📝HISTORIA EN BREVE
- Los cultivos actuales son más pobres en vitaminas y minerales, ya que se prioriza su tamaño, rendimiento y conservación, no su valor nutritivo
- La degradación del suelo causada por la agricultura industrial merma la capacidad de las plantas para absorber nutrientes esenciales, como el zinc, el hierro y el magnesio
- Las variedades de cultivos heredadas y tradicionales suelen retener un mayor contenido de nutrientes en comparación con los híbridos modernos
- Las prácticas agrícolas regenerativas, como los cultivos de cobertura y el compostaje, restauran la salud del suelo y aumentan la densidad de nutrientes de los alimentos
- Elegir variedades ricas en nutrientes, apoyar a agricultores enfocados en el suelo y reducir el consumo de alimentos ultraprocesados son pasos fundamentales para mejorar su alimentación
🩺Por el Dr. Mercola
Más de 2 mil millones de personas en todo el mundo viven con deficiencias de micronutrientes, y a menudo no tienen idea de que su salud está decayendo. Puede comer hasta saciarse, pero si sus comidas carecen de minerales y vitaminas fundamentales, su cuerpo sigue funcionando en un estado de déficit. Este déficit silencioso disminuye su energía, su inmunidad y su resiliencia con el tiempo.
La pérdida oculta de nutrientes se ha convertido en uno de los desafíos de salud que definen la alimentación moderna. El problema no se limita solo a la mala elección de alimentos: está arraigado en el modo en que se cultivan nuestros alimentos. Las prácticas agrícolas, las prioridades de cultivo y las estrategias de gestión del suelo han cambiado mucho en las últimas décadas, y alteran el perfil nutricional de lo que llega a su mesa.
Esta tendencia significa que incluso los alimentos familiares ya no nos nutren como antes. Los productos modernos a menudo parecen atractivos, pero aportan menos minerales y vitaminas de los que el cuerpo necesita para su funcionamiento diario. El cambio ha sido tan gradual como para pasar desapercibido, pero su impacto en la salud pública no es nada sutil.
Reconocer este cambio es el punto de partida para recuperar la densidad de nutrientes que alguna vez estuvo presente en los alimentos enteros. El primer estudio que exploraremos muestra cómo la evolución de la agricultura ha alterado lo que comemos y qué se puede hacer para cerrar la brecha entre la apariencia y la verdadera nutrición.
La agricultura moderna ha despojado a los cultivos de sus nutrientes
Esta investigación, publicada en Foods, analizó cómo ha cambiado el contenido de nutrientes de frutas, vegetales y granos en los últimos 50 a 70 años.1 Se centró en las vitaminas y minerales esenciales e identificó patrones de deterioro y señaló las prácticas agrícolas que han contribuido al problema. Los investigadores revisaron datos de composición a largo plazo, y compararon las mediciones de nutrientes de cultivos de mediados del siglo XX con sus equivalentes modernos.
• Las concentraciones de minerales han caído de manera drástica: el análisis demostró descensos significativos en minerales esenciales para la salud humana, como el magnesio, el calcio, el hierro y el zinc. Por ejemplo, ciertos vegetales habían perdido más de la mitad de su contenido de hierro, mientras que algunas frutas contenían casi un 60 % menos de calcio que hace décadas. Estos cambios significan que hoy en día una persona tendría que comer una mayor cantidad de los mismos alimentos para obtener la misma nutrición que sus abuelos.
• La mejora de las plantas centrada en el rendimiento ha diluido la densidad de nutrientes: se desarrollaron variedades de cultivos de alto rendimiento para producir cosechas más grandes, pero este énfasis en el tamaño y el peso desvió la energía de la planta hacia la producción de carbohidratos en lugar del almacenamiento de nutrientes. Como resultado, aun cuando el suelo tenga minerales, la fisiología de la planta prioriza la producción de almidón por encima de las vitaminas y los minerales. Esto se conoce como el “efecto de dilución” y es una de las principales razones por las que los productos modernos son menos nutritivos.
• Las prácticas agrícolas químicas dañaron la biología del suelo: el uso excesivo de fertilizantes sintéticos y pesticidas ha degradado la biodiversidad del suelo, que es la variedad de microorganismos beneficiosos que ayudan a las plantas a absorber nutrientes. Sin estos microbios, incluso un suelo rico en minerales no puede transmitir esos nutrientes a los cultivos. El monocultivo (cultivar el mismo cultivo de forma repetida en la misma tierra) reduce aún más la vitalidad del suelo, lo que da lugar a plantas con deficiencia de nutrientes.
