📝HISTORIA EN BREVE

  • Un estudio que realizó el Instituto Metropolitano de Geriatría y Gerontología de Tokio demuestra que la vitamina C activa vías genéticas que restauran el grosor de la piel y la renovación celular. Esto ayuda a revertir el adelgazamiento y la pérdida de resiliencia que se relacionan con la edad
  • Los investigadores confirmaron que la vitamina C actúa a través de las enzimas TET para desmetilar el ADN, el cual es un proceso que elimina las etiquetas químicas que inhiben la actividad genética. Este proceso activa los “genes de la juventud” que estimulan la regeneración y la estructura de la piel
  • Los beneficios antienvejecimiento de la vitamina C no se limitan a la piel, ya que también favorece la síntesis de colágeno, la defensa antioxidante, la modulación inmunológica, la salud cardiovascular y el rendimiento cognitivo
  • Los alimentos enteros aportan vitamina C natural y biodisponible. Las mejores fuentes incluyen cítricos, kiwis, bayas, brócoli, col rizada y pimientos morrones
  • La combinación de estos con hábitos de vida saludables, como la exposición segura al sol, un sueño reparador y una menor exposición a toxinas, apoya una piel más fuerte y resistente a medida que envejecemos

🩺Por el Dr. Mercola

Su piel no es solo la superficie que presenta al mundo, es un órgano vivo y dinámico que le protege de los factores estresantes del ambiente, regula la temperatura y ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y nutrientes del cuerpo. Debajo de las capas visibles hay una estructura de células, fibras y procesos bioquímicos que trabajan juntos para protegerse y renovarse.

Sin embargo, con el tiempo, el envejecimiento natural, junto con la exposición diaria a los elementos, la contaminación y otros factores, altera de manera gradual el estado de la piel. Las capas se adelgazan, la renovación celular se ralentiza y la habilidad de mantener la hidratación y la elasticidad se vuelve menos efectiva. Estos cambios se acumulan a lo largo de décadas y modifican de manera sutil el aspecto y la sensación de su piel.

Los investigadores reconocen desde hace mucho tiempo que ciertos nutrientes tienen una influencia importante en el mantenimiento de la salud de la piel a lo largo de la vida. En particular, la vitamina C ha sido estudiada en gran medida por sus efectos en la renovación y protección de la piel. Un equipo del Instituto Metropolitano de Geriatría y Gerontología de Tokio1 profundizó este conocimiento y exploró cómo este nutriente esencial influye en los procesos que ayudan a la piel a preservar su grosor y estructura juveniles a lo largo del tiempo.

Cómo la vitamina C reactiva las vías de renovación de la piel

El estudio mencionado, que se publicó en el Journal of Investigative Dermatology, examinó cómo la vitamina C influye en la actividad genética de las células de la piel. Los investigadores crearon condiciones que se asemejaban a cómo la piel recibe nutrientes en el cuerpo con el uso de modelos epidérmicos humanos creados en laboratorio. Estos modelos fueron expuestos a la vitamina C en concentraciones de 0.1 milimolar (mM) y 1.0 mM, que coinciden con lo que llega a la piel desde el torrente sanguíneo.2

• Cambios en la estructura de la piel con vitamina C: después de siete días, la capa viva interna de la epidermis, que se conoce como capa de células epidérmicas, se volvió mucho más gruesa en los modelos tratados con vitamina C, mientras que el estrato córneo, que es la capa más externa de células muertas, no tuvo ningún cambio notable en su grosor.

Al día 14, el estrato córneo se volvió más delgado en los modelos tratados con 1.0 mM de vitamina C y la capa de células epidérmicas no dejó de engrosarse. Este patrón sugiere que la vitamina C promueve de manera activa la renovación y regeneración de las células de la piel, lo que reconstruye el tejido vivo debajo de la superficie y refina la capa externa.

• Aumento de la proliferación celular: las muestras de piel tratadas también tuvieron un gran aumento en la proliferación celular, lo que se confirmó mediante la presencia de más células Ki-67 positivas, que es un marcador proteico que está en los núcleos de las células que se dividen de manera activa.

El aumento indicó que la vitamina C no solo mantuvo las células existentes, sino que también estimuló la creación de nuevas células, que es un proceso importante para mantener el grosor, la fuerza y la resistencia de la piel a lo largo del tiempo.

