📝HISTORIA EN BREVE

  • Los científicos detectaron por primera vez parafinas cloradas de cadena media (PCCM) en el aire en zonas rurales de Oklahoma, lo que demuestra que estas sustancias químicas tóxicas no se limitan a las zonas industriales
  • Las PCCMs son similares a nivel químico a las PFAS, o “sustancias químicas permanentes”, que se acumulan en la grasa, alteran las hormonas y aumentan el riesgo de enfermedades crónicas
  • Los niveles de PCCMs en el aire alcanzaron su punto más elevado durante las horas de calor, lo que demuestra que las oscilaciones de temperatura controlan de forma directa la cantidad que se inhala
  • El estudio relacionó el uso de tierras agrícolas locales y fertilizantes biosólidos con niveles elevados de PCCM, lo que generó preocupación sobre los productos convencionales y la exposición al aire libre cerca de áreas agrícolas
  • Incluso implementar cambios pequeños en el estilo de vida, como consumir alimentos orgánicos, evitar los productos de PVC, utilizar un purificador de aire en espacios cerrados y favorecer la salud mitocondrial, ayudan a su cuerpo a reducir y resistir la acumulación de toxinas

🩺Por el Dr. Mercola

Está rodeado de sustancias químicas que no conoce, y algunas de las más dañinas son invisibles. Una de ellas son las parafinas cloradas de cadena media, o PCCMs. Estos compuestos se utilizan en productos industriales como lubricantes, selladores y retardantes de llama, pero no permanecen en un solo lugar. Las PCCMs se escapan al ambiente y quedan suspendidas en el aire, donde las inhala sin siquiera darse cuenta.

Lo que hace que las PCCMs sean muy alarmantes es su duración. Las PCCM se resisten a la descomposición, se acumulan en los tejidos grasos e interfieren con los sistemas que regulan las hormonas, el metabolismo y la salud del cerebro. A pesar de su uso tan común, las PCCMs han permanecido en gran medida ignoradas en las conversaciones sobre salud pública y no han sido reguladas por las autoridades federales.

Ahora, las investigaciones han demostrado que las PCCMs no solo son persistentes, sino también móviles. No se quedan en los productos o en el suelo, sino que se mueven con el clima, se elevan con el calor y siguen las corrientes de aire en zonas rurales y urbanas. Si respira, es probable que esté expuesto. Por eso es tan importante. Para proteger su salud y reducir su riesgo, debe saber de dónde provienen estas toxinas, cómo se comportan en el medio ambiente y qué hacer para limitar su exposición.

Los científicos rastrean por primera vez sustancias químicas peligrosas en el aire

Un estudio publicado en ACS Environmental AU utilizó tecnología de vanguardia para monitorear las PCCMs mientras flotaban en el aire sobre tierras de cultivo en Oklahoma.1 Estos productos químicos se utilizan en productos industriales como lubricantes y plastificantes, pero no se quedan en un solo lugar. A diferencia de los métodos de prueba anteriores que tardaban semanas o meses en recopilar datos, esta herramienta permitió a los investigadores rastrear las PCCMs minuto a minuto, lo que reveló cómo suben, bajan y cambian según la hora del día.

• Los investigadores descubrieron PCCMs en el aire casi todos los días, en niveles tan elevados como los de las ciudades contaminadas: el estudio duró alrededor de un mes y descubrió PCCMs casi todos los días, incluso en una zona rural lejos de fábricas grandes. En promedio, los niveles alcanzan los 3 100 picogramos por metro cúbico, similar a lo que se ha descubierto en las principales ciudades de China. Esto significa que incluso lugares que parecen estar "limpios" tienen sustancias químicas peligrosas en el aire sin que nadie se dé cuenta.

• Los niveles en el aire aumentaron con el calor en el día y volvieron a disminuir durante la noche: estos químicos se volvieron más volátiles a medida que las temperaturas subieron durante el día y volvieron a asentarse en el suelo o el polvo cuando la temperatura bajó por la noche. Entonces, si está al aire libre en pleno mediodía (ya sea que trabaje, haga ejercicio o incluso solo camine), su exposición quizá sea mucho mayor que durante la noche.

