📝HISTORIA EN BREVE
- Los datos del ensayo clínico más completo sobre este tema demuestran que la restricción de líquidos en pacientes con insuficiencia cardíaca crónica no produce ningún efecto en sus síntomas, riesgo de hospitalización o supervivencia
- Los pacientes que bebieron más líquidos del límite recomendado de 1.500 ml no tuvieron mayor riesgo de muerte, hospitalización, lesión renal, ni intervenciones de emergencia
- Los pacientes con restricción de líquidos dijeron que sentían una angustia mucho mayor a causa de la sed, lo que estimula la liberación de la hormona del estrés, reduce el cumplimiento del tratamiento y empeora la tensión emocional
- Restringir demasiado el agua y la sal reduce tanto los niveles de sodio que puede ser peligroso, mientras que obtener suficiente potasio ayuda a los riñones a controlar la hidratación y prevenir la acumulación dañina de líquidos
- Los investigadores recomiendan establecer objetivos de líquidos según los síntomas, los medicamentos y cómo se siente, ya que esto le permite controlar mejor el consumo y evitar restricciones extremas
🩺Por el Dr. Mercola
Durante décadas, se recomendó a los pacientes con insuficiencia cardíaca restringir su consumo de líquidos. Pero, estudios recientes demuestran que no produce ningún efecto en los resultados. Los pacientes ya experimentan síntomas como falta de aire y fatiga, y la ansiedad que les causa el hecho de siempre tener sed empeora la situación.
Esta recomendación obsoleta de reducir su consume de líquidos no sirve de nada, sino todo lo contrario, podría empeorar sus síntomas a causa de la sed y la deshidratación, lo que estimula la liberación de hormonas del estrés y reduce bastante el cumplimiento en general.
Todo lo que necesita saber sobre la insuficiencia cardíaca
La insuficiencia cardíaca es un problema de salud en el que el corazón experimenta disfunción ventricular. Se trata de una enfermedad crónica y progresiva en la que el músculo cardíaco no bombea lo suficiente para satisfacer las necesidades de sangre y oxígeno del cuerpo. Esto significa que, si bien su corazón no ha dejado de trabajar, su capacidad para bombear es más débil de lo normal o no es capaz de llenarse con suficiente sangre.
• Esta enfermedad afecta a unos 26 millones de personas en todo el mundo: solo en Estados Unidos, se diagnostican alrededor de 960 000 casos nuevos cada año. En la actualidad, se estima que alrededor de 6.5 millones de personas que viven en este país tiene insuficiencia cardíaca.1
• La insuficiencia cardíaca afecta uno o ambos lados del corazón: el corazón se compone de cuatro cámaras. Las dos cámaras inferiores, que se conocen como ventrículos, bombean sangre a los pulmones o al cuerpo, y cuando dejan de funcionar de forma correcta, se produce una insuficiencia cardíaca. Cuando hay una insuficiencia ventricular izquierda, las personas pueden experimentar síntomas como fatiga y dificultad para respirar. Mientras que la insuficiencia ventricular derecha, causa síntomas como acumulación de líquido abdominal y periférico.2
• Hay muchos factores involucrados: que incluyen hipertensión crónica o trastornos hormonales como el hipertiroidismo. Pero, la causa principal de la insuficiencia cardíaca es la enfermedad de la arteria coronaria, que reduce el suministro de oxígeno y nutrientes al músculo cardíaco. Con el tiempo, esto provoca un mal funcionamiento.
• La insuficiencia cardíaca se manifiesta de formas que son difíciles de ignorar: la acumulación de líquido en las piernas y los pulmones, la dificultad para respirar con el mínimo esfuerzo, la fatiga crónica y una sensación constante de pesadez en el pecho solo son algunos de los síntomas que se relacionan con este problema de salud. Cuando no se trata o controla, la insuficiencia cardíaca incrementa el riesgo de insuficiencia renal, deterioro cognitivo y muerte prematura.
• A pesar de los avances en la terapia farmacológica, el pronóstico suele ser malo: las personas con insuficiencia cardíaca grave tienen una tasa de mortalidad de hasta el 60 % en un año y en los casos de leve a moderada, una tasa de mortalidad de hasta el 30 %.3
Como se mencionó, durante mucho tiempo se creyó que la sobrecarga de líquidos causa congestión en la insuficiencia cardíaca. Y, aunque hay algo de verdad en esta afirmación, la solución no es tan simple como restringir el consumo de agua.
Las fallas en las recomendaciones convencionales sobre la insuficiencia cardíaca
Las inconsistencias entre la recomendación de restricción de líquidos en la insuficiencia cardíaca y los resultados del ensayo Liberal Fluid Uptake (FRESH-UP),4 que se presentó en la Sesión Científica Anual de 2025 del Colegio Americano de Cardiología y se publicó en la revista Nature Medicine,5 plantearon la pregunta de si limitar el consumo de líquidos en pacientes con insuficiencia cardíaca en realidad produce algún beneficio.
Realizado en siete centros médicos de los Países Bajos, este fue el ensayo clínico aleatorizado más grande jamás realizado para comparar la restricción estricta de líquidos con un enfoque más liberal en personas con insuficiencia cardíaca crónica.6
• El estudio involucró a 504 pacientes con síntomas de insuficiencia cardíaca leve y estable: según un artículo de News-Medical.net, “los participantes del estudio tenían un promedio de 69 años, y casi dos tercios eran hombres. Alrededor de la mitad de los participantes tenían insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida y la otra mitad tenía fracción de eyección preservada, que son los dos tipos de insuficiencia cardíaca”.7
La mayoría de los participantes se clasificaron como Clase II de la New York Heart Association (NYHA), lo que significa que tenían síntomas leves durante la actividad normal pero no experimentaban ningún problema en reposo.8
• Los participantes se asignaron de forma aleatoria a uno de dos grupos: a un grupo se le restringió el consumo a 1500 mililitros al día (lo que representa alrededor de seis vasos de agua) y al otro se le permitió beber tanto líquido como quisiera. Es importante mencionar que esto no era una restricción teórica: era algo que los pacientes debían seguir todos los días durante tres meses.
• No hubo una diferencia real en el estado de salud entre los dos grupos: el grupo que llevó una restricción de líquidos no experimentó ninguna diferencia significativa en la medida más importante de su estado de salud.
Los investigadores utilizaron una herramienta estandarizada que se conoce como Cuestionario de Miocardiopatía de Kansas City (KCCQ), que evalúa en qué medida la insuficiencia cardíaca afecta los síntomas, la vida cotidiana y la calidad de vida. Estos fueron los resultados: Los participantes sin restricciones de líquidos en realidad obtuvieron puntuaciones un poco mejores. Su puntuación general en el KCCQ fue 74.0, a diferencia del 72.2 en el grupo de restricción de líquidos.
• Los pacientes que tuvieron restricciones sintieron más sed y molestias: pero, el mayor impacto fue en la sensación de sed. El grupo de restricción de líquido reportó niveles mucho mayores de angustia por sed, lo que causa molestias y deteriora la calidad de vida.9
• Beber más líquidos no incrementó el riesgo de complicaciones de salud: los médicos creen que si las personas con insuficiencia cardíaca beben demasiados líquidos, terminarán en el hospital o sufrirán daño renal. Pero, los datos de este estudio contradicen esta suposición. Después de seis meses, no hubo diferencias entre los dos grupos en términos de muertes, hospitalizaciones, uso de diuréticos de emergencia o lesión renal aguda. Esto significa que beber más líquidos no incrementó ninguno de estos riesgos.10
Entonces ¿por qué surgió esta recomendación en primer lugar?
Durante años, la recomendación de restricción de líquidos se basó en la idea de que ayudaría a controlar síntomas como la inflamación y la congestión pulmonar. Pero, esta recomendación no considera un punto biológico clave, que el estudio enfatizó. En pocas palabras, la mayoría de los pacientes con insuficiencia cardíaca toman medicamentos como inhibidores de SGLT2 y diuréticos de asa11,12, que regulan la cantidad de agua y sodio que retienen los riñones.
• Muchos pacientes que bebieron más del límite no experimentaron ninguna reacción: casi tres cuartas partes de las personas del grupo sin restricción de líquidos bebieron más de los 1500 ml “permitidos” al día. Incluso más de un tercio de los participantes de ese grupo bebieron más de 2000 ml al día y aun así no mostraron efectos adversos. La implicación aquí es enorme: significa que no tiene que vivir con sed constante o contar cada sorbo que da, solo necesita: escuchar a su cuerpo.
• Incluso beber un poco más de líquido ayudó a que las personas se sintieran mejor: los participantes del grupo de restricción bebieron un promedio de 1488 ml de líquido al día, mientras que las personas del grupo sin restricciones bebieron 1764 ml. Eso equivale a poco menos de 10 onzas más al día, casi el tamaño de una botella pequeña de agua. Pero, ese pequeño margen hizo toda la diferencia entre sentir sed constante o sentirse bien e hidratado.
• Restringir líquidos hace que el cuerpo active hormonas del estrés que ralentizan la curación: la sed es una señal biológica de estrés. Cuando el cuerpo siente que necesita agua, activa sistemas hormonales como la vasopresina y la adrenalina, así como el sistema nervioso simpático, que incrementa la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de la hormona del estrés.
Con el tiempo, esto hace que entre en un estado fisiológico que inhibe la curación. El estudio FRESH-UP demuestra que forzar la restricción de líquidos puede provocar que el cuerpo entre en el tipo de estado que el tratamiento de la insuficiencia cardíaca está tratando de evitar en primer lugar.
• “Un estudio impulsado por los pacientes”: según el Dr. Roland van Kimmenade, experto en cardiología en el Centro Médico Universitario Radboud en Nijmegen, Países Bajos, y autor principal del estudio, los pacientes se sentían frustrados por el consejo que recibían y querían evidencia de que funcionaba. “Este fue un estudio en el que los pacientes influyeron mucho. Dijeron: 'nos está dando este consejo, pero no nos convence del todo. ¿Cuál es su justificación? ¿Cómo me está ayudando?”
• La restricción de líquidos se basa en evidencia de baja calidad, y eso es justo lo que se cuestiona: uno de los mensajes más importantes del artículo es que la restricción de líquidos siempre se ha basado en evidencia de baja calidad. Incluso la Asociación Americana del Corazón y la Heart Failure Society of America reconocieron que esta recomendación no tiene suficiente respaldo científico, pero a pesar de eso quedó arraigado en el campo médico.
• Ahora los expertos recomiendan un enfoque más flexible: médicos como la Dra. Shelley Hall de Baylor Scott & White Health elogiaron el ensayo por brindarles a los médicos la evidencia que necesitaban desde hace mucho tiempo para poder proporcionar enfoques más flexibles. “Me alegró mucho ver los resultados de este ensayo y poder decir que teníamos razón: no pasa nada si bebe 2 litros de líquido”, dijo.
Su consejo de ahora en adelante es beber siempre que tenga sed, pero nada en exceso. "Con lo que me quedo de este ensayo es que debemos ser un poco más flexibles con nuestros pacientes y nosotros mismos, y que no debemos ser tan estrictos con respecto al consumo de líquidos", comentó.13
La falta de agua puede ser contraproducente para las personas con insuficiencia cardíaca
El ensayo FRESH-UP respalda aún más las conclusiones de una revisión que se publicó en 2024 en el Journal of Personalized Medicine,14 que también trató de determinar si la restricción de líquidos era una estrategia de tratamiento útil para pacientes con insuficiencia cardíaca. Los investigadores examinaron la evidencia actual de una serie de ensayos clínicos y revisiones con el fin de determinar si restringir el consumo de agua en realidad mejora los resultados o si podría causar más daños que beneficios.
• Los investigadores no encontraron ningún beneficio (pero sí encontraron daños) al restringir los líquidos en pacientes estables: la revisión, que solo involucró a pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, no encontró datos confiables que demuestren que este enfoque mejore la esperanza de vida, reduzca las hospitalizaciones o disminuya la carga de síntomas.
De hecho, argumentaron lo contrario: restringir demasiado el consumo de líquidos podría empeorar el malestar, reducir la satisfacción del paciente e incluso desencadenar respuestas de estrés biológico compensatorio que afectan los resultados.
• El estudio explicó que cuando bebe muy poco líquido el cuerpo trata de compensarlo: cuando bebe menos de lo que debería, su cuerpo incrementa los niveles de vasopresina para compensarlo, que es una hormona que les dice a los riñones que retengan agua. Aunque a simple vista no parece tan malo, este proceso también incrementa la presión arterial y la tensión cardíaca. Se trata de una corrección hormonal excesiva que, a la larga, podría empeorar los síntomas.
• La restricción de líquidos desencadena una respuesta de estrés dañina que desgasta el corazón: algo aún más importante es que la restricción de líquidos estimula lo que se conoce como "activación neurohormonal"; que en términos simpes es cuando el cuerpo queda atrapado en un modo de lucha o huida. Bombea hormonas del estrés, contrae los vasos sanguíneos y hace que el corazón trabaje más. Esto desgasta el cuerpo, en especial cuando su corazón ya está débil.
• Restringir demasiado tanto el agua como la sal representa una amenaza grave: la revisión también se enfocó en la restricción de sodio, que suele recomendarse junto con la restricción de líquidos. Pero, aquí tampoco hay suficiente evidencia. Estas restricciones juntas, tanto de sodio como de líquidos, no mejoraron los resultados.
Y los autores advirtieron que, restringir demasiado el agua y la sal causa hiponatremia (niveles demasiado bajos de sodio), que se relaciona con síntomas como confusión, convulsiones y, en algunos casos, incluso la muerte. Por lo tanto, utilizar este enfoque para tratar de “proteger” el corazón puede provocar que otros sistemas fallen.
• Recomiendan realizar un seguimiento más inteligente, no beber menos: el estudio también hizo un llamado a los médicos para que reconsideren su forma de monitorear el estado de los líquidos. En lugar de obsesionarse con los registros de consumo de líquidos, los autores recomendaron métodos más precisos, como controlar los cambios de peso, analizar valores de laboratorio como los niveles de sodio y monitorear cómo se siente día a día.
Todos estos son indicadores más precisos de si su cuerpo está reteniendo demasiado líquido, y son más fáciles de entender y seguir.
Estos dos artículos transmiten un mensaje clave: las recomendaciones obsoletas de restricción de líquidos no reflejan las necesidades reales de los pacientes; y mejor, debería recomendarse un enfoque que se base en las necesidades de cada paciente. Las recomendaciones de restricciones de líquidos no tienen ninguna base biológica, psicológica, ni práctica. Gracias a estos datos, ahora existe respaldo científico para cuestionar las recomendaciones obsoletas sobre la insuficiencia cardíaca y exigir una atención que coincida con las necesidades de su cuerpo y su estilo de vida.
Evite esta recomendación obsoleta que solo causa deshidratación
Si tiene insuficiencia cardíaca y ya le dijeron que limite la cantidad de líquido que bebe, llegó el momento de cambiar de enfoque. Los datos son claros: en personas con insuficiencia cardíaca estable y controlada, la restricción estricta de líquidos no hace nada para mejorar sus resultados de salud.
Por lo tanto, en lugar de solo enfocarse en la cantidad de líquido, debe abordar la causa subyacente de este problema: la mala regulación de los líquidos debido al desequilibrio metabólico, la activación de la hormona del estrés y tratamientos obsoletos. Esto es lo que recomiendo para hacerlo:
1. No fuerce la restricción de líquidos si su condición es estable y ya toma medicamentos adecuados: si ya toma medicamentos para la insuficiencia cardíaca y su médico le ha dicho que su condición es "estable", la restricción de líquidos no producirá ningún beneficio. Beba cuando tenga sed, no siga una regla única que solo le cause ansiedad y estrese su cuerpo.
2. Optimice el equilibrio de sodio y potasio para promover la regulación natural de líquidos de su cuerpo: a la mayoría de las personas con problemas de retención de líquidos se les dice que reduzcan su consumo sodio, pero eso no será suficiente. Lo que en realidad necesita es optimizar el equilibrio entre el sodio y el potasio para mantener una buena función renal y promover el intercambio de líquidos.
Si su alimentación se basa en productos procesados o utiliza una gran cantidad de sustitutos de sal, es probable que tenga un desequilibrio entre estos dos minerales. Agregue alimentos con alto contenido de potasio como papas cocidas, calabaza, frutas maduras o agua de coco (a menos que le hayan diagnosticado niveles elevados de potasio, por supuesto). En este artículo: “¿Sufre de presión arterial alta? Este mineral podría ayudar a controlarla”, podrá encontrar más opciones de alimentos saludables.
