📝HISTORIA EN BREVE
- La prediabetes incrementa en un 64 % el riesgo de muerte en adultos de 20 a 54 años, y eso hace que sea más peligrosa en personas dentro de este rango de edad
- La mayoría de las personas con prediabetes no experimentan síntomas evidentes, por lo que, podrían estar en riesgo, pero no se enterarán a menos que se realicen un análisis
- A diferencia de las personas de mayor edad, los adultos más jóvenes con prediabetes suelen experimentar una progresión más rápida de la enfermedad y es menos probable que tengan otros problemas de salud que enmascaran el peligro
- Cambios simples en el estilo de vida, como reducir el consumo de aceites vegetales, consumir carbohidratos saludables, reducir la exposición a toxinas y exponerse a la luz del sol todos los días, ayudarán a restaurar la capacidad del cuerpo para producir energía
- La prueba HOMA-IR es una forma efectiva de identificar la resistencia a la insulina y ver si los cambios para revertir la prediabetes están funcionando
🩺Por el Dr. Mercola
Millones de personas tienen prediabetes y no lo saben porque rara vez causa síntomas evidentes en las primeras etapas. Es posible que tenga niveles demasiado altos de azúcar y aún así se sienta bien, lo que deteriora poco a poco su corazón, sus vasos sanguíneos y su metabolismo.
Lo que hace que este problema de salud sea peligroso es su progresión silenciosa. La fatiga, la sed crónica, la micción frecuente y la visión borrosa son síntomas que suelen aparecer tarde, cuando ya comenzó el daño. En este punto, la prediabetes ya no es una señal de advertencia leve, significa que está a punto de convertirse en diabetes tipo 2, o provocar enfermedades cardíacas y otros problemas de salud crónicos.
Los adultos más jóvenes son los más vulnerables. El estrés, los alimentos procesados y la exposición a las toxinas se combinan para acelerar la enfermedad a una edad en la que la mayoría jamás imaginaría que podría desarrollar diabetes. La realidad es que la prediabetes acorta bastante la esperanza de vida, por lo que es importante entender cómo y por qué afecta más a las personas menores de 55 años.
Los adultos más jóvenes tienen mayor riesgo de muerte por prediabetes
En un estudio que se publicó en JAMA Network Open, los investigadores analizaron datos de 38 093 adultos, que se recopilaron entre 1999 y 2018, y la mortalidad se rastreó a través del Índice Nacional de Muertes.1
El estudio tuvo como objetivo determinar el impacto de la prediabetes en la supervivencia cuando se consideran factores demográficos, hábitos de estilo de vida y otros problemas de salud existentes. La prediabetes se definió como autoinformada o confirmada a través de un análisis de sangre con una hemoglobina A1c (una medida del nivel promedio de azúcar durante los últimos tres meses) entre 5.7 % y 6.4 %.
• Las personas menores de 55 años tuvieron el mayor riesgo: entre los participantes, 9971 tenían prediabetes, lo que representa más de 51 millones de personas. Cuando los investigadores ajustaron los factores de estilo de vida y los problemas de salud preexistentes, desapareció esta relación entre la prediabetes y un mayor riesgo de mortalidad en las personas de edad avanzada.
Pero, en el grupo de edad de 20 a 54 años, esta relación se mantuvo estable y peligrosa. Los adultos más jóvenes con prediabetes tenían un riesgo 64 % mayor de morir que las personas sin este problema de salud. Este no fue el caso en las personas de 55 años en adelante, donde otros problemas de salud como la hipertensión o las enfermedades cardíacas tuvieron un mayor impacto en el riesgo de mortalidad.
• La progresión temprana de la enfermedad explica por qué los adultos jóvenes son los más vulnerables: la prediabetes en adultos más jóvenes suele ser una señal de vías de enfermedad más agresivas. En términos simples, su cuerpo es menos flexible cuando los problemas de azúcar comienzan más temprano en la vida. El daño se acumula más rápido, lo que hace que las personas sean más vulnerables a complicaciones mucho antes de lo esperado.
