📝 HISTORIA EN BREVE

  • La mayoría de las personas deberían cambiar su cepillo de dientes por uno nuevo cada tres a cuatro meses, aunque hay excepciones en las que debe hacerse desde antes
  • La contaminación del cepillo de dientes se produce de forma natural debido a la acumulación de biopelícula, la humedad y otros factores en el entorno, pero existen formas de minimizarla tales como enjuagar bien el cepillo después de usarlo, guardarlo en posición vertical y sin tapar, y mantenerlo lejos de la taza de baño
  • El cabezal de un cepillo de dientes eléctrico sigue el mismo ciclo de cambio de tres meses; remplácelo antes si las cerdas indicadoras se decoloran, el cabezal se siente áspero o disminuya su efectividad para limpiar los dientes
  • Para una desinfección segura, sumerja el cabezal en peróxido de hidrógeno al 3 % durante 10 a 15 minutos y luego, deje secar al aire. No debe hervirlo, meterlo al lavavajillas o remojarlo en soluciones con alcohol, ya que esto deforma las cerdas y reduce su efectividad para limpiar los dientes
  • Aquí una regla simple: si estuvo enfermo o las cerdas se abren o huelen a humedad, significa que es hora de cambiar de cepillo de dientes

🩺 Por el Dr. Mercola

Las personas utilizan el cepillo de dientes a diario, pero pocos se hacen la siguiente pregunta: ¿con qué frecuencia debería cambiar mi cepillo de dientes? La mayoría de los adultos conservan su cepillo de dientes mucho más tiempo del que deberían, sin darse cuenta de que las suaves cerdas de nailon se deterioran de manera silenciosa, mientras acumulan bacterias y pierden su efectividad para limpiar los dientes.

Su cepillo de dientes no solo es una herramienta; es un pequeño ecosistema que se compone por millones de microorganismos como virus, bacterias y otros patógenos microscópicos.1 De hecho, las investigaciones afirman que la contaminación ocurre justo después del primer uso e incrementa con el tiempo y la exposición continua a bacterias orales y humedad ambiental.2 En otras palabras, mientras más tiempo conserve su cepillo de dientes, más contaminación acumulará.

La frecuencia con la que debe cambiar su cepillo de dientes

Llega un momento en el que su cepillo de dientes alberga entre 1 y 12 millones de microorganismos.3 Estos microbios, que prosperan gracias a la saliva, las células de la piel, el agua y los restos de comida en la boca, provocan que se formen comunidades microbianas, que se conocen como biopelículas, a lo largo de las cerdas y el cabezal,4 que se alimentan de la humedad y el calor en el entorno. Una vez que se establecen estas biopelículas, el simple hecho de enjuagar el cepillo no es suficiente para eliminarlas por completo, en especial cuando el cepillo de dientes permanece húmedo entre usos.

Por esta razón, aunque su cepillo de dientes se vea bien, lo mejor es que lo cambie por uno nuevo cada determinado tiempo.

• ¿Cuándo es momento de cambiar su cepillo de dientes?  Según la American Dental Association, la vida útil óptima de un cepillo de dientes es de tres a cuatro meses.5 Alrededor de este tiempo, las cerdas de nailon comienzan a perder su forma, flexibilidad y tensión, lo que las hace menos efectivas para eliminar la placa y las partículas de alimentos de los dientes y las encías.

• Cada vez que se cepilla los dientes, las cerdas se desgastan un poco: con el tiempo, esa fricción diaria provoca que el nailon, que es el material del que están hechas la mayoría de las cerdas de los cepillos de dientes, se deteriore, lo que reduce su efectividad para limpiar. Cuando el nailon se deteriora, las puntas se ablandan, se doblan y comienzan a perder los bordes afilados que se necesitan para eliminar la placa.