• Activación de los "genes de la juventud": a nivel genético, los investigadores identificaron más de 10 000 regiones hipometiladas en el ADN de las células que se trataron con vitamina C. La hipometilación es la eliminación de grupos metilo del ADN, lo que permite que algunos genes se vuelvan más activos. En este caso, los investigadores identificaron 12 genes importantes implicados en la proliferación celular cuya expresión aumentó en gran medida, en cantidades que oscilaron entre 1.6 veces y 75.2 veces.

Estos genes son importantes para promover el crecimiento, la renovación y la diferenciación de las células cutáneas, y su patrón de activación llevó al equipo a describirlos como "genes de la juventud". Esto refleja su función para mantener la epidermis en un estado más típico de la piel joven, cuando la regeneración es más rápida y la integridad estructural es mayor.

• Vía epigenética a través de enzimas TET: el mecanismo se hizo más evidente cuando los investigadores bloquearon las enzimas TET, que son proteínas especializadas que eliminan los grupos metilo del ADN. Después de que se inhibió la actividad TET, los efectos de la vitamina C sobre el grosor de la piel, la proliferación y la expresión genética desaparecieron. Esto confirmó que el impacto del nutriente se produjo a través de una vía de desmetilación del ADN mediada por TET, la cual activó los genes necesarios para la renovación de las células de la piel.

• Una dimensión más profunda para el apoyo de la piel: la habilidad de la vitamina C para estimular la proliferación de queratinocitos a través de la desmetilación del ADN la convierte en un enfoque prometedor para abordar el adelgazamiento de la piel. Según el Dr. Akihito Ishigami, investigador principal:

"La vitamina C parece influir en la estructura y función de la epidermis, en especial porque controla el crecimiento de las células epidérmicas. En este estudio, investigamos si promueve la proliferación y diferenciación celular mediante cambios epigenéticos".3

Para las personas que desean mantener la salud de la piel, esta investigación brinda más información sobre la vitamina C. Los mismos procesos de renovación que mantienen la piel joven funcionan en todo el cuerpo, lo que hace que los beneficios antienvejecimiento de la vitamina C vayan mucho más allá de la piel, y son fundamentales para la vitalidad de todo el cuerpo a medida que pasan los años.

Otros beneficios de la vitamina C

Aunque la habilidad de la vitamina C para apoyar la estructura de la piel atrae cada vez más la atención, su influencia en la salud es más profunda. Este nutriente actúa en casi todos los tejidos del cuerpo, y sirve como catalizador bioquímico y agente protector, y determina la manera en que el cuerpo se adapta a los factores estresantes del día a día y al proceso de envejecimiento. Algunos de sus beneficios incluyen:

• Protege contra el estrés oxidativo: la vitamina C ayuda a proteger los lípidos de la peroxidación, las proteínas de los cambios estructurales y el ADN de las mutaciones que se acumulan con la edad, ya que neutraliza las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés) y las especies reactivas de nitrógeno (RNS, por sus siglas en inglés). Esta protección es importante, ya que el daño oxidativo es un factor central del envejecimiento celular y contribuye al deterioro funcional de los órganos y tejidos. 4

La vitamina C también funciona de forma sinérgica con otros antioxidantes. La vitamina C regenera la vitamina E desde su forma oxidada, lo que mantiene la protección lipídica en las membranas celulares. Esta defensa cooperativa apoya el equilibrio redox general y es importante en tejidos con actividad metabólica elevada, en los que la producción de ROS es mayor. 5

• Sintetiza el colágeno y repara los tejidos: el colágeno es la proteína más abundante del cuerpo, y crea la estructura que da fuerza y flexibilidad a la piel, los huesos, el cartílago, los tendones y los vasos sanguíneos. La vitamina C es esencial para las enzimas que ayudan al colágeno a formar su estructura de triple hélice fuerte y estable. Sin el nivel suficiente de vitamina C, las fibras de colágeno son más débiles y menos estables, lo que provoca una mala cicatrización de las heridas, la pérdida de la integridad de los tejidos y una mayor fragilidad a medida que envejecemos. 6

• Modulación del sistema inmunológico: a medida que el sistema inmunológico envejece, las defensas se vuelven más lentas y menos coordinadas, lo que hace que las infecciones sean más comunes y la recuperación más lenta. La vitamina C refuerza el sistema inmunológico en numerosos aspectos, lo que ayuda a contrarrestar algunos de estos cambios relacionados con la edad. La vitamina C estimula la producción y la actividad de glóbulos blancos importantes, como los neutrófilos, los linfocitos y los fagocitos, que localizan y destruyen los microbios dañinos.

