📝HISTORIA EN BREVE
- La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que ataca por error la mielina del sistema nervioso central. Aunque los síntomas varían según el lugar del daño nervioso, suele comenzar como un síndrome clínicamente aislado (SCA)
- Los niveles bajos de vitamina D se relacionan con un riesgo mayor de EM, mientras que las personas que viven más cerca del ecuador tienen menores tasas de esta enfermedad debido a que tienen una mayor exposición al sol
- En 2025, un ensayo clínico demostró que las dosis altas de vitamina D ayudaron a retrasar la progresión de la EM en pacientes con SCA, ya que a diferencia del placebo duplicó el tiempo en el que los pacientes experimentaron algún efecto de la enfermedad
- La vitamina D estimula las células que reconstruyen la mielina, incrementa los niveles de neurotrofinas, reprograma la microglía de estados inflamatorios a estados curativos y protege la barrera hematoencefálica
- Algunas estrategias para mantener niveles óptimos de vitamina D (60 a 80 ng/ml) incluyen, exponerse de forma segura al sol o tomar un suplemento de vitamina D3 de alta calidad y, además, se recomienda que se realice análisis regulares para determinar su dosis ideal
🩺Por el Dr. Mercola
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica y progresiva que afecta el sistema nervioso central, sobre todo al cerebro y la médula espinal. Si bien los científicos no saben con certeza qué desencadena esta respuesta, lo que sí saben es que involucra factores tanto genéticos como ambientales.1 Un hallazgo consistente es la relación entre los niveles bajos de vitamina D y un mayor riesgo de EM.2
La vitamina D se volvió foco de atención, no solo por sus efectos beneficiosos en el sistema inmunológico, sino también por su capacidad para proteger de forma directa las células nerviosas. Los ensayos previos que analizaron el impacto de los suplementos de vitamina D en pacientes con EM no lograron demostrar beneficios consistentes, lo que podría deberse al tamaño inadecuado de la muestra, los períodos cortos de seguimiento o al hecho de que los pacientes también toman otros medicamentos.
Para abordar estos problemas, un grupo de investigadores de Francia realizó un ensayo clínico aleatorizado para determinar si la vitamina D en dosis altas por sí sola podía retrasar el desarrollo temprano de la EM, y este fue el primer estudio que demostró que optimizar los niveles de vitamina D en esta etapa retrasa la transición de los primeros signos de alerta a la enfermedad en su fase más avanzada.3
Todo lo que necesita saber sobre la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple (EM) se considera una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico ataca los tejidos en lugar de protegerlos. El objetivo principal de este ataque es la mielina, que es una sustancia grasa que envuelve las fibras nerviosas y permite que las señales eléctricas viajen sin problemas desde el cerebro al resto del cuerpo.4
• La pérdida de mielina altera la comunicación y causa daños graves: cuando se daña la mielina, los nervios quedan expuestos y vulnerables, lo que provoca una falla en la comunicación entre el cerebro y los músculos, órganos y otros sistemas. Este proceso altera la función normal y deja tejido cicatricial, que se conocen como lesiones, un daño que se puede ver en las exploraciones por resonancia magnética.5
• Los síntomas varían mucho y dependen del lugar en el que se produce el daño nervioso: los síntomas de la EM varían mucho de una persona a otra y depende del lugar en el que se produce el daño en el sistema nervioso. Por ejemplo, algunas personas experimentan entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular, mientras que otras desarrollan problemas de visión, dificultad para caminar o problemas cognitivos como pérdida de memoria o confusión mental.6
• Las recaídas y remisiones son muy comunes en la etapa temprana de la EM: los síntomas suelen aparecer en forma de episodios, que se conoce como recaídas, seguidos de períodos de recuperación, pero con el tiempo el daño se vuelve más constante y difícil de revertir. En etapas más avanzadas, la EM causa síntomas graves, por lo que es fundamental detectarla y tratarla a tiempo.7
• La EM en etapa temprana pasa desapercibida hasta que el daño ya está hecho: otra característica distintiva de la EM es que suele pasar desapercibida y el daño empeora poco a poco hasta que los síntomas se vuelven evidentes. Esta fase temprana a veces se denomina síndrome clínicamente aislado (SCA) y puede ser la primera señal de que una persona está por desarrollar EM.8 Alrededor del 85 % de las personas con SCA terminan con EM.9
• Los tratamientos actuales bloquean la actividad inmunológica pero no reparan el daño: para tratar esta enfermedad se utilizan medicamentos modificadores que suprimen o regulan la actividad inmunológica, lo que reduce la frecuencia de recaídas y retarda el desarrollo de lesiones nuevas.
