📝HISTORIA EN BREVE
- Los investigadores crearon análogos de la vitamina K que atraviesan la barrera hematoencefálica de manera más efectiva, que con el tiempo se convierten en la forma bioactiva, la cual se conoce como menaquinona-4 (MK-4)
- Los niveles más elevados de MK-4 en el tejido cerebral se correlacionan con un riesgo entre un 17 % y un 20 % menor de demencia y una disminución del daño cerebral relacionado con el Alzheimer
- La forma activa de la vitamina A, que es el ácido retinoico, mejora la plasticidad sináptica y la formación de la memoria, y la falta de esta vitamina se relaciona con el deterioro cognitivo y los trastornos neuropsiquiátricos
- La señalización de la vitamina K y del ácido retinoico disminuye de forma natural con la edad, lo que contribuye a que se reduzca la neurogénesis y se debiliten los circuitos de memoria en los adultos mayores
- Consuma alimentos fermentados ricos en K2, combínelos con grasas saludables para absorberlos mejor, añada vitamina D3 y magnesio, e incluya fuentes de vitamina A como los vegetales de hoja verde
🩺Por el Dr. Mercola
Las tasas de enfermedades neurológicas siguen en aumento en Estados Unidos. Por ejemplo, hoy en día más de 7 millones de personas han sido diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer, y se estima que esta cifra aumentará a casi 13 millones para el año 2050.1
El tratamiento de las enfermedades neurológicas varía mucho, pero los medicamentos suelen ser la primera opción. Sin embargo, tienen efectos secundarios. Los investigadores aprovechan el poder de los nutrientes presentes en los alimentos, en particular las vitaminas K y A, con el fin de innovar en lo que respecta a la preservación y mejora de la salud cognitiva.
Un análogo de la vitamina K tiene un efecto que estimula las neuronas
En un estudio que se publicó en ACS Chemical Neuroscience, los investigadores exploraron cómo la modificación de la estructura química de la vitamina K podría beneficiar la salud del cerebro. El equipo diseñó 12 análogos de la vitamina K al añadirles una cadena lateral similar al ácido retinoico. Para ponerlo en contexto, el ácido retinoico es la forma activa a nivel biológico de la vitamina A, y es conocido por regular el crecimiento y la diferenciación celular.2
El objetivo fue comprobar si esta forma nueva de vitamina K sintetizada sería más efectiva para ayudar a las células inmaduras del cerebro a convertirse en neuronas funcionales por completo. Los experimentos se llevaron a cabo con células precursoras neuronales y modelos de ratones. Se evaluó la habilidad de estos análogos para atravesar la barrera hematoencefálica, activar receptores clave dentro del cerebro y provocar el desarrollo neuronal.
• Un análogo se destacó: el compuesto 7 no solo llegó al cerebro tras administrarse por vía oral, sino que también se transformó en menaquinona-4 (MK-4), que es la forma principal de vitamina K que se almacena en el tejido cerebral.
Aquí, la barrera hematoencefálica actúa como un puesto de control de alta seguridad, e impide que la mayoría de las sustancias entren. Muchos medicamentos no logran ese efecto, por eso los tratamientos que se relacionan con el cerebro son difíciles de diseñar. El compuesto 7 no solo atravesó el cerebro, sino que también se convirtió en MK-4 una vez dentro del mismo, lo que demuestra que fue biodisponible y útil a nivel metabólico.
• El compuesto 7 tuvo efectos más fuertes en promover la diferenciación neuronal en comparación con la vitamina K regular: la diferenciación significa que las células dejaron de comportarse como células inmaduras genéricas y, en cambio, adoptaron la forma y función especializadas de las neuronas. Este proceso es como activar un interruptor para transformar células “en blanco” en células del cerebro que pueden enviar señales, conectarse con otras neuronas y contribuir al aprendizaje y la memoria.
• El compuesto 7 activó varios receptores nucleares: estas son proteínas dentro de las células que actúan como interruptores importantes para la actividad genética. Entre ellos estaban los receptores del ácido retinoico (RAR) y el receptor de esteroides y xenobióticos (SXR). Cuando se activaron estos receptores, el compuesto 7 influyó en la expresión de genes que favorecen el crecimiento y la supervivencia de las neuronas.
