📝HISTORIA EN BREVE
- La osteoartritis se desarrolla a partir del deterioro del cartílago en las articulaciones que soportan peso, mientras que la artritis reumatoide es un ataque autoinmune que causa una inflamación articular rápida y simétrica
- La rigidez matutina que dura más de una hora, la fatiga y la fiebre indican artritis reumatoide; la rigidez breve que mejora con el movimiento sugiere osteoartritis
- La artritis reumatoide suele afectar las articulaciones pequeñas de forma simétrica (ambas muñecas y manos), mientras que la osteoartritis afecta las articulaciones individuales, como las rodillas, las caderas y la columna, de forma asimétrica
- Eliminar los aceites vegetales inflamatorios, aumentar el consumo de vitamina K2 y beber caldo de huesos ayuda a reconstruir el cartílago y reducir la inflamación de las articulaciones de forma natural
- Apoyar la salud de las mitocondrias calma la inflamación autoinmune al aumentar el "interruptor de apagado" natural del cuerpo para las respuestas inflamatorias y el daño articular
La osteoartritis afecta a más de 2.1 millones de personas en Australia y ese número está aumentando de forma vertiginosa.1 El dolor en las articulaciones, la rigidez y la pérdida de movilidad son ahora problemas habituales para los adultos mayores, pero no todos los dolores en las articulaciones tienen la misma causa. Si siente rigidez por la mañana, dolor en las manos o inflamación en las rodillas, es importante saber qué tipo de artritis padece.
La artritis reumatoide, aunque es mucho menos común, se comporta de manera muy diferente a la osteoartritis. A menudo ataca antes, se propaga en menos tiempo y desencadena síntomas más allá del dolor articular. El responsable es el sistema inmunológico, no el envejecimiento ni el uso excesivo. Demasiadas personas esperan hasta que el daño ya está hecho. Es por eso que este artículo explica cómo diferenciar estas dos afecciones y, lo que es más importante, qué se debe hacer en cada caso.
¿Qué diferencia a la osteoartritis de la artritis reumatoide?
Las causas fundamentales de estas dos condiciones difieren de forma significativa. La osteoartritis es el tipo más común de artritis y ocurre cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta de forma gradual. Por el contrario, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune en la que su sistema inmunológico ataca por error el revestimiento de las articulaciones, lo que provoca inflamación y daño articular.2
• Afectan a las personas en diferentes etapas de la vida: la osteoartritis suele aparecer más tarde en la vida, a menudo después de los 60 años. La artritis reumatoide tiende a aparecer antes, por lo general entre los 30 los 60 años, pero puede surgir a cualquier edad.
• Los patrones de progresión varían mucho: la osteoartritis se desarrolla poco a poco a lo largo de años, mientras que la artritis reumatoide tiende a empeorar en cuestión de semanas o meses.
• Las articulaciones afectadas no son todas iguales: la osteoartritis afecta las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas, la columna y los dedos. La artritis reumatoide a menudo comienza en articulaciones pequeñas, como las de las manos, las muñecas y los pies, y suele ser simétrica.
• Un tipo permanece local, el otro es sistémico: el dolor de la osteoartritis por lo general se limita a la articulación afectada. La artritis reumatoide a menudo causa fatiga, pérdida de apetito y fiebre leve, las cuales son señales claras de que todo el sistema inmunológico está involucrado.
• Las herramientas de diagnóstico son distintas: la osteoartritis se diagnostica sobre todo a través de exámenes clínicos y antecedentes. La artritis reumatoide a menudo se confirma con análisis de sangre que detectan anticuerpos específicos, además de imágenes.
La osteoartritis no es solo un desgaste: es una enfermedad que afecta a toda la articulación
Un artículo de The Conversation explica que la osteoartritis es una enfermedad compleja que afecta el cartílago, los huesos, los ligamentos y el revestimiento de las articulaciones, no solo el cartílago que amortigua el movimiento entre los huesos.3
• Los primeros síntomas no siempre aparecen en las exploraciones: el dolor, la inflamación y la rigidez suelen estar presentes incluso si las radiografías o las resonancias magnéticas parecen normales. Por el contrario, el daño estructural avanzado no siempre se correlaciona con un dolor intenso, lo que aumenta la confusión diagnóstica. Esta falta de correspondencia entre los síntomas y las imágenes dificulta el diagnóstico temprano y es una de las razones por las que la osteoartritis a menudo se ignora hasta que se vuelve debilitante.