• Los PCCMs más comunes fueron tipos más livianos y con más probabilidades de convertirse en gas: las seis formas principales que descubrieron los científicos tenían 14 o 15 átomos de carbono y 6 o 7 átomos de cloro. Estas versiones son más propensas a evaporarse en el aire, lo que significa que son las que tiene más probabilidades de inhalar. Descubrir cuáles versiones son más comunes ayuda a los expertos en salud a centrarse en cuáles representan el mayor riesgo.

• Algunas fuentes cercanas como granjas y vertederos quizá promovieron la contaminación: los niveles de PCCM aumentaron en días calurosos con vientos del suroeste, lo que sugiere que provenían de fuentes locales, incluyendo campos agrícolas tratados con lodos, aguas residuales o escorrentía industrial. Los niveles disminuyeron cuando el viento cambió o las temperaturas bajaron, lo que indica un movimiento de corto alcance en lugar de contaminación distante.

Los PCCMs son similares a nivel químico a los PFAS, también conocidos como "químicos permanentes", que se acumulan en el cuerpo con el tiempo y resisten la descomposición. Esta similitud llevó a los legisladores de Oklahoma a prohibir hace poco los fertilizantes biosólidos en todo el estado.

El calor determina la cantidad de PCCM que respiramos cada día

El estudio demostró una relación directa entre la temperatura y los niveles de PCCM. A medida que el aire se calentó, los productos químicos se evaporaron rápido de superficies como el suelo y el polvo. Esto ocurrió en apenas cinco minutos, lo que significa que podría quedar expuesto de forma repentina solo por estar afuera en una tarde calurosa.

• La contaminación alcanzó su punto máximo al mediodía y descendió rápido por la noche: los niveles de PCCM aumentaron a última hora de la mañana y volvieron a descender cuando atardeció. Un clima lento o la descomposición de sustancias químicas no causó este patrón, sino el calor. Así que incluso pasar una hora al aire libre durante ese momento de mayor calor aumenta la cantidad de toxina que llega a los pulmones y al torrente sanguíneo.

• Las PCCMs más ligeras se evaporaron y desaparecieron más rápido que las más pesadas: las versiones de cadena más corta del químico subieron más rápido durante el día y bajaron más rápido durante la noche. Sin embargo, las formas más pesadas permanecieron más tiempo en el suelo y el polvo. Esto significa que inhala las más ligeras con mayor facilidad, pero las más pesadas pueden pegarse a su ropa, entrar en su casa y, con el tiempo, llegar a su comida.

• No todas las PCCMs reaccionan al calor de la misma forma: algunas formas aumentaron en gran medida cuando las temperaturas subieron, mientras que otras apenas se movieron. Esa diferencia es importante, ya que demuestra que algunas formas tienen más probabilidades de transmitirse por el aire, y otras permanecen en el ambiente durante más tiempo.

• Las formas más pesadas permanecen más tiempo en el suelo y el polvo, lo que plantea riesgos diferentes: las sustancias químicas con más átomos de carbono y cloro no flotan en el aire con tanta facilidad, pero tampoco desaparecen rápido. Estas sustancias se acumulan en lugares como alfombras, muebles o tierra del jardín, lo que crea riesgos a largo plazo, sobre todo para los niños y las mascotas que entran en contacto con estas superficies con mayor frecuencia.

• Las PCCMs se desplazan entre el aire y las superficies durante todo el día: estas sustancias químicas no solo suben y bajan una vez, sino que se mueven de forma constante de un lado a otro en función del calor, la humedad y las partículas del aire. Podría estar expuesto durante su hora de almuerzo al aire libre pero no por la noche, incluso si está en el mismo lugar. Esto dificulta el seguimiento de la exposición y complica aún más la regulación de estas sustancias químicas sin monitorearlas de forma constante.

La luz del sol y la contaminación del aire convierten las PCCMs en formas nuevas y más tóxicas

El estudio también detectó PCCMs que reaccionaron con el oxígeno del aire, y formaron versiones nuevas que se denominan "PCCMs oxidadas". Es posible que estos cambios se debieran a la luz del sol, el ozono u otras moléculas que flotaban en la atmósfera. Algunos de estos subproductos se llaman hidroperóxidos, los cuales se sabe que dañan las células cuando ingresan al cuerpo.

