📝HISTORIA EN BREVE

  • La intoxicación alimentaria suele causar síntomas unas horas después de comer alimentos contaminados, mientras que los virus estomacales como el norovirus suelen tardar entre uno y tres días en aparecer
  • Medicamentos como Ozempic, AINE y suplementos de hierro se relacionan con problemas intestinales que imitan enfermedades estomacales, lo que lleva a muchas personas a autodiagnosticarse de forma errónea
  • La forma más rápida de saber qué anda mal es identificar el momento en que aparecen los síntomas: el inicio rápido apunta a alimentos, el inicio tardío sugiere un virus y los síntomas crónicos suelen ser a causa de un medicamento de prescripción
  • Mantener las superficies limpias con ayuda de limpiadores a base de jabón y antimicrobianos naturales como el peróxido de hidrógeno ayuda a reducir la propagación viral sin exponerlo a sustancias químicas
  • La recuperación comienza con hidratación, descanso y alimentos suaves, pero la prevención a largo plazo depende de un sistema inmunológico fuerte, una higiene inteligente, una manipulación segura de los alimentos, así como aprenden a identificar cuando los medicamentos son parte del problema

🩺Por el Dr. Mercola

Si alguna vez ha experimentado síntomas como retortijones, vómitos, diarrea y escalofríos poco después de comer, es probable que se deba a un alimento contaminado. Pero, aquí es donde todo se vuelve confuso, no todas las enfermedades intestinales son transmitidas por los alimentos. Las infecciones virales como el norovirus, que también se conoce como “virus estomacal”, también causan gastroenteritis.

Los síntomas en ambos problemas de salud son los mismos, lo que complica el autodiagnóstico. En ambos casos se producen síntomas como diarrea, náuseas, vómitos y retortijones. Entonces ¿cómo puede identificar la causa real? La diferencia está en el momento, la gravedad y la fuente.

Comprender qué hay detrás de su malestar estomacal no solo es cuestión de curiosidad, sino que determinará qué tan rápido se recupera y si aún puede contagiar a los demás. Ahora hablemos de las diferencias principales entre estos dos problemas de salud.

La intoxicación alimentaria aparece rápido

Un artículo que se publicó en The Conversation, que escribieron expertos en salud intestinal en Australia, habla sobre lo común que es que las personas confundan la intoxicación alimentaria con la gastroenteritis, y viceversa.1 La gastroenteritis o “gastro”, es el resultado de virus o bacterias que infectan e inflaman el revestimiento intestinal. Por otra parte, la intoxicación alimentaria se debe a una contaminación microbiana, toxinas o sustancias químicas en los alimentos, que incluyen sustancias como el metanol o los insecticidas.

La intoxicación alimentaria causa un tercio de todos los casos de gastroenteritis en Australia (5.4 millones al año): el resto proviene de la transmisión viral a través de superficies contaminadas, mal lavado de manos o contacto de persona a persona. Esto significa que la mayoría de las personas asumen que su enfermedad se debe a un alimento, cuando en realidad se debe al contacto con la chapa de una puerta.

•Las toxinas y las sustancias químicas son tan peligrosas como las bacterias o los virus: el riesgo no solo está en comer carne poco cocida o vegetales sucios. La intoxicación alimentaria también incluye reacciones a sustancias tóxicas que se encuentran en ciertos alimentos.

Por ejemplo, comer hongos venenosos o pez globo se considera intoxicación alimentaria, aun cuando no haya bacterias de por medio. También puede enfermarse de gravedad por contaminación química, por ejemplo, cuando consume residuos de insecticidas. El resultado es el mismo: se inflama y daña el revestimiento intestinal.

• El tiempo es una de las señales más claras de la causa real: una de las diferencias más útiles se relaciona con qué tan rápido aparecen los síntomas. Las toxinas de Staphylococcus aureus, que es una bacteria común, causan vómitos y diarrea unos 30 minutos después de consumirlas. Mientras que la gastroenteritis viral por norovirus suele aparecer entre 24 y 48 horas después de la exposición. Esta información es fundamental para tratar de identificar la causa de los síntomas, y si alguien más está en riesgo.

