📝 HISTORIA EN BREVE
- La artritis reumatoide no es solo una enfermedad de las articulaciones, sino un trastorno de envejecimiento inmunológico acelerado, en el que el sistema inmunológico actúa como si fuese décadas mayor que la edad real
- Las personas con dolor articular temprano experimentan una menor producción de células inmunitarias nuevas y niveles más elevados de inflamación, años antes de que se diagnostique la artritis
- Las investigaciones demuestran que los pacientes con artritis reumatoide de entre 40 y 50 años tienen sistemas inmunológicos similares a los de adultos mucho mayores, con daño en el ADN y células inmunitarias agotadas
- Las células inmunitarias viejas y desgastadas, llamadas células senescentes, se acumulan en la artritis reumatoide, lo que provoca daño en las articulaciones y debilita la habilidad del cuerpo para combatir infecciones
- Algunas medidas prácticas como consumir alimentos ricos en espermidina, eliminar las células senescentes, reducir la inflamación, dormir mejor, controlar el estrés y apoyar la energía de las mitocondrias ayudan a mantener el sistema inmunológico más joven y resistente
🩺 Por el Dr. Mercola
La artritis reumatoide es una de las enfermedades autoinmunes más incapacitantes, y afecta alrededor de 1.3 millones de adultos en Estados Unidos.1 No se trata solo de articulaciones dolorosas e inflamadas, sino que esta enfermedad también erosiona de manera constante el cartílago y el hueso, y a menudo deja a las personas con deformidad, discapacidad y un riesgo mayor de enfermedad cardíaca.
Los síntomas (rigidez, fatiga y dolor en las articulaciones) son lo que la mayoría de las personas notan primero, pero el problema comienza mucho antes, en lo profundo del sistema inmunológico. Lo que hace que esta condición sea tan preocupante es la manera en que acelera el envejecimiento a nivel celular. Mucho antes de que el daño articular se haga evidente, el sistema inmunológico demuestra signos de desgaste que se suelen observar décadas más tarde.
En lugar de funcionar como un sistema de defensa joven, se comporta como uno que ha envejecido de forma prematura, ya que produce menos células inmunitarias nuevas, no repara bien el ADN y acumula células desgastadas que propagan la inflamación. Este descubrimiento hace que la artritis reumatoide pase de ser solo una enfermedad inflamatoria de las articulaciones a algo más grande, es decir, un trastorno de envejecimiento acelerado del sistema inmunológico.
Esa perspectiva explica por qué la enfermedad se asocia con otros problemas relacionados con el envejecimiento, incluyendo las enfermedades cardíacas y la osteoporosis, y por qué algunas personas progresan más rápido según su composición genética. Entender que el envejecimiento inmunológico ocurre primero significa que abordar el envejecimiento de su sistema inmunológico, en lugar de solo calmar la inflamación después de que se manifiesta, le permite obtener un diagnóstico y tratamiento más tempranos.
El envejecimiento inmunológico temprano aparece antes del diagnóstico de artritis reumatoide
Una investigación que se publicó en eBioMedicine se propuso examinar si las personas ya presentan síntomas de un sistema inmunológico "envejecido" incluso antes de que la artritis reumatoide se diagnostique de manera oficial.2 Para responder a esta pregunta, los investigadores reclutaron a 224 participantes; algunos eran controles sanos, otros tenían dolor articular temprano, algunos tenían artritis indiferenciada (problemas en las articulaciones que aún no se clasificaban como artritis reumatoide) y otros tenían artritis reumatoide recién diagnosticada o establecida.
• Las personas con dolor articular sin explicación ya presentaban cambios inmunológicos: las personas con dolor articular temprano y artritis indiferenciada tenían menos células T "ingenuas", que son células inmunitarias nuevas que suelen salir del timo (la glándula pequeña en el pecho que produce estos defensores) listas para combatir infecciones nuevas. También tenían menos "emigrantes tímicos recientes", lo que significa que su glándula del timo ya disminuía la producción de estas células frescas, que es un proceso que suele relacionarse con la vejez.
