📝HISTORIA EN BREVE

  • La luz natural es un nutriente esencial del que muchas personas carecen. Cuando la sangre se expone a la luz ultravioleta, se producen muchos beneficios
  • La industria de la dermatología se encargó de sembrar la idea de que el sol causa cáncer, lo que no dijeron es que el melanoma mortal en realidad es el resultado de la falta de luz del sol
  • Una vez que se descubrió la irradiación ultravioleta de la sangre (UVBI) en la década de los 30, produjo resultados milagrosos en pacientes al borde de la muerte y no tardó en que los hospitales de todo Estados Unidos comenzaran a utilizar esta terapia, lo que demuestra que es muy beneficiosa para muchas enfermedades
  • Para acabar con esta competencia, la American Medical Association publicó un estudio manipulado que "desacreditó" la UVBI, lo que provocó que quedara en el olvido. Los rusos y los alemanes reconocieron su valor y durante décadas han realizado investigaciones que demuestran sus beneficios
  • Este artículo habla de la historia de la UVBI, la campaña de desprestigio en su contra y su fundamento científico, que demuestra que esta terapia era muy prometedora pero la medicina decidió enterrarla

🩺Por el A Midwestern Doctor, autor invitado

Desde hace mucho tiempo, he dicho que el complejo industrial médico se empeña en ocultar conocimientos vitales, así como tratamientos seguros y efectivos, y todo porque ponen sus intereses por encima de la salud pública, por ejemplo:

  • Siempre he dicho que la única razón por la que los productos farmacéuticos llegan al mercado, a pesar de todos los riesgos que representan, es porque los paneles de aprobación estaban llenos de personas que aceptaban dinero de los fabricantes.
  • También he dicho que1 la American Medical Association era una marioneta de empresarios sin escrúpulos (por esa razón hubo tantos anuncios de la AMA con médicos que promocionaban el tabaquismo)2, que utilizaba al gobierno para prohibir terapias prometedoras.
  • Además, he demostrado que en Estados Unidos las personas están más lejos que nunca del camino hacia una buena salud (que incluye estrategias como dormir bien o exponerse a la luz del sol), así como el impacto de esta situación en la salud pública y hasta dónde llega la industria de la mercadotecnia para asegurarse que las personas sigan por el camino incorrecto.

Esto sugiere que existen innovaciones médicas que son muy prometedoras pero que quedaron en el olvido porque representaban una amenaza para los intereses de la industria farmacéutica. Aquí hablaré de una de ellas, la irradiación ultravioleta de la sangre o UVBI, que cuenta con respaldo científico sólido y que, a diferencia de muchas otras tecnologías médicas que tuvieron el mismo destino, aún es una opción accesible.

Los beneficios de la luz del sol

Existe la idea de que la luz del sol (en particular su componente ultravioleta) es peligrosa y debe evitarse. De manera sorprendente, gran parte de esto surgió de una campaña de relaciones públicas de la década de los 80 por parte del campo de la dermatología, que pasaba momentos difíciles, y utilizó esto para reinventarse como los principales defensores contra el cáncer, y su estrategia se basó en crear una histeria sobre los cánceres benignos inducidos por la luz del sol, mientras minimizaban el hecho de que el cáncer de piel más mortal, el melanoma, en realidad es el resultado de la falta de luz del sol.

El tratamiento contra el cáncer de piel es sencillo y genera muchas ganancias, lo que convierte a la dermatología en una de las especialidades médicas más populares y lucrativas.

Nota: un estudio prospectivo de 20 años de duración, que involucró a 29 518 mujeres, descubrió que las participantes que evitaban la luz del sol tenían una probabilidad 130 % mayor de morir que las mujeres que se exponían de forma regular a la luz del sol.3 También tenían un riesgo mayor de desarrollar enfermedades (por ejemplo, el doble de riesgo de cáncer).