A diferencia de las personas de edad avanzada, que ya podrían tener varios problemas de salud que influyen en su riesgo de muerte, este no suele ser el caso de los adultos más jóvenes. Esto significa que el efecto de la prediabetes por sí solo es más fuerte y tiene un mayor impacto en el desarrollo de una enfermedad más grave.
• El estilo de vida, el estrés y el acceso a la atención médica son otros factores que influyen en el riesgo: los investigadores observaron que los patrones de estilo de vida y el acceso a la atención médica también influían mucho en el riesgo de las personas más jóvenes. Si tiene entre 20, 30 o 40 años, es probable que lleve una vida más ajetreada, trabaje mucho y tenga otras responsabilidades familiares y presiones financieras, que lo dejan sin tiempo para hacerse chequeos médicos regulares.
Al mismo tiempo, los hábitos alimentarios como el consumo de alimentos procesados y la exposición crónica al estrés, empeoran la carga del cuerpo. Esta combinación hace que la prediabetes sea más letal en adultos más jóvenes, en especial cuando no se identifica a tiempo, ni se trata.
• La edad fue el factor clave: si bien también se consideraron factores como la raza y la etnicidad en el análisis, los investigadores no encontraron diferencias estadísticamente significativas entre estos grupos una vez que se realizaron los ajustes.
Pero, la edad fue el factor más importante. El hallazgo más sólido y consistente fue que la prediabetes predijo de forma independiente la muerte en las personas menores de 55 años. Esto significa que, sin importar la raza o la etnia, la edad es el factor más poderoso con respecto a qué tan peligrosa se vuelve la prediabetes.
La razón por la que el cuerpo reacciona de manera diferente según la edad
El estudio sugiere que, cuando la prediabetes afecta a adultos jóvenes, muchas veces se superpone con riesgos genéticos más fuertes y una progresión más rápida de la enfermedad. En otras palabras, si una persona hereda ciertas vulnerabilidades, la enfermedad se acelera cuando aparece de forma temprana. Si esto lo combinamos con los factores estresantes modernos, como los alimentos procesados, la falta de sueño y las toxinas ambientales, se crea una tormenta que incrementa bastante el riesgo de muerte.
• Las vías de estrés biológico ayudan a explicar este riesgo: aunque este artículo no analizó a fondo todos los mecanismos moleculares, los investigadores relacionaron el problema con el impacto de esta alteración en los niveles de azúcar en la inflamación y el sistema cardiovascular. La prediabetes incrementa los niveles de hemoglobina A1c, que son un reflejo de los niveles de azúcar.
Esta exposición crónica daña los vasos sanguíneos y debilita el corazón. En los adultos más jóvenes, ese daño empeora a lo largo de los años, lo que incrementa el riesgo de infarto, derrame cerebral y deterioro de órganos. En otras palabras, el cuerpo agota su capacidad de reserva mucho antes de lo que debería, lo que incrementa el riesgo de muerte.
• La acción temprana es la mejor estrategia para abordar el problema: el estudio demuestra la importancia de intervenir antes de que la prediabetes se convierta en algo peor. Consumir alimentos saludables, controlar el estrés e identificar las toxinas ambientales puede hacer la diferencia.
Identificar el riesgo a tiempo, ayudará a los adultos jóvenes a evitar esta vía más rápida y letal. Esta investigación demuestra que la prediabetes a los 35 años no tiene el mismo impacto que la prediabetes a los 65, y que mientras más rápido haga algo al respecto, menor será el daño.
