📝HISTORIA EN BREVE

  • El crecimiento de las uñas se ralentiza un 50 % a lo largo de la vida, lo que lo convierte en un indicador fiable del envejecimiento general y la salud metabólica
  • Las uñas envejecidas se vuelven quebradizas, engrosadas y opacas debido a cambios en la estructura de la queratina, menor circulación sanguínea y deficiencias nutricionales
  • Si tiene mala circulación o un problema metabólico como hipotiroidismo, sus uñas comienzan a crecer de manera más lenta, desarrollan crestas y pierden la forma visible de media luna en la base, llamada lúnula. Cuando la lúnula se desvanece o desaparece, puede ser una señal de que su cuerpo no recibe suficientes nutrientes u oxígeno para apoyar el crecimiento saludable de las uñas
  • Los nutrientes como el colágeno, la biotina y el hierro son esenciales para mantener las uñas fuertes y saludables y prevenir daños de la estructura
  • Las opciones de estilo de vida como disminuir los aceites vegetales de los alimentos ultraprocesados, consumir más carbohidratos y mejorar el flujo sanguíneo a las extremidades mejoran en gran medida la salud de las uñas y retrasan las señales de envejecimiento

🩺Por el Dr. Mercola

¿Cuándo fue la última vez que le prestó atención a sus uñas además de mantenerlas cortas? Si bien, es normal mirarse las uñas de vez en cuando, en realidad son una ventana a su salud actual. En un artículo del HuffPost, el experto en envejecimiento y genética, David Sinclair, Ph.D., explicó lo que el crecimiento de las uñas puede decirle sobre su proceso de envejecimiento y la base de su hipótesis, la cual se publicó en 1979.1

El crecimiento de las uñas es un marcador sutil del envejecimiento

El estudio de 1979 al que hace referencia David Sinclair, publicado en el Journal of Investigative Dermatology,2 examinó cómo la tasa de crecimiento de las uñas disminuye a lo largo de la vida de una persona y lo que significa para el envejecimiento.

•La relación entre el envejecimiento y las uñas: los investigadores de la Fundación Orentreich para el Avance de la Ciencia siguieron el crecimiento lineal de las uñas de 192 mujeres y 79 hombres, de entre 10 y 100 años, para determinar cómo el envejecimiento influye en este proceso biológico. Los hallazgos demostraron una disminución consistente y predecible en la velocidad de crecimiento de las uñas a lo largo de la vida, con una relación clara con el envejecimiento fisiológico general y la desaceleración metabólica.

•Las uñas crecen más rápido cuando es más joven: el estudio descubrió que el crecimiento de las uñas humanas alcanza su punto máximo a finales de los 20 años antes de disminuir de forma gradual a una tasa de alrededor del 0.5 % por año. Cuando una persona llega a los 100 años, su tasa de crecimiento de las uñas disminuyó alrededor de un 50 %.

•El crecimiento de las uñas de hombres y mujeres es diferente: en un inicio, las uñas de los hombres crecen más rápido que las de las mujeres, pero una vez que llegan a los 80 años, las uñas de las mujeres superan a las de los hombres en velocidad. La investigación también demostró que factores externos como la temperatura, las enfermedades y la nutrición influyen en el crecimiento de las uñas, lo que proporciona más información sobre su función como indicador de salud y envejecimiento.3

Un aspecto destacable del estudio fue el descubrimiento de ciclos de crecimiento de las uñas a largo plazo. Los investigadores observaron periodos alternos de siete años en los que el crecimiento de las uñas desaceleró de forma gradual o disminuyó de manera brusca, lo que demuestra que el envejecimiento no es solo un proceso lineal, sino que sigue un ritmo influenciado por mecanismos biológicos más profundos. Esto significa que si de repente sus uñas crecen mucho más lento de lo normal, es probable que esté en una fase de envejecimiento biológico acelerado.4

•Los factores ambientales y de estilo de vida influyen: el estudio descubrió que la tasa de crecimiento de las uñas responde a los cambios de temperatura. Cuando la temperatura de la piel se mantuvo en 32 grados Celsius (89.6 grados Fahrenheit), las uñas crecieron a un ritmo de 2.0 milímetros (mm) por semana.

