📝HISTORIA EN BREVE

  • Los antidepresivos como los ISRS se relacionan con efectos secundarios como la hiponatremia, que es un problema de salud que se produce por tener niveles bajos de sodio, lo que altera la función de los nervios y los músculos
  • El riesgo es mayor durante las dos primeras semanas de tratamiento, cuando los niveles de sodio bajan demasiado, lo que puede provocar síntomas como confusión, convulsiones o desmayos
  • Las personas de edad avanzada, en especial las mujeres mayores de 80 años, son las más vulnerables, ya que casi 1 de cada 15 experimenta una pérdida importante de sodio cuando comienzan a tomar estos medicamentos
  • La hiponatremia inducida por fármacos causa síntomas similares a la ansiedad o la depresión, y eso provoca diagnósticos erróneos y uso innecesario de medicamentos
  • Existen alternativas más seguras para mejorar el estado de ánimo sin exponerse a los peligros de los medicamentos, tales como optimizar su alimentación, reponer vitaminas y minerales clave, hacer ejercicio todos los días, exponerse a la luz del sol y dormir bien

🩺Por el Dr. Mercola

La hiponatremia o niveles bajos de sodio, es uno de los desequilibrios de electrolitos más comunes en entornos clínicos, y sus efectos pueden ser catastróficos. Sus nervios y músculos necesitan sodio para funcionar de forma correcta. Cuando los niveles bajan, aunque sea un poco, se sentirá agotado, confundido o tembloroso. Si la situación empeora, comienzan a aparecer síntomas como náuseas, convulsiones o desmayos. En los casos más graves, el desequilibrio de sodio puede hacer que una persona termine en el hospital, sufra deterioro cognitivo permanente e incluso la muerte.

Los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), son el tipo de medicamento que más se prescribe para tratar trastornos del estado de ánimo, y a pesar de que se relacionan con una serie de efectos secundarios, hay uno que suele pasar desapercibido. Y sus consecuencias pueden ser graves, ya que se relacionan con problemas como caídas, fracturas y deterioro de la salud mental. Las personas de edad avanzada, en especial las mujeres, son más vulnerables, ya que incluso su uso a corto plazo provoca cambios importantes en el control del sodio.

La gravedad del daño varía según el medicamento, la dosis y la duración de su uso, pero el resultado siempre es impredecible y, en ocasiones, catastrófico. Las investigaciones demuestran que estos medicamentos alteran el equilibrio de sodio de forma peligrosa, y un estudio sólido que se realizó con el objetivo de analizar mejor este problema determinó la rapidez y la gravedad con la que se produce esa pérdida de sodio.

Estudio relaciona el uso de antidepresivos con un desequilibrio grave en los niveles de sodio

Un estudio que se publicó en el European Journal of Endocrinology analizó la relación entre el uso de antidepresivos y la pérdida de sodio.1 Los investigadores analizaron los datos de 234 217 adultos que acababan de empezar a tomar ISRS o venlafaxina (Effexor) para determinar con qué frecuencia los niveles de sodio bajaban a niveles peligrosos.

• Miles de personas experimentaron niveles demasiado bajos de sodio: entre los participantes, 3999 desarrollaron hiponatremia, que en este estudio se define como niveles de sodio por debajo de 125 mmol/l. Para entenderlo mejor, los niveles normales de sodio son entre 135 y 145 mmol/l, por lo que, un nivel de 125 no representa una pequeña reducción; sino el nivel en el que comienzan a aparecer problemas como convulsiones, confusión y hospitalización. Por esa razón, este problema de salud se clasifica como "profundo”.

• El riesgo incrementa justo después de comenzar a tomar medicamentos: los datos demuestran que el mayor peligro se produjo durante los primeros 14 días de tratamiento. De hecho, las personas que acababan de empezar a tomar antidepresivos tenían un riesgo 10 veces mayor de desarrollar hiponatremia profunda.

• Las personas de edad avanzada y las mujeres son las más vulnerables: las mujeres de edad avanzada fueron el grupo más vulnerable, ya que casi 1 de cada 15 mujeres mayores de 80 años desarrollaron hiponatremia profunda después de comenzar el tratamiento. Esto demuestra la importancia de la edad y el sexo al momento de predecir los efectos secundarios, que son factores que no suelen considerarse cuando se prescribe algún medicamento.