• El envejecimiento inmunológico avanzado se manifestó solo después de que se estableció la AR: otros rasgos del envejecimiento, como niveles más elevados de células inflamatorias, más células T reguladoras y una acumulación de células T "similares a las senescentes", solo se observaron en personas que ya tenían AR confirmada. Estas células senescentes son células inmunitarias que dejan de dividirse, liberan sustancias inflamatorias y actúan como si estuvieran atrapadas en la vejez, lo que provoca una inflamación constante.
• Los marcadores inflamatorios estuvieron elevados incluso antes de que apareciera la artritis: las personas con dolor articular temprano tuvieron niveles más elevados de moléculas inflamatorias en la sangre en comparación con los controles sanos. Estos marcadores aumentaron aún más a medida que se desarrolló la artritis reumatoide, lo que demuestra que la inflamación se acumula mucho antes de que la enfermedad se establezca por completo.
• El puntaje de envejecimiento inmunológico fue más elevado en los grupos previos a la enfermedad: los investigadores crearon un puntaje para medir qué tan envejecido está el sistema inmunológico de una persona en comparación con su edad real. Los pacientes con artritis indiferenciada ya tenían puntuaciones más elevadas que los controles sanos, y las puntuaciones fueron incluso más elevadas en la artritis reumatoide temprana y establecida. Esto sugiere que su sistema inmunológico podría estar más envejecido de lo que parece, lo que aumenta el riesgo de padecer artritis reumatoide.
• Los sistemas de limpieza defectuosos y los genes estresados hacen que las células inmunitarias envejezcan de forma prematura: el estudio demostró que la autofagia (que es el proceso que utilizan las células para limpiar los desechos y las partes dañadas) reducida ya estaba presente en las primeras etapas de la enfermedad. Una menor autofagia contribuye a que se acumulen células defectuosas y a una mayor inflamación. Al mismo tiempo, se alteraron los genes que se asocian con el estrés metabólico y envejecimiento celular, lo que lleva a las células inmunitarias a un estado de envejecimiento prematuro.
Si el envejecimiento inmunológico ocurre años antes de que los síntomas de AR se desarrollen por completo, eso significa que podría tratar los procesos de envejecimiento en sí (como apoyar la autofagia o eliminar las células senescentes) para retardar o prevenir que la artritis reumatoide progrese. Las investigaciones hoy en día estudian compuestos como la espermidina y los senolíticos (tratamientos diseñados para eliminar células "zombies" desgastadas que ya no funcionan de forma correcta pero que aún propagan la inflamación) con este propósito.
La artritis reumatoide acelera por décadas el deterioro del sistema inmunológico
Una revisión que se publicó en Rheumatic Disease Clinics of North America describió de manera similar cómo la artritis reumatoide no es solo una condición de articulaciones inflamadas, sino que también se relaciona con un envejecimiento inmunológico rápido.3 Los autores explicaron que las personas con artritis reumatoide a menudo presentan cambios en el sistema inmunológico que no suelen aparecer hasta 20 años después, lo que sugiere que la enfermedad se relaciona con el envejecimiento prematuro de las defensas del cuerpo.
• El sistema inmunológico de los pacientes con artritis reumatoide parecía décadas mayor que el de los pacientes saludables: los pacientes de entre 40 y 50 años con AR tenían sistemas inmunológicos similares a los de adultos mucho mayores. Esto se observó en los telómeros reducidos, que son las "tapas en los extremos" del ADN que protegen a los cromosomas de daños. Los telómeros más cortos significan que las células inmunitarias pierden la capacidad de dividirse y repararse, lo que deja al cuerpo vulnerable a infecciones e inflamación crónica.
• Los sistemas de reparación del ADN dañados fueron una característica importante: en las personas saludables, la telomerasa (una enzima que mantiene los telómeros) ayuda a las células inmunitarias a sobrevivir por más tiempo. La actividad de la telomerasa se vio afectada en los pacientes con artritis reumatoide, lo que significó que el daño al ADN se acumuló más rápido. Estas células inmunitarias dañadas comenzaron a funcionar mal, a perder tolerancia y a atacar por error los propios tejidos del cuerpo, lo que promueve el proceso autoinmune.
• Ciertos factores genéticos empeoraron este proceso: la revisión destacó que los portadores de marcadores genéticos específicos tuvieron una probabilidad mucho mayor de experimentar un deterioro inmunológico acelerado. Esto significa que algunas personas están "preparadas" a nivel genético para que su sistema inmunológico envejezca más rápido, lo que aumenta sus probabilidades de desarrollar artritis reumatoide y experimentar una progresión más severa de la enfermedad.