Cuando la temperatura de la piel bajó a 16 grados C (60.8 grados F), el crecimiento se redujo a solo 0.08 mm por semana. Esto sugiere que las temperaturas más frías ralentizan la circulación y el metabolismo, lo que afecta de forma directa el crecimiento de las uñas. Si sus manos y pies están siempre fríos, no es solo una molestia: es una señal de que su circulación no favorece la regeneración óptima de los tejidos.5

•Las enfermedades crónicas influyen: las enfermedades que perjudican la circulación, como la diabetes y la insuficiencia cardíaca congestiva, se asociaron con una regeneración más lenta de las uñas. Incluso las infecciones menores redujeron de forma temporal el crecimiento de las uñas, lo que destaca cómo el cuerpo prioriza las funciones vitales por encima de los procesos no esenciales cuando estamos bajo estrés. Si sus uñas dejaron de crecer o se volvieron más quebradizas de lo usual, es probable que sea una señal de un problema de salud subyacente que necesita atención.6

•La influencia de las hormonas: el estudio señaló que el embarazo acelera la tasa, quizás debido al aumento del flujo sanguíneo y la actividad metabólica. Por el contrario, el hipotiroidismo, que es una afección en la que la glándula tiroides produce una cantidad insuficiente de hormonas, se relacionó con un crecimiento de las uñas mucho más lento. Si sus uñas crecen más lento de lo usual, un desequilibrio de la tiroides podría ser un factor.7

Un aspecto único de este estudio fue que incluyeron a los beagles como modelo de envejecimiento. Los perros, al igual que los humanos, experimentan un menor crecimiento de las uñas a medida que envejecen, pero su tasa de deterioro es cinco veces más rápida debido a su vida útil más corta.

Esta comparación entre especies refuerza la hipótesis de que la tasa de crecimiento de las uñas es un marcador fundamental del envejecimiento biológico, no solo una preocupación cosmética. Ya sea en humanos o en perros, un crecimiento más lento de las uñas indica una reducción de la energía de las células y de la función metabólica.8

Sus actividades y hábitos cotidianos también influyen en el crecimiento de las uñas

Además de lo ya comentado, los investigadores exploraron el impacto de los hábitos cotidianos en el crecimiento de las uñas.

•Actividades que contribuyen a un crecimiento más rápido de las uñas: escribir a máquina, tocar el piano o utilizar herramientas manuales se asociaron con un crecimiento de las uñas un poco más rápido. Los investigadores plantearon la hipótesis de que el movimiento y las actividades que mejoran la circulación ayudan a mantener una regeneración saludable de las uñas.

•Actividades que retardan el crecimiento de las uñas: por el contrario, fumar, que contrae los vasos sanguíneos y reduce el suministro de oxígeno, se relacionó con un crecimiento más lento de las uñas. Si quiere unas uñas más fuertes y sanas, es importante mejorar la circulación a través de la actividad y eliminar hábitos nocivos.9

A pesar de publicarse en 1979, la información proporcionada aquí demuestra que las uñas proporcionan una forma medible y no invasiva de evaluar el envejecimiento a nivel de las células. Si bien, las arrugas y las canas son las señales más visibles del envejecimiento, la velocidad a la que crecen las uñas proporciona otro indicador de su salud metabólica actual. Cuando monitorea los cambios en el crecimiento de sus uñas, puede tener una idea de la trayectoria de envejecimiento de su cuerpo, lo que le permitirá tomar medidas para promover una mejor salud y longevidad.10

Sus uñas revelan más que solo la edad

En un estudio más actual publicado en el Indian Journal of Dermatology en 2011, los investigadores examinaron cómo el envejecimiento afecta la estructura, el color y la salud general de las uñas en adultos mayores. Los investigadores analizaron a 100 personas de 60 años o más y evaluaron los cambios comunes en las uñas asociados con el envejecimiento y sus posibles relaciones con problemas de salud más amplios.