• Otro mecanismo involucró al receptor metabotrópico de glutamato 1 (mGluR1): este receptor ayuda a regular la señalización sináptica, que es la forma en que las neuronas se comunican entre sí. Los modelos informáticos demostraron que el compuesto 7 se unió con mayor fuerza a este receptor en comparación con la vitamina K normal, lo que sugiere que tuvo un efecto más fuerte en las vías de comunicación del cerebro. En otras palabras, el análogo no solo ayudó a crear más neuronas, sino que también respaldó el “lenguaje” químico que se utiliza para intercambiar información.
• Los beneficios no solo fueron teóricos: en ratones, la administración oral del compuesto 7 permitió que llegara al cerebro y que después se convirtiera en MK-4. Esto demuestra que el compuesto no solo es efectivo a nivel teórico, sino también práctico, ya que se puede administrar mediante la alimentación o la suplementación en un organismo vivo.
• Implicaciones a futuro: aunque este estudio se centró en modelos de laboratorio y animales, sienta las bases para modificar los nutrientes existentes que podrían permitir que se desarrollen terapias nuevas. Si la vitamina K regular favorece la salud del cerebro, entonces análogos nuevos como el compuesto 7 podrían aumentar esos efectos muchas veces.
Las investigaciones sobre los nutrientes ahora no solo se centran en los suplementos, sino que también se adentran en las moléculas diseñadas con precisión para lograr efectos específicos. Estos hallazgos demuestran que la vitamina K no solo es útil para la coagulación sanguínea o el fortalecimiento de los huesos, sino que optimizarla promueve el crecimiento y el desarrollo de las neuronas.
Los niveles de vitamina K en el cerebro predicen un riesgo menor de demencia
Para profundizar en la relación entre la función cerebral y la vitamina K, un estudio que se publicó en Alzheimer's & Dementia: Translational Research & Clinical Interventions analizó los niveles de vitamina en el cerebro de adultos mayores y asoció los resultados con la evolución de la demencia.3
La población estudiada incluyó a 325 participantes que aceptaron someterse a pruebas cognitivas cada año durante su vida y a la donación de su cerebro después de su muerte. La edad promedio al fallecer fue de 91 años, lo que hace que este grupo sea de gran relevancia para comprender el deterioro cognitivo en la vejez.
• Las concentraciones más elevadas de menaquinona-4 (MK-4) en el cerebro redujeron el riesgo de demencia: en específico, los hallazgos demostraron una reducción del 17 % al 20 % de tener demencia o deterioro cognitivo leve al momento de la muerte. Es decir, una mayor cantidad de MK-4 en el cerebro ayudó a reducir la pérdida de memoria, la confusión y la desorientación en años posteriores.
Para profundizar en los detalles, aquellos con niveles más elevados de MK-4 también presentaron menos daño cerebral tipo Alzheimer. Los neuropatólogos descubrieron menos ovillos neurofibrilares, que son fibras retorcidas de la proteína tau que obstruyen las células del cerebro e interrumpen la comunicación. También observaron una menor patología general de Alzheimer en numerosas regiones del cerebro. Estos hallazgos sugieren que la vitamina K no es solo un marcador, sino también un agente importante que ayuda a ralentizar la progresión de la enfermedad.
• Comparación de las probabilidades de demencia en diferentes niveles de vitamina K: los participantes con más MK-4 en sus cerebros tuvieron probabilidades mucho menores de una etapa avanzada de Braak, que es una forma de evaluar hasta qué punto se ha extendido la patología del Alzheimer. En específico, la reducción osciló entre el 14 % y el 16 % según la región del cerebro que se estudió.
• La duración del consumo de vitamina K importa: debido a que los participantes se sometieron a pruebas cognitivas cada año durante los años previos a su fallecimiento, los investigadores pudieron comparar los niveles de vitamina en el cerebro con cómo cambió la habilidad de pensamiento a lo largo del tiempo. En específico, las personas con mayor cantidad de MK-4 conservaron su función cognitiva durante más tiempo y su deterioro fue más lento.