• El problema se debe a la retención excesiva de agua: los ISRS y la venlafaxina alteran los niveles de sodio a través de un trastorno que se conoce como síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH). En otras palabras, estos medicamentos hacen que el cuerpo libere niveles elevados de la hormona antidiurética, lo que provoca que los riñones retengan agua.

Cuando el cuerpo retiene demasiada agua, se diluye el sodio en la sangre, algo muy similar a lo que sucede cuando se diluye una sopa con agua, esto provoca que la concentración de sodio caiga por debajo del nivel que los nervios y los músculos necesitan para funcionar de forma correcta. El estudio realizó un seguimiento de los ingresos hospitalarios a causa de este problema.

La hiponatremia inducida por antidepresivos provoca ansiedad

El investigador Georgi Dinkov, experto en bioenergía, afirma que: los antidepresivos que se supone que controlan la ansiedad, en realidad hacen todo lo contrario debido a su efecto en los niveles de sodio.2 Esta situación causa la misma agitación, pánico y miedo que definen los trastornos de ansiedad, lo que significa que provocan los mismos síntomas que trata de evitar en primer lugar.

• Un ciclo de retroalimentación: cuando bajan los niveles de sodio, los pacientes suelen sentirse más inquietos, temerosos o paranoicos. En lugar de identificar que se trata de un efecto secundario del medicamento, los médicos suelen diagnosticar de forma errónea que se trata de un "empeoramiento de la ansiedad", e incrementan las dosis o prescriben otros medicamentos. De esta forma, el tratamiento causa el mismo problema que pretende solucionar.

• Un peligro que se conoce desde hace mucho tiempo, pero deciden ignorar: según Georgi Dinkov, los riesgos de la hiponatremia inducida por ISRS se conocen desde hace décadas. Pero, prefieren ignorarlos y clasificarlos como efectos secundarios poco comunes, en lugar de reconocerlos como el peligro que son. Georgi afirma que, esta postura no es más que negligencia deliberada, ya que el sistema se beneficia cuando los pacientes se mantienen en un bucle de medicamentos y síntomas que van de mal en peor.

• El sodio es la fuente de energía de su cerebro: imagine el sodio como la carga eléctrica que activa los circuitos de su cerebro. Cuando esa carga disminuye, el sistema comienza a fallar, es como un teléfono que trata de funcionar con el 5 % de batería. Y ¿cuál es el resultado? Cambios de humor, miedos irracionales y ataques de pánico, que son los mismos síntomas que causa el trastorno de ansiedad grave.

• La importancia de reconocer el patrón: si comienza a experimentar síntomas de ansiedad poco después de comenzar a tomar uno de estos medicamentos, no asuma que “su condición está empeorando”, ya que lo más probable es que se deba a que su cerebro no está recibiendo la cantidad de combustible que necesita para funcionar de forma correcta. Esta información le da el poder de hacer las preguntas correctas, mantener sus niveles de sodio bajo control y evitar el bucle de medicamentos.

Metaanálisis confirma el impacto de los antidepresivos en los niveles de sodio

Una investigación que se publicó en BMC Pharmacology and Toxicology recopiló los hallazgos de 38 estudios, que involucraron a más de 3.9 millones de personas en todo el mundo. 3 Este tipo de revisión, que se conoce como metaanálisis, es muy efectiva porque combina los datos de muchos estudios para encontrar patrones que los ensayos más pequeños no logran identificar. El objetivo fue determinar qué tan estrecha es la relación entre los antidepresivos, como clase de medicamentos, y los niveles bajos de sodio.

• Alrededor del 6 % de las personas que tomaron antidepresivos desarrollaron hiponatremia: en todos los estudios, alrededor del 6 % de las personas que tomaron antidepresivos desarrollaron hiponatremia que se consideró clínicamente significativa. Eso significa que alrededor de seis de cada 100 personas a las que se prescribieron estos medicamentos terminaron con niveles de sodio demasiado bajos. A escala mundial, esta cifra se traduce en millones de personas.

