📝HISTORIA EN BREVE

  • La diabetes de tipo 5 es una nueva forma de diabetes que surge debido a la desnutrición crónica, la cual daña el páncreas e impide que produzca suficiente insulina
  • Esta enfermedad afecta a personas delgadas, por lo general hombres jóvenes con un IMC inferior a 19, sin exceso de grasa, sin marcadores autoinmunes y sin signos de resistencia a la insulina, pero con niveles de azúcar en la sangre muy elevados
  • Debido a que no se ajusta a los perfiles estándar de la diabetes tipo 1 o tipo 2, la diabetes tipo 5 a menudo se diagnostica mal y no recibe un tratamiento adecuado, lo que conduce a complicaciones graves o incluso la muerte
  • Los estudios metabólicos demuestran que estos pacientes absorben el azúcar de manera eficiente y responden bien a la insulina, pero su páncreas no puede producir suficiente cantidad debido a una deficiencia temprana de proteínas
  • Abordar las causas fundamentales, como la mala salud de las mitocondrias, la exposición a toxinas y la baja tolerancia a los carbohidratos, ayuda a mejorar la producción de insulina y la regulación del azúcar en la sangre, sobre todo en el caso de la diabetes tipo 2, que es la más común

🩺Por el Dr. Mercola

Una forma peligrosa de diabetes ha estado oculta a plena vista, y las consecuencias de no detectarla a tiempo suelen ser fatales. Durante décadas, los sistemas de salud de todo el mundo se han basado en dos modelos básicos de diabetes: Tipo 1, que se caracteriza por la destrucción autoinmune de las células productoras de insulina, y Tipo 2, que se debe a la resistencia a la insulina y a la obesidad. Pero un creciente número de investigaciones demuestra que hay un tercer escenario, uno que no encaja en ninguno de los dos moldes.

Afecta a personas jóvenes, con desnutrición crónica, sin exceso de grasa corporal, sin signos de acumulación de cetonas (una complicación peligrosa que suele aparecer cuando el cuerpo se queda sin insulina) y sin marcadores autoinmunes, pero les deja un nivel de azúcar en la sangre demasiado alto y un páncreas que no logra manejar esto.

Esta afección, que durante mucho tiempo se pasó por alto y a menudo se diagnosticó mal, se reconoce ahora, de manera formal, como diabetes Tipo 5. No se debe a la inflamación ni a las elecciones de estilo de vida, sino a toda una vida de privación nutricional que sabotea en silencio la capacidad del cuerpo para regular la glucosa. Lo que lo hace tan peligroso es la facilidad con la que se confunde con otra cosa y lo dañinos que se vuelven los tratamientos estándar cuando se aplican sin comprender la causa raíz.

Una forma olvidada de la diabetes por fin tiene nombre

La Federación Internacional de Diabetes (FID) reconoció de manera formal una quinta categoría de diabetes: la relacionada con la desnutrición, que ahora se clasifica como diabetes tipo 5.1 Esta decisión se tomó durante el Congreso Mundial de Diabetes de la FID celebrado en Bangkok, tras una mesa redonda que tuvo lugar en la India con el fin de redactar una declaración de consenso sobre la enfermedad. El impulso para el reconocimiento oficial surgió de años de informes clínicos y datos metabólicos que demostraron que esta forma de diabetes no encaja en ninguna de las categorías diagnósticas actuales.

• La diabetes tipo 5 afecta a un grupo muy específico de personas: esta afección aparece casi de forma exclusiva en hombres jóvenes que viven en países de ingresos bajos y medios y que han sufrido desnutrición crónica desde la primera infancia. Por lo general, estos individuos tienen un índice de masa corporal (IMC) inferior a 19, pero presentan niveles muy altos de azúcar en la sangre.

Lo que los distingue es que a pesar de estas elevaciones extremas de glucosa, no desarrollan cetosis ni cetonuria, las cuales son afecciones que suelen estar presentes en la diabetes tipo 1. Esta presentación inusual a menudo da lugar a un diagnóstico erróneo y un tratamiento inadecuado.

• Los hallazgos demuestran que esta enfermedad no se debe a la resistencia a la insulina: mediante pruebas metabólicas en 73 hombres asiáticos de origen indio, los investigadores demostraron que la diabetes tipo 5 se debe a una deficiencia grave en la producción de insulina, no a la resistencia a la misma.2 Estos pacientes produjeron mucha menos insulina que los individuos sanos o incluso aquellos con diabetes tipo 2.

• Esta forma de diabetes ha pasado desapercibida en la medicina occidental: a pesar de que se documentó por primera vez en Jamaica en 1955, la diabetes relacionada con la desnutrición se eliminó del sistema de clasificación oficial de la Organización Mundial de la Salud en 1999.

Como explicó a Medscape Medical News la Dra. Meredith Hawkins, profesora de medicina de la Facultad de Medicina Albert Einstein del Bronx (Nueva York), se trata de un descuido importante. "Con frecuencia preguntan, ¿por qué vemos tanto sobre esto y, sin embargo, nunca lo leemos en los libros de texto?, resulta que esos libros de texto se escriben en Occidente, donde no se encuentra."3

Las implicaciones son enormes para la atención mundial de la diabetes

Como a muchos pacientes de entornos de bajos recursos se les diagnostica diabetes tipo 1 por error, a menudo se les prescriben dosis elevadas de insulina que en realidad no necesitan. Esto no solo aumenta los gastos y las complicaciones, sino que también entraña el riesgo de descensos peligrosos del azúcar en la sangre, sobre todo en comunidades en las que la alimentación no es segura. Si identifican el tipo 5, los médicos pueden evitar el tratamiento excesivo, reducir el daño y salvar vidas.

• Este cambio significa que los médicos necesitan reestructurar sus conocimientos acerca de la diabetes por completo: si es una persona delgada y padece diabetes o trabaja con comunidades marginadas, este descubrimiento es importante. Un mal diagnóstico podría significar la diferencia entre estabilizar el azúcar en la sangre de forma segura o desencadenar episodios peligrosos de hipoglucemia. Gracias a este nuevo reconocimiento, más profesionales de la salud estarán capacitados para detectar el tipo 5 a tiempo, lo que evitará años de tratamientos inadecuados y deterioro de la salud.

• La desnutrición temprana podría causar un daño duradero a las células productoras de insulina: aunque aún no se han desarrollado pautas de tratamiento formales, la Dra. Hawkins planteó la hipótesis de que la deficiencia de proteínas en la infancia daña el páncreas, lo que limita su capacidad de secretar insulina incluso décadas después.

Sugirió que la terapia nutricional, que incluye un mayor consumo de proteínas y corregir las deficiencias de micronutrientes, podría mejorar la función de la insulina, pero subrayó que se necesitan más investigaciones para confirmarlo.

• Un grupo de trabajo está desarrollando protocolos de diagnóstico y tratamiento: con el reconocimiento de la IDF, se emitió un nuevo mandato global para desarrollar criterios de diagnóstico formales y pautas terapéuticas para la diabetes tipo 5.4 La Dra. Hawkins afirmó que el objetivo es completar estas directrices en un plazo de dos años y que se basarán en las características únicas de esta población.

Nuevas pruebas revelan cómo funciona la diabetes tipo 5 a nivel celular

Un estudio de 2022 en Diabetes Care utilizó pruebas metabólicas para examinar cómo se comporta esta enfermedad dentro del cuerpo.5 Los investigadores reclutaron a hombres del sur de la India en cinco grupos: delgados y con diabetes, con diabetes tipo 1, con diabetes tipo 2 y dos grupos sin diabetes para comparar cómo sus cuerpos manejaban la insulina y la glucosa. Los investigadores utilizaron técnicas especializadas para evaluar cómo responden el hígado y los músculos a la insulina en condiciones de laboratorio muy controladas.

• Los participantes con diabetes tipo 5 tuvieron diferencias metabólicas extremas en comparación con los pacientes con diabetes tipo 2: lo que hizo que el grupo de hombres delgados se destacara fue su combinación única: producción muy baja de insulina, pero una sensibilidad alta a la insulina en el hígado y los músculos.

Esto cambia por completo el modelo de la diabetes tipo 2, en la que el cuerpo produce insulina, pero deja de responder a ella. En estos pacientes delgados, el problema no es la resistencia, es que su páncreas no puede producir suficiente insulina. A pesar de esto, sus cuerpos absorben el azúcar del torrente sanguíneo de manera eficiente, pero no tan rápido como para mantener el nivel de azúcar en la sangre bajo control.

• Las tasas de absorción de glucosa fueron más del doble en el tipo 5 que en el tipo 2: los investigadores descubrieron que los hombres delgados con diabetes tipo 5 tuvieron una tasa de absorción de glucosa de 10.1 mg/kg por minuto. Por el contrario, los pacientes con tipo 2 tuvieron una tasa de sólo 4.2 mg/kg por minuto. Eso es más del doble de la velocidad a la que sus células extraían glucosa del torrente sanguíneo.

