📝HISTORIA EN BREVE

  • Las venas varicosas afectan a más de 40 millones de personas en Estados Unidos y a menudo se confunden con un problema estético, aunque indican problemas más profundos en la circulación que empeoran con el tiempo
  • Estas venas agrandadas y retorcidas suelen aparecer en las piernas. Se forman cuando la sangre comienza a fluir en sentido retrógrado y se acumula en las venas, lo que aumenta la presión y hace que las paredes de los vasos se estiren y se inflamen
  • El riesgo aumenta con la edad, los cambios hormonales, el embarazo, estar de pie o sentado durante mucho tiempo, la obesidad, el comportamiento sedentario, los trastornos del tejido conectivo y los antecedentes familiares de problemas venosos o trastornos de la coagulación
  • Las opciones de tratamiento para las venas varicosas incluyen el uso de dimetilsulfóxido (DMSO) para reducir la inflamación y favorecer la curación, y terapia de cama inclinada para restablecer la circulación durante la noche
  • Las formas de prevención incluyen caminar a diario, elevar las piernas con regularidad, utilizar calzado adecuado, controlar el peso, hidratarse y evitar estar sentado o de pie durante períodos prolongados o utilizar ropa restrictiva que ejerza una presión innecesaria sobre la parte inferior del cuerpo

🩺Por el Dr. Mercola

Alrededor de 40 millones de personas en Estados Unidos tienen venas varicosas,1 pero la mayoría no les presta atención hasta que empiezan a doler. Estas venas agrandadas a menudo se descartan como un problema estético, es decir, tienen una apariencia desagradable pero no se toman en serio. Esa mentalidad impide que muchas personas presten atención desde el principio, incluso cuando los síntomas sutiles empiezan a interferir en su vida cotidiana.

Sin embargo, las venas varicosas no solo son un problema superficial, sino que reflejan cambios en su circulación que, si se pasan por alto, generarán problemas de salud más persistentes y graves. Conocer las causas de las venas varicosas y lo que dicen sobre su salud vascular general le permite intervenir a tiempo y facilita el cuidado de su cuerpo a largo plazo.

Las causas, factores de riesgo y diagnóstico de las venas varicosas

Cualquier vena cercana a la superficie de la piel puede volverse varicosa, es decir, agrandarse y torcerse, pero las venas de las piernas suelen ser las más afectadas. Estas venas varicosas suelen tener un color azulado o morado, sobresalir de la piel y pueden sentirse calientes o sensibles al tacto. Suelen hacerse más pronunciadas después de pasar mucho tiempo de pie o sentado.2

Aunque su aspecto puede ser similar al de las arañas vasculares, las venas varicosas son más profundas, más grandes y más disruptivas para un flujo sanguíneo saludable. La presencia de estas venas refleja la incapacidad del cuerpo para mover la sangre hacia arriba contra la fuerza de la gravedad.

• La circulación saludable depende de válvulas unidireccionales en las venas: las venas sanas dependen de una red de válvulas unidireccionales para devolver la sangre al corazón. Estas válvulas funcionan en sincronía con las contracciones de los músculos en la parte inferior del cuerpo para mantener la sangre moviéndose hacia arriba, contra la gravedad.3

Con cada paso, los músculos de la pantorrilla comprimen las venas cercanas, lo que ayuda a que la sangre supere la gran distancia vertical hasta llegar al pecho. Este mecanismo depende de la integridad de los vasos y de la coordinación de muchos componentes que mantienen la presión y la dirección. La sangre fluye de manera constante y sin interrupciones cuando el sistema funciona bien.4

• Las venas varicosas se forman cuando estas válvulas unidireccionales ya no se cierran por completo: cuando las válvulas se debilitan o fallan, la sangre se desliza hacia atrás y se deposita en la sección inferior de la vena. Esta acumulación aumenta la presión local, lo que distiende poco a poco el vaso y perjudica aún más la función de la válvula.

Con el paso del tiempo, las paredes de la vena pierden su elasticidad y comienzan a abultarse hacia afuera, lo que crea un agrandamiento visible. La gravedad aumenta este efecto, sobre todo en las piernas, en las cuales la distancia vertical desde el corazón es más larga y la necesidad de circulación es mayor.5

• Varios factores influyen en la probabilidad de este proceso: con el paso de los años el riesgo de desarrollar venas varicosas aumenta, a medida que el desgaste de las paredes y válvulas de las venas se acumula de manera gradual con el tiempo. Si es mujer, los cambios hormonales, en especial durante el embarazo o la menopausia, relajan aún más las paredes de las venas y la hacen más susceptible.

Durante el embarazo, aumenta el volumen sanguíneo circulante, cambian los niveles de hormonas y el útero en expansión comprime las venas pélvicas, todo lo cual eleva la presión en las venas de las piernas. La genética también tiene una gran influencia, junto con la obesidad y el comportamiento sedentario, que aumentan la carga sobre las venas y reducen la efectividad de la bomba muscular.

Si su trabajo lo mantiene de pie durante mucho tiempo o sentado durante horas sin moverse, sus venas se enfrentan a más estrés. También es más vulnerable si ha padecido una trombosis venosa profunda (TVP), una lesión en la pierna o una afección que incida en la fuerza y la flexibilidad del tejido conectivo.6,7,8

• ¿Cómo se diagnostican las venas varicosas?: Un médico evaluará sus piernas mientras está de pie y buscará inflamación, abultamiento o cambios de color visibles. Si su médico sospecha reflujo venoso, le solicitará una ecografía dúplex para evaluar la dirección y la velocidad del flujo sanguíneo, la función de la válvula y los signos de obstrucción.

Esta prueba también ayuda a diferenciar entre las venas superficiales y las venas más profundas que están incrustadas dentro de los músculos. Identificar dónde se origina la disfunción permite que el tratamiento sea más preciso y ayuda a descartar otras afecciones vasculares o linfáticas.9,10

• Las complicaciones surgen a medida que la afección avanza: si bien muchas personas viven con venas varicosas durante años sin que sean una gran molestia, podría convertirse en problemas más graves si no se trata. Una de sus complicaciones es la trombosis venosa superficial, en la cual una sección de la vena se endurece, se torna roja y se vuelve dolorosa debido a la coagulación.

En algunos casos, estos coágulos pueden extenderse a venas más profundas, lo que aumenta el riesgo de TVP, que conlleva el riesgo de una embolia que podría ser mortal si un coágulo se desprende y viaja a los pulmones. A medida que la presión venosa aumenta, la piel alrededor de los tobillos puede decolorarse, volverse frágil o inflamarse, lo que sienta las bases para las úlceras.

La inflamación crónica, también conocida como edema, genera más estrés sobre los tejidos circundantes, y las venas frágiles se rompen con un traumatismo leve, lo que provoca sangrado espontáneo.11

Síntomas de venas varicosas que debe considerar

La progresión de las venas varicosas tiende a ser lenta y sutil, por lo que sus primeros síntomas a menudo pasan desapercibidos o se desestiman, en especial cuando la piel permanece intacta y el tejido circundante parece normal. Es fundamental que preste atención a los siguientes síntomas, no solo para aliviarse sino también para evitar que se presenten complicaciones más graves:12,13,14

• Una sensación de pesadez suele desarrollarse hacia el final del día: si pasa muchas horas de pie o sentado, comenzará a notar un dolor sordo en las piernas que se alivia con el descanso, pero que poco a poco regresa con mayor frecuencia. La zona se sentirá tensa o inflamada, y subir escaleras o permanecer de pie durante mucho tiempo hace que la incomodidad sea más notoria.

• El dolor puede cambiar de sordo a palpitante o con calambres: sentirá una sensación pulsátil cerca de las venas dilatadas, que a veces está acompañada de dolores agudos o pulsátiles. La incomodidad se manifiesta como una sensación profunda de calambres que se extiende a las pantorrillas o detrás de las rodillas.

