📝HISTORIA EN BREVE

  • La composición del microbioma intestinal puede influir mucho en su forma de afrontar el estrés. Las investigaciones demuestran que existe una relación estrecha entre el sistema microbioma-cerebro-intestino (BGM) y la salud mental, lo que abre las puertas a nuevas formas de controlar el estrés y los trastornos psiquiátricos
  • Un estudio descubrió que las personas con características únicas en sus bacterias intestinales, como bacterias más activas en áreas clave como la adaptación ambiental y la reducción de la inflamación, así como patrones diferentes en su estructura cerebral distintos, eran más resistentes
  • La disbiosis intestinal (desequilibrio microbiano) se relaciona con problemas de salud mental. Se encontraron menores niveles de bacterias que producen butirato en personas con depresión, lo que demuestra la influencia del eje intestino-cerebro en los trastornos psiquiátricos
  • Las bacterias intestinales intolerantes al oxígeno son fundamentales para una buena salud intestinal, ya que producen ácidos grasos de cadena corta que son muy beneficiosos. Por lo que, un desequilibrio puede incrementar la permeabilidad intestinal y causar otros problemas de salud
  • Su salud mental depende mucho del estado de su intestino. Algunas estrategias para reforzar su salud intestinal incluyen: limitar el consumo de ácido linoleico, incrementar poco a poco el consumo de carbohidratos complejos y comer frutas frescas que ayudan a fortalecer el microbioma intestinal

🩺Por el Dr. Mercola

Alguna vez se ha preguntado por qué hay personas que parecen afrontar mejor los golpes que da la vida. Y, aunque ya se sabía que aspectos como la genética, la crianza y las habilidades de afrontamiento son fundamentales para la resiliencia al estrés, los científicos acaban de descubrir que hay otro factor poco conocido que forma parte importante de esta compleja ecuación: los billones de microorganismos que viven en su intestino.

De hecho, las investigaciones sugieren que la composición de su microbioma intestinal, que se compone de millones de bacterias, hongos y otros microbios que viven en su tracto digestivo, puede influir mucho en la forma en la que responde al estrés. Este campo de estudio emergente descubrió que existe una relación estrecha entre los microbios intestinales y la salud mental, lo que abre las puertas a nuevas formas de controlar el estrés y reforzar la salud mental.

La relación entre el microbioma intestinal y la resiliencia al estrés

Una investigación que se publicó en Nature Mental Health  descubrió que existe una relación fascinante entre nuestro cerebro y los microbios que viven en nuestro intestino.1 Este sistema interconectado, que se conoce como microbioma-cerebro-intestino (BGM), influye mucho en su salud mental y su capacidad para afrontar el estrés.

• El estrés tiene un impacto profundo en la salud y la economía: en los Estados Unidos, los costos de atención médica que se relacionan con el estrés y las ausencias laborales representan una pérdida anual de más de 300 mil millones, mientras que una mayor resiliencia al estrés podría reducir el riesgo de depresión y ansiedad, así como de otros problemas como el abuso de alcohol.2

Las personas con mayor resiliencia al estrés suelen adaptarse mejor a las situaciones desafiantes y recuperarse más rápido de los golpes de la vida, ya que mantienen una perspectiva más positiva incluso durante los momentos difíciles.

• Esta resiliencia suele relacionarse con una mejor salud física y mental: las personas con mayor resiliencia también tienen más probabilidades de construir y mantener conexiones sociales fuertes, lo que hace que sean más propensas a buscar ayuda cuando la necesitan y vean los obstáculos como oportunidades de crecimiento en lugar de una puerta sin salida, lo que les permite aprender y hacerse más fuertes con cada obstáculo que les presenta la vida.

• Un nuevo estudio descubre los marcadores biológicos de la resiliencia: en este estudio, los científicos utilizaron una combinación de muestras fecales y técnicas avanzadas de imágenes cerebrales para determinar el impacto del BGM en la resiliencia de las personas. Descubrieron algunos patrones muy interesantes, incluyendo el hecho de que las personas con alta resiliencia solían tener menor riesgo de depresión y ansiedad.3

• La resiliencia se relaciona con las bacterias intestinales activas y rasgos cerebrales únicos: las personas con alta resiliencia también mostraron algunas características únicas en sus bacterias intestinales y estructura cerebral. Sus bacterias intestinales eran más activas en varias áreas clave, que incluyen la adaptación a su entorno, la reproducción, la conversión de alimentos en energía y la inflamación.

• Los metabolitos y el equilibrio del microbioma son fundamentales para una buena resiliencia: los investigadores también descubrieron que las personas con alta resiliencia tenían mayores niveles de ciertos metabolitos, que son moléculas pequeñas que se producen cuando el metabolismo está activo. La resiliencia también se relaciona con "un microbioma y una barrera intestinal saludables".4

• Los patrones de conectividad cerebral son diferentes en personas con alta resiliencia: en cuanto a la estructura y función del cerebro, los circuitos de recompensa de las personas con alta resiliencia tenían más conexiones con las áreas que participan en el procesamiento sensorial y el movimiento. Pero, tenían menos materia gris y menos conexiones de materia blanca en las regiones del cerebro que se relacionan con la regulación de las emociones.

"Imagine la parte cognitiva o la parte frontal de su cerebro como si fueran los frenos", dijo Arpana Church, experta en neurociencias de la UCLA, en un comunicado de prensa. "Las personas con alta resiliencia tenían frenos de mejor calidad, lo que significa que también tenían una respuesta más controlada al estrés".5

• Esto sugiere que la resiliencia no solo se trata de fortaleza mental: sino que es una interacción compleja entre el estado psicológico, los microbios intestinales y la estructura y función del cerebro. De manera curiosa, la actividad de las bacterias intestinales fue el mejor indicador del nivel de resiliencia. Esto sugiere que su microbioma podría ser un factor fundamental en su capacidad para afrontar el estrés. También sugiere que reforzar el microbioma intestinal podría ayudar a mejorar nuestra resiliencia.

El desequilibrio en el microbioma intestinal incrementa el riesgo de trastornos neuropsiquiátricos

Cuando se altera el equilibrio de las bacterias intestinales (lo que se conoce como disbiosis), incrementa el riesgo de problemas de salud mental y trastornos psiquiátricos. Por ejemplo, la disbiosis intestinal se relaciona con problemas como la ansiedad, la depresión y el trastorno bipolar.6

• Los niveles bajos de bacterias beneficiosas que producen butirato incrementan el riesgo de depresión: un estudio que se publicó en Translational Psychiatry descubrió que las personas con depresión tenían menores niveles de bacterias intestinales que producen butirato, que es un ácido graso de cadena corta muy beneficioso.7

Los microbios intestinales no solo ayudan a producir neurotransmisores, que son los mensajeros químicos en el cerebro, sino que también influyen en la inflamación y la integridad del revestimiento intestinal. Según una revisión que se publicó en Frontiers in Immunology:8

"Bajo condiciones normales, un microbioma saludable promueve la homeostasis dentro del huésped al mantener la integridad de la barrera intestinal y cerebral, lo que ayuda a mantener una buena salud en general.
Debido a la comunicación multidireccional entre el microbioma y los sistemas neuroendocrino-inmunológico, la disbiosis causa inflamación sistémica y neuronal que puede acelerar la progresión de la enfermedad y deteriorar el bienestar, sobre todo la salud mental".

• La comunicación entre el intestino y el cerebro se produce a través de múltiples vías: la comunicación entre el intestino y el cerebro se produce a través de múltiples vías, que incluyen el nervio vago y el transporte de ácidos grasos de cadena corta (AGCC).9

En un estudio que se publicó en la revista Cell, los investigadores de la Universidad de Florida descubrieron que la composición del microbioma intestinal durante los primeros años de vida podría influir mucho en el desarrollo de problemas de desarrollo neurológico, tales como el trastorno del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), los trastornos de comunicación y la discapacidad intelectual.10

• Ciertas bacterias intestinales podrían relacionarse con la enfermedad de Alzheimer: un análisis que se publicó en Scientific Reports11 descubrió que ciertas bacterias intestinales podrían incrementar el riesgo de Alzheimer, ya que activan procesos neuroinflamatorios a través del eje microbioma-intestino-cerebro.

Algunos microbios podrían secretar toxinas y AGCC que hacen que el intestino sea más permeable o que alteran la función inmunológica. También se sabe que las personas con Alzheimer podrían tener una menor diversidad de bacterias intestinales, lo que empeora la enfermedad. Todo esto demuestra la relación estrecha que existe entre todos nuestros sistemas, así como el impacto de la salud intestinal en la salud mental.

La importancia del equilibrio en el microbioma intestinal

La diversidad de microorganismos que viven en el intestino es un indicador de resiliencia y armonía, ya que estos organismos microscópicos trabajan en equipo para ayudarlo a mantener una buena salud. Reforzar sus bacterias beneficiosas intolerantes al oxígeno, como la Akkermansia, que es una especie clave para una salud óptima, mejora sus defensas intestinales, contrarresta los efectos de las endotoxinas y ayuda a crear un entorno que favorece todos los aspectos de su salud.

• Los AGCC como el butirato ayudan a fortalecer la barrera intestinal: las bacterias beneficiosas intolerantes al oxígeno metabolizan las fibras alimentarias y producen AGCC, sobre todo butirato. Este compuesto actúa como combustible principal de las células epiteliales del colon, lo que fortalece la barrera intestinal.

Además, los AGCC estimulan las células caliciformes para producir mucina, que es un componente esencial de la capa de mucosa que protege el colon. Esta capa de mucosa protege sus células epiteliales de las bacterias patógenas tolerantes al oxígeno.

• Los niveles bajos de bacterias intolerantes al oxígeno pueden causar intestino permeable: los niveles bajos de bacterias intolerantes al oxígeno incrementan el riesgo de síndrome del intestino permeable. En este problema de salud, se deteriora el revestimiento del intestino grueso, y eso permite que, toxinas como las partículas de alimentos sin digerir y otros microbios oportunistas entren al torrente sanguíneo.

Bajo condiciones normales, las uniones estrechas en la pared intestinal controlan todo que pasa a través de ellas, pero cuando se dañan, dejan de hacer bien este trabajo. Esto puede causar inflamación sistémica e incrementar el riesgo de una serie de enfermedades crónicas.

• Los factores del estilo de vida moderno también alteran la salud intestinal: las bacterias intestinales beneficiosas prosperan en un entorno sin oxígeno, lo que requiere  de nivele óptimos de energía celular. Pero, los factores del estilo de vida moderno como el consumo excesivo de aceite de semillas y la exposición a toxinas reducen la producción de energía de las mitocondrias, lo que limita su capacidad de mantener un ambiente intestinal con poco o nada de oxígeno.

• Las bacterias tolerantes al oxígeno incrementan la exposición a las endotoxinas: esto puede cambiar la población bacteriana de especies intolerantes al oxígeno a especies dañinas y tolerantes al oxígeno. Este cambio tiene un impacto profundo porque las bacterias tolerantes al oxígeno producen endotoxinas que son más dañinas.

Esto significa que las personas que tienen más bacterias intestinales tolerantes al oxígeno experimentan reacciones más intensas a los carbohidratos de origen vegetal debido a una mayor exposición a endotoxinas.

• Una buena salud mitocondrial ayuda a mantener el equilibrio microbiano: entender que existe una relación entre la producción de energía celular, la distribución de oxígeno en el intestino y la diversidad microbiana le dará las armas que necesita para reforzar su salud, tanto física como mental.

Mejorar la función de las mitocondrias y mantener el equilibrio en el microbioma intestinal puede promover el crecimiento de bacterias beneficiosas intolerantes al oxígeno y, al mismo tiempo, reducir los efectos negativos de las endotoxinas dañinas.

Es fundamental entender la importancia de este delicado equilibrio del microbioma intestinal con el fin de poder implementar estrategias adecuadas para reforzar las bacterias beneficiosas. Una bacteria clave es la Akkermansia muciniphila, que produce efectos beneficiosos en el metabolismo y la salud intestinal.

Primero cure su intestino y luego optimice sus niveles de Akkermansia

Si bien la Akkermansia es una especie bacteriana clave para la salud intestinal, necesita un entorno libre de oxígeno para prosperar, lo que requiere de niveles adecuados de energía celular. Pero, los factores del estilo de vida moderno como los aceites de semillas, que contienen niveles elevados de ácido linoleico (AL) y la exposición a otros venenos mitocondriales reducen la producción de energía de las mitocondrias, lo que limita su capacidad de mantener un ambiente intestinal con poco o nada de oxígeno.

• Antes de tomar un suplemento debe reducir la exposición a las toxinas mitocondriales: antes de recurrir a un suplemento de Akkermansia, es importante reducir su  exposición a venenos mitocondriales como el AL, las sustancias químicas disruptoras endocrinas, como los xenoestrógenos que se encuentran en los plásticos, y los campos electromagnéticos (EMF).

De hecho, recomiendo que elimine por completo los aceites de semillas, que se encuentran en casi todos los alimentos ultraprocesados, durante al menos seis meses antes de tomar un suplemento de Akkermansia.

• Limitar el consumo de ácido linoleico ayuda a crear un entorno intestinal saludable: recomiendo que mantenga su consumo total de AL por debajo de 5 gramos, lo ideal sería menos de 2 gramos. Para realizar un seguimiento de su consumo de AL, utilice un rastreador de nutrición en línea.

Consejos para un consumo óptimo de carbohidratos

La otra parte de la ecuación es optimizar su consumo de carbohidratos, pero debe hacerlo con cuidado. Primero, limite sus carbohidratos a arroz blanco y frutas enteras, lo que le dará a sus mitocondrias el combustible que necesitan y permitirá que sane su intestino.

• Para obtener los beneficios de los carbohidratos complejos necesita tener una buena salud intestinal: durante mucho tiempo, los carbohidratos complejos se han considerado beneficiosos para el microbioma intestinal, mientras que los carbohidratos simples (azúcar) se han relacionado con el envejecimiento. Pero, si su salud intestinal no está en óptimas condiciones, deberá esperar para incorporar los carbohidratos complejos a su alimentación.

Las investigaciones demuestran que los carbohidratos complejos nutren a las bacterias intestinales, sobre todo a las que viven en el intestino grueso, que incluyen los polisacáridos de la pared celular vegetal, como la celulosa, que luego se fermentan en el intestino.12

• Cuando no tiene una buena salud intestinal, las bacterias patógenas se alimentan de los carbohidratos complejos: pero, cuando no tiene una buena salud intestinal, estos carbohidratos complejos también alimentan a las bacterias patógenas, lo que hace que prosperen cada vez que se expone a los venenos metabólicos. Y, esto reduce la producción de energía de las mitocondrias. La falta de energía permite que entre oxígeno al intestino grueso, lo que crea el entorno ideal para que prosperen las bacterias patógenas.

Cada vez que consume carbohidratos complejos, alimenta a estas bacterias dañinas, lo que provoca que se multipliquen. Cuando mueren, dejan una endotoxina que se conoce como lipopolisacárido, que reduce aún más la producción de energía celular.

• Las molestias digestivas podrían ser una señal de una mala tolerancia a los carbohidratos complejos: si experimenta síntomas como gases, distensión y malestar abdominal cuando consume carbohidratos complejos, podría ser una señal de exceso de bacterias patógenas en el intestino. Si experimenta este tipo de problemas intestinales, significa que no está listo para consumir carbohidratos complejos.

• Comience con los carbohidratos fáciles de digerir: si su salud intestinal no está en óptimas condiciones, consuma carbohidratos fáciles de digerir como el arroz blanco y las frutas enteras. En caso de disfunción intestinal grave, comience con agua con dextrosa, pero bébala poco a poco a lo largo del día para evitar los picos de azúcar.

Pero, esta solo es una solución temporal, en lo que cura su intestino. Una vez que se adapte al arroz y las frutas enteras, agregue carbohidratos más complejos, como pastas caseras, jugos de frutas sin pulpa y vegetales de raíz, pero es importante que lo haga de forma gradual.

• La transición de carbohidratos simples a carbohidratos complejos debe ser gradual: los carbohidratos complejos, los vegetales sin almidón, los vegetales con almidón, los frijoles, las legumbres y los granos enteros son el último paso, y deben incorporarse poco a poco, a medida que su intestino comience a sanar. Aun así, a algunas personas les cuesta tolerar estos alimentos, por lo que se deben considerar algunos métodos de cocción adecuados.

Por ejemplo, las papas contienen oxalatos solubles en agua, que pueden ser dañinos cuando se acumulan. Por lo tanto, hiérvalas para reducir su contenido de oxalato. También puede incrementar la cantidad de almidón resistente, que no afecta los niveles de azúcar, si cocina, refrigera o calienta estos alimentos antes de comerlos.

Una vez que su intestino esté sano, puede comenzar a tomar un suplemento de Akkermansia de alta calidad. Pero, el simple hecho de tomar un suplemento de Akkermansia no será suficiente, debe asegurarse de que llegue viva hasta el colon.

Es importante asegurarse de la supervivencia de la Akkermansia

También es fundamental comprender que las bacterias Akkermansia necesitan llegar al colon antes de que se desintegre la cápsula de protección. Si la cápsula de desintegra antes, las bacterias quedarán expuestas a altas concentraciones de oxígeno en el tracto digestivo superior, y morirán. Por lo tanto, es fundamental asegurarse de que su suplemento de Akkermansia mantenga su integridad durante el tiempo de tránsito mínimo de dos horas, desde que lo toma hasta que llega al colon.

•Para lograrlo, tome el suplemento con el estómago vacío: la forma más efectiva de lograrlo es tomar el suplemento con el estómago vacío. Este enfoque ayuda a evitar que la cápsula se disuelva demasiado rápido en el proceso digestivo. Si consume el suplemento con alimentos o poco después de comer, es probable que la cápsula se desintegre mucho antes de llegar al colon, lo que hará que sea mucho menos efectivo.

• Los suplementos de liberación retardada son clave: por lo tanto, es importante comprar un suplemento de Akkermansia con tecnología de liberación retardada, ya que eso asegurará que las bacterias sobrevivan.

Recuerde, el objetivo es que las bacterias lleguen vivas y activas hasta su colon, donde pueden multiplicarse y producir sus efectos beneficiosos. Hacerlo en el momento adecuado y con el estómago vacío es fundamental para optimizar la efectividad del suplemento.

Considere que venden productos de Akkermansia pasteurizados, y si bien hay varios estudios que pretenden demostrar sus beneficios,13,14,15,16,17,18,19,20 la lógica dicta que consumir bacterias muertas no será de mucha ayuda.

• La pasteurización mata las bacterias y elimina su actividad metabólica: la pasteurización implica calentar las bacterias a una temperatura que las mata, lo que significa que ya no son metabólicamente activas. En pocas palabras, este proceso mata las bacterias. Como tal, es posible que vea que los suplementos de Akkermansia pasteurizada se promocionen en Unidades Fluorescentes Totales (TFU), que es el número total de células en la muestra, que incluyen las bacterias vivas, dañadas y muertas.

La efectividad de los probióticos suele depender de su capacidad para colonizar el intestino y producir sus efectos metabólicos beneficiosos. Las TFU no proporcionan información sobre la actividad metabólica o la viabilidad de las bacterias, que son aspectos fundamentales para determinar la efectividad de un suplemento. Lo mismo ocurre con las unidades fluorescentes activas o AFU, que miden la actividad enzimática.

Engañan a los consumidores al hacerlos creer que mientras más TFU o AFU más efectivo es el producto, pero estas medidas no representan cantidad de bacterias vivas en el producto, que es lo más importante.

Las diferencias entre CFU, AFU y TFU

Cuando se evalúa la potencia de los probióticos se utilizan tres unidades de medida: unidades formadoras de colonias (CFU), unidades fluorescentes activas (AFU) y unidades fluorescentes totales (TFU). Es muy importante que, tanto los consumidores como los médicos, comprendan la diferencia entre estas unidades, ya que esto determina la efectividad y la calidad de los suplementos de probióticos.

• Unidades formadoras de colonias (CFU): esta medida se utiliza para cuantificar la cantidad de bacterias o células fúngicas viables en un producto. Una CFU representa un solo microorganismo capaz de dividirse y formar una colonia bajo condiciones específicas de laboratorio. Esta medida es importante porque los beneficios de los probióticos se derivan de la cantidad de microorganismos vivos que llegan al intestino.

Los fabricantes de probióticos suelen poner el número de CFU en la etiqueta del producto, lo que indica la cantidad de organismos vivos por porción. Aunque los recuentos más altos de CFU suelen promocionarse como los más potentes, la dosis óptima depende de la cepa específica y los objetivos de salud.

Es importante considerar que no todas las CFU son iguales; la efectividad de un probiótico también depende de las cepas que contiene y su capacidad para sobrevivir al ambiente ácido del estómago.

•Unidades fluorescentes activas (AFU): esta es una medida menos convencional. Mientras que la CFU se refiere al número de bacterias vivas, la AFU representa el número total de bacterias, tanto vivas como muertas. En realidad, se trata de una unidad que se utiliza para medir la actividad enzimática.

Por ejemplo, podría utilizarse para determinar los niveles de actividad de enzimas específicas que producen los probióticos y que contribuyen a sus beneficios, como la descomposición de lactosa o la producción de vitaminas. En algunas aplicaciones especializadas, la AFU también se utiliza para evaluar la actividad metabólica o la potencia funcional de las cepas probióticas más allá de su viabilidad.

Pero, debido a que la AFU no es una métrica estandarizada en la industria de probióticos, su uso puede causar confusión en el etiquetado del producto y en las afirmaciones sobre su efectividad.

• Unidades fluorescentes totales (TFU): miden la masa bacteriana total, que incluyen las células vivas y muertas con ayuda de marcado fluorescente, y por lo general, se utiliza para productos pasteurizados. Al igual que la AFU, los niveles de TFU son más altos que los valores de CFU en una misma muestra, ya que incluyen células viables y no viables.

La principal diferencia entre estas unidades radica en lo que miden: la CFU cuantifica el número de microorganismos vivos; la AFU evalúa la actividad funcional de esos microorganismos; y la TFU mide la masa bacteriana total, sin importar su actividad funcional.

Si bien las CFU proporcionan un indicador claro del potencial de colonización y supervivencia de los probióticos en el intestino, las AFU podrían ofrecer información adicional sobre su capacidad funcional.

Pero, debido a la falta de estandarización de las AFU en el mercado de probióticos, las CFU son el estándar de oro para determinar la potencia de los probióticos. Por esa razón, se recomienda a los consumidores que al momento de comprar un suplemento, se enfoquen en el recuento de CFU y las cepas específicas que contiene, ya que esto los ayudará a asegurarse de que el producto es efectivo y apto para sus necesidades de salud.

Más información sobre la Akkermansia

Cada vez hay más ensayos clínicos que buscan determinar la efectividad y la seguridad de las intervenciones que se basan en la Akkermansia. 21 En los ensayos clínicos que analizan la Akkermansia muciniphila se utilizan varias dosis para determinar sus efectos terapéuticos.

• Los ensayos utilizan una serie de dosis diarias de CFU: las dosis más comunes son entre 100 millones a 10 mil millones de CFU al día. Utilizar este rango permite a los investigadores evaluar tanto la dosis mínima efectiva como los beneficios de las concentraciones elevadas.

• Las dosis elevadas son comunes en los estudios sobre salud metabólica: para los ensayos en humanos que se enfocan en la salud metabólica y la obesidad, suele utilizarse una dosis de 10 mil millones de CFU.22 Por ejemplo, en un ensayo que analizó el impacto de la Akkermansia en la sensibilidad a la insulina, participantes con sobrepeso u obesidad recibieron 10 mil millones de CFU al día.23

Después de tres meses, el grupo de tratamiento mejoró su sensibilidad a la insulina y experimentó una reducción en la insulinemia y colesterol total. También bajaron 1.37 kilos (alrededor de 3 libras) de grasa corporal y redujeron la circunferencia de su cadera en 2.63 centímetros.

• La función hepática y los marcadores de inflamación también mejoraron: también experimentaron mejoras en sus marcadores sanguíneos de disfunción hepática e inflamación, lo que llevó a los investigadores a concluir que "este estudio demuestra que la intervención fue segura y bien tolerada y que la suplementación con A. muciniphila mejora varios parámetros metabólicos".

También hay investigaciones que analizan la función de la Akkermansia en el fortalecimiento de la barrera intestinal y la prevención del síndrome del intestino permeable y la cirrosis hepática,24 en estos estudios suele utilizarse una dosis de mil millones de CFU al día.

• Los ensayos futuros tienen como objetivo determinar la dosis ideal y combinar terapias: mientras se acumula la evidencia, se espera que los próximos ensayos clínicos ayuden a determinar la dosis ideal y el impacto de las terapias combinadas que involucren Akkermansia y otros probióticos o prebióticos. Además, los enfoques personalizados que se basan en la composición actual del microbioma intestinal de una persona, pueden mejorar la efectividad de la suplementación con Akkermansia.

Estos estudios son cruciales para establecer la Akkermansia como una terapia probiótica viable, que ofrece soluciones innovadoras para controlar los trastornos metabólicos, la obesidad y las enfermedades inflamatorias, así como mejorar todos los demás aspectos de la salud intestinal.

¿Qué dicen los ensayos clínicos sobre la Akkermansia?

En 2024, se publicaron varios ensayos clínicos que analizan la Akkermansia, y sus resultados son muy prometedores,25 ya que demuestran sus efectos beneficiosos en una serie de problemas de salud, que incluyen las enfermedades infecciosas,26 las enfermedades que se relacionan con el sistema inmunológico,27 la fibrosis hepática,28 el manejo del estrés,29 las enfermedades que se relacionan con el intestino,30 la salud metabólica31 y la función cerebral. 32

• Las dosis en los estudios varían según el problema de salud: estos estudios, que incluyen ensayos con animales y humanos, utilizaron dosis terapéuticas en un rango que va de 100 millones a 10 mil millones de CFU al día. La dosis dependió del problema de salud a tratar, lo que garantiza efectos terapéuticos óptimos.

• Las dosis elevadas suelen utilizarse para problemas metabólicos: como se mencionó, para condiciones metabólicas como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, suelen administrarse dosis de 10 mil millones de CFU al día. Esta dosis elevada tiene como objetivo influir en la composición del microbioma intestinal y mejorar las funciones metabólicas, lo que mejora la sensibilidad a la insulina, el metabolismo de la glucosa y la salud metabólica.

• Dosis más bajas favorecen problemas de salud del hígado y el intestino: mientras que las dosis menores a mil millones de CFU al día son efectivas para problemas intestinales específicos, como el síndrome del intestino permeable, así como para la salud del hígado, ya que promueven la homeostasis intestinal e inmunológica, mejoran la función de la barrera intestinal y combaten la inflamación.33

Estas dosis bajas son suficientes para obtener los beneficios antiinflamatorios de la Akkermansia y fortalecer la barrera intestinal.

Los estudios demuestran que incluso a estos niveles, la Akkermansia combate la inflamación intestinal y refuerza el revestimiento de la mucosa, lo que mejora la salud gastrointestinal.

La relación entre la función mitocondrial y la efectividad de la suplementación con Akkermansia

Además de seleccionar un suplemento de alta calidad, otro factor clave para aprovechar al máximo la Akkermansia es mejorar la función mitocondrial. Como se mencionó, cuando disminuye la producción de energía celular, el cuerpo no logra eliminar todo el oxígeno del colon. Esto tiene consecuencias graves en el colon, ya que el oxígeno mata a las bacterias beneficiosas. Es por esa razón que, la suplementación con Akkermansia por sí sola no es suficiente.

Es fundamental que implemente estrategias que lo ayuden a disminuir las toxinas mitocondriales y optimizar la producción de energía celular. Esto se debe a que, las mitocondrias deben funcionar de forma óptima para eliminar todo el oxígeno del colon. Si no aborda este problema, no importa si toma el mejor suplemento de Akkermansia, al final, no obtendrá todos sus beneficios.

Es probable que las bacterias Akkermansia desaparezcan poco después de llegar al colon, ya que el oxígeno termina por matarlas.

Por esta razón, es fundamental eliminar todos los aceites de semillas de su alimentación durante al menos seis meses antes de comenzar a tomar un suplemento de Akkermansia. Este periodo de tiempo le permite al cuerpo recuperar la función de sus mitocondrias y crear un entorno más amigable en el colon para las bacterias beneficiosas.

Estos pasos le ayudarán a maximizar los beneficios de un suplemento de Akkermansia y reforzará todos los aspectos de su salud intestinal. Recuerde que abordar la causa subyacente, que en este caso es la función mitocondrial y la oxigenación del colon, es esencial para que cualquier intervención sea efectiva.

Preguntas frecuentes sobre los microbios intestinales

P: ¿Cómo influye el microbioma intestinal en la resiliencia al estrés y la salud mental?

R: El sistema microbioma-cerebro-intestino (BGM) es fundamental para la resiliencia al estrés. Las investigaciones demuestran que las personas con mayor resiliencia tienen bacterias intestinales más activas que ayudan a combatir la inflamación, mejoran la producción de energía y se adaptan a los cambios ambientales.

Estas personas también muestran patrones estructurales cerebrales distintos, que incluyen conexiones más fuertes en el sistema de recompensa y una mejor regulación emocional. Se descubrió que la actividad bacteriana en el intestino es un indicador importante de la resiliencia, lo que sugiere que reforzar el microbioma podría mejorar la respuesta al estrés y el bienestar mental.

P: ¿Qué es la disbiosis intestinal y cómo se relaciona con los trastornos psiquiátricos y neurológicos?

R: La disbiosis intestinal es un desequilibrio en el microbioma que incrementa el riesgo de trastornos de salud mental como la depresión, la ansiedad y el Alzheimer. Las personas con depresión suelen tener menores niveles de bacterias que producen de butirato, que son esenciales para mantener una buena integridad intestinal y combatir la inflamación.

La disbiosis altera la comunicación entre el intestino y el cerebro, lo que causa inflamación. Este desequilibrio puede afectar la producción de neurotransmisores y la función de la barrera cerebral, lo que acelera la progresión de enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas. Mantener un microbioma saludable podría ayudar reducir estos riesgos.

P: ¿Por qué es importante la función mitocondrial para la suplementación con Akkermansia?

R: La Akkermansia prospera en un entorno con poco oxígeno, lo que requiere de una función mitocondrial saludable. Cuando no tiene suficiente energía mitocondrial (debido a factores como el consumo de aceite de semillas), el oxígeno se acumula en el colon, lo que mata a las bacterias beneficiosas como la Akkermansia.

La suplementación por sí sola no será suficiente, a menos que sus mitocondrias estén en óptimas condiciones. Eliminar los aceites de semillas durante al menos seis meses puede ayudar a crear el entorno apto para que la Akkermansia sobreviva, colonice y proporcione todos sus beneficios.

P: ¿Cuáles son las mejores estrategias para reforzar la salud intestinal?

R: Comience con su alimentación es decir, carbohidratos fáciles de digerir como el arroz blanco y las frutas, ya que esto ayudará a curar su intestino. Si experimenta síntomas como gases o distensión, evite los carbohidratos complejos. Introduzca poco a poco carbohidratos más complejos como vegetales de raíz y legumbres, y utilice métodos de cocción adecuados para reducir su contenido de antinutrientes.

Elija suplementos de Akkermansia de liberación retardada y tómelos con el estómago vacío para proteger las bacterias de la digestión. Evite los probióticos pasteurizados, ya que las bacterias muertas no proporcionan ningún beneficio.

P: ¿Qué dicen los ensayos clínicos sobre la efectividad y la dosis ideal de Akkermansia?

R: Los ensayos clínicos demuestran que la Akkermansia es beneficiosa para la salud metabólica, la integridad intestinal y la inflamación. Las dosis varían entre 100 millones y 10 mil millones de CFU al día. Las dosis elevadas (10 mil millones de UFC) se utilizan para mejorar la sensibilidad a la insulina, el colesterol y la grasa corporal en personas con problemas metabólicos.

Las dosis menores (1000 millones de UFC) favorecen la función de la barrera intestinal y reducen la inflamación en problemas hepáticos e intestinales. Los estudios futuros se enfocarán en personalizar la dosis y combinar Akkermansia con otros probióticos para obtener mejores resultados.