• Ciertos medicamentos fueron más peligrosos que otros: la revisión clasificó los medicamentos según su riesgo. La fluoxetina (Prozac) y la venlafaxina (Effexor) fueron las más peligrosas, ya que se relacionaron con mayores tasas de hiponatremia que otros antidepresivos. Por ejemplo, la sertralina (Zoloft) y la duloxetina (Cymbalta) representaron riesgos menores, pero significativos.

Un análisis independiente que involucró a 17 439 pacientes descubrió que, los problemas de sodio no solo son “eventos raros”,4 ya que alrededor de 1 de cada 10 personas desarrolló hiponatremia en un plazo de tres años y en este estudio, la duloxetina se consideró el medicamento de mayor riesgo. Mientras que, el bupropión (Wellbutrin XL) y la paroxetina (Paxil) representaron el menor riesgo.

• Las personas de edad avanzada son el grupo más vulnerable: la edad también fue un factor decisivo en este análisis. Las poblaciones de edad avanzada, sobre todo las personas mayores de 65 años, tuvieron el mayor riesgo de pérdida de sodio. Esto significa que si su padre de edad avanzada o abuelo toma antidepresivos y experimenta síntomas como mareos, confusión o cambios repentinos de humor, no se conforme si le dicen que es “parte normal del envejecimiento”.

La sertralina y su efecto en los niveles de sodio

Un informe que se publicó en Cureus menciona la historia de una mujer de 68 años que se desplomó en su residencia de ancianos casi un mes después de comenzar a tomar sertralina. 5 Sus niveles de sodio eran de 104 mmol/l, que está muy por debajo del rango saludable. A este nivel, el cerebro y el cuerpo suelen colapsar, lo que provoca convulsiones, coma o incluso la muerte. Sus primeros síntomas fueron mareos, náuseas y desmayos.

• El medicamento provocó que su cuerpo retuviera demasiada agua: los médicos descubrieron que la sertralina causó SIADH. Sus análisis mostraron que estaba perdiendo sodio a través de la orina mientras su cuerpo aún retenía agua; que es una combinación peligrosa.

• Requirió atención intensiva para estabilizarse: para solucionar el problema, ingresó en la unidad de cuidados intensivos y se le administró una solución salina por vía intravenosa, mientras su consumo de líquidos se limitó a 1 litro al día. Su nivel de sodio se incrementó de formar gradual para evitar que su cerebro se inflamara a causa de los cambios bruscos. Los médicos suspendieron la sertralina de forma permanente y sus niveles de sodio volvieron a la normalidad a lo largo de varios días.

• Los niveles bajos de sodio incrementan el riesgo de caídas y fracturas: el colapso de la mujer no fue cuestión de mala suerte. La hiponatremia grave debilita los huesos e incrementa el riesgo de caídas, lo que crea un ciclo de lesiones, hospitalizaciones y deterioro de la salud. En personas de edad avanzada, incluso un pequeño desequilibrio de sodio puede causar complicaciones graves.

La ansiedad no es la culpable, son los medicamentos

Un estudio que se publicó en la revista Medicine e involucró a personas con ansiedad que vivían en Israel, tuvo como objetivo determinar si los niveles bajos de sodio eran el resultado de la ansiedad en sí o del uso de ISRS.6 Los investigadores compararon a 3520 personas con ansiedad diagnosticada que comenzaron a recibir un ISRS con 6985 adultos sin ansiedad que no tomaron ISRS, y volvieron a realizar análisis de laboratorio después del inicio del ISRS para ver qué cambió.

• Antes de tomar cualquier ISRS, las personas con ansiedad tenían niveles normales de sodio como todos los demás: los niveles de sodio previos al tratamiento eran similares en ambos grupos, e incluso los casos de hiponatremia eran menos comunes en el grupo de ansiedad que en el grupo de control (2.2 % y 3.3 %). Eso significa que la ansiedad por sí sola no causó los niveles bajos de sodio en este conjunto de datos; los análisis de laboratorio iniciales tampoco indicaron una hidratación excesiva.