•Las uñas se debilitan como parte del envejecimiento: los hallazgos destacaron cómo las uñas se debilitan de forma progresiva, cambian de color y desarrollan crestas como parte del proceso natural de envejecimiento. Además, el estudio identificó trastornos de las uñas que se vuelven más frecuentes en los adultos mayores, como las infecciones por hongos y el síndrome de uñas quebradizas.11

•El denominador común: la investigación encontró que 98 de cada 100 participantes exhibieron al menos un cambio notable en las uñas. La más común fue una apariencia opaca, pálida y sin brillo, que afectó al 73 % del grupo.12

•Otros cambios en la salud de las uñas en personas mayores: los ejemplos incluyen mayor fragilidad, engrosamiento de la placa ungueal y desarrollo de crestas prominentes. Por sorprendente que parezca, muchos participantes no eran conscientes de estos cambios hasta que se les indicó, lo que sugiere que la salud de las uñas a menudo pasa desapercibida a pesar de su clara relación con el envejecimiento y el bienestar general.13

•Un cambio en la composición de las uñas: el estudio demostró que los niveles de calcio en las uñas envejecidas aumentaron, mientras que los niveles de hierro disminuyeron. Este desequilibrio afecta la dureza y flexibilidad de las uñas, lo que las hace más propensas a agrietarse y partirse.

Además, el lecho ungueal (el tejido debajo de la placa ungueal) sufre cambios con la edad, incluyendo el engrosamiento de los vasos sanguíneos y menor elasticidad. Estos cambios estructurales promueven un crecimiento más lento de las uñas y una mayor probabilidad de anomalías en las uñas.14

La visibilidad de la lúnula, la cual es la zona pequeña en forma de media luna en la base de la uña, también disminuyó con la edad. Si bien, las lúnulas se ven más en los pulgares, su visibilidad disminuyó de forma significativa en los participantes mayores de 70 años.15

Esta reducción está relacionada con una menor función de la matriz ungueal, lo que significa que las células responsables del crecimiento de las uñas se vuelven menos activas. Cuando la visibilidad de la lúnula disminuye, puede indicar una renovación de las células más lenta y una menor regeneración de las uñas. Si sus lúnulas han desaparecido con el tiempo, podría ser una señal sutil de que los procesos metabólicos de su cuerpo se desaceleran.16

Los cambios físicos invisibles que ocurren en las uñas

Según los investigadores, los cambios en la textura de la superficie fueron otra preocupación importante, y fue causada por diferentes factores.

•Una señal de una deficiencia subyacente: el estudio descubrió que el 85 % de los participantes desarrollaron crestas longitudinales pronunciadas, que van desde la base hasta la punta de la uña.17 Según un informe de News-Medical.net, las crestas longitudinales son una señal de una deficiencia de nutrientes subyacente.18

Además, el 33 % de los participantes tuvieron uñas ásperas, el 23 % tuvieron crestas transversales (hendiduras horizontales) y el 15% desarrolló divisiones lamelares, donde las capas de las uñas se desprenden. Si ha notado surcos profundos o descamación, es probable que sus uñas estén perdiendo proteínas estructurales esenciales a medida que envejece.19

•Los cambios de temperatura afectan la salud de las uñas: las uñas quebradizas fueron muy comunes y afectaron al 40 % de los hombres y al 26 % de las mujeres en el estudio. Las uñas de los pies tuvieron un impacto más frecuente que las de las manos, quizás debido al aumento de la presión y la fricción del calzado. Sin embargo, algunos participantes presentaron fragilidad en las manos y en los pies.

Los investigadores teorizan que los ciclos repetidos de hidratación y deshidratación, la exposición a jabones agresivos y las deficiencias nutricionales crónicas promueven esta fragilidad. Si sus uñas se parten o se rompen con frecuencia, quizás sea una señal de que su alimentación carece de los nutrientes necesarios para la producción de queratina y la fortaleza de las uñas.20

•El envejecimiento engrosa las uñas: la onicauxis, que es una afección que engrosa la placa de la uña, también se observó en el 23 % de los participantes. Este problema fue más común en las uñas de los pies, en particular en el dedo gordo, donde la presión y menor circulación promueven la acumulación excesiva de queratina. Las uñas engrosadas son más difíciles de cortar, lo que suele causar molestias y un riesgo mayor de infecciones por hongos.21,22

¿Cómo fortalecer y restaurar las uñas envejecidas?