El problema es que muchos de estos medicamentos tienen efectos secundarios graves, tales como incrementar el riesgo de infecciones y daño hepático. Además, no reparan el daño existente ni protegen los nervios de más lesiones, lo que demuestra la necesidad de terapias que vayan más allá de inhibir la actividad inmunológica.10,11
El impacto de la vitamina D en la EM en etapa temprana
El estudio se publicó en marzo de 2025 en la revista JAMA,12 e involucró a personas con un diagnóstico de SCA. Debido a que en esta etapa las lesiones ya se detectan en los escáneres cerebrales, es el momento ideal para intervenir y retardar la progresión de la enfermedad antes de que se convierta en EM.
• El estudio utilizó dosis muy altas de vitamina D: la mitad de los participantes recibió 100 000 UI de vitamina D en forma de colecalciferol o vitamina D3, cada dos semanas durante dos años, mientras que la otra mitad recibió un placebo con el mismo esquema. Esta dosis es casi 20 veces mayor que la que encontraría en un suplemento promedio de venta libre, pero se administró bajo estricta supervisión médica para controlar su seguridad y efectividad.
• La vitamina D redujo las recaídas y la actividad de la enfermedad en las exploraciones por resonancia magnética: el objetivo principal del estudio fue ver si los participantes desarrollaban síntomas nuevos o signos de actividad de la enfermedad en las exploraciones de resonancia magnética durante el período de 24 meses. En el grupo de vitamina D, el 60.3 % experimentó una recaída o nuevas lesiones que se detectaron con la resonancia magnética, a diferencia del 74.1 % en el grupo de placebo.
• La vitamina D duplicó el tiempo que pasó antes de que apareciera una nueva actividad de la enfermedad: un hallazgo sorprendente fue que los participantes que tomaban vitamina D pasaron un promedio de 432 días sin mostrar actividad de la enfermedad. Mientras que el grupo de placebo mostró actividad después de solo 224 días, lo que demuestra que la progresión de la enfermedad fue mucho más rápida.
• Las resonancias magnéticas demuestran que la vitamina D reduce la inflamación y el daño en los nervios: los resultados de las imágenes también demuestran que la vitamina D ralentiza la progresión de la enfermedad. Solo el 46.2 % de las personas del grupo de vitamina D desarrollaron lesiones nuevas, a diferencia del 59.2 % del grupo de placebo.
En cuanto a la actividad más agresiva de la enfermedad, solo el 18.6 % de los participantes del grupo de vitamina D mostraron estos signos, a diferencia del 34 % del grupo de placebo. Estas diferencias demuestran que la vitamina D no solo retrasó los síntomas, sino que también redujo la inflamación y el daño a los nervios que podían observarse en los escáneres cerebrales.
• Los participantes toleraron bien la vitamina D en dosis altas y se consideró segura: es importante mencionar que el tratamiento pareció seguro incluso en dosis altas. Aunque hubo eventos adversos más graves en el grupo de vitamina D que en el grupo placebo, ninguno se relacionó con el suplemento en sí. En otras palabras, los eventos no se relacionaron con las dosis elevadas de vitamina D, sino que tuvieron otras causas.
En general, el estudio ofrece evidencia sólida de que la intervención temprana con dosis altas de vitamina D retrasa la transición de SCA a EM. Estos hallazgos representan una esperanza para las personas que aún no cumplen los requisitos para el tratamiento farmacológico de la EM o que no tienen acceso a medicamentos costosos.
Los mecanismos de los efectos de neuroprotección de la vitamina D
En 2023, un análisis que se publicó en la revista Nutrients13 proporcionó más información sobre la forma en que la 1,25-dihidroxivitamina D3 interactúa con células cerebrales e inmunológicas para reparar la mielina, combatir la inflamación y prevenir la muerte celular. Sus hallazgos sugieren que la vitamina D mejora la resiliencia del sistema nervioso en formas que van mucho más allá de sus efectos básicos que regulan la actividad inmunológica.
• La vitamina D estimula las células que reconstruyen la mielina: una de las funciones más importantes de la vitamina D en la EM es su capacidad para estimular el crecimiento de los oligodendrocitos, que son las células que producen mielina. En estudios con animales, la vitamina D incrementó el número de células madre neuronales y aceleró su conversión a células que protegen la mielina.
En ratas con daños en su mielina, el tratamiento con vitamina D3 incrementó el número de células progenitoras de oligodendrocitos en el sitio de la lesión, así como los niveles de proteínas de mielina clave, como la MBP (proteína básica de mielina) y PLP (proteína proteolipídica). Este efecto se observó en modelos de lesiones por toxinas, así como en modelos autoinmunes similares a la EM, que imitan el proceso de la enfermedad humana.
• La vitamina D incrementa los niveles de neurotrofinas que aceleran la reparación del cerebro y mejoran supervivencia celular: las neurotrofinas son proteínas especializadas que ayudan a las células del cerebro a crecer, sobrevivir y repararse.
Se sabe que estas moléculas estimulan tanto la neurogénesis (formación de neuronas nuevas) como la oligodendrogénesis (formación de células de mielina nuevas). En esencia, la vitamina D crea un entorno que promueve la reparación, ya que estimula la producción de moléculas que curan el tejido dañado en el cerebro.
• La vitamina D reprograma la microglía, lo que ayuda a que pase de destructora a curadora: otro hallazgo clave tiene que ver con la influencia de la vitamina D en la microglía, que son las células inmunológicas que patrullan el cerebro. En la EM, la microglía se vuelve destructiva (algo que se conoce como fenotipo M1) y comienza a mandar señales inflamatorias y liberar toxinas.
La vitamina D ayuda a que estas células cambien de ese estado proinflamatorio a un estado curativo (el fenotipo M2), lo que ayuda a eliminar los desechos y acelera la regeneración. Los estudios demuestran que la vitamina D reduce marcadores de inflamación como el TNF-α y el IL-6 mientras incrementa las señales antiinflamatorias como el IL-10 y TGF-β1, que ayudan a proteger las células nerviosas y promueven la remielinización.
• La vitamina D calma los astrocitos y ayuda a proteger la barrera hematoencefálica: los astrocitos, que son otro tipo de células cerebrales que se relacionan con la EM, también responden de forma positiva a la vitamina D. Cuando se inflama el tejido cerebral, se multiplican los astrocitos, lo que contribuye a la formación de cicatrices y otros daños graves.
La vitamina D ayuda a reducir esta respuesta porque disminuye la cantidad de astrocitos reactivos y su producción de moléculas dañinas, como el óxido nítrico y el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). Este cambio reduce el daño directo a las neuronas y estabiliza la barrera hematoencefálica, que es el sistema de defensa del cerebro que daña la EM en sus primeras etapas.
• La vitamina D fortalece la primera línea de defensa del cerebro: la revisión también menciona la capacidad de la vitamina D para fortalecer la barrera hematoencefálica. La forma activa de la vitamina incrementó la expresión de las proteínas de unión estrecha que sellan los espacios entre las células endoteliales y evitan que sustancias dañinas entren al cerebro.
También reduce la producción de moléculas de adhesión celular que permiten que las células inmunológicas entren al cerebro. En modelos de ratones con EM, la vitamina D ayudó a evitar que las células inmunológicas terminaran en el sistema nervioso central, así como a reducir la desmielinización y los niveles de estrés oxidativo.
• La vitamina D protege las células cerebrales del estrés oxidativo: en estudios tanto en animales como en células, la vitamina D redujo los niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS) y estimuló la actividad de enzimas antioxidantes, como la glutatión peroxidasa y la superóxido dismutasa. También mejoró la expresión del Nrf2, que es un regulador maestro de las defensas antioxidantes.
Estos cambios reducen el desgaste celular y crean un entorno bioquímico que favorece la curación y combate la degeneración. En conjunto, la evidencia respalda la función de la vitamina D como un poderoso agente neuroprotector en la EM.
Además de la salud neurológica, la vitamina D produce efectos beneficiosos en muchos otros sistemas del cuerpo.
Estrategias para optimizar sus niveles de vitamina D
La deficiencia de vitamina D se relaciona con un riesgo mayor de EM, lo que la convierte en un nutriente esencial para proteger su sistema nervioso. Mantener sus niveles de vitamina D en el rango óptimo ayuda a reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad, o bien, retrasar los primeros signos de su actividad. Aquí algunas estrategias que recomiendo para optimizar sus niveles de vitamina D:
1. Exponerse de forma segura al sol es la forma ideal de optimizar sus niveles de vitamina D: las investigaciones demuestran que las personas que viven más cerca del ecuador y que se exponen más a la luz del sol durante todo el año tienen un menor riesgo de EM.14 Sin embargo, si consume grandes cantidades de aceites de semillas, debe tener cuidado con esta estrategia.
Estos aceites contienen mucho ácido linoleico (AL), que es un ácido graso omega-6 que se oxida muy rápido con la luz ultravioleta. Esta reacción en la superficie de la piel crea subproductos de degradación que causan inflamación y dañan las estructuras celulares, incluyendo el ADN. Entonces, lo ideal es que reduzca el consumo de estos aceites durante cuatro a seis meses antes de exponerse más al sol.
Durante este periodo, limite la luz del sol a las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, y evite las horas más intensas que son entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Además, las personas con más grasa corporal pueden necesitar más tiempo para eliminar el AL de sus tejidos, ya que este ácido graso omega-6 se almacena en la grasa y se libera poco a poco.