• Después de comenzar a tomar un ISRS, bajaron los niveles de sodio e incrementaron los casos de hiponatremia: una vez que comenzó el tratamiento, el sodio promedio bajó un poco y los casos de hiponatremia incrementaron en casi un 50 %, pasaron del 2.6 % al 3.9 %. El cambio ocurrió después de comenzar a tomar el medicamento, no antes; por lo tanto, si comenzó a sentirse peor o experimentó mareos después de tomar un nuevo ISRS, significa que debe analizar sus niveles de sodio.

• Los niveles limítrofes de sodio también se volvieron más comunes con la terapia de ISRS: los casos de niveles limítrofes (justo por debajo de lo normal) incrementaron del 35.3 % al 40.7 % después de comenzar a tomar ISRS, lo que indica que casi siempre bajan los niveles de sodio, incluso si no todos alcanzan el nivel que se considera hiponatremia completa.

• El mito de “beber agua” por ansiedad: el estudio no encontró evidencia de que las personas con ansiedad tuvieran una hidratación excesiva al inicio; ya que los marcadores indirectos de hidratación fueron similares a los controles y el sodio parecía estable antes de comenzar a tomar un medicamento. Esto desmiente el mito de beber agua por ansiedad, y más bien relaciona la hidratación excesiva con el uso de antidepresivos.

Estrategias naturales para mejorar su estado de ánimo y recuperar su vitalidad

Los antidepresivos no solucionan las causas subyacentes de la depresión. Solo enmascaran los síntomas, mientras causan otros problemas, como el desequilibrio de sodio en su cuerpo. Por esa razón, siempre la mejor estrategia es darle a su cuerpo las herramientas que necesita para producir energía, proteger su cerebro y mantener una sensación de calma sin tener que recurrir a medicamentos peligrosos. Aquí algunas estrategias prácticas y naturales:

1. Comer alimentos que refuerzan la salud del cerebro: su mente depende de un suministro constante de energía. Si sus células no producen suficiente energía, comenzarán a surgir síntomas como fatiga y otros problemas de estado de ánimo. Es importante consumir carbohidratos fáciles de digerir, como fruta y arroz blanco. La mayoría de las personas toleran unos 250 gramos al día, pero si es una persona deportista, es posible que necesites más.

Eliminar los aceites vegetales y alimentos procesados con alto contenido de ácido linoleico (AL) de su alimentación, ya que deterioran sus mitocondrias, que son la fuente de energía de sus células. Mejor, cocine con grasas saturadas estables como la mantequilla de vacas alimentadas con pastura, ghee o sebo de res. Cuando sus células están en óptimas condiciones, su estado de ánimo y su concentración mejoran de forma natural.

2. Reponer los nutrientes que se relacionan con el equilibrio emocional: los niveles bajos de ciertas vitaminas y minerales son factores que suelen ignorarse al momento de diagnosticar depresión. Por ejemplo, el magnesio ayuda a que su sistema nervioso se relaje y suele agotarse como resultado del estrés.

Las vitaminas del complejo B también son importantes: la deficiencia de niacina (B3) se relaciona con la paranoia y la agitación, mientras que un nivel demasiado bajo de tiamina (B1) puede causar irritabilidad y problemas de sueño. Coma alimentos nutritivos como huevos de gallinas camperas y vegetales de hoja verde. Si su alimentación no es suficiente, que suele ser el caso del magnesio, entonces recurra a un suplemento de alta calidad para optimizar sus niveles.

3. Hacer del movimiento un hábito diario: la actividad física es una de las formas más confiables de mejorar el estado de ánimo de forma natural. Incluso una actividad ligera como caminar, estirar o andar en bicicleta a un ritmo suave mejora la circulación, equilibra las hormonas y estimula la producción de sustancias químicas cerebrales que producen una sensación de bienestar. No tiene que matarse en el gimnasio; breves ráfagas de movimiento a una intensidad moderada será suficiente para obtener resultados.

4. Exponerse a la luz del sol: los beneficios de la exposición a la luz del sol no se limitan a la producción de vitamina D, también estimula la liberación de endorfinas y promueve la energía celular. Pase tiempo al aire libre todos los días, en especial por la mañana para sincronizar su reloj interno.

Un nivel de vitamina D entre 60 y 80 ng/ml es ideal para estabilizar su estado de ánimo, así que es importante que analice sus niveles. Si consume aceites semillas, su piel es más propensa a quemarse; en este caso, opte por exponerse al sol a primera hora de la mañana o al final de la tarde hasta que haya eliminado estos aceites de su alimentación durante algunos meses.

5. Restablecer el equilibrio a través del sueño y la relajación: el sueño es el momento en el que se repara su cuerpo y por esa razón es fundamental para una buena salud emocional. Salga al aire libre poco después de despertarse para sincronizar su ritmo circadiano, luego cree un ritual nocturno que indique que es hora de acostarse: atenúe las luces, evite las pantallas y mantenga su habitación en completa oscuridad.

Durante el día, practique técnicas para controlar el estrés como la respiración profunda, la meditación o la Técnica de Libertad Emocional (EFT). Estas herramientas enseñan a su cuerpo a mantener la calma, de modo que las hormonas del estrés no controlen su cerebro.

Si se siente desesperado o experimenta pensamientos suicidas, comuníquese al número gratuito de la Línea Nacional de Prevención del Suicidio, al 988, llame al 911, o visite el servicio de urgencias del hospital más cercano.

En el Reino Unido e Irlanda, puede encontrar los números de la línea de ayuda en TherapyRoute.com. Para otros países, haga una búsqueda, solo ponga el nombre de su país y “línea directa de suicidio”. Y, recuerde que, no hay manera que pueda hacer planes a largo plazo para hacer cambios en el estilo de vida si se encuentra en medio de una crisis.

Preguntas frecuentes sobre el efecto de los antidepresivos en los niveles de sodio

P: ¿Qué es la hiponatremia y por qué es importante?

R: La hiponatremia es un problema de salud que se produce cuando tiene niveles demasiado bajos de sodio. El sodio es como la batería que activa sus nervios y músculos; cuando sus niveles son demasiado bajos, su cerebro y su cuerpo no pueden funcionar de forma correcta. Los síntomas varían desde fatiga y confusión hasta convulsiones, caídas e incluso la muerte en casos graves.

P: ¿Por qué los antidepresivos bajan los niveles de sodio?

R: Los medicamentos como los ISRS y la venlafaxina hacen que su cuerpo libere demasiada hormona antidiurética. Esto le indica a sus riñones que retengan agua, lo que diluye el sodio en la sangre. La pérdida de sodio se produce rápido, en especial durante las dos primeras semanas de tratamiento.

P: ¿Quiénes tienen mayor riesgo de hiponatremia inducida por antidepresivos?

R: Las personas de edad avanzada, sobre todo las mujeres, son las más vulnerables. En un estudio de largo alcance, casi 1 de cada 15 mujeres mayores de 80 años desarrolló niveles demasiado bajos de sodio después de comenzar a tomar antidepresivos.7 Pero cualquiera que tome estos medicamentos, incluso los adultos jóvenes, puede experimentar este problema.

P: ¿Por qué los médicos no logran identificar estas señales de alarma?

R: Los síntomas de los niveles bajos de sodio se parecen mucho a los que se producen cuando empeora la ansiedad o depresión, ya que incluyen agitación, paranoia, cambios de humor y confusión. Por esta razón, los médicos suelen incrementar las dosis o recurrir a más medicamentos en lugar de comprobar si hay un desequilibrio de sodio, lo que provoca que el paciente entre en un bucle de medicamentos que suele ser muy dañino.

P: ¿Cuáles son las formas más seguras y naturales de mejorar el estado de ánimo y los niveles de energía?

R: En lugar de enmascarar los síntomas con pastillas, refuerce las salud de su cerebro a través de su alimentación, restaure nutrientes clave como el magnesio y las vitaminas B, manténgase en movimiento, expóngase a la luz del sol y duerma bien. Estas estrategias abordan las causas subyacentes de la falta de energía y la ansiedad sin crear nuevos riesgos.