Esto explica por qué estos pacientes no necesitan dosis elevadas de insulina para transportar la glucosa: el problema es su producción limitada de insulina, no la resistencia celular.

• También tuvieron menos grasa en el hígado y el abdomen en comparación con los pacientes con diabetes tipo 2: el exceso de grasa en el hígado es un característica distintiva de la diabetes tipo 2 y un contribuyente importante a la resistencia a la insulina. Pero en este estudio, el grupo de tipo 5 tuvo niveles mucho más bajos de grasa hepática y grasa visceral (la grasa que se acumula alrededor de los órganos) en comparación con el grupo de tipo 2.

Esto significa que su tejido graso no está inflamado ni impide que la insulina haga su trabajo. En cambio, el problema subyacente apunta a la menor capacidad del páncreas para liberar insulina en primer lugar.

• La investigación confirma que la diabetes tipo 5 tiene su propia huella metabólica: este estudio eliminó otras explicaciones, incluyendo la autoinmunidad tipo 1, las formas genéticas más raras de diabetes y el daño pancreático, y demostró que estos hombres representan una población distinta en términos clínicos.

Sus problemas de azúcar en la sangre no se deben a la acumulación de grasa o inflamación. Son el resultado de una desnutrición crónica que afecta al desarrollo del páncreas y provoca una secreción deficiente de insulina a pesar de que el sistema metabólico esté sano.

Cómo restaurar la salud al solucionar las causas subyacentes de la diabetes

Si es una persona con un IMC muy bajo y una glucemia alta inexplicable, o trabaja con pacientes de comunidades desatendidas en las que la desnutrición es frecuente, lo mejor que puede hacer es abordar la raíz del problema: una nutrición inadecuada, en especial la carencia prolongada de proteínas y micronutrientes.

No es lo mismo que la diabetes tipo 2, que suele ser consecuencia de la resistencia a la insulina y el exceso de grasa corporal. El tipo 5 consiste en no tener suficiente insulina para empezar, porque el páncreas no ha desarrollado la capacidad de producirla.

Si padece diabetes tipo 2, que es mucho más común, la mejor estrategia es apoyar la producción de energía celular al establecer las condiciones que su cuerpo necesita para producir insulina y responder a ella de manera eficiente. Para ello, hay que concentrarse en las mitocondrias, reducir la exposición a sustancias tóxicas y optimizar el consumo de nutrientes y carbohidratos esenciales. Estos son los cinco pasos que recomiendo:

1. Elimine los aceites vegetales y los alimentos procesados para reducir el estrés mitocondrial: comience por evitar los aceites vegetales y los alimentos que los contienen. Algunos ejemplos son el aceite de canola, soya, maíz, girasol, cártamo e incluso muchos aderezos para ensaladas, salsas y bocadillos “naturales”. Estos aceites contienen ácido linoleico (AL), que daña las mitocondrias, que son las partes de las células que generan energía.

Si sus células no pueden producir energía, no podrán contribuir a la producción de insulina ni al equilibrio del azúcar en la sangre. Opte por las grasas tradicionales, como la mantequilla de animales alimentados con pastura, el sebo y el ghee. De igual forma, evite el pollo y el cerdo, ya que por lo regular tienen un alto contenido de AL.

2. Reconstruya su tolerancia a los carbohidratos por medio de un enfoque de reintroducción estructurado: los carbohidratos son fundamentales en el apoyo a su función mitocondrial. La glucosa, que se obtiene de los carbohidratos, es el combustible preferido de las células para producir energía. La clave está en elegir el tipo y la cantidad correcta.

Si ha estado evitando los carbohidratos o tiene problemas intestinales, no comience a comer granos enteros y vegetales ricos en fibra de inmediato. Esto será contraproducente y alimentará las bacterias dañinas. En lugar de eso, comience con carbohidratos fáciles de digerir, como frutas enteras y arroz blanco. Con el tiempo, a medida que su intestino se cure, agregue tubérculos y carbohidratos con almidón y, por último, introduzca fibra. La mayoría de los adultos necesitan 250 gramos de carbohidratos al día para producir energía de manera adecuada.

3. Repare su intestino antes de aumentar el consumo de fibra: cuando su barrera intestinal está dañada, lo que se conoce como “intestino permeable”, la fibra se vuelve peligrosa. Alimenta a las bacterias que liberan endotoxinas, lo que empeora la inflamación y la disfunción de la insulina. Si ha sufrido el síndrome del intestino irritable, inflamación o tiene un largo historial de uso de antibióticos, concéntrese en los carbohidratos de las frutas enteras y el arroz blanco y, cuando su intestino esté preparado, incorpore poco a poco los tubérculos, luego las legumbres, otros vegetales y granos enteros que pueda tolerar sin problema.

