📝HISTORIA EN BREVE

  • Los antiguos textos médicos de Egipto, Grecia, China, India y Roma hacen referencia al ajo.
  • Hipócrates, considerado el padre de la medicina, lo recetaba para los crecimientos abdominales y uterinos, problemas pulmonares y como agente desintoxicante.
  • El ajo es rico en compuestos bioactivos que promueven la salud, como sulfuros orgánicos, saponinas, fenólicos y polisacáridos.
  • El ajo es un poderoso antioxidante con propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas, antifúngicas y antibacterianas.
  • Las propiedades terapéuticas del ajo pueden actuar sinérgicamente para beneficiar la salud del corazón y proteger contra eventos relacionados con el corazón, como un ataque cardíaco.

🩺Por el Dr. Mercola

Durante siglos, las civilizaciones de todo el mundo han apreciado el ajo por sus usos culinarios y medicinales.  Los antiguos textos médicos de Egipto, Grecia, China, India y Roma hacen referencia a este alimento. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, lo recetaba para los crecimientos abdominales y uterinos, problemas pulmonares y como agente desintoxicante. 1

En Grecia, los primeros atletas olímpicos consumían ajo, lo que lo convirtió en uno de los primeros agentes conocidos para "mejorar el rendimiento", y también se les daba ajo a los trabajadores para aumentar su fuerza. 2 Aunque muchas personas piensan que es una hierba o especia, el ajo en realidad es un vegetal que pertenece a la familia de las azucenas. 3

Las investigaciones demuestran que ofrece una gran cantidad de beneficios, incluyendo sus propiedades antimicrobianas, anticancerígenas y antiinflamatorias,4 lo que lo convierte en una adición ideal a su alimentación habitual.

Nueve razones para comer más ajo

El ajo es rico en compuestos bioactivos que promueven la salud, como sulfuros orgánicos, saponinas, fenólicos y polisacáridos. También contiene altos niveles de potasio, fósforo y zinc, junto con enzimas y compuestos que contienen azufre, como aliina, alicina, ajoeno y disulfuro de alil propilo. 5

Si bien el ajo tiene muchos compuestos bioactivos como la alicina, dichos compuestos químicos se generan durante la trituración. 6 Si incluye este alimento en su alimentación, ya sea en forma suplementaria o culinaria, es posible que aproveche muchos de sus efectos beneficiosos.

1. Incrementa su consumo de antioxidantes: el ajo es un poderoso antioxidante que puede ayudar a combatir las especies reactivas de oxígeno (ROS). En un estudio, el extracto de ajo añejado redujo las ROS, lo que ayudó a prevenir la disfunción endotelial, que es una característica de la aterosclerosis temprana.

Los dientes de ajo también aumentaron la actividad antioxidante en personas con diabetes, mientras que el extracto de ajo (400 miligramos al día durante tres meses) también aumentó el estado antioxidante en adultos con obesidad, lo que reduce los riesgos cardiovasculares y mejora la proteína C reactiva (PCR), los niveles de colesterol y los triglicéridos. 8

2. Reducir la inflamación: los efectos antiinflamatorios del ajo también son muy bien conocidos. El ajo añejado, en particular, contiene compuestos que modulan la producción de citoquinas, que participan en el sistema inmunológico y las respuestas inflamatorias. 9

Los datos de investigación también respaldan el uso del extracto de ajo fermentado (AGE) para mejorar la memoria de reconocimiento a corto plazo y aliviar la neuroinflamación en animales que sufren una enfermedad similar al Alzheimer. 10 El estudio utilizó ajo fresco añejado para crear el extracto y producir compuestos organosulfurados como S-alil cisteína (SAC), que se encuentra en cantidades mucho mayores en el ajo añejado y el ajo negro fermentado que en el ajo crudo. 