Por esa razón, siempre hablo de los beneficios de exponerse de forma segura a la luz del sol, así como de las enfermedades que causa la iluminación artificial y la falta de luz del sol, y que los mismos cambios que se observan en plantas y animales debido a la iluminación poco saludable también se observan en los humanos. Estos son algunos de los puntos clave:

  • La iluminación poco saludable causa y empeora varios tipos de cáncer e incrementa de forma significativa el riesgo de infección (sobre todo en el ganado).
  • También incrementa el riesgo de trastornos del comportamiento (como el TDAH).
  • Mientras que se demostró que la iluminación saludable mejora la salud, la fertilidad y la productividad en animales domésticos.
  • La iluminación artificial también altera el ritmo circadiano (que regula el sueño y la curación).
  • Muchas estructuras biológicas son muy sensibles a longitudes de onda de luz específicas, lo que es un problema porque la iluminación artificial tiene bandas estrechas en lugar de un espectro completo.
  • La luz también es fundamental para la circulación y los vasos sanguíneos.
  • En pocas palabras, la luz ultravioleta es un factor muy importante para tener una buena salud. Los beneficios más sorprendentes de las terapias de luz se producen cuando se administra de forma correcta la luz ultravioleta.
  • El vidrio bloquea la luz ultravioleta, eso significa que la vida moderna impide que aproveche todos sus beneficios y causa una deficiencia de UV.
  • Dado que la piel no puede absorber tan fácil la luz ultravioleta, casi toda entra a través de los ojos. No obstante, si las personas utilizan anteojos que bloquean esta entrada de luz, pueden surgir problemas que desaparecen una vez que se hace algo para que la luz pueda entrar por los ojos.

El mayor desafío de estas terapias es lograr que la luz entre al cuerpo. La buena noticia es que se desarrollaron métodos para lograrlo y que han producido grandes resultados durante más de un siglo.

La historia de la irradiación ultravioleta de la sangre

Una de las terapias "probadas" más antiguas era exponer a las personas a la luz del sol. Fue una de las pocas terapias que ayudó a tratar la gripe de 1918.4 Antes de los antibióticos, era uno de los tratamientos más efectivos para la tuberculosis5 y se utilizaba mucho para otras enfermedades (por ejemplo, erisipela y paperas).6 Uno de los pioneros de la UVBI notó que las dosis bajas de luz ultravioleta que se aplicaban por vía externa mejoraban la resistencia a las infecciones en animales y humanos.7

El campo médico concluyó que parte del valor de la luz del sol se debía a que la radiación ultravioleta que contenía es un agente esterilizante, por lo que comenzaron a crear dispositivos de UV para esterilizar cosas. Por ejemplo, una de las formas más efectivas de prevenir el COVID-19 en espacios interiores fue exponer el aire a la luz ultravioleta, y un enfoque prometedor para tratar el COVID-19 fue colocar de manera segura luz ultravioleta dentro del tracto respiratorio para esterilizar las partículas virales. 8

Dado que, en el pasado, las infecciones transmitidas por la sangre (septicemia) eran un problema importante, en 1927, Emmett K. Knott (que no era médico) trató de esterilizar la sangre, lo que hizo fue extraerla, exponerla a la luz ultravioleta y regresarla al cuerpo. Al principio, cuando experimentó con perros que infectó con bacterias letales, descubrió que si bien los perros que trató no tenían bacterias en la sangre al morir, aun así, morían después de casi una semana.

Sin embargo, en 1928, Emmett administró por accidente una dosis muy inferior a la recomendada a un perro con sepsis, lo que ayudó a que el perro tuviera una recuperación espectacular, y eso hizo que Emmett descubriera que solo se debía irradiar una pequeña cantidad de sangre. Poco después, un amigo médico le pidió a Emmett si podía administrarle esta terapia a su hermana que estaba al borde de la muerte a causa de la septicemia. El tratamiento funcionó y la mujer se recuperó por completo.

Durante cinco años, Emmett perfeccionó su método sin probarlo en humanos, tal vez por la dificultad de encontrar médicos dispuestos y la llegada de la Gran Depresión. Y fue hasta 1933 que otro médico de Seattle que tenía un paciente con sepsis al borde de la muerte, se puso en contacto con Emmett, y una vez más, la UVBI resultó en una recuperación espectacular.

Emmett comenzó a viajar por el país con su máquina enorme y, a principios de 1937, convenció a los médicos escépticos de los hospitales a utilizar la terapia de UVBI. A medida que demostró su efectividad, más personas comenzaron a utilizarla, y en la década de los 40, los médicos pioneros que la utilizaron en cientos de pacientes descubrieron que la UVBI trataba de forma efectiva enfermedades como la sepsis, la neumonía (incluyendo neumonías virales), los trastornos renales, el asma, la polio, el botulismo, la fiebre reumática y la hepatitis viral.

La UVBI casi siempre funcionaba si se administraba al inicio de la infección, y muchas veces producía resultados milagrosos incluso cuando los pacientes estaban al borde de la muerte, además de acortar bastante las estadías en el hospital.

Nota: el Dr. George Miley, quien realizó casi todas las investigaciones que hay sobre la UVBI, comentó sobre el trabajo de Emmett en 1940: "en lo personal, creo que esta es una de las mayores contribuciones a la medicina jamás hecha por un ciudadano de los Estados Unidos".

A principios de la década de los 50, la UVBI se utilizaba en unos 50 hospitales de Estados Unidos, y los médicos informaron que la habían utilizado en miles de pacientes con resultados inmediatos y milagrosos junto con una ausencia total de efectos secundarios.

Estos médicos documentaron su trabajo en la literatura con 50 artículos de 20 autores (que se publicaron en 18 revistas médicas diferentes) que involucraron a más de 3000 pacientes con 36 enfermedades diferentes, y todos experimentaron beneficios importantes con esta terapia. Eso hizo que la UVBI se promocionara en los principales medios de comunicación (por ejemplo, The New York Times9 y Time Magazine10).

Aquí el caso de un médico que entre 1938 y 1943 trató con éxito a más de 400 pacientes con 35 enfermedades diferentes:11

"Un paciente con trombosis de la arteria cerebelosa (coágulo de sangre cerebral), neumonía, infección bacteriana de la sangre, embolia pulmonar, coágulo de sangre en la pierna y parálisis del lado izquierdo y de las cuerdas vocales: un caso muy grave y terminal. Cuando el Dr. Barrett recibió a este paciente, estaba delirante e irracional, no había comido nada excepto Coca-Cola durante 11 días y había bajado 45 libras.
Lo trató de inmediato con la UVBI y su respuesta fue casi instantánea. Después de un segundo tratamiento tres días más tarde, la mejora fue aún más espectacular. Aunque tardó varios meses, se recuperó por completo, y volvió a subir las 45 libras que había perdido, más otras diez. Sin la terapia de UVBI, es muy probable que el paciente hubiera muerto en cuestión de días".

La monopolización del mercado

Fue en ese momento cuando intervino la American Medical Association (AMA) para intentar extorsionar a Emmett, ofreciéndole que realizara un estudio por 100 000 dólares (casi un millón de dólares hoy en día) para validar la UVBI, así como comprar los derechos de su dispositivo a cambio de una pequeña comisión por las ventas.

Después de que Emmett se negara (al igual que lo hicieron los médicos de todo Estados Unidos que promovían la UVBI), la AMA decidió realizar un estudio por su parte. Este estudio fue supervisado por un amigo del director de la AMA (que estaba en proceso de diseñar un dispositivo similar) y, de manera curiosa, antes de terminarlo, la AMA anunció que era muy probable que fracasara.

El estudio tuvo varios problemas (por ejemplo, nadie pudo inspeccionar la máquina, cuando la regresaron, descubrieron que una película había bloqueado la luz UV y eso impedía que llegara a la sangre; además, solo contaba con 68 participantes de prueba y muchos casos eran enfermedades para las que no se utilizaba la UVBI).12 Sin embargo, no se produjeron eventos adversos, nadie murió (a pesar de que muchos tenían enfermedades graves) y muchos pacientes experimentaron una mejora significativa. A pesar de los resultados, en 1952, el estudio afirmó lo siguiente:13

"Concluimos que ninguno de nuestros pacientes se benefició de la irradiación de sangre con el hemoirradiador Knott".

Como resultado de la conclusión de este estudio, los hospitales de todo Estados Unidos dejaron de utilizar la UVBI y se basaron por completo en los antibióticos emergentes. Emmett dejó de producir su máquina y murió en 1961, y con la llegada de la vacuna Salk también se perdió el interés por encontrar otros tratamientos contra la polio.

Nota: por suerte, la UVBI volvió a ganar popularidad en Rusia, los antiguos estados soviéticos y Alemania. A diferencia de Estados Unidos, estos países no podían darse el lujo de gastar millones y millones para nada, y tampoco tenían una censura sistemática de las ideas científicas que amenazaban a la industria médica. Con sus presupuestos limitados, se propusieron encontrar soluciones económicas para las enfermedades.

El aspecto más curioso es que se ha hecho lo mismo con muchas otras terapias prometedoras. Por ejemplo, en esa época, la AMA se acercó a los inventores de terapias alternativas contra el cáncer (como Krebiozen, Hoxey y Koch) y los presionó para que cedieran casi todos los derechos a la AMA, y de negarse, se incluirían en la lista negra.14

En cada caso, el inventor se negó porque quería que siguiera siendo accesible para todas las personas, después de eso, la AMA lanzó una serie de ataques contra la terapia,15 y luego, con la ayuda de la FDA, la enterró por completo (un hecho que fue corroborado por una investigación del Congreso en 1953).16 En resumen, debido al poder que ejercía la AMA, un solo estudio negativo y fraudulento podría borrar por completo todas las investigaciones independientes que demostraban lo contrario.

Como explica Pierre Kory en su libro “The War on Ivermectin”, lo mismo sucedió durante la pandemia con los tratamientos contra el COVID-19 que no tenían patente.17 En el caso de la hidroxicloroquina (HCQ), la revista The Lancet publicó un ensayo que se basó en datos falsos (que se retractaron más tarde) que demostraban que la HCQ había cobrado la vida de muchas personas, lo que provocó que dejaran de hacer ensayos al respecto.18

Por otro lado, una serie de estudios independientes encontraron que la HCQ era uno de los tratamientos más seguros y efectivos contra el COVID-19 cuando se administraba de manera temprana, pero antes de la pandemia, la HCQ se consideraba uno de los medicamentos más seguros y esenciales que existían.

Nota: de forma absurda, sucedió lo mismo con la ivermectina y la vitamina D (que durante décadas ha demostrado ser más efectiva para prevenir la gripe que las vacunas).19

Paul Marik (que se considera el principal experto en cuidados críticos del mundo)20 demostró una y otra vez que, cuando la vitamina C se administra de forma temprana por vía intravenosa produce mejoras significativas en la sepsis, lo que reduce bastante las tasas de mortalidad (por ejemplo, la tasa de mortalidad por sepsis de su hospital se redujo del 22 % al 6 %,21 y en un estudio, del 40.4 % al 8.5 %). 22 Sin embargo, esta terapia se "desacreditó" porque los estudios sólo administraron vitamina C por vía intravenosa en etapas tardías de la hospitalización (donde ya no funciona), por lo tanto, ahora es casi imposible encontrar esta terapia en los hospitales.

Nota: durante los primeros días del SIDA, Anthony Fauci prohibió los tratamientos que salvaban vidas, mientras que se basó en una serie de estudios fraudulentos para promover un peligroso y fallido medicamento contra el cáncer que se convirtió en el tratamiento estándar contra el SIDA.23

El impacto ha sido enorme. Por ejemplo, la sepsis es la tercera causa principal de muerte en los hospitales y cobra la vida de 350 000 personas cada año.24 De manera similar, la principal causa de muerte por cáncer son las metástasis, y muchos de los enfoques extremos que se utilizan para tratar el cáncer se justifican bajo la posibilidad de que puedan prevenir la metástasis.

Del mismo modo, el hecho de que el COVID-19 sea “incurable” le costó a nuestra nación billones de dólares y mató a cientos de miles de personas. Por el contrario, cada vez que un medicamento que promueve la industria llega al mercado, no importa qué tan peligroso o poco efectivo sea (por ejemplo, los datos de las vacunas anticovid y del remdesivir demuestran que tenían peligros importantes y brindaban un beneficio mínimo), siempre se encontrará una forma de argumentar que son muy "seguros y efectivos".

Por desgracia, aunque se sabe que la UVBI tiene propiedades que podrían considerarse milagrosas, ha desaparecido casi por completo, todo gracias al control de los medios por parte de la AMA.

Los tipos de irradiación de la sangre

Existen varios métodos para introducir la luz en el cuerpo. En el método clásico, se extrae la sangre, casi siempre se diluye y luego se vuelve a infundir, lo que permite que pase a través de la luz (se requieren piezas intravenosas de vidrio de cuarzo que se utilizan para que pase la luz ultravioleta).

Los investigadores de Alemania y Rusia desarrollaron enfoques alternativos: aplicar de forma directa un láser sobre los vasos sanguíneos superficiales (por ejemplo, detrás de la rodilla o debajo de la lengua) o introducir cables de fibra óptica en los vasos e iluminarlos desde adentro. Se ha demostrado que estos enfoques (que en conjunto se conocen como irradiación sanguínea con láser o LBI) podrían considerarse equivalentes,25 pero se requieren más tratamientos.

Un investigador determinó que la LBI tenía efectos más rápidos y que era mejor para la broncodilatación y la hiposensibilización a los alérgenos,26 mientras que la UBI tenía más efectos bactericidas y antiinflamatorios. Dos semanas después del tratamiento, los pacientes con UBI obtuvieron mejores resultados de microcirculación que los pacientes con LBI.

Muchos estudios demuestran que la LBI es efectiva para una serie de problemas de salud, pero sus efectos dependen de las longitudes de onda de luz que se utilizan.

Además:

  • A diferencia de la UVBI, la LBI tiene una disponibilidad limitada en los Estados Unidos.
  • A diferencia de la UVBI, la LBI solo puede aplicar una longitud de onda a la vez (debido a las necesidades de coherencia del láser).

El respaldo científico de la UVBI

Los investigadores han identificado más de 200 artículos de revistas sobre la UVBI y la LBI que se publicaron entre 1934 y 2020, y un tercio puede consultarse en línea. Todos los estudios coinciden en que la UVBI no se relaciona con ningún efecto secundario.28 Según la evidencia, los problemas de salud que mejoran con la UVBI incluyen:

  • Infecciones bacterianas (sepsis, abortos sépticos, osteomielitis, meningitis, tuberculosis, fiebre tifoidea)29
  • Infecciones virales (neumonía, herpes zóster, hepatitis, COVID-19 grave, COVID prolongado, polio, SIDA)30
  • Trastornos cardiovasculares (infarto, angina de pecho, enfermedad arterial periférica, claudicación intermitente, fenómeno de Raynaud, tromboflebitis, hipertensión, hipertensión pulmonar)31
  • Trastornos autoinmunes (artritis reumatoide, asma, eczema, esclerosis múltiple, rechazo de trasplantes)32
  • Trastornos abdominales (enfermedades del hígado, vías biliares y vesícula biliar, pancreatitis, peritonitis diseminada, enfermedades renales)33
  • Cirugía (prevención de complicaciones postoperatorias, reducción de las tasas de mortalidad, aceleración de la recuperación, tratamiento del íleo o quemaduras postoperatorias)34
  • Obstetricia y ginecología (fertilidad masculina y femenina, prevención de abortos espontáneos, preeclampsia, bebés sanos, síndrome de ovario poliquístico, enfermedades inflamatorias pélvicas)35
  • Trastornos neurológicos y psiquiátricos (depresión, esquizofrenia, migrañas, falta de flujo sanguíneo cerebral que produce tinnitus, confusión mental o insomnio)36

La solución patentada

Una de las principales barreras de la UVBI es que no es patentable y no puede justificar los inmensos costos de los ensayos clínicos y el cabildeo para obtener la aprobación de la FDA. En la década de los 90, la compañía canadiense Vasogen intentó resolver este problema, por lo que creó un dispositivo patentado que mezclaba ozono, UVBI y calor, y luego lo inyectaba en el músculo del glúteo.

Este enfoque patentado (que un importante investigador sobre el ozono tachó como "irracional")37 no obtuvo los mismos resultados significativos que otros métodos, pero aun así produjo ciertas mejoras, lo que llevó a Vasogen a recaudar 225 millones de dólares para realizar más de 60 estudios durante 8 años con el fin de demostrar su seguridad y obtener más de 24 patentes tras publicar un exitoso ensayo de Fase II para insuficiencia cardíaca crónica y enfermedad vascular periférica.38

Por desgracia, debido al mal diseño del ensayo de Fase III (que obtuvo beneficios, pero no logró alcanzar significancia estadística), Vasogen se declaró en quiebra.39 Hoy en día, ya nadie habla de esta compañía o del hecho que ya se realizaron los costosos estudios de Fase I y Fase II que se requieren para la UVBI.

Además, en 2015, AVIcure Bioscience publicó un estudio de seguridad de Fase II para la UVBI,40 y en 2019, publicó un exitoso ensayo clínico de Fase III.41 Ambos ensayos demostraron que es seguro para todos los pacientes y que, en la mayoría, produce mejoras significativas. Además, se realizaron estudios sobre la hepatitis C que llevó a crear tratamientos farmacéuticos efectivos para esta enfermedad, lo que acabó con el interés por enfoques alternativos.42

De forma sorprendente, a pesar de toda esta evidencia y su uso durante casi un siglo, a la UVBI todavía se le llama terapia "marginal" o "pseudocientífica" sin "ninguna evidencia", aunque no tiene mucho sentido pues existe mucha evidencia que respalda sus beneficios.

Nota: el requisito clave de la Ley de Derecho a Probar de 2018 es que se hayan completado los estudios de seguridad de la Fase I.43

Conclusión

La historia de la UVBI representa un lado olvidado de la medicina: una terapia segura, efectiva y accesible que podría haber salvado millones de vidas, pero que se enterró para proteger las ganancias farmacéuticas. A pesar de toda la evidencia de cientos de estudios y miles de pacientes que se trataron con éxito durante casi un siglo, la UVBI sigue en el olvido.

Este patrón: entusiasmo inicial, resultados notables, supresión sistemática a través de estudios fraudulentos y marginación final, es algo que hemos visto una y otra vez con innumerables terapias prometedoras. Desde la hidroxicloroquina y la ivermectina durante la pandemia del COVID-19 hasta la vitamina C por vía intravenosa para la sepsis, el establecimiento médico emplea las mismas tácticas para eliminar todo lo que amenaza los intereses de las grandes compañías farmacéuticas.

No obstante, la UVBI aún se utiliza, y aunque pocos lo saben, ayuda a miles de pacientes que recurren a las clínicas de medicina integral en todo Estados Unidos y se estudia de forma abierta en países como Rusia y Alemania. La terapia que el Dr. George Miley calificó como "una de las mayores contribuciones a la medicina jamás realizada por un ciudadano de los Estados Unidos" demuestra con hechos lo beneficiosa que es.

Esta solo es otra historia que demuestra la corrupción que existe dentro de nuestro sistema médico, un sistema que prioriza las ganancias sobre la salud de los pacientes y se encarga de desaparecer tratamientos seguros y efectivos que representan una amenaza para las ganancias de la industria farmacéutica. Una vez que aprendamos a reconocer estos patrones podremos empezar a recuperar el extraordinario potencial de curación que nos han robado.

El Dr. Mercola habla sobre el autor

A Midwestern Doctor es un médico y lector regular de Mercola.com. Creo que sabe mucho sobre una gran variedad de temas, y le agradezco que comparta su conocimiento con nosotros. También respeto su deseo de permanecer en el anonimato, ya que todavía está en primera línea tratando a los pacientes. Para más información sobre AMD, consulte The Forgotten Side of Medicine en Substack.


🔍Fuentes y Referencias