📝HISTORIA EN BREVE
- Las investigaciones demuestran que los suplementos de vitamina D disminuyeron en un 25 % el uso de corticosteroides, en un 53 % las admisiones hospitalarias y en un 34 % las visitas a urgencias en los adultos con enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
- Los suplementos con dosis elevadas de vitamina D en niños con EII mejoraron los biomarcadores de inflamación
- Consumir más vitamina D fortalece las barreras intestinales, reduce las señales inflamatorias, promueve las bacterias intestinales beneficiosas y mejora la expresión de péptidos antimicrobianos
- La suplementación personalizada con vitamina D según la deficiencia basal, la localización de la enfermedad, la capacidad de absorción y los factores individuales, produce resultados óptimos para el manejo de la EII
- Alcance niveles de vitamina D de entre 60 y 80 ng/mL mediante una exposición segura al sol, suplementos de magnesio y K2, y análisis regulares
🩺Por el Dr. Mercola
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que causa una inflamación constante en el tracto digestivo, se caracteriza por brotes de dolor abdominal, diarrea persistente, sangre en las heces, fatiga y pérdida de peso sin explicación aparente.1
Si no se trata, con el tiempo la EII provoca visitas a urgencias, el uso de esteroides e incluso cirugía. Sin embargo, una solución sencilla (la suplementación con vitamina D) ha demostrado ser prometedora para manejar de forma natural la EII.
La vitamina D podría ayudar a reducir las visitas al hospital en los pacientes con EII
En un estudio que se publicó en Clinical Gastroenterology and Hepatology, los investigadores exploraron cómo afecta la suplementación con vitamina D a las personas que viven con EII. En concreto, analizaron si mantener niveles más elevados de vitamina D podría reducir el riesgo de admisiones hospitalarias y disminuir la dependencia de los medicamentos corticosteroides.2
• El aumento de la vitamina D tuvo beneficios inmediatos para la salud: los investigadores hicieron un seguimiento a 5 021 pacientes con EII entre 2000 y 2023 (con una edad media de 63 años) del sistema nacional de la Administración de Salud de los Veteranos. Los investigadores compararon a las personas que tomaron suplementos de vitamina D con las que no.
El equipo descubrió que la suplementación se relacionó con una cantidad mucho menor de admisiones al hospital y un menor uso de corticosteroides, que son medicamentos potentes que se suelen recetar durante los brotes.
• Los niveles más elevados de vitamina D reducen el uso de corticosteroides: al analizar más de cerca los datos, los hallazgos demostraron que los pacientes que tomaron suplementos de vitamina D de manera constante tuvieron menos complicaciones relacionadas con la enfermedad que requirieron atención hospitalaria. El uso de corticosteroides, que es un indicador de que ha empeorado la inflamación y la actividad del brote, también fue menos frecuente en este grupo. Según un artículo de Medical Dialogues:3
“En general, la suplementación se asoció con mejores resultados a largo plazo en este estudio reciente que incluyó a 5 021 pacientes con deficiencia de vitamina D y EII. La suplementación con vitamina D redujo en un 25 % el uso de corticosteroides, en un 53 % las admisiones hospitalarias y en un 34 % las visitas a urgencias. Estas ventajas se observaron tanto en la enfermedad de Crohn como en la colitis ulcerosa, lo que indica que podría utilizarse como complemento del tratamiento de la EII”.
• Las mejoras no son de duración breve: los pacientes que tomaron suplementos de vitamina D tuvieron mejores resultados durante periodos de seguimiento prolongados, lo que demuestra que los beneficios fueron a largo plazo en lugar de temporales.
• Los mayores beneficios se observaron en los pacientes con los niveles más bajos de vitamina D: una vez que la suplementación corrigió su deficiencia, fue mucho menos probable que requirieran visitas al hospital o medicamentos potentes.
La vitamina D también beneficia a los niños con EII
No solo los adultos pueden beneficiarse de los suplementos de vitamina D para controlar su EII, sino que los niños también pueden experimentar los mismos efectos. Un metaanálisis que se publicó en la Revista de Medicina de la Universidad de Santo Tomás (UST) exploró cómo los suplementos de vitamina D afectan a los niños que padecen EII. Se seleccionaron un total de 224 niños para medir si administrar dosis más elevadas de vitamina D mejoraba la actividad de la enfermedad o los marcadores de inflamación.4
• Algunos niños recibieron dosis más elevadas de vitamina D, mientras que otros recibieron dosis más bajas o estándar: después, los investigadores realizaron un seguimiento de numerosos resultados, que incluyeron niveles séricos de vitamina D en la sangre, marcadores inflamatorios como la VSG (velocidad de sedimentación globular) y la PCR (proteína C reactiva), y si la EII de los niños entró o se mantuvo en remisión.