Si sus uñas se volvieron quebradizas, de crecimiento lento o engrosadas, es una señal de que su cuerpo no recibe lo que necesita para una regeneración adecuada de las células. Abordar las causas fundamentales del envejecimiento de las uñas significa mejorar la circulación y garantizar que su cuerpo tenga los nutrientes adecuados para desarrollar uñas fuertes y saludables. Estas son algunas de mis recomendaciones:

1. Mejore la circulación en sus manos y pies: el flujo sanguíneo es lo que transporta oxígeno y nutrientes a sus uñas. Si sus uñas crecen a un ritmo lento o son quebradizas, la mala circulación es una posible causa. Para estimular el flujo sanguíneo, mantenga las manos y los pies calientes, sobre todo en climas más fríos. Las temperaturas frías ralentizan la circulación, lo que disminuye el crecimiento de las uñas.

Además, mueva sus dedos de las manos y de los pies con frecuencia a lo largo del día. Escribir, tocar un instrumento o incluso masajearse las manos favorece el flujo sanguíneo. Muévase con regularidad: caminar, estirarse e incluso realizar ejercicios simples con las manos ayudan a mantener el flujo de sangre hacia los lechos ungueales.

Asimismo, evite fumar, ya que contrae los vasos sanguíneos y reduce el suministro de oxígeno a las extremidades.

2. Aporte a sus uñas los nutrientes adecuados: sus uñas están hechas de queratina, la cual es una proteína que depende de vitaminas y minerales clave para su fuerza y flexibilidad. Para favorecer sus uñas, le recomiendo los siguientes nutrientes:

•Colágeno: agregar caldo de huesos rico en colágeno a su alimentación proporciona aminoácidos que fortalecen las uñas. Como se señaló en Harvard Health Publishing, el colágeno es una proteína estructural importante que se encuentra en las uñas, así como en los tendones, el cartílago y los huesos.23

•Biotina (vitamina B7): esta vitamina B es necesaria para la producción de queratina. Los huevos de gallinas camperas y la carne de res de animales alimentados con pastura son fuentes excelentes.

•Hierro: según la American Society of Hematology, la anemia por deficiencia de hierro provoca que las uñas se vuelvan quebradizas. Si experimenta esto, consumir más hierro a través de su alimentación puede ayudarlo. Sin embargo, no se exceda, ya que el exceso de hierro también amenaza su salud. Para obtener una guía detallada sobre cómo equilibrar sus niveles de hierro, lea mi artículo llamado: “Se prenden las alarmas de riesgo: tenga cuidado con los niveles de este mineral en su cuerpo”.

•Magnesio: debido a que es esencial para la síntesis de proteínas, el magnesio garantiza que su cuerpo desarrolle de forma adecuada el tejido de las uñas. Algunas fuentes buenas de magnesio incluyen papas, brócoli, pak choi o col china, leche de vacas alimentadas con pastura y arroz blanco.

3. Prevenga la deshidratación de las uñas y el daño estructural: a medida que las uñas envejecen, se vuelven más secas y más propensas a romperse. Mantenerlas hidratadas y protegerlas de los daños innecesarios es clave para mantener su flexibilidad y fuerza.

Comience por evitar la exposición excesiva al agua cuando realice tareas domésticas, como lavar los platos. Use guantes para proteger sus uñas. Otra estrategia es utilizar aceite natural de buena calidad en las uñas para retener la humedad.

Evite usar lociones sintéticas que contengan alcohol. También le recomiendo disminuir el uso de esmalte de uñas y quitaesmaltes agresivos: los quitaesmaltes a base de acetona eliminan los aceites naturales y dejan las uñas quebradizas.24

4. Evite las toxinas ocultas en su alimentación: ciertos alimentos contienen toxinas que aceleran el envejecimiento de las uñas debido a que dañan la queratina y reducen la habilidad del cuerpo para desarrollar uñas fuertes. Dicho lo anterior, disminuya su consumo de aceites vegetales como el de canola, soya y girasol. Estos están llenos de ácido linoleico, el cual promueve el estrés oxidativo y debilita la estructura de la uña.

5. Aborde otros problemas metabólicos subyacentes: sus uñas reflejan su salud metabólica. Si crecen de forma lenta, son estriadas o muy gruesas, es señal de que la producción de energía del cuerpo está comprometida. Para comenzar, revise su función tiroidea. Las uñas que crecen lento son una señal común de hipotiroidismo. En el otro extremo del espectro, el hipertiroidismo se caracteriza por las uñas quebradizas.25

Además, asegúrese de consumir la cantidad adecuada de proteínas, que es de alrededor de 0.8 gramos de proteína por cada libra de peso corporal magro. Un tercio de esta debe provenir de fuentes de colágeno. Evite ayunar durante periodos muy prolongados. Si bien, los periodos de ayuno cortos pueden ser beneficiosos, el ayuno prolongado ralentiza el metabolismo y puede afectar de forma negativa el crecimiento de las uñas.

Preguntas frecuentes sobre la relación entre la salud de las uñas y el envejecimiento

P: ¿Cómo indican mis uñas qué tan bien envejezco?

A: Sus uñas son un reflejo de su proceso de envejecimiento actual. Las investigaciones demuestran que el crecimiento de las uñas se desacelera alrededor de un 0.5 % por año y, cuando llega a los 100 años, sus uñas crecen un 50 % más lento que cuando tenía 20 años. Si sus uñas se han vuelto quebradizas, crecen lento o engrosadas, esto indica una mala circulación, deficiencias nutricionales o desequilibrios metabólicos que afectan su salud general.

P: ¿Qué provoca que mis uñas se vuelvan quebradizas y desarrollen crestas a medida que envejezco?

A: Las uñas envejecidas pierden su flexibilidad y fuerza debido a cambios en la estructura de la queratina, menor circulación sanguínea y desequilibrios de nutrientes. Los estudios demuestran que los niveles de calcio en las uñas aumentan a la vez que los niveles de hierro disminuyen, lo que las hace más propensas a agrietarse y partirse. Además, el lecho ungueal se engrosa con la edad, lo que disminuye la elasticidad y ralentiza el crecimiento. Las crestas longitudinales suelen relacionarse con deficiencias en nutrientes clave como la biotina, el magnesio y el hierro.

P: ¿Cómo puedo favorecer el crecimiento y la fuerza de mis uñas de forma natural?

A: Mejorar la circulación, optimizar el consumo de nutrientes y evitar factores nocivos de la alimentación y del ambiente son esenciales para mantener unas uñas fuertes. Mantener las manos y los pies calientes, ser activo y no fumar mejora el flujo de sangre a las uñas. Aumentar los niveles de colágeno, biotina y hierro refuerza la estructura de la uña. Para proteger aún más las uñas de daños, evite la exposición excesiva al agua, a productos agresivos para uñas y a aceites vegetales tóxicos.

P: ¿Existen hábitos de estilo de vida que aceleren o ralenticen el crecimiento de las uñas?

R: Los hábitos que mejoran la circulación, como escribir a máquina, tocar instrumentos y hacer ejercicio con regularidad, ayudan a mantener el crecimiento saludable de las uñas. Por otro lado, fumar, exponerse a bajas temperaturas y la mala alimentación ralentizan el crecimiento de las uñas ya que restringen el flujo sanguíneo y reducen la absorción de nutrientes. Si ha notado que sus uñas crecen más lento de lo habitual, ajustar estos hábitos puede marcar la diferencia.

P: ¿Por qué con la edad las uñas de mis pies se vuelven más gruesas, mientras que las de mis manos son más quebradizas?

A: Las uñas de los pies engrosadas, que es una afección llamada onicauxis, se producen debido a una mayor acumulación de queratina por la presión, la fricción y menor circulación en los pies. Por otro lado, las uñas de las manos están más expuestas a los ciclos de hidratación-deshidratación, al daño químico de los jabones y productos para uñas y a que se agoten los nutrientes, lo que las hace más frágiles con el tiempo.

Para fortalecer ambas es necesario mejorar la circulación, consumir alimentos ricos en nutrientes y reducir la exposición a sustancias químicas dañinas y a factores estresantes del ambiente.