• El resultado es sutil, pero tiene un impacto profundo: la placa comienza a acumularse a lo largo de la línea de las encías y entre los dientes incluso si se cepilla de forma regular. Puede que no note la diferencia de inmediato, pero a medida que las cerdas se deforman, su cepillo de dientes comienza a dejar residuos que pueden alimentar las bacterias, lo que provoca caries, inflamación de las encías (gingivitis) o mal aliento.6

Existen excepciones en las que debe cambiar antes su cepillo

Aunque la regla general es cada tres o cuatro meses, existen varias razones para remplazar un cepillo de dientes antes, y todas se relacionan con la contaminación, el desgaste o el riesgo higiénico.7

• La causa principal es una enfermedad: ya sea un resfriado, gripe, faringitis estreptocócica o COVID, su cepillo de dientes puede retener los mismos microbios que su cuerpo acaba de combatir. Eso significa que cuando vuelve a utilizarlo, esos patógenos pueden volver a entrar a su boca o garganta, lo que podrían provocar que se enferme otra vez. Recuerde, los cepillos de dientes podrían albergar muchos microbios mortales invisibles,8 sobre todo cuando se guardan en entornos húmedos como el baño, donde nunca se secan por completo.

Los baños son lugares húmedos por naturaleza, y si comparte la encimera con otros miembros de la familia, incrementa el riesgo de contaminación cruzada. Deshacerse del cepillo de dientes viejo y empezar de cero después de enfermarse es un pequeño paso que ayuda a su sistema inmunológico a terminar el trabajo.

• Otra razón para cambiar el cepillo de dientes antes es cuando presenta desgaste o deformación visibles: las cerdas que se abren hacia afuera forman una especie de abanico irregular, en ese momento ya no pueden eliminar de forma efectiva la placa y las bacterias.9 Además, estos extremos deshilachados atrapan residuos y restos de pasta de dientes, lo que opaca las fibras e incluso puede rayar el esmalte. Si su cepillo de dientes se ve doblado, aplastado o "descolorido", significa que ya cumplió su función y es momento de cambiarlo.

• La presión también importa: si se cepilla más de dos veces al día o aplica mucha fuerza, desgastará más rápido las cerdas de nailon. Las personas que sujetan su cepillo de dientes con fuerza suelen observar desgaste en su cepillo en cuestión de seis a ocho semanas. Eso no significa que deba cepillarse con más suavidad, solo que deberá cambiar su cepillo antes.

• Otra señal de alerta temprana es el olor o la decoloración: un cepillo de dientes que huele a humedad, se siente viscoso o muestra acumulación cerca de la base está albergando bacterias. Aunque la mayoría de estos microbios no son dañinos en pequeñas cantidades, su presencia significa ya no es higiénico utilizar ese cepillo.

• La humedad y el almacenamiento también son factores importantes: guardar cepillos de dientes en tapas de viaje, cajones o recipientes cerrados provoca que se mantengan húmedos durante horas, lo que da tiempo a los microbios para multiplicarse. Según un artículo de la BBC, tapar los cepillos de dientes, en realidad puede atrapar bacterias en lugar de repelerlas.10

• También se recomienda que tire el cepillo de dientes si se cae sobre una superficie sucia: algunos ejemplos incluyen un lavabo de un baño público o si cae cerca de la taza de baño. Es casi imposible desinfectar por completo los cepillos que entran en contacto con encimeras o suelos sucios. Del mismo modo, si su cepillo de dientes desarrolla un olor a humedad, moho visible o una acumulación viscosa en la base, ya no es higiénico, incluso si aún no han pasado tres a cuatro meses desde que comenzó a utilizarlo.

Por último, si alguien más utilizó su cepillo de dientes, ya sea de forma intencional o no, debe cambiarlo de inmediato. La contaminación cruzada por compartir el cepillo de dientes puede propagar bacterias, hongos o virus orales, en especial si alguno tiene una enfermedad periodontal o una infección reciente.

La frecuencia con la que debe cambiar el cabezal de su cepillo de dientes eléctrico

Los cepillos de dientes eléctricos suelen ser un poco más caros que los manuales, por lo que algunas personas deciden prolongar su uso durante varios meses para ahorrar algo de dinero. Pero, Cleveland Clinic afirma que esta es una pésima idea.11

• Los cabezales de los cepillos de dientes eléctricos sufren el mismo desgaste que los cepillos manuales: sus cerdas de nailon se enfrentan a vibraciones mecánicas continuas, torsión y abrasión por pasta de dientes, lo que debilita poco a poco sus fibras. Por lo tanto, el cabezal de su cepillo de dientes eléctrico también debería remplazarse cada tres meses, casi con la misma frecuencia que un cepillo manual.