• Las asociaciones más fuertes se observaron en la corteza mediofrontal: esta parte se involucra en la toma de decisiones y la función ejecutiva. Las personas con un nivel de MK-4 más elevado en esta área tuvieron menos probabilidades de cumplir los criterios de demencia en el momento de su fallecimiento. Eso significa que la vitamina K tuvo un efecto más protector en la parte del cerebro que ayuda a planificar, organizar y pensar de manera crítica.
• La vitamina K es importante para la función del cerebro: en comparación con otras variables, el efecto de la vitamina K fue independiente de la edad, el sexo, el nivel educativo e incluso el consumo calórico total. Esto sugiere que los beneficios que se observaron no solo fueron el resultado de estilos de vida más saludables, sino que tuvieron un vínculo específico con el estado de la vitamina K. En otras palabras, dos personas de la misma edad y nivel educativo podrían tener diferentes resultados en cuanto a la demencia, según de la cantidad de vitamina K que se almacena en su cerebro.
• El beneficio radica en los numerosos efectos de la vitamina K más allá de la coagulación sanguínea: los investigadores teorizan que la MK-4 en el cerebro influye en el metabolismo de los esfingolípidos, que es un proceso importante para la estructura y la estabilidad de las membranas de las células cerebrales. De este modo, las membranas sanas favorecen una comunicación efectiva entre las neuronas.
La vitamina K también regula proteínas que protegen contra el estrés oxidativo y la inflamación,4 los cuales aceleran la patología del Alzheimer. Debido a que influyen en estas vías celulares, los niveles más elevados de MK-4 reflejan una mayor resistencia contra la neurodegeneración.
La conclusión es sencilla, y es que los niveles más elevados de MK-4 se correlacionan con mejores resultados cognitivos y menor daño relacionado con el Alzheimer. A diferencia de los estudios que se limitan a los marcadores sanguíneos, este vincula de forma directa la vitamina K del tejido cerebral con la demencia, lo que hace que sus implicaciones sean de gran importancia para las personas que les preocupa el envejecimiento y la pérdida de memoria.
El ácido retinoico influye en el aprendizaje y la memoria
En un estudio relacionado que se publicó en la revista Annual Review of Nutrition, los investigadores examinaron cómo la vitamina A y su forma activa, el ácido retinoico, influyen en la cognición y las enfermedades neurológicas. El enfoque no se centró solo en el envejecimiento cerebral, sino también en cómo las alteraciones en la señalización del ácido retinoico contribuyen a afecciones como el Alzheimer, la depresión y la esquizofrenia.5
• La deficiencia podría afectar la función del cerebro de cualquier persona: la revisión destacó que las deficiencias de vitamina A o las alteraciones en el metabolismo del ácido retinoico no se limitan a las poblaciones desnutridas. Incluso en los países desarrollados, existen deficiencias sutiles o fallos en la señalización en los adultos con deterioro cognitivo y trastornos neuropsiquiátricos. Los autores destacaron que restaurar las vías adecuadas del ácido retinoico podría ayudar a mantener la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional.
• Cómo el ácido retinoico ajusta la plasticidad sináptica: esto se refiere a la habilidad de las neuronas para fortalecer o debilitar sus conexiones en función de la actividad. La potenciación a largo plazo, que es el proceso celular que sustenta la formación de la memoria, está influenciada por la señalización del ácido retinoico. Cuando esa vía falla, afecta la consolidación de la memoria.
• La señalización del ácido retinoico disminuye de forma natural con la edad: esta disminución coincide con reducciones en la neurogénesis del hipocampo, que es la habilidad del cerebro para crear neuronas nuevas.
En la etapa de juventud sana, el ácido retinoico ayuda a regenerar y remodelar los circuitos de la memoria. Pero durante la vejez, la menor actividad neuronal implica menos neuronas nuevas y sinapsis menos flexibles, lo que dificulta la adaptación o la recuperación ante desafíos cognitivos.
• Ciertos grupos son vulnerables a la disrupción: los pacientes con Alzheimer a menudo presentan una menor expresión de receptores de ácido retinoico en regiones del cerebro como el hipocampo y la corteza. Esta pérdida de receptores se correlaciona con la gravedad de su deterioro de la memoria.
Es decir, esa parte de la patología de la enfermedad de Alzheimer implica no solo proteínas tóxicas como el amiloide y la proteína tau, sino también una alteración en la señalización de nutrientes que suelen mantener la resiliencia cognitiva.
