📝HISTORIA EN BREVE
- El trasplante de microbiota fecal (TMF) es una terapia que restablece el equilibrio en el intestino mediante la transferencia de bacterias saludables, lo que ayuda a los pacientes a escapar del ciclo de fracasos de tomar antibióticos y reducir infecciones
- Un ensayo clínico reciente encontró que el TMF fue seguro para pacientes frágiles de centros de atención a largo plazo, quienes lo toleraron bien y presentaron menos infecciones del torrente sanguíneo y menor uso de antibióticos en comparación con quienes reciben los cuidados habituales
- Aunque los receptores de trasplantes todavía portaban bacterias resistentes, experimentaron menos infecciones graves, lo que demuestra que restaurar la diversidad del microbioma fortalece las defensas del cuerpo para combatir microbios dañinos
- Un registro nacional de 259 pacientes demostró que el 90 % se curó de la infección recurrente por Clostridioides difficile (C. difficile) después de un solo tratamiento de TMF, con resultados que duraron más de seis meses
- Los productos aprobados por la FDA, como Vowst y Rebyota, ahora hacen que el TMF sea accesible en cápsulas orales y formas rectales, lo que ofrece una nueva esperanza para quienes enfrentan infecciones intestinales persistentes
🩺Por el Dr. Mercola
Como su nombre lo sugiere, el trasplante de microbiota fecal (TMF) es un tratamiento que implica obtener una muestra fecal de un donante sano y luego trasplantarla al tracto gastrointestinal (GI) de otro paciente para ayudar a resolver sus problemas gastrointestinales. El TMF ha demostrado dar resultados notables para infecciones intestinales persistentes. De hecho, un estudio descubrió que más del 90 % de los pacientes con infección recurrente por Clostridioides difficile (C. difficile), una enfermedad que causa diarrea intensa, dolor y fiebre, se curaron después de un solo tratamiento.
Ahora, los médicos están probando el mismo enfoque en centros de atención a largo plazo, donde los pacientes a menudo son portadores de bacterias resistentes a múltiples medicamentos que los antibióticos ya no pueden controlar. Esto es lo que encontraron.
El TMF demuestra tener potencial para combatir las bacterias resistentes en pacientes de centros de atención a largo plazo
En un ensayo clínico que se publicó hace poco en JAMA Network Open, varios médicos de Atlanta, Georgia, investigaron si el trasplante de microbiota fecal podría ayudar a pacientes frágiles de centros de atención a largo plazo que habían sido afectados por organismos resistentes a múltiples antibióticos (MDRO, por sus siglas en inglés). Estas bacterias son muy peligrosas porque los antibióticos ya no logran combatirlas.1
Los pacientes con este tipo de colonización tienen un riesgo mucho mayor de sufrir infecciones graves, contaminación del torrente sanguíneo e incluso la muerte. El estudio analizó qué tan seguro fue el tratamiento, si los pacientes lo toleraron y cómo afectó los resultados de la infección a lo largo del tiempo.
• El estudio analizó a 42 pacientes que se recuperaban de enfermedades graves en un hospital de atención aguda prolongada: estos participantes son una población vulnerable debido a su inmunidad debilitada, exposición frecuente a antibióticos y múltiples problemas de salud. Para ellos, cualquier infección puede implicar que tengan que quedarse por más tiempo en el hospital, recibir tratamientos invasivos y, a veces, tener muy pocas posibilidades de recuperarse.
Durante el ensayo, 10 pacientes recibieron microbiota fecal a través de una sonda de gastrostomía o un enema, mientras que 32 pacientes sirvieron como grupo de comparación y recibieron atención estándar.
• Los resultados fueron prometedores: el procedimiento TMF se toleró bien, sin efectos secundarios graves relacionados con el tratamiento. De hecho, solo se informó de un efecto adverso (un paciente tuvo vómitos leves después de la administración). Y aunque dos pacientes murieron durante el período del estudio, sus muertes estaban relacionadas con condiciones médicas subyacentes y no con el trasplante.