• La razón principal es el desgate del nailon: al igual que en los cepillos manuales, la oscilación constante y el contacto con el esmalte hacen que los filamentos se doblen y pierdan tensión. Con el tiempo, esa deformación reduce su efectividad para eliminar la placa, lo que provoca que se acumule una mayor cantidad de residuos alrededor de la línea de las encías. Los estudios confirman que después de su primer uso, los cepillos de dientes, manuales o eléctricos, acumulan casi de inmediato biopelículas microbianas, y que mientras más tiempo se utiliza un cabezal, mayor es su carga bacteriana.

• La mayoría de los cepillos de dientes eléctricos tienen indicadores incorporados: son señales que indican cuándo es el momento de remplazar el cabezal del cepillo. Pero, funcionan de manera diferente a los indicadores de los cepillos manuales. En lugar de depender del desgaste natural, el cepillo de dientes eléctrico realiza un seguimiento del número de oscilaciones, es decir, de cuántas veces gira el cabezal del cepillo. Cuando alcanza un número preestablecido de rotaciones, el cepillo activa una luz o alerta para indicar que es momento de remplazar el cabezal.12

• Para hacerlo a tiempo, establezca un recordatorio: algunos cepillos premium utilizan aplicaciones que registran el tiempo de cepillado y avisan cuando es hora de cambiar el cabezal. Pero, si su cepillo es más austero, no se preocupe, utilice recordatorios sencillos, como marcar la fecha en el calendario, configurar un recordatorio telefónico recurrente de tres meses o hacer coincidir el cambio con tareas rutinarias como remplazar los filtros de aire o los estuches de lentes de contacto. Estas pequeñas señales lo ayudarán a mantener una rutina, sin tener que complicarse la vida.13

Si experimenta irritación de las encías, vibraciones irregulares o un cambio sutil en la sensación de cepillado, significa que es hora de reemplazar el cabezal incluso si aún no se activan las señales o los indicadores se ven en buen estado. Créame que es mejor invertir un poco en un cabezal nuevo que exponerse a los riesgos de un cepillo desgastado.

¿Qué tan probable es que se enferme a causa de su cepillo de dientes?

La idea de que un cepillo de dientes pueda albergar gérmenes puede sonar inquietante, pero la ciencia es clara: los cepillos de dientes pueden albergar millones de microorganismos. Eso no significa que todos los cepillos contaminados vayan a hacer que se enferme, pero mientras más tiempo utilice un cepillo de dientes, mayor será la carga microbiana. La clave está en comprender cómo se produce la contaminación y qué puede hacer para reducir el riesgo.

• La investigación proporciona más información sobre la contaminación de los cepillos de dientes: en 2012, una revisión sistemática que se publicó en Nursing Research and Practice afirma que los cepillos de dientes se contaminan poco después del primer uso;14 de hecho, un estudio que se incluyó en su análisis, descubrió que el 70 % de los cepillos de dientes albergan una gran cantidad de patógenos, y que, con el tiempo, incrementa este crecimiento bacteriano.

• Existen tres fuentes principales de microbios: Marc-Kevin Zinn, experto en microbiología de Rhine-Waal University of Applied Sciences en Alemania, dijo que "la boca, la piel y el entorno en el que se guarda el cepillo de dientes" son las fuentes principales.15

• La humedad es el factor principal: cada vez que se cepilla, el agua y la saliva saturan las cerdas, lo que crea el entorno perfecto para el crecimiento microbiano.

• Cuando un cepillo de dientes se guarda en el baño, este problema empeora: según la BBC, los cepillos de dientes que se dejan en baños abiertos se exponen a los aerosoles de la taza de baño, que son las gotitas microscópicas que se dispersan al jalar la palanca. Estas partículas pueden viajar varios metros y depositarse en superficies cercanas, que incluyen los cepillos de dientes.

"Cada vez que jala la palanca de la taza de baño, una nube de gotas diminutas de agua y heces se lanza hasta 1.5 m (5 pies) al aire a su alrededor. Esto puede transportar bacterias y virus infecciosos, como los que causan la gripe, la COVID-19 y el norovirus (virus estomacal invernal)", informó la BBC.