• Las prácticas de almacenamiento agravan el problema: los métodos de almacenamiento poscosecha, sobre todo el almacenamiento prolongado en frío, conducen a una mayor degradación de nutrientes antes de que la comida llegue a su mesa. Esto significa que las pérdidas de nutrientes no solo ocurren en el campo, sino también durante el transporte y el almacenamiento.
• Los deterioros nutricionales tienen consecuencias reales para la salud: los niveles más bajos de minerales como el magnesio afectan la función muscular y nerviosa, la pérdida de calcio debilita los huesos y la reducción de hierro contribuye a la anemia y la fatiga. Estas deficiencias aumentan el riesgo de enfermedades y hacen difícil mantener niveles óptimos de energía, inmunidad y rendimiento cognitivo.
Restaurar la densidad de nutrientes requiere diversos cambios
Los investigadores propusieron varias estrategias para revertir esta tendencia: reintroducir variedades de cultivos tradicionales que, por naturaleza contienen más nutrientes, adoptar métodos agrícolas orgánicos y regenerativos, mejorar la diversidad microbiana del suelo y utilizar técnicas de biofortificación para aumentar los niveles de nutrientes en los cultivos básicos.2 Estas medidas tienen como objetivo reconstruir la base nutricional de nuestro suministro de alimentos.
• La salud del suelo es el eje para la recuperación de nutrientes: de acuerdo con el documento, las plantas cultivadas en suelos ricos en materia orgánica y vida microbiana tienen concentraciones de nutrientes más altas. Restaurar el suelo mediante cultivos de cobertura, compostaje y labranza reducida no solo beneficia a las plantas, sino que también asegura que la comida que consume contenga los minerales de los que depende su cuerpo.
• Su alimentación se ve afectada de forma directa por estos cambios: entender que una manzana "fresca" hoy en día no es igual a una cultivada hace 50 años ayuda a explicar por qué podría tener dificultades para satisfacer las necesidades nutricionales solo con la alimentación. Esta conciencia puede motivarlo a buscar productos de granjas regenerativas, cultivar sus propios alimentos o complementarlos de manera inteligente cuando sea necesario.
El trigo de alto rendimiento y el problema oculto del hambre
En un artículo detallado de la BBC, la discusión se centró en cómo la mejora de plantas para obtener mayor rendimiento, sobre todo durante la Revolución Verde, transformó cultivos como el trigo en fuentes de alimentos con mayor contenido calórico pero menos nutrientes.3 Estos programas de mejora genética se centraron en crear plantas más bajas y robustas con espigas de semillas más grandes, lo que aumentó la producción pero alteró la composición del cultivo, lo que incrementó el contenido de almidón a expensas de las proteínas, vitaminas y minerales.
• La dilución de nutrientes significa más calorías pero menos elementos esenciales los expertos consultados para el artículo explicaron que, si bien las variedades de cultivos modernas producen mayores cosechas, estas contienen proporciones más bajas hierro, zinc y proteínas que las variedades antiguas y tradicionales.
Para usted, esto significa que una rebanada de pan actual contiene más carbohidratos pero muchos menos de los nutrientes que su cuerpo necesita para funcionar de manera óptima. Esto contribuye a lo que los investigadores denominan "hambre oculta", una condición en la que las personas consumen suficientes calorías, pero aun así padecen deficiencias de nutrientes.
• La pérdida de asociaciones naturales entre plantas ha empeorado el problema: las variedades de plantas tradicionales formaron relaciones más fuertes con los hongos del suelo, conocidos como hongos micorrízicos, que ayudan a las plantas a absorber minerales del suelo. Las variedades modernas de alto rendimiento dependen menos de estos hongos, lo que significa que absorben menos minerales incluso cuando el suelo es rico en nutrientes. Este cambio es una razón importante de la disminución de los niveles de minerales, y subraya cómo las decisiones agrícolas alteran los sistemas naturales de suministro de nutrientes.
• Restaurar la densidad de nutrientes requiere técnicas agrícolas más inteligentes: la BBC destacó métodos innovadores para revertir esta pérdida, entre los que se incluyen reintroducir variedades de trigo antiguas en los programas de cultivo y el uso de inoculantes para potenciar las poblaciones de hongos beneficiosos en el suelo. Estos métodos tienen como objetivo reconstruir las asociaciones planta-microbio que mejoran de forma natural la absorción de minerales.