• El agotamiento de las células inmunitarias fue generalizado en la artritis reumatoide: se observaron cantidades grandes de células T senescentes en los pacientes con artritis reumatoide. Estas células desgastadas no solo no protegieron contra las infecciones, sino que también contribuyeron de manera activa al daño articular ya que mantienen elevados los niveles de inflamación.
• El deterioro inmunológico acelerado explicó las comorbilidades: debido a que el envejecimiento inmunológico ya estaba avanzado, los pacientes con artritis reumatoide fueron más propensos a enfermedades relacionadas con la edad, como las enfermedades cardiovasculares.
Esto demostró que la artritis reumatoide no es una enfermedad aislada, sino parte de un problema más amplio de envejecimiento prematuro, en el cual los mismos procesos que dañan las articulaciones también debilitan el corazón, los huesos y los vasos sanguíneos. Esto dio a los pacientes una razón nueva para considerar la artritis reumatoide como una enfermedad autoinmune y un trastorno del envejecimiento.
Estrategias para retardar el envejecimiento inmunológico y reducir el riesgo de artritis reumatoide
Si su sistema inmunológico actúa como si fuera mayor de lo que es, lo mejor que puede hacer es concentrarse en ralentizar ese proceso de envejecimiento. Las investigaciones demuestran que la artritis reumatoide se desarrolla cuando las defensas se debilitan años antes de tiempo. Por lo tanto, el objetivo es proteger y restaurar la juventud del sistema inmunológico. Esto significa que debe proporcionarle a sus células las herramientas necesarias para reparar el daño, reducir la inflamación y eliminar las células inmunitarias envejecidas y disfuncionales antes de que causen daño.
1. Mejore el sistema de limpieza de su cuerpo con alimentos ricos en espermidina: la espermidina es una molécula antienvejecimiento y una poliamina natural que activa el proceso de autofagia que utilizan las células para "autolimpiarse" al descomponer y reciclar los desechos. Esto mantiene su sistema inmunológico más joven, favorece la longevidad y ayuda a que su cuerpo funcione con más efectividad.
La espermidina se encuentra en alimentos como el queso curado, los productos de soya fermentados como el natto, los hongos, las peras y las papas.
En estudios realizados con animales, la espermidina incluso revirtió la disminución de la fertilidad en ratones más viejos, lo que demuestra su gran efectividad para retardar el envejecimiento a nivel celular y sugiere beneficios reales para los humanos.4 Cuando agrega estos alimentos, le da a sus células las herramientas para mantenerse alertas y resistentes.
2. Reduzca la inflamación a través de sus decisiones cotidianas: los niveles elevados de inflamación promueven el envejecimiento inmunológico prematuro. Puede reducirlos si evita los aceites vegetales con un contenido elevado de ácido linoleico (AL), deja de consumir alimentos ultraprocesados y opta por vegetales y frutas coloridas y hierbas como la cúrcuma y el jengibre. Estos alimentos reducen las señales que hacen que el sistema inmunológico se sobreactive.
3. Elimine las células inmunitarias desgastadas con estrategias senolíticas: las células senescentes son células inmunitarias que dejan de funcionar pero aún emiten señales tóxicas. Si siempre está cansado o dolorido, es bueno saber que el ejercicio, la quercetina, y compuestos como la fisetina de las fresas son senolíticos naturales que ayudan al cuerpo a eliminar estas células envejecidas y dejan espacio para otras más saludables.
4. Fortalezca sus defensas con un sueño de calidad y control del estrés: una de las formas más rápidas en que su sistema inmunológico envejece es por dormir mal y estar bajo estrés constante. Cuando no duerme de manera profunda, su cuerpo produce más sustancias químicas inflamatorias y, cuando vive en un estado de estrés, esas señales permanecen activadas, lo que desgasta sus defensas.
Priorizar el sueño (acostarse a la misma hora todas las noches, mantener la habitación fresca y oscura, y evitar las pantallas antes de dormir) le da tiempo al cuerpo para repararse y reiniciarse.
Si lo combina con prácticas diarias para liberar el estrés como respirar lento, meditar o dar un paseo al aire libre, reducirá los factores internos que hacen que el sistema inmunológico envejezca de forma prematura. No se trata solo de sentirse más tranquilo, sino de ralentizar de forma directa los procesos que llevan al cuerpo hacia la enfermedad.
5. Utilice nutrientes específicos para recargar el metabolismo inmunológico: cuando su sistema inmunológico está envejeciendo, comienzan a fallar las mitocondrias, que son las fuentes de energía. Algunos nutrientes como el magnesio, las vitaminas B y los potenciadores de NAD+ le brindan a las mitocondrias el apoyo que necesitan.
Le recomiendo suplementar con 50 miligramos (mg) de niacinamida de tres a cuatro veces al día, distribuidos de manera uniforme a lo largo del día para mantener la producción de NAD⁺. Piense en ello como si recargara las baterías de su sistema inmunológico para que funcione como si fuera mucho más joven.
Preguntas frecuentes sobre la artritis reumatoide y el envejecimiento inmunológico
P: ¿Qué es la artritis reumatoide y por qué es tan grave?
R: La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunológico ataca las articulaciones, lo que produce dolor, rigidez, inflamación y fatiga. Con el tiempo, destruye el cartílago y el hueso, lo que causa deformidad y discapacidad. También aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, osteoporosis y una esperanza de vida más corta. Alrededor de 1.3 millones de adultos en Estados Unidos la padecen.
P: ¿Cómo se relaciona el envejecimiento inmunológico con la artritis reumatoide?
R: Las investigaciones demuestran que el sistema inmunológico comienza a actuar décadas más viejo en personas con problemas articulares tempranos, incluso antes de que se desarrolle la artritis reumatoide por completo. En lugar de producir células inmunitarias nuevas, el cuerpo ralentiza la renovación celular y acumula células desgastadas que favorecen la inflamación. Esto significa que el envejecimiento prematuro del sistema inmunológico es la causa de la artritis reumatoide, y no solo que se produce tras el inicio de la enfermedad.
P: ¿Qué demostró la investigación sobre los pacientes con artritis reumatoide?
R: Un estudio descubrió que las personas con dolor articular temprano tenían menos células inmunitarias nuevas y marcadores inflamatorios más elevados, lo que demuestra que su sistema inmunológico ya estaba envejecido.5 Una revisión independiente descubrió que los pacientes de entre 40 y 50 años tenían sistemas inmunológicos similares a los de adultos mucho mayores, con daño en el ADN y células inmunitarias agotadas.6 En conjunto, estos hallazgos demuestran que el envejecimiento inmunológico es la causa subyacente de la artritis reumatoide.
P: ¿Qué son las células senescentes y por qué son importantes en la artritis reumatoide?
R: Las células senescentes son células inmunitarias viejas y desgastadas que dejan de dividirse pero aún liberan señales inflamatorias dañinas. En la artritis reumatoide, estas células se acumulan y provocan daño a las articulaciones, a la vez que debilitan la habilidad del cuerpo para combatir infecciones. Eliminarlas con estrategias senolíticas como el ejercicio, la quercetina y la fisetina ayuda a restablecer el equilibrio inmunológico y reduce la progresión de la enfermedad.
P: ¿Qué estrategias prácticas ayudan a retardar el envejecimiento inmunológico y disminuir el riesgo de artritis reumatoide?
R: Puede retrasar el envejecimiento inmunológico si se concentra en cinco estrategias clave. Estas medidas ayudan a mantener su sistema inmunológico más joven, fuerte y resistente contra la artritis reumatoide.
•Consuma alimentos ricos en espermidina, como queso curado, soya fermentada, hongos, peras y papas, para estimular la limpieza celular.
•Elimine los aceites vegetales con un contenido elevado de AL y los alimentos ultraprocesados; opte por hierbas antiinflamatorias y frutas y vegetales coloridos.
•Utilice estrategias senolíticas como el ejercicio, la quercetina y la fisetina para eliminar las células inmunitarias desgastadas.
•Priorice dormir bien y las prácticas de manejo del estrés diario.
•Apoye sus mitocondrias con suplementos de magnesio, vitaminas B y 50 mg de niacinamida de tres a cuatro veces al día para mantener la producción de NAD⁺.