• Impacto del ácido retinoico en otras vías: los autores también compararon los efectos del ácido retinoico en otras moléculas de señalización. Los autores observaron su interacción con neurotransmisores como la acetilcolina, que es fundamental para la atención y la memoria.
La señalización colinérgica se debilita cuando las vías del ácido retinoico se ven afectadas, lo que produce los mismos déficits que suelen tratar los medicamentos actuales contra el Alzheimer. Pero en lugar de ofrecer un alivio breve de los síntomas, el apoyo a la señalización del ácido retinoico podría abordar el sistema regulador ascendente que mantiene el buen funcionamiento de la acetilcolina.
• Por qué los beneficios del ácido retinoico son impactantes: funciona en su mayoría a través de receptores nucleares, que son proteínas dentro de las células del cerebro que regulan qué genes se activan o desactivan. El ácido retinoico se une a estos receptores y activa redes genéticas implicadas en las proteínas sinápticas, los sistemas de neurotransmisores y la remodelación estructural de las neuronas. No se trata solo de las vías individuales, sino del control general de la adaptabilidad del cerebro.
Otro mecanismo involucró al mTOR, que es una vía fundamental que equilibra el crecimiento, el uso de energía y la plasticidad. El ácido retinoico influye en la actividad de mTOR de manera que optimiza tanto la supervivencia como la flexibilidad de las neuronas. Esa conexión es significativa porque la disfunción de la vía mTOR se ha asociado con todo, desde el envejecimiento hasta el autismo. La vía mTOR funciona de manera equilibrada cuando hay una señalización adecuada del ácido retinoico, lo que favorece una plasticidad cerebral saludable en lugar de derivar en estados patológicos.
• Cómo el ácido retinoico afecta el estado de ánimo y la salud psiquiátrica: las deficiencias o fallas en la señalización se relacionaron no solo con problemas de memoria sino también con síntomas similares a la depresión. Los estudios en animales citados por los investigadores demostraron que la restauración del ácido retinoico revirtió estos problemas, lo que sugiere que el efecto de la vitamina A se extiende también al fortalecimiento de la resiliencia emocional.
Estrategias para optimizar sus niveles de vitamina K y A
La vitamina K es un nutriente importante para la salud en general. En un artículo anterior expliqué cómo actúa como el principal regulador del cuerpo para la distribución del calcio, lo que promueve una mejor integridad ósea y salud cardiovascular. Ahora bien, los estudios que he comentado en este artículo demuestran su importancia para una salud óptima del cerebro.
Si bien los investigadores del estudio mencionado utilizaron un análogo, considero que obtener vitamina K de forma natural es igual de bueno para la salud. A continuación encontrará algunos consejos sobre cómo optimizar su consumo para obtener los mejores resultados:
1. Consuma fuentes naturales de vitamina K2: asegúrese de agregar natto (soya fermentada) y otros vegetales fermentados con bacterias productoras de K2 a sus alimentos todos los días. Estos alimentos son fuentes excelentes de la forma MK-7 de la vitamina K2, que es conocida por permanecer activa en el cuerpo durante más tiempo.
Algunos quesos como el Brie, el Munster y el Gouda también son ricos en K2. Además, los productos orgánicos de animales alimentados con pastura, como las yemas de huevo, el hígado, la mantequilla, el sebo y los productos lácteos, también son buenas fuentes de este nutriente.
Ahora bien ¿por qué la vitamina K2? En otro artículo expliqué cómo influye de forma significativa en la salud ósea y cardíaca, lo cual la hace importante para todo el cuerpo. También tiene una mayor biodisponibilidad en comparación con la vitamina K1.
2. Combine la K2 con grasas saludables: debido a que la vitamina K2 es liposoluble, consumirla junto con grasas saludables ayuda a que su cuerpo la absorba de manera más efectiva. Entre las opciones se incluyen mantequilla de vacas alimentadas con pastura, ghee o sebo.
3. Combine K2 con cofactores clave: la vitamina K2 funciona junto con otros nutrientes fundamentales, en particular el calcio, la vitamina D3 y el magnesio. Si toma suplementos de vitamina D3, asegúrese de incluir también la vitamina K2, ya que esta ayuda a dirigir el calcio hacia los huesos en lugar de hacia las arterias. Este enfoque equilibrado fortalece el sistema esquelético y protege la salud del corazón y del cerebro.