Cuando las infecciones se instalan, la vitamina C ayuda a reducir su duración y disminuir su gravedad. Esta vitamina ayuda a regular la inflamación para que el sistema inmunológico pueda eliminar los patógenos de manera efectiva sin dañar el tejido sano, lo cual es un equilibrio que se vuelve cada vez más importante a medida que la precisión del sistema inmunológico disminuye con el tiempo.7

• Neuroprotección y salud cognitiva: la vitamina C se concentra en el cerebro en niveles mucho más elevados que en la mayoría de los demás tejidos, lo que refleja su importancia en la función neuronal. Las investigaciones sugieren que un nivel adecuado de vitamina C podría ayudar a retardar el deterioro cognitivo relacionado con la edad al preservar la plasticidad sináptica, reducir el daño oxidativo y modular la inflamación en el tejido neuronal. Esta combinación apoya la memoria, la atención y la claridad mental general hasta una edad avanzada.8,9

• Apoyo cardiovascular: a medida que los vasos sanguíneos envejecen, su revestimiento interno (el endotelio) pierde parte de su habilidad para responder a las señales que les indican que se relajen o se contraigan, lo que dificulta la regulación del flujo sanguíneo y la presión.10 La vitamina C ayuda a compensar estos cambios, ya que aumenta los niveles de óxido nítrico, que es la molécula que estimula la relajación de los vasos sanguíneos, y reduce el estrés oxidativo que daña el delicado revestimiento vascular. 11

La vitamina C apoya un flujo sanguíneo adecuado y una presión arterial saludable, ya que protege y restaura la función endotelial. Las investigaciones relacionan un mayor consumo de vitamina C con una reducción moderada de la presión sistólica y diastólica, así como con una mejor distensibilidad arterial, lo que significa que los vasos permanecen más flexibles y adaptables. Con el paso del tiempo, estos efectos reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular. 12

Cómo aumentar de forma natural sus niveles de vitamina C

Su cuerpo no produce ni almacena vitamina C, por lo que depende de su consumo diario para satisfacer sus necesidades. Si bien las necesidades varían entre personas, la mayoría de los adultos requieren al menos 200 a 400 miligramos al día.13 Los suplementos podrían ser útiles en ciertas situaciones, pero para la salud y la resiliencia a largo plazo, los alimentos enteros son la fuente más efectiva, equilibrada y confiable.

• Centre su alimentación en alimentos enteros ricos en vitamina C: los alimentos enteros no solo aportan vitamina C en su forma natural y biodisponible, sino que también aportan numerosos nutrientes que favorecen su función y absorción. Estos incluyen flavonoides, carotenoides y otros antioxidantes que juntos ayudan a que el beneficio sea más estable y sostenido. Algunas fuentes excelentes de esta vitamina son:14

◦ Naranjas

◦ Fresas

◦ Guayaba

◦ Coles de Bruselas

◦ Limones

◦ Kiwi

◦ Pimientos morrones

◦ Col rizada

◦ Toronjas

◦ Papaya

◦ Brócoli

◦ Espinacas

• Elija frutas frescas: la vitamina C se descompone rápido cuando se expone al calor, la luz y el aire, así que opte por productos frescos o congelados, en lugar de versiones enlatadas que a menudo pierden la potencia de sus nutrientes cuando se procesan. Por ejemplo, las fresas congeladas retienen más vitamina C que las enlatadas, ya que congelarlas conserva mejor el nutriente. 15

• Prepare los vegetales de forma adecuada en función de su salud intestinal: los vegetales crudos y ricos en vitamina C son difíciles de digerir si su intestino está comprometido, ya sea por una mala alimentación, un desequilibrio del microbioma o irritación digestiva. En este estado, sus antinutrientes y compuestos de origen vegetal podrían alimentar microbios dañinos y agravar los síntomas.

