Enfermedad vascular periférica

Derrame cerebral

Enfermedades del corazón

Diabetes

Resistencia a la insulina

Insuficiencia renal crónica

Crecimiento tumoral y metástasis

Trombosis venosa

Enfermedades infecciosas y virales

Frambuesa negra: las antocianinas, que son los flavonoides que contienen las frambuesas negras, producen efectos antiinflamatorios y antiangiogénicos, lo que significa que ayudan a prevenir la angiogénesis, la cual se relaciona con un mayor riesgo de cáncer. El extracto de frambuesa negra produjo efectos antiangiogénicos y antiinflamatorios en las células endoteliales microvasculares del intestino y del esófago.⁸

En un estudio que involucró a pacientes con síndrome metabólico, la frambuesa negra también incrementó la cantidad de las células progenitoras endoteliales (EPC) circulantes, al igual que disminuyó los riesgos cardiovasculares después de 12 semanas.⁹ Otra investigación, también en personas con síndrome metabólico, reveló que la frambuesa negra podría ayudar a disminuir de forma significativa las citocinas inflamatorias, lo que mejora la función endotelial vascular.¹⁰

Los estudios en animales también sugieren que la frambuesa negra ayuda a disminuir los marcadores de inflamación y mejora la función endotelial, lo que disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular.¹¹ Los flavonoides de las frambuesas negras incluso podrían ayudar a aliviar la disfunción de la barrera endotelial vascular que se relaciona con los productos finales de glicación avanzada.¹²

Se cree que el metabolismo de los flavonoides es responsable de los beneficios cardiovasculares, ya que mejora la eficacia vascular de los flavonoides, "lo que produce una variedad de estructuras con diferentes grados de bioactividad en las células endoteliales humanas".¹³

Té verde: beber té verde se relaciona con una mayor dilatación mediada por flujo (FMD) de la arteria braquial, que es una medida de la función del endotelio. "Los beneficios del té verde podrían relacionarse con su contenido de flavonoides.

En un artículo de la revista European Journal of Preventive Cardiology, los investigadores dijeron que, como ya se ha demostrado antes, el galato de epigalocatequina, una catequina esencial en el té, mejora la función endotelial en personas con enfermedad de las arterias coronarias".¹⁴

El té verde también estimula la producción de óxido nítrico de las células endoteliales y podría estimular la función del sistema vascular a través de vías antiinflamatorias. Según los científicos del European Journal of Preventive Cardiology:¹⁵

"La función endotelial es muy importante para que el sistema cardiovascular funcione de forma correcta, por lo que el mal funcionamiento de este órgano influye mucho en la progresión de la aterosclerosis. El efecto beneficioso del té verde en el riesgo cardiovascular podría deberse, en parte, a que combate la disfunción endotelial. Además, el té verde produce un efecto beneficioso importante en la función endotelial de personas sanas".

El té verde también contiene niveles elevados de quercetina. En un estudio en el que participaron 30 hombres con enfermedad coronaria, consumir extracto de polifenol con alto contenido de quercetina ayudó a dilatar las arterias mediadas por el flujo, lo que sugiere una mejor salud endotelial.¹⁶ También inhibió la agregación plaquetaria y relajó los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la presión arterial y a prevenir la hipertrofia cardíaca, que causa engrosamiento en los músculos del corazón.

Aronia negra: la aronia negra (Aronia melanocarpa), que es popular por sus bayas astringentes, es otra fuente de compuestos fenólicos beneficiosos, incluyendo proantocianidinas, flavanoles, antocianinas, flavonoides y ácidos clorogénico y cafeico.¹⁷

Los extractos de aronia negra estimulan la producción de óxido nítrico (ON) en las células endoteliales, incluso en concentraciones que podrían considerarse bajas. El ON influye mucho en la función vascular, y la disfunción de las células endoteliales puede afectar la producción de ON, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En un artículo que se publicó en el Journal of Food Biochemistry, los investigadores dijeron lo siguiente:¹⁸

"Estos resultados in vitro pueden traducirse en posibles aplicaciones clínicas en las que los extractos de aronia podrían utilizarse para ayudar a prevenir y tratar enfermedades cardiovasculares, al incrementar la síntesis de ON endotelial y mejorar la función vascular".

