📝HISTORIA EN BREVE
- El dimetilsulfóxido (DMSO) es un poderoso compuesto con propiedades únicas que se utiliza para tratar una serie de problemas musculoesqueléticos, neurológicos, infecciosos y autoinmunes "que no tienen cura"
- Las propiedades del DMSO también producen efectos positivos en el cáncer, ya que hace que las células dejen de ser cancerosas, mejora la efectividad de muchos tratamientos contra el cáncer (incluyendo su seguridad) y protege el tejido normal de la toxicidad
- Muchos tratamientos naturales también se vuelven mucho más efectivos cuando se combinan con el DMSO. La hematoxilina es un tinte patológico que, cuando se mezcla con DMSO se convierte en un tratamiento contra el cáncer muy potente que no afecta el tejido normal
- A pesar de los resultados prometedores y los efectos secundarios mínimos, la D-hematoxilina enfrentó muchos obstáculos regulatorios, sin mencionar que la FDA y el sistema médico hicieron todo lo que estuvo en sus manos para ocultar este tratamiento innovador
- En este artículo hablaremos de la historia de esta terapia, para qué tipos de cáncer funciona mejor (por ejemplo, leucemias) y los mecanismos moleculares detrás de sus beneficios
🩺Por A Midwestern Doctor, autor invitado
El DMSO es una sustancia natural que tiene propiedades únicas con un inmenso potencial terapéutico. Además, miles de estudios respaldan su uso seguro1 para tratar:
• Lesiones como esguinces, conmociones cerebrales, quemaduras, incisiones quirúrgicas y lesiones de la médula espinal.
• Derrames cerebrales, parálisis, una amplia gama de trastornos neurológicos (por ejemplo, síndrome de Down y demencia) y muchos trastornos circulatorios (como el fenómeno de Raynaud, venas varicosas y hemorroides).
• Dolor crónico (por ejemplo, debido a un disco dañado, bursitis, artritis o síndrome de dolor regional complejo).
• Muchos trastornos autoinmunes y que se relacionan con las proteínas y la contractilidad, como la esclerodermia, la amiloidosis y la cistitis intersticial.
• Trastornos de la cabeza que incluyen tinnitus, pérdida de visión, problemas dentales y sinusitis.
• Enfermedades de los órganos internos como pancreatitis, infertilidad, cirrosis hepática y endometriosis.
• Muchos problemas de la piel , que incluyen quemaduras, venas varicosas, acné, pérdida de cabello, úlceras, cáncer de piel y muchas enfermedades autoinmunes que se relacionan con la piel.
• Infecciones como herpes zóster, herpes, infecciones crónicas de oído o dentales y osteomielitis.
Por desgracia, cuando la FDA se dio cuenta que el DMSO transformaría por completo la medicina, la agencia tomó la decisión de desaparecerlo sin dejar rastro alguno. Esto provocó que los millones de pacientes a los que ayudó y los miles de estudios sobre su potencial terapéutico quedaran en el olvido.
Por suerte, debido a que el DMSO produce efectos beneficiosos en una serie de problemas de salud, se volvió muy popular, sobre todo en los últimos seis meses (por ejemplo, recibí más de 2000 informes con resultados notables gracias al DMSO, muchos en una variedad de enfermedades "que no tienen cura").
La relación entre el DMSO y el cáncer
Debido a toda la controversia en torno al DMSO, sus pioneros decidieron restar importancia a su potencial anticancerígeno para evitar los ataques que suelen recibir los tratamientos "no probados". Como resultado, no hay mucha información sobre sus propiedades para combatir el cáncer. Por ejemplo, antes de escribir esto, presenté cientos de estudios que demuestran que el DMSO:
• Ayuda a tratar el dolor por cáncer (que no es tan fácil de abordar).
• Reduce muchas de las complicaciones que surgen por la radioterapia y la quimioterapia.
• Detiene el crecimiento del cáncer y transforma las células cancerosas en células normales.
• Maximiza la potencia de los agentes anticancerígenos, lo que hace posible utilizar dosis mucho menores (y por lo tanto más seguras) y, al mismo tiempo, tener una mayor tasa de éxito.
Algunos de los beneficios más notables se observan cuando el DMSO se combina con terapias naturales y seguras contra el cáncer (por ejemplo, hace poco hablé de los resultados que se obtuvieron cuando se utilizó una infusión de DMSO con bicarbonato de sodio). Pero, debido a que existe una cantidad casi infinita de combinaciones, es muy difícil evaluarlas todas, y es probable que aún haya muchas mezclas muy beneficiosas sin descubrir.
Nota: Las combinaciones de DMSO también pueden aplicarse por vía tópica, ya que el DMSO transporta las sustancias dentro del cuerpo para que penetren las células cancerosas.
¿Qué es la hematoxilina?
La hematoxilina es un polvo que se obtiene del árbol del palo de Campeche, que se ha utilizado durante siglos como tinte y sustancia medicinal.2 Después de convertirse en parte importante de la industria textil, en 1830 se descubrió que su forma oxidada (hemateína) era excelente para teñir muchos componentes de las células, incluyendo el ADN.3 Desde entonces es una de las tinciones principales en patología (representa la "H" en las tinciones H&E).

En la actualidad, se utiliza un proceso sistematizado para desarrollar medicamentos (que se basa en sus objetivos moleculares), pero en el pasado, este proceso era mucho más aleatorio y muchas veces surgía de suposiciones incorrectas.
Por ejemplo, el primer antibiótico se desarrolló con una mezcla de una sustancia que se conoce por ser tóxica para las bacterias (arsénico)4 y un tinte que teñía las paredes celulares bacterianas, ya que se creía que el tinte permitiría que el arsénico atacara de forma selectiva a las bacterias.5
Después de décadas de intentos fallidos, encontraron otro tinte "antimicrobiano",6 pero poco después, descubrieron que sus efectos no se debían al tinte en sí, sino a un producto metabólico e incoloro que contiene, la sulfanilamida.7
De manera similar, una de las terapias más beneficiosas que conozco (la Irradiación Ultravioleta de la Sangre) se desarrolló por primera vez bajo la creencia de que exponer todo el sistema circulatorio a la luz UV esterilizaría el torrente sanguíneo y, por lo tanto, trataría una infección letal.
Aunque no funcionó (mató a los perros de prueba), al poco tiempo, el inventor por accidente solo irradió una pequeña fracción de la sangre del perro y obtuvo resultados notables, ya que introducir una pequeña cantidad de luz ultravioleta en la circulación transforma la fisiología humana y activa su capacidad de autocuración para tratar una amplia gama de enfermedades (por ejemplo, esta terapia se utiliza para tratar infecciones bacterianas y virales, trastornos circulatorios y enfermedades autoinmunes).
La historia de la hematoxilina es muy similar. Eli Jordan Tucker, Jr., MD fue un especialista en cirugía ortopédica muy condecorado en Texas que hizo muchos descubrimientos ortopédicos importantes con las investigación que realizaba en su tiempo libre. Para hacerlo, tuvo que comprar huesos de ganado de una compañía de carne, y descubrió que muchas vacas tenían algunos tipos de cáncer.
Se preguntó si había algún tipo de anticuerpo resistente al cáncer en esas vacas, por lo que, comenzó a administrar extractos de su sangre a ratas de laboratorio y ratones con cáncer, y observó actividad anticancerígena para ciertos tipos de cáncer.
Como no sabía con precisión cuál era la magnitud del cambio que se estaba produciendo, Jordan Tucker buscó un tinte para teñir los tumores y descubrió que la hematoxilina era el tinte perfecto porque teñía los cánceres de un color y las células normales de otro. El problema fue que la hematoxilina era poco soluble (lo que limitaba su capacidad para utilizarse en los experimentos), pero en 1963 surgió el DMSO (un disolvente muy potente), por lo que, Jordan Tucker comenzó a utilizarlo en sus investigaciones.
Muy pronto descubrió que podía disolver una concentración muy alta de hematoxilina y que esta mezcla teñía de forma selectiva los tumores sin afectar las células normales. Lo más importante es que observó un "incremento importante de la necrosis central de la neoplasia", lo que indica que esta mezcla podría eliminar el cáncer sin dañar las células normales.8
Luego, Jordan Tucker decidió realizar estudios de toxicidad (al principio con perros) y descubrió que las concentraciones elevadas de una mezcla de DMSO IV con hematoxilina (D-hematoxilina) no causaron toxicidad en ninguno de los tejidos, ni órganos que analizó (y no se acumularon en ningún tejido sano). De manera curiosa, la mezcla que preparó era cuatro veces menos tóxica que el DMSO solo que se administraba por vía intravenosa (que se consideraba muy seguro).
Luego comenzó a tratar cánceres espontáneos en animales (por ejemplo, en caballos, perros y vacas), que incluían tumores masivos en etapa terminal (por ejemplo, un linfosarcoma de células grandes, un linfosarcoma de células pequeñas, un melanoma maligno generalizado, un carcinoma de células escamosas) junto con un sarcoma osteogénico. En todos estos casos, la respuesta fue rápida y el animal terminó por recuperarse.
La importancia del trabajo de Jordan Tucker
Jordan Tucker determinó poco a poco una dosis viable de D-hematoxilina y luego, se puso en contacto con un colega que tenía una paciente en coma a punto de morir a causa de un fibrosarcoma inoperable. La D-hematoxilina hizo que el tumor disminuyera hasta el punto que pudo extirparse con una cirugía (y después la paciente se recuperó por completo).
Eso hizo que Jordan Tucker se animara a tratar a más pacientes. En 1968,9publicó los resultados de 37 pacientes con cáncer que recibieron D-hematoxilina junto con otros tratamientos, y que experimentaron una tasa de mejora del 70 %, a diferencia del 5 % de las terapias convencionales por sí solas. Los pacientes más jóvenes que se sometieron a menos tratamientos obtuvieron los mejores resultados, y se descubrió que, la administración por vía tópica o intravenosa fue más efectiva.
Los pacientes de Jordan Tucker experimentaron recuperaciones casi milagrosas, como fue el caso de un niño de 3 años con cáncer en etapa terminal que vivió hasta los 30, una mujer con linfosarcoma agresivo que se curó después de un año de recibir infusiones y un ejecutivo de alto nivel de Exxon con cáncer de colon avanzado que sobrevivió y luego acompañó a Jordan Tucker a la FDA (que, a pesar de quedar asombrados con los resultados de los casos de Tucker, se opusieron al uso de la D-hematoxilina).
A pesar de los resultados prometedores y los efectos secundarios mínimos, la Sociedad Americana del Cáncer consideró esta terapia una amenaza10 y a Jordan Tucker un enemigo, por lo que, no tardaron en correrlo de su hospital. Después de estas represalias, temió que el siguiente paso sería perder su licencia y para evitarlo, dejó de publicar sus resultados, pero nunca dejó de tratar a pacientes desesperados, aunque lo hizo de forma privada (y muchas veces de forma gratuita).
Con el paso del tiempo, la D-hematoxilina quedó en el olvido, pero algunos médicos (aunque muy pocos) la utilizaban en secreto. Pero, hay historias que no se olvidan y esas son los casos de vidas salvadas, cánceres revertidos y un médico que lo arriesgó todo para dar esperanza cuando nadie más lo hizo.
Nota: Al igual que Jordan Tucker, Andrew Ivy (que podría considerarse el médico más influyente de Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial),11propuso que debía haber un factor en la sangre que resistiera al cáncer, y descubrió un aislado (de vacas que se inyectaron con un hongo que causaba cáncer y que luego se recuperaron) que hizo justo eso.
Después de negarse a venderse a la AMA (que con frecuencia intentaba comprar terapias de la competencia), se incluyó en la lista negra tanto de la FDA como de la AMA, y a pesar de tener miles de casos convincentes y bien documentados que demostraban que curaba el cáncer, esto destruyó su reputación porque dijeron que promovía una "cura no probada para el cáncer".
No lograron desaparecer la hematoxilina por completo
Tiempo después de que se descubrió por primera vez, el DMSO se volvió muy popular en Estados Unidos, y comenzó a ganar muchos defensores. Una vez que la FDA intentó prohibir su uso, algunos de sus defensores lucharon durante décadas para evitar que quedara en el olvido.
Algunos de ellos (por ejemplo, el médico William Campbell Douglass) también comenzaron a utilizar la D-hematoxilina, y un periodista médico, Morton Walker, trabajó con Jordan Tucker para dejar una huella impresa de su fórmula para que perdurara para siempre y ayudar a más pacientes en el futuro.12
Mientras que Jim McCann (un ingeniero de Canadá y curandero autodidacta) utilizó un tratamiento a base de dosis altas que salvó a un hombre con cáncer de próstata en etapa terminal, y eso lo llevó a experimentar con D-hematoxilina. Con el tiempo, tuvo que mudarse a Ecuador, donde capacitó a unos 20 médicos. En aquel país, la D-hematoxilina se convirtió en parte importante de la medicina alternativa, y es clave en la práctica de hasta 100 médicos.
Años después, un médico de Ecuador utilizó con éxito DMSO y antibióticos para tratar la prostatitis bacteriana crónica, que ayudó a curar a 44 de 45 pacientes. Con McCann como inspiración, comenzó a utilizar un enfoque similar para el cáncer de próstata, que consistió en una mezcla de hematoxilina con DMSO. Los resultados fueron tan prometedores que dieron lugar a un estudio que sigue en curso hasta el día de hoy.
Nota: Tanto Jordan Tucker como el equipo de Ecuador descubrieron que la D-hematoxilina tiene una LD50 muy baja (1257.16 mg/kg), que es entre 10 y 100 veces menos tóxica que muchos de los medicamentos contra el cáncer más populares. 13 Mientras que la hematoxilina tiene un nivel de toxicidad que se considera insignificante. 14 Esto significa que, aparte de fiebre o escalofríos (que ocurren cuando se administra una dosis demasiado alta, demasiado rápido), no se observaron efectos secundarios significativos (por ejemplo, signos de daño orgánico) por la D-hematoxilina.
Historias más recientes sobre los beneficios de la D-hematoxilina
En ese proyecto se trató a unos 85 pacientes, y la tasa de curación en pacientes que no habían recibido quimioterapia fue de un promedio de entre el 80 % y el 90 %. Si bien la D-hematoxilina es un excelente tratamiento contra el cáncer, no es perfecto y no funciona igual para todos.
Los tipos de cáncer que han demostrado una buena respuesta a la D-hematoxilina (muchos de ellos son muy difíciles de tratar) incluyen:
• Leucemias (sobre todo leucemias agudas)
• Cáncer del conducto biliar
• Sarcomas (que incluyen sarcomas de tejidos blandos y osteosarcoma)
• Leiomiosarcoma
• Linfoma no Hodgkin
• Carcinoma de ovario
• Tumores del mediastino
• Cáncer de vejiga
• Cánceres con fenotipo de tumor de células gigantes
Además, si un marcador de cáncer se relaciona con el tumor (por ejemplo, CEA15 o PSA),16 suele disminuir más rápido, lo que facilita el seguimiento del progreso de la D-hematoxilina.
Nota: Al principio, puede producirse un incremento en el marcador tumoral (debido a que el cáncer se descompone y libera sus componentes al torrente sanguíneo), pero disminuye poco después.
Como se demuestran con estos casos, muchas de las mejoras fueron bastante notables:
• Una mujer de 54 años con linfoma de Hodgkin (con una afectación del 72 % de la médula ósea, CD20 positivo) se recuperó por completo después de utilizar D-hematoxilina y EDTA. La biopsia de médula ósea mostró que el cáncer se destruyó de forma selectiva mientras se regeneraron las células sanas, sin recurrencia después de 12 años.

• Una paciente de 72 años con leucemia experimentó una mejora rápida de la anemia con D-hematoxilina.
Además, se observaron cambios similares en su médula ósea.
• Un joven de 16 años con seminoma mediastínico recibió D-hematoxilina, vitamina C por vía intravenosa y luego quimioterapia (cisplatino + bleomicina con DMSO). Se recuperó por completo.

• Un hombre de 63 años con colangiocarcinoma (un cáncer poco común del conducto biliar) que recibió D-hematoxilina, quelación y vitamina C, pero sin quimioterapia. Mejoraron sus marcadores tumorales. Además, se pudieron observar restos de cáncer en el tubo de drenaje (un catéter de drenaje biliar transhepático percutáneo interno-externo).
• Un hombre de 63 años con trastorno linfoproliferativo de células B recibió D-hematoxilina durante solo 10 días y eso fue suficiente para normalizar su recuento de leucocitos.
• Un hombre con un pólipo de vejiga estable que se volvió canceroso después de recibir la vacuna antiCOVID y que, cuando se examinó, se había extendido por el endotelio del tracto urinario. Aunque lo extirparon con cirugía, debido a lo mucho que se había extendido, el urólogo le dijo al paciente que solo tenía dos meses de vida. Luego comenzó un tratamiento de cinco semanas con D-hematoxilina intravesical e intravenosa y el cáncer desapareció.
• Una mujer de 55 años que tenía un tumor mediastínico (tipo desconocido ya que envolvía 560° alrededor de la aorta y, por lo tanto, no se podía biopsiar) que se resolvió por completo después de recibir 33 tratamientos diarios con D-hematoxilina.
Nota: Aquí puede ver su TC para ser testigo de los cambios sorprendentes que experimentó..
• Una mujer de 27 años con leucemia linfoblástica aguda reaccionó mal a dos sesiones de quimioterapia y se clasificó como terminal, pero luego comenzó a recibir D-hematoxilina. Experimentó una mejoría significativa en su cáncer y anemia, que continuó mucho después de que se suspendieran los tratamientos convencionales (que no incluyeron transfusiones de sangre, ya que era testigo de Jehová).
Además, las imágenes de video muestran que antes de su tratamiento estaba muy frágil y tenía dificultad para caminar, y después de 31 días de tratamiento, lucía radiante y fuerte.
Nota: Cuatro años después, tuvo un embarazo saludable (a pesar de que los hematólogos locales le pronosticaron que desarrollaría más problemas, incluyendo una anemia grave).
Además, los casos de estos pacientes demuestran que:
• La D-hematoxilina fue mucha más efectiva que el DMSO solo.
• Algunos tumores desaparecen rápido; otros se vuelven avasculares o fibróticos, lo que detiene su crecimiento y hace que sean más fáciles de extirpar con cirugía.
• Como ocurre con muchas otras terapias naturales contra el cáncer, los mejores resultados se observaron en personas que nunca habían recibido quimioterapia. Además, todos los pacientes que completaron su protocolo de D-hematoxilina y no habían recibido quimioterapia antes no tuvieron recurrencias. Pero, si se administró quimioterapia unas semanas después de iniciar la D-hematoxilina, hubo más tratamientos exitosos.
• Las personas que desarrollaron cáncer, pero además de eso no tenían otro problema de salud, mostraron la mejor respuesta a la D-hematoxilina.
Los mecanismos detrás de los beneficios de la D-hematoxilina
Si bien el DMSO tiene muchas propiedades anticancerígenas, no son suficientes para explicar los rápidos cambios que se observaron en todos estos pacientes. Pero, hay algunos aspectos que podrían explicar los efectos beneficiosos de esta combinación:
• En primer lugar, un investigador que analizó la D-hematoxilina descubrió que se dirige de forma selectiva a los tumores pero no al tejido normal. 17
• En segundo lugar, descubrió que causaba una alternancia dependiente de la dosis en la morfología de las células tumorales, que se dirigió al centro del tumor y al final causó su muerte (algo poco usual, ya que la quimioterapia casi siempre afecta primero la periferia de los tumores, y se cree que, en parte, esto se debe a la capacidad del DMSO de penetrar la barrera citoplasmática que protege a las células tumorales).
Además, estos cambios continuaron después de suspender la D-hematoxilina, lo que sugiere que inicia un proceso degenerativo en los tumores.
Nota: La D-hematoxilina oral, aunque es menos potente, también exhibió estas propiedades anticancerígenas.
• En tercer lugar, descubrió que el daño celular primero comenzaba en el núcleo, lo que sugiere que la D-hematoxilina tenía afinidad por el ADN (algo que también hace la hemateína18). Luego, las células cancerosas, en las siguientes etapas, comenzaron a descomponerse y digerirse (autólisis19), lo que provocó que los glóbulos blancos comenzaran a invadir los tumores para eliminarlos.
• En cuarto lugar, descubrió que la D-hematoxilina parecía disolver la matriz extracelular alrededor de las células cancerosas, lo que podría matarlas de hambre.
El papel de la proteína quinasa CK2
Cuando la proteína quinasa CK2,20 no funciona de forma correcta, se relaciona con cientos de enfermedades,21 que incluyen infecciones virales como COVID-19, enfermedades autoinmunes y problemas neurológicos. También se sabe que influye en el cáncer (por ejemplo, suele tener una actividad elevada en varios tipos de cáncer, lo que acelera la progresión del tumor y promueve un mal pronóstico).
Por su parte, la hemateína inhibe la CK2 gracias a su alto grado de selectividad22,23,24 a través de la unión a una subunidad que se sobreexpresa en muchos tipos de cáncer,25,26,27 lo que se correlaciona con un mal pronóstico,28,29 pero cuando se inhibe, hace que las células cancerosas experimenten una muerte celular programada.30,31
Muchos estudios demuestran que la hemateína produce efectos antitumorales selectivos y puede desencadenar la muerte celular programada en el cáncer.32,33,34,35 Además, al igual que la D-hematoxilina, también se sabe que los inhibidores de CK2 hacen que el cáncer sea más susceptible a la quimioterapia.36,37
Por último, la mayoría de los cánceres que son muy susceptibles a la D-hematoxilina también son muy dependientes de la CK2 (en especial, los cánceres de sangre38,39 , y se ha demostrado una y otra vez que los inhibidores de la CK2 son muy efectivos en estos casos40,41,42). De la misma manera, las células pierden su adhesión a la matriz extracelular (que, como se dijo, el DMSO y la hematoxilina disuelven), lo que desencadena una forma de muerte celular (anoikis43), la cuestión aquí es que la CK2 hace que las células cancerosas sean más resistentes.44
Por lo que, se cree que la CK2 desempeña una función importante en las propiedades anticancerígenas de la D-hematoxilina y además de que el DMSO potencia la hematoxilina, es posible que la hematoxilina también potencie las propiedades anticancerígenas del DMSO.
Nota: Aquí se habla a mayor detalle de otros posibles mecanismos para las propiedades anticancerígenas de la D-hematoxilina.
Conclusión
Durante el último siglo, se descubrieron muchas curas prometedoras contra el cáncer, pero quedaron en el olvido porque representaban una amenaza para las ambiciones de la industria médica por mantener su monopolio del cáncer. Después de analizar muchas combinaciones, la D-hematoxilina demostró un alto grado de efectividad, algo que es una gran noticia, ya que a diferencia de muchas de esas otras terapias olvidadas, esta se compone de dos sustancias químicas, seguras, simples y accesibles.
Como tal, estoy muy agradecido con todas las personas que, durante los últimos cincuenta años, trabajaron sin cesar para preservar el descubrimiento del Dr. Jordan Tucker y creo que el movimiento MAHA ayudará a que estos lados olvidados de la medicina sean recordados.
Nota del autor: Este es un resumen de un artículo más extenso que habla a detalle de todos los datos sobre la D-hematoxilina, los protocolos actuales para su uso y cómo contactar a uno de los médicos que utilicen esta terapia. Aquí encontrará el artículo completo, junto con las directrices generales sobre el DMSO. Además, aquí puede leer un artículo complementario que habla a detalle sobre las propiedades anticancerígenas del DMSO y otras terapias contra el cáncer.
El Dr. Mercola habla sobre el autor
A Midwestern Doctor es un médico en el Medio Oriente (AMD) y lector regular de Mercola.com. Creo que sabe mucho sobre una gran variedad de temas, y le agradezco que comparta su conocimiento con nosotros. También respeto su deseo de permanecer en el anonimato ya que todavía está en primera línea tratando a los pacientes. Para más información sobre AMD, consulte The Forgotten Side of Medicine en Substack.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1 The Forgotten Side of Medicine, October 12, 2024
- 2, 3 Biotech Histochem. 2005 Mar-Apr;80(2):73-8
- 4 Wikipedia, Arsphenamine
- 5 Amazon, The Drug Hunters: The Improbable Quest to Discover New Medicines
- 6 Wikipedia, Prontosil
- 7 Wikipedia, Sulfanilamide
- 8, 9 Int Surg. 1968 Jun;49(6):516-27
- 10 A Cancer Journal for Clinicians, 21(6), 386-387
- 11 The Forgotten Side of Medicine, October 27, 2024
- 12 Amazon, Dmso: Nature's Healer Dmso
- 13, 17 The Forgotten Side of Medicine, April 12, 2025
- 14 Mayer’s Hematoxylin, Accessed May 2025
- 15 Wikipedia, Carcinoembryonic antigen
- 16 Wikipedia, Prostate cancer
- 18 Wikipedia, Hematein
- 19 Wikipedia, Autolysis (biology)
- 20 Wikipedia, Casein kinase 2
- 21, 31 Signal Transduction and Targeted Therapy volume 6, Article number: 183 (2021)
- 22 International Journal of Oncology 43.5 (2013): 1517-1522
- 23, 33, 34 Int J Oncol. 2013 Sep 4;43(5):1517–1522
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