El ajo también disminuye los biomarcadores inflamatorios en adultos con enfermedad renal terminal, incluyendo las reducciones significativas de las citocinas inflamatorias como la interleucina 6 y la PCR. 11

3. Reducir el riesgo de cáncer: el ajo tiene varios efectos anticancerígenos, incluyendo su capacidad para eliminar los radicales libres y disminuir la proliferación celular y el crecimiento de tumores. 12 Asimismo, puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal.13 Un metaanálisis encontró que consumir mucho ajo crudo y cocido protege contra el cáncer de estómago y colorrectal. 14

Los compuestos organosulfurados del ajo inhiben aún más la formación de aductos de ADN,15 o segmentos de ADN que estan unidos a sustancias químicas potencialmente cancerígenas. 16 Los compuestos organosulfurados también han demostrado tener actividad contra la proliferación celular en tumores que podrían estar mediados por el inicio de la apoptosis.  17

Otra investigación reveló que consumir 5 gramos de ajo crudo machacado todos los días durante 10 días modificó la expresión genética. Incluso un alimento que incluyo ajo crudo machacado activó la expresión de siete genes en una manera que ayudó a inhibir la tumorigénesis. 18 Otra investigación encontró que las personas que comían más ajo tenían un riesgo 54 % menor de cáncer de páncreas en comparación con los que comían menos.19 Según el Centro de Cancerología Memorial Sloan Kettering:20

“El ajo puede estimular la inmunidad tanto humoral como celular, lo que provoca la proliferación de células T, restaura las respuestas de anticuerpos suprimidas y estimula la citotoxicidad de los macrófagos en las células tumorales.
Podría aumentar la absorción de selenio ya que ayuda a proteger contra la tumorigénesis. Además, el ajo puede proteger contra ciertos cánceres al detener la progresión del ciclo celular e inducir la apoptosis de las células cancerosas, así como al disminuir la angiogénesis e influir en el metabolismo del cáncer".

4. Propiedades antifúngicas y antibacterianas: el ajo inhibe el crecimiento de enfermedades fúngicas, quizá por las propiedades de la alicina, que actúa como un fungicida contra muchas levaduras y hongos, incluyendo Candida albicans, Cryptococcus trichophyton, Histoplasma capsulatum y Cryptococcus neoformans.21 El ajo también tiene poderosas propiedades antibacterianas y es capaz de inhibir el crecimiento de bacterias, tanto grampositivas como gramnegativas, como:22

Estafilococo

Estreptococo

Micrococcus

Enterobacter

Escherichia

Klebsiella

Lactobacillus

Pseudomonas

Shigella

Salmonela

Proteus

Helicobacter pylori

5. Protege la salud de su corazón: las propiedades terapéuticas del ajo pueden actuar de manera sinérgica para apoyar la salud del corazón y proteger contra eventos relacionados con el corazón, como un ataque cardíaco.

La suplementación con AGE puede aumentar la microcirculación, lo que ayudaría a prevenir el proceso aterosclerótico, mientras que una preparación de ajo y hierbas bloqueó la progresión de la aterosclerosis en 1.5 veces en mujeres posmenopáusicas, y el beneficio duró 12 meses. 23 Además, según una revisión publicada en la revista Antioxidants:

“Según las investigaciones actuales, gracias a los efectos sinérgicos de sus componentes nutricionales y fitoquímicoses, el ajo podría ser muy efectivo para disminuir el riesgo de aterosclerosis, hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular isquémico.
Por ejemplo, la aterosclerosis y la inflamación vascular suelen ir acompañadas de estrés oxidativo, disfunción endotelial y citocinas inflamatorias. Desde un punto de vista alimenticio, el ajo tiene un papel potencial para prevenir y tratar la aterosclerosis y el infarto de miocardio”.

6. Presión arterial baja: el ajo no solo tiene efectos que protegen el corazón, sino también la capacidad de reducir los niveles de presión arterial. Ajo negro añejado (ABG), que contiene más antioxidantes que el ajo crudo,24 podría ser muy beneficioso. Un estudio que involucro a 67 personas analizó cómo consumir extracto de ABG con SAC todos los días afectaba los factores de riesgo cardiovascular.  25

Los participantes consumieron 250 mg al día de una combinación de SAC/AGE o un placebo durante seis semanas. Al final del estudio, los investigadores descubrieron que, ciertos biomarcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular disminuyeron en las personas que tomaron el extracto de ABG.

