecuados. Estos cambios permiten que su cuerpo queme grasa de manera eficiente, regule las hormonas y mantenga un peso saludable a largo plazo.