Pero, no todas las enfermedades transmitidas por los alimentos se manifiestan de forma rápida. La listeria, que es una bacteria que puede encontrarse en los quesos blandos, tarda entre tres y 70 días en causar síntomas. Esto hace que sea más complicado determinar la causa, ya que es posible que no relacione sus síntomas con algo que comió hace semanas. Y si está embarazada o su sistema inmunológico está débil, la listeria se vuelve una mayor amenaza.

• Los síntomas de la intoxicación alimentaria y el virus estomacal son los mismos, pero la progresión es diferente: tanto las enfermedades virales como las transmitidas por los alimentos causan náuseas, vómitos y diarrea, pero la forma en que comienzan los síntomas puede ayudar a identificar la causa real. Las infecciones virales suelen desarrollarse poco a poco, se siente mal durante un tiempo antes de que se desate lo peor. Mientras que la intoxicación alimentaria causada por toxinas es repentina, grave y de corta duración, lo que significa que puede desaparecer en menos de 24 horas. Comprender ese cronograma le ayudará a actuar más rápido, ya sea para hidratarse en casa o buscar atención médica.

• El revestimiento intestinal se inflama debido a todos los ataques que recibe: tanto la gastroenteritis como la intoxicación alimentaria inflaman el revestimiento de los intestinos. Ya sea por microbios, toxinas o sustancias químicas, el resultado es el mismo: irritación, pérdida de líquidos y problemas de absorción. Esa inflamación es lo que causa el dolor, la distensión y la diarrea, y por esa razón, la recuperación se basa en el descanso y la rehidratación.

El norovirus es el verdadero virus estomacal

En un artículo que se publicó en Adventist HealthCare, el Dr. Ogechi Anyaoku, médico internista, explica que lo que las personas suelen llamar “gripe estomacal” en realidad es norovirus, no influenza.2 Este virus es una de las causas principales de gastroenteritis en todo el mundo y se propaga fácil de una persona a otra.

La infección estomacal suele confundirse con una intoxicación alimentaria bacteriana, pero hay diferencias claras en la causa y la transmisión. El norovirus es un virus con inmunidad a corto plazo, es decir, el hecho de que ya lo haya contraído antes, no significa que esté exento de volver a enfermarse.

• Los síntomas aparecen rápido y son intensos, pero suelen desaparecer en cuestión de días: los síntomas del norovirus aparecen entre 12 y 72 horas después del contacto con el virus e incluyen diarrea (por lo general, sin sangre), vómitos, náuseas, fiebre, dolor muscular y fatiga. La enfermedad casi siempre se resuelve en dos o tres días, aunque algunas personas experimentan síntomas durante más tiempo.

La aparición rápida puede ser desconcertante y suele tener un impacto importante en la vida diaria, pero saber que los síntomas suelen ser de corta duración, proporciona una expectativa realista de recuperación.

• El norovirus se transmite a través de superficies, alimentos o personas enfermas: este virus es muy contagioso. Se transmite por comer alimentos que preparó una persona infectada, compartir bebidas o utensilios, tocar objetos contaminados o entrar en contacto directo con una persona con síntomas.3

Esto significa que, si no toma las precauciones necesarias, una sola persona puede transmitir rápido el virus a todos los habitantes de una casa. Mantener a las personas infectadas lejos de la cocina es una de las mejores formas de prevenir un brote.

• Las medidas de prevención son importantes, en especial cuando se trata de limpiar después de un episodio: lavarse bien las manos y mantener las superficies limpias son dos pasos fundamentales para evitar la propagación del norovirus. El Dr. Ogechi Anyaoku recomienda que utilice guantes desechables para limpiar vómito o heces, lavar de inmediato la ropa contaminada y lavarse bien las manos en todo momento. Estas medidas reducen el riesgo de un segundo episodio de enfermedad en todo el hogar.

• El descanso, los líquidos y los alimentos blandos son la mejor manera de recuperarse sin complicaciones: se recomienda un plan de recuperación que incluye quedarse en casa, es decir, no ir al trabajo ni a la escuela, beber muchos líquidos para prevenir la deshidratación y comer alimentos simples como arroz y plátanos. Para las personas que no pueden comer, beber agua con frecuencia o chupar trozos de hielo es una forma sencilla de mantenerse hidratado y evitar visitas a urgencias.

• Conocer la diferencia le ayudará a actuar más rápido y evitar los remedios equivocados: a diferencia de la intoxicación alimentaria, el norovirus no se relaciona con un alimento específico y se propaga incluso si el alimento se manipuló o cocinó de forma correcta. Su mejor estrategia son los cuidados de apoyo, no suprimir los síntomas con medicamentos para la diarrea, ya que eso mantiene el virus atrapado en el intestino. Si los síntomas persisten o empeoran, es el momento de consultar a su médico.

Ciertos medicamentos de prescripción imitan la gripe estomacal o la intoxicación alimentaria

Un informe de Ochsner Health explica que muchos problemas estomacales que se cree que son a causa de un virus o alimento contaminado, en realidad son efectos secundarios de ciertos medicamentos.4 Esto incluye medicamentos de prescripción como semaglutida (Ozempic), liraglutida (Saxenda) y tirzepatida (Mounjaro), que son parte de una clase que se conoce como agonistas del receptor GLP-1. Estos medicamentos se utilizan para bajar de peso y tratar la diabetes tipo 2, pero afectan la función intestinal. Y ¿cuál es el resultado? Se siente enfermo, incluso si no hay ningún virus o bacteria involucrada.

• Los medicamentos GLP-1 retardan la digestión y causan problemas estomacales: estos medicamentos retrasan la velocidad con la que se vacía el estómago, lo que afecta el control del azúcar y la pérdida de peso. Pero, este mecanismo también altera los ritmos intestinales normales. Los efectos secundarios más comunes incluyen náuseas, vómitos, estreñimiento y diarrea, que son síntomas casi idénticos a los de un virus estomacal o una intoxicación alimentaria. Si toma estos medicamentos y se siente mal después de comer, es posible que sus síntomas no se deban a la comida ni a una infección.

• Muchas personas se autodiagnostican de forma errónea porque no imaginan que su medicamento es el problema: a diferencia de un virus que sigue su curso o una bacteria que desaparece con la hidratación, los síntomas a causa de los medicamentos suelen persistir o varían según la dosis. Esto hace que sea más difícil reconocerlos y tratarlos.

Ochsner Health afirma que “los medicamentos como los agonistas del GLP-1, los AINE, los suplementos de hierro, los antidepresivos y los laxantes en exceso” causan malestar digestivo. Esto incluye cambios en la consistencia de las heces, retortijones o pérdida de apetito.

• Incluso los medicamentos de venta libre alteran el intestino: los AINE, como el ibuprofeno , dañan el revestimiento intestinal con el tiempo, lo que causa dolor abdominal o diarrea, por lo que, puede confundirse con una infección. Los antibióticos alteran el microbioma intestinal, ya que eliminan tanto las bacterias buenas como las malas, lo que suele causar síntomas como distensión o heces blandas. Se sabe que los suplementos de hierro causan estreñimiento o malestar estomacal, sobre todo cuando se toman sin alimentos.

• El momento en que aparecen los síntomas puede decir mucho: a diferencia de los virus o bacterias que causan síntomas repentinos y se propagan a otras personas, los problemas digestivos que se relacionan con los medicamentos suelen ser más graduales y no afectan a otras personas. Si es el único que se siente enfermo y acaba de cambiar de medicamentos o dosis, consulte a su médico para ver si necesita ajustar su plan de tratamiento.

• Hay análisis que ayudan a aclarar si la infección es parte del cuadro: el análisis de heces identifica infecciones bacterianas o partículas virales, pero solo se solicitan si los síntomas son graves o crónicos. Si el resultado de su análisis de heces es normal y aún se siente mal, es una clara señal de que su medicamento es el culpable. Esta información le permitirá hacer las preguntas correctas y evitar antibióticos o restricciones alimentarias innecesarias.