3.Considere su sed, peso y niveles de energía, no solo se enfoque en su consumo de agua: si quiere tener un control real, comience con la forma en la que se siente día a día. Si nota que sube de peso de forma repentina, es una señal de acumulación de líquido. Si de pronto, sus anillos le aprietan o tienen los tobillos inflamados, es otra señal y mucho más confiable que contar la cantidad de líquido que bebe. Si ya sigue esta recomendación, pero siempre está cansado o sediento, significa que algo no está funcionando. Su cuerpo es el mejor monitor: aprovéchelo.
4. No ignore el impacto de la hormona del estrés en la deshidratación: cuando es muy estricto al momento de restringir los líquidos, su cuerpo libera hormonas del estrés como la vasopresina y la adrenalina. Estas sustancias químicas incrementan los niveles de presión arterial, contraen los vasos sanguíneos y hacen que el corazón trabaje más.
Si sigue esta recomendación y siempre está ansioso, nervioso o cansado es porque su sistema nervioso trata de decirle que algo anda mal. Escuche a su cuerpo. La sed no es algo malo, sino que es una señal de ayuda que envía su cuerpo.
5. Confíe en las decisiones que toma: si suele hacer todo lo que le dicen, incluso cuando le parece que no tiene mucho sentido, comenzará a dejar de entender las señales que envía su cuerpo. El primer paso es confiar en uno mismo, si tiene sed, beba agua. Si nota que algo no anda bien con su cuerpo o sube de peso de la noche a la mañana, ajuste su consumo de líquidos y mejore la calidad de los alimentos. Al igual que los resultados de laboratorio o las prescripciones, su intuición y su retroalimentación diaria pueden ser de gran ayuda.
Preguntas frecuentes sobre la restricción de líquidos en pacientes con insuficiencia cardíaca estable
P: ¿Qué tan cierto es que restringir el consumo de líquidos mejora los resultados en pacientes con insuficiencia cardíaca?
R: Falso, el ensayo clínico más grande sobre este tema demuestra que limitar el consumo de líquidos no mejoró los síntomas, las tasas de hospitalización ni la supervivencia en pacientes con insuficiencia cardíaca estable.
P: ¿Es peligroso beber más de 1500 ml al día si tengo insuficiencia cardíaca?
R: No, no lo es. Los pacientes del grupo sin restricción de líquidos y que bebieron más de 1500 ml (más de 2000 ml al día) no tuvieron mayor riesgo de hospitalización, lesión renal, ni muerte.
P: ¿Por qué la restricción de líquidos hace que los pacientes se sientan peor?
R: Limitar el consumo de líquidos incrementa la sed, lo que estimula la liberación de hormonas del estrés, como la vasopresina. Esto causa fatiga, incrementa la presión arterial y hace que los síntomas de insuficiencia cardíaca sean más difíciles de controlar.
P: ¿Qué función tienen el sodio y el potasio en la regulación de líquidos?
R: Restringir demasiado el consumo de agua y sal provoca que los niveles de sodio bajen demasiado. Mientras que mantener niveles óptimos de potasio ayuda a los riñones a controlar el equilibrio de líquidos y a prevenir la retención de líquido.
P: ¿Cuál es el mejor enfoque para el manejo de líquidos en pacientes con insuficiencia cardíaca?
R: En lugar de restricciones excesivas, los investigadores ahora recomiendan que se guíe por la forma en la que se siente, los medicamentos que toma y los síntomas que experimenta, ya que este enfoque es más cómodo y le da un mayor control sobre su salud.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 2 Merck Manual, Heart Failure (HF), April 2024
- 3 Cardiovascular Physiology Concepts, Heart Failure – Introduction
- 4 American College of Cardiology, March 30, 2025
- 5 Nature Medicine, 2025
- 6, 7, 12 News-Medical.Net, March 31, 2025
- 8 MSD Manuals, New York Heart Association (NYHA) Classification of Heart Failure
- 9, 10, 11, 13 TCTMD, April 1, 2025
- 14 J. Pers. Med. 2024, 14, 741