📝 HISTORIA EN BREVE
- Su genética influye en el tipo de hongos que crece en su intestino, y estos hongos afectan de forma directa su riesgo de problemas de salud crónicos como las enfermedades del corazón
- Los investigadores descubrieron 148 variantes genéticas que ser relacionan con nueve grupos de hongos intestinales, lo que demuestra que su ADN influye en su salud intestinal
- Los antibióticos matan las bacterias, pero no afectan a los hongos, lo que permite que las cepas de hongos dañinas proliferen, lo que incrementa el riesgo de enfermedades
- Dos personas que consumen los mismos alimentos pueden experimentar efectos diferentes en su salud porque la genética determina qué hongos proliferan en su intestino
- Los patrones del microbioma intestinal, que incluyen hongos y bacterias, pueden ayudar a predecir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y a pesar de ser un factor crítico, pocas clínicas lo consideran en sus análisis
🩺 Por el Dr.Mercola
Durante años, los médicos se han enfocado en la alimentación, el estilo de vida y los microbios bacterianos del intestino como factores que determinan la mayoría de los problemas de salud crónicos, como las enfermedades cardíacas y la diabetes. Pero, investigaciones recientes apuntan a otro factor oculto: los hongos intestinales.
Hace poco, se demostró que los hongos que viven en el intestino influyen en muchos aspectos de la salud que incluyen el nivel de inflamación, la inmunidad y la forma en que el cuerpo responde a las enfermedades crónicas. Los investigadores también sugieren que estos organismos que suelen ignorarse tienen una relación estrecha con la composición genética, lo que plantea nuevas preguntas sobre cuánto control tiene sobre el riesgo de desarrollar una enfermedad.
Los hongos intestinales influyen de forma significativa en su riesgo de desarrollar una enfermedad
Hace poco, un estudio que se publicó en PLOS Biology analizó la forma en que los genes humanos interactúan con los hongos intestinales (o microbioma), y el impacto de esta interacción con el riesgo de enfermedades crónicas. El equipo de investigación del One Health Microbiome Center de Penn State realizó lo que se denomina un estudio de asociación del genoma completo (GWAS), que analiza todo el genoma humano para encontrar variantes genéticas que se relacionen con rasgos específicos; en este caso, los tipos y cantidades de hongos que viven en el intestino.1,2
"Esta investigación es el primer paso para entender mejor el impacto de la variación genética humana en un grupo de microorganismos intestinales muy poco estudiado: el microbioma", dijo Seth Bordenstein, autor del estudio.3
Su objetivo fue determinar si ciertos marcadores genéticos influyen en el tipo de hongos que viven en el intestino, así como el impacto de estas poblaciones en el riesgo de desarrollar problemas de salud como enfermedades cardiovasculares. Según Emily Davenport, coautora del estudio:
"A diferencia de las bacterias intestinales, hay pocos estudios sobre los hongos intestinales. Hay poca información sobre qué determina el tipo de hongos que viven en el intestino y su impacto en la salud de las personas".4
• Los investigadores recurrieron al Health’s Human Microbiome Project de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos para recopilar los datos de 125 personas y analizarlos: los investigadores analizaron muestras de heces y sangre para determinar la relación entre las diferencias genéticas y los patrones fúngicos con los riesgos de enfermedades conocidos. Según EurekAlert:
"Después de identificar y caracterizar las variantes genéticas asociadas con los hongos, que relacionan la variación genómica humana con la variación en las comunidades fúngicas, trataron de determinar si estas relaciones entre los loci genéticos y los hongos intestinales afectan al riesgo de enfermedades humanas".5
• Los hallazgos son sorprendentes: se encontraron 148 variantes genéticas en siete cromosomas que tuvieron una relación estrecha con nueve grupos de hongos en el intestino. Además, uno de es esos hongos (Kazachstania, que es un tipo de levadura) tuvo una relación directa con el riesgo de enfermedad cardiovascular. Esto sugiere que su composición genética influye en el tipo de hongos que se establece en su sistema digestivo, y esa combinación podría influir mucho en el riesgo de enfermedades crónicas, ya sea para bien o para mal.
• Si bien el estudio reconoció que el tamaño de la muestra es pequeño, los investigadores validaron sus hallazgos en grupos más grandes: que incluyeron grupos del Reino Unido e internacionales en los que se analiza la enfermedad arterial coronaria. Esto es importante porque significa que los resultados no una casualidad; sino que demuestra que en realidad existe una relación entre la genética, los hongos y las enfermedades en todas las poblaciones.