Cocinar al vapor o saltearlos un poco reduce estos compuestos y hace que los vegetales sean más fáciles de digerir, lo que ayuda a conservar gran parte de su vitamina C. A medida que mejore su función intestinal, consuma más vegetales crudos para aprovechar todo su contenido de nutrientes.

Cuando prioriza estas estrategias, consumir de manera constante vitamina C que provenga de alimentos enteros apoya la salud de la piel y ayuda a retardar el proceso de envejecimiento de manera efectiva.

6 estrategias para mantener la piel sana a medida que envejece

El envejecimiento de la piel no solo refleja el paso del tiempo, sino que es un signo visible de cambios celulares promovidos por el estrés oxidativo, una menor producción de colágeno y el deterioro de la función de las mitocondrias. Si bien la vitamina C influye de manera fundamental para apoyar la renovación y la estructura de la piel, mantener una piel joven a medida que envejecemos requiere un enfoque holístico que aborde las influencias externas e internas. A continuación, se presentan seis consejos prácticos para ayudarle a proteger su piel del deterioro relacionado con la edad:

1. Expóngase al sol de forma segura: la luz del sol es esencial para la salud de la piel, ya que estimula la producción de vitamina D, la cual favorece el crecimiento y la reparación de las células de la piel16 y que además aumenta la melatonina mitocondrial, que es un antioxidante efectivo.17 Sin embargo, la tolerancia de su piel a la luz del sol depende de su estado interno, en especial de los tipos de grasas que se almacenan en sus tejidos. Si aún está en proceso de eliminar el exceso de ácido linoleico (AL) de su cuerpo, debe ser más cuidadoso al momento de exponerse al sol.

El AL tiende a acumularse en el tejido cutáneo y se oxida muy fácil. Cuando se expone a la luz del sol, se produce inflamación y se daña el ADN, lo que incrementa su riesgo de quemaduras solares. Por lo tanto, si consume mucho AL, evite la luz directa del sol durante sus horas más intensas (de 10 a.m. a 4 p.m.) hasta que haya reducido su consumo durante al menos seis meses. Esto le da tiempo a su cuerpo para eliminar parte del AL acumulado, lo que reduce su riesgo de daño cutáneo por el sol.

Para acelerar este proceso, considere aumentar su consumo de C15:0 (ácido pentadecanoico), que es una grasa saturada de cadena impar estable que se encuentra en los productos lácteos enteros y la mantequilla.18 La mayoría de las personas consumen solo entre 10 y 200 miligramos de C15:0 al día. Por mi parte, tomo 2 gramos al día.

2. Priorice los alimentos ricos en colágeno y evite los aceites de semillas: incorpore caldo de huesos, gelatina o suplementos de colágeno para aumentar el consumo de glicina, que es un aminoácido importante para la estructura del colágeno. Al mismo tiempo, elimine de su alimentación los aceites vegetales como el de canola o girasol, ya que promueven la inflamación y el estrés oxidativo que aceleran el envejecimiento de la piel. En su lugar, utilice grasas saludables como mantequilla de animales alimentados con pastura o aceite de coco.

3. Muévase con regularidad para apoyar la desintoxicación: el ejercicio favorece el flujo sanguíneo, transportando oxígeno y nutrientes a las células de la piel al tiempo que promueve el drenaje linfático para eliminar las toxinas que contribuyen al envejecimiento. Las investigaciones han demostrado que hacer ejercicio con regularidad aumenta el flujo sanguíneo a la piel, favorece la hidratación de la piel y eleva su temperatura. También se ha demostrado que mejora la estructura y la apariencia de la piel, ya que promueve la biosíntesis mitocondrial y la secreción de hormonas.19

Intente realizar actividades moderadas, como caminar o entrenamiento de fuerza entre 30 y 60 minutos al día, y evite los entrenamientos excesivos de intensidad elevada que causan estrés oxidativo. Esto apoya la producción de energía mitocondrial y también ayuda a mantener la elasticidad y el tono de la piel.

4. Reduzca su exposición a toxinas: los productos químicos cotidianos como los bisfenoles (de los plásticos) y los ftalatos (presentes en muchos cosméticos y fragancias) imitan las hormonas e interfieren con los ciclos naturales de renovación de la piel, lo que contribuye a la sequedad, la irritación y el envejecimiento prematuro.

