📝HISTORIA EN BREVE
- El TDAH afecta a más de 7 millones de niños en Estados Unidos, muchos de los cuales experimentan síntomas de moderados a graves; sin embargo, casi un tercio no recibe tratamiento, lo que destaca la necesidad de soluciones más amplias e integrales
- Las investigaciones demuestran que los niños con TDAH tienen una probabilidad mayor de sufrir deficiencia de magnesio, lo que altera los neurotransmisores, la respuesta al estrés y la señalización cerebral. Esto empeora la hiperactividad, la impulsividad, la falta de atención y la inestabilidad emocional
- Los ensayos clínicos demuestran que suplementar con magnesio mejora el comportamiento, la concentración y las interacciones sociales en los niños con TDAH, y se observaron los mayores beneficios en los casos en los que se corrige una deficiencia subyacente de magnesio
- La alimentación por sí sola no suele ser suficiente para restablecer los niveles óptimos de magnesio, debido al agotamiento del suelo y a la mala absorción. Los suplementos de magnesio, como el glicinato, el malato o el L-treonato, son herramientas efectivas
- Las estrategias ambientales y de estilo de vida, como reducir la exposición a pesticidas y productos químicos, así como mejorar la salud intestinal, ayudan a controlar o reducir los síntomas del TDAH de forma natural
🩺Por el Dr. Mercola
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se define por patrones persistentes de falta de atención, hiperactividad e impulsividad que afectan el funcionamiento diario. El TDAH se ha convertido en uno de los trastornos del neurodesarrollo más comunes. En Estados Unidos, se estima que 7.1 millones de niños de entre 3 y 17 años (alrededor de uno de cada nueve) han sido diagnosticados con TDAH.1
De estos, el 58.1 % se clasifican como personas con síntomas moderados a graves, pero casi el 30.1 % nunca ha recibido ningún tipo de tratamiento.2 A medida que la prevalencia del TDAH va en aumento, los investigadores se han centrado no solo en el manejo de los síntomas, sino también en los factores subyacentes que dan forma al desarrollo del cerebro y al comportamiento.
Se ha demostrado que la nutrición es una de esas influencias importantes, ya que afecta a los sistemas que se encargan de la concentración, el estado de ánimo y la autorregulación. Entre los nutrientes más estudiados en relación con el TDAH, el magnesio ha despertado un interés cada vez mayor por su gran influencia en los desafíos conductuales y cognitivos que se asocian a esta afección.
Cómo funciona el magnesio en el cerebro y el sistema nervioso
El magnesio es fundamental para mantener el cerebro y el sistema nervioso en equilibrio. Este nutriente funciona en la intersección de la señalización eléctrica, la comunicación química y la regulación del estrés, los cuales son procesos que moldean cómo pensamos, sentimos y nos comportamos. Estos sistemas se vuelven inestables cuando los niveles de magnesio son bajos, lo que a menudo se refleja en las dificultades principales del TDAH. Algunas de las funciones más importantes de este mineral incluyen:3,4,5
• Regular la excitación del cerebro a través del control del glutamato: el magnesio tiene un efecto directo en la regulación de los receptores NMDA que modulan la actividad del glutamato, que es el principal neurotransmisor excitatorio del cerebro. Cuando los niveles de magnesio son adecuados, estos receptores permanecen activados de manera correcta, lo que evita que haya un exceso de estimulación.
Cuando los niveles de magnesio son bajos, la actividad del glutamato se descontrola, lo que provoca una mayor excitabilidad del cerebro. Esta sobreestimulación contribuye a la agitación, la reactividad emocional, la dificultad para calmar la mente y el cuerpo, y el comportamiento impulsivo, las cuales son características fundamentales del TDAH.
• Favorece el estado de ánimo y la atención a través del equilibrio de los neurotransmisores: el magnesio también influye en la síntesis y regulación de los niveles de dopamina y serotonina, que son dos neurotransmisores esenciales para la concentración, la motivación y el control emocional. Estos sistemas suelen estar desajustados en el TDAH. La deficiencia de magnesio altera su equilibrio, lo que aumenta la probabilidad de inestabilidad emocional, dificultades de atención y baja tolerancia a la frustración.
• Modula la respuesta al estrés y los niveles de cortisol: el magnesio ayuda a regular la liberación de cortisol, que es la hormona principal del estrés en el cuerpo. En los niños que ya son propensos a la sobreestimulación, la deficiencia de magnesio dificulta la recuperación de los factores estresantes de la rutina. Esto aumenta la tensión basal y promueve ciclos de comportamiento desregulado que se suelen observar en el TDAH.