• La inflamación mejoró: el hallazgo más destacado fue que la suplementación con dosis elevadas de vitamina D mejoró con éxito los niveles de vitamina D en la sangre y redujo la VSG. No obstante, las tasas de remisión no variaron. Fueron casi idénticas entre las dosis más elevadas y más bajas de vitamina D. Esto significa que, aunque los marcadores de inflamación parecían haber mejorado, esto no implicó que más niños alcanzaran la remisión clínica.
• Los niveles de PCR no cambiaron: la PCR, que es otro marcador común de inflamación, no cambió de forma significativa entre los grupos. Esto demuestra que la influencia de la vitamina D sobre la inflamación en los niños podría ser específica de ciertas vías (como las que refleja la VSG) en lugar de afectar a todos los marcadores de forma generalizada.
• Hubo diferencias fundamentales entre los ensayos revisados: los investigadores señalaron que los estudios incluidos eran muy diferentes entre sí, lo que significa que los resultados variaron más de lo esperado. Es probable que esto refleje diferencias en las estrategias de dosificación, el tiempo de seguimiento de los niños y el estado basal de vitamina D de los participantes.
En algunos ensayos, los niños que comenzaron con los niveles más bajos de vitamina D obtuvieron los mayores beneficios en términos de mejores niveles de vitamina D en la sangre, pero esos cambios no siempre provocaron una remisión o una disminución de la PCR.
• Cómo la vitamina D ayuda a controlar la EII: el estudio señaló diferentes mecanismos sobre cómo este nutriente ejerce sus beneficios en el tracto digestivo:5
“El efecto antibiótico del 1,25(OH)2 D se asocia con su habilidad para unirse y activar los receptores de vitamina D del cuerpo, lo que induce la expresión de proteínas antibacterianas que inducen los monocitos y, por lo tanto, refuerza el efecto antimicrobiano.
Además, el 1,25(OH)2 D induce a numerosos tipos de células a expresar la proteína 2 del dominio de oligomerización de unión a nucleótidos (NOD2), lo que provoca la expresión del gen que codifica el péptido antimicrobiano defensina beta 2, lo que mejora aún más los efectos bactericidas”.
• La vitamina D fortalece la barrera intestinal: los investigadores señalaron que niveles más elevados de vitamina D favorecen una mucosa intestinal sana:6
“La vitamina D promueve la reparación de la mucosa intestinal, ya que aumenta la expresión de proteínas de unión estrecha como ZO-1 (zona ocludens 1), claudina-1 y ocludina entre las células epiteliales del revestimiento intestinal, lo que mantiene la función de barrera de la mucosa.”
• Teorías sobre cómo se desarrolla la EII: no existen causas definitivas de la EII, pero los investigadores propusieron tres formas en que puede manifestarse:7
“Algunas investigaciones han sugerido que la EII se desarrolla debido a tres mecanismos principales: desequilibrio en la flora intestinal, respuesta inflamatoria excesiva de los pacientes y lesión de la barrera mucosa del intestino”.
Si tiene un hijo con EII, la conclusión importante es que tomar suplementos de vitamina D, en especial en dosis más elevadas, ayuda a mejorar el control de los síntomas. Sin embargo, no debe utilizarlos como su única herramienta, sino que sirve como un complemento útil que puede contribuir a mejores resultados a largo plazo cuando se combina con otros tratamientos naturales. Si desea obtener más información, consulte: “El aumento de este problema intestinal que afecta a más personas cada día”.
Más información sobre cómo la vitamina D ayuda a tratar la EII
Según una revisión de 2025 que se publicó en Nutrients, las personas con EII a menudo tienen niveles de vitamina D en la sangre más bajos en comparación con los controles sanos. En múltiples estudios transversales, aquellas personas con los niveles más bajos de vitamina D tendieron a presentar puntuaciones de actividad de EII más elevadas y una mayor dependencia de los esteroides.8
• Resultados diferentes en los ensayos clínicos: la revisión analizó los estudios de intervención y descubrió que la suplementación aumentó de manera consistente los niveles de vitamina D en la sangre, pero los resultados clínicos fueron mixtos. En algunos ensayos, los pacientes que tomaron vitamina D presentaron menores tasas de recaída y mejores índices de actividad de la enfermedad, mientras que otros estudios tuvieron poca o ninguna diferencia en comparación con el placebo.
Por ejemplo, en cuatro estudios controlados, la probabilidad de recaída en pacientes que tomaron suplementos fue de solo 0.33, lo que destaca un efecto protector sustancial, pero las tasas de remisión en general no difirieron de forma significativa entre los grupos de vitamina D y los grupos de control. Esto quiere decir que la vitamina D ayuda a reducir el riesgo de brotes, pero no garantiza la remisión completa en todos los casos.
• La dosificación es importante: uno de los puntos que se plantearon en esta revisión es la importancia del momento y la dosificación. La evidencia sugiere que la suplementación a tiempo en el curso de la enfermedad o en pacientes con una deficiencia notable marcó la mayor diferencia.
La revisión también comparó diferentes estrategias de suplementación (dosis bajas diarias, dosis elevadas a la semana y regímenes intermitentes) y concluyó que la suplementación constante y personalizada fue la mejor opción para mantener niveles suficientes de vitamina D y apoyar la salud intestinal. Esto demuestra que no todas las rutinas de vitamina D son iguales, por lo que tendrá que ajustar el régimen dependiendo de su nivel basal.
• Mecanismos de la vitamina D en la EII: según la revisión, los receptores de vitamina D se expresan en gran medida en las células inmunitarias y epiteliales. Cuando se activan los receptores, reducen las señales inflamatorias como el TNF-alfa y la interleucina-17 (IL-17), al mismo tiempo que aumentan los mediadores antiinflamatorios como la interleucina-10 (IL-10). Este acto de reequilibrio inmunológico ayuda a calmar la respuesta excesiva que promueve la EII.
• El efecto en el microbioma intestinal: la revisión también señaló que la vitamina D influye en el microbioma intestinal. Los niveles bajos de vitamina D se relacionaron con la disbiosis intestinal, que es un cambio en la población hacia bacterias dañinas que agravan la inflamación. Se ha demostrado que los suplementos de vitamina D restablecen un equilibrio microbiano más saludable:9
“La vitamina D ayuda a modular la composición microbiana, ya que promueve el crecimiento de bacterias comensales que producen ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato, que son conocidos por fortalecer la barrera epitelial y suprimir las citocinas proinflamatorias.
A su vez, la vitamina D reduce la abundancia de bacterias patógenas y mejora la expresión de péptidos antimicrobianos, incluyendo la catelicidina y las β-defensinas, que proporcionan una mayor protección contra la translocación microbiana y la inflamación que induce la disbiosis”.
• Los enfoques nutricionales personalizados funcionan mejor: una conclusión práctica de esta revisión fue la necesidad de una nutrición precisa. En lugar de utilizar un enfoque universal para los suplementos, los autores recomiendan adaptar las estrategias de vitamina D en función del estado de deficiencia de cada persona, las diferencias genéticas en los receptores de vitamina D e incluso la composición del microbioma.10
• La vitamina D no es la única solución: otro punto que los investigadores destacaron es la integración. Los suplementos de vitamina D funcionan mejor junto con otras estrategias naturales en lugar de ser la única solución.
Para las personas con EII, esta revisión promueve la importancia de controlar y corregir los niveles de vitamina D como parte de la atención rutinaria. Los autores observaron que las deficiencias son frecuentes tanto en la enfermedad de Crohn como en la colitis ulcerosa, en parte debido a la absorción deficiente y al menor consumo de alimentos. Abordar esta deficiencia permite reducir el riesgo de recaída, fortalece la barrera intestinal y mejora el equilibrio inmunológico.
Estrategias prácticas para mejorar los niveles de vitamina D
Si padece EII (o su hijo), la investigación deja claro que es probable que tenga niveles bajos de vitamina D, lo que afecta de manera directa la inflamación, el riesgo de recaídas y admisiones hospitalarias más prolongadas. Por lo tanto, una de las primeras medidas que puede implementar para controlar mejor su afección es mejorar sus niveles de vitamina D.
Una vez que establezca esa base, tendrá un sistema inmunológico más fuerte, una mucosa intestinal más resistente e incluso dependerá menos de los esteroides o las visitas a urgencias. Estas son algunas de mis recomendaciones para aumentar sus niveles de vitamina D:
1. El rango ideal de vitamina D: por lo general, recomiendo que sus niveles de vitamina D estén alrededor de 60 a 80 ng/mL (nanogramos por mililitro). Para saber si está dentro de este rango, le recomiendo que se haga un análisis de sangre al menos dos veces al año.
2. Cómo aumentar los niveles de vitamina D de forma natural: le recomiendo aumentar sus niveles a través de una exposición adecuada al sol. Sin embargo, he ajustado mis recomendaciones para proteger mejor su salud y, al mismo tiempo, permitirle obtener los mayores beneficios.
En el pasado, he recomendado dar paseos al mediodía, pero eso fue antes de darme cuenta de que el ácido linoleico (AL) se adhiere a la piel. Por esta razón, le recomiendo que limite la exposición al sol a las primeras horas de la mañana o a las últimas de la tarde hasta que haya eliminado el AL de su cuerpo.