• Las articulaciones afectadas son las que soportan peso: las rodillas, las caderas y los dedos gordos del pie son los más afectados por la afección, aunque los dedos de las manos y los pulgares también son sitios comunes. Estas son las zonas que soportan mayor carga mecánica y se desgastan más rápido.
Con el tiempo, las formas de las articulaciones cambian, sobre todo en las manos, donde la osteoartritis a menudo distorsiona los nudillos y limita la función de la mano. Para la mayoría de las personas, estos síntomas empeoran con el movimiento, aunque la rigidez después de la inactividad también es común.
• El riesgo aumenta con la edad y el peso: un tercio de los adultos mayores de 75 años tienen osteoartritis. Cuando carga más peso del que sus articulaciones están diseñadas para soportar, sobre todo en las rodillas y las caderas, aumenta el desgaste de las estructuras articulares. La obesidad también provoca inflamación sistémica, lo que añade leña al fuego y acelera el daño.
• La genética es importante, sobre todo en el caso de la osteoartritis de la mano: si sus familiares la han tenido, su riesgo aumenta de forma significativa. Si bien las lesiones, la cirugía y el estrés repetitivo en las articulaciones aumentan el riesgo general, la predisposición genética parece ser más fuerte para las articulaciones de los dedos.
Por qué el diagnóstico y el tratamiento de la osteoartritis requieren un enfoque más inteligente
La osteoartritis a menudo se descarta como una parte natural del envejecimiento, pero eso es engañoso. Esta mentalidad es obsoleta y contraproducente.4 La osteoartritis es un proceso patológico degenerativo impulsado por una combinación de factores mecánicos, inflamatorios y metabólicos. Plantearlo como “parte del envejecimiento” retrasa la acción, que es justo lo opuesto de lo que se necesita.
• La progresión no es predecible: algunas personas viven durante años con síntomas mínimos, mientras que otras se deterioran en poco tiempo. Las lesiones o el estrés en una articulación aceleran el daño.
• Las exploraciones a menudo no coinciden con sus síntomas: uno de los aspectos más confusos de la osteoartritis es que la gravedad en las exploraciones no siempre coincide con sus síntomas. Es posible que tenga un dolor articular intenso con poco daño visible o un dolor mínimo a pesar de una degeneración importante. El tratamiento debe centrarse en su experiencia, no en sus pruebas.
• El movimiento no es peligroso, es necesario: el ejercicio reduce la rigidez, mejora la lubricación de las articulaciones y fortalece los músculos que estabilizan las articulaciones. Es una de las herramientas más eficaces y seguras para el manejo de la osteoartritis.
• Cada libra perdida alivia la carga: perder incluso 10 libras reduce hasta 40 libras de estrés en las rodillas. Ese cambio por sí solo supone una gran diferencia en el dolor y la movilidad.
Cómo sus síntomas revelan qué tipo de artritis padece
De acuerdo con MyHealth.Alberta.ca, la plataforma de información sobre salud y bienestar del Gobierno de Alberta y los Servicios de Salud de Alberta, los patrones ayudan a revelar el diagnóstico. 5 La artritis reumatoide tiende a causar un dolor generalizado y simétrico que afecta ambas muñecas o ambas rodillas. La osteoartritis suele comenzar en una articulación y avanza poco a poco.
• La velocidad de aparición y los síntomas sistémicos son importantes: la osteoartritis avanza con el paso de los años. La artritis reumatoide a menudo se agrava en cuestión de semanas o meses y suele ser más agresiva al principio. La fatiga y la fiebre también son señales de artritis reumatoide. Si se siente agotado o pierde el apetito y además tiene dolor en las articulaciones, es probable que se trate de una enfermedad autoinmune. La osteoartritis casi nunca afecta al resto del cuerpo.