• Reduce el estrés oxidativo y la inflamación: varios estudios demuestran que los niños con TDAH tienen niveles más elevados de marcadores inflamatorios. El magnesio actúa como un antiinflamatorio natural en el cerebro, lo que reduce el estrés oxidativo y estabiliza la comunicación neuronal. Restablecer un nivel adecuado contribuye a un estado de ánimo más tranquilo, una mayor estabilidad emocional y menos episodios de comportamiento disruptivo.
• Mejora la calidad del sueño y la regulación del ritmo circadiano: el bajo nivel de magnesio se relaciona con la inquietud, la dificultad para conciliar el sueño y el despertarse con frecuencia. El magnesio estimula la producción de melatonina y calma el sistema nervioso, lo que ayuda a los niños a dormir bien, al igual que mejora de manera indirecta su concentración, estado de ánimo y comportamiento durante el día.
• Mejora la plasticidad sináptica para el aprendizaje y la memoria: el magnesio fortalece la habilidad del cerebro para formar y reforzar conexiones neuronales, lo cual es un proceso esencial para el aprendizaje y la adaptación. Aunque pocos estudios lo han medido de manera directa, las observaciones en el aula sugieren que tomar suplementos mejora la atención y el rendimiento en las tareas, lo que favorece la capacidad de aprendizaje a largo plazo.
• Promueve la producción de energía del cerebro: el magnesio es necesario para más de 300 reacciones enzimáticas en el cuerpo, incluyendo aquellas que generan adenosín trifosfato (ATP), que es la fuente principal de energía del cerebro. Sin el nivel suficiente de magnesio, las neuronas no pueden producir ni mantener de manera efectiva la energía necesaria para la concentración, el procesamiento de información o la regulación del comportamiento a lo largo del tiempo.
Para las familias que lidian con el TDAH, el magnesio es un nutriente que merece mucha atención.
Efectos de la suplementación con magnesio en el TDAH
La evidencia sugiere que los niños con TDAH tienen más probabilidades de tener bajos niveles de magnesio, mientras que la suplementación en las personas con deficiencia ha demostrado beneficios cuantificables. La solidez de los hallazgos varía, pero algunos estudios clínicos respaldan el efecto del magnesio en la mejora de los síntomas.
• Los niños con TDAH a menudo tienen niveles más bajos de magnesio: un metaanálisis exhaustivo que se publicó en la revista Psychiatry Research descubrió que los niños con TDAH tuvieron niveles de magnesio sérico 0.105 mmol/L más bajos que los niños sin la condición. "La evidencia de este metaanálisis apoya la teoría de que existe una relación inversa entre la deficiencia de magnesio sérico y el TDAH", concluyeron los autores.6
• Los ensayos clínicos demuestran una mejora de los síntomas con la suplementación: un ensayo controlado aleatorio en Egipto incluyó a niños de 5 a 12 años con TDAH, el 72 % de los cuales tenían deficiencia de magnesio al inicio del estudio. Los participantes recibieron magnesio junto con su atención estándar durante ocho semanas, mientras que el grupo de control solo continuó con la atención estándar.
Al finalizar el ensayo, el grupo de magnesio experimentó mejoras significativas en la hiperactividad, la impulsividad y la interacción social, con mejoras conductuales confirmadas en escalas de calificación estandarizadas para el TDAH y pruebas de función ejecutiva. 7
• El magnesio combinado con vitamina D mejoró los resultados: en un ensayo clínico doble ciego controlado con placebo que se realizó en Irán, los niños con TDAH que ya recibían metilfenidato (un medicamento común para el TDAH) fueron asignados de forma aleatoria para recibir magnesio más vitamina D o un placebo durante ocho semanas.
El grupo que recibió el suplemento experimentó mejoras significativas en las evaluaciones conductuales estandarizadas en comparación con el grupo placebo. En concreto, presentaron menores problemas de conducta, dificultades sociales y síntomas de ansiedad y timidez, aunque las molestias psicosomáticas no cambiaron. 8
¿Por qué el magnesio de los alimentos ya no es suficiente?
Incluso cuando consumen una alimentación rica en nutrientes y abundante en vegetales, muchas personas aún tienen niveles bajos de magnesio, no por malas elecciones, sino porque la agricultura moderna lo ha agotado del suelo. Los vegetales actuales contienen solo una fracción del magnesio que contenían antes, lo que significa que su familia podría alimentarse bien y aun así no alcanzar la cantidad necesaria.
