📝HISTORIA EN BREVE

  • Muchos medicamentos comunes ocultan gluten y soya en sus ingredientes "inactivos", los cuales provocan reacciones en las personas sensibles
  • Un estudio encontró gluten en el 44.4 % de los analgésicos, aditivos a base de soya en el 14 % de los AINE, y que un mal etiquetado dificultó identificarlos
  • Los medicamentos orales sólidos suelen contener gluten, mientras que los líquidos y supositorios contienen con mayor frecuencia derivados de la soya
  • Estar expuesto a estos alérgenos ocultos provoca graves consecuencias para la salud, que van desde problemas digestivos hasta daños permanentes en las personas sensibles
  • Lleve un estilo de vida saludable para reducir su dependencia de medicamentos que contienen alérgenos ocultos; esto incluye optimizar la exposición al sol, evitar los alimentos procesados, comer suficientes carbohidratos saludables y moverse a diario

🩺Por el Dr. Mercola

Muchas personas recurren a medicamentos para aliviar sus síntomas, pero lo que no saben es que esto poco a poco empeora la situación. Para las personas que son sensibles al gluten o a la soya, este es un riesgo constante. Esto se debe a que muchos medicamentos de uso común ocultan alérgenos en sus ingredientes "inactivos".

Estos ingredientes ocultos, que a menudo se utilizan para unir tabletas, mejorar la consistencia o prolongar la vida útil, no siempre se mencionan de forma clara. Incluso cuando lo hacen, rara vez se explica de dónde proceden. El almidón puede provenir del maíz o del trigo. La lecitina puede proceder del huevo o derivarse de la soya. Si no hay transparencia, no puede saberlo con certeza.

Si alguna vez ha experimentado síntomas inexplicables después de tomar un medicamento, en específico problemas digestivos, reacciones en la piel o dolores de cabeza, es recomendable que se pregunte si algo en la fórmula activa su sistema inmunológico.

Eso es lo que una investigación reciente se propuso examinar: qué tan comunes son estos alérgenos ocultos en los medicamentos populares. Lo que descubrieron los investigadores tiene implicaciones importantes para las personas con sensibilidad alimentaria y para las que piensen que los medicamentos de venta libre siempre son seguros.

Muchos medicamentos no son seguros para los pacientes sensibles al gluten o a la soya

Un estudio publicado en Scientific Reports exploró con qué frecuencia aparecen ingredientes derivados del gluten y la soya en medicamentos comunes que se venden en Portugal.1 Los investigadores revisaron 308 medicamentos bastante utilizados en tres categorías terapéuticas: analgésicos y antipiréticos, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) y medicamentos para el asma y broncodilatadores.

El análisis se basó en los datos de productos del portal oficial en línea que se utiliza para la seguridad de los medicamentos en Portugal. Es relevante ya que no se centró en los alimentos, sino en los medicamentos, que es un ámbito poco investigado cuando se trata de alérgenos.

• Los medicamentos más afectados fueron los que se utilizan para los síntomas cotidianos: los investigadores analizaron medicamentos de venta libre y con receta formulados tanto para niños como para adultos. Estos incluyeron pastillas, jarabes y supositorios que se utilizan para controlar la fiebre, la inflamación, el dolor y las afecciones respiratorias.

Su descubrimiento fue sorprendente: el 44.4 % de los medicamentos de la categoría de alivio del dolor tuvieron gluten y el 14 % de los AINE tuvieron aditivos a base de soya. Por el contrario, los medicamentos contra el asma y los broncodilatadores no tuvieron ninguno de estos alérgenos. Esto significa que los medicamentos de uso común, incluyendo los que se usan para el resfriado, la gripe o el dolor en las articulaciones, ocultan riesgos mayores.

• El gluten apareció con mayor frecuencia en pastillas y tabletas: el estudio demostró que el 51.2 % de los medicamentos sólidos que se toman por vía oral, como los comprimidos, en el grupo de analgésicos tuvieron gluten. El gluten se introdujo a través de ingredientes inactivos, incluyendo los que se utilizan como agentes aglutinantes. En los AINE, el problema del gluten fue menos frecuente (4.4 %) y se descubrió con mayor frecuencia en los líquidos.

• Los jarabes y los medicamentos rectales fueron problemáticos debido a la exposición a la soya: según los resultados, el 30 % de todos los medicamentos orales líquidos para el dolor y la fiebre tuvieron ingredientes a base de soya. Los jarabes fueron muy preocupantes, ya que el 60 % de ellos tuvieron derivados de la soya como lecitina o goma xantana. Esto es bastante problemático para los niños, que a menudo reciben medicamentos en forma de jarabe.

En los AINE, el 26.7 % de las formas orales líquidas y el 11.8 % de las formas sólidas, en especial las cápsulas blandas, también presentaron ingredientes derivados de la soya. Los investigadores advirtieron que, si bien, a menudo se considera que la lecitina es de bajo riesgo, incluso cantidades pequeñas podrían causar reacciones en las personas muy sensibles.

• El contenido de gluten fue similar en los medicamentos genéricos y de marca, pero el contenido de soya varió: una pregunta importante fue si los medicamentos genéricos tenían más probabilidades de contener alérgenos que las versiones de marca. La respuesta fue no, no hubo diferencia significativa a nivel estadístico del contenido de gluten entre las dos categorías. Sin embargo, con la soya fue otra historia. Los medicamentos genéricos tuvieron muchas más probabilidades de contener ingredientes derivados de la soya.

La falta de información en las etiquetas perjudica a los consumidores

El estudio destacó qué ingredientes inactivos causaron reacciones alérgicas. Muchas variedades de almidones comunes en los medicamentos se derivan del trigo, por ejemplo, la cebada o el centeno. La lecitina, que es un emulsionante que suele utilizarse en medicamentos, a menudo se elabora a partir de soya y retiene proteínas alergénicas, incluso en forma procesada. Los emulsionantes se utilizan para hacer que las pastillas mantengan su forma, mejorar la consistencia y prolongar su vida útil.

• Los fabricantes no siempre revelan el origen de los alérgenos y, a menudo, no realizan pruebas de contaminación: muchas fichas técnicas de medicamentos no especifican el origen de los ingredientes inactivos. Incluso cuando se mencionaba el almidón o la lecitina, a menudo no era claro si provenían de una fuente que contiene gluten o soya.

Peor aún, muy pocos fabricantes en verdad probaron sus medicamentos para determinar si contienen alérgenos. En un hallazgo relacionado que se citó en el estudio, solo el 17 % de las empresas que afirmaron que sus productos no contenían gluten realizaron pruebas reales para confirmarlo.

• Los vacíos en las etiquetas y las regulaciones desinforman a los pacientes: las regulaciones no exigen de manera sistemática la divulgación completa del origen de los ingredientes inactivos, en especial cuando los alérgenos se procesan por debajo de ciertos umbrales.

Esto significa que incluso si un ingrediente pudiera causar una reacción, es posible que no se mencione. Si bien, existen regulaciones, la manera en que se aplican e interpretan varían según el país y el fabricante. Y ¿cuál es el resultado? Podría consumir una pastilla que contiene soya o gluten sin saberlo.

Los alérgenos ocultos en los medicamentos pueden perjudicar la salud

Cuando toma una pastilla, por lo general se centra en el ingrediente activo, es decir, el que está diseñado para bajar la fiebre o aliviar el dolor. Pero para las personas con sensibilidades alimentarias, los ingredientes “inactivos” son los que conllevan el peligro. Estos rellenos, aglutinantes y emulsionantes ocultos son dañinos para una persona con alergia o intolerancia.

• La exposición al gluten, incluso a una pastilla pequeña, causa daños duraderos: si tiene enfermedad celíaca, incluso una cantidad pequeña de gluten activa una respuesta inmunitaria que ataca el revestimiento del intestino delgado.

