📝HISTORIA EN BREVE

  • El aceite de soya, que es el aceite más utilizado en los Estados Unidos, contiene altos niveles de ácidos grasos poliinsaturados omega-6
  • Las grasas poliinsaturadas del aceite de soya se descomponen en radicales libres y aldehídos dañinos durante el procesamiento a alta temperatura
  • Los estudios vinculan el alto consumo de aceites poliinsaturados con el cáncer, mientras que las grasas saturadas pueden ofrecer protección
  • El aceite de soya afecta el hipotálamo, lo que afecta a más de 100 genes, incluyendo los que regulan el peso corporal y la producción de hormonas. Un estudio de 2015 demostró que los ratones que llevaron una alimentación rica en aceite de soya tuvieron más aumento de peso, diabetes y anomalías hepáticas
  • Para evitar el aceite de soya, cambie a grasas tradicionales, como la mantequilla, la manteca de cerdo, el aceite de coco y el aceite de oliva. Asimismo, evite los alimentos procesados

🩺Por Sally Fallon Morell, autora invitada

El sur del estado de Maryland, donde vivo, solía ser una importante región productora de tabaco. Luego, en la década de los 80, cuando se descubrió el riesgo de fumar, el estado de Maryland estableció un programa de liquidación total para el tabaco. Los productores de tabaco recibieron un gran pago durante diez años consecutivos para no volver a plantar tabaco nunca más.

El problema es que la soya lo reemplazó, y eso es un cultivo mucho más cancerígeno y peligroso que el tabaco. Los canceres de pulmón se convirtieron en otros tipos de cáncer.

El aceite de soya puede alimentar el cáncer

El aceite más utilizado en Estados Unidos es el aceite de soya. El aceite de soya es muy insaturado, lo que significa que contiene ácidos grasos poliinsaturados omega-6 junto con cerca de un 10 % de ácidos grasos omega-3.

Estos tipos de moléculas de grasa se descomponen en radicales libres y aldehídos muy reactivos durante el procesamiento a alta temperatura, y aún más cuando se fríen alimentos a alta temperatura. Los omega-6 ciertamente lo hacen, pero aún más los frágiles omega-3.

Es un secreto bien guardado que muchos estudios vinculan el consumo de altos niveles de aceites poliinsaturados con el cáncer; otros estudios demuestran que las grasas saturadas, como las del aceite de coco, la mantequilla, la manteca de cerdo y el sebo (las grasas saludables que fueron reemplazadas por el aceite de soya) nos protegen contra el cáncer.

Todos los aceites procesados ​ son cancerígenos, sobre todo el aceite de soya. Pero hay muchos más problemas con este ingrediente omnipresente. El aceite de soya también afecta su mente.

Efectos sobre la salud por comer alimentos cocinados con aceite de soya

En 2015, investigadores de la Universidad de California en Riverside hicieron una comparación en ratones a los que se les dio cuatro dietas diferentes con el mismo conteo de calorías: una alimentación rica en aceite de coco, una rica en aceite de soya, una alimentación con aceite de coco más jarabe de maíz alto en fructosa (JMAF) y una alimentación de aceite de soya más JMAF.1

Los ratones que recibieron una alimentación con alto contenido de aceite de soya, con y sin JMAF, experimentaron aumento de peso, adiposidad, diabetes, intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. También desarrollaron anomalías en el hígado, incluyendo el hígado graso. Los ratones que llevaron una alimentación rica en aceite de coco, en general, no desarrollaron estos problemas.

Dos años más tarde, los investigadores repitieron el estudio utilizando aceite de soya transgénica para contener cantidades más bajas de ácidos grasos poliinsaturados.2 Este aceite también indujo la obesidad y otros problemas en los ratones, pero no tanto como el aceite de soya original.

Estos resultados indican que los poliinsaturados, y no al jarabe de maíz alto en fructosa, son los principales responsables de la actual epidemia de obesidad y diabetes.

En enero de 2020, el equipo de investigación publicó más malas noticias. El aceite de soya no sólo causa enfermedades metabólicas, como la diabetes, sino que también contribuye a cambios genéticos en el cerebro que podrían provocar problemas de salud, como ansiedad y enfermedad de Alzheimer; tanto el aceite de soya convencional como el aceite de soya modificado tuvieron el mismo efecto.3

El aceite de soya causa un efecto pronunciado en la glándula maestra

Lo más grave es que los investigadores descubrieron que el aceite de soya tenía un efecto pronunciado sobre el hipotálamo. El hipotálamo es la glándula maestra: regula el peso corporal, mantiene la temperatura corporal, dirige la formación de hormonas sexuales, es fundamental para el crecimiento físico y modula la respuesta al estrés. El aceite de soya provocó el desequilibrio de unos cien genes de este órgano.

Por ejemplo, los ratones alimentados con aceite de soya disminuyeron sus niveles de oxitocina en el hipotálamo. La oxitocina es la hormona del “amor” o de los “abrazos”, y desempeña un papel importante en el vínculo social, la reproducción sexual, el parto y el período posterior al parto.

La oxitocina estimula la producción de leche y ayuda a las madres a vincularse con sus bebés. Además del parto, la oxitocina parece ayudar a reducir el miedo y la ansiedad en ambos sexos, así como en la protección de conductas adictivas.

Muy a menudo digo que el hipotálamo es el que controla los impulsos, y si hay algo que caracteriza a la generación actual de niños, criados con aceites vegetales en lugar de mantequilla y manteca, es la falta de control de los impulsos.

Aceite de soya que se encuentra en la mayoría de los alimentos procesados

Hay muchas cosas dañinas en la alimentación moderna: endulzantes refinados (azúcar, jarabe de maíz alto en fructosa), glutamato monosódico y sabores artificiales, leche pasteurizada y homogeneizada, almidón modificado, granos extruidos (cereales para el desayuno), glifosato y otros productos químicos agrícolas, pero los peores son los aceites de semillas procesados, sobre todo el aceite de soya.

¡Y el aceite de soya está en todo! Desde margarinas hasta productos para untar, al igual que en cremas para café y la mayonesa, aderezos para ensaladas, papas fritas, galletas saladas y snacks, pan, donas, pasteles (en especial, el glaseado) y productos de hojaldra, pollo frito y pizza.

La única forma de evitarlo es evitando los alimentos procesados ​​y volver a las grasas saludables que usaban nuestros antepasados, en especial las grasas animales (mantequilla, manteca de cerdo, grasa de pato, sebo, etc.), además de los aceites tradicionales, como el aceite de coco y el aceite de oliva.

Residuos de soya

Por cierto, lo que queda después de extraer el aceite de soya de la semilla es una mezcla rica en proteínas, la cual es procesada y manipulada para eliminar la proteína, con lo que se crea el aislado de proteína de soya y el concentrado de proteína de soya.

Estos productos de desecho se utilizan en una gran variedad de alimentos muy procesados, como los batidos de proteína de soya, las barras energéticas y las carnes falsas, como la “Impossible Burger”. Las empresas que venden estos alimentos “de origen vegetal”, y que promocionan como buenos para la salud y para el planeta, solo los motiva obtener ganancias de un producto derivado del desperdicio.

Cómo eliminar el aceite de soya de su alimentación

Si lleva el tipo de alimentación estándar, que incluye alimentos procesados, dejar el aceite vegetal puede ser un verdadero desafío. Esta es una larga lista de los cambios que puede hacer (algunos fáciles, otros un poco más difíciles) para recuperar su salud. Incluso, si sólo hace algunos de estos cambios, ¡su cuerpo se lo agradecerá!

Dieta estándar

Hacer esto

En lugar de margarinas y productos para untar

Use mantequilla

En lugar de aceites de cocina

Cocine con manteca de cerdo y grasa de tocino

En lugar de aderezos comerciales para ensaladas

Aprenda a hacer el suyo con aceite de oliva y vinagre.

En lugar de Crema batida procesada

Haga su crema batida casera

En lugar de crema vegetal para café

Utilice crema real o una mezcla de leche y crema

En lugar de mayonesa comercial

Prepare la suya o use mayonesa a base de aceite de coco

En lugar de salsas comerciales

Haga la suya con crema agria y otros ingredientes

En lugar de patatas fritas

Opte por chicharrones de cerdo

En lugar de galletas saladas

Busque galletas saladas hechas con aceite de palma o aceite de coco

En lugar de snacks procesados

Coma queso y salami

En lugar de pan del supermercado

Utilice la Guía de compras WAPF para encontrar pan artesanal sin aceites añadidos

En lugar de papas fritas

Haga sus propias papas fritas al horno cocinadas en manteca o grasa de pato

En lugar de pollo frito

Prepare el suyo en casa con manteca

Pastelillos, pasteles, donuts.

Trate de comer lo más mínimo (o mejor beba un vaso de leche sin pasteurizar)

Pizza

Puede comerla en días especiales, no todos los días, y pida pizza delgada

Sobre la autora

Sally Fallon Morell es la autora del libro de cocina de la lista best seller: "Nourishing Traditions" y de muchos otros libros que hablan sobre la alimentación y la salud. También es presidenta fundadora de la fundación Weston A. Price (westonaprice.org) y es una de las fundadoras de la organización “A Campaign for Real Milk” (realmilk.com). Puede encontrar su blog en nourishingtraditions.com.