📝 HISTORIA EN BREVE
- Las amistades fuertes aumentan en alrededor de un 50 % las tasas de supervivencia, lo que las hace tan importantes para la salud como la alimentación, el ejercicio o dejar de fumar
- La oxitocina, a menudo llamada la hormona del amor, determina en quién confía y con qué rapidez forma conexiones duraderas
- Interrumpir la señalización de la oxitocina hace que las amistades tarden más en formarse, se sientan más débiles y pierdan su recompensa emocional
- Las investigaciones en animales demuestran que la amistad es una estrategia de supervivencia evolucionada que está en muchas especies, no solo en los humanos
- Puede reforzar sus amistades si se concentra en unas pocas relaciones más profundas, comparte experiencias gratificantes y mantiene un contacto constante
🩺 Por el Dr. Mercola
La amistad es mucho más que una cortesía social, también es un mecanismo de supervivencia incorporado. Las personas con conexiones fuertes y de apoyo viven más tiempo, se recuperan más rápido de las enfermedades y experimentan niveles de estrés más bajos en comparación con las que se sienten solas. En cambio, el aislamiento tiene consecuencias negativas tanto para el cuerpo como para la mente, ya que debilita la resiliencia e incluso activa respuestas en el cerebro que reflejan el dolor físico.
Esto es aún más convincente porque la amistad no es exclusiva de los humanos. En todo el reino animal, desde los primates hasta los delfines, los vínculos sociales estrechos están relacionados con la supervivencia y la reproducción. Estos patrones sugieren que formar y mantener relaciones selectivas no es solo una preferencia cultural, sino un impulso biológico.
Comprender esta predisposición aporta una perspectiva nueva, y es que la amistad no es algo opcional ni secundario a la salud, sino que es una parte fundamental de cómo el cuerpo y el cerebro están diseñados para prosperar. Reconocer esto sienta las bases para explorar la química detrás de los vínculos y cómo el cerebro decide quién es un amigo de verdad.
Los receptores de oxitocina determinan la velocidad y la estabilidad de las amistades
Un artículo que se publicó en Current Biology investigó cómo los receptores de oxitocina influyen en la forma en que los ratones de pradera construyen y mantienen amistades.1 Los ratones de pradera se suelen utilizar en los estudios de vínculos sociales porque, al igual que los humanos, forman relaciones selectivas tanto con sus parejas como con sus pares. Los investigadores modificaron a nivel genético algunos ratones para que carecieran de receptores de oxitocina funcionales. Después, observaron cómo se comportaban estos animales en diferentes situaciones sociales para ver con qué rapidez y fuerza formaban vínculos.
• La falta de los receptores de oxitocina ralentizó la formación de amistades: los ratones de campo que carecieron de receptores de oxitocina tardaron mucho más en formar amistades en comparación con los ratones de campo normales. Mientras que los ratones de campo típicos se vincularon con una pareja en un solo día, aquellos sin receptores a menudo necesitaron hasta una semana para alcanzar el mismo punto.2
Este retraso demuestra que la señalización de la oxitocina acelera el proceso de elección y valoración de una pareja. Esto significa que la oxitocina ayuda al cerebro a “fijar” la confianza y la familiaridad mucho más rápido.
• Las relaciones fueron más débiles y menos estables: los ratones de campo sin receptores también perdieron amistades rápido en los entornos de convivencia en grupo. En lugar de quedarse con sus parejas habituales, deambularon y trataron a todos por igual. Por otro lado, los ratones normales permanecieron cerca de sus compañeros conocidos antes de dispersarse poco a poco. En la vida cotidiana, esto sugiere que la oxitocina actúa como "pegamento", y no solo nos ayuda a formar vínculos fuertes, sino también a mantenerlos cuando la dinámica social cambia.
• La motivación para buscar amigos se redujo: otro resultado sorprendente demostró que los ratones deficientes en oxitocina estuvieron menos motivados para trabajar para tener acceso a sus compañeros. En experimentos en los que los animales pulsaron palancas para llegar hasta un compañero, los ratones normales presionaron más para alcanzar a sus amigos que para alcanzar a los desconocidos. Los ratones modificados no presentaron esta preferencia. Esta falta de impulso sugiere que la oxitocina influye en el sistema de recompensa del cerebro, lo que hace que las amistades parezcan valiosas y que valga la pena esforzarse.