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por síntomas como fatiga, inflamación, dolor abdominal, malabsorción de nutrientes y confusión mental. Con el tiempo, estar expuesto de forma continua, incluso a través de medicamentos, genera complicaciones graves, como osteoporosis, infertilidad y daño neurológico permanente.

• Las personas con sensibilidad al gluten no celíaca también están en peligro: incluso si no tiene enfermedad celíaca en toda su extensión, la sensibilidad al gluten pone a su cuerpo en un estado de angustia. Síntomas como dolores de cabeza, dolor en las articulaciones, erupciones cutáneas, ansiedad y confusión mental son comunes y a menudo se ignoran debido a que la mayoría de las personas no se dan cuenta de que los medicamentos que contienen gluten podrían ser la causa.

Los ingredientes derivados del gluten en comprimidos, cápsulas o jarabes son suficientes para provocar esos síntomas en las personas sensibles, en especial cuando se exponen durante días o semanas.

• Las alergias a la soya son impredecibles y a menudo graves: la soya es uno de los alérgenos principales en los niños y aún afecta a muchos adultos. A menudo se dice que los ingredientes derivados de la soya, como la lecitina y la goma xantana, son de bajo riesgo, sin embargo, son capaces de generar reacciones graves, sobre todo en las personas con gran sensibilidad.

Los síntomas pueden ser leves (comezón, urticaria, malestar digestivo) o quizás mortales (anafilaxia, dificultad respiratoria). Y, esto sin mencionar la actividad estrogénica de la soya, lo que es otra razón para evitarla.

• Los ingredientes inactivos de los medicamentos no están regulados de la misma forma que los ingredientes de los alimentos: no siempre se revelan en detalle, e incluso cuando lo hacen, los fabricantes no tienen que identificar si los almidones provienen de granos que contienen gluten o si los emulsionantes se derivan de la soya. Sin transparencia, no hay forma de evaluar la seguridad de lo que consume.

Si ya se esfuerza para mantener los alérgenos y otros ingredientes cuestionables fuera de sus alimentos, es hora de que examine también sus medicamentos. Su salud no solo depende de lo que come. También se determina por lo que consume cada vez que busca curarse.

Medíquese solo cuando sea necesario y concéntrese primero en su estilo de vida

La mejor manera de evitar estos riesgos es reconsiderar cómo utiliza los medicamentos. Si depende de pastillas para ocultar síntomas que tienen su origen en hábitos de estilo de vida, es momento de cambiar su enfoque. A continuación descubrirá cuatro pasos importantes a tener en cuenta:

1. Reconsidere depender de los medicamentos de venta libre y con receta: si toma analgésicos, medicamentos para la alergia o antiinflamatorios con regularidad, cuestiónese la razón. ¿Los utiliza para sobrellevar la falta de sueño?, ¿el dolor articular crónico? o ¿los dolores de cabeza recurrentes? Todas estas son señales de que su cuerpo le pide ayuda, no pastillas.

Abordar los problemas de raíz, como el desequilibrio del azúcar en la sangre, la falta de movimiento, la deshidratación o la mala postura, ayudarán a reducir o eliminar la necesidad de medicarse para ocultar los síntomas.

2. Cambie a formulaciones no orales cuando deba medicarse: cuando necesite medicamentos, es mejor evitar las pastillas y los jarabes, en especial si tiene enfermedad celíaca o sensibilidad a la soya. Según las investigaciones, los medicamentos orales sólidos tuvieron más probabilidades de contener gluten, y los jarabes a menudo incluyeron soya. Los supositorios rectales y los inhaladores tuvieron muchas menos probabilidades de contener alérgenos.

Pregunte siempre a su farmacéutico por alternativas sin alérgenos y solicite una lista de ingredientes inactivos para todos los medicamentos que le receten.

3. Siempre lea las etiquetas, incluso las de los medicamentos: no comería un alimento procesado sin revisar la etiqueta, por lo que debería hacer lo mismo con sus medicamentos. Revise si contiene términos como "almidón pregelatinizado", "carboximetilalmidón sódico", "lecitina" o "goma xantana". Estos son palabras clave para los ingredientes a base de gluten o soya. Si no reconoce un ingrediente, no asuma que es seguro: investíguelo o pida una aclaración.

4. Cree un estilo de vida que haga de la medicina un último recurso: la mayoría de las razones por las que las personas recurren a los medicamentos (como migrañas, falta de sueño, dolor crónico e incluso indigestión) se deben a factores del estilo de vida.

Comience por optimizar su exposición al sol, evitar los alimentos procesados y comer los suficientes carbohidratos saludables para favorecer su metabolismo, moverse a diario y mejorar su entorno de sueño. Con el tiempo, esto ayudará a que su cuerpo se autorregule en lugar de necesitar medicamentos.

No se trata de evitar los medicamentos por completo, sino de usarlos de forma adecuada, cuando sea necesario y solo en maneras que favorezcan la salud a largo plazo. Su cuerpo está diseñado para sanar, no para depender de los medicamentos.

Preguntas frecuentes sobre el gluten y la soya en los medicamentos

P: ¿Por qué el gluten y la soya en los medicamentos son dañinos?

R: Muchas personas con sensibilidad al gluten o alergia a la soya asumen que están a salvo si evitan estos ingredientes en los alimentos. Sin embargo, los medicamentos comunes, en especial las tabletas, las cápsulas y los jarabes, a menudo contienen ingredientes inactivos que se derivan del trigo o la soya. Estos ingredientes provocan las mismas respuestas alérgicas o inmunitarias que la exposición a los alimentos, incluyendo problemas digestivos, reacciones cutáneas e inflamación.

P: ¿Qué tipos de medicamentos tienen más probabilidades de contener gluten o soya?

R: Según el estudio de Scientific Reports, el gluten se encuentra con mayor frecuencia en analgésicos y antipiréticos, en especial en las formas orales sólidas como los comprimidos y las píldoras. Los ingredientes a base de soya son más comunes en los AINE y suelen estar presentes en los medicamentos orales líquidos y los supositorios. Por el contrario, los inhaladores para el asma no tuvieron evidencia de gluten o soya.

P: ¿Qué ingredientes debo evitar en las etiquetas de los medicamentos?

R: Evite ingredientes como "almidón pregelatinizado", "carboximetilalmidón sódico", "lecitina" y "goma xantana", ya que suelen derivarse del trigo o la soya. Por desgracia, la mayoría de los fabricantes no mencionan la fuente específica, por lo que le recomiendo comunicarse con el fabricante si no está seguro.

P: ¿Cuáles son alternativas más seguras si necesito tomar medicamentos?

R: Si es alérgico o sensible al gluten o la soya, evite las tabletas, cápsulas y jarabes a menos que haya verificado que no contienen alérgenos. En lugar de ello, opte por fórmulas con menos probabilidades de ocultar alérgenos. Estas incluyen los supositorios rectales, inhaladores o medicamentos líquidos elaborados por fabricantes que indican con claridad el origen de sus ingredientes inactivos. Siempre revise la lista de ingredientes o solicítela a su farmacéutico antes de tomar un medicamento nuevo.

P: ¿Cómo puedo evitar necesitar este tipo de medicamentos?

R: La mejor forma de protegerse es reducir por completo su dependencia de los medicamentos. Comience con abordar las causas fundamentales de los síntomas crónicos. Priorice dormir bien, muévase más a lo largo del día, expóngase de manera segura al sol y favorezca su metabolismo con alimentos reales, sin procesar y con suficientes carbohidratos saludables.

Cuando su estilo de vida favorece la curación, disminuye su necesidad de medicamentos para ocultar los síntomas, junto con su riesgo de exponerse por accidente a los alérgenos.


🔎Fuentes y Referencias: