📝HISTORIA EN BREVE
- Los hábitos cotidianos como la mala postura, la respiración superficial y los entornos desordenados agotan de forma significativa su energía sin que se dé cuenta
- El caos en el espacio de trabajo, como escritorios desordenados, demasiadas pestañas del navegador e interrupciones constantes, dispersa la concentración y agota la energía mental durante la jornada de trabajo
- Los problemas de gestión de tareas, como dejar cosas sin terminar, planificar demasiado y dejar que se acumulen las tareas pequeñas, crean un peso mental que lo agota
- Las opciones de estilo de vida que incluyen programas de televisión intensos y luces brillantes antes de acostarse alteran su ritmo circadiano y su equilibrio emocional, lo que lo deja cansado
- La sobrecarga sensorial causada por los estímulos del ambiente y por ignorar las necesidades del cuerpo saturan el sistema nervioso, lo que requiere descansos intencionales y control del estrés
🩺Por el Dr. Mercola
¿A menudo se siente agotado incluso después de dormir toda la noche? No está solo: muchas personas lidian con la falta de energía todos los días. ¿Lo más sorprendente? Sus hábitos cotidianos podrían ser los culpables y drenarlo poco a poco sin que se dé cuenta.1 Desde soportar el desorden del hogar hasta estar despierto con luces brillantes, estas cosas pequeñas se acumulan rápido.
Pero ésta es la buena noticia: puede revertir la situación con soluciones sencillas. Descubra por qué estos hábitos lo cansan y consejos simples para sentirse mejor. Pronto detectará estos factores que le quitan energía en su vida y sabrá cómo eliminarlos, a partir de ahora mismo.
El llamado de emergencia energético de su cuerpo: hábitos que lo desgastan
Su cuerpo necesita cuidados constantes para mantenerse fuerte. Si no le hace caso, se sentirá lento y cansado. A continuación hay tres hábitos que agotan su energía física y cómo detenerlos.
•Sentarse mal: encorvarse resulta cómodo, pero en realidad es agotador. Cuando se encorva, sus músculos se tensan para sostenerlo y sus pulmones no pueden llenarse de aire. Es como cargar una bolsa pesada de forma incorrecta: lo cansa. Siéntese derecho con la ayuda de un cojín o una buena silla para favorecer a su espalda. Estírese un par de veces durante el día y sentirá un alivio.
•Sin aliento y agotado: ¿alguna vez se ha dado cuenta que apenas respira cuando está estresado? Respirar de forma rápida y superficial no le proporcionan suficiente oxígeno, lo que lo deja aturdido y agotado. Pero en lugar de tomar respiraciones profundas y verticales que provocan la respuesta al estrés, practique la respiración horizontal.
Esto significa expandir la caja torácica hacia los lados en lugar de levantar el pecho hacia arriba. La respiración horizontal promueve la relajación, ya que evita que se activen las vías de estrés en el sistema nervioso.
•Por qué es importante y qué hacer: estos hábitos se adquieren debido a que son muy normales: encorvarse en el asiento o contener la respiración cuando está ocupado. Pero le drenan el cuerpo poco a poco. Empiece con cambios pequeños: pase menos tiempo sentado, ajuste su silla o configure un recordatorio de respiración. ¡Pronto se sentirá más fuerte!
Caos en su escritorio: cómo su espacio de trabajo le roba energía
Su área de trabajo lo mantiene alerta o lo agota. Estos tres hábitos podrían drenar su energía cuando está en su escritorio: descubra cómo recuperar el control.2
•Caos desordenado: un escritorio cubierto de papeles y objetos le revuelve el cerebro. Es como cocinar en una cocina sin espacio: es estresante y lento. El desorden distrae su atención, por lo que todo toma más tiempo y lo cansa. Dedique de 10 a 15 minutos al día a ordenar: guarde las cosas y deje solo lo que necesite. Un escritorio limpio también despeja su mente.
•Demasiadas pestañas: una pantalla llena de pestañas abiertas es como hacer malabarismos con demasiadas pelotas: tarde o temprano se le caerá una. Su cerebro se agota al cambiar de una a otra, lo que drena su energía rápido. Cada hora, pregúntese: “¿qué pestañas necesito ahora mismo?” Cierre el resto o guárdelas para más tarde. Tener menos pestañas abiertas significa más concentración y menos agotamiento.
•Fatiga por llamadas telefónicas: precipitarse para responder cada llamada lo desconcentra. Es como si alguien lo jalara mientras camina: tropieza y pierde fuerza. Cambiar el enfoque de forma rápida cansa el cerebro. Deje que las llamadas esperen a menos que sean urgentes: designe un momento cada día para atenderlas. Envíe un mensaje de texto rápido para comprobar si es un buen momento y ahorrarse molestias.
•Domine su espacio de trabajo: un escritorio desordenado, demasiadas pestañas y llamadas constantes convierten el trabajo en una trampa de energía. Imagine un entorno tranquilo: ordenado, concentrado y silencioso. Elija una solución para comenzar (como limpiar su escritorio esta noche) y observe lo mejor que se siente al final del día.
Problemas con las tareas: cuando su lista de tareas pendientes lo deja sin energía
La forma en que gestiona sus tareas puede mantenerlo motivado o abrumarlo. Estos tres hábitos sobrecargan su cerebro: descubra cómo relajarse.
•Dejar las cosas a medias: es como pausar una película antes del final: mantiene su cerebro enganchado a ella. Los expertos lo llaman “residuo de atención”, y lo cansa debido a que hace malabarismos entre información vieja y nueva en su cabeza. Termine lo que pueda antes de cambiar, o anote dónde se detuvo. Esa nota rápida libera su mente para el siguiente paso.
•Pensar demasiado en el futuro: planificar cada detalle con semanas de antelación parece inteligente, pero lo estresa. Es como llenar una maleta tanto que no puede cargarla. Una agenda sobrecargada impide la diversión y el descanso, lo que lo deja sin energía. Planifique las cosas importantes (trabajo, citas), pero deje algunos días libres para lo que sea. Planificar menos le dará más energía.
•Dejar que las tareas pequeñas se acumulen: ignorar tareas pequeñas, como responder un mensaje de texto o cambiar una bombilla, genera un caos mental. Es como si la nieve se acumulara en el techo: se vuelve demasiado pesada para moverla. Pensar “lo haré más tarde” lo agobia. Realice trabajos rápidos (que requieran menos de cinco minutos) de inmediato, o haga una lista de ellos y termínelos durante la semana.
•Recupere el control: sus días están llenos de tareas sin terminar, planes sobrecargados y una lista cada vez mayor de cosas por hacer. Imagine lo opuesto: terminar tareas, mantener planes flexibles y resolver trabajos pequeños de manera rápida. Pruebe un cambio esta semana (como anotar tareas) y sienta cómo aumenta su energía.
Decisiones cotidianas que lo cansan
Su rutina cotidiana puede drenar su energía sin que lo note. Estos tres hábitos podrían ser los culpables Vamos a descubrirlos y solucionarlos.3
•Los programas de televisión que lo cansan: ¿le encantan las series apasionantes? Lo desgastan con una montaña rusa de emociones. Es como correr un maratón de sentimientos: después se siente abrumado. Las emociones fuertes, incluso la diversión, cansan el cerebro. Cambie a programas más "ligeros" o deje los dramas para los fines de semana, cuando pueda relajarse después.
•Luces brillantes antes de acostarse: las luces brillantes y la luz azul en la noche engañan a su cerebro, ya que lo hacen creer que es de día. Es como dormir con el sol en la cara: ¡es muy difícil descansar! Esto perjudica el sueño y el ritmo circadiano, lo que lo deja cansado al día siguiente. Bloquee la luz azul por la noche con el uso de anteojos que bloqueen la luz azul, instale filtros de luz azul en sus dispositivos y opte por una iluminación más cálida y tenue en su hogar cuando oscurezca.
•Seguir consejos que no son adecuados: implementar consejos que no le convienen suele ser contraproducente. Un consejo que no encaja con su vida desperdicia su esfuerzo. Descubra qué es lo que le funciona, por ejemplo, modificar su alimentación o saltarse alguna regla que no le parece adecuada. Hacer correcciones personalizadas le ahorran energía.
•Recupere su chispa: los maratones de televisión, las luces muy tarde por la noche y los consejos poco coherentes nos agotan poco a poco. Empiece con un cambio, como atenuar las luces esta noche, y continúe así.
Sobrecarga sensorial: cuando sus sentidos le roban la energía
Su cerebro es una fuente poderosa de procesamiento, pero tiene límites. Cuando la información sensorial lo abruma, no solo está cansado, sino que está sobreestimulado. A continuación encontrará tres hábitos que provocan una sobrecarga sensorial y cómo recuperar la calma.4
•Ignorar sus límites: estar en espacios llenos de personas, eventos ruidosos o entornos con mucha actividad visual sin descansos abruma el procesamiento sensorial. Reconozca los factores que lo abruman y planifique descansos en entornos tranquilos y con poco estímulo.
