📝HISTORIA EN BREVE

  • Las infecciones urinarias son de las afecciones que más se diagnostican en la medicina de Estados Unidos, sobre todo en personas mayores que a menudo reciben antibióticos aunque no presenten ningún síntoma de infección
  • Incluso en entornos hospitalarios, los estudios demuestran tasas de diagnóstico excesivo de hasta el 85 % en algunos estados, y tres cuartas partes de los pacientes diagnosticados con infecciones urinarias no presentan síntomas que coincidan
  • Muchas pruebas de orina que se utilizan para diagnosticar infecciones urinarias, como observar una apariencia turbia o bacterias, no son confiables y a menudo conducen a prescripciones innecesarias de antibióticos
  • La presencia de bacterias en la orina sin síntomas es frecuente en personas mayores y pacientes que utilizan sondas urinarias, pero a menudo se confunde con una infección y se trata de forma equivocada
  • Puede reducir el riesgo de infecciones urinarias si elimina las carnes CAFO, en especial el pollo, que a menudo contiene la bacteria E. coli, que es responsable de las infecciones urinarias. También es de gran ayuda practicar una mejor higiene, usar azul de metileno, optimizar la exposición al sol y hacer grounding o conexión con la tierra, en el océano para apoyar la energía celular

🩺Por el Dr. Mercola

Una infección del tracto urinario (ITU) es una infección en cualquier parte del sistema urinario, por lo general, de la vejiga. Con frecuencia, se caracteriza por ardor al orinar, presión pélvica, una necesidad urgente de orinar y color turbio u olor fuerte de la orina. Pero cuando esos síntomas no están presentes y los médicos siguen recetando antibióticos, las consecuencias suelen ser graves.

Los antibióticos alteran el microbioma intestinal y hacen que los pacientes sean vulnerables a nuevas infecciones como la C. difficile y aceleran el aumento de bacterias resistentes a los antibióticos. Cualquier persona puede verse afectada por esta epidemia de diagnósticos erróneos de infecciones urinarias, sin embargo, los adultos mayores corren un riesgo especial.

Los médicos confían demasiado en los análisis de orina y no contemplan el panorama general

Las infecciones urinarias son la causa de 10.5 millones de visitas al consultorio y 3 millones de viajes a salas de emergencia cada año en Estados Unidos, pero su diagnóstico no siempre es acertado. El Dr. Nick Schneeman, geriatra de profesión, advirtió sobre la costumbre médica de culpar a una infección urinaria cada vez que una persona mayor se siente débil, confusa o mareada, sin comprobar otras causas o síntomas más precisos.

Se solicita casi de inmediato un análisis de orina, escribió en TIME, y si aparecen bacterias en la muestra, suelen prescribirse antibióticos, incluso si el paciente nunca ha tenido dolor, urgencia o micción frecuente.1

•El diagnóstico erróneo es muy común: a más de la mitad de todas las mujeres se les dirá en algún momento que tienen una infección urinaria. Pero los estudios demuestran tasas de diagnóstico excesivo de hasta el 85 % en ciertos estados. En un estudio de 2020 en 43 hospitales, tres de cada cuatro pacientes diagnosticados con una infección urinaria no presentaron síntomas.2

•Las personas mayores están recibiendo tratamiento por infecciones que en realidad no tienen: muchos adultos mayores ya tienen bacterias inofensivas en la vejiga y en la orina, que no requieren tratamiento. No es una infección, es solo una colonización. Además, recolectar una muestra de orina limpia es muy difícil, en especial para alguien que está postrado en cama o usa pañales para adultos. Como resultado, muchas muestras están contaminadas y arrojan resultados inexactos.

•Los médicos priorizan la velocidad sobre la precisión: solicitar un análisis de orina es rápido y sencillo; suele ser lo primero que se hace en un hospital o en una clínica. Pero facilidad no es lo mismo que precisión. No está bien realizar un diagnóstico con base en un resultado de laboratorio sin que exista coincidencia con los síntomas.

Los hospitales están diagnosticando las infecciones urinarias por error y están creando problemas más graves

Un gran estudio multihospitalario, publicado en BMJ Quality & Safety, reveló un diagnóstico excesivo generalizado de infecciones urinarias en entornos hospitalarios.3 Los investigadores descubrieron que el 27.8 % de los pacientes tratados por infecciones urinarias recibieron un diagnóstico incorrecto, lo que significa que recibieron antibióticos sin cumplir los criterios para una verdadera infección urinaria.

•La mayoría de los pacientes continuaron tomando antibióticos incluso después del diagnóstico erróneo inicial: de aquellos que recibieron un diagnóstico incorrecto, más del 80 % siguió recibiendo antibióticos al tercer día de hospitalización, mucho después del período de 48 a 72 horas en el que se recomienda a los médicos reevaluar los diagnósticos.

Esta persistencia en el tratamiento a pesar de no tener suficiente evidencia refleja lo que los autores llamaron “impulso diagnóstico”, donde un diagnóstico inicial se mantiene sin cuestionamientos, incluso frente a datos contradictorios.

•El diagnóstico excesivo de infecciones urinarias se relacionó con el diagnóstico excesivo de neumonía: en los hospitales donde hubo tasas altas de diagnóstico excesivo de infecciones urinarias, también fueron altas las de neumonía adquirida en la comunidad. Esto sugiere un problema más amplio en la forma en que los hospitales gestionan las infecciones (no solo las ITU) con base en señales diagnósticas incompletas o malinterpretadas.

•Estos hallazgos plantean inquietudes sobre los hábitos hospitalarios, no solo sobre errores individuales: el estudio identificó patrones institucionales a nivel hospitalario en lugar de incidentes aislados. Estos patrones exponen a los pacientes a medicamentos innecesarios y provocan un exceso de tratamientos a gran escala.

Algunas bacterias que causan infecciones urinarias están aprendiendo a burlar a los antibióticos

Una revisión científica publicada en Nature Reviews Microbiology explicó cómo ciertas cepas de E. coli, las que suelen ser responsables de las infecciones urinarias, están evolucionando de manera que se vuelven más fuertes y resistentes a los antibióticos.4 Estos son los mismos antibióticos que muchos médicos todavía usan como primera línea de defensa. Pero ahora las bacterias están aprendiendo a sobrevivir, incluso cuando se supone que los medicamentos deberían eliminarlas.

•Estas bacterias se adhieren a la pared de la vejiga y forman comunidades que las protegen: en lugar de flotar esperando a ser eliminadas, estas bacterias utilizan pequeños ganchos para agarrarse a las células dentro de la vejiga. Una vez que se adhieren, comienzan a multiplicarse y a formar grupos protectores, como una especie de fortaleza.

Estos grupos se llaman biopelículas, y ayudan a las bacterias a resistir tanto al sistema inmunológico como a los antibióticos. Esa es una razón importante por la que algunas infecciones urinarias no desaparecen con el tratamiento o siguen reapareciendo.

•Cuanto más expuestas están a los antibióticos, mejores se vuelven para combatirlos: algunas de estas bacterias incluso han descubierto cómo compartir entre sí sus habilidades para combatir los medicamentos. Lo hacen al transmitir fragmentos de código genético que les indican cómo sobrevivir a los ataques de antibióticos. Con el tiempo, este intercambio hace que haya más cepas de bacterias que causan infecciones urinarias más difíciles de tratar.

•Se necesitan nuevos enfoques para tratar las infecciones urinarias sin usar antibióticos más fuertes: los expertos ahora trabajan en tratamientos alternativos que no dependen de intentar matar las bacterias de forma directa.

Por ejemplo, algunas investigaciones se centran en bloquear la capacidad de las bacterias de adherirse a la vejiga o crear capas protectoras. Otras intentan impedir que se escondan dentro de las células. Estas estrategias apuntan a debilitar las bacterias en lugar de solo bombardearlas con medicamentos, lo que podría ayudar a prevenir una mayor resistencia a los antibióticos en el futuro.

Mitos sobre las infecciones urinarias

Otra revisión, que se publicó en The Journal of Emergency Medicine, desmiente los mitos sobre las infecciones urinarias que engañan a los pacientes y a los proveedores de atención médica.5 El artículo explica que las suposiciones falsas, que a menudo se enseñan durante la formación médica, están llevando a un tratamiento excesivo y masivo con antibióticos. Por ejemplo:

•Los resultados de laboratorio por sí solos no deberían determinar las decisiones de tratamiento: los médicos a menudo están capacitados para comenzar a tratar con antibióticos cuando aparecen ciertos marcadores en los análisis de orina, como glóbulos blancos o nitritos. Pero el estudio deja claro que ninguno de estos síntomas significa que se tenga una infección urinaria sin síntomas coincidentes. Los autores escribieron que el análisis de orina “no debe utilizarse solo para respaldar un diagnóstico de infección urinaria o iniciar una terapia antimicrobiana en ninguna población de pacientes”.