Al apoyar la capacidad de los cultivos para acceder a los nutrientes, los agricultores podrían producir trigo que alimente de manera más efectiva sin sacrificar el rendimiento.
• La restauración de nutrientes es una cuestión de seguridad alimenticia a largo plazo: mejorar la densidad de nutrientes en los cultivos básicos no se trata solo de prevenir las deficiencias en este momento, sino de garantizar que las generaciones futuras tengan acceso a alimentos nutritivos. Sin estos cambios, el suministro mundial de alimentos corre el riesgo de convertirse en una trampa alta en calorías y baja en nutrientes que alimenta las enfermedades crónicas.
• Sus elecciones influyen en la demanda de alimentos ricos en nutrientes: la demanda de los consumidores por cultivos de mayor calidad impulsa a los agricultores a adoptar prácticas centradas en los nutrientes. Buscar panes, granos y harinas elaborados con trigos heredados o cultivados de manera sostenible envía una señal clara al mercado: el contenido nutricional importa tanto como el rendimiento.
La degradación del suelo está matando de hambre a los alimentos antes de que los consuma
Un artículo de Helios exploró la crisis de la degradación del suelo y cómo está erosionando la base nutricional del suministro mundial de alimentos. 4 El informe explicó que décadas de agricultura industrial, caracterizada por la labranza intensa, fertilizantes sintéticos, pesticidas y monocultivos, han despojado a los suelos de materia orgánica y microorganismos beneficiosos. Si el suelo no está sano y vivo, los cultivos absorben menos vitaminas y minerales, lo que hace que la comida que consumimos sea menos nutritiva de lo que debería ser.
• Miles de millones de toneladas de tierra fértil desaparecen cada año: los campos de cultivo a nivel global están perdiendo suelo a un ritmo muy superior al de su regeneración; según algunas estimaciones, la pérdida anual es de 24 mil millones de toneladas.5 La capa superficial del suelo (tierra fértil) es la capa superior rica en nutrientes de la que se alimenta la mayor parte del sistema radicular de una planta.
Cuando esta capa se erosiona, el subsuelo restante contiene menos minerales y menos materia orgánica, lo que dificulta que los cultivos crezcan fuertes y ricos en nutrientes. Para usted, eso significa que las espinacas, los tomates o los granos que come ya han perdido parte de su potencial nutricional incluso antes de ser cosechados.
• Los atajos químicos tienen costos a largo plazo: los fertilizantes sintéticos proporcionan a las plantas dosis rápidas de nitrógeno, fósforo y potasio (NPK), pero no suministran las docenas de minerales traza que los humanos necesitan para una salud óptima. Lo que es peor, el uso continuo de fertilizantes sin restituir la materia orgánica genera suelos compactos y yermos, con menor capacidad de retener agua y más propensos a erosionarse durante las lluvias fuertes. Con el tiempo, este ciclo genera daños ambientales y la calidad de los alimentos va empeorando.
• Un suelo saludable hace que las plantas sean más resistentes y más nutritivas: en las granjas que utilizan prácticas de agricultura regenerativa, como la siembra de cultivos de cobertura, la labranza reducida y la aplicación de composta, la densidad de nutrientes en los cultivos es mucho mayor.
• La solución comienza en la raíz, literalmente: restaurar la materia orgánica y la biodiversidad del suelo es la forma más rápida de recuperar la densidad de nutrientes en el suministro de alimentos. Prácticas como plantar cultivos de cobertura e integrar ganado para la fertilización natural y evitar los pesticidas químicos no solo regeneran el suelo sino que también ayudan a secuestrar carbono, lo que las hace beneficiosas tanto para la salud como para el medio ambiente.
Formas sencillas de restaurar los nutrientes de su alimentación y suministro de alimentos
Tiene más control sobre la calidad nutricional de sus alimentos de lo que imagina. La pérdida de vitaminas y minerales en los cultivos modernos no es solo un problema agrícola: es un problema de salud personal. Si decide de forma consciente dónde y cómo consigue lo que come, y apoya métodos de cultivo que sanan el suelo, puede enriquecer de forma notable la nutrición que obtiene en cada bocado. Aquí le mostramos cómo empezar a actuar hoy mismo.
