📝HISTORIA EN BREVE
- La enfermedad de Alzheimer afecta la memoria y la cognición, y se espera que el número de casos a nivel mundial alcance más de 150 millones para el año 2050. Algunos factores que promueven la enfermedad son la inflamación, el estrés oxidativo y la disfunción intestino-cerebro
- El consumo de kéfir mejora de forma significativa la memoria y la cognición en los pacientes con alzhéimer, ya que reduce las placas amiloides, los ovillos de tau y los marcadores inflamatorios, mientras que protege las neuronas
- El C15:0, que es una grasa esencial que se encuentra en productos lácteos de animales alimentados con pastura, como el kéfir, protege contra la neurodegeneración debido a que fortalece las membranas celulares, protege las mitocondrias y desplaza el ácido linoleico dañino
- La acumulación de hierro en el cerebro acelera la progresión del alzhéimer a través del daño oxidativo y la ferroptosis, por lo que donar sangre de manera regular reduce la sobrecarga de hierro
- Algunas estrategias cotidianas, como promover las bacterias intestinales beneficiosas, no consumir aceites vegetales y evitar el gluten, le protegen contra el deterioro cognitivo y la neurodegeneración
🩺Por el Dr. Mercola
La enfermedad de Alzheimer (EA) es un trastorno neurológico progresivo que afecta de manera gradual la memoria, el lenguaje, la toma de decisiones y el comportamiento. Con el tiempo, se pierde la independencia y la identidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alzhéimer representa entre el 60 % y el 70 % de todos los casos de demencia.1 Se espera que para el año 2050 el número de personas con alzhéimer alcance más de 150 millones en todo el mundo.2
El alzhéimer suele comenzar con olvidar algo sencillo, como perder las llaves, repetir preguntas o perder el hilo de las conversaciones. Pero a medida que empeora, provoca desorientación, cambios de humor, cambios de personalidad y, por último, una pérdida total de la autonomía.3 La inflamación, el estrés oxidativo, las mitocondrias dañadas y los problemas intestinales y cerebrales influyen en su desarrollo.4
Ese conocimiento ha llevado a los investigadores a explorar estrategias nuevas para abordar las causas fundamentales de esta afección. Por ejemplo, una revisión sistemática reciente, publicada en la revista Brain Behavior and Immunity Integrative,5 descubrió que el kéfir, que es una bebida láctea fermentada rica en probióticos, podría ser una herramienta que podría favorecer el manejo del alzhéimer.
Cómo el kéfir ayuda a prevenir y retrasar la enfermedad de Alzheimer
El estudio presentado6 examinó el potencial del kéfir como un tratamiento complementario para la enfermedad de Alzheimer. La revisión incluyó siete estudios hechos con invertebrados, roedores y humanos, y se centró en las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y neuroprotectoras del kéfir. Esto es lo que demostraron los hallazgos:
- El kéfir redujo las placas amiloides y los ovillos de tau: los investigadores observaron que el kéfir redujo la acumulación de proteínas beta-amiloides, que es una característica de la enfermedad de Alzheimer (aunque retractaciones científicas recientes sobre la manipulación de datos cuestionan el impacto de esta proteína). También se observaron menos proteínas tau. Se cree que ambas proteínas están relacionadas con el deterioro cognitivo y la muerte neuronal que se produce en el alzhéimer.
- La función cognitiva mejoró en todas las especies: se observaron mejoras en la memoria y el comportamiento en roedores, mientras que los modelos de mosca de la fruta demostraron una mayor supervivencia y una mejor coordinación motora. La suplementación con kéfir mejoró en un 28 % la cognición global y aumentó en un 66 % el rendimiento de la memoria inmediata, mientras que la memoria diferida mejoró en un 62 %.
- El kéfir redujo el estrés oxidativo y preservó las neuronas: los marcadores de daño oxidativo, como las ROS, nitrotirosina e iNOS, se redujeron después de tratar a roedores con kéfir. Las neuronas en regiones como el hipocampo y la corteza también se conservaron mejor.
- Menor inflamación y daño neuronal: el kéfir redujo los marcadores inflamatorios como NF-κB y caspasa-3, que se relacionan con la apoptosis neuronal. También suprimió vías inflamatorias importantes (TLR4, MYD88, NLRP3) y redujo las citocinas proinflamatorias (TNF-α, IL-8, IL-12).
- Mejor equilibrio inmunológico y salud intestinal: los estudios demostraron que el kéfir moduló las respuestas inmunitarias y restauró la integridad de la mucosa intestinal.
- El kéfir mejoró la señalización de la insulina en el cerebro: algunos modelos de roedores demostraron mayores niveles de enzima degradadora de insulina (IDE, por sus siglas en inglés) en el hipocampo y una mejor regulación de los receptores de insulina. Estos cambios favorecen la función neuronal y reducen la acumulación de amiloide.
- Los compuestos bioactivos únicos del kéfir favorecen los efectos: el kéfir contiene péptidos que inhiben la acetilcolinesterasa (el mismo mecanismo utilizado por muchos medicamentos para la enfermedad de Alzheimer) y que reducen el daño oxidativo de las proteínas. El kefiran, que es un carbohidrato complejo que se encuentra en el kéfir, también modula la inflamación y la microbiota intestinal. Todo ello lo convierte en un agente neuroprotector muy prometedor.
- El uso a largo plazo podría mantener la protección cognitiva: además de los estudios a corto plazo, la habilidad del kéfir para regular los neurotransmisores (dopamina, serotonina, acetilcolina y GABA) y promover el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés) sugiere beneficios con el uso continuo.
El kéfir mejora los síntomas del alzhéimer
Uno de los estudios incluidos en la revisión presentada es un ensayo clínico publicado en la revista Oxidative Medicine and Cellular Longevity,7 el cual evaluó los efectos de tomar leche fermentada con kéfir por 90 días en pacientes mayores con enfermedad de Alzheimer. Este ensayo ofreció una explicación de cómo el kéfir afecta los factores centrales de la neurodegeneración.
- La inflamación disminuyó de manera drástica: los niveles séricos de citocinas proinflamatorias disminuyeron de manera significativa después de la suplementación con kéfir. Las proporciones de citoquinas también mejoraron, lo que indica que la respuesta inmunitaria proinflamatoria cambió a una más equilibrada, lo que reduce la acumulación de amiloide y previene la pérdida de tejido cerebral.
- Se suprimió el estrés oxidativo: disminuyeron en un 30 % los niveles de superóxido, peróxido de hidrógeno y peroxinitrito, mientras que aumentó en un 100 % la biodisponibilidad del óxido nítrico. Esto favorece el flujo sanguíneo y protege a las neuronas del daño oxidativo.
- La apoptosis y el daño al ADN se revirtieron: la fragmentación del ADN se redujo del 15 % al 5 %, y la PARP-1 escindida (que es un marcador de muerte celular programada) disminuyó en más del 75 %. La tasa de células apoptóticas (células que mueren de manera natural) se redujo casi a la mitad, mientras que las poblaciones de células sanas aumentaron, lo que refleja una mejor estabilidad del tejido. Estos cambios sugieren que el kéfir no solo retarda el daño celular, sino que también promueve la reparación y la supervivencia de los tejidos.
- Se activó la señalización p53: la expresión de p53 se triplicó después de la suplementación. Esta proteína reguladora maestra es esencial para reparar el ADN, proteger las mitocondrias y suprimir los tumores, y activarla explica el gran impacto neuroprotector del kéfir.
- Un efecto simbiótico complejo: el kéfir que se utilizó en el estudio incluyó tanto bacterias beneficiosas como especies de levadura. Sus compuestos bioactivos, como péptidos, polisacáridos y vitaminas, colaboraron para modular el eje intestino-cerebro, favorecer la capacidad antioxidante y activar vías neuroprotectoras, como las GABA y BDNF.
- Seguro y accesible: el kéfir se toleró bien y no se reportaron efectos adversos. Aunque era un ensayo no controlado, la validez de los cambios biológicos observados justifica futuros estudios aleatorios y respalda el uso del kéfir como una intervención natural y de bajo riesgo en el tratamiento temprano del alzhéimer.
El kéfir contiene C15:0, que es una grasa esencial que protege el cerebro
El kéfir no solo es rico en probióticos y péptidos bioactivos. Debido a que es un producto lácteo, también contiene ácido pentadecanoico (C15:0), que es una grasa saturada esencial que ha sido reconocida porque ayuda a prevenir la degradación celular, a revertir el daño metabólico y a proteger el cerebro de la neurodegeneración.
• El C15:0 es esencial para la resiliencia celular: esta grasa saturada de cadena impar se incrusta en las membranas celulares, lo que las hace más fuertes y más resistentes al estrés oxidativo. El C15:0 estabiliza las membranas, a diferencia de las grasas poliinsaturadas (PUFs, por sus siglas en inglés), que las debilitan. Esto es importante para las células del cerebro, que son muy vulnerables a la oxidación y al deterioro de las mitocondrias en la enfermedad de Alzheimer.
• El C15:0 ayuda a desplazar el AL de los tejidos: las investigaciones demuestran que las personas con alzheimer tienen niveles elevados de metabolitos de ácido linoleico oxidado (OXLAM, por sus siglas en inglés) en su plasma.8 Estos subproductos tóxicos impulsan la inflamación sistémica, deterioran la función de las mitocondrias y promueven la ferroptosis, la cual es una forma de muerte celular dependiente del hierro que se vincula con la neurodegeneración.9
El C15:0 ayuda a detener este proceso, ya que desplaza el AL en las membranas celulares, lo que reduce la peroxidación lipídica y estabiliza las estructuras celulares antes de que se dañen.
• Esta grasa es esencial, pero la mayoría de las personas no consumen lo suficiente: el C15:0 tiene todas las características de una grasa esencial. Su cuerpo no lo produce en cantidades significativas, por lo que tener una deficiencia se relaciona con un conjunto de problemas conocidos como "síndrome de fragilidad celular".10 Esto incluye glóbulos rojos frágiles, anemia y síndrome de sobrecarga de hierro dismetabólico (DIOS, por sus siglas en inglés), que se caracteriza por un almacenamiento excesivo de hierro, sobre todo en el hígado.
El síndrome de sobrecarga de hierro dismetabólico aumenta el riesgo de ferroptosis, que es una forma destructiva de muerte celular provocada por la peroxidación de hierro y lípidos que ataca las membranas mitocondriales y detiene la producción de energía. Este proceso puede promover la enfermedad del hígado graso avanzada, la esteatohepatitis y un deterioro metabólico más amplio.
• El C15:0 protege las mitocondrias y retarda la neurodegeneración: el C15:0 protege a las neuronas de la ferroptosis en el cerebro. Esto preserva la producción de energía, favorece la longevidad de las células, protege contra el envejecimiento y el daño tisular, al igual que mantiene la función cognitiva a medida que el cerebro envejece.
• El kéfir de animales alimentados con pastura es un alimento importante: la agricultura moderna ha despojado a los productos lácteos de gran parte de su nivel de C15:0, cuando cambiaron al ganado alimentado con granos. El kéfir elaborado con leche de vacas alimentadas con pastura retiene más de esta grasa vital. Otra fuente buena es una porción de queso de animales alimentados con pastura o una cucharada de mantequilla, los cuales proporcionan entre 100 y 130 mg de C15:0, lo cual es suficiente para favorecer la reparación de las células y contrarrestar el daño del AL a lo largo del tiempo.
La sobrecarga de hierro acelera el alzhéimer
El exceso de hierro es otro factor que promueve el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Aunque el hierro es esencial para el funcionamiento normal de las células, tener un exceso provoca estrés oxidativo, inflamación y degeneración neuronal. Una revisión de 2024 publicada en la revista Aging Medicine11 examinó cómo la acumulación de hierro en un área esencial del cerebro promueve el desarrollo y la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
- El precúneo almacena el exceso de hierro al comienzo del alzhéimer: el precúneo es el área del cerebro que se encarga de la memoria, la atención y la autoconciencia, y es muy vulnerable al daño oxidativo inducido por el hierro. Múltiples estudios de imágenes demuestran que las personas con deterioro cognitivo leve y enfermedad de Alzheimer tienen niveles de hierro mucho más elevados en el precúneo.
- La sobrecarga de hierro promueve la patología amiloide y tau: la revisión confirmó que los niveles elevados de hierro aceleran la agregación de placas beta amiloide y ovillos de proteína tau. Ambos se relacionan de manera directa con la muerte de neuronas y en el deterioro cognitivo.
- El hierro altera las mitocondrias y aumenta el estrés oxidativo: la acumulación de hierro produce más ROS, lo que daña las estructuras celulares y perjudica la función de las mitocondrias. Esto debilita la energía del cerebro y acelera la muerte de las neuronas.
- La ferroptosis es la vía dominante de muerte celular: la sobrecarga de hierro inicia la ferroptosis en el precúneo. A diferencia de la apoptosis, este proceso hace que las mitocondrias fallen de manera catastrófica y que sea más difícil de revertir.
Si desea abordar la sobrecarga de hierro y reducir el riesgo de padecer alzhéimer, le recomiendo donar sangre con regularidad.
Otras estrategias para prevenir el alzhéimer
Para prevenir el alzhéimer, se necesita más que una sola intervención. Se necesita combinar estrategias todos los días para reducir la inflamación, proteger las neuronas y apoyar la función metabólica y cognitiva. Los siguientes enfoques son una buena base:
• Optimice los niveles de Akkermansia: la Akkermansia muciniphila es un microbio intestinal clave que favorece la integridad de la barrera intestinal, reduce la inflamación y produce ácidos grasos de cadena corta (AGCC), los cuales alimentan las células que recubren el colon. Los pacientes con alzhéimer reportan de forma consistente niveles más bajos de Akkermansia.12
Para mejorar sus niveles, priorice comer alimentos ricos en prebióticos, vegetales fermentados y suplementos de grado farmacéutico que promuevan de forma directa el crecimiento de Akkermansia. Consuma al menos 250 gramos de carbohidratos todos los días, ajuste esta cantidad según su necesidad de energía y elimine los aceites vegetales inflamatorios para fortalecer la conexión intestino-cerebro.
• Evite el gluten y la caseína: estas proteínas alteran la barrera hematoencefálica y promueven la activación inmunitaria. Se ha demostrado que el gluten debilita esta barrera y permite que las bacterias ingresen al torrente sanguíneo.13
Eso facilita el deterioro cognitivo, la neuroinflamación y las enfermedades como el párkinson, la ansiedad y la depresión. Sin embargo, la grasa láctea (como la mantequilla) está bien, el problema son las proteínas de la leche pasteurizada.
• Consuma grasas omega-3 de origen animal con moderación: las grasas omega-3 DHA y EPA lo protegen contra el daño celular que causa la enfermedad de Alzheimer, lo que reduce el riesgo de desarrollarla o retarda su progresión. Sin embargo, recuerde que son grasas poliinsaturadas, por lo que debe consumirlas con moderación. Importa más la calidad que la cantidad.
• Obtenga vitamina D de la luz del sol: un nivel bajo de vitamina D se correlaciona con un deterioro cognitivo más rápido y puntajes malos en pruebas de memoria. Un estudio descubrió un riesgo 40 % menor de demencia con niveles óptimos de vitamina D.14 La mejor manera de obtener vitamina D es exponiéndose al sol de forma adecuada, con el objetivo de alcanzar un nivel en la sangre de 60 a 80 ng/mL (150 a 200 nmol/L).
Sin embargo, es necesario que elimine los aceites vegetales del cuerpo antes de exponerse al sol durante el mediodía. El ácido linoleico (AL) de la piel se oxida cuando se expone al sol, lo que provoca inflamación y daño a la piel. Para proteger su piel, evite exponerse al sol de mediodía durante cuatro a seis meses mientras elimina el AL de su cuerpo.
• Mantenga sus niveles de insulina en ayunas inferiores a 3: la insulina elevada de manera crónica promueve la inflamación del cerebro, la resistencia a la insulina en las neuronas y el envejecimiento acelerado. Reducir los niveles de insulina favorece la función de las mitocondrias y protege la cognición a largo plazo.15
• Coma alimentos ricos en folato: las investigaciones demuestran que el folato protege contra la enfermedad de Alzheimer.16 Sin duda, los vegetales son la mejor fuente de folato. Evite suplementos como el ácido fólico, que es la versión sintética de menor calidad de este compuesto.
• Elimine el mercurio y el aluminio: el mercurio de los empastes dentales y el aluminio de los utensilios de cocina, así como los desodorantes y adyuvantes, alteran la química del cerebro. Ambos metales se relacionan con la neurodegeneración.17 Si tiene amalgamas, acuda a un dentista biológico para extraerlas de forma segura y evite los productos que contengan aluminio.
• Ejercítese con regularidad: hacer actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, mejora la plasticidad neuronal y favorece la liberación de factores neurotróficos que le permiten a las células del cerebro sobrevivir y prosperar.18
• Coma alimentos ricos en antioxidantes: los arándanos son un buen ejemplo. Son ricos en antocianinas y polifenoles, ayudan a reducir el estrés oxidativo y a mejorar la memoria y la función del cerebro.19
• Desafíe su cerebro todos los días: estar en constante aprendizaje fortalece las redes neuronales y retrasa el deterioro cognitivo. Algunas actividades como aprender a tocar un instrumento, dominar un idioma o resolver problemas complejos desarrollan la resiliencia del cerebro.20
• Evite los anticolinérgicos y las estatinas: los medicamentos anticolinérgicos inhiben la acetilcolina, que es un neurotransmisor esencial para la memoria y la atención. Las estatinas interfieren con la síntesis de colesterol, agotan la CoQ10 y evitan que los nutrientes liposolubles lleguen al cerebro. Ambos tipos de medicamentos se han relacionado con un riesgo mayor de demencia.21,22
Preguntas frecuentes sobre el kéfir y la enfermedad de Alzheimer
P: ¿Cómo ayuda el kéfir a la salud del cerebro en la enfermedad de Alzheimer?
R: El kéfir tiene una combinación de probióticos, levaduras beneficiosas, péptidos y compuestos antiinflamatorios que reducen la acumulación de amiloide, protegen las neuronas y mejoran la función de las mitocondrias. También reequilibra la señalización inmunitaria y promueve la producción de neurotransmisores, lo que lo convierte en un gran alimento para la protección cognitiva.
P: ¿Beber kéfir puede mejorar la memoria en personas con alzhéimer?
R: Sí. En un ensayo clínico, los pacientes con alzhéimer que consumieron kéfir todos los días, durante 90 días, reportaron una mejora del 66 % en la memoria inmediata, una mejora del 62 % en la memoria diferida y una ganancia del 28 % en la función cognitiva general.
P: ¿Qué es el C15:0 y por qué es importante para el alzhéimer?
R: El ácido pentadecanoico (C15:0) es una grasa esencial que se encuentra en los productos lácteos de animales alimentados con pastura, incluyendo el kéfir. Fortalece las membranas celulares, protege las mitocondrias y desplaza el ácido linoleico oxidado, el cual promueve la inflamación y la neurodegeneración. La mayoría de las personas no consumen suficiente vitamina B12, pero tiene una influencia fundamental a la hora de retardar el envejecimiento de las células y proteger el tejido del cerebro.
P: ¿Por qué el exceso de hierro es un problema en el alzhéimer?
R: El hierro se acumula en la región precúnea del cerebro al comienzo de la enfermedad de Alzheimer, donde promueve el estrés oxidativo y provoca la ferroptosis, que es una forma catastrófica de muerte celular. Esto provoca que se formen placas amiloides, se desarrollen ovillos de tau y se degraden las mitocondrias. Donar sangre con regularidad reduce las reservas de hierro y disminuye el riesgo.
P: ¿Qué estrategias puedo implementar para reducir el riesgo de padecer alzhéimer?
R: Hay una variedad de estrategias que puede implementar todos los días para reducir su riesgo, como favorecer su intestino con un mejor nivel de la Akkermansia muciniphila, evitar el gluten y aceites vegetales, consumir alimentos ricos en folato, aumentar su consumo de antioxidantes y exponerse al sol de forma adecuada, entre otros.
🔍Fuentes y Referencias
- 1 WHO, Dementia
- 2 Alzheimer’s Disease International, January 7, 2022
- 3 National Institute of Aging, Alzheimer’s Disease Fact Sheet
- 4 Int J Mol Sci. 2023 Sep 22;24(19):14450
- 5, 6 Brain Behavior and Immunity Integrative Volume 10, April 2025, 100115
- 7 Oxid Med Cell Longev. 2020 Jan 13;2020:2638703
- 8 Prostaglandins Leukot Essent Fatty Acids. 2012 Sep 5;87(4-5):135–141
- 9 Nutrients. 2023 Jul 13;15(14):3129
- 10 Metabolites 2024, 14(7), 355; doi: 10.3390/metabo14070355
- 11 Aging Med (Milton). 2024 Oct 22;7(5):649–667
- 12 Critical Reviews in Microbiology, 49(2), 151–176
- 13 Am J Lifestyle Med. 2022 Jan 11;16(1):32–35, Abstract
- 14 Alzheimers Dement (Amst). 2023 Mar 1;15(1):e12404, Highlights
- 15 Int J Mol Sci. 2021 Sep 15;22(18):9987, Abstract
- 16 Front Neurosci. 2021 Apr 14;15:661198, Abstract
- 17 Environ Res. 2020 Sep:188:109734
- 18 Front Aging Neurosci. 2023 Aug 4;15:1243869
- 19 Biomolecules. 2021 Jan 14;11(1):102
- 20 Dela J Public Health. 2021 Sep 27;7(4):124–127
- 21 Int. J. Mol. Sci. 2024, 25(23), 12850
- 22 JAMA Intern Med. 2019 Jun 24;179(8):1084–1093