📝HISTORIA EN BREVE
- La histerectomía suele practicarse en respuesta a una serie de problemas ginecológicos, pero las investigaciones demuestran que altera la salud cardiovascular a largo plazo, sobre todo si se realiza antes de los 50 años o cuando también se extirpan los ovarios
- Los datos de Nurses’ Health Studies demuestran que la histerectomía incrementa el riesgo de enfermedades del corazón y derrame cerebral, incluso con terapia de estrógeno, sobre todo en mujeres que se someten a esta cirugía antes de la menopausia
- Un estudio sólido que se realizó en Corea confirmó que la histerectomía incrementa el riesgo de derrame cerebral, lo que sugiere que el útero tiene una relación estrecha con la salud cardiovascular, de forma independiente al estado hormonal
- La histerectomía podría estimular la actividad del estrógeno sin oposición. Incluso en niveles normales, el estrógeno permanece activo en los tejidos, lo que deteriora de forma gradual la función de las mitocondrias, el metabolismo y el bienestar
- Si ya se practicó la histerectomía, es fundamental mantener un equilibrio hormonal, lo que puede lograr con estrategias como: evitar los aceites vegetales, limitar la exposición a disruptores endocrinos y considerar la progesterona natural para contrarrestar la actividad del estrógeno sin oposición
🩺Por el Dr. Mercola
La histerectomía es una de las cirugías más comunes en los Estados Unidos. Este procedimiento consiste en extirpar el útero, lo que significa que no habrá más períodos, ni posibilidad de embarazo. Cada año, se realizan alrededor de 600 000 histerectomías, y la probabilidad es que, una de cada tres mujeres de 60 años ya se sometió a este procedimiento.1
En un principio, la histerectomía se desarrolló para tratar cánceres ginecológicos. Hoy en día, se utiliza para abordar otros problemas ginecológicos, que incluyen el dolor pélvico crónico, los fibromas, la endometriosis, el sangrado menstrual abundante y el prolapso uterino. Muchas mujeres se someten a este procedimiento mucho antes de la menopausia, a veces entre los 30 y 40 años.2
En algunos casos, también se extirpan ambos ovarios, en un procedimiento que se conoce como ooforectomía bilateral.3 Si bien la cirugía puede proporcionar un alivio real, sobre todo si los síntomas son graves, también plantea preguntas importantes sobre qué sucede cuando se extirpan los órganos reproductivos antes de tiempo.
Los resultados de Nurses’ Health Studies, que se realizan desde hace tiempo, revelan estas consecuencias y afirman que existe una relación estrecha entre la histerectomía y un mayor riesgo cardiovascular. Los datos llevaron a los expertos a investigar cómo y cuándo se recomienda el procedimiento, sobre todo en mujeres más jóvenes.4
Las consecuencias de la histerectomía temprana
El estudio se publicó en Obstetrics & Gynecology,5 y analizó los datos de casi 240 000 mujeres, que dividieron en tres grupos principales: sin cirugía, histerectomía e histerectomía con ooforectomía bilateral. Además, cada grupo se dividió según el uso de estrógeno, esto con el fin de determinar el impacto de la terapia hormonal en los resultados a largo plazo.
• La histerectomía a una edad más temprana incrementa el riesgo cardiovascular: los investigadores observaron que las mujeres que se sometieron a una histerectomía antes de los 50 años tenían mayor riesgo de eventos cardiovasculares importantes, como infarto, derrame cerebral o cirugía de bypass. Mientras que las mujeres que se sometieron a una histerectomía antes de los 46 años y no utilizaron estrógeno tuvieron un riesgo 21 % mayor de enfermedad cardiovascular (ECV).
• El uso de estrógeno no compensa por completo los efectos de este procedimiento: por lo general, a las mujeres que se someten a una extirpación de ovarios o una histerectomía temprana se les prescribe estrógeno para compensar la caída repentina en su producción de hormonas. Se cree que alivia los síntomas de la menopausia y reduce algunos de los riesgos que se relacionan con la pérdida de hormonas.
Pero, este estudio demuestra que incluso entre las mujeres que utilizaron estrógeno después de una histerectomía y una ooforectomía, las que tenía menos de 46 años mantuvieron un riesgo 26 % mayor, mientras que las que tenían entre 46 y 50 años, experimentaron un riesgo un poco menor pero que aún se considera elevado. Los investigadores dijeron que:
“una histerectomía a una edad más joven, con o sin ooforectomía, se relaciona con un mayor riesgo de ECV. Es importante mencionar que utilizar estrógeno no parece contrarrestar los efectos negativos de la histerectomía con ooforectomía antes de los 50 años”.6
• El riesgo se extiende a los diferentes grupos de edad: entre las mujeres que no utilizaron estrógeno y se sometieron a ambas cirugías, el riesgo cardiovascular fue elevado en todas las edades excepto en aquellas mayores de 60 años. En este grupo de edad, la mayoría ya estaban en la posmenopausia, lo que podría explicar esta diferencia. Estos hallazgos sugieren un periodo crítico en la mediana edad cuando el cuerpo es más sensible a las alteraciones hormonales.
• El patrón apunta a algo más que solo la pérdida de estrógeno: si bien se culpa a la deficiencia de estrógeno por el deterioro cardiovascular después de la menopausia natural o quirúrgica, este estudio contradice esta postura. Es posible que haya otras vías involucradas, que incluyen los cambios en las proporciones hormonales, la señalización metabólica y las respuestas inflamatorias.
Si bien la histerectomía es una opción importante para tratar problemas ginecológicos graves, este estudio enfatiza la importancia de ser muy cuidadoso al momento de tomar la decisión en torno a estas cirugías en mujeres más jóvenes.
Otro estudio confirma la relación entre la extirpación del útero y el riesgo cardiovascular
En 2023, un estudio que se publicó en JAMA Network Open confirmó la relación entre la histerectomía temprana y un mayor riesgo cardiovascular. Este estudio de cohorte poblacional a gran escala que se realizó en Corea del Sur también se propuso a analizar los riesgos cardiovasculares a largo plazo de la histerectomía y para hacerlo, dio seguimiento a mujeres de 40 a 49 años que se sometieron a cirugía reproductiva antes de la menopausia natural.7
• La histerectomía temprana se relacionó con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares graves: en un grupo de más de 135 000 mujeres que se siguieron durante casi ocho años, las participantes que se sometieron a una histerectomía antes de los 50 años tuvieron mayor riesgo de experimentar eventos cardiovasculares graves, incluyendo derrame cerebral. La tasa de incidencia fue de 115 por cada 100 000 personas-año en el grupo de histerectomía, a diferencia de 96 en el grupo de control.
Después de ajustar los factores de confusión, la histerectomía se relacionó con un riesgo 25 % mayor de ECV. "Estos hallazgos sugieren que el útero puede tener un efecto de protección cardiovascular en las mujeres, y de una forma independiente a las hormonas sexuales femeninas", dijeron los autores.
• El derrame cerebral fue la consecuencia más común: incluso los procedimientos poco invasivos como la histerectomía laparoscópica se relacionaron con un riesgo 32 % mayor de derrame cerebral. La reiteración este hallazgo en todos los enfoques quirúrgicos indica que, el hecho de extirpar el útero, sin importar la técnica, es suficiente para causar cambios vasculares.
• El riesgo elevado se mantuvo a pesar de controlar otros factores: el riesgo elevado de derrame cerebral se mantuvo elevado incluso después de ajustar las variables de riesgo cardiovascular comunes, como la hipertensión, la diabetes, el colesterol y la terapia hormonal. Esto refuerza la idea de que la histerectomía por sí sola puede influir de forma directa en la fisiología cardiovascular, en lugar de solo empeorar los problemas de salud existentes.
• Los mecanismos implican alteraciones en la señalización ovárica alterada y cambios en la viscosidad sanguínea: el estudio menciona dos vías principales que podrían explicar el incremento del riesgo cardiovascular, incluso cuando los ovarios se dejan en su lugar:
“una suposición previa fue que uno de los posibles mecanismos es la interrupción del flujo sanguíneo ovárico desde los ligamentos ováricos durante la histerectomía, lo que podría provocar una insuficiencia ovárica prematura. Se observó una disminución del flujo sanguíneo ovárico y niveles bajos de esteroides sexuales ováricos después de una histerectomía.
Otro posible mecanismo es que la pérdida de la menstruación después de una histerectomía podría causar un efecto hemorreológico dañino. Después de la menopausia, incrementan los niveles de hematocrito.
Y, los niveles elevados de hematocrito se relacionan con una mayor viscosidad sanguínea, lo que provoca una lesión endotelial, ruptura de placas como resultado del incremento en la tensión de corte en la pared del vaso y formación de trombos por agregación de glóbulos rojos, lo que incrementa el riesgo de eventos cardiovasculares adversos”.8
Conservar los ovarios no previene los efectos negativos de la histerectomía temprana
Otro estudio de Mayo Clinic que se publicó en Menopause,9 confirma la relación entre la histerectomía y un mayor riesgo cardiovascular a largo plazo. A diferencia de las investigaciones anteriores que analizaron la extirpación tanto del útero como de los ovarios, este estudio se enfocó en mujeres que conservaron sus ovarios. A pesar de conservar los ovarios, los resultados demuestran que la histerectomía por sí sola se relaciona con un riesgo mayor de enfermedad cardiovascular y metabólica a largo plazo.
• La histerectomía sin ooforectomía también incrementa los riesgos de salud: el estudio hizo un seguimiento de más de 2094 mujeres en Minnesota que se sometieron a histerectomías por problemas benignos entre 1980 y 2002. Según un comunicado de prensa de Mayo Clinic:10
“descubrieron que las mujeres que se sometieron a una histerectomía sin extirpar los ovarios, tuvieron mayor riesgo de hiperlipidemia, hipertensión, obesidad, arritmias cardíacas y enfermedad de las arterias coronarias.
Lo más sorprendente es que los investigadores descubrieron que, las mujeres que se sometieron a una histerectomía sin extirpar los ovarios a los 35 años o antes, tuvieron mayor riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva (un riesgo 4.6 veces mayor) y de enfermedad de la arteria coronaria (un riesgo 2.5 veces mayor)".
La Dra. Shannon K. Laughlin-Tommaso, autora principal del estudio, también dijo que las mujeres de entre 36 y 50 años que se sometieron a una histerectomía sin extirpar los ovarios experimentaron un riesgo 1.3 veces mayor de enfermedad de la arteria coronaria, lo que representa un incremento estimado del 6 % en el riesgo absoluto.
• Las consecuencias cardiovasculares no surgieron de inmediato: las diferencias se hicieron evidentes unos 20 y 25 años después de la cirugía, que es el momento aproximado en el que la mayoría de las mujeres entrarían de forma natural a la menopausia. Esto sugiere que la histerectomía podría causar un cambio gradual en los sistemas reguladores del cuerpo, lo que altera el proceso de envejecimiento y enfermedad.
• Conservar los ovarios no evitó que se alterara el estado hormonal: según la Dra. Laughlin-Tommaso, “una teoría es que la pérdida del flujo sanguíneo colateral a los ovarios a causa de la histerectomía reduce la reserva ovárica. O es posible que el útero en sí produzca un efecto directo y desconocido en los ovarios”.
• Los efectos de aparición tardía demuestran la necesidad de un enfoque a largo plazo: dado que la ECV suele desarrollarse de forma gradual, la duración del período de seguimiento del estudio fue esencial para identificar el riesgo que estudios más cortos podrían ignorar. Sus hallazgos demuestran que las decisiones quirúrgicas que se toman entre los 30 y 40 años tienen efectos dominó décadas después, ya que influyen en cómo y cuándo surgen las enfermedades que se relacionan con la edad.
Si bien los autores de este estudio recomendaron ofrecer o considerar un tratamiento hormonal a las mujeres que necesitan someterse a una histerectomía, estudios más recientes demuestran que esta estrategia no previene sus efectos dañinos.
Si ya ha leído mis artículos anteriores sobre el estrógeno, sabrá que tampoco creo que la deficiencia sea el factor principal detrás de estos resultados. Como explicaré a continuación, creo que la clave está en cómo se altera (no se agota) la señalización endocrina, una vez que ya no hay menstruación.
El papel del desequilibrio de estrógenos después de la histerectomía
Durante mucho tiempo, las directrices médicas consideraron la pérdida de estrógeno como la preocupación principal después de la menopausia natural o las cirugías que afectan la regulación de las hormonas reproductivas. Esta suposición es la base de las directrices de la terapia hormonal y aún influye en las decisiones de tratamiento hoy en día. Pero, cada vez hay más evidencia que demuestra que, el verdadero problema no solo es la cantidad de estrógeno que se pierde, sino el desequilibrio que se produce cuando también se reducen los niveles de otras hormonas como la progesterona y los andrógenos.
• En las mujeres con histerectomía, el desequilibrio hormonal suele comenzar con una ovulación interrumpida: incluso cuando se conservan los ovarios, extirpar el útero puede alterar el flujo sanguíneo ovárico y la señalización hormonal, lo que provoca que la ovulación sea menos constante o bien, un deterioro ovárico más temprano. Dado que la progesterona solo se produce después de la ovulación, sus niveles disminuyen primero. 11 Esto crea un estado de dominancia de estrógeno.
• El estrógeno sin oposición altera la función del tejido y el metabolismo energético: el estrógeno realiza funciones esenciales en el cuerpo, pero sin progesterona para moderar sus efectos, comienza a alterar el comportamiento de las células. Incrementa el calcio intracelular, daña las mitocondrias y causa sensibilidad de los receptores, lo que promueve el estrés oxidativo, reduce la flexibilidad metabólica y altera la función cardiovascular.
• Las proporciones hormonales son clave para comprender el riesgo: en 2025, un estudio que se publicó en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism descubrió que las mujeres que utilizaban terapia de reemplazo hormonal (TRH) a base de estrógenos experimentaron:12
◦ Concentraciones de cuatro a siete veces mayores de estrona y estradiol, tanto en la grasa subcutánea como en la visceral.
◦ Niveles de testosterona hasta 30 % menores en la grasa visceral, a pesar de que los niveles totales de testosterona fueron similares entre los grupos.
◦ Niveles menores de testosterona libre (biodisponible).
◦ Las proporciones de estrógeno y andrógeno eran de nueve a doce veces mayores en la grasa subcutánea y de cuatro a seis veces mayores en la grasa visceral.
• El tejido graso revela la dominancia de estrógeno: estos hallazgos sugieren que la terapia de reemplazo hormonal a base estrógeno no solo incrementa los niveles de esta hormona, sino que también crea dominancia de estrógeno dentro del tejido graso. Este cambio es aún más evidente en la grasa subcutánea y visceral, y no siempre puede identificarse con los análisis de sangre estándar.
Esto es importante porque el tejido graso es fundamental para regular la inflamación, la sensibilidad a la insulina y la función de los vasos sanguíneos. Cuando el estrógeno supera a los andrógenos, altera el comportamiento de la grasa de formas que afectan el metabolismo y la salud cardiovascular. En otras palabras, el equilibrio hormonal dentro de la grasa, no sólo en la sangre, podría ser un factor clave para comprender los riesgos y beneficios a largo plazo de la TRH.
• La dominancia de estrógeno se produce incluso sin terapia hormonal: Georgi Dinkov, un respetado experto en salud metabólica, habló sobre el estudio del Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Dijo que la proporción de progesterona y estrógeno debería estar entre 200 y 500 con el fin de mantener un equilibrio hormonal óptimo. Cualquier valor por debajo de 100 se considera dominancia de estrógeno.
Pero, en el grupo que no recibió terapia de reemplazo hormonal, Georgi Dinkov calculó proporciones demasiado bajas: 16 en sangre, 20 en grasa subcutánea y 38 en grasa visceral, que están dentro del rango de dominancia de estrógeno. Dijo que si estos números se encontraran en mujeres en etapa premenopáusica, indicarían un claro desequilibrio endocrino y justificarían una intervención clínica. 13
Esto sugieren que el desequilibrio hormonal que se produce después de la histerectomía o la menopausia podría estar presente desde antes de que comience cualquier tratamiento. Es posible que agregar más estrógeno a través de la terapia de reemplazo hormonal no restablezca el equilibrio, sino todo lo contrario. En el caso de las mujeres con histerectomía, en especial a edades más tempranas, esto podría ayudar a explicar porqué la terapia con estrógenos no protege del todo contra la ECV e incluso podría empeorar el estrés fisiológico subyacente.
Para una explicación más detallada sobre el impacto de los desequilibrios hormonales que se relacionan con la ausencia de la menstruación en la salud, consulte: “El desafío de mantener la armonía entre cuerpo y mente”.
Aprenda a controlar el equilibrio de estrógenos después de una histerectomía
Reforzar la salud hormonal después de una histerectomía, en especial si se practica este procedimiento antes de la menopausia natural, involucra mucho más que solo remplazar las hormonas. Lo que más importa es la forma en que equilibra el sistema endocrino en ausencia de señalización uterino-ovárica y el ciclo menstrual.
La buena noticia es que reforzar su salud hormonal está en sus manos. Muchos de los cambios más profundos son el resultado de las decisiones que toma día a día, y no de una prescripción. Las siguientes estrategias promueven de forma natural el equilibrio hormonal y ayudan a reducir los efectos del estrógeno sin oposición.
1. Determinar sus niveles de prolactina: muchas personas asumen que tienen niveles bajos de estrógeno por los resultados de su análisis de sangre, cuando en realidad, pueden tener niveles elevados en los tejidos y los órganos. Esto se debe a que los análisis de sangre no reflejan la cantidad de estrógeno almacenado o activo en los tejidos. Puede tener niveles bajos en la sangre, pero niveles elevados en la grasa, el hígado y otros sitios. La prolactina es un marcador más preciso de la actividad del estrógeno.
El estrógeno estimula la glándula pituitaria para que libere prolactina, por lo que los niveles elevados de prolactina suelen ser una señal de una mayor activación del receptor de estrógeno, ya sea por la producción hormonal interna o por la exposición externa a sustancias químicas disruptoras endocrinas (EDC) que se encuentran en plásticos, cosméticos y otros contaminantes. Esto se vuelve más importante cuando también tiene una mala función tiroidea, ya que en estos casos, los niveles de prolactina son una señal importante de un desequilibrio hormonal.
2. Eliminar los aceites vegetales de su alimentación: los aceites de semillas contienen mucho ácido linoleico (AL) y otros ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), que imitan al estrógeno y alteran la función de las mitocondrias. Estos aceites se encuentran en los alimentos procesados y las comidas de restaurantes. Trate de mantener su consumo de AL por debajo de 5 gramos al día (2 gramos o menos sería aún mejor).
Para controlar su consumo, utilice un rastreador de nutrición en línea como mi aplicación Health Coach, que se lanzará a principios de julio. Cuenta con la función Seed Oil Sleuths™, que es una herramienta que escanea los menús de restaurantes y productos comestibles, calcula su exposición diaria al aceite de semillas hasta la décima de gramo más cercana y lo ayuda a mantenerse en el camino correcto sin esfuerzo. Escanee este código QR para unirse a la lista de acceso anticipado y ser de las primeras personas en tener una alimentación más inteligente y limpia.
3. Ser un consumidor consciente de los productos cotidianos: casi 1000 artículos de uso cotidiano contienen compuestos que imitan el estrógeno, incluyendo los xenoestrógenos. Estos disruptores endocrinos se encuentran en los microplásticos, los productos de cuidado personal y productos de limpieza del hogar comunes.
Para reducir su exposición, elija productos de cuidado personal naturales u orgánicos y lea bien las etiquetas para identificar ingredientes como parabenos y ftalatos. Remplace los limpiadores convencionales con opciones simples y seguras como vinagre, bicarbonato de sodio y aceites esenciales.
Es importante reducir el uso de plástico, sobre todo en alimentos y bebidas. Elija vidrio o acero inoxidable y no caliente alimentos en recipientes de plástico; el calor acelera la filtración de sustancias químicas. Filtre el agua del grifo para eliminar los microplásticos, y si compra agua embotellada, opte por envases de vidrio. En el caso del agua de grifo, hervirla durante cinco minutos reducirá bastante sus niveles de microplásticos.
4. Reconsiderar el uso de terapias a base de estrógenos y los anticonceptivos: piénselo dos veces antes de recurrir a la terapia de reemplazo hormonal (TRH) que contiene estrógenos o pastillas anticonceptivas, ya que causan dominancia de estrógenos. Mejor, considere alternativas que ayuden a mantener el equilibrio hormonal natural de su cuerpo. Incluso el estrógeno bioidéntico, aunque suele promocionarse como "natural", es una fuente externa de estrógeno que causará un desequilibrio.
5. Considerar la progesterona natural para contrarrestar el estrógeno: para las mujeres en perimenopausia y menopausia, ya sea de forma natural o debido a una histerectomía, la progesterona natural puede ser de gran ayuda. La progesterona actúa como un antagonista natural del estrógeno que ayuda a contrarrestar sus efectos negativos. Dada la tendencia hacia la dominancia de estrógenos, utilizar progesterona natural ayuda a restablecer el equilibrio hormonal.
Para más consejos sobre cómo mantener el equilibrio hormonal, consulte: “El desequilibrio hormonal que daña su cuerpo”.
Preguntas frecuentes sobre la histerectomía temprana
P: ¿Es verdad que la histerectomía incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas?
R: Sí, varios estudios a largo plazo, como la investigación que se publicó en Obstetrics & Gynecology, demuestran la relación entre la histerectomía, en especial cuando se realiza antes de los 50 años, y un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV). Y el riesgo es aún mayor cuando también se extirpan los ovarios.
P: ¿Puede la histerectomía causar menopausia precoz?
R: Si se extirpan los ovarios, la menopausia comienza de forma inmediata. Pero, incluso si se conservan los ovarios, muchas mujeres experimentan un deterioro ovárico temprano después de la histerectomía debido a que este procedimiento altera el flujo sanguíneo y la señalización hormonal. Esto puede provocar síntomas y riesgos similares a los de la menopausia precoz.
P: ¿Es verdad que la terapia con estrógenos previene las enfermedades cardíacas después de una histerectomía?
R: No del todo, si bien la terapia con estrógenos puede ayudar a reducir los síntomas de la menopausia y algunos riesgos a corto plazo, estudios recientes demuestran que no compensa por completo los efectos cardiovasculares a largo plazo que causa la histerectomía temprana.
P: ¿Por qué es importante la dominancia de estrógenos después de una histerectomía?
R: Si se extirpan los ovarios durante la histerectomía, los niveles de estrógeno y progesterona disminuyen bastante. Si se conservan los ovarios, ambas hormonas se producen de forma normal mientras continúa la ovulación. Pero, algunos estudios sugieren que la histerectomía altera el flujo sanguíneo ovárico o acelera el envejecimiento ovárico, lo que podría reducir la producción de hormonas antes de lo esperado.
En las mujeres que dejan de ovular, ya sea por la menopausia o por efectos quirúrgicos, la producción de progesterona disminuye, lo que deja el estrógeno sin oposición. Esta actividad estrogénica sin oposición, en especial cuando se maximiza a causa del estrógeno que se produce en el tejido graso, podría incrementar los riesgos de enfermedad cardiovascular, disfunción metabólica y problemas que se relacionan con el estrógeno. Estos riesgos podrían incrementar si se practica una histerectomía antes de la menopausia natural.
P: ¿Qué puedo hacer después de una histerectomía para proteger la salud de mi corazón?
R: Debe enfocarse en restablecer el equilibrio hormonal y reforzar la salud metabólica. Esto incluye optimizar la función endocrina, reducir la exposición a sustancias que imitan el estrógeno, mejorar la resiliencia mitocondrial a través de la nutrición y considerar la suplementación con progesterona natural.
🔎Fuentes y Referencias:
- 1, 3 Cleveland Clinic, Hysterectomy
- 2 Journal of Medicine, Surgery, and Public Health Volume 1, 2023, 100027
- 4, 6 Medscape, May 12, 2025
- 5 Obstetrics & Gynecology 146(1):p 85-93, DOI: 10.1097/AOG.0000000000005902, July 2025
- 7, 8 JAMA Netw Open. 2023;6(6):e2317145
- 9 Menopause. 2018 May;25(5):483–492
- 10 Mayo Clinic, December 21, 2019
- 11 Cleveland Clinic, Progesterone
- 12 J Clin Endocrinol Metab. 2024 Jul 10;110(2):511–522
- 13 Haidut, February 9, 2025