Extracto de semilla de uva: contiene proantocianidinas antioxidantes, un tipo de polifenol que podría mejorar la función endotelial, lo que ayuda a proteger la salud del corazón. Los científicos de la Universidad de Medicina y Odontología de Tokio escribieron lo siguiente en la revista Nutrients:¹⁹

"En los últimos años, también se demostró que el deterioro de la función endotelial es un factor importante en las primeras etapas de la aterosclerosis, lo que relaciona la disfunción endotelial con los factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, dislipidemia, diabetes mellitus y tabaquismo,

El óxido nítrico (ON), un factor relajante del endotelio, también tiene una función crucial en la presión arterial (PA). Por lo tanto, mantener una función endotelial adecuada y controlar la presión arterial son dos factores fundamentales para evitar que se desarrolle la enfermedad cardiovascular".

En un estudio que involucró a adultos de mediana edad con prehipertensión, los participantes recibieron una dosis alta o baja de extracto de proantocianidina de semilla de uva o un placebo durante 12 semanas. El extracto de semilla de uva mejoró la elasticidad vascular, mientras que las dosis altas de dicho extracto ayudaron a regular la presión arterial. ²⁰

Granada: contiene niveles elevados de polifenoles que ayudan a combatir el estrés oxidativo y a tratar la disfunción endotelial. La granada contiene compuestos antihipertensivos, antiaterogénicos, antihiperglucemiantes y antiinflamatorios que mejoran la función endotelial y protegen el corazón.

Los investigadores de la Universidad Federal de Espírito Santo en Vitoria, Brasil, se refirieron a la función de protección del endotelio al afirmar lo siguiente:¹⁹

"Demostramos que la granada, o más bien sus componentes (taninos, flavonoides, fitoestrógenos, antocianinas, alcaloides, etc.), benefician el sistema cardiovascular, lo que mejora parámetros como el estrés oxidativo y el sistema antioxidante enzimático, disminuye la formación de especies reactivas de oxígeno y produce efectos antiinflamatorios."

Muchos polifenoles beneficiosos de la granada, que también se conoce como "la joya del otoño", se encuentran en su cáscara, por esta razón, la cáscara de granada en polvo es uno de mis suplementos preferidos.

Por ejemplo, las investigaciones demuestran que la cáscara de granada contiene más del doble de antioxidantes (sobre todo fenólicos, flavonoides y proantocianidinas) que la pulpa, y también se ha demostrado que protege las lipoproteínas de baja densidad contra la oxidación en un grado mucho mayor que la pulpa.^22,23

Por su parte, otra investigación descubrió que, dada su capacidad para regular la microbiota, el extracto de cáscara de granada, con gran contenido de polifenoles, mitigó la disfunción endotelial en ratones.²⁴

Ajo: es un antioxidante muy poderoso que podría ayudar a combatir las especies reactivas de oxígeno (ROS, por sus siglas en ingles). En un estudio, el extracto de ajo añejado redujo las ROS, lo que ayudó a prevenir la disfunción endotelial.²⁵ Las propiedades terapéuticas del ajo podrían actuar de manera sinérgica para reforzar la salud del corazón y reducir el riesgo de eventos que se relacionan con este órgano, como un ataque cardíaco.

Tomar un suplemento de extracto de ajo añejado podría mejorar la microcirculación, lo que ayudaría a prevenir el proceso aterosclerótico, Por su parte, tomar una preparación de ajo y hierbas redujo la progresión de la aterosclerosis en 1.5 veces en mujeres en etapa posmenopáusica, y este beneficio duró 12 meses.²⁶ Además, una revisión que se publicó en la revista Antioxidants afirma lo siguiente:

“Según las investigaciones actuales, los efectos sinérgicos de los componentes nutricionales y fitoquímicos del ajo podrían ayudar a reducir el riesgo de aterosclerosis, hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, infarto de miocardio y derrame cerebral isquémico.