• En lo que respecta a las infecciones, el estudio encontró diferencias significativas: ninguno de los receptores de trasplantes desarrolló infecciones del torrente sanguíneo en seis meses, en comparación con el 19 % del grupo de control. Aunque el tamaño tan pequeño de la muestra implicó que esta diferencia no fue significativa en términos estadísticos, la tendencia es importante, sobre todo si usted o alguien a quien cuida es propenso a infecciones repetidas que lo hacen volver al hospital.
• Quienes recibieron TMF también requirieron menos días de tratamiento con antibióticos: presentaron un menor dominio intestinal por patógenos dañinos, lo que sugiere que su entorno intestinal estaba cambiando en una dirección más saludable.
• Se reportaron menos infecciones graves incluso después de seis meses: durante los seguimientos, los investigadores encontraron que si bien todos los receptores de TMF todavía portaban al menos un organismo resistente, estaban experimentando menos infecciones graves en comparación con los pacientes que no recibieron tratamiento.
Esto es importante, porque estar colonizado no siempre significa estar enfermo; pero cuando la colonización se convierte en infección, puede ser mortal. Saber que el TMF ayudó a reducir la progresión de "portar bacterias" a "infección con potencial mortal" les da a los pacientes y a los cuidadores una razón para considerar este enfoque en casos de alto riesgo.
• Los investigadores también señalaron que el 60 % de los receptores de trasplantes adquirieron una nueva categoría de organismo resistente durante el período de prueba: si bien esto suena alarmante, tenga en cuenta que estos pacientes vivían en un entorno donde la exposición a organismos resistentes a múltiples antibióticos es inevitable. El hecho de que después presentaran menos infecciones sanguíneas y necesitaran menos antibióticos sugiere que el trasplante fecal mejoró la capacidad de su cuerpo para mantener estas bacterias bajo control, incluso si la colonización en sí no desapareció por completo.
Comprender la biología del intestino hace que los hallazgos sean más claros
Su microbioma intestinal actúa como un equipo de defensa interno. Está formado por billones de pequeños organismos (bacterias, hongos e incluso virus) que viven en los intestinos. Estos organismos trabajan juntos para digerir fibras, producir nutrientes, regular el sistema inmunológico e incluso comunicarse con el cerebro.
• Cuando toma antibióticos, se altera el delicado equilibrio del microbioma del intestino: los antibióticos no distinguen entre organismos buenos y malos; por lo tanto, terminan eliminando microbios beneficiosos, lo que permite que los dañinos crezcan sin control, lo que ocasiona diversos problemas.
• Trasplantar un conjunto equilibrado de microbios de un donante sano permite que el microbioma beneficioso compita con las bacterias resistentes: las bacterias intestinales buenas limitan el crecimiento de bacterias dañinas y ayudan al cuerpo a responder de manera más efectiva. Así que, incluso si los "microbios malos" siguen siendo detectables, pierden parte de su capacidad de causar infecciones en toda su extensión.
• Otro mecanismo que se observó en el estudio fue una mayor diversidad microbiana intestinal después del TMF: tener un microbioma intestinal diverso está vinculado con una mejor resiliencia. Para los pacientes, una mayor diversidad microbiana se traduce en una mayor protección contra infecciones invasivas, una mejor digestión y una menor dependencia de regímenes antibióticos agresivos.
El trasplante fecal no solo es seguro, sino que también ayuda a reducir la frecuencia de infecciones graves, como demuestra este estudio. Esto es aún más importante en centros de atención a largo plazo, donde las opciones son escasas. De acuerdo con un artículo en News-Medical.net:2
"Dada la actual falta de terapias aprobadas por la FDA, la optimización de las estrategias de acondicionamiento y dosificación de la microbiota sería beneficiosa para los hospitales de atención aguda prolongada y otras instituciones de salud que tratan a pacientes con una alta prevalencia de colonización microbiana intestinal multirresistente".