4. Recomendaciones de dosificación: el consumo diario recomendado de vitamina K para un adulto es entre 150 y 200 microgramos. Si toma algún suplemento, tenga esto en cuenta. Para una mejor absorción, tómelo junto con alimentos que contengan grasas saludables.
5. Fuentes alimenticias de vitamina A: este nutriente se encuentra en una gran variedad de alimentos de origen vegetal. Entre los mejores ejemplos se incluyen la col rizada, las espinacas, el brócoli, las zanahorias y las papas. También los tomates, el pimiento rojo, los huevos y el hígado de res.6
La vitamina A también es liposoluble al igual que la vitamina K, por eso funcionan bien juntas. Sin embargo, tenga cuidado de no excederse con el consumo, ya que la toxicidad es mucho más común que la deficiencia en Estados Unidos. Los síntomas incluyen visión borrosa, dolor de huesos, piel seca y dolor óseo.7
Preguntas frecuentes sobre las vitaminas K y A para la salud del cerebro
P: ¿Por qué los investigadores se centran en las vitaminas K y A para la salud del cerebro?
R: Las tasas de enfermedades neurológicas como el Alzheimer aumentan de forma constante y la efectividad de los tratamientos actuales suele ser limitada y cuentan con efectos secundarios no deseados. Hoy en día, los investigadores exploran nutrientes como la vitamina K y la vitamina A (en forma de ácido retinoico) por su potencial para preservar y potenciar la función cognitiva, mejorar el desarrollo neuronal y reducir el riesgo de demencia.
P: ¿Qué descubrieron los científicos sobre los análogos de la vitamina K?
R: Un estudio que se publicó en ACS Chemical Neuroscience creó formas modificadas de vitamina K al unirlas con una cadena lateral similar al ácido retinoico. Un compuesto, en específico el compuesto 7, tuvo resultados notables. Este compuesto atravesó la barrera hematoencefálica, se convirtió en MK-4 (que es la forma principal de vitamina K del cerebro), promovió el crecimiento y la diferenciación neuronal, activó receptores que se asocian con la señalización cerebral y funcionó con efectividad en los modelos animales.
P: ¿Cómo influye la vitamina K del cerebro en el riesgo de demencia?
R: Una investigación que se publicó en Alzheimer's & Dementia analizó tejido cerebral de adultos mayores y descubrió que los niveles más elevados de MK-4 se relacionaron con un riesgo entre un 17 % y un 20 % menor de demencia. Las personas con mayor nivel de MK-4 presentaron menor daño cerebral tipo Alzheimer, menos ovillos neurofibrilares de tau, un deterioro cognitivo más lento y una mayor protección en áreas críticas del cerebro como la corteza mediofrontal.
P: ¿Qué efecto tiene el ácido retinoico, que es la forma activa de la vitamina A, en la cognición?
R: El ácido retinoico regula la plasticidad sináptica, la neurogénesis y los circuitos de memoria. Su función de señalización disminuye con la edad y afecciones como el Alzheimer, la depresión y la esquizofrenia suelen alterarla. El apoyo a las vías del ácido retinoico ayuda a mantener el aprendizaje, la memoria, la regulación del estado de ánimo y la supervivencia neuronal debido a que influye en las redes genéticas, los neurotransmisores como la acetilcolina y vías clave como la mTOR.
P: ¿Cómo se puede optimizar el consumo de vitaminas K y A para la salud del cerebro?
R: Concéntrese en alimentos ricos en nutrientes para apoyar la salud del cerebro con vitaminas K y A. Las fuentes buenas de vitamina K2 incluyen el natto, los quesos fermentados y los productos de animales alimentados con pastura, como las yemas de huevo y el hígado de res. La K2 es liposoluble, por lo que le recomiendo combinarla con grasas saludables y otros cofactores como la vitamina D3, el calcio y el magnesio para una mejor absorción y equilibrio. Para obtener vitamina A, los vegetales de hoja verde, las zanahorias, las papas, los tomates, los huevos y el hígado de res son fuentes excelentes, pero consúmalos con moderación para evitar la toxicidad.