Estrategias para protegerse de la prediabetes desde temprana edad
Si tiene prediabetes, o incluso si sospecha que tiene niveles elevados de azúcar, debe actuar de inmediato. Los adultos más jóvenes enfrentan un riesgo mayor, pero eso también significa que tienen más años por delante y más oportunidades de hacer cambios reales. El objetivo no solo es prevenir la diabetes tipo 2 sino restaurar la capacidad del cuerpo para producir energía, repararse y prosperar. Piense en esto como su plan de acción personal para revertir las causas subyacentes antes de que afecten más su salud.
1. Evitar los aceites vegetales tóxicos y los alimentos procesados: el primer paso es deshacerse de los alimentos que alteran la producción de energía. Los aceites vegetales como el aceite de soya, maíz y canola llenan sus células con ácido linoleico (AL), que daña sus mitocondrias , que son las fábricas de energía de su cuerpo. Si come comida rápida, bocadillos empaquetados o incluso comidas preparadas en restaurantes, significa que su exposición a estos aceites es elevada.
Remplácelos con grasas reales como sebo, ghee o mantequilla de animales alimentados con pastura. Su cuerpo se lo agradecerá en forma de energía y niveles estables de azúcar.
2. Consumir carbohidratos saludables: el problema no son los carbohidratos, sino el tipo que consume. Si no tiene una buena salud intestinal, comience con las opciones fáciles de digerir como fruta madura y arroz blanco, que proporcionan energía limpia sin alimentar a las bacterias dañinas. Una vez que mejore su digestión, agregue poco a poco vegetales de raíz, frijoles y granos enteros.
Su cuerpo necesita este tipo de combustible para que la insulina funcione de forma correcta. Los carbohidratos son sus aliados, no sus enemigos, la clavé está en consumir el tipo correcto.
3. Eliminar las toxinas ocultas de su rutina diaria: las sustancias químicas cotidianas también afectan la producción de energía de sus células. Los plásticos, los productos para el cuidado personal a base de sustancias químicas sintéticas y la exposición crónica al Wi-Fi también causan un daño importante. Todos los cambios suman por pequeños que sean.
Utilice contenedores vidrio o acero inoxidable en lugar de plástico, no caliente sus alimentos en recipientes de plástico en el microondas y no duerma con el teléfono junto a la cama. Si mantiene el teléfono lejos de su bolsillo durante el día y apaga el Wi-Fi durante la noche, reducirá el estrés en los sistemas energéticos y les dará la oportunidad de fortalecerse.
4. Utilizar la luz del sol como un refuerzo energético diario: la vitamina D no es el único compuesto beneficioso que se relaciona con la exposición a la luz del sol. Cuando la luz del sol toca su piel, estimula la producción de melatonina dentro de sus mitocondrias, lo que ayuda a producir la energía que su cuerpo necesita para funcionar de forma correcta. Pero, si consumió muchos aceites vegetales durante algún tiempo y dejó de hacerlo, espere al menos seis meses antes de exponerse al sol durante sus horas más intensas. Comience con sesiones cortas todos los días, e incremente el tiempo de forma gradual. Con el tiempo, no solo notará los efectos positivos en la calidad de su sueño, sino que se sentirá de mejor humor y lleno de energía durante todo el día.
5. Seguir su progreso con ayuda de la prueba HOMA-IR: la prueba HOMA-IR (Homeostatic Model Assessment of Insulin Resistance) es una valiosa herramienta de diagnóstico que ayuda a evaluar la resistencia a la insulina a través de un simple análisis de sangre, lo que ayuda a detectar a tiempo el problema y hacer los cambios necesarios en el estilo de vida.
