📝HISTORIA EN BREVE

  • El dióxido de carbono (CO2) estimula la producción de energía mitocondrial e incrementa el suministro de oxígeno a las células. Además, ayuda a proteger de los daños que causa la peroxidación lipídica
  • El CO2 también es parte de la “magia” que hace que los alimentos fermentados sean tan saludables. Durante la lactofermentación, ciertas bacterias productoras de ácido láctico descomponen los azúcares en ácidos y CO2. El CO2 es lo que crea las burbujas en los alimentos fermentados
  • Algunas bacterias productoras de CO2 incluyen al Lactobacillus brevis, L. reuteri y L. fermentum
  • Al igual que el L. brevis, el L. reuteri es conocida por su capacidad para promover la salud intestinal. Se ha demostrado que la bacteria L. reuteri también regula de forma ascendente las respuestas inmunes sistémicas, lo que ayuda a cicatrizar las heridas, al igual que favorece la salud mental, el metabolismo y el mantenimiento mioesquelético. Además, ha demostrado tener efectos "antienvejecimiento"
  • Todas las cepas de Lactobacillus también suprimen el crecimiento de bacterias gramnegativas, que son las responsables de generar endotoxinas mediante un proceso conocido como inhibición competitiva. La endotoxina es uno de varios factores que destruyen la función mitocondrial, promueve la glucólisis y, en última instancia, promueve el metabolismo del cáncer

🩺Por el Dr. Mercola

En los últimos meses, he publicado varios artículos sobre los notables beneficios del dióxido de carbono (CO2), el cual se produce durante el ciclo de Krebs en las mitocondrias. El CO2 estimula la producción de energía mitocondrial e incrementa el suministro de oxígeno a las células. Además, ayuda a proteger de los daños que causa la peroxidación lipídica.

Es sorprendente que se hayan olvidado e ignorado los beneficios del CO2, sobre todo si tomamos en cuenta su uso durante tantos años. Las culturas asiáticas han utilizado agua carbonatada durante muchos años debido a sus grandes beneficios.

Los romanos recomendaban los baños en agua carbonatada para todo tipo de trastornos, pero en especial para la artritis, la infertilidad y los problemas psiquiátricos, y esta práctica se extendió hasta la Edad Media cuando los monjes la prescribían. En la actualidad, muchas personas visitan aguas termales naturales, y el beneficio en la mayoría de estas aguas es el contenido de CO2.

En el siglo XX, los científicos rusos realizaron múltiples investigaciones sobre el CO2 y, hasta la fecha, muchas clínicas en Rusia ofrecen baños y otros tratamientos con CO2. Incluso existe un traje que se llena con CO2 y luego lo dispersa en los tejidos. Comenzará a sentir calor muy rápido, lo cual es un signo de vasodilatación, que es uno de los efectos cardiovasculares del CO2.

Se ha demostrado que el CO2 puede, a largo plazo, invertir la calcificación arterial, así como otros tipos de daños que surgen a causa del proceso de envejecimiento. De hecho, si bien esto podría resultar sorprendente para la mayoría de las personas, considero que el uso del CO2 es una de las estrategias más efectivas a nuestro alcance para aumentar la esperanza de vida. También podría ser un componente fundamental para prevenir y tratar el cáncer.

Ciertas bacterias producen CO2 durante el proceso de fermentación

El CO2 también es parte de la “magia” que hace que los alimentos fermentados sean tan saludables. Durante la lactofermentación, ciertas bacterias productoras de ácido láctico descomponen los azúcares en ácidos, alcohol y CO2 (entre otras cosas). El CO2 es lo que crea la efervescencia en los alimentos fermentados, como el chucrut o los encurtidos, mientras que los ácidos crean un entorno con un pH bajo y libre de oxígeno, lo que evita que se echen a perder.

Durante la lactofermentación, ciertas bacterias productoras de ácido láctico descomponen los azúcares en ácidos y CO2. El CO2 es lo que crea las burbujas en los alimentos fermentados.

Las bacterias del ácido láctico, como el Lactobacillus brevis, que es una de las 16 cepas de Lactobacillaceae, también producen compuestos antimicrobianos, como las bacteriocinas, las cuales impiden el crecimiento de bacterias nocivas que pueden provocar enfermedades. Hace poco, el portal The Conversation destacó la importancia del Lactobacillus brevis, refiriéndose a este como una "superestrella de la fermentación" por todas estas razones.1

Además de los vegetales fermentados, el L. brevis también se encuentra en la leche cruda, el vino, el pan de masa fermentada y algunos quesos.2 Se sabe que favorece la salud digestiva en general y que puede ayudar a prevenir y tratar las úlceras gástricas, ya que inhibe la Helicobacter pylori. Otros de sus beneficios incluyen una mejor función cognitiva e inmunológica. 3

Beneficios del L. Reuteri

Otras dos cepas de la familia Lactobacillaceae: el L. reuteri4 y el L. fermentum5, también son productoras de CO2. Al igual que el L. brevis, el L. reuteri es conocido por su capacidad para promover la salud intestinal. Además, regula de forma ascendente las respuestas inmunes sistémicas, lo que ayuda a cicatrizar las heridas, al igual que favorece la salud mental, el metabolismo y el mantenimiento mioesquelético.6 También ha demostrado tener efectos "antienvejecimiento".