Por ejemplo, la aterosclerosis y la inflamación vascular suelen ir acompañadas de estrés oxidativo, disfunción endotelial y citoquinas inflamatorias. Desde un punto de vista alimentario, el ajo podría ayudar a prevenir y tratar la aterosclerosis y el infarto de miocardio”.

Además, el ajo tiene la capacidad de reducir los niveles de presión arterial. Por ejemplo, el ajo negro añejado, que contiene más antioxidantes que el ajo crudo,²⁷ podría ser muy beneficioso en este aspecto. Aunque aún se desconocen los mecanismos exactos que utiliza el ajo para ayudar a reducir la presión arterial, los científicos observaron que, entre muchos otros beneficios, el extracto de ajo negro añejado podría ayudar a mejorar la vasodilatación y los niveles de óxido nítrico sintasa endotelial (eNOS).²⁸

Enzimas fibrinolíticas: durante la pandemia de COVID-19 llamó mucho la atención la relación que existe entre las enzimas y el endotelio. Los estudios sugieren que el daño al endotelio promovió el desarrollo de coágulos de sangre o trombosis en pacientes con enfermedad grave por COVID-19.²⁹

Cuando los médicos de la Facultad de Medicina de Yale comenzaron a realizar pruebas de coagulación en sus pacientes,³⁰ descubrieron niveles muy elevados del factor de Von Willebrand (VWF), una proteína de coagulación que liberan las células endoteliales, lo que sugiere que las células endoteliales dañadas podrían liberar grandes cantidades de VWF, lo que provoca coágulos.³¹

"Nuestros hallazgos demuestran que la endoteliopatía está presente en el COVID-19 y podría relacionarse con un mayor riesgo de enfermedad grave y de muerte. Si la endoteliopatía se detecta a tiempo y se implementan las estrategias adecuadas para reducir su progresión, es posible que mejoren los resultados del COVID-19”, dijeron los investigadores.³²

En condiciones saludables, las células sanguíneas pueden atravesar el endotelio que recubre los vasos sanguíneos, pero cuando se exponen a infecciones virales y a otros agentes inflamatorios, el endotelio se vuelve pegajoso y libera el VWF, lo que provoca una cascada de coágulos e inflamación, que son dos características distintivas de la enfermedad grave por COVID-19.

Según el European Heart Journal, "el COVID-19, sobre todo en las últimas etapas, es una enfermedad endotelial",³³ y aquí es donde las enzimas cobran importancia. Un estudio informó sobre tres estudios de casos de pacientes con insuficiencia respiratoria grave a causa del COVID-19 que recibieron un activador tisular del plasminógeno, una enzima serina proteasa que se encuentra en las células endoteliales y que participa en la fibrinólisis, o la descomposición de los coágulos de sangre.³⁴ El tratamiento ayudó a los tres pacientes.

Además del COVID-19, otro estudio involucró a 1062 personas con hiperlipidemia o aterosclerosis leve. Los participantes tomaron la enzima fibrinolítica natoquinasa, lo que "ayudo a controlar la progresión de la aterosclerosis y la hiperlipidemia, al igual que mejoró el perfil lipídico".³⁵

También ayudó a reducir bastante el grosor de la íntima media de la arteria carótida, que es un indicador de la enfermedad vascular aterosclerótica, los resultados mostraron tasas de mejoría de entre el 66.5 % y el 95.4 %.

Me parece importante mencionar que, cuando se utiliza la lumbroquinasa para la terapia fibrinolítica, se debe tomar con el estómago vacío, al menos una hora antes o dos horas después de comer. La lumbroquinasa, que es hasta 300 veces más fuerte que la serrapeptasa y casi 30 veces más fuerte que la nattoquinasa,³⁶ es mi enzima favorita y la que más recomiendo.