• El agotamiento del suelo ha eliminado el magnesio del suministro de alimentos: las prácticas agrícolas modernas han agotado el magnesio de la capa superior del suelo, lo que ha provocado que los productos cultivados con fines comerciales tengan niveles mucho más bajos que en el pasado. Incluso una alimentación rica en vegetales de hoja verde no es suficiente, y por lo general solo se absorbe entre el 30 % y el 40 % del magnesio que se consume, ya que la salud intestinal, el ácido estomacal y el equilibrio de nutrientes influyen en la cantidad que utiliza el cuerpo.9
• La alimentación por sí sola no satisface las necesidades del cerebro en el TDAH: aunque la alimentación constituye la base, puede haber una excepción en la forma en que se obtiene el magnesio. En el TDAH, en el cual el sistema nervioso está sobreestimulado y las vías reguladoras están sobrecargadas, a menudo se requiere tomar suplementos para restablecer la calma, mejorar la concentración y favorecer el equilibrio de los neurotransmisores. Recurrir solo a la alimentación rara vez proporciona lo suficiente para corregir estas deficiencias.
• Evite los frutos secos y las semillas, a pesar de su contenido de magnesio: aunque las semillas de calabaza y las almendras se suelen recomendar para aumentar el magnesio, también contienen niveles elevados de ácido linoleico (AL). En el caso de las personas con problemas intestinales, inflamación o trastornos del estado de ánimo, estas "grasas saludables" causarán más daños que beneficios.
Por estas razones, los suplementos son una herramienta esencial para restablecer niveles óptimos de magnesio, en especial en las personas con TDAH. Pero no todas las formas de magnesio son iguales. Algunas, como el óxido de magnesio, se absorben mal y tienen más probabilidades de causar malestar digestivo, mientras que otras, como el glicinato, el malato o el treonato de magnesio, se toleran mejor y son más beneficiosas.
Los diferentes tipos de magnesio funcionan de maneras distintas
No todos los suplementos de magnesio funcionan de la misma manera en el cuerpo. Cada forma une el magnesio a un compuesto diferente, lo que cambia la forma en que se absorbe y los sistemas a los que apoya. Elegir el tipo adecuado es importante, en especial para abordar el TDAH, en el cual la concentración, el estado de ánimo, la energía y el sueño influyen de manera significativa. Así es como se comparan las formas principales en lo que respecta a la salud del cerebro y del sistema nervioso:
• Glicinato de magnesio: esta forma está unida a la glicina, que es un aminoácido conocido por sus efectos calmantes. Es suave para el estómago y útil si sufre de estrés, mal sueño, tensión muscular o ansiedad. Lo recomiendo para las personas que son sensibles a los suplementos o que necesitan un apoyo adicional para relajarse y recuperarse por la noche.
• Malato de magnesio: el malato, que se encuentra de forma natural en las frutas, tiene una influencia importante en la producción de energía celular. Si sufre de fatiga, dolor muscular o dolor similar al de la fibromialgia, esta es la forma que debe considerar.10 Debido a que apoya la función de las mitocondrias, ayuda a restaurar la energía y a aliviar las molestias a nivel celular.
• Taurato de magnesio: esta forma combina magnesio con taurina, un aminoácido que estabiliza el sistema nervioso y ayuda a regular el ritmo cardíaco. Esta forma es útil si experimenta palpitaciones, hipertensión arterial provocada por el estrés o ansiedad relacionada con los latidos del corazón. Las investigaciones también sugieren que proporciona beneficios neuroprotectores adicionales.
• L-treonato de magnesio: a diferencia de la mayoría de las formas, el L-treonato atraviesa con facilidad la barrera hematoencefálica, lo que lo hace valioso para abordar problemas cognitivos, como el olvido, la distracción y la mala retención del aprendizaje. Para las personas con TDAH, proporciona un apoyo específico para la formación de la memoria, la plasticidad sináptica y la claridad mental, que son funciones que la deficiencia de magnesio suele afectar.
• Citrato de magnesio: esta forma es económica y biodisponible, pero tiene un efecto laxante. Le recomiendo tomarlo solo para descubrir su dosis. Comience con una dosis pequeña y luego auméntela poco a poco hasta que sus heces se ablanden. Una vez que eso suceda, reduzca un poco la dosis, y esa es su dosis ideal. Después de eso, sustitúyalo por una forma más tolerable, como el glicinato o malato, en la misma dosis. Esto le ayuda a asimilar lo que necesita sin excederse ni adivinar la dosis.