• Las personas con problemas de salud crónicos sin causa aparente son las que más se beneficiarán de estos hallazgos: si sufre de fatiga crónica, malestar estomacal o antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, comprender su perfil genético-fúngico podría ayudarlo a entender por qué los tratamientos convencionales no han dado resultados. Esta es otra pieza del rompecabezas, una que apunta a soluciones más precisas.
Los hongos tienen una función importante
Durante décadas, las recomendaciones convencionales se han enfocado en las bacterias buenas y malas del intestino, así como en la forma en que responden estas poblaciones a los alimentos. Pero esta investigación lo cambia todo; esta vez se enfocaron en los hongos intestinales, su interacción con los genes y su impacto en el desarrollo de enfermedades.
• En términos biológicos, el mecanismo detrás de estos efectos se relaciona con la forma en que los hongos interactúan con el sistema inmunológico y la inflamación: el estudio demuestra que ciertos hongos, como Kazachstania, influyen en el entorno químico del intestino, lo que afecta la forma en que el cuerpo responde a los factores de estrés. Cuando los genes determinan qué hongos pueden proliferar, influyen de forma indirecta en el equilibrio inmunológico.
• Demasiados hongos dañinos provocan que su sistema inmunológico pase a un estado inflamatorio de bajo nivel: este es un factor conocido de las enfermedades crónicas. Esto explica por qué los algunos probióticos bacterianos no siempre resuelven los problemas intestinales; se debe a que la parte fúngica del microbioma produce sus propios efectos.
• La presencia de ciertos hongos intestinales no es algo que suceda por casualidad: depende de instrucciones genéticas, como un código que le indica a su cuerpo qué especies de hongos permitir y cuáles eliminar. Esto explica por qué dos personas que comen los mismos alimentos pueden experimentar efectos diferentes en su salud.
Si sus genes promueven la proliferación de hongos que se relacionan con la inflamación, tendrá un mayor riesgo de enfermedades crónicas, mientras que otra persona con una genética diferente, no. Esto podría explicar por qué algunas personas terminan por desarrollar enfermedades crónicas y otras no, a pesar de que llevan estilos de vida similares.
• Pero, esto no significa que la alimentación no sea importante: la alimentación es esencial para una salud óptima; pero, la evidencia demuestra que incluso la alimentación más saludable no puede inhibir por completo las influencias genéticas.
El impacto de los antibióticos en los hongos intestinales
Los antibióticos, que matan las bacterias que causan infecciones, se promocionan como "medicamentos que salvan vidas" y muchas veces, se recomiendan como parte de los protocolos de salud convencionales. Pero, como ya he dicho en repetidas ocasiones, también se relacionan con una serie de efectos secundarios. Y, esta investigación evidencia uno de los problemas graves de los antibióticos, así como la forma en que alteran el delicado equilibrio entre bacterias y hongos en el intestino.
• Si bien los antibióticos matan las bacterias, no eliminan los hongos: además de que también mata a las bacterias beneficiosas, el uso de antibióticos permite que los hongos patógenos crezcan sin control. Si sus genes promueven la aparición de hongos que incrementan el riesgo de enfermedades, los antibióticos empeoran la situación. Como dijo Seth Bordenstein:
"Los tratamientos antibacterianos, como los antibióticos, no solo eliminan o reducen los patógenos bacterianos y sus moléculas de señalización, sino que también pueden alterar de forma indirecta la población de hongos que coexisten y dependen de estas bacterias y moléculas".6
• Los antibióticos alteran la estructura de su comunidad microbiana: su red microbiana está formada por innumerables interacciones complejas entre diferentes especies. Pero, después de exponerse a los antibióticos se produjo un cambio importante.
• Se observaron menos conexiones: en el estudio con animales que se publicó en Microbiome, los investigadores descubrieron que cuando el grupo de prueba recibió antibióticos, experimentaron una reducción en las conexiones entre las especies bacterianas, lo que significa que la comunidad microbiana se fragmentó y se volvió frágil. Esto hizo que el microbioma fuera más vulnerable a futuras alteraciones.7
En general, los hallazgos del estudio demuestran que la respuesta para la cura o la enfermedad podría estar en su microbioma. Emily Van Syoc, investigadora postdoctoral y autora principal del artículo, dijo:
"esta investigación es el primer paso para descubrir las bases genéticas del microbioma intestinal humano". En un grupo pequeño de GWAS que se validó en dos conjuntos de datos más grandes, descubrimos que los hongos intestinales se relacionan con variantes genéticas humanas y, a su vez, con estados de enfermedad.
Nos entusiasma continuar con la investigación de este tema para entender mejor las fuerzas que dan forma a los hongos intestinales humanos y contribuyen a la salud y la enfermedad”.
El estado de su microbioma intestinal puede decir mucho sobre su riesgo de enfermedades cardíacas
Su microbioma intestinal se compone por billones de bacterias, hongos y otros organismos que viven en su intestino. Aunque podría pensar que su única función es regular la digestión, en realidad hacen mucho más que eso: influye en todos los aspectos de su salud y en su riesgo de enfermedades.
El estudio en cuestión se enfoca en cómo un tipo específico de hongos influye en su función cardiovascular, pero, también hay investigaciones que demuestran que un desequilibrio en su microbioma intestinal podría incrementar su riesgo de infarto.
• Los patrones de su microbioma intestinal pueden predecir su riesgo de enfermedades cardíacas: en 2025, un estudio que se publicó en el European Medical Journal, trató de determinar si los patrones microbianos intestinales podrían utilizarse para predecir el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE) en personas con enfermedad coronaria (CHD).8,9
• Los investigadores analizaron datos de 679 pacientes con CHD de alto riesgo: todos los participantes eran adultos que ya habían sufrido un evento coronario al menos seis meses antes de unirse al estudio. El objetivo del estudio fue descubrir qué personas tenían mayor riesgo de sufrir otro infarto, a pesar de recibir atención convencional.
• Se identificaron 10 cepas bacterianas que se relacionan con la salud del corazón: ya fuera que incrementaran el riesgo o lo redujeran. Los investigadores crearon un algoritmo único en el que combinaron la presencia o ausencia de estas cepas, para desarrollar lo que denominaron una puntuación de riesgo según el microbioma intestinal, que predice qué pacientes tienen mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE).
• Los pacientes que obtuvieron una mayor puntuación en el modelo de riesgo basado en el microbioma mostraron peores indicadores de salud: presentaban una mayor incidencia de diabetes, mayor tamaño de cintura, mayores niveles de presión arterial y peor control del azúcar que los participantes que no habían experimentado un evento reciente. Estos hallazgos sugieren que el microbioma intestinal no solo refleja el riesgo cardiovascular, sino que también podría ser un factor determinante.
• Los pacientes con CHD también mostraron signos de disbiosis (desequilibrio intestinal): el estudio demostró que presentaban un menor número de especies bacterianas únicas y un mayor cambio en la composición de la comunidad microbiana.
Pero, a pesar de toda esta evidencia, casi todas las clínicas convencionales no consideran esta relación entre el intestino y las enfermedades cardíacas. Los chequeos de rutina incluyen analizar la presión arterial y el colesterol, pero no contemplan la salud intestinal. Estos dos estudios demuestran por qué eso puede ser un gran error, ya que los patrones intestinales pueden ayudar a predecir y prevenir los problemas cardíacos.
Estrategias para proteger su microbioma intestinal
Las investigaciones demuestran que la genética influye en qué hongos crecen en el intestino, y que los antibióticos y un desequilibrio en el microbioma intestinal empeoran la situación. Eso significa que la solución no está en enmascarar los síntomas, sino en restaurar el equilibrio en el microbioma y combatir la inflamación desde sus raíces. Para hacerlo, le recomiendo que comience con:
1. Dejar de consumir grasas que causan inflamación: si aún consume aceites de semillas, alimentos procesados o fritos de restaurantes, está promoviendo la inflamación crónica que empeora el desequilibrio en el microbioma. Reemplace esos aceites con grasas de origen animal que son estables, tales como la mantequilla de animales alimentados con pastura, ghee o sebo. Este cambio reduce el estrés en la mucosa intestinal y estimula la producción de energía celular, que es la base para mantener el equilibrio del microbioma.
2. Comer carbohidratos saludables para incrementar la energía celular: consumir el tipo correcto de carbohidratos refuerza sus mitocondrias, fortalece su sistema inmunológico y previene el estrés reductivo que promueve el desequilibrio en el intestino. Recomiendo que consuma al menos 250 gramos de carbohidratos al día de fuentes fáciles de digerir como frutas enteras, tubérculos y arroz blanco.
3. Después de tomar antibióticos, restaurar su entorno intestinal: si acaba de tomar antibióticos, significa que hay un desequilibrio en su microbioma intestinal, lo que permite que los hongos crezcan sin control. Recomiendo que implemente un enfoque gradual para agregar alimentos que contengan probióticos naturales, como vegetales fermentados. Esto mejorará su entorno intestinal, lo que le ayudará a recuperar el equilibrio y a prevenir la proliferación de hongos dañinos.