• Otras PCCMs se unieron con nitrógeno, lo que sugiere riesgos aún más complejos: los científicos también detectaron PCCMs con nitrógeno en su estructura. Es probable que se hayan formado al reaccionar con la contaminación basada en nitrógeno, como los gases de escape de los automóviles o la contaminación por fertilizantes. Los efectos de estas formas alteradas sobre la salud no están bien estudiados, pero su presencia significa que las PCCMs no permanecen iguales después de que se liberan, sino que cambian, y eso podría hacerlas más reactivas o peligrosas.

• Estas formas alteradas siguieron el mismo ciclo diario que las originales: al igual que las PCCMs normales, las alteradas aumentaron durante las horas de luz del día y disminuyeron durante la noche. Cualquiera que sea su exposición durante el día, no solo inhala los químicos originales, sino también las versiones alteradas que crea la luz del sol y la contaminación del aire.

Cómo reducir su exposición a las PCCMs en el aire y proteger su salud

Si aún no ha oído hablar de las PCCMs, no está solo. Estas sustancias químicas no aparecen en las etiquetas de ingredientes, pero es probable que estén presentes en su entorno, en especial si vive cerca de zonas agrícolas, de extracción petrolera o industriales. Una vez que están en el aire, es difícil evitarlas por completo. Pero sí tiene control sobre la cantidad que entra a su cuerpo y cómo este maneja la exposición.

La mejor forma de protección comienza por saber de dónde provienen las PCCMs y cómo bloquear las principales vías por las que ingresan a su cuerpo, en su mayoría a través de los pulmones, la piel y los alimentos. Si ya padece problemas hormonales, fatiga crónica o afecciones inflamatorias, es más importante que reduzca su carga de sustancias químicas. A continuación se muestra cómo ayudar a reducir su exposición y proteger su salud:

1. Evite los alimentos y la tierra contaminados con biosólidos: las PCCMs son similares a nivel químico a los PFAS, o "sustancias químicas permanentes", que se acumulan en el cuerpo y resisten la descomposición. Se suelen utilizar en plásticos de PVC, retardantes de llama y fluidos para trabajar metales, y a menudo terminan en aguas residuales. Esas aguas residuales se convierten en fertilizantes biosólidos y se rocían en las granjas convencionales.

Una vez en el suelo, las PCCMs se elevan al aire durante el clima cálido o terminan en los alimentos. Comprar productos orgánicos certificados le ayuda a evitar esta exposición, ya que los estándares orgánicos prohíben los biosólidos. Si tiene un huerto, vive cerca de campos o compra en mercados locales, pregunte cómo se trató el suelo e intente mantenerse a contraviento de las áreas rociadas durante el día, que es cuando los niveles en el aire aumentan.

2. Utilice un filtro de aire interior de buena calidad que se centre en los contaminantes en fase gaseosa: la mayoría de los purificadores de aire solo filtran partículas y no gases. Pero las PCCMs entran al aire en forma de gas durante el día. Lo que necesita es un sistema de carbón activado u otro tipo de filtración en fase gaseosa, en especial si tiene las ventanas abiertas o vive a favor del viento de tierras de cultivo o fábricas.

3. Dúchese justo después de la exposición al aire libre para reducir la absorción en la piel: las PCCNs son lipofílicos, lo que significa que les encanta la grasa. Esto hace que su piel, cuero cabelludo y aceites sean un objetivo para ellas. Si trabaja al aire libre, camina en zonas de cultivo o viaja durante el momento más caluroso del día, dúchese tan pronto como llegue a casa. Utilice agua tibia (no caliente) y un limpiador natural. Evite cualquier producto con "fragancia", ya que a menudo contienen la misma clase de sustancias químicas que alteran las hormonas.

4. Reduzca la exposición en lugares cerrados a plásticos, muebles y materiales ignífugos: las PCCMs no solo provienen de tierras de cultivo, sino que también están en artículos del hogar como pisos de vinilo, cables, colchones viejos y tapizados sintéticos tratados con retardantes de llama.