También es posible que sienta comezón, hormigueo o sensación de ardor a lo largo de las venas afectadas. Estos síntomas suelen intensificarse por la noche, lo que dificulta que se relaje o consiga un sueño reparador.

• La inflamación en la parte inferior de las piernas se vuelve más común y persistente: esto se debe a que las pantorrillas y los tobillos comienzan a retener líquido que no desaparece rápido. Al final de la tarde los zapatos le apretarán y los calcetines le dejarán marcas profundas alrededor de los tobillos. En algunas áreas, la piel sobre la inflamación lucirá tirante o un poco brillante y comenzará a ver cambios sutiles en el color alrededor de los grupos de venas visibles.

• Los cambios en la piel cerca de las venas afectadas indican una disfunción avanzada: la piel que las rodea se vuelve cada vez más vulnerable ante la presión constante que sufren las venas. Comenzará a aparecer por encima del tobillo una decoloración que, a menudo, adquirirá un tono oxidado o marrón.

La piel de esta zona se sentirá más fina y frágil, la textura se volverá seca o correosa y notará una comezón más frecuente. Estos cambios demuestran que el tejido circundante ya no recibe suficiente oxígeno ni nutrientes, que es un efecto del deterioro del flujo sanguíneo y del retorno venoso deficiente.

• La curación es lenta y pueden aparecer úlceras venosas en las etapas posteriores: si no se trata la disfunción subyacente, incluso las lesiones pequeñas en el área afectada tardarán más en sanar. Los rasguños pequeños persistirán y se convertirán en heridas superficiales y persistentes.

Con el paso del tiempo, desarrollará úlceras venosas, por lo general cerca de los tobillos, que resisten curarse y se vuelven propensas a las infecciones. Estas úlceras reaparecerán a menos que se reduzca la presión en las venas, y requerirán un cuidado constante para evitar un mayor deterioro de la piel y daño a los tejidos.

• Los síntomas persistentes señalan el inicio de una insuficiencia venosa crónica: la insuficiencia venosa crónica es el término que se utiliza cuando los síntomas se vuelven persistentes y empeoran cada vez más. En esta etapa, las venas ya no podrán mantener una circulación saludable. La incomodidad se extenderá más allá de las venas individuales y afectará toda la parte inferior de la pierna, lo que provoca fatiga, limita la movilidad y dificulta que permanezca de pie por mucho tiempo.

Si estos síntomas comienzan a aparecer, no los ignore ni suponga que se resolverán por sí solos, ya que cuanto más tiempo se acumula la presión subyacente, más difícil es revertir el daño.

Estrategias para abordar las venas varicosas

El manejo de las venas varicosas no solo requiere una corrección estética, también implica abordar la presión subyacente, restaurar la circulación y proteger el tejido circundante del daño a largo plazo. Las siguientes estrategias se suelen utilizar en el cuidado convencional de las venas varicosas:

• La terapia de compresión es el enfoque estándar de primera línea: las medias de compresión de grado médico aplican una presión graduada en la parte inferior de las piernas, lo que ayuda a sostener las paredes de las venas y estimula el flujo sanguíneo hacia arriba en dirección del corazón.

Este enfoque no revierte la afección, pero a menudo reduce las molestias y la inflamación. Cuando la compresión no es suficiente, los médicos recomiendan los procedimientos que cierran o eliminan las venas disfuncionales para redirigir la sangre a través de venas más sanas.

• Se utilizan procedimientos poco invasivos para colapsar o eliminar las venas dañadas: las técnicas más utilizadas incluyen la escleroterapia, en la cual se inyecta un agente químico para cicatrizar la vena, y la ablación térmica endovenosa, que utiliza calor de láser o radiofrecuencia para colapsar el vaso afectado.

En algunos casos, la ablación mecanoquímica combina la disrupción mecánica con un agente esclerosante para favorecer la efectividad. Para venas más grandes o más difíciles, se pueden utilizar opciones quirúrgicas como la flebectomía ambulatoria o la ligadura de venas para extraer o atar de manera física la vena dañada.

Para las personas que buscan alternativas más allá de la corrección mecánica o quirúrgica, existen varias terapias no invasivas disponibles para ayudarle a mantener su tono vascular de manera más integral:

• El dimetilsulfóxido (DMSO) es una alternativa de espectro amplio para el apoyo vascular: el DMSO es una sustancia natural con efectos antiinflamatorios, analgésicos y de mejora de la circulación. Cuando se aplica en la piel, penetra de manera profunda en los tejidos. En las personas con venas varicosas, esto a menudo reduce la visibilidad de las venas agrandadas, disminuye el dolor o comezón y reduce la presión en la parte inferior de las piernas.15,16

• El DMSO tiene una influencia importante en la curación de úlceras venosas y daños en la piel causados por la mala circulación: en estudios clínicos e informes de casos a largo plazo, ha demostrado la habilidad de promover la reparación rápida de los tejidos, apoyar la granulación, reducir la inflamación y prevenir infecciones.17,18

Entre los pacientes diabéticos con úlceras crónicas del pie, aplicar DMSO todos los días ayudó a restaurar la integridad del tejido en los casos que la atención convencional no tuvo resultados.19 Parece que no solo es efectivo para la cicatrización de heridas, sino también para reducir la hiperpigmentación, el engrosamiento y la fragilidad que suelen observarse en la insuficiencia venosa de larga duración.20,21

• Los usuarios reportan mejoras en el tono de las venas, la integridad de la piel y la circulación local: como compuesto venotrópico, el DMSO mejora el tono y la capacidad de respuesta de las venas, lo que ayuda a normalizar el retorno sanguíneo con el tiempo. El DMSO también parece reducir el sangrado capilar y la decoloración postinflamatoria.22 Descubra más sobre cómo el DMSO favorece la reparación de la piel y la salud vascular en mi artículo titulado: "La 'poción milagrosa' que brinda alivio a las enfermedades de la piel".

• La terapia de cama inclinada utiliza la posición del cuerpo para favorecer el retorno venoso: esta terapia es un método estructural y sistémico para favorecer el retorno venoso sin ninguna medida invasiva. Cuando eleva la cabecera de la cama 6 pulgadas (5 grados), su cuerpo se encuentra en un ángulo que utiliza la gravedad para ayudar al movimiento de la sangre y la linfa mientras duerme.

Este método se originó a partir de la observación de que las plantas hacen circular fluidos con el uso de gradientes de densidad y gravitacionales, y que estas fuerzas también pueden promover la circulación en los humanos. En un experimento, las venas varicosas desaparecieron después de cuatro semanas de dormir en una inclinación de 6 pulgadas, lo que es una señal de que se logró "un cambio positivo en la circulación".23

Si desea conocer más sobre este método, mire el video a continuación y lea mi artículo titulado: "Dormir en esta posición podría aliviar la diabetes, glaucoma, migrañas y mucho más" para obtener más información de cómo favorece la circulación.

Cómo reducir el riesgo de padecer venas varicosas

No puede cambiar su genética ni el proceso natural de envejecimiento, pero sí tiene control sobre la cantidad de estrés que sus venas deben soportar a diario. Una de las formas más efectivas de prevenir el desarrollo o el empeoramiento de las venas varicosas es mantener un flujo sanguíneo saludable. Eso significa que debe encontrar formas de reducir la presión en la parte inferior de las piernas a lo largo del día. Le recomiendo estas estrategias:24

1. Mueva su cuerpo con regularidad: si permanece sentado o de pie por mucho tiempo en el trabajo, intente cambiar de posición con frecuencia. Flexione los tobillos, cambie el peso de una pierna a la otra o realice caminatas breves para que la sangre en las pantorrillas se mueva hacia arriba. Cuando esté sentado, evite cruzar las piernas o mantener las rodillas muy juntas por mucho tiempo, ya que esto limita la circulación y aumenta la presión en las extremidades inferiores.

