📝HISTORIA EN BREVE

  • Las hemorroides afectan a millones de personas en Estados Unidos cada año, y permanecer sentado demasiado tiempo en el inodoro es uno de los desencadenantes ocultos
  • Usar un teléfono inteligente en el baño aumenta en un 46 % el riesgo de hemorroides porque lo mantiene sentado durante más tiempo sin apoyo pélvico
  • Las personas que usan sus teléfonos tienen más probabilidades de permanecer sentadas más de cinco minutos en el inodoro, aunque muchos no se dan cuenta de que su hábito les hace perder tiempo
  • Los adultos jóvenes son quienes usan con mayor frecuencia el teléfono en el baño, lo que significa que su riesgo de hemorroides aumenta a una edad más temprana
  • Cambios simples, como dejar el teléfono fuera del baño, cambiar la posición para sentarse en el inodoro, mantenerse hidratado y caminar todos los días, ayudan a prevenir brotes dolorosos

🩺 Por el Dr. Mercola

Las hemorroides se desarrollan cuando las venas del recto se hinchan bajo demasiada presión, lo que genera malestar, comezón, sangrado y, en ocasiones, dolor intenso. Si no se controlan, pueden progresar a irritación crónica, brotes repetidos y, en casos graves, necesidad de cirugía. Lo que muchas personas no saben es cómo los pequeños hábitos diarios promueven este proceso.

Pasar mucho tiempo sentado en el inodoro es uno de los mayores desencadenantes, aunque a menudo pasa desapercibido porque parece inofensivo. La postura genera una fuerza descendente constante sobre esas venas, y sin apoyo pélvico, se mantienen congestionadas hasta que el tejido se rompe.

Aquí es donde la vida moderna empeora las cosas. Los teléfonos inteligentes han convertido las idas al baño en descansos más prolongados y, para muchas personas, el dispositivo se ha convertido en el compañero habitual. Lo que parecen unos pocos minutos extra de navegación o lectura de noticias son suficientes para aumentar la tensión día tras día.

Reconocer esa relación es el primer paso para protegerse. Al observar cómo nuestras elecciones diarias influyen incluso en las funciones corporales más rutinarias, comenzamos a entender por qué las nuevas investigaciones han suscitado nuevas preocupaciones sobre las hemorroides y cómo prevenirlas.

Usar teléfonos inteligentes en el inodoro aumenta el riesgo de hemorroides

Un estudio publicado en PLOS One analiza si usar un teléfono inteligente mientras está en el baño aumenta el riesgo de sufrir hemorroides.1 El equipo de investigación del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston encuestó a adultos que se sometieron a una colonoscopia sobre sus hábitos en el baño, incluyendo el uso del teléfono, la alimentación, el ejercicio y los hábitos intestinales. Luego compararon esos autoinformes con los hallazgos de la colonoscopia, lo que le dio a esta investigación una base confiable ya que el diagnóstico de hemorroides se confirmó por medio de una endoscópica.

• La población del estudio fueron adultos de mediana edad y mayores: participaron un total de 125 personas, con una edad promedio entre mediados de los 50 y principios de los 60 años. Alrededor de dos tercios admitieron llevar sus teléfonos al baño, mientras que un tercio no lo hizo. Aunque todos estaban en la misma clínica para una colonoscopia, los usuarios de teléfonos inteligentes tenían algunas diferencias clave. Eran más jóvenes en promedio y tendían a hacer menos ejercicio en comparación con aquellos que dejaban sus teléfonos fuera del baño.

• Los teléfonos alargan el tiempo en el baño: la investigación reveló que el 37.3 % de los usuarios de teléfonos inteligentes pasaban más de cinco minutos por visita al baño, en comparación con solo el 7.1 % de los no usuarios. Éste fue uno de los contrastes más significativos del estudio. Aún más interesante es que solo alrededor de un tercio de esas personas reconocieron que usar el teléfono les hacía permanecer sentados más tiempo, lo que muestra una clara desconexión entre la percepción y el comportamiento.

• La prevalencia de hemorroides fue alta, en especial entre los usuarios de teléfonos: los exámenes endoscópicos mostraron que el 43 % de todos los participantes tenían hemorroides. Cuando se analizaron los datos, el uso del teléfono inteligente en el baño destacó como un factor de riesgo independiente.

Después de controlar la edad, el sexo, el índice de masa corporal, el esfuerzo, el consumo de fibra y el ejercicio, el uso de teléfonos inteligentes aún aumentó en un 46 % el riesgo de hemorroides. Esto significa que el hábito de usar el teléfono, más que el estilo de vida o la alimentación, estaba impulsando el aumento del riesgo.

• Las actividades más comunes fueron leer noticias y navegar en las redes sociales: más de la mitad de los usuarios mencionaron revisar las noticias y el 44.4 % las redes sociales mientras estaban en el baño. Estas actividades son abiertas, sin un punto natural para terminar, lo que hace que sea más fácil perder la noción del tiempo. A diferencia de leer un artículo de una revista o una columna de un periódico, la información interminable de un teléfono inteligente prolonga el tiempo que pasa sentado.

El tiempo en el baño fue más predictivo que el esfuerzo

Durante mucho tiempo, el esfuerzo durante la deposición se ha considerado el factor principal de riesgo de las hemorroides. Sin embargo, este estudio no encontró diferencias significativas en el esfuerzo entre usuarios y no usuarios de teléfonos.2 En cambio, el tiempo sentado surgió como el predictor más fuerte. Esto sugiere que su postura y la presión ininterrumpida de estar sentado en el inodoro son más importantes que el esfuerzo que realiza.

• Estar sentado por mucho tiempo hace que las venas se hinchen: los inodoros están diseñados con un asiento abierto, lo que no ofrece ningún apoyo al suelo pélvico. Pasar mucho tiempo sentado en esta posición ejerce una presión descendente continua sobre las venas del recto. Con el tiempo, esa presión agranda los cojines vasculares dentro del recto, lo que provoca hemorroides. Por el contrario, sentarse en una silla distribuye la presión de manera más uniforme y ofrece apoyo pélvico, por lo que el trabajo de escritorio no tiene el mismo efecto.

• Los usuarios de teléfonos inteligentes también tenían niveles más bajos de actividad física: los usuarios de teléfonos fijos informaron realizar menos ejercicio a la semana en comparación con los no usuarios. Esto podría indicar que el uso intensivo de teléfonos inteligentes en la vida diaria refleja patrones sedentarios más considerables. La menor circulación debido a la falta de movimiento ralentiza la curación y favorece que las venas se hinchen, lo que agrava el impacto del tiempo que pasa en el baño.

• La edad influyó en el uso de teléfonos inteligentes en el baño: las personas cercanas a los 55 años tuvieron muchas más probabilidades de usar teléfonos inteligentes en el baño que aquellas de 60 años o más. Este cambio refleja diferencias generacionales en los hábitos tecnológicos. Mientras que los adultos más jóvenes relacionan el tiempo en el baño con la multitarea, los adultos mayores tendían a tratarlo como una necesidad rápida. Esto significa que sus hábitos actuales, en especial si tiene entre 30, 40 o 50 años, podrían preparar el terreno para la aparición de hemorroides mucho antes.

• Los riesgos se pueden prevenir: limitar el uso del teléfono en el baño a menos de cinco minutos reduce en gran medida el riesgo. Los investigadores también enfatizaron que la concientización es la mitad de la batalla, ya que muchos usuarios no sabían que sus dispositivos estaban prolongando el tiempo que pasan en el baño. Al establecer pequeñas metas, como dejar el teléfono fuera del baño, toma control de su salud y reduce los comportamientos que aumentan la presión rectal.

Cómo corregir los hábitos que provocan hemorroides

Si alguna vez ha sentido el escozor, la comezón o el sangrado de las hemorroides, sabe lo mucho que afectan su vida diaria. La buena noticia es que esta afección no es algo accidental: es el resultado de hábitos que ejercen demasiada presión sobre las venas del recto. Eso significa que puede hacer algo al respecto. La forma más rápida de sentirse mejor y prevenir los brotes es detener los comportamientos que mantienen esas venas hinchadas. Aquí hay cinco pasos que pueden ayudar:

1. Deje su teléfono fuera del baño: si navega por las redes sociales o ve las noticias mientras está sentado en el inodoro, es hora de romper el hábito. Cuanto más tiempo pase sentado, más presión ejercerá sobre esas venas. Mantenga sus idas al baño cortas: menos de cinco minutos. Piénselo como un reto personal: ¿qué tan rápido y cómodo puede terminar sin distracciones?

2. Cambie su postura para una mejor deposición: su cuerpo no está diseñado para vaciarse por completo cuando se sienta con las rodillas debajo de las caderas. Esto encorva el recto y le obliga a hacer fuerza. En lugar de eso, simule una sentadilla. Coloque los pies sobre un taburete, inclínese hacia adelante con los codos sobre las rodillas o cruce una pierna sobre la otra. Estos pequeños cambios enderezan el colon para que las heces se muevan con facilidad, lo que reduce el dolor y la hinchazón.

3. Coma y beba para mantener las heces blandas: si tiene un intestino sensible, evite por ahora los granos ricos en fibra. Concéntrese en fuentes más fáciles de digerir, como la fruta y el arroz blanco. Estos alimentos alimentan a las bacterias intestinales y ayudan a restaurar la producción de energía dentro de las células, lo que favorece un revestimiento intestinal fuerte y una eliminación más fluida.

Una vez que su intestino esté sano, agregue poco a poco más alimentos ricos en fibra. También debe mantenerse hidratado todo el día (procure beber la suficiente agua para que su orina sea de color amarillo pálido). Este paso mantiene las heces blandas y evita el esfuerzo.

4. Mueva su cuerpo todos los días: si lleva un estilo de vida sedentario, su flujo sanguíneo se hace más lento y la curación toma más tiempo. La solución más sencilla es caminar. Una caminata diaria mejora la circulación en el área pélvica, ayuda a regular la digestión y reduce la presión que se acumula cuando pasa mucho tiempo sentado. Otra buena opción es el yoga, en especial con las posturas que abren las caderas y alivian la presión rectal. Durante los brotes de hemorroides, evite andar en bicicleta y levantar pesas, ya que ejercen presión sobre el área rectal.

5. Considere el tiempo en el baño como un reinicio rápido, no como un descanso: si piensa en el baño como su lugar para ponerse al día con la lectura o los mensajes, es hora de cambiar eso. El baño no es una sala. Úselo solo para lo que es, luego levántese y continúe con su día. Para ayudarle con esto, puede poner un cronómetro o desafíese a sí mismo a mantener cada visita al baño por debajo de los cinco minutos. La constancia de esta práctica es lo que evita que sus venas se vuelvan a hinchar.

Preguntas frecuentes sobre el uso de un teléfono inteligente en el baño

P: ¿Por qué usar un teléfono inteligente en el baño aumenta el riesgo de hemorroides?

R: Usar el teléfono lo hace permanecer sentado más tiempo del necesario. El asiento del inodoro no proporciona apoyo pélvico, por lo que estar sentado mucho tiempo aumenta la presión sobre las venas rectales. Con el tiempo, esa presión hace que las venas se hinchen, lo que genera hemorroides.

P: ¿Cuánto tiempo más permanecen sentadas las personas cuando usan sus teléfonos en el baño?

R: Las investigaciones demuestran que el 37.3 % de los usuarios de teléfonos inteligentes pasan más de cinco minutos por visita, en comparación con solo el 7.1 % de los no usuarios. Los minutos adicionales son suficientes para crear una tensión considerable que aumenta el riesgo de hemorroides.

P: ¿Que factor es más significativo, hacer esfuerzo o permanecer sentado, para provocar hemorroides?

R: El estudio encontró que pasar tiempo sentado fue un predictor más fuerte que esforzarse. Incluso cuando las personas no se esforzaban, el simple hecho de pasar más tiempo sentado con un teléfono en la mano aumentó en un 46 % el riesgo.

P: ¿Qué hábitos diarios ayudan a reducir los brotes de hemorroides?

R: Cinco pasos esenciales incluyen dejar el teléfono fuera del baño, simular una postura en cuclillas para facilitar la deposición, comer alimentos buenos para el intestino como frutas y arroz blanco, mantenerse hidratado y mover el cuerpo todos los días, ya se al caminar o hacer yoga.

P: ¿Se pueden prevenir las hemorroides si ya uso mi teléfono en el baño?

R: Sí. Limitar el tiempo que pasa en el baño a menos de cinco minutos, ajustar su postura, mejorar su alimentación y mantenerse activo reduce la presión sobre sus venas. Incluso los cambios pequeños, como poner un cronometro o tratar el momento de ir al baño como un reinicio rápido en lugar de un descanso, hacen una gran diferencia.


🔎 Fuentes y Referencias: