📝HISTORIA EN BREVE
- Los colorantes alimentarios artificiales como el Rojo No. 40, el Amarillo No. 5 y el Azul No. 1 son sustancias químicas que se derivan del petróleo y que se relacionan con problemas de comportamiento y desarrollo en los niños
- La FDA tiene previsto retirar todos los colorantes alimentarios sintéticos antes de que termine el 2026, y comenzará con el Rojo No. 3, el cual causó cáncer en estudios con animales, pero se mantuvo en productos alimentarios durante décadas
- Casi 1 de cada 5 alimentos envasados contiene colorantes sintéticos, y los productos para niños, como cereales y bocadillos, muestran los niveles más altos, a menudo junto con niveles de azúcares refinados muy altos
- Se han observado cambios en la conducta, como hiperactividad, falta de atención y alteraciones del sueño, en niños expuestos a dosis de colorantes muy por debajo de los límites “seguros” establecidos por la FDA
- Puede reducir la exposición de su familia al optar por alimentos naturales, leer las etiquetas, evitar suplementos y medicamentos con colorantes, y enseñar a los niños a relacionar los colores brillantes con elementos de la naturaleza en lugar de compuestos químicos
🩺Por el Dr. Mercola
Los colorantes artificiales no se crearon considerando la salud. Estos colorantes, que en un principio se derivaban del alquitrán de hulla y ahora se producen a partir del petróleo, se crearon para mejorar el aspecto de los alimentos procesados, no para nutrir el cuerpo ni proteger el cerebro de los niños. El Rojo No. 40, el Amarillo No. 5 y el Azul No. 1 no aportan ningún valor nutricional. Lo que sí se ha encontrado es una creciente preocupación científica por su impacto en la conducta, el aprendizaje y el desarrollo a largo plazo de los niños.
Si tiene hijos, es fácil ignorar estos aditivos. Están presentes en alimentos de consumo cotidiano como bocadillos de fruta, cereales, galletas saladas y vitaminas; los cuales son productos que se promocionan de manera constante para los niños y que con frecuencia se venden en grandes cantidades. Es posible que piense que si un alimento está disponible en el supermercado, ya pasó por una evaluación y se aprobó como seguro. Pero en el caso de los colorantes sintéticos, la ciencia revela otra cosa. De hecho, se ha demostrado que algunas de estas sustancias químicas alteran la atención y el estado de ánimo en dosis muy inferiores a las que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos todavía considera "seguras".
El verdadero problema es que estos aditivos no son esenciales para los alimentos, pero se han convertido en parte fundamental de ellos. Y mientras otros países han tomado medidas para prohibirlos o etiquetarlos, Estados Unidos se ha quedado atrás. Por primera vez en décadas, los reguladores federales han comenzado a eliminar poco a poco los colorantes alimentarios sintéticos, y el primero fue el mismo ingrediente que causó cáncer en animales de laboratorio hace más de 30 años. Entonces ¿qué fue lo que impulsó a la FDA a actuar, y por qué este cambio se esperaba desde hace tanto tiempo?
La FDA comienza a prohibir los colorantes alimentarios tras décadas de retraso
El Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas publicó un informe en el que destaca la decisión de la FDA de prohibir el colorante Rojo No. 3 e iniciar el proceso para eliminar todos los colorantes artificiales en alimentos antes de que termine el 2026.1 Esta medida responde a décadas de investigaciones científicas que han demostrado una relación entre los colorantes sintéticos y problemas graves de salud, como el cáncer2 y los trastornos neuroconductuales.
Se descubrió que el rojo No. 3, provocó tumores en ratas macho, por lo que se prohibió en los cosméticos desde hace varias décadas. Sin embargo, permaneció en alimentos, bebidas y medicamentos… hasta ahora.
• El Rojo No. 3 provocó tumores en animales de laboratorio, y eso basta para justificar su prohibición: la decisión de la FDA de prohibir el uso del Rojo No. 3 en alimentos y medicamentos de administración por vía oral, a partir de enero de 2027, se tomó con base en dos estudios realizados en animales, los cuales demostraron que contribuyó a que se formaran tumores en ratas macho. Aunque la agencia declaró que la relación con el cáncer se debía a un "mecanismo hormonal específico de las ratas" y no era relevante para los humanos,3 una cláusula federal de larga data prohíbe la aprobación de cualquier aditivo que se descubra que causa cáncer en humanos o animales.
• Los nueve colorantes sintéticos certificados se retirarán del mercado antes de que finalice el 2026: el rojo No. 3 representa solo el primer paso. La FDA también se ha comprometido a eliminar el uso de todos los aditivos de color certificados restantes en los alimentos, incluyendo el Azul No. 1 y 2, el Verde No. 3, el Rojo No. 40, el amarillo No. 5 y 6, el Naranja B y Rojo Cítrico No. 2. Hoy en día, el Naranja B se utiliza en envolturas de salchichas y el Rojo Cítrico No. 2 en cáscaras de naranja. Éstos serán los primeros en irse.
• Los colorantes son un indicador de los alimentos ultraprocesados, los cuales representan riesgos para la salud: los colorantes solo son una parte del problema. Cualquier alimento que contenga colorantes artificiales se considera, por definición, un producto ultraprocesado: una categoría que se relaciona con enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Este tipo de alimentos suele contener altas cantidades de azúcares refinados y grasas poco saludables, como el ácido linoleico (AL) presente en los aceites vegetales, además de carecer de valor nutricional. Optar por alimentos reales y completos, en lugar de los que tienen colorantes artificiales, representa una decisión más inteligente y segura a largo plazo.
Los alimentos dirigidos a los niños son una fuente oculta de colorantes sintéticos y exceso de azúcar
Un estudio de 2025 publicado en el Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics analizó la frecuencia con la que aparecen colorantes sintéticos en los alimentos envasados en Estados Unidos, así como la distribución de estos aditivos entre las diferentes categorías de productos.4
Los investigadores analizaron las etiquetas de ingredientes de 39 763 productos fabricados por las 25 principales empresas de alimentos y bebidas de Estados Unidos, lo que ofrece una de las descripciones más completas hasta la fecha. El objetivo fue identificar dónde se concentran los colorantes sintéticos y qué grupos demográficos están más expuestos.
• Los alimentos destinados a los niños tienen una probabilidad mayor de contener colorantes: el análisis reveló que el 19 % de todos los productos contenían al menos un colorante alimentario sintético. Pero cuando los investigadores analizaron los productos comercializados para niños, como cereales para el desayuno, barras y bebidas saborizadas, las cifras aumentaron demasiado.
Estos alimentos pensados para niños no sólo tenían una probabilidad mayor de contener colorantes, sino que también contenían, en promedio, un 264 % más de azúcar que sus contrapartes sin colorantes. Esto significa que si compra bocadillos populares para niños, es probable que le dé a su hijo una dosis doble de azúcar refinada y químicos artificiales.
• El rojo no. 40 fue el colorante más común, y rara vez se encontró solo: de los colorantes sintéticos detectados, el rojo no. 40 apareció en el 14 % de todos los productos analizados, el porcentaje más alto de todos los colorantes. Se encontró en mayor medida en bebidas saborizadas, bocadillos de frutas, galletas y cereales azucarados. Muchos productos no se limitaban a un único aditivo: varios incluían hasta cinco o siete colorantes diferentes en un solo producto.
• Los colorantes se utilizan para aumentar el sabor y disfrazar la baja calidad: los colorantes alimentarios no cumplen ninguna función nutricional: se utilizan para hacer que los productos parezcan más sabrosos, afrutados o frescos de lo que en realidad son. En muchos casos, los fabricantes de alimentos añaden colorantes para imitar ingredientes que ni siquiera están presentes.
Por ejemplo, es posible que un cereal con sabor a "fresa" no contenga fresas, pero el colorante rojo ayuda a reforzar la ilusión. Esto engaña a los consumidores y normaliza alimentos hiperpalatables y coloreados de manera artificial como parte de la alimentación diaria.
• Los colorantes no se encuentran solo en productos evidentes, sino que también están presentes en salsas, sopas e incluso en vitaminas: aunque los caramelos llamativos y las bebidas de colores neón son los culpables más evidentes, los colorantes también se utilizan en lugares menos esperados, como los encurtidos, los aderezos para ensalada, las sopas enlatadas e incluso en los multivitamínicos para niños. Estas exposiciones ocultas se acumulan a lo largo del día, en especial en el caso de los niños.
Efectos en el comportamiento con dosis menores que las consideradas seguras por la FDA
Una revisión sistemática de 2022 publicada en Environmental Health por la Oficina de Evaluación de Peligros para la Salud Ambiental (OEHHA) de la Agencia de Protección Ambiental de California examinó cómo los colorantes alimentarios sintéticos afectan el comportamiento de los niños.5
El equipo revisó 27 ensayos clínicos en humanos junto con estudios en animales, con el objetivo de identificar patrones consistentes de efectos neuroconductuales. Su objetivo fue determinar si los límites de seguridad actuales de la FDA en realidad protegen a los niños de daños, o si dichos límites están desactualizados y resultan peligrosamente permisivos.
• Los niños, en especial los más pequeños, presentaron cambios en su comportamiento: más de la mitad de los ensayos clínicos (52 %) mostraron relaciones importantes entre la exposición a colorantes sintéticos y el deterioro del comportamiento en los niños. Los efectos se observaron de manera más consistente en niños más pequeños, en especial en los que ya mostraban síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
En muchos de estos estudios se utilizaron informes de padres y profesores para medir cambios de comportamiento, y los padres informaron cambios observables incluso con dosis bajas.
• El Amarillo No. 5 y el Rojo No. 40 fueron los colorantes que más se relacionaron con la hiperactividad y la falta de atención: de entre los colorantes estudiados, el Amarillo No. 5 (también llamado tartrazina) y el Rojo No. 40 fueron señalados como causantes de alteraciones en el comportamiento de los niños. La revisión informó que estos colorantes se relacionaron con mayor ansiedad, ataques emocionales, problemas de sueño y pérdida de concentración.
En un ensayo clínico incluido en el análisis, los niños expuestos al Amarillo No. 5 exhibieron aumentos mensurables en los puntajes de hiperactividad en solo unos pocos días.
• Los estudios en animales mostraron cambios físicos en el cerebro, no solo alteraciones en el comportamiento: los roedores expuestos al Rojo No. 3, Rojo No. 40, Amarillo No. 5 y Amarillo No. 6 presentaron hiperactividad, dificultades de aprendizaje y cambios en el cerebro en las áreas que controlan la atención y la toma de decisiones. Cabe destacar que se observaron cambios estructurales incluso cuando los colorantes se administraron en niveles menores a los límites de consumo diaria aprobados por la FDA.
• Los problemas de comportamiento se presentaron a niveles de exposición mucho más bajos que los permitidos por la FDA: quizá el hallazgo más preocupante fue que varios estudios mostraron cambios en el comportamiento a dosis muy por debajo del consumo diario aceptable (ADIs, por sus siglas en inglés) actual establecido por la FDA. Esto sugiere que los límites regulatorios actuales están desactualizados y no reflejan la sensibilidad neurológica de los niños. De acuerdo con los investigadores, "las bases de las ADIs de la FDA no son adecuadas para proteger el neurocomportamiento en niños susceptibles".
• La explicación biológica se centra en la inflamación del cerebro y el estrés oxidativo: los investigadores de OEHHA identificaron varias formas en que los colorantes alimentarios sintéticos afectan la manera en que funciona el cerebro. En estudios con animales, la exposición provocó estrés oxidativo (una forma de daño celular causado por moléculas inestables) y aumentó la inflamación en el tejido del cerebro. Debido a que los cerebros de los niños aún están en desarrollo, son muy vulnerables a estos efectos.
Pasos sencillos para proteger a su familia de los colorantes alimentarios sintéticos
Si llegó hasta aquí ya sabe lo graves que son los riesgos. La buena noticia es que no está desamparado y no tiene que esperar los plazos de la FDA para actuar. Eliminar los colorantes sintéticos de su rutina diaria es más fácil de lo que parece, sin importar si desea proteger a sus hijos o solo quiere mejorar su alimentación.
Todo comienza con la concienciación, la lectura de etiquetas y un cambio hacia alimentos que nutran en lugar de manipular. Aquí hay cinco pasos sencillos que puede seguir para evitar los colorantes sintéticos y el daño que causan:
1. Sustituya los bocadillos ultraprocesados por alternativas de alimentos enteros: si está acostumbrado a comprar bocadillos preenvasados, busque marcas que estén certificadas como libres de colorantes o busque opciones de alimentos reales como frutas, cubos de queso, huevos duros y bayas frescas. Muchas marcas ahora ofrecen versiones sin colorantes de bocadillos populares, pero la mejor manera de evitar los aditivos por completo es cambiar el carrito de compras hacia alimentos que no necesitan una etiqueta que demuestre que son saludables.
2. Lea las etiquetas y aprenda a reconocer los nombres de los colorantes: los colorantes sintéticos a menudo aparecen como FD&C Rojo No. 40, Amarillo No. 5, Azul No. 1, etc. Si ve algo con un número después de un color, es artificial. Estos colorantes son comunes en cereales, yogures, botanas, bebidas deportivas, vitaminas e incluso en encurtidos y salsas. No asuma que un producto está limpio solo porque parece saludable: dele la vuelta y compruébelo.
3. Evite los peores infractores en los alimentos para niños: Si tiene hijos, aquí es donde necesita adoptar una estrategia. Los alimentos con mayor contenido de colorantes dirigidos a los niños incluyen bocadillos de frutas, bebidas de colores neón, cereales azucarados para el desayuno y dulces de colores. Estos artículos a menudo contienen más de un colorante además de azúcar refinada. Comience por sustituir un producto a la vez por una versión sin colorantes. Si no le es posible hacer un cambio total en su despensa de un día para otro, avance poco a poco en la dirección correcta.
4. Esté atento a los colorantes ocultos en medicamentos y vitaminas: esto sorprende a muchas personas. Si su hijo consume vitaminas masticables o en gomita, medicamentos para la alergia o analgésicos, existe una gran probabilidad de que contengan Rojo No. 40 o Amarillo No. 5. Asegúrese de que cualquier medicamento que su hijo tome en realidad lo necesite, consulte a su farmacéutico por opciones sin colorantes y opte por suplementos sin saborizantes y con etiquetas claras. Si le da medicamentos a su hijo de manea regular, esto podría ser una importante fuente oculta de exposición.
5. Enseñe a sus hijos (y a usted mismo) a relacionar los colores brillantes con la naturaleza, no con los químicos: una manzana roja, un betabel de color púrpura intenso, un mango dorado: esos son los verdaderos colores de la salud. Le recomiendo integrar la educación alimentaria en su vida diaria. Muéstrele a sus hijos la diferencia entre los colores naturales y los artificiales al cocinar y preparar comidas juntos.
Cuando comprenden que esas bebidas de color azul eléctrico no provienen de la naturaleza, tienen una probabilidad mayor de tomar mejores decisiones por su cuenta. No hace falta perfección: hace falta conciencia y acción. Empiece poco a poco y se sorprenderá de lo rápido que cambian las cosas una vez que comience a eliminar estos químicos innecesarios de su vida.
Preguntas frecuentes sobre los colorantes artificiales en los alimentos
P: ¿Qué son los colorantes alimentarios artificiales y por qué se utilizan?
R: Los colorantes alimentarios artificiales son productos químicos derivados del petróleo que se añaden a alimentos procesados, bebidas y medicamentos para mejorar la apariencia. No ofrecen ningún beneficio nutricional y a menudo se utilizan para imitar ingredientes reales o hacer que los alimentos parezcan más atractivos, en especial para los niños.
P: ¿Por qué la FDA empezó a prohibir el Rojo No. 3 y a eliminar poco a poco otros colorantes?
R: Se ha demostrado que el Rojo No. 3 causa tumores en estudios realizados con animales y, según la ley federal, cualquier aditivo que se relacione con el cáncer en humanos o animales se debe prohibir. La FDA eliminará poco a poco todos los colorantes alimentarios sintéticos certificados para fines de 2026 debido a la creciente evidencia de daños en el comportamiento y el desarrollo, en especial en los niños.
P: ¿Cómo afectan los colorantes sintéticos al comportamiento de los niños?
R: Más de la mitad de los ensayos clínicos revisados encontraron que los colorantes sintéticos, en especial el Amarillo No. 5 y el Rojo No. 40, empeoraron la hiperactividad, la atención y la regulación emocional, incluso en dosis muy por debajo de los límites aprobados por la FDA. Estudios en animales confirmaron cambios físicos en regiones del cerebro que se relacionan con la concentración y la toma de decisiones.
P: ¿Dónde es más común encontrar estos colorantes?
R: Los colorantes sintéticos se concentran en productos comercializados para niños, incluyendo cereales, barritas de bocadillos, dulces, bebidas e incluso vitaminas. También se encuentran en lugares menos obvios, como sopas, encurtidos, aderezos para ensaladas y medicamentos.
P: ¿Qué puedo hacer para evitar los colorantes sintéticos?
R: Puede protegerse a sí mismo y a su familia al optar por alimentos naturales, leer las etiquetas, evitar los bocadillos infantiles con mucha publicidad, buscar suplementos y medicamentos sin colorantes, y enseñar a los niños a valorar los alimentos coloridos de manera natural, como las frutas y vegetales.