1. Elija productos cultivados de forma regenerativa siempre que sea posible: busque granjas y marcas que practiquen cultivos de cobertura, compostaje y labranza reducida. Estos métodos reconstruyen la materia orgánica en el suelo, lo que aumenta el contenido mineral en frutas y vegetales. Cuando haga compras en un mercado local, pregunte a los campesinos sobre el cuidado de su suelo, pronto notará quiénes valoran la calidad de los nutrientes, no solo la cantidad que cosechan.
2. Diversifique su alimentación para incluir variedades de cultivos más antiguos y ricos en nutrientes: los cultivos híbridos modernos a menudo se cultivan por su tamaño, almacenamiento y transporte, no por nutrición. Busque vegetales y granos tradicionales, así como productos silvestres. Estas variedades a menudo contienen niveles más altos de minerales como magnesio, zinc y hierro porque no se cultivaron para la producción en masa.
3. Apoye a los agricultores locales que promueven la salud del suelo: cada dólar que gasta es un voto para el tipo de agricultura que quiere ver. Si le compra a productores locales que utilizan prácticas regenerativas, no solo obtiene mejores alimentos, sino que también ayuda a restaurar tierras de cultivo para las generaciones futuras. Una forma excelente de apoyar este tipo de agricultura de forma consistente es mediante los programas de Agricultura de Suscripción (CSA).
4. Cultive algunos de sus propios alimentos en un suelo saludable: incluso si solo tiene espacio para unas pocas macetas en un balcón, cultivar hierbas, vegetales de hoja verde o tomates en un suelo rico y enmendado con composta le brinda productos frescos con niveles altos de nutrientes. Usted controla lo que entra en el suelo y cosecha en el punto óptimo de maduración para obtener el mejor sabor y nutrición.
5. Reduzca su dependencia de alimentos procesados pobres en nutrientes: los bocadillos ultraprocesados, los granos refinados y los aceites vegetales no solo desplazan a los alimentos ricos en nutrientes en su alimentación, sino que también contribuyen al ciclo de degradación del suelo a través de la demanda de monocultivos de productos básicos. Reemplácelos con alimentos enteros provenientes de granjas diversas y respetuosas con el suelo para alimentar tanto su cuerpo como la tierra.
Preguntas frecuentes sobre la falta de nutrientes en el suelo
P: ¿Por qué la comida moderna es menos nutritiva que antes?
R: La mejora moderna de plantas ha priorizado el rendimiento, el tamaño y la vida útil por encima del contenido de nutrientes. Las variedades de cultivos de alto rendimiento a menudo contienen menos vitaminas y minerales porque se crían para producir semillas ricas en almidón y mantienen una relación más débil con los microbios del suelo que ayudan a extraer nutrientes de la tierra.
P: ¿Cómo afecta la salud del suelo a los nutrientes de mis alimentos?
R: Un suelo sano, rico en materia orgánica y microbios beneficiosos, permite que las plantas absorban más minerales como zinc, hierro y magnesio. Los suelos degradados por la agricultura industrial carecen de estas cualidades, lo que reduce de forma directa la densidad de nutrientes de los cultivos que se cultivan en ellos.
P: ¿Elegir ciertos tipos de productos puede mejorar mi consumo de nutrientes?
R: Sí. Las variedades de cultivos más antiguas, como los vegetales tradicionales y los gramos ancestrales, por lo general, tienen un mayor contenido de nutrientes que los híbridos modernos. Estas variedades tradicionales no se alteran tanto mediante el cultivo para la producción en masa y a menudo mantienen características de absorción de nutrientes más fuertes.
P: ¿Qué rol ejercen las prácticas agrícolas regenerativas en la restauración de nutrientes?
R: Los métodos regenerativos, como los cultivos de cobertura, el compostaje, la rotación de cultivos y la labranza reducida, reconstruyen la materia orgánica del suelo, mejoran la vida microbiana y restauran los ciclos naturales de nutrientes. Los cultivos cultivados de esta manera tienden a ser más ricos en minerales esenciales y antioxidantes.
P: ¿Qué medidas puedo tomar para asegurarme de comer alimentos más ricos en nutrientes?
R: Busque productos cultivados de manera regenerativa, compre a agricultores locales que se centren en la salud del suelo, diversifique su alimentación con variedades tradicionales, cultive algunos de sus propios alimentos y reduzca el consumo de alimentos ultraprocesados. Cada una de estas acciones aumenta el consumo de nutrientes y favorece un sistema alimenticio más saludable.