El nivel “ideal” de magnesio depende de las necesidades de su hijo o familiar, por ejemplo: calma y apoyo para el sueño, energía constante, protección contra el estrés o una función cognitiva más aguda. Adaptar el tipo de este suplemento a los síntomas no solo eleva los niveles de magnesio, sino que también dirige sus beneficios a las áreas del cerebro y del cuerpo que más los necesitan.
Más estrategias para reducir el riesgo de TDAH en su hijo
Muchos factores del ambiente y del estilo de vida agravan o alivian los desequilibrios que subyacen a la falta de atención, la hiperactividad y la impulsividad. Además del apoyo nutricional, como el magnesio, algunas estrategias sencillas en casa reducen la exposición a toxinas, fortalecen la resiliencia del cerebro y crean una base más sólida para la concentración y la regulación emocional. Estas estrategias ayudan a reducir el riesgo de que su hijo presente síntomas de TDAH y a mejorar los resultados si ya existe un diagnóstico:
1. Elija alimentos orgánicos y productos naturales: elija productos orgánicos, así como carnes y productos lácteos de animales alimentados con pastura siempre que sea posible para reducir la exposición a pesticidas, herbicidas y otros productos químicos agrícolas que interfieren con la salud intestinal y la función del cerebro. Los niños expuestos a mayores residuos de pesticidas han presentado mayores tasas de problemas de atención y comportamiento, lo que hace que este cambio sea relevante para el TDAH. 11
Opte por productos domésticos naturales, como limpiadores a base de vinagre y aceites esenciales, en lugar de detergentes, limpiadores y ambientadores sintéticos con un gran contenido de sustancias químicas. Esto reduce la carga tóxica de su familia y crea un ambiente más saludable para los niños cuyos cerebros aún se desarrollan.
2. Cree un ambiente doméstico libre de químicos: mejore la calidad del aire interior y elimine las alfombras sintéticas y los pisos de PVC, los cuales liberan ftalatos y otros compuestos dañinos. La exposición a los ftalatos se ha relacionado con la hiperactividad y una menor capacidad de atención en los niños.12 En su lugar, elija alfombras de fibra natural, madera dura o baldosas.
Elimine las velas y los ambientadores con fragancias artificiales, que a menudo contienen disruptores endocrinos (EDC, por sus siglas en inglés). Utilice un purificador de aire HEPA de buena calidad para reducir las esporas de moho, los compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros irritantes en el aire que influyen en el estado de ánimo y la cognición.
3. Reduzca el uso de plástico: evite los contenedores, botellas y utensilios de plástico y reemplácelos por vidrio, acero inoxidable o silicona. Esto disminuye la exposición al bisfenol A (BPA) y a los ftalatos que se filtran en los alimentos y bebidas. Nunca caliente alimentos en recipientes de plástico en el microondas, ya que el calor estimula la liberación de sustancias químicas. La exposición al BPA en la primera infancia se ha relacionado con comportamientos similares al TDAH más pronunciados.13
Priorice los alimentos frescos y enteros sobre los productos envasados o procesados que a menudo contienen productos químicos que proceden de revestimientos plásticos. Para preparar alimentos, utilice utensilios de acero inoxidable o hierro fundido en lugar de sartenes antiadherentes, los cuales están recubiertos con compuestos sintéticos que interfieren con el equilibrio hormonal y del sistema nervioso.
4. Evite medicamentos innecesarios: limite el uso de antibióticos y medicamentos de venta libre a menos que sean necesarios. Con el tiempo, estas sustancias químicas se acumulan en los tejidos y alteran la salud de las células. El uso frecuente de antibióticos altera la microbiota intestinal, lo que, según las investigaciones, influye en el desarrollo del TDAH y en la gravedad de sus síntomas.14 Trabaje con proveedores que enfaticen los enfoques naturales y que busquen las causas subyacentes en lugar de recurrir a los medicamentos.
5. Reduzca la exposición a campos electromagnéticos (EMF, por sus siglas en inglés): los EMF aumentan el estrés oxidativo y alteran los ciclos del sueño,15 y ambos podrían empeorar los síntomas del TDAH. Reduzca la exposición de su familia al apagar el wifi por la noche y utilizar internet por cable siempre que sea posible. Mantenga los teléfonos celulares y otros dispositivos inalámbricos fuera del alcance de los niños y póngalos en modo avión cuando no estén en uso.
Sustituya los monitores inalámbricos para bebés por opciones con cable o con bajo nivel de EMF. Algunas medidas prácticas como estas reducen el estrés oxidativo y la neuroinflamación, que están cada vez más relacionadas con los problemas conductuales y cognitivos.