Cuando los rayos ultravioletas tocan la piel, también interactúan con el AL que contiene, lo que provoca una inflamación que hace que la piel sea propensa a daños y quemaduras solares.
3. Cómo eliminar el AL más rápido: si solo lleva una alimentación baja en AL, tardará entre dos y tres años en eliminarlo de su cuerpo. Pero hace poco descubrí que el C15:0 (ácido pentadecanoico) puede acelerar este proceso de 12 a 18 meses.
Según mi investigación, aumentar el consumo de C15:0 hace que los queratinocitos de la piel lo utilicen en lugar de AL. En lo personal tomo 2 gramos al día, pero la mayoría de las personas solo obtiene de 100 a 200 miligramos (mg) de los productos lácteos. Para obtener más detalles sobre esta estrategia, consulte: “La grasa perjudicial que debe limpiar de su cuerpo: hágalo de esta manera”.
4. Cuándo considerar tomar suplementos: como han demostrado los estudios mencionados, los suplementos ayudan a controlar la EII. Sin embargo, el factor importante que debe considerar son sus niveles actuales de vitamina D, no la dosis.
En un artículo anterior mencioné que solo tomar una dosis elevada de vitamina D podría generar una reacción tóxica, lo que produce síntomas como vómitos, mayor sed y daño renal agudo. También deberá aumentar su consumo de magnesio y vitamina K2 para obtener mayores beneficios. Datos de casi 3 000 personas demuestran que necesita un 244 % más de vitamina D oral si no toma también magnesio y vitamina K2.11
5. No olvide volver a realizarse la prueba: por último, deberá volver a medir su nivel de vitamina D en tres a seis meses para evaluar si funciona la exposición al sol o la dosis del suplemento. Esto le ayudará a ajustar su dosis según sea necesario para asegurarse de alcanzar los niveles recomendados.
Preguntas frecuentes sobre la vitamina D para la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)
P: ¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y por qué es importante la vitamina D?
R: La EII es una afección crónica que causa inflamación en el tracto digestivo, lo que produce dolor abdominal, diarrea, sangre en las heces, fatiga y pérdida de peso. La vitamina D es importante porque las personas con EII suelen tener deficiencias que empeoran la inflamación, el riesgo de recaídas y las visitas al hospital. Corregir los niveles bajos de vitamina D mejora los resultados y reduce la necesidad de tomar medicamentos.
P: ¿Cómo afectan los suplementos de vitamina D a los adultos con EII?
R: Un estudio amplio de 5 021 adultos con EII descubrió que los suplementos de vitamina D redujeron de forma significativa las complicaciones. La estrategia redujo en un 53 % las admisiones hospitalarias, en un 25 % el uso de corticosteroides y en un 34 % las visitas a urgencias. Los beneficios se observaron en la enfermedad de Crohn y en la colitis ulcerosa, y fueron duraderos.
P: ¿Los niños con EII también pueden beneficiarse de tomar suplementos de vitamina D?
R: Sí. Un metaanálisis de cuatro estudios con 224 niños demostró que las dosis más elevadas de vitamina D mejoraron los niveles de vitamina D en la sangre y la inflamación. Sin embargo, las tasas de remisión no mejoraron. Esto demuestra que la vitamina D ayuda a reducir la inflamación y también funciona en los niños, pero no garantiza la remisión completa de la enfermedad.
P: ¿Qué demuestran las investigaciones recientes sobre cómo la vitamina D controla la EII?
R: La vitamina D calma el sistema inmunológico, lo que fortalece la mucosa intestinal y apoya un microbioma saludable. La vitamina D reduce las señales inflamatorias, aumenta los mediadores antiinflamatorios y promueve los péptidos antimicrobianos que combaten las bacterias dañinas. También restablece el equilibrio intestinal, ya que estimula las bacterias beneficiosas que producen compuestos antiinflamatorios como el butirato.
P: ¿Qué estrategias prácticas pueden implementar las personas con EII para mejorar sus niveles de vitamina D?
R: Estas son cinco estrategias para optimizar sus niveles de vitamina D de forma segura:
• Lo ideal es mantener los niveles de vitamina D en la sangre entre 60 y 80 ng/mL.
• Aumente sus niveles de forma natural a través de la exposición adecuada al sol (de preferencia a las primeras horas de la mañana o a las últimas de la tarde). Además, considere implementar cambios en la alimentación, como reducir el consumo de ácido linoleico y agregar ácido graso C15:0 para acelerar la recuperación de la piel.
• Tome suplementos si es necesario, pero ajuste la dosis según los resultados de los análisis de sangre para evitar la toxicidad.
• Complemente los beneficios de la vitamina D con magnesio y vitamina K2.
• Vuelva a analizar los niveles cada tres a seis meses para ajustar la estrategia.