Se creó en 1985, y calcula la relación entre los niveles de insulina y glucosa en ayunas para evaluar la efectividad con la que el cuerpo utiliza la insulina. A diferencia de otras pruebas más complejas, la HOMA-IR requiere solo una muestra de sangre en ayunas, lo que la hace práctica y accesible. La fórmula de la HOMA-IR es la siguiente:
HOMA-IR = (glucosa en ayunas x insulina en ayunas) / 405, en donde
• La glucosa en ayunas se mide en mg/dl
• La insulina en ayunas se mide en μIU/ml (microunidades internacionales por mililitro)
• 405 es una constante que normaliza los valores
Pero, si utiliza mmol/l para la glucosa en lugar de mg/dl, la fórmula cambia un poco:
HOMA-IR = (glucosa en ayunas x insulina en ayunas) / 22.5, en donde
• La glucosa en ayunas se mide en mmol/l
• La insulina en ayunas se mide en μIU/ml
• La constante de normalización para esta unidad de medida es 22.5
Cualquier valor menor a 1.0 se considera una puntuación HOMA-IR saludable. Si está por encima de ese nivel, se le considera resistencia a la insulina. Mientras más elevados sean sus valores, mayor será la resistencia a la insulina. Por el contrario, cuanto menor sea la puntuación HOMA-IR, tendrá menor resistencia a la insulina, siempre y cuando no tenga diabetes tipo 1 que no produce insulina.
Por interesante que parezca, mi puntuación en la escala HOMA-IR es de tan solo 0.2. Esto es un testimonio de la mayor efectividad de mi cuerpo para quemar combustible, lo cual resulta de una mayor disponibilidad de glucosa. Incorporar más carbohidratos a mi alimentación le brindó a mis células la energía necesaria para funcionar de manera más efectiva.
Esta mejora en la función de mis células también optimizó mi salud metabólica, lo que demuestra que hacer ciertos ajustes en la alimentación mejora la sensibilidad a la insulina y el rendimiento metabólico.
Preguntas frecuentes sobre la prediabetes en adultos jóvenes
P: ¿Qué es la prediabetes y cómo se diagnostica?
R: La prediabetes es cuando sus niveles de azúcar son más elevados de lo que debería, pero aún no está dentro del rango de diabetes. Se diagnostica con un resultado entre 5.7 % y 6.4 % en el análisis de hemoglobina A1c. Muchas personas no experimentan síntomas en las primeras etapas, pero a medida que el problema empeora, suele aparecer fatiga, micción frecuente, sed excesiva o visión borrosa.
P: ¿Por qué la prediabetes es más peligrosa en adultos más jóvenes?
R: Una investigación que se publicó en JAMA Network Open encontró que los adultos de 20 a 54 años con prediabetes tenían un riesgo de muerte 64 % mayor que las personas de la misma edad sin este problema de salud. 2 La enfermedad tiende a progresar más rápido en personas más jóvenes, en parte porque tienen más años para que se acumule el daño del azúcar y porque en este rango de edad las personas suelen enfrentar factores estresantes del estilo de vida que empeoran el problema.
P: ¿Qué pasa si no se trata la prediabetes?
R: Cuando no se trata, la prediabetes progresa a diabetes tipo 2, incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas y derrame cerebral y acorta la esperanza de vida. En adultos más jóvenes, esta progresión comienza antes y causa complicaciones de salud que no son comunes en este rango de edad.
P: ¿Qué debo hacer si tengo prediabetes?
R: Las estrategias más efectivas incluyen eliminar los aceites vegetales y los alimentos procesados, consumir carbohidratos saludables como frutas y arroz blanco, reducir la exposición diaria a toxinas, exponerse a la luz del sol como parte de su rutina diaria y realizar un seguimiento de su progreso con la prueba HOMA-IR. Cada paso ayuda a restablecer la producción de energía y mantiene los niveles de azúcar bajo control.
P: ¿Qué es la prueba HOMA-IR y por qué es importante?
R: La prueba HOMA-IR mide la forma en que su cuerpo utiliza la insulina para controlar el azúcar. A diferencia de las pruebas de glucosa estándar, la prueba HOMA-IR muestra el problema subyacente antes de que progrese a diabetes completa, lo que lo convierte en la mejor herramienta para determinar si sus cambios en el estilo de vida están ayudando a revertir la prediabetes.