Una investigación,7 publicada en 2013, reveló que los ratones de edad avanzada alimentados con un yogur probiótico comercial que contenía L. reuteri, experimentaron cambios en la piel y el pelaje que imitaban el "pico de salud y la aptitud reproductiva característicos de animales mucho más jóvenes", incluyendo una dermis más gruesa y un pelaje más denso, brillante y lustroso. Por el contrario, los animales de la misma edad del grupo de control, que solo comieron su comida regular, tenían el pelaje opaco y padecían alopecia y dermatitis ocasional.

Los investigadores indicaron que un pelaje de aspecto saludable (y el cabello en humanos) también suele ser un signo de fertilidad y buena salud en general:

"En conjunto, estos hallazgos nos llevan a plantear la hipótesis de que los probióticos podrían influir en el efecto del 'brillo saludable' relacionado con la juventud y la capacidad reproductiva. Además, sugerimos que la alimentación con probióticos podría imitar estos efectos tegumentarios beneficiosos característicos de la juventud en animales viejos".

Otros beneficios documentados del L. reuteri incluyen:8

  • Efectos antimicrobianos
  • Efectos estimulantes y reguladores del sistema inmunológico
  • Fortalecimiento de la barrera intestinal, lo que disminuye la translocación microbiana desde el lumen intestinal hacia otros tejidos. Como resultado, podría mejorar una gran variedad de enfermedades causadas por la inflamación sistémica.

Los lactobacillus previenen la producción de endotoxinas

Todas las cepas de Lactobacillus también suprimen el crecimiento de bacterias gramnegativas, que son las responsables de generar endotoxinas mediante un proceso conocido como inhibición competitiva,9 y eso es fundamental para la salud en diversos aspectos.

Las bacterias gramnegativas producen las endotoxinas (lipopolisacáridos (LPS)) en el intestino. Como se explica en varios artículos recientes, las endotoxinas son uno de varios factores que alteran la función mitocondrial, ya que favorecen la glucólisis y, en última instancia, el metabolismo del cáncer.

Cuando los carbohidratos complejos no se digieren en el estómago se van al intestino, donde alimentan a las bacterias gramnegativas, y cuando esas bacterias crecen, se multiplican y mueren, liberan LPS, lo cual podría provocar intestino permeable, reacciones alérgicas, problemas en los órganos e incluso sepsis.

Las endotoxinas provocan reacciones metabólicas que convierten el triptófano en el intestino en serotonina, la cual no es saludable en niveles altos. Tener niveles altos de serotonina es perjudicial porque es un antimetabolito, lo cual significa que inhibe la capacidad de su cuerpo para crear energía en la cadena de transporte de electrones de sus mitocondrias, lo que provoca cansancio, además que afecta su metabolismo y favorece el aumento de peso.

Para detener este círculo vicioso, debe fortalecer y sellar su intestino. Las bacterias beneficiosas, como las bifidobacterias y lactobacillus, al igual que las levaduras beneficiosas, como Saccharomyces boulardii, podrían ayudar a controlar la producción de endotoxinas por medio de la inhibición competitiva.

Este tipo de probióticos también fortalece la barrera intestinal (la parte que sana y sella el intestino), al aumentar la producción de moco, estimular la liberación de péptidos antimicrobianos y aumentar la integridad de las uniones estrechas.10

También es ideal limitar el consumo de azúcar refinada y de la mayoría de los almidones, ya que estos tipos de carbohidratos tienden a alimentar las bacterias que producen endotoxinas, sobre todo si su microbioma no está en buenas condiciones.

Cómo alimentar los lactobacillus en el intestino

Entre mayor sea la diversidad de su microbioma intestinal, más probabilidades tendrá de mantener una buena salud general, ya que las bacterias beneficiosas mantendrán la homeostasis y ayudarán a detener a los patógenos oportunistas (bacterias comensales).

Existen tres formas principales de aumentar la cantidad de lactobacillus y otras bacterias beneficiosas en el intestino:11

  1. Consuma alimentos fermentados, como yogur sin pasteurizar o kéfir elaborado con leche sin pasteurizar, crema agria y vegetales fermentados, como el chucrut.
  2. Tome un suplemento probiótico de alta calidad que contenga una o más cepas.
  3. Consuma alimentos que promuevan la proliferación de lactobacillus, como fibra alimenticia, harina de Konjac, salvado de trigo, trigo sarraceno, cebada, manzanas, nueces, alcachofa y chokeberry.