• Los patógenos que suelen encontrarse en los cepillos de dientes: los investigadores detectaron Staphylococcus aureus, E. coli, Pseudomonas aeruginosa e incluso el virus del herpes simple tipo 1; y dijeron que pueden sobrevivir durante varias horas o incluso hasta dos días en el cepillo de dientes. De acuerdo con Vinicius Pedrazzi, un especialista en odontología en la Universidad de São Paulo en Brasil: "los más preocupantes son las bacterias Streptococci y Staphylococci, que causan caries dental".16

• Ciertos organismos en los cepillos de dientes también se relacionan con infecciones estomacales e intoxicaciones alimentarias: además de E. coli y Pseudomonas, también detectaron Enterobacteria en los cepillos de dientes. Otros estudios también detectaron Klebsiella pneumoniae,17 que causa infecciones adquiridas en el hospital, y la levadura Candida,18 que puede causar candidiasis oral, en algunos cepillos de dientes.

• La evidencia sugiere una vía plausible para la contaminación cruzada y la autoinfección: en pocas palabras, los cepillos de dientes contaminados pueden incrementar el riesgo de transmisión de enfermedades. En personas sanas, esto podría ocasionar problemas bucales menores, pero en pacientes con un sistema inmunológico débil o en estado crítico, representa una amenaza grave. De hecho, algunas de las bacterias en los cepillos de dientes eran resistentes a los antibióticos.19

Los entornos hospitalarios, donde los cepillos de dientes se utilizan de forma rutinaria para el cuidado bucal de los pacientes, crean un riesgo aún mayor; pero, no existen directrices formales que establezcan cómo desinfectar, guardar o remplazar los cepillos de dientes.

Cómo desinfectar un cepillo de dientes de forma segura

No se puede esterilizar un cepillo de dientes por completo en casa, pero hay maneras de mantenerlo lo suficiente limpio como para reducir la acumulación de bacterias. El objetivo es eliminar los residuos, limitar la humedad y evitar el crecimiento microbiano sin dañar las cerdas. Aquí cómo hacerlo de forma segura:

1. Enjuagar bien después de utilizar: después de cada cepillado, enjuague el cabezal de su cepillo de dientes con agua tibia corriente para eliminar los residuos de pasta de dientes, partículas de alimentos y saliva. Dedique unos segundos más a este paso para asegurarse de que no queden residuos visibles. Luego, sacuda el exceso de agua; es importante eliminar la mayor cantidad de humedad posible ya que eso ayudará a que el cepillo se seque más rápido y se mantenga más limpio.

No utilice agua caliente o hirviendo; si bien el calor puede parecer un buen desinfectante, la exposición repetida puede debilitar las cerdas de nailon y deformar el cabezal.

2. Remojar el cepillo en peróxido de hidrógeno al 3 %: este paso es opcional, pero es muy útil si desea una limpieza más profunda, ya que reduce las bacterias de forma segura sin dañar las cerdas. Para hacerlo:

a. Vierta una pequeña cantidad de peróxido de hidrógeno al 3 % en un vaso limpio.

b. Sumerja solo las cerdas o el cabezal del cepillo durante 10 a 15 minutos.

c. Enjuague bien con agua antes de volver a utilizarlo.

Puede hacer este proceso una o dos veces por semana para mayor tranquilidad, pero recuerde que esto no sustituye el cambio regular de su cepillo de dientes.

3. Secar al aire en posición vertical y sin tapar: un secado adecuado es la parte más importante de la higiene del cepillo de dientes. La humedad favorece el crecimiento microbiano, por lo que, es fundamental dejar que su cepillo se seque por completo entre usos. Guárdelo en posición vertical en un soporte abierto para que el aire circule con libertad alrededor de las cerdas.

Si varios cepillos de dientes comparten un mismo soporte, asegúrese de que las cerdas no se toquen entre sí; el contacto cruzado permite que las bacterias se transfieran de un cepillo a otro.

4. Remplazar el cepillo si las cerdas están deformadas, descoloridas o huelen mal: incluso con una limpieza cuidadosa, todos los cepillos de dientes llegan al final de su vida útil óptima. Si observa signos de colonización bacteriana y desgaste de las cerdas, remplácelo de inmediato. Más adelante hablaremos sobre esto a mayor detalle.

