📝HISTORIA EN BREVE

  • Entre el 10 % y el 15 % de las personas que viven en Estados Unidos tienen síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno gastrointestinal funcional que se caracteriza por síntomas impredecibles que deterioran la calidad de vida
  • Investigaciones recientes demuestran que el estrés psicológico provoca que el cuerpo perciba los alimentos seguros como amenazas. Esto afecta sus sistemas inmunológico y nervioso y hace que produzcan respuestas de dolor en el intestino
  • El estrés incrementa la actividad de los mastocitos en el intestino, lo que provoca hipersensibilidad nerviosa y cambios en el sistema inmunológico que causan síntomas del SII como distensión, dolor y problemas digestivos
  • Cuando el estrés se vuelve crónico, hormonas como el cortisol y el CRF alteran la digestión, dañan el revestimiento intestinal y alteran el equilibrio microbiano, lo que empeora los síntomas del SII
  • Para controlar el SII se requieren estrategias integrales de estilo de vida, que incluyen técnicas para combatir el estrés como practicar la atención plena, hacer ejercicio, dormir bien y reforzar la salud intestinal con cambios en la alimentación y suplementos

🩺Por el Dr. Mercola

Entre el 10 % y el 15 % de las personas que viven en Estados Unidos tienen síndrome del intestino irritable (SII),1 un problema de salud que deteriora la calidad de vida debido a sus molestos síntomas que pueden ser de leves a graves, e incluyen distensión, gases, estreñimiento, diarrea y dolor abdominal.2

De forma curiosa, el síndrome del intestino irritable no se detecta a través de un análisis específico, esto debido a que se trata de lo que se conoce como trastorno gastrointestinal funcional, lo que significa que la estructura del sistema digestivo parece normal en las exploraciones o endoscopias, pero no funciona de forma correcta.3

El síndrome del intestino irritable es una de las razones principales por la que las personas faltan al trabajo, no les gusta viajar o evitan ciertos alimentos. Para muchas personas con SII, los síntomas aparecen de forma repentina, casi siempre después de comer alimentos que antes toleraban sin problemas. El hecho de que los síntomas aparecen de forma impredecible hace que muchos asuman que se trata de una alergia o alguna intolerancia alimentaria.

Pero, un estudio que se publicó en febrero de 2025 en la revista Gastroenterology4 sugiere que es probable que el estrés psicológico esté involucrado en todo esto y provoque que el cuerpo perciba los alimentos seguros y familiares como amenazas, lo que altera los sistemas inmunológico y nervioso y hace que respondan con dolor.

El estrés provoca que el intestino perciba alimentos seguros como amenazas

5Los investigadores de la KU Leuven y Queen's University realizaron el estudio en cuestión que tuvo como objetivo determinar el impacto del estrés psicológico en la respuesta inmunológica del intestino a los alimentos y si podría formar memorias inmunológicas que relacionen alimentos específicos con el estrés. Este estudio se basa en investigaciones previas que se publicaron en Nature (2021),6 que demuestran por primera vez que la memoria inmunológica que se relaciona con el estrés causa dolor intestinal sin signos de inflamación, ni alergia.

• Los investigadores analizaron la exposición a alimentos que se relacionan con el estrés en modelos de ratones: para simular el efecto de la exposición al estrés en las respuestas alimentarias, los ratones recibieron una proteína alimentaria común (ovoalbúmina) durante un período de 10 días. Volvieron a recibir la misma proteína cinco semanas después para ver si el intestino respondía de manera diferente.

• Solo los ratones bajo estrés desarrollaron hipersensibilidad: los ratones que consumieron la proteína durante períodos de estrés desarrollaron dolor intestinal e hipersensibilidad visceral en la segunda exposición. Mientras que, los ratones que solo se sometieron a estrés, o a la proteína pero sin estrés, no desarrollaron síntomas. Esto demuestra que la combinación de alimento y estrés creó el estado de hipersensibilidad.

• La respuesta de dolor no se debió a una inflamación general o alergia: para descartar reacciones alérgicas sistémicas, los investigadores inyectaron la proteína debajo de la piel. A diferencia de las alergias alimentarias, esto no provocó inflamación en el oído, ni otros signos de inflamación sistémica. La respuesta al dolor se localizó en el intestino y se relacionó con los cambios en el modo en que interactuaban el sistema inmunológico y los nervios.

• Cuando se inhibieron los mastocitos o la IgE desapareció la respuesta al dolor: los mastocitos son células inmunológicas que liberan histamina y otras sustancias químicas durante las reacciones alérgicas, mientras que la IgE es el anticuerpo que activa los mastocitos.

Cuando los investigadores administraron un estabilizador o utilizaron ratones transgénicos sin anticuerpos IgE, desapareció la respuesta de hipersensibilidad. Esto confirmó que se requieren tanto los mastocitos como la IgE para crear la memoria inmunológica que provoca dolor tras la segunda exposición a los alimentos.

• El líquido intestinal de ratones bajo estrés activó las células nerviosas en el tejido sano: los investigadores tomaron muestras del líquido intestinal (sobrenadante) de los ratones bajo estrés y lo administraron en neuronas sanas. Estas neuronas se volvieron hiperactivas y enviaron más señales de dolor. Esto demuestra que el entorno químico en un intestino bajo estrés es suficiente para alterar el comportamiento nervioso.

• El efecto en el intestino delgado y el colon: se encontró mayor sensibilidad nerviosa en el intestino delgado y el colon, no en una sola zona. Esto coincide con lo que informan muchos pacientes con SII, que sienten dolor en diferentes partes del intestino, no solo en el intestino grueso.

• La señalización de la histamina es la causa de la hipersensibilidad nerviosa: se descubrió que la histamina, una sustancia química que libera los mastocitos durante la respuesta inmunitaria, causa la excitabilidad nerviosa. Bloquear los receptores de histamina H1 con pirilamina, un antihistamínico, revirtió la respuesta de hipersensibilidad, lo que demuestra que influye mucho en el mecanismo del dolor.

• La respuesta inmunológica en el intestino fue tipo 2: los investigadores detectaron niveles elevados de IL-13, una citoquina que se relaciona con respuestas inmunitarias de tipo alérgico, en los ganglios linfáticos después de la segunda exposición a la proteína. Esto sugiere que el sistema inmunológico había cambiado a un estado específico para los alimentos, similar a una alergia, aunque no había síntomas externos de alergia.

En términos simples, este estudio demuestra que su intestino puede “aprender” a tratar ciertos alimentos como amenazas si los consume bajo estrés psicológico. El sistema inmunológico crea ese recuerdo y, semanas después, el simple hecho de volver a comer el mismo alimento puede causar los síntomas del SII.

El papel de las células inmunológicas en los síntomas de SSI

En 2014, un estudio que se publicó en World Journal of Gastroenterology7 proporcionó evidencia clínica que relaciona el dolor por SII con la hiperactividad de los sistemas inmunológico y nervioso. En este artículo se revisaron investigaciones en animales y humanos que demuestran que el estrés afecta el comportamiento de las células inmunológicas en el intestino, en especial los mastocitos, y que esa actividad inmunológica interactúa con los nervios y prepara el camino para el dolor.

• El estrés incrementa el número y la actividad de los mastocitos en el intestino: según la revisión, tanto el estrés agudo como crónico activan los mastocitos en la mucosa intestinal. En pacientes con SII, se acumulan más mastocitos y se encuentran más cerca de los nervios mucosos. Y, esta proximidad sugiere que pueden influir en la sensibilidad al dolor visceral.

• En pacientes con SII, los mastocitos se encuentran cerca de los nervios mucosos: el artículo menciona estudios que demuestran que existe una correlación entre el número de mastocitos cerca de los nervios y la gravedad del dolor abdominal en el SII. Los pacientes con mayores puntuaciones de dolor, tenían los mastocitos a menos de 5 micrómetros de las terminaciones nerviosas.

• El estrés activa la señalización de CRF en el intestino: el factor liberador de corticotropina (CRF) es una hormona que libera el cuerpo durante el estrés psicológico. Según los autores, el CRF se une a los receptores de los mastocitos y los nervios del intestino, lo que a su vez, altera la función intestinal, que es un signo común en el síndrome del intestino irritable e incrementa la sensibilidad al dolor y causa problemas de motilidad.

• La activación de los mastocitos por CRF afecta la permeabilidad y la motilidad intestinal: activar los receptores CRF se relacionó con la desgranulación de los mastocitos (un proceso en el que los mastocitos liberan sustancias químicas como la histamina que afectan los tejidos cercanos), cambios en la permeabilidad intestinal y problemas de motilidad. Estos efectos pueden causar diarrea, dolor y otros síntomas.

• Las hormonas del estrés alteran la función intestinal y el equilibrio microbiano: cuando está bajo estrés, su cuerpo activa el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA), que es el sistema central de respuesta al estrés. Esto provoca que se liberen varias hormonas clave, que incluyen el cortisol, que se conoce como la hormona del estrés.

• Los modelos animales demuestran que experimentar estrés en las primeras etapas de la vida incrementa la sensibilidad intestinal: los estudios con roedores que se citan en el artículo demuestran que experimentar estrés en los primeros años de vida (como la separación materna) incrementa la sensibilidad visceral y la expresión de CRF. Estos efectos persisten hasta la edad adulta, lo que sugiere que se produce una programación a largo plazo en las interacciones intestino-cerebro.

• Algunas estrategias para controlar los síntomas del SII: los autores sugieren que los tratamientos que bloquean las hormonas del estrés o impiden que los mastocitos reaccionen de manera exagerada ayudan a reducir el dolor intestinal, la urgencia y otros síntomas del SII, sobre todo si se relacionan con el estrés. Esto indica la necesidad de terapias que aborden la respuesta inmunitaria al estrés.

10 consejos para controlar el estrés

Si tiene síndrome del intestino irritable, el estrés no solo en una carga mental sino un desencadenante biológico que provoca que su intestino reaccione de manera exagerada a los alimentos. Pero la buena noticia es que, existen estrategias que pueden ayudarlo a controlar su sistema nervioso, equilibrar su respuesta inmunitaria y reducir los niveles de cortisol antes de que causen daños a largo plazo. Estas son las estrategias que recomiendo si quiere evitar que el estrés cambie el modo en que su intestino reacciona al mundo.

1. Reducir sus niveles de cortisol con cambios en la alimentación y estilo de vida: los niveles elevados de cortisol provocan que su sistema inmunológico se mantenga en un estado hiperreactivo. Los niveles elevados de azúcar, la mala alimentación y la falta de sueño mantienen el cortisol alto.

2. Hacer ejercicio con regularidad: las investigaciones demuestran  que el ejercicio ayuda a controlar los síntomas del SII.8 Dado que reduce los niveles de colesterol, también mejora el estado de ánimo y contrarresta los efectos dañinos del estrés.9 Recomiendo que haga ejercicios de intensidad moderada como caminar, ya que con este tipo de ejercicios nunca es demasiado.10 Caminar al aire libre también ayuda a reconectarse con la naturaleza y pasar tiempo bajo el sol, lo que maximiza los efectos beneficiosos en el estrés.11

3. Practicar la atención plena: la atención plena le enseña al cerebro a dejar de reaccionar ante cada factor de estrés. En 2022, un estudio que se publicó en Chinese Journal of Traumatology12 descubrió que la atención plena ayudó a reducir los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT) en el personal militar. No necesita rutinas complicadas; solo 10 minutos de atención plena pueden ser de gran ayuda.

4. Mejorar sus hábitos respiratorios: la mayoría de las personas desarrollan malos hábitos de respiración después sufrir estrés emocional. Estos hábitos reducen el dióxido de carbono en el cuerpo, lo que mejora la sensibilidad del sistema nervioso. El problema es que muchas técnicas de respiración populares empeoran esto. Para más información sobre este tema, consulte:"Aprenda a respirar correctamente para mejorar su salud".

5.Mejorar su estado emocional con risas y optimismo: cultivar una mentalidad más positiva cambia la química del cerebro y ayuda a reducir el estrés, mientras que la risa libera endorfinas y relaja el sistema nervioso. Ya sea que esté tratando de cambiar sus pensamientos negativos o vea algo divertido, estos reinicios emocionales ayudan a reducir el estrés y restablecer el equilibrio.

6. Estimular su lado creativo: pasatiempos como pintar, escribir o tocar música ayudan a procesar las emociones y a reducir los niveles de cortisol por estrés. Ayudan a dejar de sobrepensar y controlar su sistema nervioso.

7. Practicar Técnicas de Libertad Emocional (EFT): la EFT es una forma de acupresión psicológica que se basa en los meridianos energéticos que se utilizan la acupuntura para restablecer el equilibrio interior y la curación. En el siguiente vídeo, Julie Schiffman, experta en EFT, muestra cómo hacerlo.

8. Dormir bien: la falta de sueño mantiene niveles elevados de cortisol y reduce la capacidad para controlar el estrés. Para mejorar la calidad de su sueño, establezca una rutina de sueño constante, reduzca la exposición a la luz azul por la noche y mantenga su habitación fresca.

9. Tener más contacto físico: el contacto físico, como un abrazo, libera oxitocina, que reduce el estrés y promueve la regulación emocional. El contacto físico diario y consensuado ayuda a que el cuerpo salga de un estado de máxima alerta y entre en uno que promueve la curación y mejora la digestión.

10. Reforzar la salud intestinal para reducir las reacciones inmunológicas exageradas: una vez que el estrés está bajo control, restaurar el equilibrio intestinal ayuda a calmar el sistema inmunológico y prevenir la hipersensibilidad. Enfóquese en eliminar los aceites vegetales de su alimentación y consumir más carbohidratos saludables, y considere tomar un suplemento de Akkermansia. Para más información sobre estas estrategias, consulte: “¡No pierda la esperanza! El alivio de la ansiedad y la depresión podría estar más cerca de lo que cree".

También debe estimular la producción de butirato, que es una grasa de cadena corta que producen las bacterias intestinales, que fortalece la barrera intestinal y ayuda a regular la actividad inmunológica. Para más información sobre este tema, consulte: "Mantener su sistema inmunológico en equilibrio depende de este nutriente”.

Preguntas frecuentes sobre el síndrome del intestino irritable (SII)

P: ¿Qué es el síndrome del intestino irritable (SII)?

R: El síndrome del intestino irritable es un trastorno gastrointestinal funcional, lo que significa que el sistema digestivo parece normal en las exploraciones pero no funciona de forma correcta. Se caracteriza por síntomas recurrentes como distensión, dolor abdominal, estreñimiento, diarrea y gases. Estos síntomas pueden variar mucho, lo que hace difícil predecir qué tolerará su intestino.

P: ¿Cuáles son los síntomas más comunes del síndrome del intestino irritable?

R: Los síntomas del SII varían, pero los más comunes incluyen dolor abdominal, distensión, gases, diarrea o estreñimiento (o una combinación de ambos). Los síntomas suelen aparecer y desaparecer, pero tienden a aparecer durante períodos de estrés o después de ciertas comidas.

P: ¿Es el estrés una causa del síndrome del intestino irritable?

R: El estrés por sí solo no causa el síndrome del intestino irritable, pero es un factor desencadenante que empeorar los síntomas. Los estudios actuales demuestran que el estrés altera la respuesta inmunitaria del intestino, lo que causa dolor, distensión o urgencia después de comer. Con el tiempo, el estrés crónico crea un estado de hipersensibilidad.

P: ¿El síndrome del intestino irritable es una alergia o una intolerancia alimentaria?

R: No, la mayoría de los síntomas del SII no se relacionan con alergias, sino con la hipersensibilidad inmunológica a causa del estrés. Esto significa que, no es alérgico al alimento en sí. El problema es cómo el intestino “recuerda” ese alimento cuando lo come bajo estrés.

P: ¿Cambiar mi estilo de vida puede mejorar el síndrome del intestino irritable?

R: Sí. Controlar el estrés, dormir bien, hacer cambios en su alimentación y reforzar el microbioma intestinal son estrategias muy beneficiosas. Restaurar la salud intestinal también ayuda a reducir la hipersensibilidad. Para lograrlo, reduzca sus niveles de cortisol con estrategias como eliminar los aceites vegetales de su alimentación y optimizar sus niveles de bacterias beneficiosas como la Akkermansia.