📝HISTORIA EN BREVE

  • Las personas que vapean tienen una probabilidad 47.3 % más elevada de desarrollar EPOC, mientras que los exvapeadores enfrentan un riesgo 76.6 % más elevado en comparación con las que no vapean
  • Los cigarrillos electrónicos liberan sustancias químicas nocivas como aldehídos y acroleína que causan inflamación pulmonar profunda, lo que causa daños irreversibles en las vías respiratorias y cicatrices
  • Vapear a diario aumenta 3.17 veces el riesgo de padecer la EPOC en los adultos que nunca fumaron cigarrillos, lo que desmiente las afirmaciones de que vapear es seguro
  • Incluso vapear o experimentar de vez en cuando aumenta en un 79 % el riesgo de padecer EPOC, y los exvapeadores mantienen un riesgo elevado mucho después de dejarlo
  • Los métodos efectivos para romper los hábitos de vapeo incluyen hacer ejercicio con regularidad, implementar Técnicas de Libertad Emocional (EFT, por sus siglas en inglés), recibir entrenamiento profesional y llevar un seguimiento de patrones de consumo

🩺Por el Dr. Mercola

Se estima que alrededor de 14 millones de adultos en Estados Unidos padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Esta afección se caracteriza por respiración persistente y difícil, tos continua, aumento de la producción de moco y fatiga intensa.1

Si no se trata, la EPOC deteriora de forma progresiva la función de los pulmones, lo que causa daño permanente a las vías respiratorias y reduce de forma significativa la calidad de vida. Las etapas avanzadas de la EPOC suelen provocar insuficiencia respiratoria y una tensión peligrosa para el corazón, lo que reduce en gran medida la esperanza de vida.

Desde hace tiempo se considera que fumar es un factor de riesgo importante de la EPOC y se puede prevenir si no se fuma en absoluto.2 Hoy en día, vapear (que se hace con los cigarrillos electrónicos) se promueve como una alternativa más segura a los cigarrillos. Sin embargo, ahora las investigaciones han relacionado este hábito a un riesgo mayor de padecer EPOC.

Un análisis exhaustivo confirma la relación directa entre el vapeo y la EPOC

Un estudio publicado en npj Primary Care Respiratory Medicine examinó datos de 17 estudios diferentes para determinar cómo el vapeo promueve el desarrollo de la EPOC.3 Los participantes, que abarcan más de 4.3 millones de adultos en todo el mundo, tienen orígenes diversos, incluyendo usuarios actuales de cigarrillos electrónicos, ex usuarios y personas que nunca habían vapeado ni fumado.

Los investigadores examinaron los registros de salud de estos grupos y descubrieron una verdad inquietante, y fue que vapear está asociado de manera consistente con un riesgo mayor de desarrollar la EPOC, sin importar el historial previo de tabaquismo.

• Los vapeadores actuales tuvieron un riesgo mucho mayor: el análisis demostró un riesgo 47.3 % mayor de desarrollar la EPOC en comparación con los que nunca vapearon. Los ex vapeadores tampoco se salvaron, sino que su riesgo aumentó un 76.6 %. Incluso las personas que experimentaron con el vapeo solo una o dos veces enfrentaron un riesgo mucho mayor de la EPOC, del 79 %. Estas cifras demuestran la amenaza persistente que supone el vapeo para la salud de los pulmones, incluso después de dejar de fumar.

• El riesgo de padecer EPOC aumentó sin importar la metodología: el riesgo elevado de EPOC se mantuvo estable sin importar el procedimiento que se utilizó en los estudios. Tanto los estudios transversales, que capturan datos de salud en un solo punto en el tiempo, como los estudios de cohorte que rastrean a las personas durante períodos prolongados demostraron evidencia consistente de daño. Esto significa que los efectos observados del vapeo en la EPOC son genuinos y no se deben solo a diferencias en el diseño o en los métodos de recopilación de datos.

De hecho, los investigadores realizaron controles de sensibilidad adicionales, que se conocen como "análisis de dejar uno fuera", para verificar la fiabilidad de sus hallazgos. Los investigadores eliminaron de forma sistemática cada estudio individual uno por uno para ver si los resultados generales cambiaban de forma significativa. Los resultados se mantuvieron sin cambios, lo que consolida aún más su conclusión de que vapear contribuye de forma directa al riesgo de padecer EPOC.

• Vapear comparte similitudes con la exposición al humo del cigarro: cuando inhala el vapor de los cigarrillos electrónicos, algunas sustancias nocivas como los aldehídos viajan a lo profundo de sus pulmones y dañan el tejido pulmonar. La acroleína, que es otra sustancia química tóxica que suele encontrarse en los aerosoles de los vaporizadores, inflama las vías respiratorias, lo que aumenta el riesgo de padecer EPOC.

• Una mirada más de cerca al daño en tus pulmones: vapear libera partículas ultrafinas que son tan pequeñas que pueden alcanzar y penetrar en los alvéolos de los pulmones, también conocidos como los sacos de aire. Estas partículas diminutas se alojan en los alvéolos y causan una respuesta inmunitaria inflamatoria. La inflamación crónica del tejido pulmonar sienta las bases para la irritación continua, la cicatrización y el estrechamiento de las vías respiratorias, que son las características de la EPOC.

La inflamación produce estrés oxidativo, que no solo irrita los pulmones, sino que también daña funciones críticas con el tiempo, lo que hace que la respiración sea cada vez más difícil. Con el paso de meses y años, este daño acumulativo conduce a una EPOC irreversible, que se caracteriza por tos persistente, dificultad para respirar, fatiga crónica y una menor habilidad para realizar actividades cotidianas.

• Los investigadores reconocen ciertas limitaciones: por ejemplo, algunos estudios carecieron de información detallada sobre la frecuencia con la que los participantes vapeaban o las sustancias exactas que usaban. Es difícil determinar con exactitud qué tan rápido aumenta el riesgo de padecer EPOC con un mayor uso de cigarrillos electrónicos si no se tienen datos precisos sobre la relación dosis-respuesta. Por lo tanto, los autores destacaron la importancia de realizar más investigaciones a largo plazo para aclarar estos detalles.

Vapear aumenta en gran medida el riesgo de EPOC en los adultos sin asma

En un estudio similar publicado en el Journal of Public Health, los investigadores analizaron la relación entre el vapeo y la EPOC entre adultos a quienes nunca se les había diagnosticado asma.4

El equipo utilizó datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductual de 2018 para analizar si solo vapear, sin fumar de manera tradicional, aumentaba de forma significativa los riesgos de EPOC en los adultos en todo Estados Unidos. Los investigadores analizaron datos de 177 209 participantes sin asma, lo que significa que esta condición no fue un factor que influyera en los resultados.

• Los investigadores descubrieron una tendencia clara: las personas que vapearon a diario tuvieron un resigo 3.17 veces más alto de padecer la EPOC en comparación con quienes nunca vapearon, incluso después de considerar otros factores importantes como la edad, el sexo, la educación, la actividad física y el peso corporal. En otras palabras, si es una persona que vapea todos los días y nunca ha fumado tabaco, su riesgo de sufrir la EPOC es mucho mayor que el de una persona que nunca ha fumado un cigarrillo electrónico.

• Los resultados son diferentes para las personas que fuman cigarrillos de tabaco: vapear no aumentó de forma notable el riesgo ya elevado de padecer EPOC de este grupo. Los investigadores teorizan que fumar con regularidad ya provoca un daño pulmonar tan severo que la exposición adicional al vapeo no agrega más daño medible.

• El riesgo no disminuye para los ex vapeadores: incluso si este grupo hubiera dejado de usar cigarrillos electrónicos, aún enfrentaron mayores probabilidades de padecer la EPOC en comparación con las personas que nunca vapearon. Aunque su riesgo no fue tanto como el de las personas que aún vapean todos los días, aun así fue elevado. Esto significa que el daño residual de las sustancias inhaladas puede persistir y aún afectar la salud de los pulmones.

• La duración y la frecuencia del vapeo influyen en el riesgo de padecer la EPOC: las personas que reportaron vapear con regularidad, en especial a diario, tuvieron un riesgo mayor de padecer la EPOC en comparación con quienes vapearon con poca frecuencia o experimentaron solo unas pocas veces. Esta relación dosis-respuesta clara expone las implicaciones para su salud, y es que vapear de manera regular y frecuente aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar la EPOC.

• Cómo vapear daña sus pulmones incluso si nunca ha fumado: de manera similar al estudio de npj Primary Care Respiratory Medicine, los investigadores observaron que inhalar sustancias nocivas como la acroleína daña los pulmones. Además, los metales tóxicos y compuestos orgánicos volátiles promueven una peor función de los pulmones.

Los investigadores enfatizaron que la relación entre el vapeo y la EPOC en los adultos que nunca fumaron cigarrillos es una preocupación cada vez mayor de salud pública. El vapeo se ha comercializado como una alternativa más segura a los cigarrillos de tabaco tradicionales, por lo que muchos consumidores, sobre todo los adultos jóvenes, subestiman sus peligros. Este estudio cuestiona de manera directa esas suposiciones.

¿Le cuesta mucho trabajo dejar de vapear? Pruebe estos consejos

Dejar de vapear es complicado, sobre todo cuando ya ha desarrollado un hábito. Pero las investigaciones demuestran que vapear daña los pulmones, incluso si nunca ha fumado cigarrillos. Si utiliza cigarrillos electrónicos, aunque sea de vez en cuando, le recomiendo que deje de hacerlo de inmediato. Estas son mis cinco recomendaciones para ayudarlo:

1. Reconfigure sus antojos mediante el ejercicio: uno de los cambios de estilo de vida más sencillos que puede implementar de inmediato es hacer ejercicio con regularidad. Según un estudio publicado en Tobacco Use Insights, mover el cuerpo lo inspira a mantenerse saludable. Lo más importante es que se utilice como un hábito sustituto del tabaco, que se perpetúa de forma saludable:5

"Un buen humor puede ayudar a prevenir las recaídas debido a que facilita el manejo del estrés y otros factores asociados con el tabaquismo. Además, dejar de fumar puede aumentar el peso en algunas personas debido a cambios en el metabolismo y un mayor apetito. El ejercicio puede ayudar a contrarrestar el aumento de peso y promover un estilo de vida más saludable, lo que podría respaldar aún más los esfuerzos para dejar de fumar.

Además, hacer ejercicio con regularidad podría ayudar a desarrollar la autoeficacia, o la creencia en la propia habilidad para tener éxito en dejar de fumar puede contribuir a la abstinencia a largo plazo".

A la hora de hacer ejercicio le recomiendo que empiece por caminar, ya que con este tipo de ejercicios nunca es demasiado. En mi entrevista con el Dr. James O'Keefe, señaló que el ejercicio intenso, sobre todo durante períodos prolongados, a la larga afecta su salud como si llevara un estilo de vida sedentario . Sus hallazgos demuestran que un promedio de 10 000 pasos al día beneficiará su salud.

2. Pruebe las Técnicas de Libertad Emocional (EFT) : esta es otra herramienta que le recomiendo para ayudarlo a controlar sus antojos. Estas técnicas utilizan una combinación de puntos de acupresión (basados en los mismos meridianos que se utilizan en la acupuntura), además de expresar afirmaciones positivas para restablecer el equilibrio entre el cuerpo y la mente.

3. Combine ambos para obtener los mejores resultados: en un estudio publicado en Scientific Reports, los investigadores seleccionaron a 41 fumadores adultos para ayudarlos a dejar de fumar mediante estimulación cerebral.6 Los fumadores se dividieron en cuatro grupos: estimulación eléctrica cerebral suave, ejercicios aeróbicos, una combinación de ambos y un placebo.

Cada participante se sometió a cinco sesiones que duraron menos de una hora cada una, y los investigadores observaron que el grupo combinado (estimulación cerebral con ejercicio) tuvo una disminución del 50.4 % de los antojos. Esto es mucho más que la reducción del 9 % de los antojos de los grupos que solo utilizaron un método. Por otro lado, el grupo combinado también fumó menos y se sintió más motivado a dejar de fumar.

Entonces ¿cuál es la conclusión? Los participantes experimentaron cambios significativos en sus antojos sin una gran inversión de tiempo, lo que puede desanimar a las personas que quieren dejar de fumar pero aún no se sienten preparadas. Le recomiendo apartar una hora de su día, cinco días seguidos, para andar en bicicleta o caminar al aire libre para estimular su mente y su cuerpo. Estos compromisos breves y diarios le ayudarán a dejar de vapear.

4. Busque ayuda externa: si ha hecho todo lo posible para dejar de vapear pero no es suficiente, considere pedir ayuda a profesionales. Con el uso de una línea telefónica para dejar de fumar, se les ofrecieron a 508 adultos jóvenes (de entre 18 y 24 años) dos llamadas de asesoramiento para ayudarlos a dejar de vapear.7

Tras completar el análisis, los investigadores observaron que el asesoramiento fue "exitoso para ayudar a los adultos jóvenes a dejar de vapear, y casi la mitad se abstuvo después de 3 meses".8

5. Monitoree su consumo: tome un cuaderno y comience a realizar un seguimiento de sus hábitos de fumar. Tome en cuenta cuántas veces vapea cada día, qué tan intensos son sus antojos y cómo es su estado de ánimo.

Escribir esta información lo hace más consciente de sus hábitos, y eso le da más poder para orientarse en una dirección más saludable. Comenzará a notar patrones, como ciertos momentos o situaciones que lo hacen fumar, para que pueda planificar y responder de manera diferente la próxima vez.

Preguntas frecuentes sobre la EPOC y el vapeo

P: ¿Cómo afecta el vapeo al riesgo de desarrollar la EPOC, incluso si nunca ha fumado?

R: Vapear a diario aumenta 3.17 veces el riesgo de padecer la EPOC, incluso si nunca ha fumado un cigarro tradicional. Los estudios demuestran que inhalar aerosoles de vapor expone los pulmones a sustancias químicas tóxicas como la acroleína y partículas ultrafinas que causan inflamación, daño tisular y cicatrices a largo plazo en las vías respiratorias.

P: ¿El riesgo de padecer la EPOC aún es elevado si solía vapear pero dejé de hacerlo?

R: Si, incluso los ex vapeadores tuvieron un riesgo 76.6 % mayor de desarrollar la EPOC en comparación con las personas que nunca vapearon. El daño que causa vapear no desaparece después de dejar de fumar, lo que significa que cuanto más tiempo haya utilizado los cigarrillos electrónicos, más daño residual quedará en sus pulmones.

P: ¿Qué tipo de daño causa el vapeo en los pulmones?

R: Vapear introduce compuestos dañinos como los aldehídos y los compuestos orgánicos volátiles en lo profundo de los pulmones. Estos compuestos provocan inflamación y estrés oxidativo en los alvéolos, que son los sacos pequeños de aire responsables del intercambio de oxígeno. Con el paso del tiempo, esto conduce a cicatrices crónicas, estrechamiento de las vías respiratorias y dificultad respiratoria progresiva, las cuales son características distintivas de la EPOC.

P: ¿Los cambios de comportamiento a corto plazo podrían ayudar a reducir los antojos de vapear?

R: Si, un estudio demostró que combinar ejercicio aeróbico con sesiones breves de estimulación cerebral redujo en un 50.4 % los antojos en solo cinco sesiones cortas. Incluso los cambios sencillos como caminar todos los días o usar Técnicas de Libertad Emocional (EFT) podrían reconfigurar la respuesta de su cerebro a los antojos y motivarlo a que abandone los cigarrillos electrónicos por completo.

P: ¿Cuáles son las estrategias más efectivas que puedo implementar para dejar de vapear?

R: Comience con acciones pequeñas y consistentes. Lleve un seguimiento de su uso del cigarrillo electrónico y sus antojos en un cuaderno y comprométase a moverse todos los días (por ejemplo, camine). También puede buscar apoyo profesional, ya que las llamadas de asesoramiento a través de líneas telefónicas para dejar de fumar ayudaron a adultos jóvenes a dejar de vapear en tres meses. Lo importante es la rutina, el apoyo y la conciencia de sus hábitos.