Esto incluyó una caída en la presión arterial diastólica de 5.85 mmHg en comparación con los que tomaron el placebo, en especial en hombres con presión arterial diastólica superior a 75 mmHg. 26 Si bien se desconoce con precisión por qué el ajo puede reducir la presión arterial, el equipo comento lo siguiente:27

“Los mecanismos de acción sugeridos por los que el ajo añejado podría modular la presión arterial implican la actividad antioxidante de los compuestos organosulfurados, como el SAC, además de los polisulfuros de la alicina y las vías de señalización de NOx y sulfuro de hidrógeno, la regulación de los factores de transcripción que están involucrados en la hipertensión y la regulación de ACE.
Algunas de ellas ya han sido identificadas en el extracto actual de ABG, tales como: propiedades antioxidantes in vitro, mejoramiento de la vasodilatación y los niveles de iNOS [óxido nítrico sintasa inducible] y eNOS [óxido nítrico sintasa endotelial], y equilibrio de la expresión y niveles de TNF-α proinflamatoria.”

7. Menor riesgo de síndrome metabólico: consumir ajo crudo machacado (100 mg dos veces al día durante cuatro semanas) redujo el riesgo de varios factores de riesgo de síndrome metabólico, incluyendo la presión arterial alta, los niveles de triglicéridos y la glucosa en ayunas. Dadas sus propiedades antidiabéticas, antilipídicas y antioxidantes, el ajo tiene la capacidad de proteger contra muchos de los factores subyacentes que contribuyen al síndrome metabólico.

Po ejemplo, las personas con diabetes tipo 2 que consumieron un diente de ajo, todos los días durante 30 días, redujeron el metabolismo de la glucosa, el colesterol y los lípidos en la sangre. Mientras que otras investigaciones demostraron que consumir ajo todos los días también aumentó el colesterol HDL beneficioso.

El extracto de ajo añejado, en una dosis de 1.2 gramos por día durante 24 semanas, también protegió contra el síndrome metabólico, ya que aumentó los niveles de adiponectina, una hormona del tejido graso que ayuda a regular la sensibilidad a la insulina y la inflamación. 28

8. Efectos contra la diabetes: el ajo también puede ayudar contra la diabetes debido a sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. El consumo de ajo es beneficioso para el perfil lipídico y los parámetros de glucosa en personas con diabetes tipo 2. En un estudio, consumir una mezcla de hierbas con ajo, en una dosis de 750 mg tres veces al día durante 12 semanas, redujo los niveles de glucosa en ayunas, lo que ayudó a controlar la diabetes. 29

9. Protege los huesos, la piel y otros beneficios: el ajo puede desempeñar un rol en la salud de los huesos, ya que ayuda a aliviar los síntomas de la osteoartritis de rodilla y reduce la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. También protege la piel y puede beneficiar las verrugas, la estomatitis por prótesis dental, las úlceras venosas y las heridas de la piel. 30

Entre los pacientes hospitalizados en unidades de cuidados intensivos, las tabletas de ajo podrían ayudar a prevenir infecciones del tracto urinario y la septicemia, mientras que el ajo también podría ser beneficioso para las enfermedades gástricas. Consumir ajo crudo de manera constante también podría relacionarse con un menor riesgo de la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 31

Las nuevas investigaciones apuntan hacia la producción de un ajo más potente

La enzima alicina es responsable del sabor y aroma característicos del ajo. Los investigadores de Virginia Tech descubrieron un nuevo paso en el proceso que produce alicina, lo que es una buena oportunidad para producir ajo más potente.

“Ya se había sugerido una monooxigenasa que contiene flavina (FMO) producida por A. sativum (AsFMO) para oxidar la S-alil-l-cisteína (SAC) a aliina, un precursor de la alicina”, escribió el equipo en el Journal of Biological Chemistry. 32 Pero, al parecer, el responsable fue otro proceso diferente. Un comunicado de prensa de Virginia Tech explicó que:33

“Los investigadores descubrieron que la alicina, el componente que le da al ajo su olor y sabor, se produjo por un proceso biosintético muy diferente. El alilmercaptano reacciona con la monooxigenasa que contiene flavina, que luego se convierte en ácido alilsulfénico”.

Si bien esto podría preparar el camino para la ingeniería genética, el descubrimiento podría permitir que los cultivos de ajo obtengan sabores más fuertes o más débiles, lo que también podría afectar los beneficios de los cultivos. Según Hannah Valentino, la autora del estudio:34

“Esta información cambia toda la historia sobre cómo se podría mejorar el ajo o cómo podríamos hacer que los compuestos determinen su sabor único. Esto podría ser una buena oportunidad para producir una nueva variedad de ajo con más sabor”.