4. Reduzca su carga de toxinas de plásticos y campos electromagnéticos: los xenoestrógenos que provienen de plásticos y campos electromagnéticos sabotean su energía celular. Esto incluye el páncreas y el intestino. Guarde los alimentos en recipientes de vidrio o acero inoxidable, evite el plástico transparente y las botellas de plástico y reduzca al mínimo el uso de dispositivos inalámbricos, sobre todo en su habitación. Reducir su exposición diaria a estas toxinas ambientales mejora su producción mitocondrial, lo que favorece la producción de insulina de forma directa.

5. Use la luz solar y la niacinamida para restaurar la energía celular: la exposición diaria al sol ayuda a las mitocondrias a generar melatonina, que las protege del daño oxidativo. Procure exponerse a la luz solar por la mañana o al final de la tarde y evite el sol intenso del mediodía hasta que haya dejado de consumir aceites vegetales durante al menos seis meses.

También recomiendo tomar 50 miligramos de niacinamida tres veces al día, ya que aumenta el NAD+, que es una coenzima esencial para la energía celular. Estos dos pasos juntos ayudan a restablecer la función saludable de la insulina y la resiliencia metabólica general.

Si tiene resistencia a la insulina, no ignore este problema. Recomiendo utilizar la prueba HOMA-IR (Homeostatic Model Assessment of Insulin Resistance) para medir la eficacia con la que su cuerpo utiliza la insulina. Es una fórmula simple que calcula la relación entre los niveles de glucosa en ayunas y de insulina para evaluar la eficacia con la que el cuerpo utiliza la insulina.

Cualquier valor superior a 1.0 significa que su cuerpo se está volviendo resistente, y cuanto mayor sea esa cifra, mayor será su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Abordar eso a tiempo le dará la mejor posibilidad de revertirlo.

Preguntas frecuentes sobre la diabetes tipo 5

P: ¿Qué es la diabetes tipo 5 y en qué se diferencia de la diabetes tipo 1 y tipo 2?

R: La diabetes tipo 5, que se reconoció hace poco por la Federación Internacional de Diabetes, surge a raíz de una desnutrición grave en los primeros años de vida. A diferencia del tipo 1, no implica un ataque autoinmune y, a diferencia del tipo 2, no surge a causa de la resistencia a la insulina. En cambio, el páncreas no puede producir suficiente insulina debido al subdesarrollo durante la infancia.

P: ¿Quién tiene mayor riesgo de padecer diabetes tipo 5?

R: Esta afección afecta sobre todo a hombres jóvenes y delgados de países de ingresos bajos y medios que tienen antecedentes de desnutrición crónica. En esta categoría entran las personas con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 19 y niveles altos de azúcar en la sangre por un largo tiempo, pero sin cetonas ni obesidad.

P: ¿Por qué no se suele diagnosticar bien la diabetes tipo 5?

R: Debido a que no coincide con los perfiles típicos de la diabetes tipo 1 o tipo 2, los pacientes con frecuencia reciben un diagnóstico equivocado. A menudo se les administran tratamientos con insulina en dosis altas diseñados para el tipo 1, lo cual es perjudicial ya que sus cuerpos aún responden en cierta medida a la insulina, pero no son capaces de producir una cantidad apropiada.

P: ¿Cuáles son las causas subyacentes de la diabetes tipo 5?

R: La causa principal es la desnutrición temprana y prolongada, sobre todo las deficiencias de proteínas y micronutrientes que perjudican la capacidad del páncreas para desarrollarse y funcionar. Esto conduce a una baja producción de insulina incluso en la edad adulta, a pesar de que por lo demás la función metabólica es saludable.

P: ¿Cómo abordo las causas subyacentes de la diabetes tipo 2?

R: Para tratar la diabetes tipo 2, que es mucho más común que la de tipo 5, los pasos incluyen eliminar los aceites vegetales para proteger las mitocondrias, reconstruir la tolerancia a los carbohidratos con carbohidratos fáciles de digerir como la fruta y el arroz blanco, mejorar la salud intestinal antes de aumentar el consumo de fibra, minimizar la exposición a toxinas como los plásticos y los EMF y apoyar la energía celular con luz solar y niacinamida. Estas estrategias ayudan a restaurar la función de la insulina pues abordan las causas fundamentales.