El momento después de comer revela la causa

Un informe de UNC Health describe que el tiempo transcurrido entre el consumo de alimentos y la aparición de los síntomas ayuda a determinar si se trata de una intoxicación alimentaria o un virus estomacal.5

El Dr. LeRon Jackson, médico de familia, explica que los síntomas que aparecen entre tres y seis horas después de comer con otras personas, en especial cuando varias personas se enferman, indican una intoxicación alimentaria. Pero, si los síntomas aparecen entre 12 y 24 horas después, es más probable que se trate de un virus. El momento es una de las herramientas más prácticas que puede usar para descubrir qué salió mal.

• La intoxicación alimentaria ataca y termina más rápido que una enfermedad viral: los síntomas de intoxicación alimentaria suelen resolverse en 24 a 48 horas, mientras que la gastroenteritis viral suele persistir de tres a cinco días. Si empieza a sentirse mejor después de un día, es una señal de que el problema fue algo que comió. Si los síntomas se prolongan durante varios días, en especial con fatiga o dolores musculares, es probable que se trate de una enfermedad viral.

• Los niños pequeños y los adultos de edad avanzada tienen mayor riesgo: la deshidratación es el mayor peligro y ciertos grupos de edad son más vulnerables. El Dr. LeRon Jackson advierte que “existe un alto riesgo de complicaciones en los extremos de la edad”, lo que significa que los niños menores de 5 años y los adultos mayores de 65 años deben vigilarse de cerca para detectar signos de deshidratación.

Algunos síntomas incluyen orina oscura, mareos y boca seca. Si los síntomas continúan durante más de cinco días, o si observa sangre en las heces, fiebre crónica o dolor de estómago intenso, es momento de consultar a su médico.

Estrategias para detener las enfermedades estomacales antes de que comiencen

Si lo sorprenden síntomas como náuseas, vómitos o malestar digestivo, le tengo una buena noticia, hay cosas que puede hacer para detenerlos. Ya sea que sus síntomas se deban a una intoxicación alimentaria, un virus estomacal o un medicamento de prescripción, la mejor forma de protegerse en el futuro es arreglar lo que dejó su sistema vulnerable en primer lugar. Eso significa fortalecer sus defensas, empiece con el intestino y el sistema inmunológico.

Un sistema inmunológico resistente es su primera línea de defensa contra los patógenos invasores, y sus hábitos diarios determinan qué tan fuerte es esa defensa. Estos pasos le ayudarán a recuperarse más rápido, reducir el riesgo de volver a enfermarse y evitar que la enfermedad se propague a las personas que lo rodean.

1. Fortalecer su intestino para hacerlo más resistente a las enfermedades: el revestimiento intestinal es la puerta de entrada de muchas infecciones. Para hacerlo, coma alimentos enteros, sin procesar y ricos en fibra (solo si su intestino está sano), polifenoles y probióticos. Esto incluye vegetales, bayas, cebollas, ajo, chucrut, kéfir y caldo de huesos, ya que ayudan a alimentar las bacterias beneficiosas y reducen la inflamación.

También se recomienda que reduzca su consumo de alcohol, aceites vegetales, que tienen un alto contenido de ácido linoleico (AL), y bocadillos ultraprocesados que deterioran su barrera intestinal y lo hacen más vulnerable.

2. Fortalecer su sistema inmunológico: si sufre mucho de virus estomacales, significa que su sistema inmunológico necesita apoyo. Duerma bien todas las noches. Pase tiempo al aire libre todas las mañanas para exponerse a la luz del sol y obtener vitamina D. Manténgase en movimiento, pero no entrene en exceso. Y consuma nutrientes que fortalezcan las células inmunológicas, incluyendo vitamina C (cítricos, pimientos, kiwi), zinc (ostras, cordero) y selenio (pescado salvaje).

3. Evitar los alimentos de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO) y elegir fuentes confiables: para reducir el riesgo de intoxicación alimentaria, evite los alimentos de animales que se crían en entornos sucios como las CAFO. Se sabe que la contaminación bacteriana, el uso excesivo de antibióticos y las malas prácticas de manipulación son comunes en estos lugares. Siempre que sea posible, compre carne, huevos, lácteos y productos agrícolas de granjas regenerativas a pequeña escala que prioricen la higiene y el bienestar animal.

Saber de dónde provienen sus alimentos y cómo se manipulan antes de llegar su plato es una de las mejores formas de prevención.

4. Verificar los medicamentos que toma: si toma un medicamento GLP-1 como Ozempic o Mounjaro, o incluso algo común como ibuprofeno, hierro o un nuevo antidepresivo, lea bien la etiqueta para ver si hay efectos secundarios que se relacionen con el estómago. Si experimenta malestar intestinal después de comenzar a tomar un medicamento, registre cuándo aparecen los síntomas y cuánto duran. Tal vez no sea un virus ni un alimento contaminado, podría ser su prescripción. Hable con su médico y busque alternativas.

5. Mantenerse bien hidratado, incluso antes de enfermarse: la deshidratación empeora los problemas intestinales, así que beba mucha agua filtrada todos los días. Si ha vomitado o tiene diarrea, beba pequeñas cantidades cada pocos minutos. Utilice su sed como guía para saber cuánta agua necesita para asegurarse de estar bien hidratado durante el día.

Para mayor precisión, utilice este marcador visual: el color ideal de la orina es paja pálido o amarillo muy claro. La orina de color amarillo oscuro o ámbar, junto con un olor fuerte, indican deshidratación.

Preguntas frecuentes sobre las diferencias entre una intoxicación alimentaria y un virus estomacal

P: ¿Cómo puedo diferenciar entre una intoxicación alimentaria y un virus estomacal?

R: Por lo general, la intoxicación alimentaria causa síntomas a las pocas horas de comer alimentos contaminados, mientras que un virus estomacal, como el norovirus, suele tardar entre 12 y 72 horas en aparecer. Si varias personas se enferman después de comer lo mismos alimentos, es probable que se trate de una intoxicación alimentaria. Si los síntomas aparecen de forma gradual o sin una relación clara con la alimentación, entonces es probable que se trate de un virus.

P: ¿Cuáles son los síntomas más comunes de estos problemas de salud?

R: Tanto la intoxicación alimentaria como la gastroenteritis viral causan náuseas, vómitos, diarrea, retortijones y fiebre. Los síntomas de intoxicación alimentaria tienden a ser más intensos pero de corta duración. Los síntomas virales duran más tiempo e incluyen fatiga, dolores musculares y fiebre baja.

P: ¿Los medicamentos causan síntomas similares a una intoxicación alimentaria o un virus estomacal?

R: Sí, medicamentos como el Ozempic, el Mounjaro, los AINE, los antibióticos y los suplementos de hierro se relacionan con síntomas como náuseas, estreñimiento o diarrea. Estos efectos secundarios pueden provocar que se confundan con enfermedades. Si los síntomas comienzan después de recibir una nueva prescripción o cambiar de dosis, significa el medicamento podría ser la causa.

P: ¿Cuál es la mejor forma de evitar que estas enfermedades se propaguen?

R: Limpiar las superficies que más utiliza dos veces al día con limpiadores a base de jabón o peróxido de hidrógeno. Lavarse bien las manos, no preparar alimentos cuando está enfermo y lavar la ropa contaminada con agua caliente. Las medidas de prevención hacen una gran diferencia, en especial cuando una persona en el hogar ya está enferma.

P: ¿Cómo fortalezco mi intestino y mi sistema inmunológico para evitar enfermarme?

R: Fortalezca sus defensas inmunológicas con ayuda de estrategias como dormir bien, controlar el estrés y mantenerse hidratado. Coma alimentos ricos en fibra y sin procesar (siempre y cuando su intestino esté sano) para alimentar sus bacterias intestinales e incluya alimentos fermentados como kéfir y chucrut para restaurar la resiliencia intestinal. Comience su día con un vaso grande de agua, expóngase a la luz natural y priorice nutrientes como la vitamina C, el zinc y el selenio para fortalecer su sistema inmunológico.