Estos materiales liberan poco a poco las PCCMs en el aire y el polvo en los lugares cerrados. Si renueva o reemplaza muebles, evite los artículos hechos con PVC y espuma sintética. Opte por madera maciza, algodón orgánico o lana. Y aspire con un filtro HEPA cada semana para reducir el polvo mezclado con PCCMs en los pisos y las superficies.

5. Ayude a sus mitocondrias a manejar mejor el estrés químico: las toxinas transportadas por el aire, como los PCCMs, aumentan el estrés oxidativo, lo que ejerce presión sobre sus mitocondrias, que son las fuentes de energía dentro de sus células y también regulan la desintoxicación. Su cuerpo neutralizará y procesará mejor estas exposiciones cuanto más fuertes y resistentes sean sus mitocondrias.

Apoye su salud mitocondrial al exponerse al sol todos los días (evite las horas de mayor intensidad entre las 10:00 y las 16:00 hasta que haya eliminado los aceites vegetales de su alimentación durante al menos seis meses), realice ejercicio físico con regularidad y asegúrese de consumir suficientes carbohidratos saludables para promover la producción de energía.

Cada cambio pequeño tiene beneficios. Incluso si hay PCCMs en el aire que lo rodea, puede tomar medidas para proteger su salud, sobre todo si se concentra en apoyar la habilidad de su cuerpo para manejar la carga y reducir la exposición.

Preguntas frecuentes sobre las PCCMs

P: ¿Qué son las PCCMs y por qué son peligrosas?

R: Las PCCMs son sustancias químicas industriales sintéticas que se utilizan en productos como lubricantes, plásticos y retardantes de llama. Son tóxicas, duraderas y se acumulan en los tejidos grasos con el tiempo. Una vez dentro del cuerpo, las PCCMs alteran las hormonas, aumentan la inflamación e interfieren con el metabolismo y la salud del cerebro.

P: ¿Cómo llegan las PCCMs al aire?

R: Las PCCMs suelen estar en fertilizantes biosólidos elaborados a partir de aguas residuales tratadas. Cuando este fertilizante se esparce en tierras de cultivo, los químicos se elevan al aire, en especial en los días calurosos. Las PCCMs también se liberan de productos como los suelos de PVC, los textiles tratados y los residuos industriales. En la zona rural de Oklahoma, los científicos los descubrieron en el aire casi todos los días durante un estudio de un mes.

P: ¿Qué hace que las PCCMs sean similares a las PFAS o “sustancias químicas permanentes”?

R: Al igual que las PFAS, las PCCMs resisten la descomposición en el medio ambiente y se acumulan en el cuerpo. Las PCCMs se han relacionado con alteraciones hormonales y enfermedades crónicas. Esta persistencia, junto con las preocupaciones sobre las PFAS, llevó a los legisladores de Oklahoma a prohibir los fertilizantes biosólidos, la cual es una decisión respaldada además por la detección reciente de niveles elevados de PCCMs en el aire cerca de campos agrícolas, que quizá se originaron a partir de estos biosólidos.

P: ¿Cuándo estoy más expuesto a las PCCMs?

R: Los momentos de mayor exposición se producen a última hora de la mañana y a primera hora de la tarde, cuando el calor expulsa las PCCMs del suelo y las superficies hacia el aire. Por la noche, cuando bajan las temperaturas, vuelven a asentarse. Tiene más probabilidades de inhalarlos si pasa tiempo al aire libre bajo el calor, en especial cerca de campos de cultivo o fábricas.

P: ¿Cómo puedo reducir mi exposición?

R: Consuma alimentos orgánicos para evitar los alimentos cultivados con lodos, utilice un purificador de aire que elimine gases, dúchese después de estar al aire libre, evite productos hechos con retardantes de llama y PVC, y apoye los sistemas de desintoxicación de su cuerpo mediante el sol, el movimiento y los alimentos ricos en nutrientes. Incluso los cambios pequeños ayudan al cuerpo a manejar la carga tóxica de manera más efectiva.


🔎Fuentes y Referencias: