📝HISTORIA EN BREVE
- Después del año, darle alimentos de origen vegetal a su hijo ayuda a que su microbioma intestinal madure más rápido, lo que mejora su digestión y fortalece su sistema inmunológico desde una temprana edad
- Los niños que consumen diferentes fibras vegetales tienen más bacterias beneficiosas como Faecalibacterium and Bacteroides, que combaten la inflamación y protegen el revestimiento intestinal
- Podría decirse que entre los 12 y 18 meses es el periodo más importante para comenzar a introducir alimentos sólidos, lo que sentará las bases para un intestino fuerte y saludable a lo largo de su vida
- No es necesario gastar grandes cantidades de dinero en superalimentos costosos para promover el desarrollo intestinal
- Los alimentos procesados alteran el equilibrio de bacterias intestinales, pero la lactancia junto con los alimentos enteros y saludables ayudan a fortalecer el intestino
🩺Por el Dr. Mercola
El microbioma de la madre determina el microbioma de su hijo. El bebé obtiene los microbios mientras atraviesa el canal del parto. De niños, su cuerpo ya alberga trillones de bacterias que afectan su digestión, sistema inmunológico y función cerebral. De hecho, una investigación reciente demuestra que el consumo de alimentos de origen vegetal influye de forma directa en la maduración del microbioma de los niños.
Estos hallazgos contradicen la idea de que "cualquier alimento sólido" es beneficioso a cierta edad. De hecho, los datos demuestran que los alimentos con alto contenido de fibra que benefician a las bacterias saludables son fundamentales para la maduración del microbioma intestinal.
Mientras más alimentos de origen vegetal consuma más rápido madura el intestino
Un estudio reciente que se publicó en medRxiv ayudó a responder una pregunta que se hacen todos los padres de familia ¿puedo darle alimentos de origen vegetal a mi hijo? Los investigadores analizaron más de 1000 muestras de heces de 729 niños de cinco países con el objetivo de determinar el impacto de los alimentos de origen vegetal en el desarrollo de las bacterias intestinales a partir del nacimiento hasta los 3 años de edad.1,2
•Los niños de distintos orígenes mostraron el mismo patrón: los niños que participaron en el estudio provenían de países diferentes, que incluyeron el Reino Unido, Nicaragua, Camboya, Kenia y Pakistán. A pesar de las diferencias tan marcadas en sus alimentaciones y entornos, tuvieron algo en común, mientras mayor fuera la diversidad de alimentos de origen vegetal en su alimentación, más rápido maduraba su intestino. Sus bacterias intestinales pasaron de las especies que se encuentran en la leche materna a bacterias que podían metabolizar fibras complejas.
•Este cambio fue muy beneficioso: ayudó a combatir la inflamación, fortaleció el revestimiento intestinal y mejoró el equilibrio inmunológico. Los niños con un desequilibrio en su microbioma tuvieron mayor riesgo de alergias, obesidad y enfermedades autoinmunes más adelante en la vida.
•Las fibras de origen vegetal alimentan a las bacterias beneficiosas que protegen el intestino: el estudio descubrió que los niños que consumían más alimentos de origen vegetal a partir del año de edad tuvieron mayores niveles de bacterias beneficiosas como Faecalibacterium prausnitzii y Bacteroides vulgatus en su colón. Las fibras de origen vegetal alimentan a las bacterias, que después convierten estos compuestos en ácidos grasos de cadena corta (AGCC) como el butirato, el acetato y el propionato.
Los AGCC son cruciales para la salud intestinal de los niños: estos compuestos nutren las células que recubren el colon, fortalecen la barrera intestinal y combaten la inflamación. De acuerdo con los investigadores, mientras mayor sea la variedad de alimentos de origen vegetal en la alimentación del niño, más compuestos beneficiosos producirá su intestino.
•Los beneficios se producen durante un período específico: el estudio descubrió que la diversidad intestinal se desarrolla entre los 12 y 18 meses de edad, que es el momento preciso en el que los padres deben introducir una variedad de alimentos sólidos. A los 24 meses, los niños con la alimentación más diversa tuvieron un microbioma intestinal muy similar al de las personas adultas, lo que ayudó a que su sistema digestivo fuera más fuerte y resistente.
La diversidad y el tipo de alimentos son dos aspectos fundamentales
Este estudio3 demostró que no se trata de tener la mayor cantidad posible de bacterias intestinales, sino de tener el tipo de bacterias correctas. Durante los primeros años de vida, el intestino de los bebés está lleno de bacterias como Bifidobacterium y Streptococcus que se alimentan de azúcares simples. Estas bacterias ayudan a digerir la leche materna y fortalecen el sistema inmunológico.
•Con el tiempo, el intestino intercambia las bacterias que se alimentan de azúcares simples por bacterias que se alimentan de fibra: a medida que los niños crecen y comienzan a consumir alimentos sólidos, cambian sus bacterias por especies como Prevotella copri que pueden digerir fibras más complejas. A los 18 meses, los niños que consumieron una mayor variedad de alimentos de origen vegetal tuvieron mayores niveles de estas bacterias beneficiosas.
Este cambio refleja el proceso de destete y ayuda al intestino a adaptarse a alimentos más complejos y nutritivos.
•El consumo de alimentos de origen vegetal también influyó en el desarrollo del intestino: los investigadores utilizaron la herramienta FoodSeq, que se basa en el ADN, para determinar la diversidad según la cantidad de especies que se identificaron en las muestras de heces. Los niños que consumieron una mayor variedad (no cantidad) de alimentos de origen vegetal desarrollaron su microbioma intestinal más rápido.
Determinar el número de alimentos diferentes de origen vegetal fue un indicador simple pero confiable del desarrollo del microbioma.
•Los alimentos locales de origen vegetal fueron los más beneficiosos: los niños que consumieron los alimentos de origen vegetal con mayor contenido de fibra que eran comunes en sus regiones, experimentaron los mayores beneficios. En Kenia fue el mijo y el sorgo, en Nicaragua fue el plátano y en Camboya el arroz y la raíz de loto. Esto demuestra que no tiene que gastar en alimentos costosos de moda para nutrir el intestino de su hijo.
•La leche materna da las bases, y después del destete, los alimentos de origen vegetal ayudan a terminar el trabajo: si bien la leche materna proporciona las primeras bacterias beneficiosas, según el estudio, la diversidad de alimentos de origen vegetal después del destete, ayuda a que el intestino madure casi por completo. De hecho, los niños que consumieron la mayor variedad de alimentos de origen vegetal obtuvieron los mayores beneficios.
•Los diferentes tipos de fibra alimentan a diferentes especies de bacterias: no todas las fibras son iguales. Hay solubles, insolubles y almidones resistentes. Cada tipo alimenta a especies diferentes. Mientras mayor sea la variedad de fibras, más fuerte y saludable será el microbioma intestinal.
La leche materna es la base de un microbioma saludable
Este estudio demuestra que los alimentos que reciben los bebés durante sus primeros años de vida influyen mucho en su salud a largo plazo, y hay muchos estudios que respaldan estos hallazgos. Por ejemplo, un análisis que se publicó en Nutrientes en 2022, analizó cómo influye la alimentación durante los primeros meses de vida en el microbioma intestinal.4
•El estudio analizó el impacto de los alimentos y los patrones de alimentación en la salud intestinal: el equipo de investigación se enfocó en determinar el impacto de los patrones de alimentación en el desarrollo de las bacterias intestinales, y lo que implica en la salud del niño en el futuro. La revisión incluyó métodos de alimentación estándar y dietas especiales que se utilizan en situaciones clínicas, y evaluó los cambios microbianos que ocurren durante y después del destete.
•Las bacterias intestinales de los bebés responden de forma diferente a la leche materna y la fórmula: el estudio involucró a bebés, niños pequeños y niños un pocos más grandes con restricciones alimentarias como alergia a la leche de vaca u otras intolerancias.
Se descubrió que los bebés que tomaban leche materna tenían los mayores niveles de Bifidobacteria que refuerza la salud intestinal, mientras los niños que tomaban fórmula tenían más especies Clostridium. El problema es que, un exceso de la bacteria Clostridium es contraproducente, ya que causa un desequilibrio en el intestino.
•La introducción de alimentos sólidos mejora la diversidad intestinal de bacterias beneficiosas: se observó un cambio importante en la etapa de alimentación complementaria, que es cuando los bebés comienzan a comer alimentos sólidos junto con su leche materna. Después de cuatro a seis meses, incorporar alimentos como frutas, vegetales y carne ayudará a incrementar los tipos de bacterias beneficiosas como Lachnospiraceae y Ruminococcaceae, que se relacionan con una mejor digestión y respuestas inmunológicas fuertes.
Pero, los bebés que recibían fórmula tenían más bacterias que fermentan las proteínas y producen subproductos intestinales que no son tan beneficiosos.
•Los bebés que se alimentaron con leche materna obtuvieron los beneficios de los compuestos de la leche humana: los cambios en las bacterias intestinales se produjeron muy rápido. En los primeros días y semanas de vida, los bebés que recibieron leche materna experimentaron un crecimiento rápido de Bifidobacteria, gracias a los oligosacáridos de la leche humana (HMO). Los HMO son compuestos especiales que se encuentran en la leche materna y que el bebé no digiere, sino que se utilizan para alimentar a las bacterias beneficiosas.
Las fórmulas infantiles no contienen estos compuestos naturales, y aunque algunas tratan de incluir versiones sintéticas, el estudio afirma que no son tan beneficiosas para las bacterias.
•La introducción de los alimentos sólidos beneficia a las bacterias que digieren fibra: al igual que el otro estudio, este análisis descubrió que introducir los primeros alimentos sólidos incrementó los niveles de bacterias que convierten la fibra compleja en AGCC. Los alimentos como la carne, el pan y el queso promovieron estos cambios, lo que demuestra que llevar una alimentación variada y equilibrada desde los primeros años de vida puede tener un impacto profundo en la salud a largo plazo.
•El momento en el que se introducen los alimentos sólidos es un factor importante: el estudio descubrió que los cambios intestinales más beneficiosos se producen entre los 4 y 12 meses de edad, durante la transición de una alimentación que solo es a base de leche a complementarla con una variedad de alimentos sólidos. Hacer esta transición antes de los 4 meses se relaciona con menores niveles de Bifidobacteria y mayores niveles de otras bacterias que no son tan beneficiosas.
•Ciertos alimentos ayudan a mantener el equilibrio microbiano: los granos enteros incrementaron los niveles de Bacteroides y Lachnoclostridium, mientras redujeron los niveles de Escherichia, que en exceso puede causar malestar e infecciones. Mientras que los alimentos a base de carne promovieron el crecimiento de Lachnospiraceae, que produce AGCC.
•El estudio también afirma que tomar fórmula sin una suplementación adecuada puede tener efectos negativos: los bebés que tomaban fórmula tuvieron perfiles intestinales que se inclinaban a la fermentación de proteína, en lugar de carbohidratos, lo que produce mayores niveles de amoníaco y otros productos de desecho que irritan el revestimiento intestinal. Además, muchos de los bebés que tomaban fórmula tuvieron mayores niveles de Clostridium difficile, que es una bacteria dañina.
Por otro lado, la leche materna junto con una variedad de alimentos saludables ayudó a que los bebés tuvieran un microbioma intestinal más fuerte y resistente. Para más información sobre todas las desventajas de la leche de fórmula, consulte: "Peligro en el biberón: fórmulas para bebés contaminadas con metales pesados".
Las alimentaciones restrictivas causa daños duraderos en la salud intestinal de los niños
En otra investigación que también se publicó en Nutrientes, los científicos trataron de determinar el impacto de las dietas especiales (como dietas sin gluten, dietas para las alergias y otras restricciones alimentarias) en las bacterias intestinales y la inmunidad de los niños. Se enfocaron en alimentaciones restrictivas que suelen recomendarse para la enfermedad celíaca, las alergias a los alimentos y los trastornos metabólicos, y trataron de determinar si estas restricciones causan daños intestinales a largo plazo.5
•Los niños con alimentaciones restrictivas tuvieron un mayor desequilibrio en sus bacterias intestinales: el estudio involucró a niños sanos y niños con restricciones alimentarias. Los hallazgos demuestran que los niños con alimentaciones restrictivas tuvieron menores niveles de bacterias beneficiosas como Bifidobacterium y Lactobacillus. Mientras que tuvieron mayores niveles de bacterias que prosperan cuando se pierde el equilibrio en el microbioma intestinal.
•Las alimentaciones para la enfermedad celíaca causaron los mayores desequilibrios: los investigadores descubrieron que los niños con enfermedad celíaca que llevaron alimentaciones sin gluten durante mucho tiempo, jamás lograron tener los niveles de bacterias intestinales que tuvieron los niños sanos. Incluso después de años de llevar una alimentación sin gluten, estos niños tuvieron menos especies beneficiosas y más bacterias que causan inflamación como Bacteroides and Proteobacteria, que incrementan el riesgo de problemas de salud.
•Las alimentaciones para las alergias también redujeron los niveles de bacterias intestinales importantes: se observaron estos mismos patrones en niños con alimentaciones restrictivas, por ejemplo, las que evitan la leche de vaca o los huevos. Estos niños tuvieron una menor diversidad de bacterias y menores niveles de AGCC. También experimentaron una reducción importante de bacterias que producen butirato, lo que debilita el intestino y lo hace más propenso a problemas como sensibilidades alimentarias e intestino permeable.
Para más información sobre este tema, consulte: "Mejore su salud intestinal y recargue su energía con este súper nutriente".
•El tiempo también influye en el nivel de daño: los niños que llevaron alimentaciones restrictivas durante más tiempo, experimentaron mayores problemas microbianos. Por ejemplo, los niños que llevaron una alimentación restrictiva durante más de un año tuvieron niveles muy bajos de bacterias beneficiosas y fue más difícil recuperarse, incluso después de dejar este tipo de alimentación. Algunos de estos desequilibrios permanecen hasta la adolescencia.
•Los llamados alimentos de "reemplazo" empeoran aún más los problemas en el microbioma: los investigadores detectaron los peores problemas de diversidad microbiana en los niños que comían alimentos procesados de "reemplazo" sin gluten o sin lácteos, como las galletas de arroz o sin gluten. Este tipo de alimentos carecen de fibra y contienen aditivos que dañan la salud intestinal.
•Las alimentaciones restrictivas acaban con las bacterias beneficiosas. los investigadores explicaron que eliminar las fibras complejas y las proteínas de las alimentaciones matan de hambre a las bacterias que dependen de estos nutrientes. Cuando mueren las bacterias beneficiosas, prosperan las cepas dañinas, lo que causa un desequilibrio en el microbioma intestinal. Estas bacterias dañinas convierten las proteínas en subproductos tóxicos como el amoníaco y sulfuro de hidrógeno, que irritan el intestino y causan inflamación.
•El desequilibrio de bacterias también altera el desarrollo de la tolerancia inmunológica: el estudio descubrió que los niños con alimentaciones restrictivas desarrollan sistemas inmunológicos hiperreactivo porque sus bacterias intestinales no ayudan a que el sistema inmunológico desarrolle tolerancia. Esta podría ser una de las razones por la que las alergias son un problema tan común. En el caso de los niños con enfermedad celíaca, este mismo proceso incrementa su riesgo de desarrollar otras sensibilidades alimentarias o problemas autoinmunes en el futuro.
•Los probióticos y prebióticos no serán suficientes sin una diversidad adecuada de alimentos: los investigadores explicaron que los probióticos y prebióticos no son suficientes para restaurar el equilibrio. Si bien proporcionan ciertos beneficios, no son suficientes para reemplazar las fibras y proteínas que se obtienen de consumir una variedad de alimentos. Por lo que, la clave para restaurar y mantener un intestino saludable está en consumir una variedad de alimentos enteros.
Darle a su hijo una variedad de alimentos saludables es esencial para su bienestar
La causa subyacente del desequilibrio en el microbioma intestinal es la falta de diversidad en la alimentación, sobre todo alimentos de origen vegetal. Como padre de familia, es su responsabilidad darle a su hijo las herramientas que necesita para tener una salud intestinal en óptimas condiciones.
La leche materna es la mejor forma de ponerse en el camino correcto, ya que alimenta a las bacterias intestinales que protegen el revestimiento intestinal y fortalecen el sistema inmunológico. Para más información sobre este tema, consulte: "Lactancia materna: más que alimento, un vínculo lleno de beneficios".
Pero, a medida que su hijo crezca y comience a comer alimentos sólidos, la variedad, el equilibrio y el momento se vuelven fundamentales. Aquí cinco estrategias que pueden darle las armas que necesita para ayudar a su hijo a desarrollar y mantener un intestino saludable:
1. Alimentar a su hijo con leche materna el mayor tiempo posible, y después, hacer de forma cuidadosa la transición a los alimentos sólidos: la leche materna contiene HMO que alimentan a las bacterias beneficiosas que fortalecen el sistema inmunológico. Si está amamantando, hágalo por el mayor tiempo posible, no caiga en la presión social que ve la lactancia a largo plazo como algo "raro" o "exagerado".
Mejor, véalo como lo que es, un proceso natural que tiene como objetivo nutrir a los niños. Cuando comience a introducir alimentos sólidos, hágalo poco a poco. No hay prisa, comience de forma gradual mientras aún amamanta.
2. Comenzar con frutas y vegetales enteros y hacer rotaciones: no le dé siempre las mismas frutas y vegetales. Rote los alimentos por colores y texturas. Un día dele zanahorias, al día siguiente, moras azules, luego calabazas o peras. Mientras mayor sea la variedad de fibras a las que se exponen las bacterias intestinales de su hijo, mayor será la diversidad y el equilibrio en su microbioma.
3. Evitar las alimentaciones restrictivas a menos que sean la única opción: si su hijo tiene alguna alergia o intolerancia, aborde ese problema en específico en lugar de recurrir a restricciones innecesarias que causan más daños que beneficios. Sin una necesidad médica, los productos sin gluten o sin lácteos dañarán la salud intestinal. Y, un desequilibrio en el microbioma intestinal causará inflamación. Mejor, dele a su hijo alimentos enteros, naturales y seguros.
4. Evitar los alimentos procesados de "reemplazo" y enfocarse en alimentos enteros: los alimentos procesados, incluso los que se promocionan como "seguros" o "aptos para personas con alergias" son dañinos. Las galletas sin gluten, los productos a base de arroz y el helado sin lácteos carecen de las fibras y nutrientes que se necesitan para mantener la diversidad microbiana. Estos productos alimentan a las bacterias dañinas e irritan el intestino. Si está indeciso, solo pregúntese si ¿puede encontrar ese alimento en la naturaleza? De no ser así, evítelo por completo.
5.Utilizar el tiempo a su favor: el intestino necesita tiempo para adaptarse. Sea paciente, y tómeselo con calma. No quiera introducir cinco alimentos nuevos en una sola semana. Lo mejor es que introduzca uno o dos alimentos de origen vegetal cada dos o tres días para permitir que sus bacterias intestinales se adapten a ellos.
Le recomiendo que comience con vegetales blandos y cocidos, así como con frutas pulposas antes de comenzar con alimentos más complejos como los granos enteros y las legumbres. Este enfoque gradual permitirá que evite problemas digestivos y su hijo desarrolle tolerancia a una variedad de alimentos.
Preguntas frecuentes sobre la relación entre el microbioma intestinal y una alimentación variada en niños
P: ¿Cuál es el impacto de los alimentos de origen vegetal en la salud intestinal de su hijo?
R: Los alimentos de origen vegetal alimentan a las bacterias beneficiosas en el intestino de su hijo, lo que ayuda a fortalecer su sistema digestivo e inmunológico a medida que crecen.
P: ¿Cuál es el mejor momento para introducir alimentos sólidos para fortalecer el microbioma de su hijo?
R: Podría decirse que entre los 12 y 18 meses de edad. Durante este tiempo, incorpore poco a poco diferentes frutas, vegetales y alimentos enteros, ya que estoy ayudará a que su intestino madure más rápido.
P: ¿Es la leche materna suficiente para que su hijo desarrolle un intestino fuerte y saludable?
R: La leche materna le dará las bases que necesita, pero incluir una variedad de alimentos de origen vegetal ayudará a terminar el trabajo.
P: ¿Qué tan saludables son los alimentos de "reemplazo"?
R: Este tipo de alimentos carecen de las fibras naturales que necesitan las bacterias beneficiosas. Además, causan desequilibrios intestinales e inflamación, por lo que, es mejor evitarlos y enfocarse en alimentos enteros.
P: ¿Qué pasa si su hijo tiene alguna alergia o restricción alimentaria?
R: Evite las restricciones innecesarias, y enfóquese en alimentos enteros y seguros, rote las opciones de origen vegetal para mantener la diversidad bacteriana y reforzar la salud intestinal e inmunológica a largo plazo.