Por interesante que parezca, los animales sin receptores también evitaron menos a los extraños y fueron menos agresivos hacia ellos. Esta función doble significa que la oxitocina no solo fortalece el apego, sino que también refuerza los límites protectores. En su vida, esto significa comprender que la oxitocina le ayuda a trazar la línea entre el "círculo íntimo" y los "desconocidos", que es una habilidad que protege la confianza y la intimidad.
• Mecanismo biológico relacionado con el centro de recompensa: los científicos también descubrieron que una región del cerebro relacionada con el placer y la recompensa liberó menos oxitocina en los ratones sin receptores. Esto significa que los animales no obtuvieron la misma "recompensa" química al pasar tiempo con otros animales conocidos.
Para los humanos, esto refuerza la idea de que la oxitocina hace que la cercanía sea agradable, lo que nos motiva a invertir energía en mantener las relaciones. La falta de ese impulso químico hace que el esfuerzo social parezca menos valioso.
• No existe un sistema de respaldo para los receptores faltantes: es importante destacar que el estudio demostró que no hubo un aumento que compensara la liberación de oxitocina para suplir la falta de receptores. Es decir, el cerebro no podría solo "redirigir" el proceso de unión a través de otras vías. Esto destaca cómo los receptores de oxitocina son fundamentales para formar conexiones significativas, en lugar de ser solo uno de numerosos sistemas redundantes.
La amistad es una estrategia de supervivencia
Un artículo que se publicó en los Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York exploró la idea de que la amistad no es solo una construcción cultural, sino también un rasgo evolucionado presente en muchos animales.3 Esto significa que el impulso de formar vínculos estrechos y selectivos está incorporado en la biología y cultivar amistades no es opcional ni "adicional", es tan fundamental para la supervivencia como los alimentos y el refugio.
• Las amistades fuertes se relacionan con la salud y la supervivencia: los investigadores observaron que las rupturas en las amistades se asocian con problemas de salud, mientras que los vínculos fuertes mejoran las tasas de supervivencia. Por ejemplo, se descubrió que las personas con conexiones sociales sólidas tuvieron una probabilidad cerca de un 50 % mayor de supervivencia en comparación con aquellas que estuvieron aisladas a nivel social.4 Esto demuestra por qué invertir en sus amistades tiene el mismo impacto para una vida larga como dejar de fumar o hacer ejercicio con regularidad.
• Otros animales presentaron el mismo patrón: algunos animales como los delfines, los caballos y los primates también forman vínculos estrechos fuera de los lazos familiares. Estos vínculos suelen conducir a un mayor éxito reproductivo y los protegen contra los depredadores. Esto refleja el motivo por el cual los amigos a menudo se sienten como familia, ya que confiamos en ellos para recibir apoyo y protección de la misma forma que los animales confían en sus aliados en la naturaleza.
• La neurociencia demostró la influencia del cerebro en la unión: la amistad aprovecha las vías cerebrales compartidas que se relacionan con la recompensa, la reducción del estrés y la confianza. Las sustancias químicas como las endorfinas ayudan a que las interacciones sociales se sientan bien, al tiempo que reducen las hormonas del estrés como el cortisol. Esto significa que pasar tiempo con amigos de confianza reconfigura el cerebro para que sea más resistente y alivie el estrés.
• Su cuerpo reacciona de manera física a la amistad: los investigadores observaron que las amistades reducen la presión arterial, disminuyen la frecuencia cardíaca e incluso reducen el riesgo de infecciones. Imagine incluir una cita para tomar un café con un amigo en su rutina de bienestar, ya que las investigaciones confirman que sí tiene un efecto.
• Los beneficios de la amistad se extienden a lo largo de la vida: los niños heredan amigos a través de sus padres, los adultos mantienen redes sociales que inciden en el éxito profesional y familiar, y los adultos mayores con amistades estrechas viven vidas más largas y saludables. En cada etapa de la vida, las amistades son una red de seguridad, un alivio para el estrés y una fuente de alegría.
El artículo sugiere que la amistad evolucionó porque ayudó a las personas a sobrevivir a la competencia y las amenazas. Esto significa que su habilidad para formar y mantener amistades no solo es una cuestión de felicidad, sino que también es parte de la razón por la que los humanos prosperamos como especie. Esta perspectiva convierte sus relaciones en una herramienta de supervivencia que le recuerda que invertir en ellas es natural y necesario.
Cómo fortalecer sus amistades y su salud
Sus amistades forman parte de su biología. Cuando se altera la señalización de la oxitocina, los vínculos tardan más en formarse, se sienten más débiles y carecen de la recompensa que el cerebro suele esperar. Esto quiere decir que la solución no es forzar más tiempo social, sino crear las condiciones que favorezcan al sistema de vínculos del cerebro. Si alguna vez ha sentido que no puede conservar amistades o que no puede conectar con las personas, las estrategias a continuación le ayudarán a reconstruir ese mecanismo de una forma que se sienta natural y gratificante.
1. La calidad importa más que la cantidad: si se extiende demasiado y busca muchas conexiones casuales, cambie su enfoque. La química de los vínculos en su cerebro prospera cuando invierte en menos amistades que sean más profundas. En lugar de intentar tener numerosos amigos, elija dos o tres personas con quienes pasar tiempo real y concentrado. Este enfoque le da a su sistema de oxitocina la oportunidad de fortalecer vínculos significativos.
2. Implemente señales físicas y emocionales para aumentar la oxitocina: si se siente cómodo con ello, algunos gestos físicos simples como un abrazo, una mano en el hombro o incluso sentarse cerca de alguien ayudan a liberar oxitocina. Si no le gusta el contacto físico, una mirada profunda y una risa sincera también son efectivas. Cada vez que implementa estas acciones, refuerza en su cerebro que esa persona es segura, gratificante y digna de confianza.
3. Comparta experiencias que sean gratificantes: si le incomoda solo conversar de manera casual, cambie su enfoque a hacer actividades juntos. Prepare alimentos, ejercítese o viaje con un amigo. Hacer actividades en conjunto activa los circuitos de recompensa del cerebro mucho más rápido que una conversación casual, lo que hace que las amistades sean más duraderas y gratificantes con el tiempo.
4. Proteja sus límites sociales: si tiende a decir que sí a todas las personas, su sistema de vínculos pierde su habilidad de priorizar. Comience a delimitar quién está en su círculo íntimo y quién no. No se trata de ser grosero, sino de darle permiso a su cerebro para dedicar energía a personas que apoyan y enriquecen su vida.
5. Invierta de manera constante, no ocasional: si solo se comunica con sus amigos cuando la vida se ralentiza, pierde la oportunidad de mantener el flujo de oxitocina. Los contactos breves y regulares (como una llamada rápida o una charla de cinco minutos) entrenan al cerebro para reconocer y recompensar esos vínculos. Imagine que es como regar una planta. Hacerlo con frecuencia es lo que la mantiene viva y fuerte.
Preguntas frecuentes sobre la oxitocina y las amistades
P: ¿Cómo afecta la oxitocina a las amistades?
R: La oxitocina acelera el proceso de vinculación, lo que hace que sea más sencillo conectar con una persona y sentir confianza más rápido. Una señalización débil de oxitocina hace que las relaciones tarden más en formarse, se sientan más débiles y sean menos gratificantes.
P: ¿Por qué son tan importantes las amistades para la salud y la supervivencia?
R: Las investigaciones demuestran que tener vínculos sociales fuertes mejora en un 50 % las posibilidades de supervivencia. Las amistades reducen el estrés, disminuyen la presión arterial, mejoran la función inmunológica y aumentan la longevidad, lo que las hace tan importantes para la salud como la alimentación y el ejercicio.
P: ¿Qué ocurre cuando se interrumpe la señalización de la oxitocina?
R: La falta de receptores de oxitocina le dificulta al cerebro priorizar a los amigos sobre los desconocidos. Esto produce interacciones sociales dispersas, debilita los vínculos y reduce la motivación para mantener la cercanía, lo que hace que las relaciones se sientan vacías o inestables.
P: ¿Los animales experimentan las amistades de la misma manera que los humanos?
R: Sí, algunos estudios con ratones de pradera, delfines, primates e incluso caballos demuestran que las amistades son una estrategia de supervivencia evolucionada en muchas especies. Estos vínculos favorecen el éxito reproductivo, reducen el estrés y aumentan la protección frente a las amenazas, tal como lo hacen en los humanos.
P: ¿Qué estrategias puedo implementar para fortalecer mis amistades?
R: Puede concentrarse en tener unas cuantas conexiones profundas, utilizar señales como la risa o el tacto para fortalecer los vínculos, compartir experiencias gratificantes, establecer límites claros y comunicarse con regularidad. Estas acciones pequeñas y constantes fortalecen la química de los vínculos en su cerebro y hacen que sus amistades sean más fuertes y satisfactorias.