2. Levante las piernas durante el día: esto ayuda a aliviar la presión venosa ya que permite que la gravedad favorezca la circulación en lugar de dificultarla. Descanse con las piernas elevadas por encima del nivel del corazón siempre que sea posible. Esto le da un descanso a sus venas y ayuda a reducir la inflamación, en especial después de hacer alguna actividad. Utilizar almohadas o un cojín en forma de cuña mientras está acostado o reclinado puede hacer que esto se convierta en una parte habitual de su rutina cotidiana.

3. Elija los zapatos adecuados: los tacones altos reducen la habilidad de los músculos de la pantorrilla para contraerse por completo, lo que debilita el bombeo natural que mueve la sangre hacia arriba. Utilice zapatos con tacones más bajos y suficiente soporte para permitir que sus pantorrillas se activen de manera correcta. La ropa ajustada alrededor de la cintura, los muslos o las pantorrillas también interfiere con el retorno venoso, sobre todo si se utiliza por muchas horas.

4. Controle su peso: esto reduce la tensión innecesaria en la parte inferior del cuerpo. Incluso una pérdida modesta del exceso de peso aliviará la carga sobre su sistema venoso y favorecerá la circulación general. Caminar, nadar o andar en bicicleta a diario mantiene la sangre en movimiento y fortalece los grupos de músculos que apoyan la función de las venas. No necesita realizar entrenamientos intensos, lo que importa es la constancia y el ritmo, sobre todo en las piernas.

Preguntas frecuentes sobre las venas varicosas

P: ¿Qué son las venas varicosas y por qué se desarrollan?

R: Las venas varicosas son venas agrandadas y torcidas que suelen aparecer en las piernas. Estas venas se forman cuando las válvulas unidireccionales de las venas comienzan a fallar, lo que permite que la sangre fluya en sentido retrógrado y se acumule. Esta acumulación incrementa la presión, estira las paredes de las venas y hace que éstas se abulten hacia afuera. Con el tiempo, esto indica que hay un problema subyacente con la circulación, no solo un problema superficial.

P: ¿Cómo se ven y se sienten las venas varicosas?

R: Por lo general las notará como venas abultadas, de color azul o morado, que se elevan sobre la superficie de la piel. Pueden sentirse calientes o sensibles al tacto, y los síntomas como dolor, inflamación o pesadez a menudo se intensifican después de estar de pie o sentado por mucho tiempo. A medida que la afección progresa, también podría experimentar dolor punzante, comezón o decoloración de la piel.

P: ¿Las venas varicosas son peligrosas?

R: Sí, sobre todo si no se tratan. Con el paso del tiempo, provocan trombosis venosa superficial, trombosis venosa profunda, úlceras venosas, daño en la piel e inflamación crónica. Estas complicaciones pueden comenzar de manera sutil pero volverse más graves si no se interviene a tiempo.

P: ¿Cómo ayuda el DMSO con las venas varicosas?

R: El DMSO (dimetilsulfóxido) ayuda a aliviar la inflamación, mejora la circulación y promueve la curación del tejido dañado. Es muy útil para reducir el dolor, reduce las venas visibles y acelera la recuperación de úlceras o cambios en la piel debido a una mala circulación.

P: ¿Cómo implemento la terapia de cama inclinada para las venas varicosas?

R: Levante la cabecera de su cama 6 pulgadas para crear una pendiente descendente desde la cabeza hasta los pies. Esta posición para dormir promueve el drenaje de líquidos, reduce la inflamación nocturna y favorece la circulación en las piernas.

Este método puede parecer contradictorio, ya que uno esperaría que solo elevar los pies fuera el objetivo, pero inclinar todo el cuerpo permite que la gravedad ayude al flujo sanguíneo y linfático de forma más continua. Muchas personas reportan mejoras visibles al cabo de unas semanas de implementar esto de manera constante.