•Confiar en el olor, el color o la claridad de la orina no es suficiente: un estudio citado pidió a los médicos que diagnosticaran las infecciones urinarias al observar qué tan turbia estaba una muestra de orina. Los resultados fueron terribles: la precisión del diagnóstico apenas superó la de una simple suposición. Otro mito que el artículo desmiente es la idea de que la orina “con mal olor” es un indicio automático de infección.

De acuerdo con los autores, ese olor a menudo tiene más que ver con el nivel de hidratación y la alimentación que con las bacterias. Sin embargo, tanto los pacientes como los proveedores de atención médica siguen tratando estos signos como si fueran significativos.

•Tener bacterias en la orina no es lo mismo que tener una infección: el documento explica que muchas personas, en especial los adultos mayores, tienen bacterias en la orina, pero no tienen ninguna enfermedad. Esto es común en pacientes que utilizan sondas urinarias y residentes de hogares de ancianos, y no necesita antibióticos.

•La confusión mental y las caídas en los ancianos a menudo se atribuyen a las infecciones urinarias, pero por error: cuando una persona mayor se confunde o se cae, los médicos a menudo suponen que se debe a una infección urinaria.

La revisión desmiente esta suposición, y afirma que las caídas y los cambios cognitivos se producen por muchos factores, como la deshidratación, los niveles bajos de azúcar en la sangre o las interacciones entre medicamentos.  Si un paciente confundido tiene bacterias en la orina pero no tiene fiebre, dolor u otros signos de infección, los autores recomiendan monitorear al paciente en lugar de darle antibióticos de inmediato.

• Casi nunca es necesario tratar la levadura en la orina: otro mito importante que el artículo desmiente es que la levadura en la orina necesita un tratamiento antimicótico. Los autores explican que esto es frecuente en pacientes con sonda, sobre todo en los hospitales. A menos que el paciente tenga un sistema inmunológico comprometido o síntomas específicos, el tratamiento de la levadura de la orina es innecesario, y a menudo causa más daño ya que altera el microbioma.

Pasos para abordar las causas fundamentales de las ITU

Si sufre infecciones de las vías urinarias con frecuencia, o le han dicho que tiene una sin síntomas como ardor, urgencia o dolor, ha llegado el momento de profundizar. Estas infecciones a menudo se diagnostican por error, sobre todo en adultos mayores, y se recetan antibióticos sin comprender la causa real.

Esto no solo no es eficaz, sino que resulta perjudicial. Quiero guiarlo a través de cinco pasos prácticos que abordan los problemas subyacentes. Así es como se pasa del tratamiento a la prevención y de la frustración a la claridad.

Ya sea que esté luchando con síntomas crónicos, cuidando a un padre anciano o solo quiera evitar medicamentos innecesarios, estos consejos le ayudarán a proteger su salud tanto de diagnósticos equivocados como de infecciones resistentes a los medicamentos.

1. Evite comer carne de operaciones concentradas de alimentación animal (CAFO): la bacteria E. coli, causante de infecciones urinarias, se introduce en su cuerpo a partir de los alimentos que consume, incluyendo el pollo de CAFO, así como la carne de cerdo y de res de CAFO. Elimine de su alimentación las carnes de animales criados en granjas industriales, en especial el pollo, para reducir la exposición a cepas de infecciones urinarias resistentes a los antibióticos. En lugar de ello, elija carne de res alimentada con pastura que provenga de granjas que utilicen prácticas regenerativas.

Si come pollo, asegúrese de que sea orgánico y criado en pasturas, aunque no recomiendo el pollo debido a su contenido de ácido linoleico (AL).

2. Mejore las prácticas de higiene para detener las bacterias antes de que se propaguen: muchas infecciones comienzan con malos hábitos de higiene que parecen inofensivos. Límpiese siempre de adelante hacia atrás después de usar el baño para evitar propagar bacterias del área rectal a la uretra.

También recomiendo usar un bidé para una limpieza más profunda, en especial si es propenso a sufrir infecciones urinarias o si está cuidando a alguien que las padece. Priorice las duchas sobre los baños. Y, haga una correcta limpieza antes de cualquier actividad sexual. Ese simple paso ayuda a evitar que las bacterias entren en el tracto urinario.

3. Use azul de metileno y arándanos para apoyar las defensas naturales: el azul de metileno de grado farmacéutico es uno de los agentes más efectivos que he encontrado para detener las infecciones urinarias desde su origen. Ingresa a la vejiga a través de los riñones y se concentra lo suficiente como para destruir las bacterias dañinas, sin eliminar todo el microbioma como lo hacen los antibióticos.

Para una infección urinaria, la dosis suele ser una tableta de 65 miligramos tres veces al día después de las comidas y con agua, solo durante unos pocos días. Combine esto con arándanos enteros o jugo de arándanos orgánicos para ayudar a prevenir que las bacterias se adhieran a las paredes de su tracto urinario. En conjunto, son una defensa poderosa.

4. Expóngase a la luz del sol de manera adecuada para fortalecer su sistema inmunológico: la exposición al sol aumenta la producción de energía celular de su cuerpo, que es necesaria para combatir infecciones. Pero aquí está el truco: si consume aceites vegetales (como aceite de canola, soya o maíz), su piel será más propensa a sufrir daños por la luz ultravioleta (UV).

Estos aceites se acumulan en la piel y se oxidan en poco tiempo con la luz del sol, lo que daña el ADN y empeora la inflamación. Es por ello que recomiendo eliminar los aceites vegetales de su alimentación durante seis meses antes de pasar tiempo al sol directo entre las 10 a.m. y las 4 p.m. A medida que su cuerpo elimina el exceso de AL, puede aumentar con seguridad su exposición al sol para restaurar la función de las mitocondrias y la energía celular.

5. Utilice la conexión a tierra en el océano en lugar de depender de fuentes terrestres contaminadas: la conexión a tierra (es decir, el contacto directo con la Tierra o grounding) ayuda a aliviar el estrés reductivo y a restaurar la energía celular. Pero no todas las conexiones a tierra son seguras. En América del Norte, el suelo suele verse afectado por la contaminación electromagnética procedente de las redes eléctricas. En lugar de eso, vaya al océano.

El agua salada es un poderoso conductor y el océano le brinda una conexión estable con el estado eléctrico natural de la Tierra, lo que permite que su exceso de electrones se transfiera a la Tierra.

Cada uno de estos pasos le devolverá el control. Ya sea que esté defendiéndose contra superbacterias o liberándose del ciclo de diagnósticos erróneos, tiene varias opciones. Solo debe actuar en consecuencia.

Preguntas frecuentes sobre las infecciones del tracto urinario

P: ¿Qué causa que la mayoría de las infecciones del tracto urinario se diagnostiquen por error?

R: Muchas infecciones urinarias se diagnostican por error debido a que los proveedores de atención médica confían demasiado en los análisis de orina o en la apariencia turbia en lugar de observar los síntomas reales. En pacientes de edad avanzada, la confusión o las caídas a menudo se atribuyen a las infecciones urinarias, lo que conduce al uso innecesario de antibióticos.

P: ¿Cómo contribuye la carne de CAFO a las infecciones urinarias?

R: La carne de CAFO a menudo contiene la bacteria E. coli, que es resistente a los medicamentos, y esto se debe al uso generalizado de antibióticos en animales. Cuando come carne contaminada, estas bacterias pueden colonizar su intestino y causar infecciones urinarias difíciles de tratar.

P: ¿Por qué se recetan antibióticos para las infecciones urinarias de manera excesiva?

R: Con frecuencia, los antibióticos se recetan solo con base en los resultados de laboratorio, incluso cuando los pacientes no presentan síntomas. Esto sucede sobre todo en adultos mayores y usuarios de sondas, a pesar de la clara evidencia de que, en ausencia de síntomas, las bacterias en la orina no requieren tratamiento.

P: ¿Qué puedo hacer para prevenir las infecciones urinarias recurrentes de forma natural?

R: Evite las carnes de CAFO, beba mucha agua filtrada, límpiese de adelante hacia atrás y use un bidé. También puede utilizar azul de metileno de grado farmacéutico y arándanos enteros o jugo de arándano para evitar que las bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario.

P: ¿Cómo ayudan la luz del sol y la conexión con la tierra a combatir las infecciones urinarias?

R: La exposición adecuada al sol mejora la energía celular y la función inmunológica, lo que ayuda al cuerpo a combatir infecciones. La conexión a tierra en el agua del océano favorece el equilibrio celular y reduce el estrés, dos factores que ayudan a prevenir las ITU recurrentes.