4. Reducir su carga de antibióticos de fuentes ocultas: si come pollo y otras carnes de animales criados de forma convencional es probable que consuma residuos de antibióticos sin darse cuenta. Siempre que sea posible, opte por proteínas que provengan de animales alimentados con pastura. Esto limita su exposición a antibióticos ocultos y reduce el riesgo de empeorar la situación en su microbioma intestinal.
5. Proteger su microbioma contra el crecimiento excesivo de hongos: si se siente mal después de consumir azúcares procesados o alimentos empaquetados, es una señal de que sus hongos están prosperando con el combustible equivocado. Elija alimentos que sean lo más naturales posible, beba jugos con pulpa en lugar de bebidas de frutas procesadas y coma fruta entera todos los días. Estos cambios simples alimentan a las bacterias beneficiosas y mantienen los hongos dañinos bajo control, lo que ayuda a mantener el equilibrio intestinal y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Preguntas frecuentes sobre los hongos intestinales
P: ¿Qué se acaba de descubrir acerca de los hongos intestinales?
R: Los científicos descubrieron que su composición genética influye en la población de hongos en su intestino. Identificaron 148 variantes genéticas que se relacionan con nueve grupos de hongos distintos, incluyendo una levadura que influye de forma directa en el riesgo de enfermedades cardíacas. Esto significa que su ADN no solo determina rasgos como la altura o el color de sus ojos, sino que también influye en su ecosistema intestinal de maneras que afectan su salud a largo plazo.
P: ¿Cuál es la función de los hongos intestinales y por qué casi nadie los considera?
R: Durante años, la mayoría de las investigaciones y la atención médica solo se enfocaron en las bacterias intestinales, pero se acaba de demostrar que los hongos son igual de importantes. Ciertos hongos interactúan con el sistema inmunológico y causan inflamación cuando crecen sin control. Esta inflamación constante de bajo nivel es un factor clave en problemas de salud crónicos como enfermedades cardíacas, diabetes y trastornos autoinmunitarios.
P: ¿Cómo afectan los antibióticos a los hongos intestinales?
R: Los antibióticos matan las bacterias, pero no hacen nada para eliminar hongos. Cuando mueren las bacterias, los hongos pueden crecer sin control, lo que altera el equilibrio del intestino. Cuando sus genes promueven la aparición de hongos que incrementan el riesgo de enfermedades, los antibióticos empeoran la situación.
P: ¿Dos personas que llevan la misma alimentación pueden experimentar efectos diferentes en su salud?
R: Sí, porque sus genes actúan como un filtro que decide cuáles microbios prosperan y cuáles no. Aunque coma lo mismo que otra persona, sus hongos intestinales podrían responder de forma diferente según su código genético. Si su ADN promueve la aparición de hongos que causan inflamación, es más probable que sufra problemas de salud crónicos, mientras que la otra persona podría mantenerse sana. Esto demuestra por qué las dietas universales suelen fracasar y por qué es fundamental personalizar su alimentación para obtener resultados reales.
P: ¿Cómo se relaciona el microbioma intestinal con el riesgo de enfermedades cardíacas?
R: Estudios recientes demuestran que el equilibrio del microbioma intestinal, que incluye tanto bacterias como hongos, es un fuerte predictor del riesgo de enfermedad cardíaca. Los investigadores incluso desarrollaron puntuaciones de riesgo basadas en el microbioma que identificaban qué pacientes tenían mayor riesgo de sufrir otro evento cardíaco.
Los pacientes que obtuvieron una mayor puntuación en el modelo de riesgo basado en el microbioma presentaban mayor tamaño de cintura, más inflamación y peor control del azúcar. Esto demuestra que la salud intestinal no solo se limita a la digestión; sino que podría ayudar a predecir el riesgo de enfermedades cardíacas y prevenirlas.
🔎 Fuentes y Referencias:
- 1 PLoS Biol. 2025 Sep 2;23(9):e3003339
- 2, 4 News-Medical.net, September 9, 2025
- 3, 5 EurekAlert! September 2, 2025
- 6 Nutrition Insight, September 8, 2025
- 7 Microbiome, 2024, Volume 12, Article number: 80
- 8 European Heart Journal, Volume 46, Issue 22, 7 June 2025, Pages 2104–2115
- 9 News-Medical.net, April 21, 2025