Las personas que tienen un tono de piel más oscuro necesitan exponerse al sol por más tiempo que las de piel clara para producir la misma cantidad de vitamina D. Realice la "prueba de quemaduras solares", que consiste en observar bien su piel para evitar cualquier enrojecimiento. Mantenerse por debajo de ese umbral ayuda a garantizar que obtenga los beneficios, sin sufrir ningún daño.
2. Tomar un suplemento de vitamina D3 de alta calidad en caso de ser necesario: para las personas que viven en climas del norte o con una exposición limitada al sol, un suplemento de vitamina D3 de alta calidad suele ser la mejor forma de alcanzar y mantener niveles óptimos de este nutriente.
La vitamina D3 se sintetiza de manera natural en la piel cuando se expone a la luz solar, específicamente a los rayos ultravioleta B (UVB). Por otro lado, está la vitamina D2 que suele provenir de fuentes de origen vegetal, que incluyen levaduras y hongos que se exponen a la luz ultravioleta.
Ambas formas están disponibles como suplementos, pero las investigaciones descubrieron que existen diferencias claras en su efectividad. La vitamina D3 es mucho más efectiva que la D2 para optimizar los niveles de vitamina D en la sangre.15 Para asegurarse de que toma la cantidad adecuada de vitamina D, hágase un análisis para determinar sus niveles.
3. Hacerse análisis regulares para asegurarse de mantener niveles óptimos de vitamina D: analizar sus niveles de vitamina D dos veces al año le permitirá ajustar su exposición al sol y la suplementación para mantenerse en el rango óptimo. Para la salud neurológica e inmunológica, debe mantener niveles de 60 a 80 ng/ml (150 a 200 nmol/l).
4. Optimizar el metabolismo de la vitamina D con ayuda de otros nutrientes: es importante entender que nutrientes como el magnesio, el calcio, la vitamina D3 y la vitamina K2 trabajan de forma sinérgica. Es importante que se enfoque en llevar una alimentación a base de alimentos que aporten todos estos nutrientes, pero si es necesario, considere la posibilidad de tomar suplementos.
Preguntas frecuentes sobre la relación entre la esclerosis múltiple y la vitamina D
P: ¿Qué es la esclerosis múltiple y qué síntomas causa?
R: La EM es una enfermedad autoinmune que daña la capa de protección que rodea los nervios del cerebro y la médula espinal, lo que interrumpe la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Los síntomas varían y aparecen en episodios impredecibles que se conocen como recaídas. Suelen incluir debilidad muscular, entumecimiento, así como problemas de visión, coordinación y deterioro cognitivo.
P: ¿Por qué es importante detectar la EM durante el SCA?
R: El síndrome clínicamente aislado (SCA) suele ser el primer signo detectable de que se está desarrollando EM y, en esta etapa, todavía existe la posibilidad de intervenir antes de que se produzcan daños a largo plazo. El tratamiento temprano, en especial con una opción de bajo riesgo como la vitamina D, podría ayudar a ganar tiempo y reducir la gravedad de la enfermedad.
P: ¿Por qué es importante la vitamina D para las personas con riesgo de EM?
R: Los niveles bajos de vitamina D se relacionan con un riesgo mayor de EM. La vitamina D ayuda a regular la función inmunológica, combatir la inflamación y proteger el cerebro y la médula espinal, que son factores fundamentales para retrasar la actividad temprana de la enfermedad.
P: ¿Es verdad que exponerse al sol ayuda a prevenir la EM?
R: Sí. Las áreas más cercanas al ecuador, donde la exposición al sol es mayor durante todo el año, suelen tener menores tasas de EM. La luz del sol estimula la producción de vitamina D en la piel, y esa es una de las razones por las que, exponerse de forma segura al sol podría ayudar a reducir el riesgo de EM.
P: ¿Cuál es la mejor forma de optimizar los niveles de vitamina D?
R: Exponerse de forma segura al sol, pero si eso no es posible debido al clima o estilo de vida, tomar un suplemento de vitamina D3 de alta calidad es la segunda mejor opción. También es importante que analice sus niveles de forma regular para asegurarse que se mantengan dentro del rango óptimo de 60 a 80 ng/ml.
🔍Fuentes y Referencias
- 1, 4, 5, 14 National Institute of Neurological Disorders and Stroke, Multiple Sclerosis
- 2 Mayo Clinic, Vitamin D and MS: Is There Any Connection?
- 3, 9, 12 JAMA. 2025;333(16):1413-1422. doi:10.1001/jama.2025.1604
- 6, 7 Mayo Clinic, Multiple Sclerosis
- 8 National Multiple Sclerosis Society, Clinically Isolated Syndrome
- 10 MS Society, Immune System and MS
- 11 Int J Physiol Pathophysiol Pharmacol. 2019 Aug 15;11(4):105–114
- 13 Nutrients. 2023 Jun 30;15(13):2978
- 15 Adv Nutr. 2023 Oct 20;15(1):100133