• La rigidez matutina es una pista importante: una de las diferencias más reveladoras entre la artritis reumatoide y la osteoartritis radica en cómo se sienten las articulaciones cuando se despierta. La rigidez de la artritis reumatoide tiende a durar más de una hora y puede hacer que se sienta bloqueado hasta que sus articulaciones comiencen a aflojarse con el movimiento.
Por el contrario, la rigidez relacionada con la osteoartritis suele desaparecer en menos de 60 minutos y tiende a regresar después de períodos de descanso o inactividad más tarde en el día.
• Articulaciones pequeñas vs. articulaciones grandes: la artritis reumatoide suele afectar las articulaciones pequeñas de los dedos, las manos y los pies antes de afectar áreas más grandes como las rodillas o los codos. La osteoartritis aparece con mayor frecuencia en lugares que soportan la mayor carga mecánica, como las caderas, las rodillas o la columna vertebral.
Este patrón ayuda a diferenciar las dos condiciones antes de que se necesiten pruebas avanzadas. Si siente dolor o inflamación en las puntas de los pies, los nudillos o las muñecas, y esto ocurre en ambos lados del cuerpo, es una señal de alerta de artritis reumatoide.
• La inflamación y la hinchazón cuentan la historia: la inflamación y la hinchazón visible son mucho más comunes en la artritis reumatoide. Las articulaciones a menudo lucen hinchadas o se sienten calientes al tacto. La osteoartritis provoca cierta sensibilidad o engrosamiento de las articulaciones con el tiempo, pero, por lo general, no causa la hinchazón pronunciada que se observa en los brotes de artritis reumatoide. Si la hinchazón es el síntoma dominante, sobre todo si es repentina o dolorosa, vale la pena comprobar si existe afectación autoinmune.
• La simetría en el dolor articular es un sello distintivo de la artritis reumatoide: si la tiene en una muñeca, es muy probable que también la tenga en la otra. La osteoartritis no sigue esta regla. En cambio, los síntomas suelen aparecer en una sola rodilla o cadera y se propagan poco a poco, a veces sin llegar nunca al lado opuesto. Esta regla de simetría versus asimetría es una de las comprobaciones más sencillas para entender mejor a qué tipo de artritis se enfrenta.
Cómo reducir la inflamación y proteger las articulaciones de forma natural
Si ha estado viviendo con dolor o rigidez en las articulaciones, ya sea que haya comenzado de forma repentina o se haya presentado con el paso de los años, es hora de tomar medidas que aborden la raíz real del problema, no solo lo enmascaren.
Ya sea que sus síntomas provengan de osteoartritis o artritis reumatoide, algo está claro: sus articulaciones están bajo ataque, e ignorarlo no detendrá el daño. Necesita reducir la inflamación, proteger el tejido que aún está sano y ayudar a su cuerpo a reconstruir lo que pueda. A continuación descubrirá cómo empezar.
1. Elimine los aceites vegetales para dejar de alimentar el ciclo de inflamación: los aceites vegetales como el de soya, canola, maíz, cártamo y girasol contienen grandes cantidades de ácido linoleico (AL), que alimenta el estrés oxidativo y la inflamación crónica. Eliminarlos de la alimentación es fundamental para calmar la inflamación de las articulaciones. Cambie a grasas saturadas como mantequilla de animales alimentados con pastura, ghee o sebo.
2. Aumente la vitamina K2 para bloquear el daño del cartílago y proteger las articulaciones: las investigaciones confirman que la vitamina K2 ayuda a mantener las articulaciones saludables al prevenir la muerte de las células del cartílago y detener el daño inflamatorio.6 Aumenta los niveles de proteínas protectoras y bloquea la acumulación de calcio en las articulaciones.
Esto ayuda a reducir la rigidez, mantener el grosor del cartílago y retrasar la progresión de la osteoartritis. Las mejores fuentes son las yemas de huevo de gallinas camperas, los quesos curados y los alimentos fermentados como el natto o el chucrut casero. Para mayor apoyo, tome entre 180 y 200 mcg de MK-7 todos los días, que es una forma de K2 muy absorbible.
