📝HISTORIA EN BREVE

  • Los chicles, o goma de mascar, sintéticos y los "naturales" liberan cientos o miles de partículas microplásticas por pieza, y una persona promedio consume 30 000 microplásticos al año a través de los chicles
  • Masticar chicle es una actividad "parafuncional" que causa o empeora los trastornos de la ATM, lo que causa dolor de mandíbula, dolores de cabeza e incluso fracturas de dientes con el uso prolongado
  • Si bien, el chicle aumenta la producción de saliva, lo que ayuda a neutralizar los ácidos y reducir el riesgo de caries, este beneficio no supera los riesgos del consumo de plástico y la tensión en la mandíbula
  • Los investigadores descubrieron que el 94 % de las partículas microplásticas se desprenden dentro de los primeros ocho minutos de masticar, lo que sugiere que incluso masticar chicle por un periodo breve aumenta de forma significativa la exposición al plástico
  • Las alternativas más saludables a este hábito incluyen beber agua, hacer enjuagues con aceite de coco, usar raspadores de lengua o masticar jengibre fresco para refrescar el aliento sin sufrir los efectos nocivos

🩺Por el Dr. Mercola

Cada vez que mastica chicle, no solo refresca su aliento, sino que también tritura materiales sintéticos que no deberían entrar en su boca. Hoy en día, la mayoría de las gomas de mascar están hechas de compuestos plásticos de grado industrial diseñados para imitar la masticabilidad del caucho. Sin embargo, estas sustancias no permanecen en la base de la encía. A medida que las mastica, se descomponen en fragmentos microscópicos que se mezclan con su saliva y llegan al tracto digestivo.

No importa si su chicle no tiene azúcar o está etiquetado como "natural", el problema es la base misma. Ya sea que mastique chicle para mantenerse alerta, controlar su apetito o calmar sus nervios, hacerlo expone a su cuerpo a ingredientes diseñados para que duren, no para ser digeridos. Lo que parece una solución rápida para el estrés o el mal aliento podría introducir un flujo constante de contaminantes a su cuerpo sin que se dé cuenta.

Para entender cómo el chicle afecta su salud, primero debe saber de qué está hecho y cómo se comporta dentro de su boca. A partir de ahí, los efectos se propagan hacia el exterior, hacia la mandíbula, el intestino e incluso la claridad mental.

Los dentistas advierten que masticar chicle no solo tiene un impacto en el estrés

Un artículo publicado por The New York Times exploró cómo el chicle impacta más que solo el aliento.1 A primera vista, el chicle parece inofensivo, incluso útil. Pero los beneficios tienen sus desventajas, y algunas de ellas influyen en la mandíbula, la digestión y la exposición a los plásticos.

• Las personas sanas de todas las edades mastican chicle, y muchas lo hacen a diario: los datos de una encuesta a 3 150 adolescentes y adultos en Estados Unidos demostraron que el 61.8 % había masticado chicle en los últimos seis meses, con un promedio de alrededor de una pieza al día.2 Para muchas personas, masticar chicle es un ritual diario que se utiliza para suprimir el apetito, calmar los nervios, refrescar el aliento o favorecer la concentración mental. Si bien puede brindarle un alivio temporal, también podría generar una tensión que no siente hasta que es demasiado tarde.

• El beneficio más promocionado del chicle es la producción de saliva: según el Dr. Peter Arsenault, dentista y profesor de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad Tufts, masticar chicle aumenta la producción de saliva, lo que ayuda a neutralizar los ácidos que desgastan los dientes.3

La saliva también limpia las partículas de comida, lo que puede favorecer el aliento y reducir la acumulación de bacterias. Un metaanálisis de 2022 también demostró que usar chicle o caramelos con xilitol entre tres y cinco veces al día después de las comidas redujo en un 17 % el riesgo de caries.4 Aunque el chicle ayude a eliminar los restos de comida y a estimular la saliva, no debería sustituir al cuidado oral, como el cepillado y el uso de hilo dental.

• Masticar chicle se usa como herramienta de afrontamiento mental, pero los resultados son mixtos: algunos investigadores descubrieron que masticar chicle durante el aprendizaje mejoró el rendimiento en las pruebas en un estudio pequeño.5 Otra evidencia sugiere que podría ayudar a reducir el estrés a corto plazo, similar a golpear los dedos o rebotar la pierna cuando está nervioso. Sin embargo, no hay evidencia sólida que demuestre que el chicle en verdad favorece la concentración o reduce el estrés de manera duradera.

• Masticar chicle puede aliviar o empeorar el reflujo ácido, según la persona: la Dra. Aditi Stanton, gastroenteróloga de Cincinnati, comentó que la saliva de masticar chicle ayuda a neutralizar el ácido en el esófago, lo que mejora los síntomas en algunas personas.6 Pero para otras, masticar relaja el esfínter esofágico inferior, que es el músculo que mantiene el ácido del estómago en su lugar.

Cuando este músculo se afloja, el ácido sube hasta la garganta y causa acidez estomacal. Masticar con demasiada fuerza también aumenta el consumo de aire, lo que produce inflamación y eructos.

Masticar chicle no es masticar de forma normal y su mandíbula nota la diferencia

Según un artículo publicado por la Clínica Cleveland, masticar chicle se clasifica como una actividad “parafuncional”, lo que significa que no es igual a la forma de masticar normal y necesaria del cuerpo.7

Masticar alimentos tiene un propósito claro (descomponer los alimentos para la digestión), mientras que masticar chicle crea una tensión repetitiva en las articulaciones de la mandíbula y los músculos circundantes. Cuanto más chicle mastique, mayor será el desgaste en estas estructuras delicadas, sobre todo si ya tiene problemas articulares subyacentes.

• Las personas con trastornos de la ATM tienen un riesgo mayor de sufrir dolor en las encías: si alguna vez ha sentido chasquidos en la mandíbula, dolor, dolores de cabeza tensionales o dolor alrededor de los oídos, es posible que padezca un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM). La Dra. Karyn Kahn, DDS, de la Clínica Cleveland, explicó que masticar chicle causa “trastornos temporomandibulares o empeora las afecciones existentes”.8

Incluso cambios pequeños en la posición de la articulación ATM generan un gran malestar para algunas personas. La tensión adicional que causa masticar chicle empeora los síntomas de las personas con antecedentes de apretar o rechinar los dientes.

• Masticar en exceso desequilibra los músculos y los dientes: masticar un chicle a menudo se convierte en una fuente de disfunción crónica de la mandíbula. La clínica señaló que masticar en exceso altera el equilibrio muscular y desalinea la articulación y la mordida.

Este desequilibrio suele causar fracturas de dientes, dolores de cabeza frecuentes y fatiga muscular facial a largo plazo. Es una consecuencia muy grave para un hábito que la mayoría de las personas suponen que no hace daño. La medida más segura para las personas que padecen disfunción de la ATM es evitar el chicle por completo.

• El azúcar en el chicle es uno de los culpables originales de los problemas dentales: el chicle se volvió muy popular a principios del siglo XX, pero pronto aparecieron los problemas de salud oral. Las bacterias que se alimentan con azúcar en la boca liberan ácido que erosiona el esmalte, es decir, la capa protectora dura de los dientes. Esa erosión crea vías para que las bacterias infecten las capas internas más blandas, lo que a veces genera caries profundas y conductos radiculares.

• El chicle sí alivia la sequedad oral, pero existen mejores soluciones: masticar chicle aumenta la saliva, lo que ayuda a las personas que sufren de sequedad bucal, que es una afección que aumenta el riesgo de caries y mal aliento. Sin embargo, la Dra. Karyn advirtió que masticar chicle con frecuencia no es ideal para tratar la sequedad bucal a largo plazo. Una mejor opción es beber agua con regularidad, sobre todo para las personas con sequedad crónica debido a medicamentos o condiciones médicas.

• No hay investigaciones verídicas que respalden que el chicle alivia el estrés o favorece la concentración: el artículo también desmiente un mito común, el cual es que el chicle favorece la concentración, el estado de ánimo o el estado de alerta. Aunque algunas personas que mastican chicle reportan beneficios subjetivos, los datos más recientes no demuestran resultados sólidos ni consistentes.9 Si recurre a masticar chicle para amenizar una reunión larga o resistirse a consumir un bocadillo, existen alternativas más saludables y efectivas de favorecer su energía mental.

Masticar chicle libera plástico en la boca

Un estudio piloto presentado en la Reunión de Primavera de 2025 de la American Chemical Society se propuso medir la cantidad de plástico que consume una persona a causa del chicle. El estudio probó cinco marcas de chicles sintéticos y cinco “naturales” para determinar cuántas partículas de plástico se liberaban en la saliva después de masticar.10

• Los chicles sintéticos y los naturales liberaron cantidades similares de microplásticos: por sorprendente que parezca, los chicles promocionados como “naturales” tuvieron la misma probabilidad de liberar plástico que los chicles sintéticos. Cada pieza de chicle libera cientos o miles de partículas al masticarse.

El equipo descubrió un promedio de 100 partículas de plástico por gramo de chicle, pero algunos trozos liberaron hasta 600 por gramo. Dado que la mayoría de los chicles pesan entre 2 y 6 gramos, eso supone hasta 3 000 partículas de microplástico por chicle.

• Los microplásticos aparecieron temprano y en gran volumen: los investigadores recolectaron muestras de saliva cada 30 segundos durante una sesión de masticar chicle de cuatro minutos, y un ensayo separado extendió el periodo de tiempo a 20 minutos. Los investigadores descubrieron que la gran mayoría (el 94 %) de las partículas de plástico se desprendieron en los primeros ocho minutos.

La fricción al momento de masticar fue lo que provocó que las partículas se desprendieran, no las enzimas o la química de la saliva. Eso significa que incluso una sola sesión corta de masticar chicle es suficiente para aumentar de forma significativa su exposición a los microplásticos.

• Todas las partículas eran plásticos industriales comunes: el equipo identificó los tipos de plásticos liberados, que incluyeron variedades que se utilizan en ropa, envases de alimentos y procesos de fabricación. Muchos de estos plásticos se asocian con la alteración de hormonas, estrés oxidativo e inflamación en estudios con animales y células.

• Masticar más chicle significa tragar más plástico cada año: con base en los hábitos de masticar chicle de las personas en Estados Unidos (cerca de 160 a 180 chicles por año), los investigadores estimaron que un usuario promedio de chicle podría ingerir 30 000 microplásticos al año solo de chicle. Esta cifra se suma a las partículas que provienen de los envases de alimentos, el agua embotellada y el aire.

• Es probable que los plásticos de tamaño nanométrico no se hayan incluido en los datos: los investigadores reconocieron que sus métodos solo capturaron partículas de hasta alrededor de 20 micrones de tamaño. Podrían estar presentes partículas de tamaño nanométrico, las cuales son más pequeñas que un glóbulo rojo, en cantidades incluso mayores, pero fueron demasiado pequeñas para este umbral de detección.11 Estos plásticos más pequeños son más preocupantes, ya que atraviesan las membranas celulares y llegan a los órganos, incluyendo el cerebro.

Cómo romper el hábito de masticar chicle y proteger su salud del plástico

Si mastica chicle todos los días, incluso los de marcas sin azúcar o “naturales”, es probable que consuma miles de partículas de plástico que ni siquiera sabe que están ahí. Lo mejor que puede hacer ahora mismo es eliminar esa fuente desde su origen.

Eso significa dejar de masticar chicle a diario y reemplazarlo con hábitos mejores y más seguros que no sobrecarguen su cuerpo con plásticos, no tensen su mandíbula ni alteren su digestión. Descubra a continuación cómo hacer el cambio sin perder el enfoque, el aliento fresco ni la higiene oral para la que usaba el chicle:

1. Reemplace el chicle con hábitos saludables para la boca que favorezcan el flujo de saliva: no necesita chicle para refrescar su aliento. Intente beber agua, hacer enjuagues con aceite (oil pulling) de coco o masticar un trocito de jengibre fresco. Estos hábitos ayudan a estimular la saliva sin introducir plásticos tóxicos en su cuerpo. Si mastica chicle para controlar la sequedad oral, algunas formas más seguras de mantener los niveles de humedad son hidratarse con frecuencia y respirar por la nariz.

2. Utilice herramientas para refrescar el aliento que no dañen su mandíbula: si mastica chicle después de consumir alimentos para ocultar los olores, cámbielo por un raspador de lengua o enjuague su boca con bicarbonato de sodio y agua. Estas opciones eliminan partículas de alimentos y reducen las bacterias que causan mal olor sin desgastar la ATM ni debilitar los dientes. Esto es muy importante si ha tenido coronas, empastes o aparatos ortopédicos, ya que masticar chicle los afloja o agrieta con el tiempo.

3. Reentrene su cerebro con otro hábito: si mastica chicle por estrés o aburrimiento, sustitúyalo por otro tipo de ritmo oral o manual. Intente dar golpecitos con los dedos, sostener una piedra lisa en su mano, beber té caliente o hacer una secuencia de respiración lenta. El objetivo es que redirija su energía nerviosa. Con estas alternativas podrá disfrutar de un alivio, y evitará la inflamación y la tensión en las articulaciones que produce masticar chicle.

4. Si necesita ayuda para concentrarse, alimente su cerebro: el chicle no es lo que potencia su claridad mental, sino la glucosa y la hidratación. En lugar de masticar para superar la bajada de energía de la tarde, beba un vaso de jugo natural o consuma un pedazo de fruta. Su cerebro funciona mejor cuando consume carbohidratos limpios y de acceso rápido, no con edulcorantes artificiales y plástico sintético. Mantener estable el nivel de azúcar en la sangre es una forma mucho más efectiva de permanecer alerta sin producir tensión en la mandíbula ni confusión mental.

5. Trate al chicle como la exposición al plástico que en realidad es: si busca reducir las toxinas en su vida, trate al chicle con el mismo nivel de escrutinio que las botellas de agua de plástico, los envases de alimentos o los productos de belleza sintéticos. Incluso los chicles que se etiquetan como “naturales” liberan plástico en la saliva. Así que, elimine la dosis diaria, ya que aliviará la carga tóxica y favorecerá su energía, sus hormonas y su digestión a largo plazo en el proceso.

Preguntas frecuentes

P: ¿Masticar chicle es perjudicial para la salud?

R: Sí, sobre todo si lo mastica con regularidad. Las investigaciones demuestran que una sola pieza de chicle libera hasta 3 000 partículas de microplásticos en la saliva. Estos plásticos, que suelen utilizarse en envases de alimentos y productos industriales, ingresan al sistema digestivo y aumentan la carga tóxica general. El chicle también se relaciona con tensión en la mandíbula, problemas digestivos y daños en los dientes.

P: ¿Cuáles son los tipos de chicles más seguros para masticar?

R: Ninguno es seguro por completo. Incluso se descubrió que los chicles “naturales” liberan tantos microplásticos como las marcas sintéticas. Ambos tipos de chicles contienen polímeros industriales. El acto de masticar en sí, no solo los ingredientes, hace que las partículas de plástico se desprendan y se mezclen con la saliva.

P: ¿Los chicles sin azúcar tienen algún beneficio?

R: Los chicles sin azúcar con ingredientes como el xilitol ayudan a aumentar el flujo de saliva y reducen hasta en un 17 % el riesgo de caries cuando se utilizan después de consumir alimentos. Sin embargo, esos beneficios tienen sus desventajas, ya que la exposición al plástico es la misma. Masticar chicle no debe sustituir el cepillado y el uso de hilo dental.

P: ¿Por qué el chicle es dañino para la mandíbula y la digestión?

R: Masticar chicle se clasifica como un hábito “parafuncional”, lo que significa que genera tensión en la mandíbula fuera de su función normal. Con el tiempo, esto causa dolor en la ATM, dolores de cabeza e incluso fracturas de dientes. Masticar con rapidez también hace que trague aire en exceso, lo que produce inflamación y eructos.

P: ¿Cuál es la mejor forma de dejar de masticar chicle sin perder los beneficios?

R: Sustituya el chicle por hábitos saludables y no tóxicos como beber agua, hacer enjuagues con aceite de coco o masticar hierbas frescas como perejil o jengibre. Si mastica chicle para aliviar el estrés, reemplace este hábito con rutinas calmantes como ejercicios de respiración o movimientos rítmicos de las manos. Para obtener energía y concentración, opte por consumir carbohidratos de frutas enteras o jugo fresco, ya que estas alternativas nutren su cerebro sin exponerlo a químicos sintéticos y plásticos.