📝HISTORIA EN BREVE
- Ciertos medicamentos IBP para la acidez estomacal se relacionan con un riesgo 16 % mayor de infarto, e incluso podrían duplicar el riesgo de morir a causa de un evento cardiovascular, incluso en personas sin antecedentes de enfermedades del corazón
- A diferencia de lo que muchos creen, la acidez estomacal suele ser el resultado de la falta (no el exceso) de ácido estomacal, y dado que los IBP inhiben la producción de ácido, solo empeoran el problema
- El uso crónico de IBP daña los riñones, debilita los huesos, reduce la absorción de nutrientes e incrementa el riesgo de infecciones, ya que el ácido estomacal es esencial para combatir los patógenos
- Si toma algún medicamento IBP, reduzca poco a poco la dosis y cambie a famotidina (Pepcid), que es una opción más segura que no solo evita los riesgos cardíacos, sino que también ayuda a reducir el exceso de serotonina que drena la energía y causa inflamación
- Restaurar la producción de ácido estomacal y la función digestiva después del uso crónico de IBP toma varios meses e incluso años, y requiere de un refuerzo nutricional específico
🩺Por el Dr. Mercola
En los Estados Unidos, más de 60 millones de personas sufren acidez estomacal,1 y la mayoría recurren a los medicamentos de venta libre en busca de alivio. Estos medicamentos (inhibidores de la bomba de protones o IBP) prometen un alivio rápido y duradero. Pero, podrían causar efectos secundarios que pocos conocen.
Lo que comienza como una solución simple para el reflujo suele terminar en una dependencia que altera mucho más que la digestión. Estos medicamentos no solo neutralizan el ácido, sino que detienen por completo su producción. Esto es un problema porque el ácido estomacal realiza funciones muy importantes, que incluyen: descomponer los alimentos, absorber nutrientes y defender el intestino de microbios dañinos.
Cuando se altera el funcionamiento de este sistema, su salud comienza a deteriorarse. Y problema es que, el cuerpo no necesita que se deje de producir ácido. Para la mayoría de las personas, la verdadera causa del reflujo son los niveles bajos de ácido estomacal y no el exceso como muchos creen. Y cuando los IBP reducen aún más estos niveles, se producen cosas como fermentación, inflamación y una presión que lleva el ácido hacia el esófago.
Pero, las consecuencias no se limitan a la salud del intestino. El uso crónico de IBP incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares, incluso en personas sin antecedentes de enfermedades del corazón.2 Esto incluye infarto y muerte por causas que se relaciona con el corazón. Si toma estos medicamentos todos los días porque piensa que son inofensivos, esta información lo hará cambiar de opinión, y además, encontrará soluciones más seguras que abordan la causa subyacente del problema.
Este medicamento popular se relaciona con un mayor riesgo de infarto
En un análisis a gran escala que se publicó en PLOS One, los científicos de la Universidad de Stanford analizaron más de 16 millones de documentos clínicos de 2.9 millones de pacientes.3 Su objetivo fue determinar si los IBP (medicamentos como el omeprazol [Prilosec] y el esomeprazol [Nexium]) producían algún efecto en el riesgo de eventos cardiovasculares, infarto en particular.
• La población del estudio incluyó personas con reflujo ácido pero sin enfermedades del corazón: los investigadores se enfocaron en adultos con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), que es la causa más común por la que se utilizan los medicamentos IBP.
Aislaron a los participantes con ERGE que nunca habían sufrido un infarto. Para descartar interacciones farmacológicas, excluyeron a las personas que tomaban clopidogrel, que es un anticoagulante que suele prescribirse después de sufrir un infarto. Esto permitió que evaluaran el efecto de los IBP en la población general, y no sólo en personas con alto riesgo cardiovascular.
• Los IBP se relacionaron con un riesgo 16 % mayor de infarto: los datos demuestran que los pacientes con ERGE que tomaban IBP tenían un riesgo 1.16 veces mayor de infarto. Este incremento se encontró en múltiples conjuntos de datos y se mantuvo constante entre las diferentes marcas de IBP.
• Las personas que tomaban IBP tuvieron el doble de riesgo de morir por problemas cardíacos: en un estudio a largo plazo que involucró a 1503 adultos que se sometieron a imágenes del corazón, los investigadores realizaron un seguimiento durante varios años.
Descubrieron que las personas que tomaban IBP tenían el doble de riesgo de morir por eventos cardiovasculares, como infarto, derrame cerebral o paro cardíaco, que los participantes que no tomaban estos medicamentos. Este incremento en el riesgo se mantuvo incluso después de considerar factores como la presión arterial y los antecedentes de tabaquismo.
• Los bloqueadores H2 no se relacionaron con estos riesgos cardiovasculares: para comparar los tipos de medicamentos, los investigadores también utilizaron bloqueadores H2 como la famotidina (Pepcid), que reducen el ácido estomacal a través de un mecanismo diferente. A diferencia de los IBP, los bloqueadores H2 no se relacionaron con un mayor riesgo de infarto, ni muerte por causas cardiovasculares. Esta diferencia clave sugiere que el problema es exclusivo del mecanismo de acción de los IBP.
• El mecanismo de los IBP involucra una molécula que bloquea el óxido nítrico: los IBP interfieren con una enzima que descompone una molécula natural que inhibe la producción de óxido nítrico. El óxido nítrico (ON) es esencial para relajar los vasos sanguíneos, mantener su elasticidad y hacerlos más resistentes a los coágulos.
Sin suficiente ON, el revestimiento de los vasos sanguíneos se endurece y se inflama. En muestras de venas de pacientes con bypass coronario, se demostró que los IBP inhiben la producción de óxido nítrico, lo que confirma el impacto de estos medicamentos en los vasos sanguíneos humanos, y no solo en las células de laboratorio.
Otros efectos secundarios graves de los medicamentos para la acidez estomacal
En los Estados Unidos, millones de personas toman IBP porque piensan que son inofensivos. De hecho, son unos de los medicamentos más populares a nivel mundial, ya que cuentan con unos 15 millones de usuarios en Estados Unidos y miles de millones en ventas en todo el mundo.4 Pero, el impacto de los IBP no se limita al corazón, ya que estos medicamentos se relacionan con una serie de complicaciones a largo plazo, y muchas ocurren de manera silenciosa y pasan desapercibidas hasta que el daño ya es grave.
• Los IBP también afectan los riñones, la densidad ósea y el sistema nervioso: el uso crónico de IBP se relaciona con problemas graves en los riñones, que incluyen enfermedad renal crónica,5 lesión renal aguda y enfermedad renal terminal.
• Los huesos también se vuelven más frágiles, lo que incrementa su riesgo de fracturas: los IBP reducen tanto el ácido estomacal que afectan la absorción de calcio. Con el tiempo, esto debilita los huesos. 6 La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, emitió una alerta de seguridad sobre el uso crónico de estos medicamentos, en la que afirma que podría incrementar el riesgo de fracturas de muñeca, cadera y columna. 7 Si tiene osteopenia u osteoporosis es aun peor, sobre todo en personas de 60 años en adelante, sedentarias o mujeres en posmenopáusia.
• Los niveles bajos de ácido estomacal también incrementan el riesgo de infecciones: el ácido estomacal no solo ayuda a digerir los alimentos; también es su primera línea de defensa contra los patógenos. Esto significa que tener niveles bajos de ácido, permite que las bacterias dañinas sobrevivan y prosperen. Las personas que toman IBP son más propensas a contraer infecciones como Clostridium difficile (C. diff), neumonía, Salmonella y E. coli. Estas infecciones suelen ser graves, sobre todo en adultos de edad avanzada y personas con un sistema inmunológico débil.
• Estos efectos ocurren incluso en dosis normales: el daño no se limita a las dosis altas o el uso crónico. El simple hecho de tomar estos medicamentos varias veces al año lo pone en riesgo. Por esta razón, la FDA recomienda que no exceda los tres períodos de tratamiento de 14 días al año, pero muchos consumidores y médicos deciden ignorar esta advertencia.
Los síntomas de la acidez estomacal son similares a los de un infarto
En ocasiones, la acidez estomacal y el infarto son muy similares.8 Cuando aparecen síntomas como malestar en el pecho, náuseas o dificultad para respirar, muchas personas piensan que solo se trata de problemas digestivos y no actúan a tiempo. Un error que ha cobrado muchas vidas. Aprender a diferenciarlos podría hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
• Este problema afecta a decenas de millones cada mes: en los Estados Unidos, más de 60 millones de personas sufren acidez estomacal al menos una vez al mes, y para 15 millones se trata de un problema cotidiano.9 Por otro lado, más de 800 000 personas sufren un infarto cada año.
La diferencia en las cifras de los casos de estos dos problemas de salud, crea confusión y hace que las personas cometan el error de suponer que la acidez estomacal es inofensiva cuando en realidad es un signo de algo mucho más grave. La acidez estomacal suele sentirse como "ardor en el pecho entre el estómago y la boca",10 mientras que el dolor por infarto suele describirse como una sensación de presión, opresión o pesadez.
• Un infarto no siempre sigue el mismo patrón: el Dr. Juan Carlos Rozo, experto en cardiología en el Houston Methodist explica que muchas personas todavía creen que un infarto siempre causa un dolor agudo y aplastante en el pecho.11 Pero, este estereotipo provoca que las personas subestimen otros síntomas. Muchas veces, un infarto comienza con signos más sutiles, como fatiga leve, falta de aire, sudores fríos o dolor en los brazos, la mandíbula o la espalda.
• Algunas diferencias clave que ayudarán a saber si se trata de una emergencia: existen varias diferencias entre la acidez estomacal y el infarto que pueden ayudarlo a determinar qué está sucediendo en ese momento:12
◦ La acidez estomacal suele ir acompañada de un sabor amargo en la boca o una sensación de comida subiendo por el esófago.
◦ Los síntomas de un infarto se extienden (irradian), sobre todo a los brazos, la espalda, la mandíbula o el cuello.
◦ La acidez estomacal suele aparecer y desaparecer según lo que coma.
◦ El malestar por infarto dura más tiempo, se siente más profundo y no se alivia con productos para la digestión.
• Los síntomas en el pecho deben tratarse como una emergencia: el consejo es claro: actuar a tiempo puede hacer toda la diferencia. El Dr. Juan Carlos Rozo afirma que, si el malestar en el pecho viene acompañado de dificultad para respirar, sudores fríos, náuseas o mareos, significa que se trata de una emergencia y debe buscar ayuda de inmediato. Muchas personas se aguantan porque creen que el dolor pasará o bien, piensan que es por algo que comieron. Pero, si se trata de un evento cardíaco, esa decisión podría costarle minutos muy valiosos.
Cuando el corazón se queda sin oxígeno cada minuto cuenta, y la supervivencia depende de la rapidez con la que se restablezca el flujo sanguíneo. El azul de metileno y la melatonina son dos compuestos muy beneficiosos en caso de infarto. Administrar azul de metileno ayuda a reducir el daño en los tejidos, mientras que la melatonina ayuda a reducir la lesión por reperfusión cuando se toma justo después de un sufrir un infarto o derrame cerebral.
Una alternativa más segura a los IBP
Muchas personas asumen que el reflujo ácido es el resultado de demasiado ácido estomacal. Pero, en realidad suele ser todo lo contrario. Cuando los niveles de ácido estomacal son muy bajos, los alimentos se fermentan en lugar de digerirse. Esto incrementa la presión y provoca que el ácido se vaya hacia el esófago. Y, los IBP no solucionan este problema. De hecho, lo empeoran porque bloquean el poco ácido que el cuerpo trata de producir.
• Los niveles bajos de ácido alteran la digestión de las proteínas y causan un desequilibrio intestinal: el ácido estomacal es esencial para convertir las proteínas en aminoácidos. Cuando deja de producir ácido, no se digieren las porciones grandes de proteína y así llegan al intestino. Esto alimenta las bacterias y levaduras dañinas. Con el tiempo, esto causa disbiosis, que es un estado en el que los microbios malos en el intestino superan en número a los buenos, lo que causa síntomas como gases, distensión abdominal y más reflujo.
• Los IBP crean dependencia: a pesar de que tome estos medicamentos, su cuerpo nunca cesa en su intento por producir ácido estomacal. A la larga, esto provoca que incremente el número de células productoras de ácido para compensar la situación. Por lo que, si deja de tomar IBP de un día para otro, esas células llenaran de ácido su estómago. Y ese efecto rebote suele sentirse peor que el reflujo con el que comenzó.
• La forma más segura de dejar de tomar IBP: si ha tomado IBP durante meses o años, no es buena idea dejarlos de golpe. Es muy importante reducir poco a poco la dosis, lo ideal es que lo haga mientras implementa estrategias naturales para mejorar su digestión, como tomar betaína HCl, bebidas amargas o vinagre de sidra de manzana. Una vez que alcance una dosis mínima, cambie a Pepcid, un bloqueador H2 que es más seguro para la salud del corazón. Luego, también reduzca poco a poco esa dosis.
• El tiempo que toma restaurar por completo la producción de ácido: para los usuarios a largo plazo, el cuerpo necesita tiempo (meses o incluso un par de años) para normalizar los niveles de ácido estomacal y restaurar la función del esfínter esofágico inferior (EEI), que es la válvula que mantiene el ácido en el estómago. No sucederá de la noche a la mañana, pero si es constante, refuerza su salud intestinal y optimiza sus niveles de energía, abordará la causa subyacente en lugar de solo enmascarar los síntomas.
La razón de mi postura con respecto al Pepcid
Si busca un bloqueador de ácido más seguro, le recomiendo Pepcid. A diferencia de los bloqueadores H2 como la cimetidina (Tagamet) y la ranitidina (Zantac), o los IBP peligrosos, el Pepcid alivia la acidez estomacal mientras proporciona otros beneficios sistémicos y sus efectos secundarios son mínimos.
La mayoría de las personas no saben que la famotidina tiene propiedades que ayudan a mantener la serotonina bajo control. Esto es importante porque ahora se sabe que el exceso de serotonina causa inflamación crónica, dolor, fatiga e incluso disfunción mitocondrial. Un informe de caso que se publicó en Korean Journal of Anesthesiology menciona el caso de un hombre de 70 años que desarrolló un síndrome serotoninérgico después de una cirugía.13
A los pocos minutos de recibir famotidina por vía intravenosa, sus síntomas (temblores, agitación y fiebre) desaparecieron por completo. Georgi Dinkov, especialista en bioenergía, explica que la famotidina bloquea la actividad de la serotonina en todo el cuerpo, lo que reduce la inflamación y la falta de energía que se relacionan con los niveles elevados de este neurotransmisor.14
El Pepcid no solo alivia el reflujo, sino que ayuda a calmar la inflamación subyacente que causa dolor, fatiga y cambios de humor. También es mucho más seguro que los bloqueadores H2 como la ranitidina, que se retiró del mercado debido a la contaminación por N-nitrosodimetilamina (NDMA), que es un posible carcinógeno.
Incluso el "Zantac 360°" (que volvieron a lanzar hace poco), ahora utiliza famotidina como ingrediente activo, lo que hace que su mecanismo sea idéntico al Pepcid. En resumen: si quiere dejar de tomar IBP o necesita un alivio a corto plazo, el Pepcid es el único bloqueador H2 con décadas de uso seguro y beneficios que van más allá de su estómago.
Estrategias seguras para abordar la causa subyacente del reflujo ácido
Si depende de medicamentos como los IBP para la acidez estomacal, es hora de abordar la causa real, que es mejorar la digestión, no inhibir la producción de ácido. Como se mencionó, el verdadero problema suelen ser los niveles bajos de ácido estomacal (no el exceso), en especial cuando los síntomas son crónicos o empeoran con el tiempo.
La solución no está en aliviar los síntomas, sino en restaurar la base que ayuda al estómago a descomponer los alimentos, absorber nutrientes y protegerlo de los patógenos. Estas cinco estrategias lo ayudarán a restaurar su digestión, proteger su corazón y alejarlo de la dependencia de bloqueadores de ácido peligrosos.
1. Restaurar los niveles de energía celular que se requieren para producir ácido estomacal: se requieren niveles elevados de energía para producir ácido estomacal. Cuando sus mitocondrias, las diminutas fuentes de energía de sus células, no funcionan bien, se reduce la producción de ácido estomacal. Esto provoca síntomas como mala digestión, distensión abdominal y reflujo.
Primero refuerce la salud de sus mitocondrias a través de estrategias como: exponerse de forma segura al sol, consumir carbohidratos saludables (alrededor de 250 gramos al día) y evitar los aceites de semillas, que contienen ácido linoleico que altera la producción de energía. Esto le da a su cuerpo las herramientas que necesita para convertir los alimentos en ácido, y evitar los problemas relacionados.
2. Darle a su estómago lo que necesita para producir ácido: necesita materias primas para producir ácido clorhídrico. Además de optimizar la función de las mitocondrias, consumir alimentos que contengan hidrógeno, como frutas frescas, vegetales y proteínas, y alimentos que contenga cloruro, como sal, jitomates, lechuga, apio y aceitunas, le dará a su cuerpo las herramientas que necesita para producir ácido estomacal en niveles saludables. Consumir chucrut o jugo de repollo también ayuda a producir ácido estomacal.
3.Utilizar herramientas de apoyo digestivo seguras: consumir bebidas amargas antes de las comidas le indica a su cuerpo que comience a producir ácido. Si sus niveles de ácido estomacal son demasiado bajos, pruebe la betaína HCl, comience con una cápsula antes de comer e incremente poco a poco la dosis hasta que experimente una sensación de calor o una molestia leve, ese es su umbral.
En este punto, reduzca un poco la dosis y así manténgala. Otra opción es que mezcle 1 cucharada de vinagre de sidra de manzana sin pasteurizar, ni filtrar, en un vaso lleno de agua, y beberlo justo antes o después de comer. Eso le dará a su estómago el impulso que necesita.
4. Restaurar sus niveles de zinc para estimular la producción de ácido: se necesita zinc para producir ácido clorhídrico. Si tiene una deficiencia, su cuerpo no producirá el ácido que necesita para funcionar de forma correcta. La mayoría de los adultos requieren entre 8 y 11 miligramos al día. Le recomiendo que trate de obtenerlo de los alimentos, que incluyen carne de res de animales alimentados con pastura y yogur sin pasteurizar. Si tiene mala digestión, es probable que no absorba suficiente zinc de los suplementos, así que enfóquese en alimentos reales.
5. Dejar de tomar IBP de forma gradual y comenzar a utilizar una estrategia más segura: si toma algún IBP, no deje de tomarlo de golpe. Como se mencionó, experimentará un efecto rebote y su estómago creará aún más ácido, lo que empeorará los síntomas. Mejor, implemente las estrategias anteriores mientras reduce poco a poco su dosis. Una vez que alcance la dosis mínima, cambie a Pepcid. Después de eso, reduzca de forma gradual la dosis del bloqueador H2 durante varias semanas hasta que ya no lo necesite más.
Preguntas frecuentes sobre los inhibidores de la bomba de protones (IBP)
P: ¿Por qué los IBP son peligrosos si se utilizan a largo plazo?
R: Los IBP bloquean la producción de ácido estomacal, lo que causa una serie de efectos secundarios. Su uso crónico se relaciona con un riesgo mayor de infarto, enfermedades renales, fracturas óseas, infecciones e incluso demencia. También interfieren con la absorción de nutrientes, lo que termina por debilitar todo el cuerpo. Según las investigaciones, incluso las personas sin problemas cardíacos, tienen mayor riesgo de eventos cardiovasculares cuando toman IBP.
P: ¿Cuál es la causa real de la acidez estomacal?
R: Los síntomas de ERGE, como la acidez estomacal, son el resultado de los niveles bajos de ácido estomacal. Esto causa una mala digestión, en especial de proteínas, que se fermentan en el intestino y alimentan a las bacterias dañinas. La presión que se crea a causa de esta fermentación hace que suba el contenido del estómago, lo que provoca reflujo. Por lo que, tomar IBP para inhibir la producción de ácido solo empeora el problema.
P: ¿Cuáles son alternativas más seguras para controlar el reflujo?
R: Restaurar de forma natural la producción de ácido estomacal para mejorar la digestión. Esto incluye: comer alimentos que contengan sodio y cloruro, utilizar ayudas digestivas como bebidas amargas, betaína HCl y vinagre de sidra de manzana y consumir alimentos con alto contenido de zinc. Reducir poco a poco la dosis de IBP, cambiar a un bloqueador H2 como famotidina y luego retirarlo de forma gradual también ayuda a evitar los síntomas de rebote.
P: ¿Qué pasa si dejo de tomar IBP de golpe?
R: Dejar de tomar IBP de golpe suele incrementar los niveles de ácido estomacal. Cuando toma IBP, el cuerpo incrementa la cantidad de células productoras de ácido, por lo que la abstinencia repentina empeora los síntomas. Esto no significa que regreso al problema inicial, sino que su cuerpo está tratando de recalibrarse. La clave está en hacerlo de forma gradual.
P: ¿Cuánto tiempo tarda en mejorar la digestión después de dejar de tomar IBP?
R: El tiempo de recuperación varía. Para las personas que han tomado IBP durante un período prolongado, pueden tardar varios meses o hasta dos años en restaurar los niveles saludables de ácido estomacal y la función digestiva. Reforzar la salud de su intestino con alimentos, suplementos y cambios de estilo de vida adecuados, acelera bastante el proceso y evita las recaídas.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 5, 9, 10, 11, 12 Cureus. 2023 Dec 3;15(12):e49883
- 2, 3 PLOS One June 10, 2015
- 4, 7 Dolman Law Group, The Dangerous Side Effects of Heartburn Medications
- 6 Int J Environ Res Public Health. 2019 May 5;16(9):1571
- 8 Houston Methodist April 15, 2025
- 13 Korean Journal of Anesthesiology. 2017 Jan 11;70(2):221–223
- 14 To Extract Knowledge from Matter August 24, 2024