•Descuidar su sistema nervioso: no controlar el estrés deja el sistema nervioso vulnerable a una sobrecarga. El estrés crónico aumenta su sensibilidad a la información sensorial. Practique la reducción del estrés y la respiración lenta con regularidad, incluso cuando no se sienta abrumado.
•Ignorar las necesidades físicas: no comer de manera saludable o no dormir lo suficiente hace que el cuerpo sea menos capaz de manejar la información sensorial. Concéntrese en dormir de forma adecuada, comer carbohidratos saludables y hacer ejercicio todos los días para desarrollar su resiliencia.
•Domine su sobrecarga sensorial: un bombardeo constante de imágenes, sonidos y estímulos convierten la vida cotidiana en un campo de minas sensorial. Comience por identificar lo que lo abruma e implemente estrategias simples para gestionar su información sensorial. Incluso los cambios pequeños, como tomar descansos regulares, hacen una diferencia significativa en su bienestar general.
Libérese de los hábitos dañinos
Recuerde, sentirse cansado todo el tiempo no es su destino. Ya sea que su escritorio lo estrese, las tareas se acumulen o su rutina lo descontrole, los cambios pequeños cambian su vida. No es necesario que arregle todo ahora: comience con una o dos cosas que le resulten familiares. Los pasos pequeños se suman rápido. Piense: ¿qué hábitos merecen mi atención? Escríbalos y elija uno para abordar esta semana. Le sorprenderá cuánta energía recuperará.
Preguntas frecuentes sobre los hábitos que nos quitan energía
P: ¿Cuál es la mejor forma de dejar de sentirse cansado todo el tiempo?
R: Primero evalúe sus hábitos. Sentarse erguido, ordenar el entorno y respirar de forma adecuada lo alivian de inmediato. Intente ordenar su escritorio y atenuar las luces por la noche: los logros pequeños dan resultados. Recuerde que ser constante con estos ajustes pequeños es clave para lograr mejoras duraderas en su energía.
P: ¿Cómo afecta un escritorio desordenado a mi energía?
R: El desorden altera su concentración y hace que las tareas sean más difíciles y largas. Un escritorio limpio tranquiliza su cerebro y ahorra energía. Por lo tanto, dedicar con regularidad periodos cortos a la organización mejora de forma significativa su concentración y reduce la fatiga mental.
P: ¿Por qué me siento agotado después de ver series de televisión en exceso?
R: Las series de televisión intensas despiertan grandes emociones y cansan el cerebro. Elija programas más "ligeros" o deje los dramas para cuando pueda descansar después. Equilibre el tiempo frente a la pantalla con actividades que promuevan la relajación, como leer o hacer estiramientos suaves.
P: ¿Las luces brillantes en verdad pueden cansarme?
R: Sí, la luz brillante por la noche y la luz azul engañan a su cerebro y lo mantienen despierto, lo que arruina el sueño. Atenúe las luces al atardecer y evite la luz azul de las pantallas en la noche para tener un mejor descanso y energía. Implementar una rutina de noche consistente con iluminación tenue ayuda a regular el ritmo circadiano y favorece la calidad del sueño.
P: ¿Cómo puedo gestionar mis tareas sin abrumarme?
R: Termine lo que empiece y realice las tareas pequeñas rápido. Una lista rápida o una nota le mantendrán la cabeza despejada. Priorizar las tareas y dividir los proyectos más grandes en pasos más pequeños y manejables previene que se abrume.
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Durante los últimos 50 años, he buscado de manera incesante la forma de optimizar la salud y el bienestar para prevenir enfermedades. Cada año estoy un paso más cerca de la verdad. No obstante, esta vez estoy convencido de que, por fin, descubrí la esencia misma de la verdad, lo que ayudará a casi cualquier persona a recuperarse de todo tipo de enfermedad física.
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La crisis de salud de la que nadie habla
Casi todos los que leen esto solo producen alrededor de un tercio de la energía que necesitan para revertir las enfermedades y darle a su cuerpo la energía que necesita para regenerar y reparar las células dañadas. Casi todos nos encontramos en un círculo vicioso en el que nuestras bacterias intestinales son las que pagan los platos rotos.
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