Además, tenga cuidado con los métodos de desinfección poco seguros que están de moda. Según la BBC:

"en la actualidad, existen muchas técnicas para esterilizar los cepillos de dientes, desde utilizar luz ultravioleta hasta meterlos en el lavavajillas o en el microondas. Algunos de los métodos menos efectivos consisten en usar un secador de pelo a contracorriente para calentar el cepillo o sumergirlo en un vaso de whisky”.

• Algunos de estos métodos causan más daños que beneficios: por ejemplo, utilizar el lavavajillas expone el cepillo de dientes a detergentes agresivos y altas temperaturas, mientras que el microondas puede hacer que se derrita.

• ¿Qué ocurre con la luz ultravioleta?  Los desinfectantes por UV exponen las cerdas del cepillo de dientes a la luz ultravioleta C (UVC), que daña el ADN y el ARN de los microorganismos. Esto impide que se reproduzcan, lo que reduce sus niveles. El problema es que la efectividad de este método depende mucho de la exposición directa. Si las bacterias están protegidas por cerdas agrupadas o zonas sombreadas, pueden sobrevivir.

Entonces, si busca una rutina que equilibre higiene y seguridad, lo mejor es seguir los consejos que ya mencioné, ya que mantienen la limpieza, preservan la integridad de las cerdas y evitan que su cepillo de dientes se convierta en un foco de bacterias entre cambios.

Cómo guardar su cepillo de dientes

La forma en que guarda su cepillo de dientes es tan importante como la frecuencia con la que lo cambia. No saber guardar el cepillo de dientes puede acabar con los beneficios de la mejor rutina de cepillado. La forma de colocarlo y el flujo de aire adecuado mantienen el cepillo de dientes limpio, seco y listo para su próximo uso.

• Guarde su cepillo de dientes en posición vertical en un soporte abierto: esto permite que el aire circule con libertad alrededor de las cerdas y ayuda a que el cepillo se seque rápido para evitar el crecimiento bacteriano. Evite colocarlo plano sobre la encimera, guardarlo dentro de cajones o mantenerlo en recipientes tapados. Los entornos cerrados atrapan la humedad. Si comparte el baño, asegúrese de que las cerdas de los cepillos de dientes no se toquen entre sí.

• La distribución de su baño puede influir en la higiene de su cepillo de dientes: los aerosoles de la taza de baño, que son pequeñas gotas que se liberan cuando jala la palanca, pueden viajar hasta seis pies en el aire. Estas partículas pueden viajar varios metros y depositarse en superficies cercanas, que incluyen los cepillos de dientes.

Para reducir este riesgo, coloque su cepillo de dientes lo más lejos posible de la taza de baño y cierre la tapa antes de jalarle. Si el espacio en la encimera es limitado, considere instalar un soporte de pared o utilizar un vaso dentro de un botiquín, siempre y cuando permita que el aire circule.

• Otra zona de salpicaduras que suele ignorarse es el lavabo: la pasta de dientes, el jabón y las gotas de agua pueden caer sobre el cepillo de dientes si está demasiado cerca del lavabo. Manténgalo al menos a unos metros de distancia y evite colocarlo sobre las encimeras del baño, donde se acumulan la humedad y los residuos.

• Higiene del estuche de viaje: viajar altera la rutina de cepillado de dientes, pero mantener la limpieza durante este tiempo, es más fácil de lo que parece. La regla más importante es no guardar nunca un cepillo de dientes mojado en un estuche de viaje. La humedad en el interior promueve el crecimiento bacteriano. Mejor, deje que el cepillo se seque por completo al aire antes de taparlo.

Si necesita empacarlo mientras está húmedo, por ejemplo, si sale muy temprano, sáquelo de la maleta tan pronto como llegue y déjelo secar al aire libre. Las fundas de silicona blanda o plástico ventilado son las mejores para la circulación del aire, mientras que las fundas rígidas sin ventilación pueden acumular condensación. También puede envolver su cepillo con una toalla de papel limpia y seca para viajes cortos en lugar de taparlo por completo.

Para viajes más largos, considere llevar un segundo cepillo de dientes para poder alternarlos; utilice uno mientras deja que el otro se seque al aire. Esta sencilla rotación minimiza el tiempo de almacenamiento en un entorno húmedo y ayuda a mantener la higiene incluso durante los viajes.

Señales de que necesita cambiar de cepillo de dientes por uno nuevo

Ni siquiera el mejor cepillo de dientes dura para siempre. Con el tiempo, las cerdas se desgastan, se acumulan bacterias y el rendimiento disminuye. Cambiar el cepillo de dientes a tiempo es fundamental para tener una rutina de higiene bucal efectiva y segura. Si observa alguno de los siguientes problemas, significa que es momento de remplazarlo, sin importar cuándo lo compró.

• Cerdas abiertas o deshilachadas: cuando las cerdas comienzan a abrirse hacia afuera o partirse, dejan de limpiar de forma efectiva.

• Irritación o raspaduras de las encías: a medida que las cerdas se endurecen y pierden flexibilidad, pueden raspar las encías y causar sensibilidad o sangrado leve.

• Olor a humedad persistente o acumulación visible/moho: estos son indicadores de crecimiento bacteriano o fúngico, en especial si el cepillo de dientes permanece húmedo entre usos.

• Después de una enfermedad (estreptococo, gripe o COVID): remplace su cepillo de dientes después de recuperarse de cualquier infección respiratoria para prevenir una reinfección.

•Después de tres o cuatro meses (incluso si se ve en buen estado): la mayoría de los cepillos pierden forma y efectividad después de tres o cuatro meses de uso diario, incluso si se ven bien.

Es importante que haga una revisión rápida una vez a la semana, inspeccione las cerdas, busque decoloración y note cómo se siente el cepillo en sus encías. Remplazarlo de forma regular garantiza que cada sesión de cepillado sea una limpieza profunda, y no solo un trámite de rutina. Aquí una tabla que muestra la frecuencia con la que debe cambiar su cepillo de dientes:

Situación

Intervalo de remplazo recomendado

Por qué es importante

Cepillo de dientes manual

Cada 3 a 4 meses

Las cerdas se desgastan y pierden efectividad de limpieza; las bacterias se acumulan con el tiempo

Cabezal de cepillo de dientes eléctrico

Cada 3 a 4 meses

Las vibraciones desgastan el nailon más rápido; las cerdas indicadoras se desvanecen para indicar la necesidad de remplazarlo

Adultos

Cada 3 a 4 meses

La presión y la técnica de cepillado normales mantienen la vida útil de las cerdas dentro de este rango

Después de una enfermedad (gripe, faringitis estreptocócica, COVID)

Inmediatamente después de recuperarse

Previene la reinfección y elimina los patógenos

Otras estrategias para proteger su salud bucal

Remplazar de forma regular su cepillo de dientes solo es el comienzo, ya que hay otras consideraciones importantes para garantizar que su salud bucal se mantenga en óptimas condiciones. Aquí algunas estrategias sencillas pero efectivas de optimizar su rutina diaria y proteger sus encías, dientes y salud a largo plazo:

• Haga de la higiene bucal diaria una prioridad: cepíllese los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental sin flúor, utilice hilo dental una vez al día, pero asegúrese de comprar un producto que no contenga sustancias químicas, y use un raspador de lengua para eliminar las bacterias y los residuos a los que el cepillo no puede llegar. Programe limpiezas con un dentista biológico que no utilice mercurio, sino materiales y técnicas más seguras que protegen todos los aspectos de la salud.

• Utilice aceite de coco como enjuague bucal: enjuáguese la boca con una cucharada de aceite de coco orgánico durante unos 10 a 15 minutos. El aceite de coco tiene propiedades antibacterianas y antivirales que ayudan a reducir las bacterias dañinas. Las investigaciones demuestran que enjugarse la boca con aceite de coco es mucho mejor para reducir la acumulación de placa y la gravedad de la gingivitis que los enjuagues bucales convencionales.20

Es una forma natural de mejorar el microbioma oral y favorecer la salud de las encías sin exponerse a ingredientes sintéticos. Para más información al respecto, consulte: "Pruebe este enjuague bucal natural que cuida su salud".

• Consuma alimentos que refuercen la salud bucal: todo lo que come afecta de forma directa sus dientes y encías. Elija alimentos enteros, como frutas, vegetales bien cocidos, proteínas y grasas saludables, y evite los alimentos procesados y los azúcares refinados, que alimentan las bacterias dañinas y promueven la formación de placa.

Una alimentación saludable y nutritiva proporciona las vitaminas y minerales que su boca necesita para mantener un esmalte fuerte y un tejido gingival sano. Considere cada comida una oportunidad para nutrir sus dientes desde dentro hacia fuera.

• Fortalezca su sistema inmunológico con sueño de calidad y niveles bajos de estrés: el estrés y la falta de sueño debilitan sus defensas inmunológicas, lo que hace que sea más difícil para su cuerpo combatir las infecciones orales y controlar la inflamación. Trate de dormir entre siete y nueve horas cada noche para obtener un sueño reparador y busque formas de relajarse, como caminar, escribir un diario o exponerse a la luz del sol, ya que todo esto le dará a su sistema inmunológico el refuerzo que tanto necesita.

Preguntas frecuentes sobre cómo remplazar su cepillo de dientes

P: ¿Con qué frecuencia debo cambiar mi cepillo de dientes?

R: Sería prudente remplazar su cepillo de dientes cada tres o cuatro meses, o antes si las cerdas se abren, se aplanan o pierden color. Este plazo coincide con la vida útil de las cerdas de nailon, que pierden elasticidad y efectividad para limpiar después de unas 12 a 16 semanas de uso regular. Las cerdas desgastadas no eliminan la placa de forma efectiva y pueden irritar las encías.

P: ¿Con qué frecuencia debo cambiar los cabezales de mi cepillo de dientes eléctrico?

R: Los cabezales de los cepillos de dientes eléctricos también deben remplazarse cada tres meses. La oscilación y vibración desgastan las cerdas más rápido que el cepillado manual. La mayoría de las marcas incluyen cerdas de decoloración que indican cuándo es el momento de remplazarlas. Aunque el cabezal se vea en buen estado, cámbielo cada tres meses, o antes si las cerdas se abren o se sienten ásperas.

P: ¿Puedo enfermarme por usar mi cepillo de dientes?

R: Sí, pero solo bajo ciertas condiciones. Un cepillo de dientes puede albergar bacterias, hongos y virus, en especial si se mantiene húmedo o se guarda cerca de la taza de baño. La biopelícula comienza a formarse después del primer uso y continúa creciendo con el tiempo. Aunque la mayoría de los microbios son inofensivos para las personas sanas, puede producirse una reinfección si se reutiliza el cepillo después de una enfermedad. Para reducir este riesgo, enjuague y seque bien o remplace el cepillo después de enfermarse.

P: ¿Pueden las fundas para cepillos de dientes promover el crecimiento de bacterias?

R: Sí, cuando no se utilizan de forma correcta. Los cepillos de dientes con funda retienen la humedad, lo que crea un entorno cálido y húmedo que favorece el crecimiento bacteriano. Si utiliza funda, asegúrese de que el cepillo esté seco antes de taparlo. Las fundas son útiles para viajes, pero deben evitarse para guardar el cepillo en casa.

P: ¿Es seguro desinfectar mi cepillo de dientes con peróxido de hidrógeno?

R: Sí, cuando se hace de forma correcta. Remojar su cepillo durante 10 a 15 minutos en peróxido de hidrógeno al 3 % reduce de forma segura las bacterias sin dañar las cerdas. Siempre enjuague bien con agua limpia después de usar el cepillo y déjelo secar al aire en posición vertical. Evite hervir las cerdas, usar lavavajillas o sumergirlas en soluciones con alcohol, ya que esto puede deformarlas o debilitarlas.

P: ¿Debo cambiar mi cepillo de dientes después de contraer gripe o COVID?

R: Por supuesto, remplace su cepillo de dientes después de recuperarse de cualquier infección respiratoria para prevenir una reinfección, ya sea gripe, faringitis estreptocócica o COVID. Remplazar el cepillo protege su sistema inmunológico mientras se recupera.

P: ¿Cómo debo guardar mi cepillo de dientes para mantenerlo limpio?

R: Manténgalo en posición vertical, descubierto y alejado de zonas de salpicaduras. La circulación de aire es clave: las cerdas secas resisten el crecimiento bacteriano. Guárdelo lejos de la taza de baño, cierre la tapa antes de jalar la palanca y asegúrese de que las cerdas no toquen otros cepillos. Si viaja, seque bien el cepillo antes de guardarlo en un estuche ventilado y ábralo al llegar para que le dé el aire.