6. Apoye su salud intestinal: proporcione a su familia una alimentación variada y beneficiosa para el intestino que incluya alimentos fermentados, como yogur, kéfir, chucrut y miso. Estos factores ayudan a mantener un microbioma resistente que se relaciona de manera directa con la regulación del estado de ánimo, la concentración y la señalización cerebral.
Los niños con TDAH suelen presentar una menor diversidad microbiana en el intestino.16 La lactancia materna y los procesos de parto natural, cuando sean posibles, también contribuyen a la salud intestinal temprana, lo que sienta una base sólida para la estabilidad neurológica.17
7. Abordar el estrés y el bienestar emocional: un nivel elevado de estrés prenatal se ha relacionado con un riesgo mayor de TDAH en los niños, lo que convierte el bienestar de la madre en un factor importante para la prevención.18 Algunas técnicas como el yoga, la atención plena y la respiración de relajación ayudan a reducir los niveles de hormonas del estrés.
Preguntas frecuentes sobre el magnesio y el TDAH
P: ¿El magnesio puede ayudar con los síntomas del TDAH de mi hijo?
R: Sí, el magnesio apoya la acción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, calma la excitabilidad cerebral y regula las hormonas del estrés. Los problemas de comportamiento suelen empeorar cuando un niño tiene deficiencia de este nutriente. Tomar suplementos restablece el equilibrio, lo que ayuda a mejorar la concentración, reduce la hiperactividad y favorece un mejor control emocional.
P: ¿Cómo puedo saber si el TDAH de mi hijo se relaciona con un bajo nivel de magnesio?
R: Muchos niños con TDAH tienen niveles de magnesio sérico mucho más bajos que otros. Los síntomas incluyen agitación, insomnio, tensión muscular, cambios de humor frecuentes y dificultad para relajarse. Los análisis de sangre ayudan a confirmar que existe una deficiencia.
P: ¿Existen estudios clínicos que demuestren que el magnesio ayuda con el TDAH?
R: Sí, los ensayos controlados demuestran que los niños con TDAH que recibieron suplementos de magnesio experimentaron mejoras en la hiperactividad, la impulsividad, las interacciones sociales y la estabilidad emocional. Los mayores beneficios se observaron en los niños que corrigieron una deficiencia, lo que demuestra que la reposición de nutrientes promueve las mejoras.
P: ¿Qué tipo de magnesio debo darle a mi hijo para abordar el TDAH?
R: No todas las formas funcionan igual. El glicinato de magnesio tiene un efecto calmante y es amigable para el estómago, el malato de magnesio aporta energía y el L-treonato de magnesio atraviesa la barrera hematoencefálica para ayudar al aprendizaje y la memoria. Elegir la forma adecuada de este nutriente depende de si su hijo tiene más problemas para dormir, concentrarse, con el estado de ánimo o con la fatiga.
P: ¿Qué más puedo hacer en casa para reducir el riesgo de TDAH en mi hijo?
R: Existen varias estrategias, entre ellas reducir la exposición a pesticidas y productos químicos, limitar el uso de plásticos, mejorar la calidad del aire interior, apoyar la salud intestinal y reducir la exposición a los campos electromagnéticos. Estos cambios alivian el estrés neurológico, protegen el cerebro en desarrollo y actúan junto con el magnesio para mejorar la atención y el comportamiento.
🔍Fuentes y Referencias
- 1, 2 Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology May 22, 2024
- 3 BMC Pediatrics Volume 21, Article number: 178 (2021)
- 4, 7 Egyptian Journal of Medical Human Genetics Volume 17, Issue 1, January 2016, Pages 63-70
- 5, 8 Int J Prev Med. 2020 Jan 24;11:4
- 6 Psychiatry Research Volume 274, April 2019, Pages 228-234
- 9 National Institutes of Health, Office of Dietary Supplements, Magnesium
- 10 University Hospitals February 21, 2025
- 11 Environment International Volume 193, November 2024, 109079
- 12 Int J Hyg Environ Health. 2024 Apr 30;259:114377
- 13 Neuroscience & Biobehavioral Reviews Volume 167, December 2024, 105938
- 14 Nutrients. 2021 Jan 16;13(1):249
- 15 Int J Cell Biol. 2012 Sep 9;2012:683897
- 16 PLoS One. 2023 Aug 18;18(8):e0273890
- 17 Cureus. 2023 Oct 9;15(10):e46730
- 18 Eur Child Adolesc Psychiatry. 2024 Apr 30;33(11):4003–4011