Para ayudar a reducir esta carga, reemplace los envases de plástico por vidrio y elija productos de cuidado personal sin aditivos sintéticos. Implementar cambios simples como estos crean un entorno más saludable para que sus células prosperen.

5. Mejore el sueño y el ritmo circadiano para impulsar la reparación de la piel: la regeneración de la piel alcanza su punto máximo durante el sueño, cuando la renovación celular y la síntesis de colágeno están más activas. El sueño interrumpido o los ritmos circadianos irregulares debilitan la barrera cutánea, retardan la curación y aumentan la inflamación, lo que acelera las arrugas y la flacidez. 20

Intente dormir bien todas las noches y, para lograrlo, mantenga una rutina constante a la hora de acostarse, limite la exposición a la luz azul de las pantallas por la noche y expóngase a la luz del sol por la mañana para restablecer su ritmo circadiano. Mantenga su habitación fresca, oscura y silenciosa para mejorar el sueño profundo, lo que permite que las células de la piel reparen el daño oxidativo y conserven una apariencia juvenil y radiante.

6. Manténgase hidratado para apoyar la función de la barrera y la desintoxicación: una hidratación adecuada es importante para mantener la elasticidad de la piel y prevenir la pérdida de agua transepidérmica, que contribuye a la sequedad y las líneas finas a medida que envejece. La deshidratación también afecta la desintoxicación, lo que permite que las toxinas se acumulen y estresen las células de la piel. 21

Beba agua filtrada durante todo el día y considere agregar opciones ricas en minerales, como el agua de coco o una pizca de sal de mar y limón para favorecer la hidratación a nivel celular.

Implementar estas estrategias aborda los factores celulares y ambientales que impulsan el envejecimiento de la piel. Combinar estas prácticas con una alimentación rica en vitamina C fomenta una tez vibrante y juvenil durante muchos años.

Preguntas frecuentes sobre los beneficios antienvejecimiento de la vitamina C

P: ¿Cómo ayuda la vitamina C a mantener mi piel con un aspecto más joven a medida que envejezco?

R: La vitamina C apoya la estructura de la piel, ya que promueve la producción de colágeno, mejora la renovación celular y reduce el estrés oxidativo. Esta vitamina ayuda a mantener el grosor y la elasticidad de la piel, los cuales tienden a disminuir con el tiempo. Las investigaciones más recientes también demuestran que la vitamina C activa genes implicados en la regeneración de la piel, lo que refuerza su influencia para mantener la piel resistente y joven.

P: ¿La vitamina C puede cambiar el comportamiento de las células de la piel?

R: Sí, el estudio del Instituto Metropolitano de Geriatría y Gerontología de Tokio descubrió que la vitamina C promueve cambios epigenéticos en las células de la piel, específicamente la desmetilación del ADN, la cual reactiva los genes que se encargan del crecimiento y la reparación celular. Estos cambios estimulan la proliferación de células de la piel y ayudan a reconstruir las capas más profundas de la piel.

P: ¿Cuál es la conexión entre la vitamina C y el colágeno en la piel?

R: La vitamina C es fundamental para las enzimas que estabilizan la estructura del colágeno. Sin ella, las fibras de colágeno se debilitan y desorganizan, lo que adelgaza de la piel y reduce la elasticidad. Debido a que la vitamina C apoya la síntesis de colágeno, esto ayuda a mantener una piel firme y resistente.

P: ¿Cuáles son los otros beneficios antienvejecimiento de la vitamina C además de la salud de la piel?

R: La vitamina C apoya numerosos sistemas que se deterioran con la edad. Esta vitamina protege las células del daño oxidativo, modula el sistema inmunológico para mejorar el control de infecciones, ayuda a mantener los vasos sanguíneos flexibles y una presión arterial estable, al igual que apoya la salud cognitiva al proteger las células del cerebro de la inflamación y del estrés oxidativo. Estas acciones la convierten en un nutriente fundamental para la resiliencia de todo el cuerpo a medida que envejecemos.

P: ¿Cuáles son las mejores fuentes naturales de vitamina C que puedo incluir en mi alimentación?

R: Las fuentes principales incluyen frutas frescas, como naranjas, limones, toronjas, fresas, kiwis y papaya, así como vegetales poco cocidos, como pimientos morrones, brócoli, coles de Bruselas, col rizada y espinacas.