Si bien es necesario hacer más investigaciones con grupos más grandes, la evidencia actual ofrece esperanzas de que el TMF le ayudará a usted o a su ser querido a evitar otra ronda de antibióticos agresivos, una estadía prolongada en el hospital o algo peor. Es una herramienta proactiva para restablecer el equilibrio dentro del intestino e inclinar las probabilidades a su favor.
Un estudio en el mundo real confirma que el TMF ofrece un alivio duradero de las infecciones intestinales recurrentes
Un estudio de 2020 que se publicó en Gastroenterology analizó los resultados del Registro Nacional TMF, el primer esfuerzo a gran escala para rastrear el trasplante de microbiota fecal fuera de los ensayos clínicos. El objetivo fue ver cómo funciona el TMF en entornos del mundo real, donde los pacientes suelen ser mayores, estar más enfermos y vivir con múltiples problemas de salud. A diferencia de los estudios pequeños y controlados, este registro proporcionó una imagen más clara de lo que sucede en hospitales y clínicas de Estados Unidos cuando los pacientes reciben este tratamiento.3
• El registro incluyó a 259 personas, con edades desde apenas 1 año hasta casi 100 años: la mayor parte de los participantes eran mujeres de alrededor de 60 años. Todos los participantes habían padecido C. difficile (CDI), y muchos de ellos habían recibido múltiples rondas de antibióticos que no lograron detener la infección.
• La eficacia fue el resultado más sorprendente: los investigadores descubrieron que solo un mes después del tratamiento, nueve de cada 10 pacientes ya no tenían la infección y casi todos ellos necesitaron solo un tratamiento. Lo que fue aún más alentador fue que, cuando los médicos volvieron a examinarlos seis meses después, solo el 4 % de los que mejoraron al inicio experimentaron otra recurrencia.
• Se produjeron efectos secundarios, pero en general fueron leves: los resultados a corto plazo mostraron que casi la mitad de los pacientes informaron síntomas como hinchazón, estreñimiento o dolor abdominal, pero solo el 1 % tuvo problemas graves relacionados con el trasplante en sí.
Los médicos incluso observaron que la mayoría de las infecciones que se notificaron en las semanas posteriores al tratamiento no estaban relacionadas con el TMF. Estas incluyeron infecciones urinarias y neumonía, que de por sí son comunes en este grupo de pacientes.
• El cronograma de recuperación también reveló información importante: las recaídas tienden a ocurrir dentro de los primeros dos meses posteriores al tratamiento, lo que significa que los pacientes y los cuidadores pueden estar atentos durante ese período. Después de ese lapso, las posibilidades de permanecer sin infecciones aumentaron de forma significativa.
• Esta es otra característica única de este estudio: este registro logró incluir a pacientes que, por lo regular, quedarían excluidos de ensayos clínicos, como personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), síndrome de intestino irritable (SII) o sistemas inmunológicos debilitados. Aunque estas condiciones suelen excluir a los pacientes de los estudios de investigación, son justo ellos los que enfrentan el mayor riesgo de CDI recurrente.
Al incluirlos, el registro reflejó las realidades de la práctica médica real, y demostró que el TMF funciona incluso en pacientes complejos y frágiles.
Si ha enfrentado múltiples recaídas a pesar de los antibióticos, los datos de estos dos estudios destacados sugieren que el TMF brinda una probabilidad muy alta de romper el ciclo. Para los pacientes y las familias que buscan una solución duradera, estos hallazgos ofrecen más que estadísticas: dan tranquilidad y brindan un camino a seguir.
"La evidencia del mundo real está adquiriendo cada vez mayor importancia en la atención médica y es un interés reciente de la Administración de Alimentos y Medicamentos en el monitoreo de eventos adversos y la toma de decisiones regulatorias. Los profesionales del TMF, junto con la comunidad científica, tienen la responsabilidad de proteger la seguridad de los pacientes que lo reciben y la oportunidad de obtener nuevos conocimientos sobre la biología del microbioma intestinal humano", concluyeron los investigadores.4
El TMF también le brinda protección a las personas con enfermedad hepática
Las personas con cirrosis (que se define como la cicatrización grave del hígado) son otro grupo de pacientes con mayor riesgo de sufrir infecciones graves. Entre ellas se incluyen infecciones bacterianas causadas por patógenos resistentes a múltiples medicamentos. En 2023, varios investigadores de Gran Bretaña lanzaron el ensayo PROMISE para investigar si el TMF podría ser valioso para ayudar a abordar este problema entre los pacientes con enfermedad hepática.
Este estudio aún está en curso y sigue aceptando pacientes.5 De acuerdo con Lindsey Edwards del King's College de Londres y uno de los autores del estudio:6
"Si podemos reforzar la inmunidad de los pacientes para reducir las infecciones modificando el microbioma, podemos reducir la necesidad de recetar antibióticos. Existe una necesidad urgente e insatisfecha de abordar la infección y la resistencia a los antimicrobianos en la enfermedad hepática crónica”.
• Cerca de 300 personas con enfermedad hepática avanzada están incluidas en el estudio: a los participantes se les pide que tomen una cápsula (que contiene heces liofilizadas de donantes sanos) o un placebo cada tres meses durante dos años.
• Esas cápsulas no solo mejoran la salud intestinal, sino que también reducen el riesgo de infección: las personas con daño hepático suelen tener más bacterias "malas" en el intestino, lo que aumenta su riesgo de infección. Debbie Shawcross, investigadora principal del estudio, declaró: "las 'cápsulas de heces', que no tienen sabor ni olor, podrían ofrecer una nueva esperanza para pacientes con cirrosis que han agotado todas las opciones de tratamiento".
• Esta no es la primera vez que se considera mejorar el TMF para tratar enfermedades hepáticas: de hecho, en 2021, un equipo de investigadores de China publicó un informe en Seminars in Liver Disease sobre este tema.7
"El intestino humano alberga una microbiota densa y muy diversa de casi 1 000 especies bacterianas. La interacción entre el huésped y las bacterias intestinales influye mucho en la salud humana", informaron los investigadores.
Numerosas evidencias sugieren que el desequilibrio de la flora intestinal tiene una relación estrecha con el desarrollo y tratamiento de enfermedades hepáticas, lo que incluye la lesión hepática aguda y las enfermedades hepáticas crónicas (cirrosis, enfermedad hepática autoinmune e hígado graso). Por esta razón, regular la microbiota intestinal podría ser una nueva opción para el tratamiento complementario de las enfermedades hepáticas".
Soluciones para reducir infecciones y restablecer el equilibrio intestinal
Si padece infecciones recurrentes o está cuidando a un familiar en un centro de atención a largo plazo, ya sabe lo agotador que es sentir que los antibióticos son la única opción. El problema no son solo las bacterias, sino el ambiente intestinal debilitado que ya no mantiene bajo control a los microbios dañinos. Abordar la causa significa restablecer el equilibrio de su microbioma. A continuación se presentan algunos pasos prácticos que le ayudarán a inclinar la balanza a su favor.
1. Considere el TMF: estos estudios sugieren que el FMT es una opción que vale la pena considerar con seriedad, e incluso los pacientes frágiles que reciben cuidados a largo plazo pueden tolerarlo bien.
La buena noticia es que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó Vowst en 2023. Es el primer producto para la microbiota fecal de administración oral y está aprobado para prevenir la recurrencia de la CDI en personas mayores de 18 años.8 En 2022, la agencia también aprobó live-jslm (nombre comercial: Rebyota).9 Este producto de TMF se administra por vía rectal.
2. Procure que los antibióticos sean su último recurso, no su primera opción: estos medicamentos alteran el equilibrio intestinal y eliminan no solo las bacterias dañinas sino también las protectoras. Incluso el uso de antibióticos a corto plazo afecta la salud intestinal a largo plazo. Por lo tanto, siempre que sea posible, evite el uso de antibióticos (a menos que sea necesario) para preservar la fortaleza de su microbioma. Considere tomar un suplemento probiótico de alta calidad y también prebióticos.
3. Fortalezca la diversidad intestinal con mejoras graduales en su alimentación: su intestino prospera con la variedad. Si su digestión lo permite, introduzca poco a poco una gama más amplia de frutas enteras, carbohidratos ricos en fibra y vegetales bien cocidos. Si su intestino es frágil, comience con alimentos sencillos como fruta con pulpa o arroz blanco. Con el tiempo, esto le da a su microbioma más herramientas para protegerlo.
4. Tome medidas prácticas para evitar la CDI: si se encuentra en un hospital o en un centro de atención a largo plazo, está en un riesgo constate de contraer C. difficile. Para reducir su riesgo, procure tener una higiene de manos muy estricta, sobre todo lavándose con agua y jabón, ya que los desinfectantes a base de alcohol no matan las esporas de C. difficile. Tenga cuidado con lo que toca en entornos compartidos y mantenga limpio su espacio personal.
Si le recetan antibióticos, pregunte por qué y si existen alternativas, ya que los antibióticos de amplio espectro son el principal desencadenante de C. difficile. Llevar una alimentación saludable para el intestino y restablecer el equilibrio después de tomar antibióticos también reduce el riesgo.
Preguntas frecuentes sobre el trasplante de microbioma fecal (TMF)
P: ¿Qué es el trasplante de microbiota fecal (TMF)?
R: El TMF es una terapia que introduce bacterias saludables de las heces de un donante en el intestino de alguien que ha perdido su equilibrio microbiano natural. El objetivo es restaurar un microbioma saludable, que fortalezca las defensas del cuerpo contra bacterias dañinas, mejore la digestión y reduzca el riesgo de infecciones recurrentes que los antibióticos por sí solos no pueden controlar.
P: ¿Qué tan efectivo es el TMF para las infecciones intestinales persistentes?
R: El TMF ha demostrado tasas de éxito considerables. En un gran estudio de registro realizado en Estados Unidos, el 90 % de los pacientes con infección recurrente por Clostridioides difficile se curaron después de un solo tratamiento. Lo que es aún mejor, la mayoría permaneció sin infección alguna durante seis meses o más, lo que rompió el agotador ciclo de antibióticos y recaídas que enfrentan muchos pacientes.
P: ¿El TMF es seguro para pacientes frágiles de centros de atención a largo plazo?
R: Sí, las investigaciones demuestran que es seguro incluso para pacientes muy frágiles. Un ensayo clínico en Atlanta analizó el TMF en pacientes de centros de atención a largo plazo que ya estaban debilitados por la enfermedad y el uso frecuente de antibióticos. El procedimiento se toleró bien y solo se reportó un efecto secundario menor (vómitos leves). No se han identificado complicaciones graves relacionadas con el trasplante en sí, lo que lo convierte en una opción realista para grupos vulnerables.
P: ¿El TMF elimina por completo las bacterias resistentes del intestino?
R: El TMF no siempre elimina por completo las bacterias resistentes, pero ayuda al cuerpo a controlarlas. En el ensayo de Atlanta, todos los pacientes todavía portaban al menos un organismo resistente después del tratamiento. Sin embargo, aquellos que recibieron TMF tuvieron menos infecciones del torrente sanguíneo y necesitaron menos antibióticos en comparación con pacientes sin tratamientos. Esto significa que incluso si las bacterias resistentes permanecen, pierden su capacidad de dominar y causar infecciones que pueden ser mortales.
P: ¿Existen productos TMF aprobados?
R: Sí, ahora existen productos aprobados por la FDA que facilitan el acceso al TMF. En 2023, Vowst fue aprobado como la primera cápsula oral para prevenir la infección recurrente por C. difficile y en 2022, Rebyota fue aprobado como producto rectal. Ambos ofrecen formas estandarizadas y reguladas de administrar el tratamiento, lo cual le brinda a los pacientes nuevas opciones más allá de los trasplantes de heces tradicionales.