3. Empiece a beber caldo de huesos real para reparar su tejido conectivo: cuando prepara caldo de huesos en casa, crea una fuente de colágeno, glicina, glucosamina y condroitina, compuestos que reconstruyen el cartílago y alivian la inflamación. Utilice huesos orgánicos de animales alimentados con pastura y agregue partes ricas en cartílago como patas de pollo para obtener mejores resultados. Beba poco a poco a lo largo del día para una absorción constante.
4. Reduzca el exceso de peso si lleva más del que su cuerpo soporta: cada libra adicional en su cuerpo agrega 4 libras de fuerza en sus rodillas, por lo que perder incluso unas pocas libras reduce el estrés en las articulaciones. Concéntrese en reducir el AL, caminar todos los días y tomar el sol por la mañana para favorecer su metabolismo.
5. Apoye sus mitocondrias para calmar la inflamación autoinmune: las mitocondrias saludables ayudan a regular su sistema inmunológico al producir superóxido, una molécula que activa la IL-10, que es el "interruptor de apagado" de su cuerpo para la inflamación.7
Cuando las mitocondrias funcionan mal, los niveles de IL-10 disminuyen y la inflamación se sale de control. Para mantenerlas fuertes, coma alimentos ricos en fibra como frutas enteras que aumentan el butirato, mueva su cuerpo todos los días, expóngase al sol y elimine los aceites vegetales.
Estos pasos ayudan a los macrófagos a controlar la inflamación y reducir los brotes autoinmunes. Las investigaciones también demuestran que el dimetilsulfóxido (DMSO) aumenta la flexibilidad articular en la artritis reumatoide de 20 a 30 grados en algunos casos, sin recaída.8 Es una herramienta sencilla y poderosa que vale la pena considerar.
Preguntas frecuentes sobre la osteoartritis y la artritis reumatoide
P: ¿Cómo diferenciar entre la osteoartritis y la artritis reumatoide?
R: Por lo general, la osteoartritis se desarrolla de forma gradual con la edad y afecta las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas y la columna vertebral. A menudo causa rigidez que mejora una hora después de despertarse y empeora con la actividad.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que progresa de forma rápida, a menudo afecta ambos lados del cuerpo de forma simétrica y causa síntomas sistémicos como fatiga y fiebre baja. La rigidez matutina en la AR suele durar más de una hora y a menudo incluye inflamación y calor en las articulaciones.
P: ¿Qué causa cada tipo de artritis?
R: La osteoartritis es resultado del desgaste, el estrés mecánico, la inflamación y los cambios metabólicos que dañan el cartílago articular y el tejido circundante. La artritis reumatoide es causada por una respuesta inmunitaria hiperactiva que ataca por error los revestimientos de las articulaciones, lo que provoca inflamación y destrucción de tejidos en todo el cuerpo.
P: ¿Por qué es importante el diagnóstico temprano tanto en la osteoartritis como en la artritis reumatoide?
R: La detección temprana ayuda a limitar el daño articular permanente y orienta el tratamiento adecuado. La osteoartritis no siempre se manifiesta en las primeras exploraciones, por lo que es importante conocer los síntomas. La AR a menudo aparece en los análisis de sangre antes de que se produzca un daño articular grave. Conocer la diferencia permite actuar más rápido y obtener mejores resultados.
P: ¿Qué pasos naturales ayudan a controlar el dolor y la inflamación de las articulaciones?
R: Eliminar los aceites vegetales de la alimentación, aumentar el consumo de vitamina K2, beber caldo de huesos, mantener un peso saludable y apoyar la salud mitocondrial ayudan a reducir la inflamación y proteger las articulaciones. Estas estrategias se dirigen a las causas profundas, ya sean mecánicas o inmunológicas, en lugar de solo enmascarar los síntomas.
P: ¿Cuáles son las señales de alerta temprana que no debo ignorar?
R: El dolor articular persistente, en especial si es simétrico o está acompañado de inflamación, fatiga o rigidez matutina que dura más de una hora, es señal de artritis reumatoide. En caso de osteoartritis, esté atento a la rigidez que mejora con el movimiento, sensibilidad en las articulaciones después de la actividad y pérdida gradual de flexibilidad. Los cambios visibles en las articulaciones, como nudillos agrandados o un desplazamiento de la articulación del pulgar, también son señales de alerta.